Así lo indica en una carta remitida a sus asociados, Victorino Alonso, el presidente de Carbunión, que agrupa a las empresas mineras privadas.
Según Alonso, esta serie de factores combinados están produciendo una «falta de consumo de carbón nacional, especialmente acusada en las centrales térmicas del interior».
Esto genera «crecientes tensiones entre las compañías eléctricas y las mineras», con dificultades para llevar a efecto los contratos firmados para 2009, al haberse desactivado al mismo tiempo los mecanismos previstos en capítulo XIV del plan del carbón relativos a la garantía de consumo.
En la misma fecha, la comisión de seguimiento del Plan del Carbón aprobó definitivamente la resolución que regula las ayudas a la producción para el año 2009, incorporando pequeños ajustes para adaptarse mejor a la realidad de las empresas que constituyen la Reserva Estratégica.
El presidente de Carbunión recuerda que, al mismo tiempo, se están desarrollando las primeras consultas y reuniones para tratar de definir el nuevo escenario a partir de la falta de vigencia del Reglamento (CE) 1407/2002 del Consejo, que caduca en 2010.
«Aunque estamos en la fase previa de la discusión, debemos tratar de aprovechar la próxima presidencia española de la Unión Europea para impulsar un marco en el que se contemplen los distintos planteamientos que en el seno de la Unión coexisten con respecto al carbón«, señala Alonso.
También destaca el «concepto de reserva estratégica», que llevó en algunos países, según recuerda, «a seleccionar las empresas que ofrecían las mejores perspectivas, mientras que el resto tuvieron que cerrar».
Al haberse constituido dicha reserva, las empresas seleccionadas están acometiendo «importantes inversiones para permitir el acceso a reservas durante muchos años, por lo que no sería coherente suprimir en estos momentos los mecanismos que apoyan la producción corriente».
Alonso considera que «es preciso señalar que el sector en España lleva muchos años haciendo frente a sucesivos planes de reestructuración, por lo que su dimensión no puede seguir disminuyendo sin perder las sinergias pretendidas, mientras que otros países deberán seguir reestructurándose e incluso algunos han optado por cerrar definitivamente sus explotaciones».
El presidente de Carbunión también apuesta por que la nueva regulación recoja «todos los tipos de ayudas vigentes en la actualidad», ya que, al no existir prácticamente mercado intracomunitario de carbón, esta diversidad de circunstancias no está planteando ningún problema en el desarrollo del vigente Reglamento, optando cada país miembro libremente por otorgar algunas o todas las ayudas contempladas en el mismo.