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Valle de Tobalina concede permiso para el ATI de la central nuclear de Garoña (Burgos)

EFE.- El Ayuntamiento del municipio burgalés de Valle de Tobalina ha concedido la licencia para la construcción del almacén temporal de residuos nucleares promovido por la Empresa Nacional de Residuos Radioactivos (ENRESA) y Nuclenor junto a la central nuclear de Santa María de Garoña. El almacén temporal, con una inversión prevista de 12 millones de euros, permitirá a la planta burgalesa acoger 32 contenedores de desechos radiactivos, si bien inicialmente solo contará con 5 de ellos.

El líder de la oposición socialista, Jesús Ángel López de Mendoza, recordó que la construcción del almacén tiene un coste de 5,3 millones, mientras que cada uno de los contenedores supone 1,3 millones. Además, la concesión de la licencia de obras ha sido una decisión del equipo de gobierno, del PP, “sin consultar con los grupos de la oposición”, criticó López de Mendoza. Eso sí, el concejal de la formación independiente Vivir en Tobalina, José Luis Conde, recordó que «no ha habido más remedio que otorgarla», puesto que el Ayuntamiento no tiene margen de maniobra.

Por su parte, el candidato al Congreso por Álava de Unidos Podemos y líder de Equo, Juan López de Uralde, calificó la decisión de «irresponsable», al mismo tiempo que reclamó el cierre de la central. El candidato consideró «inadmisible» que se haya ignorado a la Diputación Foral de Álava, impidiendo que participe en la fase de alegaciones. La institución ya protestó cuando el Ministerio de Medio Ambiente emitió informe favorable de impacto ambiental, requisito previo para conceder la licencia por parte del Ayuntamiento. Uralde criticó que el ATI convierte a Garoña en un «cementerio nuclear» y perpetúa el «riesgo radiactivo» para la zona de influencia.

Es más, Jesús Ángel López de Mendoza cuestionó su utilidad, y sobre todo su servicio de futuro, si no se construye el almacén centralizado de Villar de Cañas (Cuenca). Equo ha afirmado que seguirá exigiendo el cierre de Santa María de Garoña, parada desde diciembre de 2012, aunque pendiente de la renovación de la licencia de funcionamiento solicitada por Nuclenor.

El Congreso exige al Gobierno el cierre de los 8 reactores nucleares españoles cuando cumplan los 40 años de funcionamiento

Europa Press.- La última Comisión de Industria, Energía y Turismo del Congreso de esta legislatura aprobó una proposición no de ley del PSOE que plantea el cierre de las 8 plantas atómicas españolas a los 40 años de su funcionamiento. Esta iniciativa salió adelante con el apoyo de PSOE, Ciudadanos y Democracia y Libertad (17 votos); el voto en contra de PP y Foro de Asturias (16), y la abstención de Podemos.

La central nuclear más antigua de España es Garoña, que empezó a funcionar en 1971. Actualmente cuenta con 45 años desde su puesta en marcha, aunque permanece parada desde diciembre de 2012. En este sentido, la propuesta socialista exige al Gobierno que no tome ninguna decisión sobre su continuidad, a la espera de la conformación de un nuevo ejecutivo. El resto de centrales atómicas españolas, que todavía no han cumplido sus 40 años de funcionamiento, son: Almaraz, que cuenta con dos unidades (1980 y 1983); Ascó, también con dos unidades (1982 y 1985); Vandellós II (1987); Cofrentes (1984); y Trillo es la última central puesta en marcha en España (1987).

Esta misma comisión también debatía una proposición no de ley de Podemos, que no salió adelante, y que urgía al Gobierno a poner en marcha un apagón nuclear para 2024, es decir, no esperar a que las centrales cumplan los 40 años de funcionamiento y que se cierren cuando toque renovar su permiso de explotación. Contó con los únicos votos a favor del partido morado, el voto en contra de PP y Foro de Asturias, y la abstención de PSOE, Ciudadanos y Democracia y Libertad.

La impulsora de la iniciativa socialista, Pilar Lucio, insistió en que es necesaria una gradual disminución de la producción energética de las plantas nucleares, hacia una transición energética que permita descarbonizar la economía y sustituir la energía nuclear por las renovables. Según insistió la diputada socialista, la nuclear «no es una energía limpia porque genera residuos difícilmente gestionables», además de que representa una amenaza para seguridad internacional y nacional, desde el punto de vista terrorista y medio ambiental. «Pensamos que un mix energético sin nucleares es posible y por eso proponemos una gradual disminución dentro de un Pacto de Estado por la energía para adaptar la política energética, dar al sistema una mayor estabilidad, y facilitar la transición energética», añadió.

Además, los socialistas reclaman la supresión del decreto para la gestión responsable de combustible nuclear gastado, donde el actual Ejecutivo cambió un reglamento sobre instalaciones nucleares y radiactivas (RINR) «para permitir la renovación de Garoña», que ya estaba en situación de cese definitivo de explotación. Otra de sus peticiones en la proposición no de ley es que se revise la decisión sobre la instalación del Almacén Temporal Centralizado (ATC) de residuos nucleares en Villar de Cañas (Cuenca), garantizando la solvencia de los criterios técnicos y de seguridad establecidos por el CSN. Para ello, exige que el Ejecutivo apruebe el séptimo plan general de residuos radiactivos.

Por su parte, en defensa de la iniciativa del partido morado, Juan López de Uralde, insistió en que las nucleares «no son seguras, ni limpias ni baratas», a la vez que ha destacado que el riesgo de accidente nuclear es «real» tal y como se comprobó con Fukushima o Chernóbil. También criticó que hasta la fecha no se ha resuelto la cuestión de los residuos radiactivos. «El mito de la nuclear barata se ha desmoronado. Ha llegado la hora de proceder al cierre progresivo para culminar con un apagón en 2024, una vez venzan los permisos de explotación», ha argumentado.

Por su parte, Enrique Bueno, de Ciudadanos, ha subrayado que su programa contempla el cierre progresivo de las nucleares una vez transcurridos los 40 años de vida útil para las que se crearon. Apuesta por la transición del modelo energético hacia las renovables y por la eficiencia energética. Por ello, indicó que votará a favor de la iniciativa del PSOE.

Mientras, Guillermo Mariscal justificó su voto en contra a las dos iniciativas en que no se debe infrautilizar ninguna de las capacidades disponibles. «Todo lo relacionado con la vida útil es una tarea que corresponde al CSN, que es quien vela por la garantía medioambiental y sobre las personas y la seguridad radiológica», precisó el portavoz del PP. Cree que un discurso que enfrente renovables con nucleares es «insustancial» porque, a su juicio, las renovables no garantizan actualmente la seguridad de suministro y haría falta energía complementaria, que podría ser el gas o el carbón, por ejemplo, que contribuyen al aumento de emisiones de CO2 y gases de efecto invernadero.

«Si queremos ser responsables con los compromisos adquiridos en el acuerdo del Clima de París creo que esta tecnología que permite generación eléctrica sin emisión es un valor más, teniendo en cuenta que se cree en la necesidad de que haya neutralidad a la hora de decidir qué tecnologías permiten ese mix que garantice la sostenibilidad del sistema, la seguridad de suministro y una optimización de los costes energéticos«, concluyó.

Podemos-Equo, PSOE y Ciudadanos exigen el «cierre definitivo» de la central de Garoña con el voto en contra del PP

Europa Press / EFE.- La Comisión de Industria del Congreso de los Diputados ha respaldado una proposición no de ley impulsada por Podemos-Equo, con el apoyo de PSOE y Ciudadanos, que «aboga por el cierre definitivo de la central nuclear de Garoña (Burgos) y que se elabore un plan de reactivación económica de la zona, así como una comisión de seguimiento de su desmantelamiento».

Así lo anunció el impulsor de la iniciativa, el diputado de Podemos-Equo, Juan López de Uralde, quien también subrayó que la propuesta promueve un pacto de Estado entre las distintas fuerzas políticas para transitar hacia un nuevo modelo energético, basado en las renovables y en la eficiencia y el ahorro energético. La propuesta también contó con el apoyo de Democracia y Libertad, PNV, y EH Bildu. Precisamente, existe un pacto parlamentario desde diciembre de 2014, sellado por PSOE, Izquierda Plural, PNV, ERC, Coalición Canaria-Nueva Canarias, Amaiur, BNG, Geroa Bai y el propio Equo, en el que se comprometían a clausurar la planta atómica burgalesa en cuanto cambiase la mayoría parlamentaria.

La práctica totalidad de los diputados aludieron a los rumores de que la planta no reabriría por motivos económicos. Uralde también señaló que Garoña es la planta más antigua del parque nuclear español, que en 2011 cumplió 40 años, y que lleva cerrada 3 años «sin que haya habido ningún tipo de problema de abastecimiento energético» porque es «prescindible«, un aspecto que a su juicio «hace dudar de si todo lo que hay detrás de este proceso es reclamar el lucro cesante» de la misma.

Entre otros puntos, ha recordado que la planta atómica es «peligrosa», «está recalentando el Ebro», carece de espacio para almacenar sus residuos radiactivos, y avisa de que su reactor es gemelo al del accidente nuclear de Fukushima. «La industria nuclear experimenta con Garoña para alargar la vida útil de las centrales hasta los 60 años de funcionamiento. Sólo Soria quiere mantenerla abierta, no la quieren tener abierta ni sus propietarios», indicó el parlamentario, señalando también que los municipios de la zona también han reclamado su cierre definitivo, así como los parlamentos vasco, navarro y aragonés.

«Garoña ya cumplió y lleva 4 años sin actividad sin perjuicio para el suministro eléctrico», resaltó también Enrique Bueno, diputado de Ciudadanos, quien apostó por un Pacto de Estado de energía con la participación de todas las fuerzas políticas y agentes económicos. Ese pacto debe apostar por una transición hacia un modelo energético basado en las renovables, en el autoabastecimiento, el ahorro y la eficiencia, añadió el diputado de Ciudadanos, que también recordó las recientes palabras del presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, señalando que las centrales nucleares «se cerraban por motivos económicos y no por políticos». Tampoco se mostró partidario de prolongar la vida útil de las instalaciones atómicas más allá de 40 años.

En la misma línea se pronunció la diputada del PSOE, Adriana Lastra, quien subrayó que la energía nuclear de Garoña no es «ni necesaria, ni barata ni garantiza la seguridad«. Esther Peña, diputada del PSOE por Burgos, espera que sea la última vez que se habla de Garoña y que la energía nuclear se vaya sustituyendo por otras energías sostenibles en el futuro modelo energético.

Desde el PNV, Pedro Azpiazu repasó las numerosas iniciativas que se han defendido en la Cámara Baja en favor del cierre de la planta atómica, una central «pequeña», que «está obsoleta» y que es «innecesaria para la generación eléctrica». «Su cierre, aparte de mejorar la seguridad y preservar el medio ambiente, evitaría peligros innecesarios«, apostilló, indicando que el PP vasco también aboga por el cierre de Garoña, pero no el PP en el Gobierno central.

Por parte del PP, el diputado Juan Bravo, ha defendido que sí es necesario un pacto de Estado por la energía, pero no el cierre de Garoña, como solicita la iniciativa. «Somos los únicos” que no apoyan su cierre», reivindicó. Según argumentó, es necesaria la continuidad de la energía nuclear en España dadas las circunstancias económicas actuales y teniendo en cuenta que el país mantiene una dependencia energética exterior del 76%. Además resaltó que la industria nuclear da 30.000 puestos de trabajo en la actualidad y subrayó la importancia de Garoña para la comarca burgalesa en la que se ubica.

«Mientras una nuclear cumpla con los criterios de seguridad, que les sean impuestos por el CSN, no se puede, ni se debe prescindir de ninguna fuente energética, y la nuclear debe continuar con la optimización de los costes energéticos, y favorecer en la emisión cero de gases de efecto invernadero«, añadió. Además, Bravo preguntó a los diputados cómo se va a compensar la pérdida de producción de Garoña, tras su cierre, a pesar de que en su día aportaba el 1,6% de la producción energética.

A su vez, advirtió que favorecer el cierre de las centrales nucleares a sus 40 años de vida útil conllevaría el cierre en 8 años de 5 plantas atómicas, que actualmente aportan el 13% de la producción energética en España, que no se puede obtener de otra forma. También cuestionó de qué manera los otros partidos van a defender si se cierran las nucleares una rebaja de la tarifa eléctrica, un 33% más alta que en Europa según indicó, al tratarse de la fuente de energía con menor coste y que además no realiza emisiones de gases de efecto invernadero.

CCOO pide un plan B

Por su parte, el sindicato Comisiones Obreras (CCOO) llamó a recuperar el Plan de Dinamización de la Economía y el Empleo en la comarca burgalesa de Garoña ante las noticias de posible cierre de la central nuclear, así como la convocatoria del Consejo creado para su seguimiento y que «también fue desactivado«. El sindicato pide el cierre de Garoña por haber sobrepasado «con creces» su período de vida útil y representar «un riesgo para el entorno» y defiende que «debe aprobarse un plan ordenado de cierre de todas las centrales nucleares al cumplir los 40 años de su vida útil».

Para CCOO, los sucesivos cambios de posición respecto a la continuidad de la central nuclear de Garoña «han perjudicado» las perspectivas de empleo para la comarca norteña burgalesa. Según recordó el sindicato, el Plan establecía ayudas para la creación de empresas y la activación económica de unos 100 millones de euros para el periodo 2010-2013 (25 millones por año, 6 en subvenciones directas y 19 en anticipos reembolsables sin interés). El Plan funcionó en 2010, poniendo en marcha 37 proyectos, y en 2011, con otros 17 proyectos, pero el nuevo Gobierno paralizó los fondos para 2012 e interrumpió las inversiones.

Equo pide al Gobierno que aclare si tiene noticias sobre el cierre de Garoña y EH-Bildu reclama su desmantelamiento

Redacción / Agencias.- EH-Bildu considera una buena noticia la posibilidad de que Iberdrola cierre la central nuclear de Garoña (Burgos), pero reclama un calendario para proceder a desmantelarla para evitar amenazas de reapertura. Por su parte, el coportavoz de Equo y diputado de Podemos por Álava, Juan López de Uralde, pidió al Gobierno que aclare «si tiene noticias de la intención de Iberdrola de poner fin definitivamente a la vida» de la central nuclear burgalesa de Garoña, ubicada a unos 40 kilómetros de Vitoria.

El sindicato ELA asegura que el presidente de la eléctrica vasca, Ignacio Sánchez Galán, les anunció el cierre de Garoña por motivos económicos, durante una recepción con los representantes sindicales de la empresa. Por ello, López de Uralde registró una pregunta en el Congreso en la que pide al Gobierno que explique si conoce los planes de Iberdrola y si se plantea «paralizar el proceso de reapertura iniciado por el Consejo de Seguridad Nuclear» en caso de confirmarse que una de las propietarias de Garoña «no le ve viabilidad alguna».

EH-Bildu pide desmantelar la central

La diputada de EH-Bildu, Onintza Enbeita, recordó que una de las primeras iniciativas de Amaiur la pasada legislatura fue para reclamar el cierre de la central nuclear de Garoña. En este sentido, reclamó un calendario de desmantelamiento de la central y de reindustrialización y reconstrucción de la zona, ya que de otra forma «la amenaza de su reapertura seguirá vigente» y aspiran a que «no se pueda reabrir nunca más».

Por su parte, el portavoz de la coalición abertzale en las Juntas Generales de Álava, Kike Fernández de Pinedo, pidió «prudencia» porque «se han escuchado noticias similares más veces, pero para que se respete la voluntad de Álava hace falta ya un calendario que concrete cómo y cuándo se va a llevar a cabo el desmantelamiento, los pasos que se van a dar». Por ello emplazó al Gobierno Vasco y a la Diputación Foral de Álava a que se ponga en funcionamiento «de manera inmediata» la comisión interinstitucional para el seguimiento del desmantelamiento de Garoña.

Ecologistas en Acción lo celebra

Ecologistas en Acción celebró la posibilidad de que la central nuclear de Garoña pueda ser definitivamente cerrada y el portavoz de la campaña antinuclear, Francisco Castejón, apuntó que hay «tantas incertidumbres técnicas que su operatividad económica no está garantizada, ni a 60 años». En todo caso, ve el anuncio y las formas tan «rocambolescas como la decisión de extraer de forma unilateral el combustible en diciembre de 2012». «Celebramos la decisión, porque es lo más sensato y habría que haberlo hecho mucho antes», subrayó Castejón.

Podemos / Equo exige de nuevo en el Congreso que «nunca más» vuelva a reabrirse la central nuclear de Garoña

Europa Press.- El portavoz de Equo y diputado de Podemos, Juan López de Uralde, volverá a solicitar el miércoles de esta semana en el Congreso de los Diputados que no se reabra «nunca más» la central nuclear de Garoña. «Consideramos que nunca debe volver a ponerse en marcha», sostiene en la proposición no de ley que defenderá en la Comisión de Industria.

«Ha sido bastante indignante conocer que de repente el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) pone en marcha el proceso de reapertura. Es inaceptable para un Gobierno en funciones», señaló en su día el diputado de Equo. En este sentido, recordó el acuerdo parlamentario sellado en 2014 por PSOE, Izquierda Plural (IU-ICV-CHA), PNV, ERC, Coalición Canaria-Nueva Canarias, Amaiur, BNG, Geroa Bai y el propio Equo, en el que se comprometían a clausurar la planta burgalesa en cuanto cambiase la mayoría parlamentaria.

En la iniciativa, Podemos recuerda que Garoña es en la actualidad la central «más antigua» del parque nuclear español, que ha cumplido ya los 40 años de vida, por lo que insiste en que ya es el momento de ser desmantelada. Desde el punto de vista energético, López de Uralde avisa de que la instalación atómica «es innecesaria», tal y como demuestra el hecho de que durante su cierre no ha habido ningún problema de abastecimiento energético. De hecho, alerta de que «presenta graves déficits de seguridad», y es “gemela” al reactor ‘número 1’ de la central japonesa de Fukushima.

«A pesar de llevar cerrada más de dos años, el Gobierno y la empresa propietaria, Nuclenor, están dando pasos para ponerla en marcha nuevamente, anteponiendo con ello el interés económico en el corto plazo a la seguridad de la ciudadanía y del medio ambiente», critica. Es más, defiende que el Ejecutivo está utilizando el caso de la nuclear de Garoña para avanzar en su agenda de alargar la vida de las centrales nucleares hasta 60 años, y por ello plantea alargar 17 años más la vida de la central burgalesa, hasta completar esos 60 años.

«El actual proceso puesto en marcha por el gobierno del PP para reabrir Garoña podría suponer la adopción de decisiones irreversibles desde el punto de vista económico, que supondrían posteriormente un coste a los ciudadanos en el futuro, si la central no se reabre«, sostiene el diputado verde en su iniciativa en relación a las posibles indemnizaciones que podría reclamar la empresa si se decreta el cierre de la planta una vez autorizada su reapertura.

Por ello, Podemos insta al Gobierno al «cierre definitivo» de la nuclear burgalesa, y a continuar con el proceso de desmantelamiento de la planta, en condiciones de seguridad para el medio ambiente y las personas, bajo la supervisión del CSN. Al mismo tiempo, considera que debe elaborarse un plan de reactivación económica de la zona para dinamizar la actividad de la comarca, y con alternativas «productivas, sostenibles, limpias y seguras».

Podemos pide la comparecencia en el Congreso del presidente de Enresa para explicar por qué continúan las inversiones en el ATC

Podemos solicitó la comparecencia del presidente de Enresa, Juan José Zaballa, para que informe sobre las inversiones que se están realizando en el Almacén Temporal Centralizado (ATC) de Villar de Cañas (Cuenca). Por ello, los diputados de Podemos, Juan López de Uralde y Josep Vendrell, solicitan a Zaballa que explique por qué se siguen adoptando decisiones sobre el ATC cuando está paralizado por el Gobierno de Castilla-La Mancha, que pretende impedir su construcción declarando la protección ambiental del terreno.

Según Vendrell, la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (Enresa) pretende que el Gobierno de Castilla-La Mancha, «una vez invertidas importantes cantidades de dinero público», se sienta suficientemente presionado para levantar la paralización de la obra. Por ello, tachó de «grave irresponsabilidad» el «poco respeto que este Gobierno y sus satélites, como Enresa, sienten por el dinero de los ciudadanos y no dudan en dilapidarlo con tal de imponer una instalación que nunca debió ser planteada».

«Que Enresa haya sacado a licitación contratos por un valor de 417 millones de euros, como denuncia Ecologistas en Acción, y que se hayan comprometido licitaciones por unos 70 millones es de una irresponsabilidad insólita en un Gobierno en funciones», denuncia Vendrell. Por su parte, López de Uralde reprochó a Enresa que siendo una empresa pública, «se salte la legalidad por motivos estrictamente políticos» y reclamó la paralización del ATC.

También la Plataforma contra ATC

De igual forma, la Plataforma contra el ATC de residuos nucleares reclamó al Gobierno en funciones del PP la paralización del proyecto y que cese el «derroche» de dinero público. Sin embargo, según la Plataforma, el Gobierno central «lejos de darse por vencido, no ha parado de mover ficha» y Enresa ha adjudicado nuevos contratos, como el del servicio de monitorización de la red topográfica de nivelación de precisión del emplazamiento ATC en Villar de Cañas por 41.125 euros; y el suministro de bombas de muestreo de aire para el programa de vigilancia radiológica de la instalación por 38.508,50 euros. Además, añade que la SEPI pretende contratar a 40 nuevos empleados que irán íntegramente a labores relacionadas con el ATC.

Para la portavoz de la Plataforma, María Andrés, «Rajoy está haciendo con el ATC lo mismo que Cospedal hizo en la región, acelerar la tramitación de los expedientes relacionados con el ATC, hasta el punto de aprobar el POM de Villar de Cañas ahora anulado». La Plataforma, que el pasado 14 de febrero cumplió seis años, está solicitando a la ciudadanía que firme la petición contra el ATC en el portal Change.org, donde ya van recogidas más de 1.600 firmas.

Partidos políticos y organizaciones ecologistas lamentan que el CSN no haya atendido su petición de paralizar las decisiones sobre Garoña

Europa Press.- Representantes de varios grupos del Congreso y de las principales organizaciones ecologistas lamentaron que el pleno del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) haya informado favorablemente sobre varias actuaciones para la renovación de la central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos), y «se haya saltado a la torera» así su petición de no seguir con el proceso de evaluación hasta la conformación del nuevo gobierno, tal y como le solicitaron en una misiva todos los grupos parlamentarios, salvo el PP.

La secretaria de Medio Ambiente del PSOE, Pilar Lucio, lamentó que el CSN no tuviera en cuenta la petición de dos tercios del actual arco parlamentario. «Le pedíamos que no hiciera ningún movimiento mientras la nueva mayoría parlamentaria pueda decidir sobre eso. Es un golpe democrático importante», sentenció Lucio, incidiendo en que la primera comparecencia que pedirán en cuanto se constituya la comisión parlamentaria de Energía será la del presidente del CSN, Fernando Martí, tal y como anunciaban en la misiva. «Tenemos que ver de qué manera revocar esta decisión teniendo en cuenta que el CSN es un órgano independiente pero cuyas decisiones las tiene que sufrir el Gobierno», indicó.

En este sentido, el diputado de Podemos y Equo, Juan López de Uralde, fue más allá y advirtió de que, además de la reapertura, se «abre la puerta a una posible reclamación por parte de Nuclenor (propietaria de la planta) por lucro cesante que podría conllevar, de ser aceptada, una indemnización a cargo de las arcas públicas, como ya ocurrió con el caso del Castor». De hecho, recordó que Nuclenor (Endesa e Iberdrola) ya reclamó «lucro cesante» cuando el gobierno de Zapatero decretó el cierre de la central; aunque en aquel caso el Tribunal Supremo dio la razón al ejecutivo.

Según reivindicó, el CSN es un órgano dependiente del Congreso y, a pesar de existir una mayoría parlamentaria que pide el cierre de Garoña, «el CSN hace oídos sordos«. «Esta decisión ratifica que el CSN está al servicio de las presiones de las eléctricas y del gobierno en funciones. El Consejo del CSN se ha burlado de la democracia y de la ciudadanía para favorecer los intereses del oligopolio eléctrico», criticó López de Uralde. Por parte del PNV, su portavoz de Energía, Pedro Azpiazu indicó que no esperaba que ésta fuera la respuesta del CSN, «mucho menos sin una comunicación previa a los firmantes de la carta tratándose del Parlamento».

Ecologistas denuncian «insumisión» del CSN

Por su parte, las organizaciones ecologistas denunciaron la «insumisión» del CSN hacia la voluntad del Parlamento, que le instó de forma extraparlamentaria a paralizar el expediente de renovación de licencia de Garoña. Así, el portavoz nuclear de Ecologistas en Acción, Francisco Castejón, indicó que aprobar las especificaciones técnicas de funcionamiento supone «avanzar hacia un informe favorable» a la vuelta a la producción de electricidad de Garoña que «servirá de coartada» para el próximo Gobierno de cara a autorizar que Garoña opere hasta los 60 años.

En este sentido, ha explicado que si el próximo Gobierno se opone a la continuidad de la central y se encuentra con tantos dictámenes positivos hacia la central se verá presionado y, probablemente, el titular, Nuclenor llevaría al Ejecutivo a los tribunales por su decisión. Por el contrario, si se constituye un gobierno a favor de reabrir Garoña «esto sería la coartada perfecta». Castejón cree que esto podría servir, especialmente a Ciudadanos, que «ha sido equidistante» en este asunto pero que con anterioridad se ha mostrado a favor de reabrir la planta si los técnicos así lo indican. «Este es un elemento que jugaría a favor de un posicionamiento favorable a reiniciar la central», considera.

En la misma línea, la portavoz de la campaña de energía de Greenpeace, Raquel Montón, calificó de «insumisión al Parlamento» lo que ha hecho el CSN, «en contra» de lo que le ha pedido «la inmensa mayoría del Congreso de los Diputados» para que detuviera el proceso de renovación así como la sucesión de autorizaciones parciales. Además, manifestó su sorpresa porque el regulador atómico anuncie la fecha en la que probablemente remitirá el informe final al Ministerio de Industria, Energía y Turismo, algo que ve «imposible» puesto que antes de eso el titular de Garoña, Nuclenor, deberá realizar una serie de pruebas para las que no tiene plazo. «No puede anticipar la fecha de emisión. ¿Qué significa eso?», se cuestiona.

Bildu pide cerrar definitivamente Garoña

Las dos diputadas de Bildu en el Congreso de los Diputados registraron dos iniciativas para pedir la no reapertura de Garoña, su cese definitivo, así como su desmantelamiento y un plan de reindustrialización de la zona para que su cierre «influya lo menos posible en la economía local». Así lo anunció la diputada Onintza Enbeitia, «Establecer el precedente de la prórroga a una central nuclear significa que todas las centrales que vienen después con su fecha de caducidad podrían estar en esta misma fase para poder asumir la reapertura 20 años más. No deberíamos llegar nunca a esa situación», consideró.

Podemos exige al CSN que detenga la evaluación de la reapertura de Garoña hasta que haya un nuevo Gobierno

Europa Press / EFE.- Mientras el Gobierno autonómico de Navarra también reclama su cierre, la secretaria de Análisis Político y Social de Podemos y diputada del grupo parlamentario de esta formación, Carolina Bescansa, entregó una carta en el registro del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) para instar a su presidente, Fernando Martí Scharfhausen, a detener el proceso de evaluación de la solicitud de Nuclenor para volver a producir electricidad en la central nuclear de Garoña (Burgos), por lo menos hasta que haya un nuevo Ejecutivo.

Tras entregar la misiva en el registro del organismo, Bescansa se mostró en contra de la reapertura de la instalación e incidió en la necesidad de iniciar una «transición energética» hacia otras fuentes de energía «limpias y renovables». En todo caso, hizo hincapié en que un Gobierno en funciones no debería tomar decisiones cuyo efecto podría revertir en una aprobación de actividad de Garoña para los próximos 15 años. Según indicó, «no es el momento de tomar una decisión» mientras el Ejecutivo sea un Gobierno en funciones «transitorio» y señaló que, en caso de que el Parlamento o el próximo Ejecutivo decida clausurarla, el permiso de reapertura podría dar lugar a reclamaciones por lucro cesante.

«Tenga en cuenta que otorgar una nueva licencia para que Garoña sea comercialmente explotada hasta 2031, aunque esté sometida a un informe condicionado por el regulador, podría permitir a las compañías propietarias la reclamación de pérdidas por lucro cesante, en caso de que el Parlamento o el próximo Gobierno decidiera mantener la actual orden ministerial de cese de explotación definitivo«, reza la misiva firmada por los diputados de Podemos y dirigida al presidente del CSN. Garoña está paralizada desde 2013 por decisión de su propietaria, Nuclenor (participada al 50% por Endesa e Iberdrola), que no renovó la autorización de explotación por motivos de no rentabilidad.

Para Bescansa, más allá de las cuestiones técnicas sobre la viabilidad o no de la reapertura de la instalación, la decisión sobre la vuelta a la actividad de la planta es también cuestión de «voluntad política» y de «un modelo energético de país». «En todo caso, las decisiones sobre energía nuclear no son decisiones aisladas sino que responden a un modelo energético de país y creemos que ya llegó el momento de que se plantee la transición energética de nuestro país, tan necesaria, hacia las energías limpias y renovables», subrayó.

Durante su intervención, Bescansa reiteró hasta 4 veces que Garoña es una instalación «gemela» de la central nuclear de Fukushima, en Japón, que fue destruida por un maremoto en 2009. En este sentido, el texto que han entregado en el CSN pone de relieve que la hipotética renovación de la concesión de actividad de Garoña sería «inédita en la historia de la seguridad nuclear de España» y supondría «autorizar llevar un reactor nuclear hasta los 60 años de vida» cuando «su vida útil de diseño estaba prevista hasta los 40 años«. Asimismo, recuerdan que permitiría «una autorización administrativa de 17 años consecutivos, cuando jamás en España se había dado una renovación de autorización de explotación por más de 10 años«.

Por estos motivos, «es debida una detallada explicación al Parlamento de las implicaciones técnicas, económicas y medioambientales que conllevaría esta inédita renovación», añade el documento. Finalmente, Podemos señala que la paralización de la actividad de la central en 2013 «no ha supuesto ningún problema para el suministro eléctrico«, situación que, a su juicio, podría prolongarse «unos meses más», hasta que se haya formado un Ejecutivo. «En consecuencia, le pedimos que el CSN detenga temporalmente el proceso de evaluación de la autorización de renovación de explotación de Garoña hasta la formación del nuevo Gobierno que deberá tomar la decisión final sobre el informe preceptivo que emita el organismo colegiado que usted preside actualmente», concluye el texto.

Navarra en contra de Garoña

El Gobierno de Navarra, formado por una coalición de nacionalistas vascos y partidos de izquierdas con el apoyo de Podemos, adoptó un acuerdo por el que solicita al Estado que no se reabra la central nuclear de Garoña, así como que se desmantele con seguridad para las personas y el medioambiente. En su acuerdo, el Ejecutivo que presidente Uxue Barkos ha considerado que «cualquier incidencia de esta central puede tener implicaciones directas en amplias zonas de Navarra, sobre todo en la Ribera del Ebro, densamente poblada, y con una actividad agraria muy importante para la economía de la Comunidad Foral».

Podemos asegura que los «intentos» del PP para reabrir Garoña pueden suponer una indemnización de 900 millones de euros a sus propietarios

Europa Press / EFE.- Podemos ha asegurado que los «intentos» del Gobierno del PP en funciones para «facilitar» la reapertura de la central nuclear de Garoña podrían costar «más de 900 millones de euros» a las arcas públicas en concepto de indemnización a sus propietarios, en caso de que un eventual Ejecutivo de otro partido decida revertir esa decisión y mantener cerrada la planta.

El diputado de Podemos por Álava, Juan López de Uralde, denunció las «decisiones» que está adoptando el gabinete de Mariano Rajoy para que la central de Garoña, ubicada en Burgos pero muy próxima a Álava, pueda ampliar su permiso de actividad hasta 2031. El portavoz de Equo recordó que el Gobierno central se encuentra en funciones, por lo que, según la normativa que regula estas situaciones, su margen de acción debe ser «el despacho ordinario de asuntos públicos». En este sentido, López de Uralde considera que las decisiones que puedan dar lugar a la reapertura de Garoña por un período de 15 años exceden el ámbito de actuación que debería tener un Gobierno en funciones.

Asimismo, el portavoz de Equo argumentó que el PP logró a finales del año pasado el «control absoluto» del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), que hasta entonces estaba dirigido por dos personas propuestas por el PP, otras dos designadas por el PSOE y otra más nombrada a instancias de CiU. Ahora, el PP tiene 3 representantes «afines» sobre un total de 5, con lo que dispone de la «mayoría absoluta» del CSN. Uralde incidió en que este organismo, que es el encargado de dictaminar si las centrales nucleares cumplen o no los requisitos de seguridad para seguir operando, inició un procedimiento «específico» para «acelerar» los trámites que puedan llevar a la reapertura de la central.

En todo caso, indicó que aunque el CSN determine que Garoña reúne las condiciones necesarias para volver a funcionar, la decisión definitiva al respecto la debe tomar el Gobierno central, que puede negar el permiso de reapertura. López de Uralde subrayó que existe una amplia mayoría de diputados partidarios de que Garoña sea clausurada de forma definitiva. No obstante, advirtió de que si fructifican los «intentos» del PP para «facilitar» el visto bueno del CSN a la reapertura, esto podría llevar a los propietarios de la central (Nuclenor: Endesa e Iberdrola) a reclamar una indemnización por «lucro cesante», es decir, por el dinero que dejaría de ganar si un nuevo Gobierno decide revertir el proceso y mantener cerradas las instalaciones.

Aunque no ha podido precisar la cuantía exacta que podría reclamarse en esa situación, ha recordado que Nuclenor (la empresa coparticipada por Ibedrola y Endesa que es propietaria de Garoña), ya reclamó «más de 900 millones» de euros por este concepto cuando el Gobierno del PSOE decretó el cierre de la planta en 2012. La petición, sin embargo, fue rechazada por los tribunales de justicia. Ante esta situación, un grupo de diputados de Podemos se desplazará este miércoles a la sede del CSN, en Madrid, para entregar a su presidente, Fernando Martí Scharfhausen, una carta en la que piden que el proceso para la renovación de la licencia de Garoña se aplace hasta que se haya formado un nuevo Gobierno.

En el escrito, desde Podemos alertan de que «otorgar una nueva licencia para que Garoña sea comercialmente explotada hasta 2031, aunque esté sometida a un informe condicionado por el regulador, podría permitir a las compañías propietarias la reclamación de pérdidas por lucro cesante, en el caso de que el Parlamento o el próximo Gobierno decidiera» mantener el cierre«. Esto, según alerta Podemos, podría causar «graves problemas a la hacienda pública«.

La formación morada registró además una iniciativa para que el Congreso inste al Gobierno a cerrar Garoña definitivamente, a impulsar un plan de reactivación económica para la zona y a establecer un calendario público de desmantelamiento de la planta. Asimismo, Podemos registrará también en las Cortes Generales una proposición para impulsar la instalación de sistemas de autoconsumo eléctrico mediante la eliminación de las «trabas» actuales, la simplificación de los trámites y la creación de una legislación que favorezca esta opción.

Podemos /Equo pide en el Congreso que el Gobierno no reabra Garoña y que se derogue el decreto de autoconsumo

Europa Press / EFE.- El grupo parlamentario de Podemos presentó en el Congreso de los Diputados una proposición no de ley en la que insta al Gobierno en funciones a no reabrir la central nuclear de Garoña (Burgos). El diputado de Podemos por Álava, Juan López de Uralde, recuerda que su partido defendió en campaña el cierre definitivo de esta central nuclear y añadió que con esta iniciativa pretenden poner de manifiesto la «barbaridad» que está a punto de cometer «un gobierno en funciones».

En su proposición no de ley, Podemos señala que el Consejo de Seguridad Nuclear está dando pasos para avanzar en la reapertura de la central y para establecer compensaciones económicas a Nuclenor, la empresa propietaria, de cara a un futuro cierre. Esta fuerza política considera «inadmisible» que en la actual situación política se desarrollen medidas que «comprometen presupuestariamente a un futuro gobierno si decide cerrar la central nuclear». «Consideramos que nunca debe volver ponerse en marcha», sostiene el portavoz de Equo en su iniciativa, que consideró «inaceptable» que el Gobierno en funciones «tratase de activar el proceso» de reapertura de la planta atómica, teniendo en cuenta que la mayoría del nuevo arco parlamentario lo rechaza.

En este sentido, Uralde recuerda el acuerdo parlamentario sellado en diciembre de 2014 por PSOE, Izquierda Plural (IU-ICV-CHA), PNV, ERC, Coalición Canaria-Nueva Canarias, Amaiur, BNG, Geroa Bai y el propio Equo, en el que se comprometían a clausurar la planta atómica burgalesa en cuanto cambiase la mayoría parlamentaria. En la iniciativa, se recuerda que Garoña es en la actualidad la central «más antigua» del parque nuclear español, que ha cumplido ya los 40 años de vida, por lo que insiste en que le ha llegado el momento de ser desmantelada.

Desde el punto de vista energético, López de Uralde avisa de que la instalación atómica de Garoña «es innecesaria», tal y como demuestra el hecho de que durante su cierre no ha habido ningún problema de abastecimiento energético. De hecho, alerta de que «presenta graves déficits de seguridad», y además es gemela al reactor número 1 de la central japonesa de Fukushima, «tristemente famosa» por protagonizar un «grave accidente» nuclear.

«A pesar de llevar cerrada más de dos años, el gobierno del Partido Popular y la empresa propietaria (Nuclenor) están dando pasos para ponerla en marcha nuevamente, anteponiendo con ello el interés económico en el corto plazo a la seguridad de la ciudadanía y del medio ambiente», critica. Es más, defiende que el Ejecutivo popular está utilizando el caso de la central nuclear de Garoña para avanzar en su agenda de alargar la vida de las centrales nucleares hasta 60 años, y por ello plantea alargar 17 años más la vida de la central burgalesa, hasta completar esos 60 años.

Por ello, la proposición no de ley planteada insta al Gobierno en el Congreso al «cierre definitivo» de la nuclear burgalesa, y a continuar con el proceso de desmantelamiento de la planta, en condiciones de seguridad para el medio ambiente y las personas, bajo la supervisión del CSN. Al mismo tiempo, considera que debe elaborarse un plan de reactivación económica de la zona para dinamizar la actividad de la comarca, y con alternativas «productivas, sostenibles, limpias y seguras». En la iniciativa, también plantea que el desmantelamiento de la instalación atómica contará con un calendario público de cierre definitivo durante el período, necesariamente de varios años, en el que se recoja también el consiguiente plan de reactivación económica de la zona.

Derogar la normativa de autoconsumo

Por otro lado, Podemos / Equo presentó otra proposición no de ley con la que pretende que el Gobierno derogue «todas las trabas administrativas, técnicas y económicas al autoconsumo eléctrico que no tengan justificación». Uralde pretende con esta iniciativa fomentar el autoconsumo por motivos ecológicos, económicos y sociales con la aprobación de una normativa que reconozca el derecho a retribución por la energía vertida en la red y elimine cualquier tipo de peaje por el consumo instantáneo de energía autogenerada.

En la iniciativa, el dirigente ecologista subraya las «indudables ventajas» del autoconsumo energético, entre las que cita la reducción de costes en infraestructuras y mantenimiento, la reducción de la contaminación, el incremento del uso de renovables, el ahorro en la factura y la consecuente lucha contra la pobreza energética y el desarrollo de un nuevo sector económico y la creación de puestos de trabajo. Por eso, Uralde critica que el Ejecutivo de Mariano Rajoy haya aprobado tanto el decreto de Autoconsumo, que impone peajes a esta modalidad de uso de energía, como la Ley del Sector Eléctrico, que exige a todo este tipo de instalaciones contribuir a los costes y servicios del sistema en igualdad de condiciones con el resto.