La conferencia de cambio climático de Bangkok negocia acuerdos contrarreloj para proporcionar la financiación para reducir los combustibles fósiles

EFE.- Los delegados de la ONU que asisten esta semana a la Conferencia del Cambio Climático en Bangkok (Tailandia) trabajan contrarreloj para acordar un marco de directrices y normas para frenar el cambio climático en medio del aumento de las temperaturas, la sequía y los incendios en el mundo. «Esta reunión es crucial», aseveró la secretaria ejecutiva de la Convención Marco sobre Cambio Climático de la ONU (CMNUCC), la mexicana Patricia Espinosa.

Las delegaciones deben concretar unas directrices y reglas a partir del Acuerdo de París (2015), que busca reducir el aumento de la temperatura de este siglo por debajo de 2 o incluso 1,5 grados centígrados por encima de los niveles preindustriales. Algunos de los puntos de negociación tienen que ver con los compromisos de los distintos países para reducir las emisiones de CO2, el esfuerzo financiero y la disminución del uso de los combustibles fósiles.

Ante los delegados de más de un centenar de países en la sede de la ONU en Bangkok, Espinosa subrayó la «urgencia» para consensuar unas directrices antes de la Cumbre del Cambio Climático (COP 24) que se celebrará en Katowice (Polonia) en diciembre. «Firmar el Acuerdo de París fue un éxito», recordó la mexicana antes de añadir que aún quedan «grandes desafíos». El primer ministro de Fiyi, Frank Bainimarama, fue más drástico y afirmó que la reunión en Bangkok no es una «sesión adicional» sino de «emergencia». Bainimarama, presidente de la COP 23 de Fiyi/Bonn, alertó de que los países no están preparados para implementar los acuerdos de París para reducir el calentamiento global, responsable del empeoramiento del clima global.

Un grupo de activistas se manifestaron en Bangkok para pedir cortes drásticos del uso de los combustibles fósiles, responsables en parte del calentamiento global, y mayor protección para las comunidades más vulnerables. Los países menos desarrollados, que incluyen las naciones insulares amenazadas, están preocupados por su escaso peso en las negociaciones y por que la financiación sea insuficiente. El Grupo de los Países Menos Desarrollados (LDC) reitera que se necesitan billones de dólares para evitar que los países subdesarrollados tengan que acudir a los combustibles fósiles y otras energías contaminantes. «Aquellos países con mayor capacidad y responsabilidad tienen que dar un paso al frente», indicó Gebru Jember Endalew, presidente de LDC, con sede en Etiopía.

El año pasado, la cantidad de gases de efecto invernadero liberados en la atmósfera alcanzó máximos históricos, según el Informe Anual del Estado del Clima. Estados Unidos es el segundo mayor contaminante del mundo después de China, pero el Gobierno de Donald Trump decidió el año pasado retirarse de los compromisos de París al alegar que perjudica a la economía y los trabajadores de su país. Según las normas del acuerdo, la retirada de Estados Unidos no se hará efectiva hasta el 4 de noviembre de 2020, un día después de las elecciones en las que Trump buscará la reelección.

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