La Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) entrará en el capital de Enagás con una participación no superior al cinco por ciento, porque el Gobierno entiende que sus actividades como gestor técnico del sistema gasista son de interés general.
La compra de las acciones de Enagás, aprobada por el Consejo de Ministros, no implica una posterior fusión con Red Eléctrica de España (REE), el gestor técnico del sistema eléctrico, en el que la SEPI tiene una participación del 20 por ciento.
Según la referencia del Consejo de Ministros, el Ejecutivo ha aprobado la entrada del grupo público en el capital de la compañía gasista por «el interés general de las actividades que el legislador encomienda a Enagás«.
La Ley del Sector de Hidrocarburos, recientemente modificada, responsabiliza a Enagás de la gestión técnica de la red gasista y la convierte en garante de la continuidad y la seguridad del suministro.
La entrada del Estado en el capital de la compañía se concretará a través de la SEPI que, según la referencia, adoptará todas las medidas necesarias.
Tanto la sociedad estatal como el Ministerio de Economía y Hacienda, del que depende, destacaron también que la decisión del Gobierno responde al «interés general» de las actividades desarrolladas por Enagás. Fuentes de Economía consideraron «lógico» que haya presencia pública en el gestor técnico del sistema gasista, tal como ocurre con REE en el sector eléctrico. Las mismas fuentes recordaron que hasta hace unos años Enagás no era gestor técnico y por ello el Estado salió de su capital.
Según Economía, aunque la participación máxima será del 5 por ciento, no necesariamente se alcanzará ese porcentaje. Las fuentes consultadas indicaron que aún no se ha decidido el porcentaje concreto ni la fecha en la que se abordará la compra, que en principio se realizará en el mercado.
Economía subrayó que la entrada de la SEPI en Enagás no supone «para nada» que el Gobierno esté pensando en una fusión con REE. «El Ministerio de Economía es absolutamente contrario a una hipotética fusión entre Red Eléctrica y Enagás«, aseguraron las fuentes consultadas.
Fuentes de Enagás consideraron positiva la entrada de la SEPI en su capital porque fortalece el núcleo accionarial de la compañía y le proporciona mayor estabilidad al reducir el «free float» (porcentaje del capital que cotiza libremente en bolsa). Estas fuentes destacaron también que la SEPI tomará la misma participación, el 5 por ciento, que el resto de los accionistas de referencia: Gas Natural, BBK, Cajastur, Bancaja, Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) y Sagane (Caja Murcia, Caja Granada y Caja Castilla-La Mancha). No obstante, a diferencia de ellos, el grupo público no tendrá limitados sus derechos políticos.
Según la nueva Ley del Sector de Hidrocarburos, ningún accionista de Enagás puede poseer más del cinco por ciento del capital y sus derechos políticos están limitados al tres por ciento de forma genérica y al uno por ciento si operan en el sector gasista. Sin embargo, la disposición adicional vigésima establece que «dichas limitaciones no serán aplicables a la participación directa o indirecta correspondiente al sector público empresarial».
La decisión del Gobierno fue bien acogida en la Bolsa, ya que las acciones de Enagás, que estuvieron suspendidas durante menos de una hora, subieron hoy un 2,61 por ciento y cerraron a 18,07 euros. A este precio, la compra de un 5 por ciento del capital cuesta unos 215 millones de euros.
Por otro lado, el Consejo de Ministros otorgó a Enagás la concesión para explotar el almacenamiento subterráneo de gas natural de Yela (Guadalajara).
La compañía tiene previsto invertir 400 millones de euros en este proyecto, cifra que incluye la construcción del almacenamiento (184 millones), la compra del llamado «gas colchón» (no extraíble) y las conexiones con el sistema gasista. El almacenamiento subterráneo, que será operativo dentro de tres años, se encuentra a una profundidad de 2.300 metros y tiene un volumen de 1.050 millones de metros cúbicos.