La Federación Minerometalúrgica (FM) de CCOO espera que en las subcomisiones de adaptación laboral y reactivación de las comarcas mineras, que se celebrarán en septiembre, se dé el «empujón definitivo» que permita cumplir lo previsto en el Plan del Carbón 2006-2012, informó el sindicato.

Representantes de la FM de CCOO, de UGT, del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio y de la patronal Carbunión se reunieron en la Comisión de Seguimiento del Plan del Carbón para desarrollar los acuerdos alcanzados con el ministro de Industria, Joan Clos, el pasado mes de abril.

Durante el encuentro el sindicato señaló la importancia de avanzar en cuestiones sociales como el calendario de cierres, los criterios de las incorporaciones laborales y la gestión ante el Ministerio de Trabajo de la regulación de las subcontratas del sector.

Además, CCOO llamó la atención sobre el retraso en los proyectos previstos para el periodo 1998-2005 y 2006-2007 y denunció la actuación de algunas empresas, que han suspendido las prejubilaciones previstas de sus empleados.

En el ámbito de la reestructuración, CCOO pidió al Ministerio la elaboración de un reglamento de mesas regionales y la apertura de negociaciones en el ámbito europeo para elaborar la nueva normativa que regule las ayudas al sector minero.

China cerró entre enero y junio varias centrales térmicas de pequeño tamaño, con una capacidad de generación total de 5,5 millones de kilovatios anuales, lo que le supondrá un ahorro de carbón de 8,5 millones de toneladas, señaló el diario oficial «Shanghai Daily«.

El país asiático, segundo mayor consumidor de energía del mundo, cerró varias centrales de pequeño tamaño para producir electricidad a partir del carbón, dentro de sus esfuerzos por aumentar la eficiencia energética e intentar reducir sus serios problemas de contaminación.

Con el número de centrales cerradas hasta ahora se cumple el 55 por ciento del plan nacional previsto para este año, y se han evitado siete millones de toneladas de emisiones de dióxido de carbono.

Además en estos seis meses se logró una reducción del dióxido sulfúrico en los cielos del país, compuesto que contribuye a la creación de la lluvia ácida, en 200.000 toneladas, según un informe de la Comisión para la Reforma y el Desarrollo Nacional.

China produjo 6.200 millones de toneladas de dióxido de carbono en 2006, derivadas del consumo de combustibles fósiles y de la fabricación de cemento, según un informe de junio pasado publicado por la Agencia de Evaluación Medioambiental holandesa. Según sus datos, China sobrepasó las emisiones de Estados Unidos, que emitieron 5,800 millones de toneladas de dióxido de carbono. Pekín se ha marcado el objetivo oficial de reducir sus principales emisiones contaminantes en cerca de un 10 por ciento.

China participó por primera vez, este fin de semana, en una iniciativa mundial para alertar sobre los problemas medioambientales, con la inclusión de su motor económico, Shangai, en la serie de conciertos «Live Earth«, que sumó 24 horas de música y concienciación ecologista repartidas en nueve ciudades del mundo.

«Es la primera vez que China participa en un evento global de estas características, y es muy significativo que lo haga», explicó Khalid Malik, coordinador de la representación de Naciones Unidas en China, y responsable del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en el país.

Malik aseguró que ha visto, en distintas reuniones con las autoridades chinas, un verdadero interés por conseguir reducir la polución y lograr una mayor eficiencia energética.

La Comisión Europea (CE) considera que no es necesario reformar la actual normativa comunitaria sobre las ayudas a la industria del carbón, al considerar en un informe adoptado hoy que el mercado global de este mineral funciona «de forma eficiente».

Según informó en un comunicado, el Ejecutivo comunitario analizó en este documento las ayudas estatales que se conceden al carbón en Europa y su impacto en el mercado interior, así como la reestructuración llevada a cabo en el sector.

En sus conclusiones, la CE considera que no hay necesidad de reformar la Regulación sobre ayudas estatales a la industria del carbón que se aplica desde 2002 y que define el marco de las ayudas públicas especiales que recibe el sector carbonero.

Esta normativa supone una excepción dentro de la prohibición que tienen los países de la UE de conceder ayudas a sus industrias y debe ser revisada de forma periódica por la CE.

El objetivo de la excepción, que expira en 2010, es permitir a varios Estados miembros continuar con la reestructuración del sector del carbón.

El comisario europeo de Energía, Andris Piebalgs, recordó que actualmente nueve Estados miembros, entre ellos España, tienen minería de carbón, y señaló que esta producción doméstica «reduce la dependencia energética de la Unión y contribuye a la diversificación de las fuentes de abastecimiento de energía».

En su informe, la CE señala las «importantes diferencias» de competitividad que se registran en las minas europeas, pues mientras las explotaciones de Alemania, España y Hungría tienen costes de producción que doblan el precio de mercado del carbón en el mundo y, por tanto, dependen de las ayudas; las minas de la República Checa, Polonia, Gran Bretaña y Eslovaquia son competitivas.

La industria de estos últimos países no recibe subsidios o sólo lo hace en el caso de la entrada de nuevos inversores, mientras que Rumanía y Bulgaria, los dos miembros más recientes de la UE, aún deben informar a Bruselas sobre las necesidades de sus explotaciones.

El ministro de Industria, Turismo y Comercio, Joan Clos, se comprometió ayer en una reunión con los sindicatos mineros a desarrollar el Plan del Carbón 2006-2012, lo que ha propiciado que UGT y CCOO hayan desconvocado las dos jornadas de huelga previstas para el próximo miércoles y jueves.

Los sindicatos y el secretario general de Energía, Ignasi Nieto, han firmado un documento con siete puntos en los que se precisa el contenido del Plan del Carbón y sobre los que se profundizará en una próxima reunión que tendrá lugar el 2 de mayo.

Clos ha reiterado que existe el compromiso por parte del Ministerio de Industria de impulsar el desarrollo del plan y cumplir con todos y cada uno de sus aspectos.

Los sindicatos mineros habían convocado una huelga en el sector para el próximo miércoles y jueves en protesta por la paralización del sector y del Plan del Carbón 2006-2012, ya que consideraban que esta situación ponía en peligro el cumplimiento de las 1.700 incorporaciones pactadas y de las 520 recolocaciones.

Las ayudas empresariales continúan siendo un escollo en el desarrollo del Plan del Carbón, una vez que se ha superado la crisis que en su día causó la reclamación a las empresas por parte del Ministerio de Industria de que se devolvieran 43,4 millones de euros de las subvenciones a la producción de 2005.

Este asunto, que quedó solucionado cuando el Ejecutivo redujo la cuantía a devolver a 14,5 millones, vuelve a estar ahora sobre la mesa respecto a las ayudas de 2006 y del resto del plan que finaliza en el 2012.

El Plan de la Minería del Carbón para el período 2006-2012 se firmó en marzo del año pasado y puso fin a un largo proceso de negociación que se inició a finales de enero de 2005 y pasó por momentos críticos como los vividos a principios de noviembre de ese mismo año, durante las protestas convocadas por los sindicatos.

Aunque el nuevo plan se acordó con retraso -debía entrar en vigor el 1 de enero de 2006-, y la negociación tuvo sus meandros y sus amenazas de ruptura, el contenido final contentó a todas las partes.

El plan fija las prejubilaciones anticipadas en 52 años equivalentes (la edad real corregida por un coeficiente que depende de la penosidad del puesto de trabajo), una de las demandas prioritarias de los sindicatos.

También recoge el compromiso de crear 1.700 nuevos empleos y de recolocar a 520 trabajadores de empresas ya existentes, y prevé destinar 2.880 millones de euros en ayudas a formación, promoción, reactivación de las comarcas mineras e infraestructuras.