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Política de ‘Black Friday’ en energía

Los primeros anuncios de Álvaro Nadal vienen a determinar cuál será la línea política del nuevo y flamante Ministerio de Energía, algo que se puede resumir en el aserto de habrá «política en la energía» en lugar de «políticas energéticas». En el fondo, el modelo que propone Nadal es una versión acelerada y desinhibida de la acción de José Manuel Soria y Alberto Nadal.

El nuevo/viejo departamento ha comenzado con hiperactividad: anuncio de las subastas «competitivas» de nueva potencia renovable con el mantra (liberador de responsabilidad) de la competencia intertecnologías, resolución de las subastas de interrumpibilidad (edición incrementada en 22 millones este año, 525 millones en total con cargo al suministro de los consumidores dentro de los costes de acceso) y atribución del bono social a las empresas en general (para evitar la designación selectiva de agentes empresariales, revocada lógicamente por el Tribunal Supremo).

La interrumpibilidad, a todo trapo

El servicio de interrumpibilidad establece un flujo de financiación del sector eléctrico al sector industrial mediante descuentos en sus costes eléctricos, a través de estos pagos, por mor de un supuesto derecho de interrupción del suministro de escasa utilización. La última subasta se ha instrumentado aumentando los volúmenes de la misma para satisfacer a más demandantes del servicio. Si además atendemos al formato de las mismas, en el que cuando ha sido necesario repetirse la subasta o ampliarse se ha hecho, tenemos calificado el diseño. Un servicio cada vez más a todo trapo, diseñado en el concepto más vale que sobre, que no que falte, y que evite la amenaza industrial de cierres o deslocalizaciones.

Bono social sí, pero empresarial

En el caso del bono social, tras la reciente sentencia del Tribunal Supremo que ha anulado el selectivo mecanismo de financiación, el ministro ha aseverado que este mecanismo debe ser financiado por las empresas del sector. La ortodoxia dice que cualquier política de redistribución social se debería abordar desde los Presupuestos Generales del Estado, pero parece tarea harto imposible. Y, todo ello, con la controversia acerca de la pobreza energética abierta. La mejor ortodoxia debería ser la revisión de la composición de los costes del suministro y abaratar la energía para todos los consumidores, industriales y domésticos, por evasión de los costes que no pertenecen al mismo. Así se evitarían los problemas de ambos mecanismos.

En definitiva, el papel de la Administración y de las políticas energéticas se reduce a actuar como gran árbitro del sistema de subsidios cruzados en el suministro eléctrico, con la ordenación, si procede, de un nihilista sistema de subastas (al parecer lo único liberal del asunto) que distribuye rentas y atribuye potencia o servicios del sistema discrecionalmente, según se considere. El Gobierno organiza así sus peculiares Black Friday en energía.

Todo ello es posible por varios motivos. En primer lugar, el modelo de interacción política-economía en nuestro país tiene asumido como normal la articulación de un sistema de subsidios cruzados entre los distintos agentes y algunos consumidores, en una suerte de franquismo económico, light pero vigente, que actúa sobre las cuentas de resultados de las empresas  incrustando todo aquello que se considere. Algo que los españoles ven bien en su modelo de cultura económica. Segundo, pero no menos importante, las autoridades españolas han perdido el temor hacia las instituciones europeas respecto a los defectos en la ortodoxia, la consideración de Ayudas de Estado de estos mecanismos y a la absorción de reveses en estos ámbitos.

Coda. El nuevo ministro acaba de afirmar que se revisará la regulación del autoconsumo (última medida del anterior Gobierno en su ejecutoria) , recogiendo a tal efecto además el compromiso político con Ciudadanos, de forma que se rebajen las cargas del mismo (el mal llamado impuesto al sol). Así, ha señalado que la reforma que se instrumente no deberá perjudicar al resto de consumidores. La pregunta entonces es: ¿Quién se hará cargo de esta cuenta?

La subasta de interrumpibilidad se salda con un coste de 525 millones y asignando 375 MW más de lo previsto

Redacción / Agencias.- Red Eléctrica de España (REE) ha completado el proceso de asignación del servicio de interrumpibilidad para 2017 a través de subastas competitivas con la asignación de un total de 2.975 megavatios (MW), 375 MW más de lo previsto inicialmente. El coste total para el sistema eléctrico ascenderá a 525 millones de euros. Este servicio lo ofrecen los grandes consumidores de electricidad y consiste en su compromiso de reducir o suspender la demanda cuando lo exija la operación del sistema eléctrico.

Los 2.975 megavatios (MW) de potencia interrumpible a grandes consumidores industriales se han asignado a un precio medio ponderado de 176.420 euros por MW, según indica REE. En las subastas han participado pujadores en representación de 138 puntos de suministro, al tiempo que los adjudicatarios han sido 138, de modo que todos ellos han obtenido potencia interrumpible. En total, se han asignado durante las subastas, 10 bloques de 90 MW y 415 bloques de 5 MW. REE, que organizó el proceso en calidad de administrador de la subasta, ha publicado los resultados definitivos, validados por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).

Una vez subastados los 340 bloques iniciales de 5 MW sin que se agotara el presupuesto asignado para la temporada 2017, REE convocó, en virtud de lo fijado por la regulación, subastas adicionales en las que se asignaron 75 nuevos bloques de 5 MW. El precio medio de asignación ha sido de 289.125 euros por MW para los productos de 90 MW y de 127.536 euros por MW para los de 5 MW, mientras que la media ponderada de asignación se ha situado en los 176.420 euros por MW. Los precios de salida fijados por Energía habían sido de 310.000 euros por MW para los productos de 90 MW y de 160.000 euros por MW para los de 5 MW.

Alcoa, satisfecha, pide más estabilidad

Por su parte, Alcoa, que obtuvo mejores resultados que el pasado año en la subasta de interrumpibilidad, con al menos 5 bloques de 90 megavatios, ha pedido un sistema que permita una planificación a más largo plazo y no deje a las plantas españolas sujetas a la volatilidad del mercado. «Las plantas de electrolisis de aluminio primario necesitan una solución de energía competitiva a más largo plazo porque el servicio de interrumpibilidad sólo se garantiza para un año; la compra de energía en el mercado spot hace que las plantas estén sujetas a la volatilidad de los precios de la energía», explicaron fuentes de Alcoa.

Las mismas fuentes han confirmado que se han logrado 5 bloques de 90 MW, de los que tres se destinarán a la fábrica de San Ciprián, y los otros dos a la de La Coruña y Avilés. También ha logrado más bloques de cinco megavatios. De esta forma, Alcoa ha conseguido mejores resultados que en años precedentes y ahora lo que va a hacer la compañía es analizarlos y comprobar su impacto en las operaciones.

Alcoa asegura que se presentó a la subasta como empresa de consumo intensivo de la electricidad con el objetivo de obtener el mayor valor posible de los servicios de interrumpibilidad para fortalecer su sistema de producción de aluminio primario en España y poder hacer un mejor servicio al mercado. El servicio de interrumpibilidad se activa en respuesta a una orden de reducción de potencia dada por el operador del sistema REE a los grandes consumidores que sean proveedores de este servicio, principalmente, la gran industria, como Alcoa, ArcelorMittal o Azsa.

REE convoca subastas adicionales de interrumpibilidad tras cubrirse lo ofertado sin agotar el presupuesto

Europa Press.- Red Eléctrica de España (REE) ha convocado subastas adicionales de nuevos bloques de 5 megavatios (MW) dentro del proceso de asignación competitiva del servicio de interrrumpibilidad correspondiente a 2017 para los grandes consumidores de electricidad -retribuciones por disminuir o cesar el consumo eléctrico en caso de emergencia o de saturación del sistema- tras cubrirse lo ofertado sin que se haya agotado el presupuesto previsto, informó el operador.

Así, se han cubierto los 340 bloques de este producto de 5 MW, un total de 1.700 MW, que estaban previsto sin agotar el presupuesto asignado. Esto ha sido debido a que el sistema de subasta de precio descendente aplicado presiona a la baja lo ofertado por las compañías para adjudicarse estos bloques. Estas subastas adicionales tendrán lugar mañana.

El Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital convocó para esta semana estas subastas, en la que también se asignarán 10 bloques del producto de 90 MW (900 MW). En total, se asignarán 2.600 MW de potencia interrumpible.

Cerca de 250 personas en representación de alrededor de 150 empresas de la gran industria con intensivo consumo eléctrico pujan por productos de interrumpibilidad para el año 2017.

Las subastas de interrumpibilidad

Con la reforma energética, el Gobierno creó un sistema de subastas para repartir entre las industrias el llamado servicio de interrumpibilidad, por el que los grandes consumidores de electricidad reciben un incentivo por modular su consumo en momentos de saturación en el sistema eléctrico.

La primera subasta, celebrada a finales del 2014, generó críticas de varias empresas, especialmente de Alcoa, que amenazó con el despido de trabajadores si no obtenía un precio competitivo para la electricidad.

Industria realizó a los pocos días una nueva puja que mejoró las condiciones para estas empresas, que ahora reclaman la compra de bloques de megavatios de menor tamaño y periodos más largos para el servicio de interrumpibilidad.

Con la reforma energética, el coste para el sistema eléctrico asociado a la interrumpibilidad ha quedado recortado de unos 750 millones de euros a cerca de 550 millones en la actualidad.

Alcoa logra cinco bloques de 90 MW, AZSA dos y ArcelorMittal uno mientras el PSOE quiere subastas bienales o trienales

EFE.- El PSOE de Asturias expresó su «satisfacción» por el resultado para Alcoa en la subasta del servicio de interrumpibilidad eléctrica si bien insiste en la necesidad de hacer una subasta cada dos o tres años para favorecer la planificación empresarial. Alcoa consiguió cinco bloques de 90 megavatios, uno de ellos para la factoría de Avilés, mientras que ArcelorMittal logró el que solicitaba, y AZSA los dos a los que aspiraba, según el consejero asturiano de Empleo e Industria, Francisco Blanco.

Blanco destacó que los resultados obtenidos por las empresas electrointensivas asturianas en la subasta eléctrica son «moderadamente satisfactorios». No obstante, el consejero insta al nuevo equipo del Ministerio de Energía a diseñar un sistema más estable y con mayor vigencia temporal, tal como la industria y el Principado han reclamado en los últimos años. «Nuestra valoración es moderadamente positiva porque, según las propias empresas, parece que han alcanzado los resultados que perseguían, aunque ha sido a precios ligeramente inferiores a los del año pasado, algo que ya se intuía por los precios de partida», subrayó.

En cualquier caso, Blanco ha insistido en la necesidad de diseñar un sistema de subasta para la retribución del servicio de gestión de la demanda de interrumpibilidad «más estable y con mayor vigencia temporal, al menos en lo concerniente a los bloques de 90 megavatios, para no someter a las empresas a esta situación cada año». «Para evitar la deslocalización de la industria asturiana, el Gobierno central debe establecer un marco regulatorio estable que habilite un precio de la energía competitivo y predecible, ya que constituye un coste fundamental para estas compañías», explicó. El consejero ya ha solicitado una reunión con el nuevo ministro, Álvaro Nadal, para trasladarle la problemática de la industria asturiana en relación con la tarifa eléctrica.

Subasta eléctrica bienal o trienal

A juicio del PSOE de Asturias, hacer una subasta con periodicidad bienal o trienal garantizaría además por parte de las empresas «una mayor inversión a medio plazo». Del mismo modo, los socialistas advirtieron de «las contradicciones de Izquierda Unida en sus propuestas sobre política energética» a tenor de que la coalición defendió una proposición no de ley en la que defiende «favorecer ante la administración el cambio en el actual modelo de subasta que garantice la mejora y seguridad del precio de la electricidad a las industrias electrointensivas como Alcoa», una iniciativa con la que el PSOE está de acuerdo.

Sin embargo, subraya el PSOE, no se entiende la postura contraria de Izquierda Unida a la «implementación de un proceso de revisión y reforma consensuada del sistema de configuración del precio de la energía eléctrica para el conjunto de los consumidores domésticos y empresariales, con especial énfasis en los consumidores industriales, en el objetivo de la consecución de un suministro eléctrico competitivo, estable y predecible».

«Se propone que dicho proceso aborde la revisión del conjunto de los factores que integran el precio final de la energía eléctrica, y no solo la retribución del servicio de interrumpibilidad para los grandes consumidores industriales; así deberían analizarse los costes del sistema, los peajes, los procedimientos del mercado eléctrico, las figuras impositivas y el conjunto de los servicios de ajuste», añaden los socialistas asturianos.

Energía celebra desde este lunes la subasta de interrumpibilidad para los grandes consumidores de electricidad

Europa Press.- La asignación competitiva del servicio de interrumpibilidad correspondiente a 2017 para los grandes consumidores de electricidad –retribuciones por disminuir o cesar el consumo eléctrico en caso de emergencia o de saturación del sistema– ha comenzado este lunes mediante la celebración de la subasta convocada por el Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital y organizada por Red Eléctrica de España (REE).

En concreto, se subastarán 340 bloques del producto de 5 megavatios (MW), un total de 1.700 MW, y 10 bloques del producto de 90 MW (900 MW). En total, en esta subasta, se asignarán 2.600 MW de potencia interrumpible, informó REE.

Durante los próximos días, hasta el próximo viernes 18 de noviembre, cerca de 250 personas en representación de alrededor de 150 empresas de la gran industria con intensivo consumo eléctrico pujarán por productos de interrumpibilidad para el año 2017.

Los resultados definitivos de la subasta se darán a conocer 24 horas después del cierre de la última subasta y una vez que sean validados por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).

Las subastas de interrumpibilidad

Con la reforma energética, el Gobierno creó un sistema de subastas para repartir entre las industrias el llamado servicio de interrumpibilidad, por el que los grandes consumidores de electricidad reciben un incentivo por modular su consumo en momentos de saturación en el sistema eléctrico.

La primera subasta, celebrada a finales del 2014, generó críticas de varias empresas, especialmente de Alcoa, que amenazó con el despido de trabajadores si no obtenía un precio competitivo para la electricidad.

Industria realizó a los pocos días una nueva puja que mejoró las condiciones para estas empresas, que ahora reclaman la compra de bloques de megavatios de menor tamaño y periodos más largos para el servicio de interrumpibilidad.

Con la reforma energética, el coste para el sistema eléctrico asociado a la interrumpibilidad ha quedado recortado de unos 750 millones de euros a cerca de 550 millones en la actualidad.