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El acuerdo sobre los trabajadores de Garoña no está cerca, pero avanza

EFE.- El acuerdo para asegurar el futuro de los trabajadores de la central nuclear de Santa María de Garoña -unos 400 entre puestos de trabajo directos e indirectos- antes de que comience su desmantelamiento «es posible, pero aún no está cerca», según ha explicado hoy uno de los miembros del comité de empresa.

Pedro San Millán ha indicado que la reunión que han mantenido los miembros de la mesa paritaria de negociación -formada por cuatro miembros del comité y cuatro representantes de la empresa Nuclenor, propietaria de la planta- ha comenzado a las 8:30 de la mañana y ha concluido a las 18:00, lo que supone «una buena señal, porque una reunión larga indica que hay voluntad de diálogo».

En este sentido, ha señalado que la de hoy ha sido la primera reunión en la que se ha podido hablar de propuestas concretas del comité y la empresa, que todavía mantienen posturas distantes, porque «esto no se puede hacer con prisa».

Aunque ha evitado dar detalles de la negociación, San Millán ha insistido en que la premisa del comité de empresa es que el acuerdo que se alcance debe ser «global, sin que nadie de la plantilla se quede tirado».

Los representantes sindicales llevarán una nueva propuesta a la próxima reunión de la mesa, prevista para el 24 de agosto, en la que esperan acercar más las posturas, sobre todo respecto a cuántos trabajadores seguirán trabajando a la planta, cuantos serán trasladados a otras instalaciones y cuántos y en qué condiciones se podrán jubilar o pre-jubilar.

El comité de Garoña se marca como objetivo evitar los despidos en la central

EFE.- El comité de empresa de la central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos) se ha marcado como objetivo «evitar el despido de uno solo de los 227 trabajadores directos de la central», los que quedaron tras la parada de la planta que la propietaria, Nuclenor, formada por Endesa e Iberdrola, decidió en diciembre de 2012.

Según ha informado el presidente del Comité, Alberto César González, durante esta jornada se ha constituido en Miranda de Ebro (Burgos) la comisión mixta, formada por cuatro representantes de la empresa y cuatro de los trabajadores.

La comisión negociará la transición hacia la fase de desmantelamiento de la planta, cuyos miembros han firmado un acuerdo de confidencialidad que impedirá que se conozca la mayor parte de los detalles de esa negociación, que se regulará por un calendario que se cerrará la semana que viene.

En todo caso, González ha explicado que, desde la parada de diciembre de 2012, la plantilla siguió trabajando con dos escenarios en paralelo: la obtención de la prórroga o el cierre definitivo.

Ahora, con la orden ministerial de cierre, reconoce que sobrará parte de la plantilla.

El presidente del Comité de empresa ha recordado que, en la negociación que se abrió, en 2012, y también con la creación de una comisión mixta, se llegó a barajar que un tercio de los empleados seguiría trabajando en el desmantelamiento, otro tercio se recolocaría y el tercio restante se jubilaría o prejubilaría.

Sin embargo, ha reconocido que, ahora, «seguramente cambiará esa proporción», porque hay unos cien trabajadores menos en plantilla que hace cinco años.

No obstante, ha recordado que el artículo 47 del convenio colectivo de la central de Garoña establece el compromiso de una «salida ordenada» de trabajadores en caso de cierre, para lo que ya apunta la recolocación o prejubilación de los que no sigan trabajando en las instalaciones.

Respecto a los cerca de 200 trabajadores de empresas subcontratadas, algunas creadas exclusivamente para trabajar para la central de Garoña, González ha reiterado la disposición de los miembros del Comité de la planta a asesorar y ayudar a sus trabajadores hasta donde sea posible.

A la vez, ha manifestado su «incapacidad para resolver sus problemas, porque el comité de Garoña no tiene ninguna competencia para ello».

Nuclenor acepta la orden de cierre de Garoña e iniciará el predesmantelamiento

Europa Press.- Nuclenor, el titular de la central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos), ha aceptado el cierre definitivo de la planta, decretado este martes por el Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital tras reunirse este jueves su consejo de administración.

Según han informado, los accionistas han analizado la orden ministerial que deniega la solicitud de renovación de explotación de la central hasta marzo de 2031 y han acordado no iniciar ninguna actuación en contra de la decisión del Gobierno.

La orden ministerial de cierre que ha publicado este jueves el Boletín Oficial del Estado da la opción de presentar un recurso de reposición en el plazo de un mes en el marco del Proceso Administrativo de las Administraciones Públicas o bien un recurso contencioso-administrativo de la Audiencia Nacional.

Durante la reunión, el Consejo ha aprobado también las medidas para dirigir la empresa durante el periodo de desmantelamiento previo al traspaso de titularidad de la planta a la Empresa Estatal de Residuos (ENRESA).

La orden ministerial publicada este jueves en el BOE daba la opción de presentar un recurso de reposición contra la orden de cierre en el plazo de un mes en el marco del Proceso Administrativo de las Administraciones Públicas o bien un recurso contencioso-administrativo de la Audiencia Nacional.

El Ejecutivo justifica su decisión en el marco de la planificación energética futura; en que desde que Garoña dejó de producir electricidad no se ha producido ninguna «repercusión significativa» en el suministro eléctrico; en que su vuelta a la operación tardaría más de un año así como en la «incertidumbre sobre la disponibilidad de la central a medio plazo».

Enresa prepara ya la documentación para solicitar el desmantelamiento y la titularidad de Garoña

Europa Press.- La Empresa Estatal de Residuos (ENRESA) ha entrado «en proceso de preparación» de la documentación para solicitar la autorización de desmantelamiento y la transferencia de la titularidad de la central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos), cuyo cierre definitivo anunció este martes el ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital, Álvaro Nadal.

Según ha informado la empresa, también realizará las actividades para preparar el desmantelamiento junto con el titular de Garoña, Nuclenor, tras la denegación de la solicitud para volver a producir electricidad hasta 2031.

Una vez que el ministro anunciase este martes la decisión adoptada por el Gobierno por «falta de certidumbre» política y de las propias empresas accionistas, Iberdrola y Endesa, ahora, según explica Enresa, comienza un periodo de transición hasta que la titularidad de Garoña sea transferida a la empresa estatal de residuos.

En este contexto, Enresa recuerda que hasta entonces, durante este proceso iniciado ahora la titularidad exclusiva seguirá siendo de Nuclenor, que en este periodo deberá efectuar determinadas tareas.

Estas pasan por acondicionar los residuos residuos operacionales, efectuar la descarga del combustible gastado de la piscina a los contenedores suministrados por Enresa para su disposición en el Almacén Temporal Individualizado (ATI) de la central.

Este paso por el ATI será previo a su traslado al almacén temporal centralizado (ATC) «cuando se encuentre disponible» ya que el proyecto, previsto en la localidad conquense de Villar de Cañas está paralizado en la actualidad.

Enresa precisa que Nuclenor también tiene la obligación de colaborar con Enresa en el conjunto de las actividades preparatorias para el desmantelamiento.

En cuanto al proceso de desmantelamiento, Enresa recuerda que en primer lugar se deberá presentar un estudio básico de estrategias para el desmantelamiento de la central por parte de Enresa al Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital.

A continuación también se presentará un Plan de Desmantelamiento al Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital y al CSN, en el que solicite la autorización de desmantelamiento.

Al mismo tiempo, en paralelo también deberá presentar un Estudio de Impacto Ambiental y solicitar la autorización preista en el artículo prevista en el artículo 37 del Tratado de Euratom, donde se evalúa el posible impacto transfronterizo.

Enresa señala que el proceso administrativo culminará cuando obtenga un informe favorable del CSN sobre el plan de desmantelamiento y la consiguiente autorización del Ministerio de Energía de la transferencia de titularidad de la central nuclear a Enresa para el inicio de la fase de desmantelamiento.

Finalmente, Enresa destaca que tiene una «singularmente amplia experiencia» en el desmantelamiento de instalaciones nucleares y pone de ejemplo los trabajos realizados en las centrales nucleares de Vandellós I (Tarragona) y de José Cabrera (Guadalajara), que en la actualidad está aún en fase de desmantelamiento, así como en el reactor experimental del CIEMAT.

Nuclenor continúa su actividad en Garoña a la espera de analizar el cierre

EFE.- Nuclenor, la sociedad propietaria de la central nuclear de Garoña participada por Endesa e Iberdrola, ha indicado hoy que continúa con sus actividades habituales manteniendo el compromiso con la seguridad y ha añadido que está a la espera de analizar la decisión del Gobierno de denegar la autorización de funcionamiento.

En un escueto comunicado publicado en su página web, Nuclenor explica que analizará la decisión del Gobierno de denegar la reapertura de la nuclear -en situación de parada segura desde diciembre de 2012- cuando reciba formalmente la documentación, «para valorarla adecuadamente y tomar las decisiones que corresponda».

Mientras tanto, Nuclenor asegura que continúa sus actividades habituales según el programa que tiene establecido, manteniendo el compromiso con la seguridad de las personas, las instalaciones y el entorno.

La central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos), la más antigua de las siete que operan en España y cuya actividad está parada desde diciembre de 2012, dejará de funcionar tras la decisión del Gobierno de no renovar la autorización.

El Ejecutivo ha tomado esta decisión por el escaso impacto de la central en el sistema eléctrico español, ya que tiene una potencia de solo 400 megavatios y porque no existe certidumbre política ni económica para que puedan amortizarse las inversiones necesarias, dada la oposición de la mayoría de grupos parlamentarios.

Castilla y León gravará los residuos por el desmantelamiento de Garoña y exige un plan de reindustrialización

Servimedia.- La Junta de Castilla y León modificará el impuesto de afectación medioambiental para gravar los residuos nucleares que quedarán tras el desmantelamiento de la central nuclear de Santa María de Garoña. Así lo anunció hoy el vicepresidente y consejero de la Presidencia de la Junta, José Antonio de Santiago-Juárez, quien consideró una «grave error» la decisión del Gobierno de cerrar la planta.

De Santiago-Juárez se preguntó si el que adoptó esta decisión pensó en el millar de trabajadores que dependen de esta planta, y exigió al Ejecutivo central que «lidere» un plan de reindustrialización para la zona. Asimismo, trasladó a los que están de vacaciones y se alegrarán por esta noticia, que en vez de tomarse una cerveza en un chiringuito, visiten el norte de la provincia de Burgos.

En una rueda de prensa solo media hora después de la que ofreció en Madrid el ministro de Energía, De Santiago-Juárez aseguró que la decisión se comunicó ayer en una reunión en Valladolid entre Álvaro Nadal y el presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, en la que se mostró que el Ejecutivo autonómico «no comparte esta decisión política del Gobierno de España».

Así, incidió en que es «una mala noticia para los trabajadores, para Castilla y León y para España» y cuestionó si quien la ha tomado «ha pensado en los trabajadores». Durante años la Junta, continuó, siempre ha defendido el mantenimiento de la central, «siempre que fuera segura», pensando en los empleados. «Algún día alguien se dará cuenta del error», subrayó, para asegurar que la Junta siempre ha apostado por que la energía nuclear fuera una parte del mix energético en un país en el que «no sobra la energía».

Además, el vicepresidente informó de que la Junta «se reafirma» en su decisión de implantar un tributo cuya recaudación irá a financiar un plan de ayuda al empleo de la zona. Lo hará, indicó, a través de la modificación del actual impuesto sobre afectación medioambiental, creando un nuevo hecho impositivo sobre el combustible nuclear depositado en Garoña porque, explicó, «ahora la central se convierte en un depósito de residuos radioactivos».

También criticó a las empresas, sobre todo a Iberdrola, quien todavía «no nos ha dado ninguna explicación» y han actuado primero pidiendo reapertura y luego «escondiéndose». Por ello, insistió se pondrá en marcha este impuesto que es «sensato y de sentido común» y del que todavía no se han hecho cálculos de cuánto podría ingresar la Junta de Castilla y León por este concepto.

Indicó que el presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, ha remitido hoy una carta al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, para pedirle la puesta en marcha y «el liderazgo» del Gobierno en un plan para la reindustrialización de la zona Norte de Burgos en el que participen las empresas Iberdrola y Endesa, que componen Nuclenor. Estas compañías, dijo, tienen que participar porque se han beneficiado muchos años de Garoña. Ha de ser, dijo, un plan «dinámico» que cree riqueza y empleo y en el que colaborará la Junta.

Además, el vicepresidente hizo un recorrido por la historia de este asunto que, dijo, comenzó por «un capricho ildeológico» del expresidente José Luis Rodríguez Zapatero y que continuó con una «pésima gestión» del exministro José Manuel Soria, al que dijo «no iba a dedicar ni un minuto más». Tras ello, unos cambios de rumbo y una situación y unas «incoherencias» en una situación política como la actual donde el PP no tiene mayoría.

«La Junta tiene la sensación de haberse quedado sola como en Fuenteovejuna: todos a una pero frente a Garoña», remarcó, para añadir que han estado solos en el plano político, interno y externo y sólo ha apoyado la decisión de su continuidad la Asociación de Municipios Nucleares.

En todo caso, dijo, es una decisión que tendrá consecuencias «indeseables» para la competitividad energética, para la dependencia energética y para el gasto de las familias.

Iberdrola ve coherente la decisión de no abrir Garoña, ya que era económicamente inviable

Europa Press.- Iberdrola ha considerado «coherente» la decisión del Gobierno de denegar la solicitud de renovación de la licencia de explotación de la central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos), ya que «no afecta ni a la seguridad del suministro eléctrico en España, dado que la instalación no está operativa desde hace cinco años, ni al precio de la luz que pagan los consumidores».

Según indicaron fuentes de la compañía, Iberdrola ha defendido, desde hace más de un año y medio, el cierre de esta instalación al considerar que, «aun siendo segura desde el punto de vista técnico, su continuidad era económicamente inviable».

La energética subraya que contribuirá, a través de Nuclenor, sociedad propietaria de Garoña en la que es accionista al 50% con Endesa, a dar cumplimiento, «a la mayor brevedad posible, al contenido de la orden ministerial que plasmará la decisión anunciada hoy y a las actuaciones que se deriven del cese definitivo».

El Gobierno ha acordado este martes no autorizar la solicitud de renovación de autorización de la explotación de la central nuclear de Garoña.

En una rueda de prensa convocada para informar de la decisión del Gobierno sobre el futuro de la planta nuclear burgalesa, el ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital, Álvaro Nadal, explicó que la orden ministerial que tiene que emitir el Gobierno al respecto «será la de denegación» de la continuidad de la explotación porque las «circunstancias actuales» no garantizan la suficiente certidumbre, en relación a la oposición de todos los grupos políticos de la oposición a la reapertura y a las discrepancias sobre la solicitud también expresadas por Iberdrola y Endesa.

Endesa considera que España debe mantener las nucleares al menos hasta 2040 y espera la decisión del Gobierno sobre Garoña

Redacción / Agencias.- Endesa esperará a la decisión que adopte el Gobierno en agosto respecto al futuro de la central nuclear de Santa María de Garoña, una vez que la sociedad Nuclenor, en la que es socio junto a Iberdrola, no acordó presentar alegaciones en el plazo abierto por el Ministerio de Energía. No obstante, el consejero delegado de Endesa, José Bogas, se mostró convencido de que la producción nuclear deberá formar parte del mix energético español al menos hasta el año 2040.

Según el consejero delegado de Endesa, España no puede renunciar a las nucleares si quiere lograr la reducción de emisiones, que generan los combustibles fósiles, necesaria para cumplir sus compromisos medioambientales sin poner en riesgo el suministro y sin provocar un incremento de los precios de la energía que afecte a su competitividad, con episodios de aumento de la “volatilidad” en los precios que se podrían producir más frecuentemente. Por ello, Endesa considera que la ampliación de la vida de las centrales nucleares es uno de los principales aspectos que debe abordar la comisión de expertos para la transición energética y descarbonización de la economía, que acaba de crear el Gobierno y que debe emitir un informe en 6 meses.

En relación con la reapertura de la central de Garoña, lamentó que Nuclenor no acordara presentar alegaciones al Gobierno por el desacuerdo con el otro propietario de la central, Iberdrola. A este respecto, explicó que Endesa queda a la espera de la decisión que debe tomar el Gobierno antes del 8 de agosto para decidir si concede la autorización para que la planta pueda volver a la actividad y aseguró que la compañía respetará la decisión, ya que entiende que las decisiones sobre la política energética recaen en el Ejecutivo. «Los operadores debemos contribuir a que se apliquen», añadió el directivo, quien lamentó haber «fallado» en alcanzar una posición común con Iberdrola respecto a Garoña.

En las cuentas del primer semestre del año remitidas a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Endesa señala que registró un impacto negativo de 7 millones de euros por su participación del 50% en Nuclenor. Asimismo, las inversiones brutas de la energética incluyen una aportación de 21 millones de euros realizada a Nuclenor. Además, Endesa advierte que la situación actual de Nuclenor podría tener «un impacto relevante» sobre los resultados de sus accionistas.

Respecto a los planes de Endesa para el carbón en España, donde es posible que se cierren algunas centrales, Bogas ha indicado que en el actual contexto de mercado y regulatorio no es viable seguir adelante con la inversión. En cuanto a los resultados, Bogas se mostró convencido de que Endesa conseguirá mejorar su evolución, incluso con la implantación de un plan de acción, con el que espera lograr un ahorro de costes de entre 10 y 20 millones en lo que queda de año gracias a medidas de digitalización.

El Gobierno de Navarra solicita el desmantelamiento «sin demora» de la central nuclear de Garoña

Europa Press / EFE.– El Gobierno de Navarra ha acordado solicitar al Ministerio de Energía que sea denegada la solicitud de renovación de la autorización de explotación de la central nuclear de Garoña (Burgos) y que se inicien «sin demora las actuaciones del cese de explotación» así como su desmantelamiento. Dicha solicitud figura en el escrito de alegaciones aprobado por el Gobierno de Navarra para su presentación en la fase de audiencia relacionada con la tramitación de la renovación de la autorización de la explotación de la central nuclear.

La central nuclear fue inaugurada en 1971 y se declaró su cierre definitivo por la Orden Ministerial 1.302/2013, debido a que su propietaria, Nuclenor, no renovó la autorización de explotación alegando falta de rentabilidad. Sin embargo, la empresa titular solicitó posteriormente su reapertura hasta el 2031, es decir, hasta que cumpla 60 años de actividad. La consejera de Presidencia, María José Beaumont, ha señalado que son 9 las alegaciones del Gobierno Foral contra la reapertura de Garoña, central ubica a orillas del río Ebro a un centenar de kilómetros, aguas arriba, de Navarra. La primera, ha destacado, hace referencia al «incumplimiento del deber legal» por parte del Ministerio de aportar a Navarra «todo lo actuado».

Otras alegaciones, según explicó Beaumont, se refieren a la antigüedad de Garoña, el marco normativo vigente, el recorrido que ha tenido la explotación desde 1970, el «cierre unilateral» decidido por Nuclenor en 2012, la normativa que rige para una posible renovación, la «no concurrencia de interés público alguno» en su continuidad, la «inadmisible» falta de fijación de un plazo determinado para su fin y los límites que tiene la competencia del Gobierno en la materia.

Tras conocer los planes de Nuclenor de operar Garoña hasta 2031, el Gobierno de Navarra adoptó, el 27 enero de 2016, un acuerdo por el que solicitaba al Estado que no reabriese la central nuclear y que fuera desmantelada porque «cualquier incidencia de esta central puede tener implicaciones directas en amplias zonas de Navarra, sobre todo en la Ribera del Ebro, densamente poblada y con una actividad agraria muy importante para la economía de la Comunidad Foral». También argumentaba que durante sus más de 40 años de actividad, Garoña ha sufrido «serios problemas estructurales que han devenido en diferentes accidentes», y se recordaba que su reactor es gemelo del reactor de la central de Fukushima, afectada por un grave accidente.

Por otra parte, el Gobierno de Navarra decía que, durante los dos años y medio que entonces llevaba cerrada, la demanda eléctrica no se había visto perjudicada y que la posible reapertura de la central «no atiende a intereses generales ni desde el punto de vista social, ni medioambiental, ni de seguridad o de salud pública, y sí por el contrario a intereses económicos particulares».

Asimismo, el 2 de marzo de 2016 el Gobierno de Navarra acordó comparecer ante el Consejo de Seguridad Nuclear y el Ministerio de Industria, Energía y Turismo para que se le tuviera por personado como interesado en el procedimiento de autorización de la reapertura de Santa María de Garoña reclamada por Nuclenor, de forma que le fuesen comunicadas las incidencias que se produjeran y se le diera audiencia, todo ello antes de dictarse la resolución.

Iberdrola y Endesa no alcanzan un acuerdo en Nuclenor sobre el futuro de la central nuclear de Garoña

Europa Press.- El consejo de administración de Nuclenor volvió a vivir un nuevo episodio de bloqueo respecto a la posibilidad de adoptar una decisión en común sobre el futuro de la central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos) ante la falta de acuerdo entre Iberdrola y Endesa, los propietarios al 50% de la sociedad dueña de la planta.

El órgano gestor de Nuclenor había convocado una nueva reunión con el objetivo de consensuar una posición que presentar al Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital, dentro del periodo de alegaciones abierto por el Gobierno pero, una vez más, fue imposible el acuerdo entre sus dos accionistas. En concreto, Iberdrola, en el primer punto del orden del día del consejo, propuso la presentación inmediata del desestimiento de la autorización de reapeartura de la central al considerar que «no cabe ninguna otra alternativa a la viabilidad económica de Nuclenor que el desestimiento», según fuentes empresariales.

Sin embargo, Endesa planteó, en un segundo punto del orden del día, la presentación de alegaciones, dentro del proceso abierto por el Ministerio de Energía, una propuesta que Iberdrola consideró que no resultaba «jurídicamente viable», ya que puede abocar a que el Ejecutivo conceda la renovación de la central nuclear. De todas maneras, Nuclenor tendría siempre el veredicto final sobre Garoña aunque el Gobierno decidiera dar el visto bueno a la reapertura. En todo caso, no podría desviarse del informe aprobado por el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) el pasado 8 de febrero, que permitía la continuidad de la central nuclear con una serie de condiciones, que supondría unas inversiones calculadas en unos 200 millones.

Este no es el primer distanciamiento en el seno de Nuclenor entre ambas compañías. En abril, la sociedad celebró un consejo y una junta general en la que Iberdrola planteó desistir de la solicitud de renovación de la planta, que supondría el cese definitivo de la instalación, sin que se llegara a un acuerdo. En la pasada junta general de accionistas de Iberdrola, el presidente de la compañía, Ignacio Sánchez Galán ya denunció que en las actuales condiciones el negocio nuclear no era viable. Por su parte, el presidente de Endesa, Borja Prado también ha dejado clara la posición de Endesa respecto a Garoña al insistir en que esperarían a conocer la postura del Gobierno.