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La empresa estatal ENSA prepara una oferta para optar a distintas fases del desmantelamiento de la central nuclear de Garoña

Europa Press.- La empresa Equipos Nucleares (ENSA) está trabajando «intensamente» y a «iniciativa propia» para adelantarse y presentar la oferta más competitiva con la que pueda participar en el futuro desmantelamiento de la central nuclear de Santa María de Garoña, cuyo cierre dictó el Gobierno en agosto.

El presidente de ENSA, Eduardo González-Mesones, ha anunciado así las aspiraciones de la compañía que se abren tras el cierre de la planta burgalesa, generando la «oportunidad» de fabricar muchos más contenedores para el combustible gastado en el reactor a lo largo de sus 42 años de funcionamiento. «Esperamos que finalmente podamos ser la oferta más competitiva. Nuestro objetivo será hacerlo todo», ha deseado González-Mesones.

Así, estimó que el proceso de extraer el combustible gastado de Garoña podría acometerse en 5 o 6 años pero ha confirmado que Ensa, una empresa de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI),tiene capacidad de comprometerse a terminar el pedido en 3 años si fuera necesario, ya que la línea de gestión de combustible es una de las más importantes para la entidad.

Eso sí, matizó que ese momento «todavía está lejos de realizarse», debido a que el primer paso debe ser la apertura de un concurso público a nivel internacional por parte de Enresa, la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos, para que se presenten distintas ofertas. «Una vez que tengamos los papeles de petición de ofertas, con el conocimiento que tenemos queremos hacer la mejor oferta tecnológica para el desmantelamiento», ha añadido el presidente de ENSA. González-Mesones ha subrayado que este sería «un pedido muy importante» tanto a nivel social como económico y por ello están trabajando «intensamente» y «a iniciativa propia» para adelantarse y ser competitivos.

De ganar el concurso abierto, no sería la primera vez que ENSA trabaja para Garoña, una central para la que ya ha fabricado 5 contenedores de tipo Enun52B, aunque aún no están cargados, de modo que están almacenados en el taller de Maliaño. El propósito, ahora, sería presentarse y ganar el licenciamiento de los futuros contenedores en los que deberá guardarse todo el combustible gastado.  González-Mesones ha manifestado que «desgraciadamente» la noticia del cierre de la central le da «muchísima pena», pero añadió que una vez terminada su vida, se abren oportunidades para las que asegura que ENSA está «absolutamente preparada, con conocimiento y tecnología”.

El presidente de ENSA diferenció la primera fase, la del vaciado del fuel, y la segunda fase, de desmantelamiento propio de la planta, y ha defendido que la empresa española tiene conocimiento técnico y capacidades para optar a las dos fases, tanto a la del suministro de contenedores como en la fase de desmantelamiento. González-Mesones ha defendido en todo momento el potencial de ENSA, a la que ha calificado de «puntera» y «de las más completas» del mundo y que se mide con las grandes empresas de Estados Unidos, Corea del Sur, Japón o China.

La nuclear José Cabrera de Zorita entra en la fase de descontaminación de suelos: se removerán 18.000 toneladas de tierra

Europa Press.- La central nuclear José Cabrera de Almonacid de Zorita (Guadalajara) entra en la fase de descontaminación y desclasificación de edificios y terrenos, para lo que comenzará a remover hasta 18.000 toneladas de tierra al fin de limpiar los suelos de posible radiación, según indicó la empresa pública de gestión de residuos radiactivos Enresa, que asegura que el desmantelamiento ya se ejecutó en un 83% y culminará en 2019, lo que supone 3 años de retraso.

La denominada planta de lavado será la protagonista de esta nueva fase, que ya tiene todos los parámetros de funcionamiento ajustados y los niveles máximos de contaminación admisible definidos, según fuentes de Enresa. Este método de descontaminación concentra los contaminantes en un volumen mucho menor que deberá ser gestionado como residuo destinado al centro de almacenamiento de residuos de baja y media intensidad de El Cabril (Córdoba), mientras que el resto del material, una vez limpio y desclasificado radiológicamente, se podrá gestionar como material convencional.

Según Enresa, la planta de lavado estará en funcionamiento durante dos años, a medida que vayan avanzando los trabajos de demolición de los diferentes edificios de la instalación, hasta que el proceso completo culmine a finales del año 2019, según las previsiones de la entidad, lo que supondrá 3 años de retraso de acuerdo con la programación teórica del proyecto. En este sentido, Enresa ha explicado que los retrasos en las diferentes autorizaciones así como la previsión «más lenta de lo previsto» en esta nueva fase, como el «grado de penetración de la contaminación», han obligado a reprogramar la finalización.

170 millones de euros presupuestados

Desde que Enresa asumiera la titularidad de la central para su desmantelamiento, las diferentes fases han pasado por la segmentación de componentes internos del reactor; la carga de residuos de alta actividad que han sido depositados en el Almacén Temporal Individualizado (ATI) de la propia central junto a los 12 contenedores del combustible gastado. Después, Enresa llevó a cabo la fase de segmentación de la vasija del reactor y el desmontaje del circuito primario; por último, la retirada del blindaje biológico del reactor de Zorita, para lo que fue necesario usar hilo de diamante al fin de segmentar el blindaje.

En cuanto al presupuesto del proyecto de desmantelamiento, fue estimado en 170 millones de euros en 2003, de los que ya se han invertido 159. Además, los costes de explotación asociados al desmantelamiento incluyendo costes de personal, impuestos y tasas, vigilancia y mantenimiento de instalaciones han ascendido hasta ahora a 88 millones de euros. Zorita fue la primera central nuclear en ponerse a funcionar en España y ahora es la primera inmersa en un proceso de desmantelamiento completo, donde están trabajando 200 personas, 11 en plantilla de Enresa y 189 subcontratadas. La próxima central nuclear en comenzar un proceso de desmantelamiento será la de Garoña (Burgos), para lo que Enresa ya ha solicitado la autorización.

Castilla-La Mancha pide un nuevo estudio de impacto ambiental que reformule el proyecto del ATC o que lo declare inviable

Europa Press / EFE.- La Junta de Castilla-La Mancha quiere que se elabore un nuevo estudio de impacto ambiental que reformule «la perspectiva dada» al proyecto del Almacén Temporal Centralizado (ATC) y del centro tecnológico asociado, que incluya un nuevo procedimiento de información pública y consultas, o bien que emita una Declaración de Impacto Ambiental que lo declare «inviable».

Así consta en un informe de la Viceconsejería de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural de la Junta de Castilla-La Mancha, que responde al requerimiento de mayo de la Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental y Medio Natural del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente sobre la información del expediente del ATC. El portavoz del Gobierno de Castilla-La Mancha, Nacho Hernando, ha explicado que el gobierno autonómico ha remitido al Ejecutivo central un «informe preceptivo para esa declaración o eventual Declaración de Impacto Ambiental en base al estudio de impacto ambiental que ha realizado el Gobierno de Castilla-La Mancha para el proyecto de construcción de ATC».

El portavoz del Ejecutivo regional comparte la preocupación que manifestaron los ecologistas ante la posibilidad de que el Gobierno central apruebe la Declaración de Impacto Ambiental del ATC de residuos nucleares proyectado en Villar de Cañas antes de que acabe el año. En este sentido, precisó que el informe es «rotundo» y alega que instalar el ATC en Villar de Cañas (Cuenca) es «inviable, inmoral e incluso extremamente peligroso» y confía en que este informe «sea tenido en cuenta por encima de cualquier otro interés».

El texto establece que el objetivo del informe es establecer «claramente la posición contraria» de la comunidad autónoma de una posible emisión del Ministerio de una Declaración de Impacto Ambiental favorable al ATC y, por tanto, pide que su informe sea «tenido en cuenta en todas sus consideraciones». En su requerimiento, el departamento ministerial pedía información «más detallada» a la empresa estatal de residuos ENRESA sobre el posible impacto del ATC en la avifauna a la luz de los estudios de la comunidad autónoma así como que se completara «las carencias» en la evaluación de las posibles repercusiones sobre el régimen hidrológico del río Záncara.

En su respuesta, la Junta consideraba que se debía incluir la «alternativa cero», que solo se considera en el estudio de impacto ambiental inicial, donde solo se dice que se descarta como viable la alternativa cero o de no actuación pues implicaría que no se podrían desmantelar las centrales nucleares. Sin embargo, valora que el hecho de que se dieran pasos previos con distintas alternativas de emplazamiento no es óbice para que estos se incluyan en el estudio de impacto ambiental para tomar la decisión técnicamente viable y ambientalmente más favorable, una vez analizados los aspectos económicos, sociales y ambientales del total de las etapas.

Dicho informe, ha proseguido el portavoz del Ejecutivo castellano-manchego, «pone de manifiesto que este contundente estudio de impacto ambiental presentado por la Junta de Comunidades ratifica que Enresa no incluye ninguna exposición de las principales alternativas estudiadas ni siquiera una justificación de las principales razones de la solución adoptada y, teniendo en cuenta los efectos ambientales, no hay ningún estudio de alternativa de ubicación como exigió el Tribunal Constitucional«. Según ha proseguido Hernando, el informe de Enresa adolece también de «alternativas» al afectar la instalación del ATC a un espacio de la Red Natura 2000, «protegida por la Unión Europea».

De este modo, el documento expone que a juicio de la Viceconsejería, el proceso de análisis de alternativas expuesto en el estudio de impacto ambiental «no cumpliría con los requerimientos que actualmente exige la normativa en materia de evaluación ambiental, ni cumpliría con los principios de participación pública e integración de los aspectos ambientales en la toma de decisiones». Además, en su oposición al proyecto alega que «no cumple» el plan de ordenación urbana de Villar de Cañas ni con las «exigencias sectoriales establecidas en materia de ordenación del territorio».

En cuanto a los recursos hídricos necesarios, recuerda que la Confederación Hidrográfica del Guadiana informó favorablemente de proporcionar hasta 15.000 metros cúbicos y que posteriormente el proyecto del ATC se ha reducido de los 44.895 metros cúbicos iniciales a 14.867,68 metros cúbicos. Sin embargo, el informe de la Junta recuerda también las necesidades hídricas del vivero de empresas y del parque empresarial, que sumadas alcanzaría los 20.732 metros cúbicos anuales.

«Con tales consumos previstos no se podría acreditar la existencia de recursos hídricos suficientes para llevar a cabo las actuaciones contempladas. La nueva documentación sigue sin justificar la suficiencia en cuanto a la disponibilidad de recursos hídricos», añade la viceconsejería autonómica, que recuerda los «sucesivos» informes de la Confederación informando desfavorablemente sobre la suficiencia de recursos hídricos. En ese ámbito, también critica que el estudio «no pone medios» que impida los flujos someros que hay en la zona en fases posteriores a la construcción, dada la baja permeabilidad del terreno.

En definitiva, en materia de agua, la Viceconsejería considera que el contenido del estudio de impacto ambiental presentado «no responde suficientemente» a las posibles afecciones sobre la hidrogeología que se plantean y la no existencia de vulnerabilidad a la contaminación de las aguas subterráneas. En este contexto, critica también que hay un «amplio número» de proyectos asociados a la instalación que han quedado fuera de consideración en el estudio de impacto ambiental porque se han evaluado de forma separada, a pesar de que son inherentes al mismo, como el vallado de la instalación, vivero de empresas, laboratorio, parque empresarial, acondicionamiento de acceso, suministro eléctrico, canteras y vertederos vinculados al movimiento de tierras. Considera que deberían haberse analizado de forma conjunta.

Nuclenor acepta la orden de cierre de Garoña e iniciará el predesmantelamiento

Europa Press.- Nuclenor, el titular de la central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos), ha aceptado el cierre definitivo de la planta, decretado este martes por el Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital tras reunirse este jueves su consejo de administración.

Según han informado, los accionistas han analizado la orden ministerial que deniega la solicitud de renovación de explotación de la central hasta marzo de 2031 y han acordado no iniciar ninguna actuación en contra de la decisión del Gobierno.

La orden ministerial de cierre que ha publicado este jueves el Boletín Oficial del Estado da la opción de presentar un recurso de reposición en el plazo de un mes en el marco del Proceso Administrativo de las Administraciones Públicas o bien un recurso contencioso-administrativo de la Audiencia Nacional.

Durante la reunión, el Consejo ha aprobado también las medidas para dirigir la empresa durante el periodo de desmantelamiento previo al traspaso de titularidad de la planta a la Empresa Estatal de Residuos (ENRESA).

La orden ministerial publicada este jueves en el BOE daba la opción de presentar un recurso de reposición contra la orden de cierre en el plazo de un mes en el marco del Proceso Administrativo de las Administraciones Públicas o bien un recurso contencioso-administrativo de la Audiencia Nacional.

El Ejecutivo justifica su decisión en el marco de la planificación energética futura; en que desde que Garoña dejó de producir electricidad no se ha producido ninguna «repercusión significativa» en el suministro eléctrico; en que su vuelta a la operación tardaría más de un año así como en la «incertidumbre sobre la disponibilidad de la central a medio plazo».

El desmantelamiento de una central nuclear paso a paso

EFE.- El proceso de desmantelamiento de una central nuclear, como el que deberá afrontar Garoña es una operación larga y compleja, en la que España cuenta con antecedentes exitosos a través de la Enresa, la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos.

Creada en 1984 se trata de una entidad pública y sin ánimo de lucro responsable de la gestión de los residuos radiactivos que se generan en cualquier punto del Estado.

La empresa pública es responsable del desmantelamiento de instalaciones nucleares como Vandellós I (Tarragona), José Cabrera o Zorita (Guadalajara), las del CIEMAT en Madrid, el reactor experimental Argos I de Barcelona, la antigua fábrica de uranio de Andújar o la planta Lobo G en Badajoz, entre otras, según refleja el 6º Plan General de Residuos Radiactivos.

El proceso que deberá afrontar Garoña, a partir de ahora, se podría segmentar en nueve claves aunque cada instalación requiere un «traje a medida» y conlleva incógnitas como la estimación del coste de la operación.

Primer paso. Actividades previas:

Se desarrollan bajo la responsabilidad del operador y consisten fundamentalmente en la gestión del combustible gastado (residuo de alta actividad) y en el acondicionamiento de los residuos de operación.

Finalizada las actividades previas y con la autorización ministerial correspondiente, la titularidad (Nuclenor en el caso de Garoña) deberá ser transferida a Enresa para la ejecución del Plan de Desmantelamiento y Clausura.

Segundo paso. Plan de desmantelamiento y clausura:

Una vez que cesa la actividad se debe elaborar la documentación reglamentaria del Plan de Desmantelamiento y Clausura de Santa María de Garoña. Este proceso se concibe como una actividad industria cuya finalidad es liberar completamente el emplazamiento y la adecuada gestión de los materiales resultantes.

Incluye desde la retirada de elementos convencionales, desmontaje de componentes radiológicos, descontaminación y restauración ambiental del emplazamiento donde se ubica la nuclear.

Tercer paso. Actividades preparatorias:

En caso de ser necesarios, como ocurrió en Zorita, se deberán adecuar sistemas e instalaciones auxiliares de la planta para su funcionalidad en las nuevas actividades que deberán acoger durante el desmantelamiento.

Por ejemplo en Zorita se transformó el edificio de turbinas en una instalación auxiliar para el tratamiento y almacenamiento temporal de residuos procedente del edificio de contención.

Cuarto paso. Desmantelamiento de elementos convencionales:

Comprende la intervención sobre instalaciones convencionales a medida que no se requiere su uso, como las torres de refrigeración edificios eléctricos, sala de control…

Quinto paso. Desmantelamiento de elementos radiológicos:

Antes de todo ello, el combustible nuclear gastado debe ser cargado en contenedores y almacenado en el ATI (almacén temporal individualizado) de la instalación.

El desmantelamiento de los componentes del circuito primarios, ubicados en el interior del edificio de contención, es una de una de las actividades más complejas. En el caso de Zorita requirió el uso de herramientas de corte manejadas a distancia para segmentar bajo el agua de la antigua piscina del reactor de elementos internos y de la vasija del reactor. Además se debe desmontar in situ otros grandes componentes del circuito primario como generador de vapor.

El caso de Vandellós es diferente pues se ha dejado en pie y sellado el cajón del reactor, que esta confinado y cubierto por una estructura de protección, que se mantendrá hasta el año 2028 en que se prevé su retirada al final de «periodo de latencia».

Sexto paso. Descontaminación y demolición de edificios:

Comprende la descontaminación de paredes y suelos de los edificios radiológicos, para una vez certificada la ausencia de cualquier traza residual, proceder a su demolición con técnicas convencionales.

Séptimo paso. Gestión de materiales:

Tiene como fin optimizar el volumen de residuos y se trata de una actividad básica que se mantiene durante todas las fases de desmantelamiento. Como ejemplo, el caso de la nuclear José Cabrera (Zorita), Guadalajar, se estima que hasta el final del proceso se gestionarán alrededor de 104.000 toneladas de los que un 4 % se catalogarán como residuos radiactivos (2 % en el caso de Vandellós 1).

Los residuos de baja y media actividad (RBM) serán ubicados en el Almacén de Residuos Radiactivos de Baja y Media Actividad de El Cabril, en Sierra Albarrana (Córdoba).

Octavo paso. Restauración del emplazamiento:

Su objetivo es devolver el emplazamiento a sus características iniciales. Garantiza que los suelos están limpios de cualquier posible radiactividad residual. Comprende el saneamiento de los terrenos y una caracterización final que permita solicitar la declaración de clausura, para devolver el emplazamiento a su propietario.

Noveno paso. Plazos:

A priori es difícil de determinar pues cada central requiere un «traje a medida». El 6º Plan General de Residuos Radiactivo indica que el desmantelamiento total (denominado Nivel 3) de las centrales nucleares de agua ligera se puede iniciar tres años después de su parada definitiva.

En el caso de la nuclear de Zorita el Estudio Básico de estrategias para el desmantelamiento de la central se presentó en 2003 con la planta con permiso hasta abril de 2006, tres años después (2006) el Plan de Desmantelamiento Preliminar, y el cronograma para su realización prevé que la caracterización final tenga lugar en 2019, 16 años después.

En el caso de Vandellós 1 la orden ministerial de cierre se aprobó en 1990, Enresa presentó el Plan de Desmantelamiento y Clausura en 1994, que se aprobó en 1998. En 2003 se concluyó el denominado nivel 2 y la última fase o desmantelamiento del cajón del reactor -nivel 3- esta prevista para el final del «periodo de latencia» en 2028.

Enresa prepara ya la documentación para solicitar el desmantelamiento y la titularidad de Garoña

Europa Press.- La Empresa Estatal de Residuos (ENRESA) ha entrado «en proceso de preparación» de la documentación para solicitar la autorización de desmantelamiento y la transferencia de la titularidad de la central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos), cuyo cierre definitivo anunció este martes el ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital, Álvaro Nadal.

Según ha informado la empresa, también realizará las actividades para preparar el desmantelamiento junto con el titular de Garoña, Nuclenor, tras la denegación de la solicitud para volver a producir electricidad hasta 2031.

Una vez que el ministro anunciase este martes la decisión adoptada por el Gobierno por «falta de certidumbre» política y de las propias empresas accionistas, Iberdrola y Endesa, ahora, según explica Enresa, comienza un periodo de transición hasta que la titularidad de Garoña sea transferida a la empresa estatal de residuos.

En este contexto, Enresa recuerda que hasta entonces, durante este proceso iniciado ahora la titularidad exclusiva seguirá siendo de Nuclenor, que en este periodo deberá efectuar determinadas tareas.

Estas pasan por acondicionar los residuos residuos operacionales, efectuar la descarga del combustible gastado de la piscina a los contenedores suministrados por Enresa para su disposición en el Almacén Temporal Individualizado (ATI) de la central.

Este paso por el ATI será previo a su traslado al almacén temporal centralizado (ATC) «cuando se encuentre disponible» ya que el proyecto, previsto en la localidad conquense de Villar de Cañas está paralizado en la actualidad.

Enresa precisa que Nuclenor también tiene la obligación de colaborar con Enresa en el conjunto de las actividades preparatorias para el desmantelamiento.

En cuanto al proceso de desmantelamiento, Enresa recuerda que en primer lugar se deberá presentar un estudio básico de estrategias para el desmantelamiento de la central por parte de Enresa al Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital.

A continuación también se presentará un Plan de Desmantelamiento al Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital y al CSN, en el que solicite la autorización de desmantelamiento.

Al mismo tiempo, en paralelo también deberá presentar un Estudio de Impacto Ambiental y solicitar la autorización preista en el artículo prevista en el artículo 37 del Tratado de Euratom, donde se evalúa el posible impacto transfronterizo.

Enresa señala que el proceso administrativo culminará cuando obtenga un informe favorable del CSN sobre el plan de desmantelamiento y la consiguiente autorización del Ministerio de Energía de la transferencia de titularidad de la central nuclear a Enresa para el inicio de la fase de desmantelamiento.

Finalmente, Enresa destaca que tiene una «singularmente amplia experiencia» en el desmantelamiento de instalaciones nucleares y pone de ejemplo los trabajos realizados en las centrales nucleares de Vandellós I (Tarragona) y de José Cabrera (Guadalajara), que en la actualidad está aún en fase de desmantelamiento, así como en el reactor experimental del CIEMAT.

El desmantelamiento de Garoña podría terminar en torno al año 2034 aproximadamente

Europa Press.- El ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital, Álvaro Nadal, ha estimado el tiempo del desmantelamiento de la central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos) en una horquilla de 13 a 16 años, lo que situaría el final de este proceso una vez pasado el año 2030.

En la comparecencia celebrada esta mañana para informar de la decisión del Gobierno de denegar la solicitud de Nuclenor, el titular de Garoña, de operar la planta hasta 2031, cuando hubiera llegado a los 60 años de vida útil, Nadal ha apuntado a que este proceso podría durar de 13 a 16 años.

En primer lugar, la central debe ser declarada en situación de cese definitivo de explotación, aunque su licencia de operación ya expiró el 6 de julio de 2013.

El Ministerio ha informado que, a continuación, el departamento que dirige Nadal deberá emitir la autorización de desmantelamiento, pero para ello el Consejo de Seguridad (CSN) emitirá un informe previo y, posteriormente, se emitirá la declaración de clausura.

Respecto a la autorización de desmantelamiento, esta deberá ser solicitada por la Empresa estatal de Residuos (Enresa), que será la empresa encargada de realizar estas actividades, que ya está próxima a terminar en la central de José Cabrera (Guadalajara), más conocida como Zorita y que dejó de operar en 2006.

En esta solicitud, Enresa además habrá de pedir la transferencia de titularidad de la central, y antes de la concesión de esta autorización y del traspaso de titularidad, se abrirá un periodo previo de desmantelamiento.

En esa fase, el titular, Nuclenor, deberá realizar un conjunto de tareas y la primera es descargar el combustible que está almacenado en la piscina de Garoña. En el caso de esta planta, el titular extrajo el combustible del reactor en diciembre de 2012, meses antes de que su licencia terminase en julio de 2013, a consecuencia de un nuevo impuesto al combustible nuclear.

Si bien, para descargar este combustible Nuclenor tendrá que construir un almacén temporal individualizado (ATI) en el que se pueda albergar todo el combustible gastado por la central a lo largo de sus casi 43 años de operación, ante la falta de un almacén temporal centralizado que ya debía haber entrado en funcionamiento en este 2017 de acuerdo con el mandato parlamentario.

Del mismo modo, antes de que Enresa asuma la titularidad de Garoña y se haga cargo del desmontaje y desmantelamiento de la central, Nuclenor deberá haber acondicionado los residuos generados durante la explotación (los residuos radiactivos de baja y media actividad que se gestionan por Enresa en El Cabril).

En la actualidad, el Reglamento de Instalaciones Nucleares y Radiactivas (RINR) no fija un plazo determinado para acometer el predesmantelamiento, pero Enresa calcula que el desmantelamiento podría comenzar unos seis años después de la parada definitiva del reactor y que podría durar aproximadamente diez años.

Una vez terminen las actividades desmanteladas, se acometerá el plan de restauración del emplazamiento que tendrá que ser verificado junto con el resto de las condiciones técnicas que se establezcan. Después de ese proceso el Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital deberá emitir la declaración de clausura.

Será entonces cuando Enresa devuelva el emplazamiento a su titular, en este caso Nuclenor, pero el Ministerio puede establecer restricciones de uso sobre los terrenos en los que se asentaba la instalación.

En concreto, el artículo 28 del Reglamento de Instalaciones Nucleares, precisa que el Ministerio declarará el cese de la actividad y establecerá unas condiciones que se deberán ajustar a las actividades a realizar en la instalación a partir de ese momento y el plazo en el que se deberá solicitar la autorización de desmantelamiento o bien de desmantelamiento y cierre.

En todo caso, se entiende por desmantelamiento todas aquellas actividades realizadas una vez obtenida la correspondiente autorización que permiten solicitar la declaración de clausura y que supondrá la desclasificación de la instalación y la liberación, total o restringida, del emplazamiento.

ERC pide que Nadal explique en el Congreso el retraso del ATC de residuos nucleares de Villar de Cañas (Cuenca)

Europa Press.- En medio de la polémica en la que la plataforma anti silo pide explicaciones por lo que consideran «mentiras» sobre el pago a Francia por albergar los residuos nucleares españoles, Esquerra Republicana (ERC) ha registrado en el Congreso una solicitud de comparecencia para que el ministro de Energía, Álvaro Nadal, explique cuál es la situación actual del proyecto del Almacén Temporal Centralizado (ATC) de residuos nucleares en la localidad de Villar de Cañas (Cuenca), que debía estar listo en 2016.

La decisión de llevar a cabo este almacén se aprobó en diciembre de 2011. Sin embargo, la iniciativa se ha ido retrasando a lo largo de los años entre concesiones de permisos estatales y autonómicos y el estudio de informes por parte del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) para dar el visto bueno a la localización. Fue en abril de 2016 cuando el órgano regulador ha dado el visto bueno.

La empresa pública responsable de gestionar los residuos nucleares en España, ENRESA, adquirió terrenos en la localidad conquense con unas dimensiones totales de 55 hectáreas. Según su planificación, los trabajos para la construcción de ATC debían iniciarse alrededor de 2014 y deberían estar terminados en dos años. Este retraso ha provocado un «sobrecoste», según denunció el pasado abril el presidente de la Sociedad Nuclear Española (SNE), José Antonio Gago. Y es que, este retraso en la construcción del ATC está obligando a las centrales nucleares a construir almacenes temporales individualizados (ATI) junto a cada planta.

La petición de ERC se une a otra sobre esa misma materia registrada por Ciudadanos el pasado mes de junio. Ambos partidos, junto al resto de la oposición, también pidieron al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), durante la última Comisión de Energía, Turismo y Agenda Digital de la Cámara Baja, que elabore un informe sobre la situación de este proyecto. Precisamente, el consejero de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural de Castilla-La Mancha, Francisco Martínez Arroyo, ha mostrado su «total satisfacción» sobre esta iniciativa aprobada en el Congreso de los Diputados, que plantea reevaluar la ubicación del ATC nuclear previsto realizar en el término municipal de Villar de Cañas (Cuenca).

El planteamiento que cuestiona la idoneidad del cementerio nuclear en esta ubicación fue apoyado a través de una resolución transaccional por la que se pide al CSN un informe sobre la adecuación de este almacén en el emplazamiento previsto. «Esto respalda lo que manifestamos desde el Gobierno regional», ha afirmado Martínez Arroyo, que ha recordado que los informes técnicos consideraban el emplazamiento «poco idóneo para un almacén nuclear». «Nos alegramos de que la mayoría de los diputados se hayan dado cuenta de ello», ha añadido el titular de Medio Ambiente.

En esta materia, se ha mostrado confiado en que el Gobierno central escuche al Parlamento y, en cualquier caso, ha advertido de que el Gobierno de Castilla-La Mancha «continuará reforzando su compromiso medioambiental respecto al entorno de la Laguna del Hito, porque no puede ser que se prohíba preservar un espacio natural que tiene los valores naturales para ser protegido».

Pago a Francia por residuos

Por su parte, la Plataforma contra la instalación del Almacén Temporal Centralizado (ATC) de residuos nucleares en la localidad conquense de Villar de Cañas ha pedido explicaciones tanto al Gobierno estatal como al alcalde del municipio, José María Sáiz, al considerar que «se ha mentido» al respecto de que España pagaba 65.000 euros diarios a Francia por albergar los residuos nucleares españoles como justificación para defender la necesidad de poner en marcha este ATC nuclear.

Según la portavoz de la Plataforma, María Andrés, «es indignante que durante años el gobierno de Rajoy y el alcalde Villar de Cañas dijeran que se estaban pagando 65.000 euros diarios de penalización por la custodia de los residuos nucleares y ahora, que se ha publicado que se empezará a contabilizar desde el 1 de julio, no reconocen que han mentido a sabiendas para manipular a la información pública a favor de construir un ATC ahora inútil». Insiste la portavoz en que «la realidad es que, 11 años después de la aprobación del sexto Plan general de residuos radiactivos, el ATC ya ha dejado de ser necesario, puesto que las centrales nucleares tienen ATIs o están a punto de tenerlos».

La Plataforma indica que según se ha publicado citando fuentes del Ministerio de Energía y Enresa «las cantidades a pagar se devolverán una vez vuelvan los residuos a España descontando los gastos de almacenaje«. «Estos residuos provenientes de la central nuclear de Vandellós I son, junto con los 500 elementos combustibles de Garoña en el centro de reprocesamiento de Sellafield, los únicos residuos nucleares de alta actividad, que están fuera de nuestras fronteras», apunta Andrés.

Ciudadanos pide que Nadal explique al Congreso el retraso en la construcción del ATC nuclear de Villar de Cañas (Cuenca)

Europa Press.- Ciudadanos ha registrado en el Congreso una solicitud de comparecencia para que el ministro de Energía, Álvaro Nadal, explique cuál es la situación actual del proyecto del Almacén Temporal Centralizado (ATC) de residuos nucleares en la localidad de Villar de Cañas (Cuenca), que debía estar listo en 2016. La formación naranja ha registrado, además, una pregunta sobre este mismo tema.

Ciudadanos recuerda en el documento que la decisión de llevar a cabo este almacén se aprobó el 30 de diciembre de 2011. Sin embargo, la iniciativa se ha ido retrasando a lo largo de los años entre concesiones de permisos estatales y autonómicos y el estudio de informes por parte del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) para dar el visto bueno a la localización. Ha sido en abril de este año cuando el órgano regulador ha dado el visto bueno.

La empresa pública responsable de gestionar los residuos nucleares en España, ENRESA, adquirió terrenos en la localidad conquense con unas dimensiones totales de 55 hectáreas. Según su planificación, los trabajos para la construcción de ATC debían iniciarse alrededor de 2014 y deberían estar terminados en dos años. Este retraso origina un «sobrecoste», según denunció el pasado mes de abril el presidente de la Sociedad Nuclear Española (SNE), José Antonio Gago, ya que la situación está obligando a las centrales nucleares a construir almacenes temporales individualizados (ATI) junto a cada planta.

El PSOE pide que los presidentes de Red Eléctrica, Enagás y Enresa expliquen en el Congreso los Presupuestos del Estado

Europa Press.– El PSOE quiere que los presidentes de Red Eléctrica, José Folgado, de Enagás, Antonio Llardén, y de Enresa, Juan José Zaballa, comparezcan en el Congreso para explicar el proyecto de Presupuestos del Estado, que remitió el ministro de Hacienda y Función Pública, Cristóbal Montoro. Así consta en la lista de comparecientes registrada por los socialistas para la próxima semana. Asimismo, el PSOE ha pedido que comparezca el presidente de la Comisión Nacional de la Competencia (CNMC), José María Marín Quemada.