Enagas y Red Eléctrica, dos meses en la montaña rusa

Los descensos de los dos últimos meses en la cotización de Red Eléctrica y Enagas parecen haberse apaciguado, al menos por el momento. A pesar de ello en la sesión de ayer Enagas perdió un 1,51%. Hemos de tener en cuenta, que en un primer momento, el efecto del previsible cambio regulatorio fue tan grave, que superó en porcentaje el recibido por empresas energéticas en países de América Latina como Bolivia o Venezuela ante anuncios de nacionalización.

Después del revuelo de final de año en relación al cambio en la retribución en las actividades de Enagas, la impresión que ha quedado en el mercado es que esta decisión era el pistoletazo de salida hacia unos cambios de «calado» que no afectarían únicamente a la retribución de de Enagas, sino también, y por extensión, a las de Red Eléctrica como transportista de electricidad.

Tras tensas semanas, a final de año, el «riesgo regulatorio» está muy presente en los análisis de las principales casas de valores. De hecho, este riesgo se ha convertido en un elemento más de juicio por parte de los analistas en sus valoraciones, sobre todo en las de aquellas empresas que tienen un importante volumen de ingresos regulados.

Este riesgo regulatorio, junto a otros factores, ha hecho rectificar las recomendaciones de algunos analistas sobre Red Eléctrica y Enagas, aunque, en general, existe la impresión generalizada de que lo peor ha pasado. Las razones de este moderado optimismo se hallan en el hecho de que, a pesar de todo, siguen siendo valores con buenos fundamentales y unos resultados muy estables. En este sentido, Caja Madrid Bolsa recomienda «acumular» acciones de Enagas con un precio objetivo de 21,50 euros por acción.

Cambios previsibles y riesgo regulatorio

El fenómeno del riesgo regulatorio se ha adueñado también del sector de renovables con la interminable decisión sobre el cambio en su retribución. Si en algo deben estar de acuerdo empresas y Ministerio de Industria es en que la decisión no debe alargarse más. Según los expertos, en ambos casos, el de renovables y el de Enagas y Red Eléctrica, era previsible que, antes o después, el regulador se pusiera manos a la obra al objeto de modificar el marco retributivo actual.

En el caso de las renovables, según fuentes consultadas, no parece lógico que se realice un tratamiento retroactivo para las instalaciones en funcionamiento, independientemente de que estas estén teniendo un tratamiento favorable, pues este tipo de decisiones daña la «credibilidad» del regulador. Por su parte con Enagas resulta paradójico que existieran activos que se remuneraran a su valor bruto en lugar del neto. En ambos casos se trata de “una sobreremuneración que no era sostenible en el largo plazo”.

Sin embargo, apuntan, la forma en la que se están haciendo todos estos cambios regulatorios no parece la más adecuada y señalan como ejemplo el hecho de que justo en la semana anterior a que se conociera el cambio en la regulación para Enagas, del que la propia Enagas ni siquiera había sido informada, ésta hubiera alcanzado su máximo histórico. “Lo que no se puede es dejar que se ceben expectativas y luego pinchar el globo a la semana siguiente”, destaca un experto bursátil. Y es que después de que Enagas llegará a su máximo histórico en 21,09 euros, llegó a caer hasta los 16,00 euros. Ayer cerró en 17,56 euros, es decir un 15 % abajo respecto a su máximo. En el caso de Red Eléctrica la caída desde sus máximos ha sido más leve y a cierre de ayer era del 9%.

El hecho es que, con anterioridad a los cambios para Enagas, tanto Red Eléctrica como la gasista cotizaban con unos múltiplos muy superiores a los de otras empresas de su mismo sector a nivel europeo como Snam Rete Gas, Terna o National Grid, por lo que se consideraba razonable que, a medio plazo, existiera una «convergencia» en múltiplos en caso de cambio en la regulación.

A todo esto, no viene de más recordar, al hilo de los cambios efectuados, que tal y como reclamaba recientemente el presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Manuel Conthe, se hace necesario que, desde la Administración, se comuniquen hechos relevantes que puedan afectar a la cotización de las empresas.Todo ello en beneficio tanto del regulador como del regulado, teniendo en mente siempre que la premisa clave debe ser el fair play y unas claras reglas del juego.

Industria excluye a Energía Diario de la convocatoria de medios de Ignasi Nieto sobre las renovables

Energía Diario no pudo estar presente ayer en la convocatoria con medios de comunicación que el Secretario General de Energía, Ignasi Nieto, realizaba para informar de la posición de su departamento respecto al cambio legal en el marco regulatorio y retributivo de las energías renovables, al no haber sido convocados e impedírsele seguidamente su presencia en la sesión

La crónica de los hechos del día de ayer fue la siguiente: Conocedores de la convocatoria, Energía Diario se puso en contacto con el Ministerio de Industria para solicitar la acreditación y más datos sobre la sesión que iba a tener lugar a las 16:30 horas, en la cual el Secretario General de Energía iba a explicar la posición ministerial respecto de esta reforma.

En ese sentido, un responsable del área de comunicación nos indicó inicialmente ‘que bastaba con que acudiéramos a la cita’ para asistir y manifiestó su voluntad de remitir a nuestro medio unas aclaraciones sobre un artículo de opinión publicado ayer en nuestro medio titulado “El Gobierno vuelve a la carga contra las eólicas y quiere saltarse a la Comisión Nacional de Energía en el decreto de renovables”.

Posteriormente, a las 14:50 recibimos una llamada telefónica desde el Ministerio de Industria, identificada desde la dirección de comunicación del organismo, en que se nos indicó que la convocatoria tenía carácter ‘restringido’ y de sesión de trabajo, que no iba a tener contenidos ‘noticiables’ y que estaba dirigida a medios de comunicación escritos diarios y no especializados. Según se nos informó por la misma portavoz, en otro momento, tendría lugar una sesión informativa dirigida a medios especializados, Según fuentes consultadas de otros medios de comunicación y del sector esa misma tarde, estuvieron presentes además de los diarios informativos generales, los medios económicos y las agencias de prensa.

A pesar de no estar previsto que hubiera contenidos noticiables, todas las agencias de prensa emitieron sus correspondientes despachos de su encuentro informativo con Ignasi Nieto, confirmando que la Secretaría General de Energía mantendría el contenido de la reforma del marco retributivo de las renovables en sus términos iniciales, sin atender a lo dictaminado por el Consejo de la Comisión Nacional de Energía.

El Gobierno vuelve a la carga contra las eólicas y quiere saltarse a la Comisión Nacional de la Energía en el decreto de renovables

La semana pasada, una vez terminado el debate en el Consejo de Administración de la Comisión Nacional de Energía, volvía a aparecer una noticia en Cinco Días en que se afirmaba que el gobierno se apoyaría en informes técnicos y jurídicos para regular el marco jurídico y económico de las renovables. Todo lo que sea necesario para evitar un dictamen que no le conviene. ¿Necesita la Secretaría General de Energía más informes técnicos y jurídicos que los propios que elaboran los servicios de la Comisión? ¿Cómo va a justificar la desviación del criterio que le marca el regulador?

Ya Energíadiario, informó hace una semana que el Secretario General de Energía Ignasi Nieto, había declarado en su comparecencia ante los consejeros de la Comisión que el decreto que sustituya al 436 sería retroactivo, con independencia de lo que dijera el organismo regulador. En ese momento, el anterior director de regulación de la CNE ya se olía que no iba bien su propuesta que hasta el momento sólo ha concitado críticas. Su visita coincidió con la segunda sesión que el consejo dedicaba a este tema, y si le contó algo su anterior jefa no podía ser nada bueno. Con lo cual, decidió avisarles de en qué estima tenía su departamento al órgano regulador y también, de paso, en qué estima tenía a los mercados, dado que preveía que, con independencia del marco retributivo la inversión en generación por renovables permanecería invariable.

Desde que el anterior ministro José Montilla esa declaración-bomba de que ‘las eólicas se forraban’, la guerra sin cuartel por hacer política de rentas con estas empresas no ha parado. Alguien debería poner coto a este desmán que ha provocado que podamos tener el sector eólico más importante del mundo. Alguien tendría que ocuparse de modificar algo que si estaba dando resultados positivos en generación por renovables. Y, por cierto, que la eólica fuese en realidad la única tecnología que cumpliera alguna de las previsiones en materia de capacidad de generación a través de energías renovables. Si además, se trata de una Administración que no cree mucho en el mercado y tiene tendencia al intervencionismo, el escenario está servido.

Con todo, lo peor no es el rifirafe entre la Comisión Nacional de Energía y el Gobierno (por cierto, ha sido una excepción porque, en general, estas discrepancias son casi inexistentes). Hasta sería sano que se reprodujeran estos incidentes con mucha más asiduidad para que hubiese una sana dinámica en la vida de este sector regulado. Sería una señal, de que a pesar de la forma en que se producen los nombramientos de los consejeros, hay signos de renovación y de regeneración.

Lo peor, es que este rifirafe tiene lugar con la absoluta e impúdica indeferencia ante el deterioro de las condiciones de confianza para la inversión privada con todos los proyectos de energías renovables paralizados, con una situación de incertidumbre regulatoria que devora, según declaran las propias empresas (y no sólo las eólicas, o las renovables, exclusivamente, las expectativas de los agentes y las llevan exclusivamente al corto plazo, además del fuerte temor a la discrecionalidad regulatoria creciente para favorecer intereses o aquiescencias. No son buenos tiempos para el rigor analítico económico, para el mercado o para la estabilidad regulatoria.

Con todo, la realidad es mucho más tozuda. La actualidad de la problemática del cambio climático inunda (nunca mejor dicho) los medios de comunicación y está camino de convertirse en un fenómeno de conciencia social a nivel mundial. A nivel internacional la aparición de informes como el Stern. La reciente propuesta de la Unión Europea de alcanzar un 20 % de generación por energías renovables en 2020. Nos despertamos cada día con iniciativas de otros países para aumentar la generación por renovables, como hoy publicamos del gobierno italiano. Los biocombustibles están revolucionando tanto su implantación en el mercado e incluso la conformación económica de los sectores auxiliares.

Mientras, aquí, dedicados al control de rentas, no vaya ser que se forren.

Camino del escándalo

Este fin de semana nada menos que el diario ‘El País’ dedicaba sendos artículos a la decisión que cerró la semana en el órgano regulador por ocho votos a uno en el último Consejo de Administración de la CNE. Un editorial duro que evidenciaba el fondo de la cuestión y en el cambio de criterio operado en la Comisión Nacional de Energía, mucho más laxa que cuando obligó al BBVA a levantarse de la silla del consejo en Iberdrola, cuando en realidad estaban en liza no dos empresas eléctricas, sino una eléctrica y una de hidrocarburos o petroquímica.

Un segundo artículo del actual director del suplemento Negocios en el que califica, tras un prolijo análisis legal, de ‘absurdo’, el contenido del acuerdo del Consejo de Administración de la CNE sobre esta cuestión. En el artículo, Miguel Jiménez señala todas las costuras de la decisión, que parece excesivamente forzada y con muchas incongruencias desde el punto de vista jurídico. En el artículo, pone en cuestión las únicas ocho materias que destaca el Consejo de la CNE en su resolución sobre las cuáles no puede ejercer ACS sus derechos de voto. Y cuestiona ¿qué es una decisión estratégica (la mayoría de las enumeradas en la decisión del organismo no pasan por el Consejo de Administración)? Luego, y en relación con las operaciones de inversión y desinversión en activos, examina cómo decisiones estratégicas (la desinversión de un operador de televisión como Veo, si no se recogiera en el plan estratégico no estaría afectada por la lista cerrada de exclusiones). Finalmente, la salvedad que realiza respecto de las decisiones sujetas a autorización determina que sea estratégica la instalación de un parque eólico o invertir en una central de ciclo combinado, y no la adquisición de Unión Fenosa.

Se trata de cómo la CNE ha aplicado el artículo 34.5 del Real Decreto 6/2000, que limita el poder de decisión de un inversor presente en dos empresas energéticas que tuviesen el carácter de operadores principales. El objetivo de la norma era evitar conflictos de intereses que pudieran perjudicar a una de las dos empresas o que se pudiera producir una merma de la competencia entre las dos, por cómo se realiza la toma de decisiones con un centro decidor único. No se trata, por tanto, del falso problema de en qué medida Ignacio Sánchez Galán representa o atiende los intereses de su principal accionista actual (el 12,4 % de ACS), sino de cómo compatibiblizar que ese principal accionista posee a la vez un 40 % de Unión Fenosa, la tercera eléctrica del país.

¿Qué ha desencadenado este cambio en el Consejo de Administración de la CNE? ¿Por qué acepta un cuestionamiento adicional sobre su independencia? ¿Por qué se ha metido en semejante jardín tan difícil de administrar, en lo jurídico y en lo técnico? ¿Por qué aboca a las empresas a la interpretación permanente, cuando no a ubicarse en la reclamación jurídica? ¿Por qué se olvida de sus propios antecedentes e introduce inseguridad y discrecionalidad en los agentes y operadores? ¿Quizá un alineamiento con una solución ‘nacional’ hacia lo que se puede avecinar en el sector energético?. Si todos estos interrogantes, fueran por este ultimo motivo, cabría recordar que en puridad, no es éste el cometido de la CNE, ni debe ser el papel del órgano regulador, sino velar por las actividades reguladas y la competencia en los mercados energéticos.

Lo que si es evidente es que el impacto en los medios sobre esta cuestión no ha hecho nada más que empezar para la propia CNE. Los servicios jurídicos de Iberdrola están a la espera de analizar el contenido de la resolución que debe recibir por parte del organismo para valorar si interpone recurso de alzada ante el Ministerio de Industria. A la vez, tal y como aseguró el consejero discrepante Luis Albentosa, habrá un voto particular que se hará público junto a la resolución.

¿Tendremos que esperar nuevamente a que la Unión Europea nos sonroje y nosotros apelemos a la soberanía nacional, para seguir perpetrando medidas que afectan a la competencia, a los agentes económicos, a los operadores energéticos y a la interpretación del buen gobierno en las empresas? Continuará.

Crecen los intereses que pagan los consumidores de electricidad por la prolongación de la moratoria nuclear decretada por Industria

Así se recoge en un voto particular que el consejero Luis Albentosa, dirige con motivo de la reciente decisión del Consejo de la CNE sobre los cálculos de la anualidad de la moratoria nuclear a diciembre de 2006, motivos por los cuáles se muestra contrario respecto del dictamen de la Comisión en esta cuestión.

Señala Albentosa, que las sucesivas reformas de los porcentajes de la moratoria nuclear (seis en total y tres en el último año) han llevado más lejos la conclusión de esta figura tarifaria, de forma que por efecto del aumento de la demanda y reducción de los tipos de interés estaba prácticamente extinguida. Así si no se hubiera modificado el porcentaje, en octubre se habría concluido con su pago, mientras que la última reforma puede llevar, si no se activa la denominada ‘garantía de importes mínimos’ a que la extinción de esta deuda se prolongue hasta 2016.

Por otra parte, el Fondo de Titulación de Activos disponía de un excedente a 31 de diciembre de 2006, de 207 millones de euros, procedentes de la recaudación obtenida de la aplicación del porcentaje de la moratoria a la facturación eléctrica, que no se va a destinar a la amortización de esta deuda, cuestión que también aumenta el pago de intereses por parte de los consumidores durante todo el período de vigencia del mismo. Esto se debe a los cambios en las condiciones de este Fondo.

La moratoria nuclear se implantó en la Ley 40/1994 de 30 de diciembre para compensar las inversiones realizadas por las empresas eléctricas por las inversiones realizadas en Lemoniz, Valdecabelleros y Trigo II, cuya construcción fue paralizada definitivamente. Para facilitar que las compañías eléctricas pudieran percibir de una sola vez el total de las compensaciones por estas centrales, el Gobierno promulgó el R.D. 2202/2995 que regula esta titulación, por el montante del informe que quedaba por compensar, 4.383 millones de euros. A su vez, se creó en 1996 un Fondo de Titulación de Activos Resultantes de la Moratoria Nuclear (TdA) como titular de los derechos de compensación resultantes de la moratoria nuclear.

Estas compensaciones sonn sufragadas cada es por los consumidores mediante un porcentaje de la tarifa eléctrica que se recoge en el recibo de la luz. Además, existía una garantía de importes mínimos, mediante la cual la cuota anual de amortizaciones e intereses de cada año debería ser superior a una importe determinado. Si el cálculo de los importes era inferior a éste, el Tesoro Público atendía esta diferencia de ingresos, cuestión que sólo ha ocurrido en 1999, aunque las reducciones de los porcentajes podían abocar a situaciones en que fuera necesario que interviniese el Ministerio de Economía.

Hasta el momento las asociaciones de consumidores no han expresado su posicionamiento sobre esta medida que va a prolongar el pago de este concepto en el recibo, así como la mayor carga de intereses a soportar hasta el momento de su extinción.

¿Los consejeros de la CNE se siguen pensando la retroactividad en las renovables?

Según las informaciones de la semana pasada, ayer el Consejo de la Comisión Nacional de la Energía, debía proceder a la votación sobre la propuesta que el Ministerio de Industria había tramitado a este Organismo respecto a la reforma del régimen regulatorio de las renovables, el ya famoso decreto que sustituirá al R.D. 436/2004. En concreto, ayer se debía votar directamente la consideración de la retroactividad de este decreto, es decir, la aplicación de condiciones retributivas diferentes, surgidas de nueva propuesta regulatoria, a instalaciones en funcionamiento o en proceso de puesta en marcha.

Según ha podido trascender del Consejo, ayer no se produjo la votación de la modificación de este Real Decreto, tal y como estaba prevista inicialmente, trasladándose a esta mañana el resultado de esta deliberación. Igualmente, conocíamos el posicionamiento contrario de la mayoría de los consejeros a que del resultado de esta reforma regulatoria hubiese retroactividad para las instalaciones y los agentes que operan en el mercado, con consecuencias en materia de inestabilidad regulatoria e inseguridad jurídica sin precedentes. ¿Podemos entender que esta demora adicional (dentro de tantas demoras) es un mecanismo para aumentar el ‘tiempo de reflexión de los mismos y que cambien de opinión para que se posicionen a favor de la retroactividad?. ¿Podemos seguir alimentando esta incertidumbre, en términos de tiempo, parada de las inversiones y deterioro de la confianza de los agentes?.

Hay que reconocer que el R.D. 436/2004 ha sido una herramienta muy eficiente para potenciar el desarrollo de las energías renovables en España y que hoy, nuestro país sea una potencia mundial en la energía eólica, por ejemplo. Según todas las fuentes consultadas la modificación de este mecanismo reducirá los incentivos de los agentes para participar en la generación energética a través de tecnologías limpias. Evidentemente, es un hecho que no nos podemos permitir, por la pretensión de determinar, intervenir y regular, las retribuciones de cada agente.

Las decisiones sobre renovables y el medio ambiente son de largo plazo

Pero además, hay una razón de entorno y momento histórico trascendental. Esta semana el Presidente del Gobierno se reúne con Al Gore, acaban de producirse la Cumbre de París, que continuamente recibimos información sobre los efectos del cambio climático y el calentamiento global (España será y es ya uno de los países más afectados), existen declaraciones y propuestas de la Unión Europea casi diarias para aumentar la generación a través de energías renovables. Nuestro país debe responder y atender todo este escenario con una perspectiva de largo plazo, teniendo claro que es una decisión que tiene consecuencias futuras muy importantes para los agentes económicos y para la sociedad.

Por eso, no es razonable alargar la incertidumbre del mercado, de agentes e inversores, una vez más. Y provocar un posible efecto ‘Penélope’ para que cambie el sentido y la orientación de los consejeros, aunque no haya sido éste el sentido de esta última dilación en el cambio en el orden del día de los mismos.

Es preciso que este órgano decida (ya) con el mayor número de razones más que buscando el mayor número de votos (aunque deba estar relacionado por razones de lógica demorática). Es una cuestión en que los intereses de los agentes privados se alinean con el bien público y no hay que dejarlo pasar. Es una prueba que debemos superar para ganar credibilidad y perspectiva de nuestras necesidades energéticas y medioambientales. Es el momento.

Gas Natural se quita de en medio y despeja el camino a E.On

«¿Se retirará Gas Natural el jueves?», «¿Presentará su oferta por Endesa?» Aunque es probable que muchos se hiciesen estas preguntas, el mercado daba por hecho que Gas Natural no tendría nada que hacer contra E.On si no levantaba el precio, y la gasista catalana no estaba en condiciones de hacerlo.

Efectivamente, Gas Natural ha tirado la toalla. En la tarde de ayer, la gasista catalana remitía un comunicado a la CNMV en el que explicaba que el Consejo de Administración aprobaba por unanimidad la decisión de desistir de su oferta de adquisición del 100% de las acciones de Endesa.

Para los que esperaban que Gas Natural se retirara, esto es una confirmación. Para los que no lo tenían claro, esto despeja sus dudas. Pero la retirada de la gasista tiene más consecuencias que la mera desaparición de la competencia para E.On.

Sin embargo, la compañía presidida por Salvador Gabarró no ha querido dejar el terreno de juego sin señalar con el dedo acusador. Señalar a Endesa, por no haber hecho otra cosa más que poner todas las trabas a su alcance para obstaculizar el camino de Gas Natural; por haber ofrecido información financiera a E.On que no ofreció a Gas Natural; y a las mayores exigencias reguladoras impuestas a la gasista por tratarse de una compañía española y no extranjera.

Una de las primeras voces que se han alzado públicamente en protesta ha sido la de Vicente Martínez Pujalte, el portavoz adjunto de Economía del PP en el Congreso. Por un lado, Pujalte ha dicho que la retirada de la oferta de Gas Natural no es suficiente, y ha arremetido contra el Gobierno, al que considera «inútil». Ha pedido al Ejecutivo responsabilidades por defender la oferta hostil inicial de Gas Natural. Pero, por otro lado, Pujalte critica que el Gobierno socialista, ahora, deje el camino abierto a una empresa alemana…

El hecho de que Gas Natural tire la toalla no cambia el proceso de hoy. E.On sigue teniendo que presentar su oferta en sobre cerrado. De hecho, E.On tiene que hacer entrega de los papeles en el registro de la Comisión Nacional del Mercado de Valores entre las 9.30 de la mañana y las 17:45 de la tarde.

Lo que sí cambia es que la eléctrica alemana no tiene la misma presión que si tuviera que competir con otra compañía. De esta forma le será más fácil ofrecer menos dinero por acción. En cualquier caso, E.On ya se había comprometido a elevar su oferta inicial de algo más de 21 euros por acción a 34,5 euros por acción, dada la evolución de los títulos de Endesa en el mercado después de que Acciona entrara en juego.

Ahora las apuestas giran en torno a cuánto ofrecerá E.On. Los analistas más atrevidos apuntan a que el precio de su oferta será de 42 euros por acción, mientras que desde un punto de vista algo más conservador se apunta a 39 ó 40 euros por título (Endesa cerró ayer, jueves, a 38,41 euros). Aunque, sin competidores, el panorama puede cambiar ligeramente.

A partir de este momento, serán decisivos los movimientos de accionistas de Endesa como Acciona (el primero, con el 21% del accionariado), Caja Madrid (con casi el 10%) o la aseguradora Axa (con algo más del 5%). Sin embargo, no parece difícil que la alemana E.On pueda superar el 50,01% del capital de Endesa, circunstancia a la que condiciona su opa.

Los blindajes de Endesa y el artículo 32

Una Junta Extraordinaria de Accionistas de Endesa deberá decidir sobre el levantamiento de las limitaciones al derecho de voto establecidas en el articulo 32 de los Estatutos de Endesa, decisión a la cual, tanto Gas Natural como Eon, vinculan la validez de sus respectivas ofertas por Endesa. Sin embargo, éstas se reservan el derecho de seguir manteniendo su OPA sobre la eléctrica aunque finalmente no se levante dicha limitación.

Ambas ofertas públicas de adquisición (OPA) solicitan la supresión de la limitación de los derechos de voto para poder hacerse con el «control real» de Endesa. La limitación actual establece que cada accionista podrá ejercer sólo derechos de voto por un 10% de las acciones de la compañía aunque las acciones de que sea titular superen ese porcentaje.

Por tanto esta limitación, conocida más comúnmente como «blindaje» de los estatutos, provocará que independientemente del porcentaje de aceptación que tenga la OPA finalmente ganadora –las ofertas públicas de adquisición están realizadas sobre el 100% del capital de Endesa- el ganador sólo podrá ejercer derechos de voto por un 10% del total que posea, lo que impediría, en la práctica, que la empresa vencedora se hiciese con el control de la compañía.

Para poder modificar esta limitación se requiere que en Junta General se produzca el voto de más del 50% del capital suscrito con derecho a voto. Actualmente los principales accionistas de Endesa son Acciona (21%), Caja Madrid (9,9%), Axa (5,3% ), Deutsche Bank ( 5%) y la SEPI (2,9 %).

Todos ellos podrán hacer valer sus derechos de voto en el porcentaje de participación correspondiente menos Acciona, que lo hará en el 10%, a pesar de disponer del 21%, por la citada limitación en los Estatutos.

Con todo y partiendo de que Acciona se mantenga firme en su posición actual, beligerante ante la entrada de Eon, su postura debería ser la de no apoyar el cambio en los estatutos de Endesa, pues eso supondría allanar el terreno a la alemana. La SEPI, revistiendo su decisión de neutralidad, es probable que se abstenga de votar, por lo que únicamente quedará un 76% disponible para levantar los blindajes. De este 76%, se necesitará que al menos dos tercios acudan a la Junta para conseguir el necesario 50% que acabe con la limitación que establece el artículo 32.

Para incentivar que los accionistas acudan a la Junta, la directiva de la eléctrica se plantea ofrecer una «prima de asistencia». Como precedente en 2005 -la Junta mas concurrida hasta la fecha con una participación del 66,2 %- se ofreció una prima de 2 céntimos de euro por acción.

Si la prima finalmente se emplea para incentivar la asistencia, Acciona con un 21% recibiría, con una prima similar a la de 2005 de 2 céntimos de euro por acción, casi 4,5 millones de euros por asistir a la Junta. A modo de ejemplo, un accionista con 1.000 acciones de la eléctrica, valoradas a cierre del viernes en 38.690 euros, recibiría una prima de 20 euros por su asistencia.

El éxito por tanto de la prima dependerá de cómo de repartido esté el capital de Endesa, puesto que para grandes inversores de la eléctrica, la prima, sin duda, resultará muy atractiva.

Un equipo económico y energético bajo cero

Dos cuestiones recientes han puesto de relieve la situación del gobierno en el plano económico y energético. Por una parte, la tarifa eléctrica para el 2007 resuelta con enorme desparpajo por lo político por la Vicepresidenta del Gobierno, Teresa Fernández de la Vega. Por otra, y también con la misma protagonista, el anuncio de que no se iba a producir la ampliación del período de vida de la central de Garoña. Ni rastro en estas dos cuestiones de los respectivos equipos del Ministerio de Economía y del Ministerio de Industria. Y en cuestiones tan importantes que hemos podido conocer, como el informe de la Comisión Europea sobre el estado de la regulación y del sector energético en nuestro país o los requerimientos para eliminar las condiciones que estableció la CNE a E.ON, resueltas ‘low profile’ para evitar el verdadero alcance de las mismas en nuestros comportamientos políticos.

Por ello, un día tendríamos que hacer un resumen de las acrobacias filtradas por el Ministerio de Industria durante el proceso de elaboración de la tarifa: desde pensar en una tarifa federal para trasladar a las Comunidades Autónomas la responsabilidad de la mejora de la distribución hasta las múltiples cifras de incremento de los precios de electricidad, que casi necesitaban análisis técnico. Menos mal que nos ayudaban a todos con las ecuaciones desde Cinco Días anticipándonos los resultados siempre con un día de adelanto, como poco. De la abundancia de información dosificada al silencio más absoluto, una vez que la Vicepresidenta entra en acción y esclarece un ‘sudoku’ de más de tres meses de duración, que se estaba resolviendo a prueba y error. Lo mismo se aplica a la fórmula de las nucleares, con la comunicación de la no prolongación de la vida útil de las nucleares, Garoña recientemente.

Luego queda un Ministerio, más o menos menesteroso dentro de muchas situaciones y urgencias sobrevenidas, con un equipo energético de escaso peso político. Su primera ejecutoria o carta de presentación, es el primer decreto de tarifas, que consiste en laminar el mercado eléctrico, trufando el decreto de medidas que atornillan el funcionamiento de mercado y que introducen una reforma regulatoria encubierta, sin debate y sin acceso de los agentes implicados, incluyendo la complicidad desde la presidencia de la CNE o su ninguneo consentido, mírese según convenga. Otras decisiones que han pasado por la Comisión en este tiempo, como la devolución de derechos de emisión de CO2 que acaba con el Plan Nacional de Asignaciones, las renovables con serias dudas de congruencia con el PER, la retribución de las infraestructuras o la prolongación de la moratoria nuclear, tampoco han estado exentas de fuertes polémicas. En conjunto, y en lugar de definir reglas de mercado, toda la ejecutoria regulatoria consiste en evaluar y medir las ganancias de cada agente: empresas de renovables, generadoras, distribuidoras, gasistas, etc…, identificar a las que ‘se forran’ y, finalmente, intervenir en su marco legal. Lo que supone estar siempre expuestos a los intereses espurios de cada momento y ocasión. Y si no, veáse el caso González-Adalid, el cambio de retribución de las eólicas, entre otros.

También habría que hacer un día un compendio de las argucias dialécticas que los responsables de Economía, han empleado para evitar o salir al paso de las preguntas sobre la necesidad de una mayor subida de la tarifa eléctrica y adecuar su importe a los costes de generación. O para no plantear el debate sobre el modelo futuro energético español. Una situación que poco a poco ha ido engrosando el denominado déficit tarifario hasta volúmenes inconcebibles y al que sólo se le presenta el ‘comodos plazos’ sujeto al calendario político. Por su parte, escasas aportaciones y propuestas desde la Secretaría de Estado de Economía de David Vegara a todas estas cuestiones, gracias a esa adormidera que produce el superávit público, la reducción de la inflación, el crecimiento del Producto Interior Bruto, que baje el petróleo y que además, todo se produzca a la vez y combinado. Solbes, tal y como dijimos en este mismo medio hace mes y medio, ha vuelto al armario.

¿Quién se cree el PER?

La Comisión Europea ha valorado muy positivamente el desarrollo de la producción eléctrica con energías renovables que hasta ahora ha tenido lugar en España. De hecho, según el Ejecutivo comunitario, sólo el fuerte crecimiento del consumo eléctrico eclipsa el impresionante nivel de desarrollo renovable. La Comisión también ha destacado la potencia del sector eólico español, uno de los primeros del mundo, así como su capacidad para captar inversiones y para internacionalizarse. El Ejecutivo comunitario presentó la semana pasada un paquete de propuestas para el futuro energético de la UE. En esas propuestas incide en que es necesario impulsar las fuentes de energía renovables para cumplir con el objetivo europeo de que en 2020 el 20% del consumo energético continental pueda cubrirse con estas fuentes de generación.

Un objetivo ambicioso para la mayoría de los países miembros, salvo quizás para España, que está más cerca de cumplir esos objetivos. La Comisión considera que se pueden alcanzar los objetivos de 2010 si no se quiebra la tendencia actual.

¿Opiniones encontradas?

La Asociación de Productores de Energías Renovables, APPA, ha recibido con gran satisfacción, según establece en un comunicado, la valoración de la comisión sobre el desarrollo eléctrico procedente de las renovables.

España está a la vanguardia mundial en energía eólica y goza de un desarrollo importante en otro tipo de fuentes limpias de generación. Pero el Ministerio de Industria ha planteado una propuesta que podría dañar seriamente este desarrollo: recortar la retribución a las energías renovables. Energíadiario ha publicado en más de una ocasión la opinión de los agentes implicados. La Asociación de Productores de Energías Renovables, APPA, y la Asociación Empresarial Eólica, AEE, coinciden en destacar que este revés puede afectar a los objetivos del Plan de Energías Renovables, o PER. Y ponen un dato sobre la mesa: la evolución de la potencia instalada.

El PER establece que en España deberá haber una potencia instalada a finales del año 2010 de más de 20.000 MW. A principios de 2007 hay instalados algo más de 10.000. Quedan cuatro años para la fecha límite, lo que significa que hay que instalar anualmente 2.500 MW para cumplir los objetivos. Durante 2005, según datos de las Asociaciones, se instaló algo más de 1.500 MW.

El problema es el siguiente. En primer lugar, será complicado mantener ese ritmo en adelante si se recorta la retribución a los parques eólicos, es decir, si se disminuye su rentabilidad, debido a que los inversores no estarán igual de dispuestos a poner capital si el retorno de la inversión va a ser recortado. Si es complicado mantener ese ritmo, mucho más difícil va a ser incrementarlo a 2.500 MW anuales. Especialmente si contamos con el hecho de que los primeros parques eólicos proporcionan más horas de funcionamiento porque aprovechan los mejores corredores de viento, y cada parque eólico que se construya tendrá menos horas de viento porque los mejores emplazamientos ya están cogidos.

¿Qué es lo que opina la CNE?

La Comisión Nacional de Energía, presidida por Maite Costa, ha aplazado en más de una ocasión el informe sobre el proyecto de Real Decreto planteado y aprobado por el Ministerio de Industria, y que cuenta con la oposición de todo el sector. Pero ese informe no se puede aplazar indefinidamente, y según pudo saber energíadiario de fuentes de la Comisión, podría plantearse el jueves 25 de enero.

Según las mismas fuentes, la propuesta del Ministerio lo va a tener muy difícil para salir adelante, ya que recorta la retribución no sólo de los parques eólicos que se construyan a partir de este momento sino también los anteriores, que se pusieron en marcha siguiendo unas directrices, entre las que se encontraba una retribución fija.