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Nadal ofrece un «amplio consenso» al sector energético ante los directivos de las principales compañías

Europa Press.– El ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital, Álvaro Nadal, ha expresado ante los principales directivos de las mayores compañías energéticas con actividad en España su disposición a recabar un «amplio consenso» en el diseño de la política energética. El ministro ha lanzado este mensaje en presencia del presidente de Endesa, Borja Prado, y del director corporativo de Iberdrola, Fernando Becker, así como de los consejeros delegados de Repsol, Cepsa y Gas Natural Fenosa, que son Josu Jon Imaz, Pedro Miró y Rafael Villaseca, respectivamente.

Nadal aprovechó su discurso ante el sector para defender una visión «suficientemente realista» de la energía para «abordar los cambios energéticos sin ir demasiado por delante, lo que conlleva riesgos asociados con el despilfarro y los altos costes, ni demasiado por detrás, lo que puede condenar al atraso». «Hay que ser lo suficientemente realistas para saber cuándo se tienen que desarrollar las políticas, y por eso es necesario que se haga con amplio consenso», indicó, antes de advertir del riesgo de que se confundan «los intereses particulares con los generales».

El ministro también resaltó la importancia de que se informe con rigor desde los medios de comunicación sobre el sector energético. Como ejemplo, recordó las fuertes subidas de la electricidad en enero y la sensación trasladada a la sociedad de que «la energía siempre sube». «Si son solo noticias las malas noticias, no damos una visión objetiva», afirmó. También estuvieron presentes el presidente de REE, José Folgado; el de Viesgo, Miguel Antoñanzas; el de Omel, Pedro Mejía y el de CLH, José Luis López de Silanes, así como el consejero delegado de Endesa, José Bogas, y los directivos de asociaciones empresariales como Unesa (Eduardo Montes).

En calidad de presidente de Enerclub, Borja Prado citó algunos factores «transversales» como el «populismo» que afectan a la energía en el plano internacional, así como otros más asociados al sector, entre ellos los compromisos de la COP21 en la lucha contra el cambio climático, la volatilidad de los precios de las materias primas o la irrupción de tecnologías disruptivas como las baterias, la digitalización o las renovables de menor coste. A nivel nacional, abogó por la fijación de «objetivos energéticos claros, realistas, ambiciosos y negociados con todos los actores implicados«, antes de ofrecer al ministro la colaboración de Enerclub.

Enerclub ha concedido este año el Premio Energía y Sociedad Victoriano Reinoso a José Lladó Fernández-Urrutia, así como el Premio Energía Eléctrica, patrocinado por Unesa, a Nuria Cano, de EFE, y el Premio Gas a Víctor Martínez, de El Mundo. El Premio Petróleo fue concedido a Manu Álvarez, corresponsal económico de El Correo, mientras que el Premio Utilización Eficiente de la Energía ha sido para Tomás Díaz, de El Economista. El Premio Innovación, patrocinado por Siemens, ha sido concedido a Julián González, de Capitalmadrid.com, quien recibe el premio como reconocimiento a su trayectoria de más de 30 años y su amplio conocimiento del sector energético.

Repsol y la venezolana PDVSA firman un acuerdo para reforzar su compañía participada Petroquiriquire

EFE.– Repsol y Petróleos de Venezuela (PDVSA) cerraron un acuerdo para suscribir una línea de crédito a largo plazo por un importe de hasta 1.200 millones de dólares (1.074 millones de euros) para reforzar la estructura financiera de la empresa mixta Petroquiriquire. La línea de financiación permitirá acometer las inversiones de Petroquiriquire durante los próximos 5 años y asegurar los recursos necesarios para su desarrollo con la consiguiente mejora de la producción, los resultados y el retorno para los accionistas, aseguró Repsol.

El acuerdo garantizará las inversiones y el pago de dividendos a los accionistas sin aumentar la exposición de Repsol, según fuentes de la petrolera española. «Se está sellando una inversión de 1.200 millones de dólares», destacó el presidente venezolano, Nicolás Maduro, que manifestó su agradecimiento a Repsol por haber llegado a este compromiso, indicó que, aunque en el pasado mantuvo algunas diferencias con España, aspira a tener buenas relaciones con el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, si llega a ser ratificado en el cargo.

El acuerdo entre Repsol y PDVSA fue firmado por el consejero delegado de la compañía española, Josu Jon Imaz, y el presidente de la compañía estatal venezolona, Eulogio Del Pino, que explicó que el acuerdo con Repsol se ha logrado después de largas conversaciones y reuniones y permitirá «prácticamente duplicar» la producción de una compañía en la que PDVSA tiene el 60% y Repsol el 40% del capital. Sus campos tienen una producción media anual de 41.600 barriles de petróleo al día, que la empresa espera aumentar de forma paulatina.

PDVSA también ha suscrito un acuerdo con la empresa rusa Rosneft para explorar la posibilidad de exportar gas. «Igualmente con la empresa Rosneft tenemos inversiones que rondan los 20.000 millones de dólares. Estamos llegando a nuevos acuerdos que van a fortalecer nuestra alianza petrolera, nuestra alianza gasífera para el mercado nacional, latinoamericano, mundial», ha añadido Maduro. En ese sentido, avanzó que en su próximo encuentro con su homólogo ruso, Vladimir Putin, espera seguir sellando la «alianza estratégica de largo alcance»

Repsol pide una regulación energética «estable» a largo plazo y Endesa un pacto de Estado

Servimedia.- El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, pidió este miércoles una regulación «estable» a largo plazo, para agregar que es mejor una normativa «mediana pero con estabilidad que magnífica» pero que dure sólo unos años.

Así lo indicó durante su participación en la jornada ‘Los nuevos paradigmas de la energía’, organizada por el diario ‘El Economista’ y patrocinado por EY, en la que quiso dejar claro que los inversores en el sector energético «necesitan estabilidad».

Imaz apuntó que el sector afronta importantes «retos» y reconoció que hay «muchas incógnitas e incertidumbres», para apuntar que el objetivo es que haya energía «suficiente» y que ésta sea «competitiva» y «sostenible», sin «hipotecar» a las próximas generaciones.

Mientras, el consejero delegado de Endesa, José Bogas, se refirió a la situación de situación política y a la falta de Gobierno, para apuntar que cuando se conforme el nuevo Ejecutivo sería deseable que las formaciones sean capaces de ponerse de acuerdo en un pacto por la energía.

Por su parte, el consejero delegado de Gas Natural, Rafael Villaseca, indicó que es «enormemente arriesgado actuar con poca cautela y prudencia» en lo que se refiere a las políticas relacionadas con el sector energético.

Villaseca pidió poner «mucha atención» en cómo se va a establecer la transición a un nuevo paradigma energético que, por el momento, «se intuye pero no se ve».

De esta manera, el consejero delegado de Gas Natural destacó la necesidad de trabajar con «prudencia» hasta que tengamos «muy claro a dónde vamos».

Villaseca apuntó que «en el sector de la energía todo es posible», pues tiene una «irresistible atracción» y «se pretenden hacer muchas cosas en él».

El consejero delegado de la empresa explicó que «tiene que disponerse en cantidades suficientes» de la energía, a la vez que ésta es «accesible y universal», para agregar que es un sector que «no puede fallar».

Por todo ello, destacó la importancia de actuar «de una manera correcta», para evitar que se pueda generar «un problema social y económico añadido».

Repsol inicia la pugna post-París: Brufau considera «falso» que el coche eléctrico sea «cero emisiones» al generarse parte con carbón

Si bien el consenso internacional expresado en la COP21 de París ha fijado la meta a largo plazo en la lucha contra el cambio climático, la discusión se centra ahora en cómo alcanzar la descarbonización de la economía. En este contexto se enmarca el llamamiento a la reflexión expresado ante los accionistas por el presidente de Repsol. Con los combustibles fósiles en el punto de mira, Antonio Brufau reivindicó el futuro de las petroleras y cargó contra el coche eléctrico.

En este sentido, Brufau cuestionó que el coche eléctrico «sea cero emisiones», dado el peso que tiene el carbón en el mix de generación eléctrico actual, así como algunas de las políticas de subvenciones aplicadas a estos vehículos. «Lo hay que ver es quién produce la electricidad», indicó antes de arremeter contra las subvenciones anunciadas por el Gobierno alemán para el coche eléctrico. “Cuando veo que un Gobierno tan serio como el alemán dice que va a subvencionar los coches eléctricos y en Alemania el 45% de la electricidad se genera con carbón, tengo que pensar que la subvención no es al coche eléctrico sino al sector del carbón o del automóvil alemán», señaló Brufau.

«Subvencionando el coche eléctrico en Alemania no se consigue reducción de CO2″, concluyó. Por ello, Brufau pidió que «no se distorsione la realidad» al abordar temas como éste del vehículo eléctrico. Así, ha explicado que si se tiene en cuenta todo el proceso, desde la fabricación del vehículo hasta su desguace, un coche de combustión interna emite el mismo CO2 que uno eléctrico en Alemania, donde el carbón mantiene un papel protagonista en la generación. Asimismo, recordó que «una parte importante» del uso del petróleo no genera emisiones de CO2 ya que el 40% se deriva a usos industriales en las que no se consume y, de momento, es insustituible.

También subrayó que el sector eléctrico recibió 23.000 millones de euros en subvenciones entre 2008 y 2013, con los que se ahorraron 100 millones de toneladas de CO», lo que sitúa el coste por tonelada en 230 euros. Frente a esto, aseguró que las medidas puestas en marcha por Repsol redujeron sus emisiones en 9 millones de toneladas, a razón de aproximadamente 7 euros por tonelada. “Y se logró con nuestro dinero”, remarcó Brufau. Además, cuestionó que las subvenciones a las energías renovables hayan servido para «crear desarrollo industrial o «retornos económicos y sociales», al tiempo que apuntó que estas ayudas públicas «han servido para mejorar la cuenta de resultados» de aquellos que las recibieron. «A eso no jugamos», dijo.

Eso sí, Brufau destacó el compromiso de Repsol en la lucha contra el cambio climático y su compromiso en el cumplimiento de los acuerdos de París. En esta línea, defendió que «no podemos trabajar en ningún otro escenario que no sea cumplir el objetivo de que no se incremente en dos grados la temperatura del planeta» aunque continúe creciendo el consumo de energía. Para ello, consideró necesarias aportaciones por todas las fuentes de energía y avanzar también en materia de eficiencia. En el campo de los hidrocarburos, explicó que en el horizonte de 2035 se producirá un descenso en el uso del petróleo que se verá compensado por un incremento del uso del gas natural.

Lo que tiene que subir

Por su parte, el consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, quiso llamar la atención sobre el hecho de que el precio del diésel en España sólo se haya incrementado un 11% desde los mínimos de febrero a pesar de que el crudo se ha encarecido un 75%. A este respecto, recordó que más de la mitad del precio de los carburantes se corresponde con impuestos y que otra parte son costes de transporte, lo que reduce el impacto del crudo a un tercio del total. Esto supone, según Imaz, que si se produce una bajada de entre el 60 y el 75% del precio del crudo, los carburantes podrían bajar un máximo del 20%.

En la misma línea, defendió que el mercado de los carburantes en España «es muy competitivo y muy complejo», algo que según el consejero delegado de Repsol queda demostrado por el hecho de que «casi todas las multinacionales se han ido». De hecho, sostuvo que las únicas compañías que entran ahora en el mercado son aquellas que apuestan por «modelos low cost«, que intentan conseguir la rentabilidad prescindiendo de personal.

Brufau celebra las disensiones en la OPEP y espera que las reglas del mercado sigan actuando sobre el sector petrolero

El presidente de Repsol, Antonio Brufau, reivindicó la ley de la oferta y la demanda en su discurso ante los accionistas de la compañía y celebró que la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) haya dejado de actuar como un cártel. “Ha dejado que el mercado fluctúe en reglas del mercado, de lo cual nos tenemos que alegrar», señaló Brufau, que aseguró que “lo mejor” que le puede ocurrir al sector petrolero es que la OPEP “desaparezca como cártel”.

«Nuestro dinero lo tenemos que jugar a las reglas de oferta y demanda y no a que unos señores decidan qué precios necesitan ellos para que el mundo pague y manipulen la producción», añadió Brufau, que vaticinó una recuperación de precios durante este año, algo que considera que ya se está viendo con el barril en 48 dólares, aunque subrayó que Repsol trabaja para ser «una compañía rentable con un escenario de 50 dólares y ser capaz de reducir deuda, invertir y crecer en valor y volumen. Además, consideró «moderadamente prudentes» las previsiones de los analistas y las agencias de rating para el petróleo en 2016, con unas estimaciones que se sitúan entre los 42 dólares y los 36 dólares.

En 2015, según explicó, hubo un desajuste diario de casi 2 millones de barriles de petróleo entre oferta y demanda en un contexto de precios muy bajos. Para 2016 Brufau señaló que se espera una estabilización de la oferta y que crezca la demanda. De hecho, afirmó que «el mercado está esperando crecimientos importantes» del precio del petróleo en próximas fechas, ya que «se empieza a visualizar una cierta tensión entre la oferta y la demanda». Además, como otros factores que favorecerán al precio, citó el mayor crecimiento previsto para la economía mundial, del 3,2% frente al 3,1% de 2015, mayor en los países emergentes.

En su análisis del pasado ejercicio, señaló que fue un «año complejo» debido a un escenario de precios marcado por la alta volatilidad tanto en el crudo como en el gas, con caídas de más del 50%. Brufau atribuyo este descenso a 2 razones: la ralentización de la economía global, que ha provocado que la demanda crezca a un ritmo menor del esperado, y la sobreproducción existente por las disensiones en el seno de la OPEP y la estrategia liderada por Arabia Saudí para echar del mercado a sus competidos de yacimientos no convencionales de países como Estados Unidos, donde la producción se disparó en los últimos años con el fracking pero que necesitan un precio del barril más elevado.

Asimismo, Brufau subrayó que la adquisición el año pasado de la petrolera canadiense Talisman Energy está «transformando» la compañía, doblando su tamaño de upstream (producción de petróleo) y haciendo que se tenga que «trabajar mucho» para maximizar su valor. Ante la crítica de algún accionista, el ejecutivo catalán no dudó en considerar “acertada” la compra, en la que se utilizaron los fondos recibidos por la expropiación de la argentina YPF, pese al actual entorno de precios, ya que ante una operación como ésta «hay que visualizar el futuro y esperar que se pueda sacar rentabilidad en base» a esas perspectivas.

En este sentido, el consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, afirmó que 2015 supuso un ejercicio «de profunda transformación» para la compañía, en un «año con importantes retos y con un entorno complejo» hacia una “nueva Repsol”. «El proceso que hemos iniciado a lo largo de 2015 ha estado marcado por la adquisición de Talisman Energy y por un nuevo plan estratégico enfocado en la creación de valor”, añadió.

Por otro lado, explicaron que Repsol contó con factores que le ayudaron a minimizar el impacto de la caída del crudo, como la revalorización del dólar frente al euro o la mejora en sus resultados en el downstream, especialmente en el margen de refino, que se dobló con respecto a años anteriores. «Toda la actividad del downstream ha fortalecido a la compañía en una época difícil«, destacó el presidente Brufau.

Por otro lado, los accionistas de Repsol aprobaron que el dividendo correspondiente a los resultados de 2015 se sitúe en 0,8 euros, lo que supone un recorte del 20% con respecto a 2014. De esta manera, el dividendo complementario pasará de 0,5 euros a 0,3 euros, tal y como el grupo había avanzado en febrero. En cuanto a la futura evolución del dividendo, Brufau señaló que si el petróleo se recupera ya «verá» el consejo de administración qué se hace.

Además, la junta aprobó la reelección como consejero del presidente de Caixabank, Isidro Fainé, y la ratificación del nombramiento como consejero de Gonzalo Gortázar, así como un nuevo sistema de retribución variable para el consejero delegado, vinculado al valor de las acciones de Repsol y su evolución frente a petroleras competidoras. De hecho, Imaz se ha mostrado dispuesto a que el 100% de su retribución sea variable y sujeta al cumplimiento de objetivos, como ha sugerido un accionista, porque «tenemos que comprometernos con estos proyectos».

Los accionistas de Repsol votarán un nuevo dividendo y un nuevo sistema de retribución para Imaz

EFE.- Repsol celebra este viernes su junta de accionistas con el dividendo complementario de 0,30 euros avanzado a febrero (y que supone un recorte del 20 % en la retribución total) en el orden del día, donde también se incluye un nuevo sistema de retribución para el consejero delegado, Josu Jon Imaz.

Repsol ya avanzó a finales de febrero que el dividendo complementario (que se ofrece bajo la modalidad de dividendo flexible) pasaría de 0,50 céntimos a 0,30 céntimos que se sumarán a los 0,50 céntimos a cuenta ya cobrados el pasado mes de enero.

Así, el dividendo total pasaría de 1 euro a 0,80 euros, un 20 % menos, en un entorno marcado por los bajos precios del crudo.

Junto a este tema, los accionistas de Repsol votarán la reelección como consejero del presidente de Caixabank, Isidro Fainé, y la ratificación del nombramiento como consejero de Gonzalo Gortázar

Asimismo abordarán un nuevo sistema de retribución variable para el consejero delegado de la compañía, Josu Jon Imaz, vinculado al valor de las acciones de Repsol y su evolución frente a petroleras competidoras.

Repsol vende su negocio eólico marino al grupo chino SDIC Power y confía en mantener su calificación crediticia

EFE / Servimedia.- La petrolera confía en que las medidas planteadas, como el recorte de un 20% del dividendo anual, sean suficientes para que las agencias de calificación crediticia mantengan el investment grade de Repsol, que anunció también la venta de su negocio eólico en el Reino Unido al grupo chino SDIC Power por 238 millones de euros con una plusvalía neta de 109 millones.

La venta incluye el proyecto de Inch Cape y la participación con la que Repsol contaba en el proyecto Beatrice (25%), ambos ubicados en la costa este de Escocia. La operación se enmarca dentro de la estrategia del grupo de desprenderse de activos no estratégicos. La gestión de la cartera es uno de los aspectos clave del Plan Estratégico 2016-2020 y permitirá obtener 6.200 millones de euros por desinversiones en activos no estratégicos. Con esta venta, Repsol suma en los últimos cinco meses desinversiones por valor de más de 2.500 millones de euros. La compañía prevé completar la venta de los activos eólicos de Reino Unido durante el primer semestre.

Espera mantener la calificación crediticia

Según señaló el consejero delegado de la petrolera, Josu Jon Imaz, las cifras de negocio y deuda junto a las medidas incluidas en su plan y las actualizaciones realizadas deberían bastar a las agencias de calificación, con las que se reunieron la semana pasada, para no rebajar la nota de la BBB actual. Sobre una eventual venta de Gas Natural Fenosa, donde Repsol cuenta con un 30%, Imaz ha descartado que haya alguna decisión tomada y ha añadido que la empresa tiene una cartera amplia de activos y que se tomarán las decisiones de desinversión en aras de «conservar el mayor valor» de la petrolera.

Imaz ha defendido el «duro trabajo» realizado por la compañía para cumplir con los objetivos fijados en su plan, que han actualizado con mayores sinergias y más recortes en inversiones, a pesar del complicado entorno de precios de crudo y gas. La petrolera también ha bajado de 60 dólares a 40 dólares el barril el límite en el que el negocio es capaz de generar ingresos tras pagar dividendo, un punto que también ha tocado.

Respecto al recorte del dividendo, Imaz apuntó que es una decisión «concreta» ceñida a la actual coyuntura macroeconómica y a los resultados de la compañía. Asimismo subrayó que la decisión es una «señal» de que el Consejo es consciente del complicado escenario actual y de la necesidad de tomar medidas para adaptarse y que no ha sido una decisión forzada por las agencias de calificación crediticia. «No podemos cerrar los ojos a lo que está pasando«, ha justificado. S&P tiene un rating para la deuda de Repsol a largo plazo de BBB- y Moody’s de Baa2, ambas en vigilancia negativa, lo que supone un aviso previo para un posible recorte.

2,9 millones para los directivos

Por otro lado, los principales directivos de Repsol, Antonio Brufau y Josu Jon Imaz, recibieron 2,9 millones de euros de retribución cada uno en 2015, lo que supuso en el caso del primero una reducción del 23% frente a los 3,81 millones de 2014, y en el del segundo, un 44% más que los 2 millones de un año antes. Según la información remitida por Repsol a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), ambas diferencias se deben a que en abril de 2014 el consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, asumió la totalidad de las funciones ejecutivas en la petrolera, responsabilidad que venía compartiendo con el presidente de la compañía, Antonio Brufau.

En total, los dos principales directivos de la petrolera recibieron 5,8 millones en 2015, la misma cantidad que en 2014. A sus retribuciones, se suma la de otro consejero ejecutivo, Luis Suárez de Lezo, que recibió 2,6 millones de euros, un 10% menos. En total, el consejo de Repsol recibió en 2015 12,61 millones de euros de retribución, un 0,8% más que los 12,58 millones recibidos en 2014. Dentro del consejo de administración, por ejemplo, el presidente de CaixaBank, Isidro Fainé; y el de Sacyr, Manuel Manrique, obtuvieron 354.000 euros por formar parte del mismo.

El sector petrolero advierte del «riesgo potencial» de subidas «abruptas» si se mantiene el entorno de precios bajos del crudo

Europa Press / EFE.- El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, destacó que las empresas del sector están haciendo «un esfuerzo» por ser competitivas en este entorno de precios bajos del crudo, que supone «una buena noticia» para países consumidores como España», pero advirtió de que existe este «riesgo potencial a futuro de cambios abruptos» que no sería bueno ni para los países consumidores ni para las empresas, por lo que pidió una «estabilidad» de precios para evitar que puedan subir «en exceso».

Imaz insistió en los riesgos que puede acarrear esta situación en «algún momento» en el que se crucen el incremento de la demanda con la incapacidad de la oferta para servirla y determinadas tensiones geopolíticas. Por ello, lo deseable, ha concluido, es que la adaptación entre oferta y demanda se haga en una «senda de precios razonables sin saltos abruptos».

Por su parte, el vicepresidente y consejero delegado de Cepsa, Pedro Miró, señaló que, si se mantiene el actual contexto de precios, las petroleras «deberán cambiar de estrategia» y aseguró que las empresas que tienen un negocio integrado «están pudiendo aguantar mejor» esta situación. «Hay que cambiar el recorte por el ahorro, pensar en tener mejores estrategias de la mano de los proveedores. No podemos pensar en grandes proyectos de refino actualmente, pero si en proyectos químicos«, dijo. A este respecto, Miró pidió «mirar hacia el pasado» y recordó que no hace mucho tiempo se hacían proyectos «a 40 dólares el barril. «Hay áreas donde podemos hacer cosas conjuntamente», subrayó.

Por otra parte, Imaz advirtió que si se quieren tener precios energéticos más competitivos es necesario pensar «en el mix energético que se quiere tener». «Tenemos que fijarnos en la garantía de suministro, en una energía competitiva y hacer todo de manera sostenible», dijo. A este respecto, el consejero delegado de Repsol subrayó que las renovables deben contar con su parte en el mix, pero teniendo «mucho cuidado» con no repetir «errores pasados«.  Imaz, que defendió la importancia de la industria y la figura del empresario, pidió además compromisos «serios y vinculantes» por todas las partes participantes en la próxima cumbre del clima de París y aseguró que Europa debe «tener cuidado» y exigir que las medidas «no sean unilaterales».

Mientras, el socio responsable de Energía y Recursos Naturales de KPMG, Alberto Martín, destacó que el coste de la energía es «clave» para la competitividad de la industria y aseguró que el nivel de interconexiones «es muy bajo y es un problema que se tiene que abordar». Además, Martín advirtió del riesgo que la ciberseguridad representa para las empresas energéticas.

Imaz (Repsol) advierte de los riesgos que conlleva un crudo barato para la recuperación económica

EFE.- El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, advirtió de los riesgos que puede acarrear un escenario de bajos precios del crudo que lleve «a medio-largo plazo» a problemas de oferta y a un repunte de precios que ponga en riesgo «la recuperación que empieza ya a ser un hecho». Imaz indicó que en la estrategia energética y en la lucha contra el cambio climático hay dos claves, anticipación y cooperación. También reflexionó sobre las consecuencias que puede tener el actual escenario de bajos precios.

«Este escenario puede mantenerse poco, un tiempo mediano o mucho, no lo sé», apuntó el directivo de la petrolera. Llegará un momento, ha advertido Imaz, en que este escenario de precios dejará de ser sostenible para los países productores lo que puede llegar a desestabilizar sus economías. Junto a esto, la falta de inversiones en un contexto de bajos precios del petróleo puede llevar a que la oferta tenga «dificultades de ofrecer con garantías y flexibilidad la necesidad de la demanda». Esto, según auguró el consejero delegado, puede tener un efecto a medio-largo plazo con un escenario de precios elevados.

Repsol afronta la caída del crudo con venta de activos y menos inversiones

EFE.- Repsol ha presentado hoy su hoja de ruta para los próximos cinco años, un periodo en el que prevé vender activos por 6.200 millones de euros, recortar las inversiones y ahorrar costes con el compromiso de mantener el dividendo y reducir deuda en un contexto de bajos precios del crudo.

El mercado esperaba conocer hoy cómo va a afrontar la petrolera los próximos cinco años tras la compra de la canadiense Talisman y con unos precios del petróleo que han castigado su cotización en los últimos meses y han puesto sus calificaciones crediticias en el punto de mira.

En este contexto, Repsol ha dibujado tres ejes de un plan estratégico, titulado «Valor y Resiliencia», con el que espera terminar el periodo con un resultado bruto de explotación (Ebitda) ajustado de 11.500 millones de euros, el doble que ahora, y una deuda en el entorno de los 8.000 millones de euros frente a los 14.000 actuales.

El primer eje pasa por esos 6.200 millones en desinversiones -3.100 millones hasta 2017 y otros 3.100 de 2018 a 2020- en activos no estratégicos y no vinculados directamente al precio del petróleo, de pequeña escala o alto coste. La cartera total de activos de Repsol suma unos 44.000 millones.

«Los activos en venta no tienen nombre ni apellidos», ha apuntado el consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, en la rueda de prensa de presentación del plan donde ha dado algunas «pistas»: miran «oportunidades» para la cartera que todavía mantienen de negocio de gas licuado del petróleo canalizado, no piensan en vender el butano ni el 30 % que mantienen en Gas Natural.

El segundo eje supondrá un recorte de las inversiones de alrededor del 40 % frente a los niveles de 2014, aunque en los cinco años se sumarán unos 23.000 millones de euros: 19.000 millones en inversión en exploración y producción (upstream) y 4.000 millones en el negocio de refino y marketing (downstream).

En cuanto a la producción, espera cerrar el periodo con una producción de entre 700.000 y 750.000 barriles equivalentes de petróleo/día, frente a los 900.000 barriles que producen actualmente.

En el tercer eje, reducción de costes y sinergias tras la compra de Talisman, la petrolera espera ahorrar 2.100 millones de euros anuales a partir del 2018.

En este punto, se recoge una reducción de plantilla del 6 % -unos 1.500 empleados- en tres años y que se realizará de «manera responsable».

Repsol, que ha diseñado todo el plan con un escenario «ácido», con el barril de crudo a 50 dólares hasta 2020, espera generar 10.000 millones de euros de caja para dividendos y deuda, cifra que se eleva a 20.000 millones en un escenario base con el crudo entre 65 dólares y 91,8 dólares.

Cualquier subida en la cotización del crudo, ha subrayado Imaz, generará unos recursos que se destinarán a «reducir deuda y mejorar la retribución a nuestros accionistas» siempre con ese compromiso de mantener al menos el dividendo actual de 1 euro por acción.

«Vamos a mostrar la fortaleza y la capacidad de Repsol para crear valor incluso en un escenario de precios bajos», ha subrayado Imaz, quién ha destacado que la petrolera es una empresa «que cumple sus compromisos».

Imaz ha defendido además la compra de la petrolera canadiense Talisman, que se hizo, como deben hacerse las inversiones, en un momento «contracíclico» y que ha permitido a la compañía convertir el riesgo en oportunidades de crecimiento y afrontar este nuevo plan con la flexibilidad necesaria para gestionar sus inversiones.