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Europa, China y Estados Unidos insisten en que el pacto de París sea vinculante mientras los países subdesarrollados exigen financiación

EFE.- La Unión Europea, China o Estados Unidos, entre otras partes de la cumbre del clima de París, reclaman un pacto de lucha contra el cambio climático «legalmente vinculante«, aunque esta expresión tiene un sentido distinto para cada uno de ellos. Mientras, representantes de los países menos desarrollados piden a sus socios más ricos que asuman su mayor responsabilidad en el calentamiento global y acepten incluir exigencias diferenciadas en el acuerdo de reducción de emisiones que se negocia en la COP21.

Las delegaciones de los 195 países centran sus intensas negociaciones en el carácter legal del acuerdo, entre otros temas y, según diversas fuentes, se busca una fórmula cercana a lo que persigue Estados Unidos. Las fuentes también apuntaron a que esa expresión tiene un sentido distinto para cada una de las partes. El comisario de Acción por el Clima de la Unión Europea, Miguel Arias Cañete, reitera que quieren que el acuerdo y los 185 compromisos nacionales de reducción de emisiones presentados para el mismo sean jurídicamente vinculantes internacionalmente o quedarán en papel mojado. China y Estados Unidos también persiguen un pacto vinculante, pero, a diferencia de la Unión Europea, no lo quieren en su totalidad sino hasta cierto punto.

Estados Unidos busca un acuerdo por el que los países estén obligados a remitir compromisos de reducción de emisiones periódicamente, a tomar medidas internas para asegurar que cumplen lo prometido y a rendir cuentas regularmente, pero no pretende que los objetivos nacionales ofertados sean vinculantes. La legislación estadounidense dice que todo acuerdo vinculante con «objetivos» o cifras de cumplimiento obligatorio debe ser remitida al Senado, lo que el Gobierno Obama quiere eludir ante la posibilidad de que la mayoría republicana lo rechace. Esa delegación argumenta que su propuesta contentaría a países como China o India que no quieren «atar» las cifras de reducción de emisiones ofrecidas con esa fórmula legal.

Preguntado al respecto, Yvo de Boers, una de las personas que mejor conoce las negociaciones, de las que fue jefe como secretario de la Convención Marco de Naciones Unidas para el Cambio Climático (CMNUCC) entre 2006 y 2010, quita peso al hecho de que el futuro pacto sea «legalmente vinculante». Muchos países piden que lo sea a nivel internacional, «pero ¿qué significa? ¿Que si alguien no cumple lo llevas a la corte penal internacional? Eso nunca ocurre», señaló De Boers.

A su juicio tendría más sentido que fuera legalmente vinculante a nivel nacional, pues argumenta que «la promesa que has hecho en París, la llevas a tu Parlamento y la transformas en una ley que recoja el procedimiento para cumplirlo». De Boers vaticina que si hay un acuerdo final con todos los compromisos recogidos «y se dice que los países los implementarán en sus legislaciones y cada 5 años los revisarán y renegociarán la ambición, la Unión Europea lo aceptará» aunque no sea vinculante internacionalmente.

El embajador mexicano y miembro de la delegación de este país, Luis Alfonso de Alba, comparte la visión de que un acuerdo bien atado «en el que todas las partes pasan por un proceso de revisión del cumplimiento de sus obligaciones» es lo fundamental. Además, recuerda que el pacto prevé que cuando los países renueven en el futuro sus contribuciones nacionales no pueden prometer menos de lo ofrecido en 2015, lo que garantiza que irán revisando al alza aunque las promesas no sean jurídicamente vinculantes.

Determinará la fuerza legal del acuerdo «su contenido, no su nombre ni si es o no vinculante internacionalmente», subrayó por su parte la experta en temas legales del World Resources Institute, Eliza Northrop, quien augura que el resultado será una combinación de textos vinculantes y no vinculantes muy similar a lo que busca Estados Unidos. Northrop explicó que el acuerdo en sí será un pacto legal internacionalmente, por lo que para formar parte del mismo los países deberán ratificarlo posteriormente.

En cualquier caso, esa fórmula se sigue discutiendo en París, donde hay un nuevo texto de negociación con cinco páginas menos (50 en lugar de 55) pero con más paréntesis (1.400 frente a 1.250). El documento cuenta con 250 opciones abiertas que afectan fundamentalmente a las cuestiones más peliagudas: la financiación, mitigación y adaptación al cambio climático en los países en desarrollo y la diferenciación entre países ricos y pobres respecto a cumplir los compromisos.

Piden a Occidente más responsabilidad

Representantes de los países menos desarrollados pidieron a sus socios más ricos que asuman su mayor responsabilidad en el calentamiento global y acepten incluir exigencias diferenciadas en el acuerdo de reducción de emisiones que se negocia. «Es responsabilidad de todos, colectivamente. Pero tienen una mayor responsabilidad nuestros socios desarrollados, que son los que tienen la responsabilidad histórica de acudir con objetivos muy ambiciosos», afirmó el ministro de Medioambiente de Gambia, Pa Ousman Jarju, que lidera el grupo de países menos desarrollados en las negociaciones climáticas y alertó de que, si no se resuelven estas diferencias, será difícil llegar a acuerdos.

«Somos diferentes, tenemos diferentes capacidades y tenemos que asegurar que hay un acuerdo que refleja esto», dijo. En este sentido, señaló que es justo que la India defienda que tiene una posición diferente a la de otras grandes economías, debido al alto nivel de pobreza del país, por lo que consideró «justo» que trate de proteger a esta población. WWF pidió también que se tenga en cuenta la diferenciación en las negociaciones sobre el clima, de modo que se pongan sobre la mesa los conceptos de «responsabilidad y capacidad» a la hora de decidir qué esfuerzos deben hacer las partes.

Asimismo, Ousman Jarju hizo hincapié en la necesidad de que el acuerdo incluya un reconocimiento explícito sobre la ayuda ante los daños y pérdidas ocasionados por los efectos del cambio climático en los países más vulnerables. «Si la cuestión de las pérdidas y daños no se tiene en cuenta de manera adecuada, no habrá un resultado en París», resaltó. También consideró esencial asegurar que el paquete de medidas que salga de la COP21 incluya «financiación nueva, adecuada y predecible». En este sentido, aplaudió  la cooperación sur-sur anunciada por China, pero avisó de que ello «no sustituye» a las aportaciones que, a su juicio, los países ricos deben hacer y que no han de incluirse en ese paquete créditos a devolver.

Ban Ki-moon no se moja

Por su parte, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, apremió a todos los países, ricos y pobres, a ser flexibles y demostrar su compromiso para alcanzar en París un acuerdo para combatir el cambio climático. «Todavía queda mucho trabajo por hacer. Siguen sin resolverse asuntos esenciales y no queda mucho tiempo», dijo Ban, que instó a los países desarrollados a «reconocer su responsabilidad de encabezar» el proceso y a las naciones en vías de desarrollo a «hacer más en línea con sus crecientes capacidades». En ese sentido, recordó que dentro de los países en desarrollo hay distintos niveles de riqueza y posibilidades y puso como ejemplo los fondos de cooperación prometidos por China.

El diplomático coreano, mientras tanto, evitó pronunciarse sobre una de las cuestiones esenciales de las discusiones: si el acuerdo que salga debe ser jurídicamente vinculante o no. Ban dijo que, por ahora, «se discuten muchas ideas» en ese ámbito y subrayó que lo importante es que haya un pacto que sea firme y universal. «El mundo ha estado demasiado tiempo sin un acuerdo climático universal que incluya a todos los países como parte de la solución. No podemos retrasarlo más», insistió Ban. El responsable de la ONU recordó que no hay «un acuerdo perfecto», pero dejó claro que el resultado de la negociación debe situar al mundo en el camino correcto para «una prosperidad a largo plazo, estabilidad y paz».

Las ONG piden que se deje de financiar las energías fósiles inmediatamente mientras WWF ve avances en la negociación climática

EFE / Europa Press.- La delegación de WWF para las negociaciones de la Cumbre del Clima en París valoró el nuevo borrador del acuerdo y considera que se han producido algunos «avances» pero considera que «son muy lentos«. Asimismo, otras ONG que representan a la sociedad civil también celebraron los ligeros avances de los primeros días de intercambios, pero urgieron a los líderes mundiales a presentar planes concretos de financiación y a eliminar los subsidios a los combustibles fósiles.

«Hay que dejar de financiar los combustibles fósiles», subrayó el responsable de Oil Change International, Alex Doukas, en representación de la Red de Acción Climática en la que se agrupan gran parte de las organizaciones no gubernamentales presentes en la COP21. Doukas indicó que cada año se destinan más de 44.000 millones de dólares en subsidios fósiles, frente a los 22.000 millones que se invierten en renovables. «Es una verdadera desgracia» que los países del G7 y Australia destinen «44 veces más» dinero a subsidios a hidrocarburos que al Fondo Verde por el clima, añadió.

Otro de los puntos en los que las delegaciones deben progresar, antes de presentar el sábado un borrador de las negociaciones, pasa por exponer planes concretos de financiación en la lucha contra el calentamiento con «reglas para contar el dinero de forma transparente», destacó Raman Mehta, de la Fundación Vasudha. Es «necesario que los ministros empujen el texto adelante y no se centren en los detalles», dijo Mehta, de cara al tramo duro de las discusiones a partir del próximo lunes con vistas a alcanzar un pacto universal y jurídicamente vinculante el 11 de diciembre.

Entre los aspectos positivos de los primeros días de negociaciones es un mayor consenso para lograr un objetivo aún más ambicioso que limitar el aumento de la temperatura del planeta a 2 grados centígrados en 2100 frente a los niveles preindustriales. «Parece que hay más comprensión sobre que 1,5 grados ya es en sí peligroso» y «el hecho de que el presidente de Francia, François Hollande, lo mencionara en su discurso muestra que tiene más apoyo», destacó Kaisa Kosonen (Greenpeace).

Agregó que también se acercan posturas entre los 196 países y la Unión Europea sobre la «necesidad de deshacerse de los combustibles fósiles para mediados de siglo» y valoró que haya 43 países que apoyen una transición al 100% a energías renovables a medio plazo. «Si le preguntas a cualquier oceanógrafo te dirá que hay que acabar con las emisiones ahora mismo», precisó al añadir que, a su juicio, es imprescindible que el texto final tenga «un lenguaje claro para los inversores y las empresas».

WWF ve avances «muy lentos»

Por su parte, la jefa de la delegación de WWF, Tasneem Essop, indicó sobre el texto preliminar que encontrar soluciones para proteger al mundo de los «devastadores estragos» del cambio climático requerirá «arduas negociaciones y múltiples textos preliminares«. Por ello, cree que aunque el proceso de negociación está en sus inicios, el proceso necesitará «bastante trabajo por delante» si se quiere convertir este texto de negociación en un acuerdo ambicioso y justo. «En general, el texto no ha variado en gran medida de lo que ya se estaba trabajando», puntualizó.

En concreto, ha explicado que los negociadores han elaborado un texto con los elementos clave del acuerdo que los líderes mundiales esperan ver, de acuerdo con sus discursos de la sesión inaugural del pasado 30 de noviembre. «Hasta ahora los cambios son una suerte de paquete mixto«, ha añadido. A su juicio, está claro que el avance ha sido «muy lento», pero reconoce que las opciones están ahora «mucho más claras y mejor estructuradas» aunque, en general, hay varias opciones «divergentes» en la versión del texto actual. «Por ahora, solo están reacomodando las sillas en la cubierta para poder ver mejor el iceberg», ha concluido.

La India bloquea las negociaciones del acuerdo climático de París y la Unión Europea empieza a flexibilizar su postura

EFE.- Las negociaciones de cerca de 200 países para lograr un acuerdo universal contra el cambio climático están en punto muerto por el bloqueo de India, que presiona para que el acuerdo diferencie claramente las responsabilidades entre naciones desarrolladas y en desarrollo en los puntos clave. Mientras, la Unión Europea mantiene su exigencia de que el acuerdo climático perseguido incluya objetivos de mitigación jurídicamente vinculantes, algo que rechaza Estados Unidos, por lo que reconoció estar considerando opciones para llegar a un consenso.

Pese a que el presidente de India, Narendra Modi, subrayó en la inauguración de la cumbre del clima que su país «no quiere quedar fuera» del pacto global que se prevé aprobar en París, India no ha defraudado las expectativas de quienes vaticinaban que se convertiría en el Estado que más iba a complicar el acuerdo. La jefa del equipo negociador español, Valvanera Ulargui, explicó que India se opone a que la diferenciación entre países ricos y pobres, en que se basa el Protocolo de Kioto (1997), «se vaya diluyendo».

India persigue que las contribuciones de reducción de emisiones para el futuro acuerdo sean de cumplimiento «voluntario» para los países en desarrollo, entre los que se incluye, y sólo sean jurídicamente vinculantes para los países que un anexo de la ONU de 1992 consideró «ricos». Esa división entre ricos y pobres de 1992 dista mucho de la realidad actual y de ella no quieren ni oír hablar ni Estados Unidos ni la Unión Europea, que se oponen a que los compromisos de los países en desarrollo sean de cumplimento voluntario.

La negociación no sólo permanece paralizada en ese punto, también lo está en todos los párrafos más importantes del acuerdo, cuyo cumplimiento India quiere condicionar a la recepción de financiación por parte de los países desarrollados. La propia contribución presentada por India, el tercer mayor emisor tras China y Estados Unidos, de reducir la intensidad de sus emisiones entre un 33-35% para 2030 respecto a 2005 y que el 40% de su electricidad provenga de renovables, está condicionada a la recepción de 206.000 millones de dólares de la comunidad internacional.

Transferencia sin coste de conocimientos

India quiere, además, que el acuerdo recoja la obligatoriedad de los Estados desarrollados de transferir, sin coste, conocimiento en tecnologías bajas en carbono a los países en desarrollo, un asunto regulado por la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual y que no puede ser tratado en esta convención. El país asiático no está solo: un buen número de naciones en desarrollo que se beneficiarían de que las contribuciones sean voluntarias le secundan en silencio. «Tememos que China, que oficialmente se presenta como facilitador, sea más bien un apoyo», indicó un negociador de la delegación británica.

Para los negociadores más optimistas el bloqueo de India forma parte de una postura táctica y esperan que la próxima semana, cuando los ministros acudan a París a ultimar el acuerdo, la India ceda si se les asegura la financiación y parte del lenguaje que desean en transferencia tecnológica. Hay quien va más allá y cree que el bloqueo se debe a un conflicto de «orgullo país» mal gestionado: países como Estados Unidos no han dejado de repetir en los últimos meses lo «cooperante» que estaba China para alcanzar un acuerdo internacional, frente a «lo problemática» que estaba siendo India.

«India se ha podido sentir herido como país porque no se haya reconocido su recorrido», indicó la ex secretaria de Estado española de cambio climático Teresa Ribera. La realidad es que el mix energético de India es cada vez más limpio y que, aunque el carbón es la fuente de energía más barata y abundante del país, cada vez más caro y complicado de extraer.

«La mayoría de los bancos ven más potencial en financiar proyectos solares que nuevas plantas de carbón», aseguró un delegado de India en la cumbre, al tiempo que consideró que su país «no puede aceptar limitar duramente sus emisiones cuando todavía estamos tratando de alumbrar a gran parte de la población, el 20% de nuestros habitantes no tienen acceso a la electricidad». Apuntó a que los países ricos son los principales responsables del cambio climático, y que aún «un estadounidense medio emite 10 veces más al año que la media de un habitante en India».

La única manera de acercar posturas, por ahora, cuando ninguna delegación quiere ceder en sus líneas rojas, sería que los más ricos aporten fondos para ayudar a financiar el recorte de emisiones de los que están en desarrollo. Las «diferencias en la negociación en estos momentos son sanas, no se está debatiendo en contra de nadie», dijo la secretaria de la Convención Marco de Cambio Climático de la ONU, Christiana Figueras, quien insistió en que «queremos un acuerdo con todo el mundo a bordo, nadie se quedará en el camino».

La Unión Europea busca consensos

Bruselas mantiene su exigencia de que el acuerdo climático incluya objetivos de mitigación jurídicamente vinculantes, según afirmó Elina Bardram, negociadora de la delegación comunitaria. «Abogamos con fuerza por objetivos de mitigación jurídicamente vinculantes, y al mismo tiempo, como en toda negociación, tenemos que escuchar a todas las partes y considerar las circunstancias que nos permitan llegar al acuerdo más general, inclusivo y dinámico«, aseguró Bardram.

La negociadora europea recalcó que, en cualquier caso, la «fortaleza y la credibilidad» del acuerdo que se espera que salga de París «no se va a juzgar en función de una sola cuestión, sino del nivel de ambición de varios elementos del acuerdo». Apuntó a cuestiones como el establecimiento de un sistema de transparencia y rendimiento de cuentas a la hora de mostrar los esfuerzos hechos por cada país para cumplir con sus objetivos, así como el modo en que se fija la mitigación y cómo se formulan los compromisos que van a ser aplicados.

«Las negociaciones están en marcha, no ha habido ninguna concesión por parte de la Unión Europea, pero, como otros, estamos mirando soluciones que nos lleven a un acuerdo», manifestó Bardram. La negociadora instó también a todas las partes a acelerar los trabajos para poder alcanzar un consenso para el día 11, cuando finalizará la cumbre. «El trabajo duro acaba de comenzar ahora, hemos empezado esta sesión final con un texto de 51 páginas y claramente demasiadas opciones sobre la mesa. Las negociaciones tienen que ponerse a trabajar seriamente, para acortar y pulir el texto», apuntó.

«La gente se está reservando las balas como si fuéramos a estar en París tres semanas, en vez de dos», afirmó por su parte Karsten Sach, una de las negociadoras de la delegación alemana. Sach mostró su pesar porque las conversaciones no están avanzando tan rápido como desearía y consideró que los políticos deberían poner presión sobre los técnicos para que aceleren su trabajo. En la misma línea, Bardram afirmó que es necesario que se busquen ya puntos en común entre las diferentes partes y apuntó que la Unión Europea está dispuesta a actuar como una «constructora de puentes», así como a «comprometerse en negociaciones sustanciales» para lograr que la temperatura global permanezca por debajo de los dos grados Celsius.

China promete reducir un 60% sus emisiones invernadero del sector energético en 2020 y WWF cree que puede cumplir

Mientras diversas urbes de todo el planeta se comprometieron durante la conferencia medioambiental de París (COP21) a destinar el 10% de sus presupuestos anuales a mitigar el cambio climático, el gobierno de China anunció que reducirá sus emisiones de gases de efecto invernadero del sector energético en un 60% de aquí a 2020 y que las emisiones anuales de CO2 disminuirán en 180 millones de toneladas.

El país vive esta semana una crisis de contaminación del aire que ha provocado que se emitiera un alerta naranja, el segundo nivel más alto, que conlleva el cierre de autopistas y la paralización de obras de construcción y recomendaciones a los ciudadanos para que permanezcan en sus casas. El Ministerio de Protección Medioambiental indicó que las emisiones se disparan durante el invierno por los sistemas de calefacción y la baja ventilación natural. Por su parte, el delegado de China en París, Su Wei, subrayó con «preocupación» lo que considera que es una «falta de compromiso de las naciones más ricas para recortar drásticamente sus emisiones de CO2 y ayudar a los países en desarrollo a abordar el calentamiento global.

Tras el anuncio y también desde París, la ONG WWF apuntó que los compromisos expresados por China «no solo son posibles, sino también económica y técnicamente viable». El informe Future Generation 2.0 de WWF concluye que China dispone de potencial técnico para generar el 84% de sus necesidades energéticas con fuentes renovables en 2050 y a un coste mucho más bajo» que dependiendo del carbono.

El análisis del Instituto de Investigación de Transición Energética en el que se basa el informe de WWF sobre China revela que el país podría cumplir con los compromisos internacionales expresados antes de la COP de París para que las emisiones lleguen a su límite y se reduzcan significativamente y se genere el 20% de su energía mediante fuentes de combustibles no fósiles en 2030, por lo que podría prescindir del carbón en su mix energético en 2050 o antes.

La líder de la Iniciativa Global de Clima y Energía de WWF, Samantha Smith, destacó que China tiene una «gran oportunidad» en las negociaciones del clima de Naciones Unidas para «promover más apoyo» de cara a lograr un «sólido acuerdo». «Nuestra información muestra que los objetivos que China ha establecido no solo son ambiciosos, sino que son totalmente realistas», ha subrayado, al tiempo que ha añadido que el informe publicado por la ONG demuestra que el futuro de bajas emisiones está al alcance y a una fracción del coste de la trayectoria actual de China.

Para el director de WWF en China, Lo Sze Ping, el informe demuestra que «es posible» y que para lograr un futuro «altamente eficiente y alimentado por renovables, la voluntad política es un elemento clave». «Mientras más rápido el gobierno de China envíe señales claras para la transición energética, más pronto podemos garantizar un crecimiento sostenible para nuestra economía», alentó.

Presupuestos contra el cambio climático

Cali, México, Río de Janeiro, Santa Fe y otras 15 urbes de todo el planeta se comprometieron  en la COP21 a destinar el 10% de sus presupuestos anuales a mitigar el cambio climático. Esa promesa representa un compromiso de 5.200 millones de dólares que afectará a 33 millones de personas, señaló la Fundación Rockefeller, que impulsa la iniciativa junto con el grupo «100 ciudades resilientes». Forman también parte de ese compromiso capitales como Accra, Ammán, Atenas, Kigali y París, así como otros los municipios estadounidenses de Berkeley, Boulder, Nueva Orleans, Oakland, Pittsburgh y Tulsa, la británica Bristol, la libanesa Biblos, la china Huangshi, la holandesa Rotterdam o la japonesa Toyama.

Obama asegura que las medidas contra el cambio climático son «un imperativo» económico y de seguridad

Europa Press / EFE.- El presidente estadounidense, Barack Obama, reclamó un «esquema perdurable» para afrontar el cambio climático porque las medidas contra este problema son «un imperativo» económico y de seguridad. En el marco de la Conferencia de las Partes de la Convención de Cambio Climático de la ONU que se celebra en París (Francia), Obama aseguró que Estados Unidos buscará un acuerdo que impulse las economías además de ayudar al medio ambiente.

A su juicio, si se deja que el mundo se caliente y los niveles del mar aumenten «tan rápido como lo están haciendo» y que los patrones climatológicos sigan cambiando de maneras «más inesperadas», entonces pronto habrá que destinar más y más recursos económicos, no en oportunidades de crecimiento para los pueblos sino en adaptarse a las «vastas consecuencias del clima cambiante». Además, considera que un pacto por el clima fuerte enviaría una señal tanto a los investigadores como a los inversores de que el cambio es necesario y que podrá estimular la innovación energética. Por ello, Obama ha manifestado que espera que Estados Unidos pueda apoyar sus compromisos climáticos para ayudar a otros países a presentar sus objetivos energéticos.

«Todavía necesitamos un acuerdo en París», indicó Obama, que añadió que su principal objetivo es lograr asegurar que Estados Unidos sea «un líder en llevarse un acuerdo satisfactorio para casa». Finalmente, ha advertido de que el aumento del nivel del mar y el calentamiento del clima podría mermar los recursos económicos. En este contexto, apuntó que «la mejor manera de dirigir la innovación y de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero es «ponerle precio» pero no espera que eso suceda por parte de la actual mayoría republicana en el Congreso y Senado estadounidense.

«Si pones un precio, entonces el mercado entero respondería», admitió Obama que estima que si la gente se da cuenta de los costes del cambio climático, entonces se empezará a poner una etiquetar el precio del daño que se está haciendo. «Obviamente no mantengo ninguna ilusión de que este Congreso imponga algo como eso», confesó el presidente estadounidense respecto a que los políticos de su país establezcan un sistema de mercado de emisiones de CO2.

La cumbre climática COP21 persigue hasta el 11 de diciembre un acuerdo para reducir las emisiones de CO2 que por primera vez englobe a la mayoría de los países, asumiendo Estados Unidos su papel de segundo emisor mundial. En este sentido, Obama subrayó el «liderazgo» que Estados Unidos y China han asumido en la cuestión climática desde que mostraran su disposición a contribuir a contener el calentamiento del planeta, una percepción que quiso reforzar inaugurando su presencia en la COP21 con un encuentro bilateral con el presidente chino Xi Jinping.

Seis años después de que Estados Unidos contribuyera a forjar el fiasco de la cumbre climática de Copenhague, Obama se dice consciente en el tramo final de su mandato de la necesidad de tomar cartas en la lucha contra el calentamiento global. Aunque el presidente estadounidense no ha dado muestras de aceptar el acuerdo climático vinculante que otras partes como la Unión Europea reclaman, sí ha advertido de que su país debe actuar para no perder influencia en una cuestión que «todo el mundo se está tomando muy en serio«.

La prioridad de Europa es lograr un acuerdo «ambicioso» de reducción de las emisiones, que cuente con un mecanismo de transparencia al que estén sujetas todas las partes para asegurar que cumplen y con un sistema de revisión periódica que les permita ir aumentando los esfuerzos comprometidos. Al igual que China, Estados Unidos quiere margen para decidir de qué modo pone en la práctica la lucha contra el cambio climático. «La gente puede tener la confianza de que cumpliremos», afirmó Obama, quien advirtió de que, incluso en el caso de que el próximo inquilino de la Casa Blanca sea un republicano, Estados Unidos deberá mantener los objetivos climáticos para no dañar su credibilidad e influencia.

Las organizaciones ecologistas como Greenpeace celebran que Estados Unidos llegue, aunque sea tarde, a la lucha contra el cambio climático, pero advierten de que para ser creíble tiene que ir más allá. El escepticismo también es compartido en otros socios que aún recuerdan que Obama llegó a la anterior cumbre, en Copenhague, con la promesa renovadora que inspiraba su Yes, we can (Sí, podemos) y se marchó sin romper con la postura tradicionalmente inmovilista de Estados Unidos en materia climática.

Empleados de Iberdrola llegan a París para entregar el manifiesto contra el cambio climático de la compañía

Europa Press / EFE.- Empleados de Iberdrola han llegado a París tras realizar una ruta de 12 de etapas en bicicleta eléctrica para entregar el manifiesto contra el cambio climático de la compañía y dar a conocer en la COP21, la Cumbre de Cambio Climático que se celebra hasta el 11 de diciembre, los compromisos de reducción de emisiones de la compañía.

La ruta, bajo el lema #Just2Challenge, comenzó el 20 de noviembre en Bilbao, con motivo de la presentación del Manifiesto contra el Cambio Climático de Iberdrola, un acto que contó con la presencia del presidente de Iberdrola España, José Luis San Pedro. Tras su intervención, el presidente de Iberdrola España entregó el Manifiesto de Iberdrola al equipo de profesionales de cambio climático de la compañía que llegaron a París, tras recorrer 1.400 kilómetros tras su paso por ciudades como San Sebastián, Biarritz, Tours u Orleáns.

A través de #Just2Challenge, Iberdrola persigue sensibilizar a toda la sociedad sobre la necesidad de alcanzar un acuerdo vinculante en la COP21 que permita limitar el incremento de la temperatura por debajo de los 2ºC a final de siglo, límite establecido por el comité científico IPCC. Además, los profesionales que participaron en esta ruta quisieron transmitir que el sector eléctrico debe ser parte de una solución en la que deben participar, además, todos los actores: administraciones públicas, empresas y ciudadanos. Esta iniciativa se ha podido seguir desde la web www.just2challenge.com, en la que se ha ido contando el día a día del viaje emprendido en Bilbao, además de concienciar sobre la necesidad de dar respuesta a este importante reto global.

El Manifiesto contra el Cambio Climático de Iberdrola fija los cinco ejes principales de la empresa en su lucha contra el calentamiento global. Plantea, en primer lugar, la necesidad de actuar lo antes posible contra este reto global que implica a toda la sociedad. Esta actuación debe pasar por un acuerdo vinculante que permita limitar el incremento de la temperatura global por debajo de los 2ºC para el año 2100.

En la consecución de este acuerdo, Iberdrola considera que el sector eléctrico, que representa el 28% de las emisiones mundiales de CO2, debe jugar un papel esencial, mediante el impulso de tecnologías renovables sostenibles y eficientes. Para que este impulso a las fuentes de generación limpias sea efectivo y sostenible, es necesario, tal y como Iberdrola refleja en su Manifiesto, que se dé una señal real de los precios del CO2 y que afecte a todos los sectores económicos, no únicamente a la generación de energía eléctrica. Iberdrola considera que, si se transmiten de forma correcta estas señales, las políticas climáticas no solo aportarán soluciones contra el calentamiento global, sino que también supondrán una oportunidad de crecimiento económico y prosperidad.

La compañía, cuyas emisiones por kilovatio hora (kWh) son ya un 30% inferiores a la media del sector eléctrico europeo, apoya el proceso de negociaciones sobre cambio climático y considera imprescindible la aportación del sector privado en las mismas. Por ello se ha comprometido en la Cumbre del Clima de París a reducir su intensidad de emisiones en un 50% para 2030, con respecto a sus emisiones específicas de 2007, y de ser neutra en carbono en el año 2050.

Francia promete en la Cumbre de París 2.000 millones de euros para fomentar las renovables en África

EFE / Europa Press.- El presidente francés, François Hollande, se comprometió a desbloquear 2.000 millones de euros hasta 2020 destinados al fomento de las energías renovables en África, para que contribuya también a combatir el calentamiento climático. «Francia quiere dar ejemplo«, dijo el presidente galo, que reunió en la cumbre del clima de París a una docena de jefes de Estado para estudiar las ayudas de los países desarrollados al continente africano.

De esta forma, Francia multiplica por dos la ayuda a este capítulo con respecto al quinquenio anterior y «supone un impulso al fondo de 100.000 millones» que los países en vías de desarrollo han pedido en París para afrontar la transición energética. El dinero, dijo Hollande, podrá canalizarse a través de la llamada Iniciativa Africana sobre las Energías Renovables que dirige la Unión Africana (UA), presente también en la cumbre climática. Los presidentes africanos se mostraron dispuestos a reducir sus emisiones, pero aseguraron que no podrán hacerlo sin el respaldo de los más ricos. «Nosotros no hemos fomentado el calentamiento climático, pero somos quienes más lo sufrimos», aseguró la presidenta de la UA, Nkozasana Dlamini-Zuma.

Hollande señaló que la aportación francesa busca que otros países contribuyan al fondo común de ayuda a la implantación de las renovables en ese continente. El dinero «permitirá la puesta en marcha de proyectos concebidos por gobiernos africanos o por organizaciones de la sociedad civil», indicó. El Banco Mundial y otras instituciones afirmaron que estudiarán modalidades de financiación de esos proyectos. El presidente francés aseguró que el fomento de las energías solar, eólica, hidroeléctrica o geotérmica, «en función del potencial de cada país», entran en los proyectos que se financiarán. Hollande indicó que todos esos proyectos deben «ir acompañados de la lucha contra el terrorismo», porque de lo contrario «las infraestructuras que se construyan serán enseguida destruidas» por grupos yihadistas.

Francia restringe más las manifestaciones

La Policía francesa prolongó un día más la prohibición de manifestarse en torno a la Cumbre del Clima de París (COP21), hasta el 13 de diciembre, y extendió la restricción a municipios de la periferia de la capital francesa como Le Bourget, donde se celebra la conferencia.La nueva orden policial se enmarca dentro de las medidas excepcionales de seguridad adoptadas tras los atentados del 13 de noviembre. Además de prohibir manifestaciones en las zonas colindantes a la Cumbre del Clima, se impedirá categóricamente que se celebren protestas en varios puntos específicos de París como los Campos Elíseos, el Grand Palais o la Plaza de la Concordia, todos ellos relativamente cerca del Palacio del Elíseo.

Un portavoz de la Policía explicó que si bien no se impiden automáticamente las manifestaciones en otros puntos de la capital entre las fechas señaladas, las fuerzas de seguridad analizarán si la naturaleza de las mismas supone un riesgo para la seguridad antes de autorizarlas. Las penas por incumplir esa disposición de seguridad pueden ascender a seis meses de prisión y a 7.500 euros de multa. El pasado domingo, en la víspera de la inauguración de la COP21, las unidades de antidisturbios de la Policía dispersaron con gases lacrimógenos y cargas una protesta en la plaza de la República, en el centro de París, vinculada con la Cumbre del Clima.

Pese a que la manifestación no había sido autorizada, sí se permitió que, apenas dos horas antes, se formase una cadena humana que se extendió pacíficamente a lo largo de varias avenidas y bulevares del este de París, desde la plaza de la República hasta la plaza de la Nación, un recorrido de unos 3 kilómetros. Desde el pasado 26 de noviembre, y en aplicación del estado de emergencia que rige en Francia tras los atentados, se ha colocado en libertad vigilada a 24 militantes ecologistas que, entre otras medidas, tienen obligación de presentarse 3 veces al día en comisaría.

Tejerina señala la Cumbre de París como la oportunidad de cambiar a un modelo de desarrollo adaptado al cambio climático

Europa Press / Servimedia.- La ministra de Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, indicó que la próxima Cumbre del Clima de París, que comienza el próximo 30 de noviembre, es «la oportunidad dar un salto cualitativo hacia un cambio de modelo de los patrones de desarrollo y de inversión» que, a su juicio, «deben ser bajos en emisiones y capaces de adaptarse al cambio climático».

Durante las jornadas Las claves de la Cumbre del Clima: Paris 2015, la ministra destacó que París es el «punto de partida» de un camino que hay que recorrer «trabajando juntos» hasta conseguir que el incremento de la temperatura media global en la superficie de la Tierra no supere, en 2100, los 2ºC con respecto a los niveles preindustriales, límite considerado crítico por los científicos expertos. «Sin ninguna duda la vía multilateral es la única posible para dar respuesta al desafío del cambio climático, porque nos afecta a todos, porque lo que unos hacen, impacta a los demás, y porque precisamos de la ayuda de todos para afrontarlo», insistió Tejerina.

En cuanto a la participación de España, la titular de Medio Ambiente señaló que el país tiene «una posición muy activa en el marco de las negociaciones internacionales» y que las autoridades acudirán a la capital francesa «con un compromiso claro», el que se alcanzó en octubre de 2014 entre los jefes de Estado europeos: el Marco 2030 de clima y energía. Según explicó, este acuerdo incluye la reducción de las emisiones de gases efecto invernadero en, al menos, un 40% sobre los niveles de 1990; conseguir una participación de las energías renovables del 27% del consumo total de la energía; y mejorar la eficiencia energética también en un 27%.

Además, Tejerina señaló que en París también se tratará el ámbito de la financiación, un aspecto en el que la Unión Europea es «uno de los mayores proveedores de fondos». Así, recordó que en 2014 los 28 estados miembros aportaron 14.500 millones de euros para paliar el cambio climático, de los que 463 millones eran aportación de España. El país también participará con la presentación de una iniciativa para el fomento del vehículo eléctrico, un proyecto junto a Francia y Portugal. «El reto de París alcanzar un acuerdo global y jurídicamente vinculante que incluya los objetivos de reducción de gases en todos los países, en especial las grandes economías«, apuntó.

Tejerina indicó que hace más de 30 años se conocieron los primeros estudios que preveían de «un posible cambio climático permanente e irreversible a escala mundial» debido al incremento de los gases efecto invernadero por la quema de combustibles fósiles (petróleo, gas natural y carbón). Hubo que esperar hasta el Protocolo de Kioto de 1997 para fijar los primeros compromisos de reducción de emisiones de gases contaminantes y, desde entonces, «el mundo ha ido tomando conciencia del desafío al que nos enfrentamos«, comentó Tejerina, que recordó que el Protocolo de Kioto lo suscribieron 38 países, que representaban un 30% de las emisiones. «De la acción de unos pocos hemos pasado al compromiso de muchos», concluyó.

En este sentido, Tejerina comentó que el acuerdo de París debe incluir tres elementos principales: «Dar una señal clara sobre la necesidad de abrir un proceso hacia la descarbonización de la economía; ser ambicioso, duradero y revisable, de forma que cada cinco años podemos hacer un balance, y contar con un sistema que sea transparente en la rendición de cuentas y podamos evaluarlo«. «El camino que se abre será un éxito si lo decidimos y los recorremos entre todos», apostilló.

En el acto también ha participado el Ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, que tiene «muchas esperanzas» puestas en la Cumbre del Clima, a la que espera que «todos los países vayan con los deberes hechos» y se alcance un acuerdo vinculante puesto que los 170 Estados representados en París suponen el 94% de las emisiones en todo el mundo. «Es importante la financiación, los recursos que se van a invertir en el que es el gran desafío de la humanidad de todos los tiempos», apuntó García-Margallo, quien añadió que «los cambios que se han producido en el escenario económico de los últimos años han supuesto también «una revolución en el ámbito de las ideas».

García-Margallo criticó a «los anticonservacionistas que no aceptan los hechos y van retrocediendo de trinchera en trinchera». Sin embargo, destacó que «la batalla está ganada desde el punto de vista científico», con lo que conviene reducir las emisiones de CO2. «A partir de ahora, cualquier programa político o económico que quiera ser coherente con los tiempos tiene que cumplir tres pilares: la eficiencia y libertad económica; la inclusión social, pobreza y cooperación, y la lucha contra el cambio climático», concluyó.

La termoeléctrica Gemasolar representará a España en la campaña europea Unidos por el clima en la COP21

Europa Press / Servimedia.- La planta termosolar Gemasolar, ubicada en Fuentes de Andalucía (Sevilla), propiedad de Torresol Energy y desarrollada por el grupo de ingeniería y tecnología Sener, es el proyecto que representa a España como imagen del país dentro de la campaña Unidos por el Clima de la Unión Europea de cara a la Cumbre del Clima (COP21)que se celebrará en París desde el próximo lunes.

La Unión Europea escogió esta instalación, la más innovadora del mundo. Se trata de la primera capaz de producir electricidad durante 24 horas ininterrumpidas con energía exclusivamente solar, por ser un icono de sostenibilidad, según explicó la propia Sener. Gemasolar es una planta pionera por aplicar, a escala comercial, la configuración de torre central junto con un sistema de almacenamiento en sales fundidas de alta temperatura, así como numerosas soluciones tecnológicas desarrolladas por Sener, líder en energía solar por concentración.

Gracias a su sistema de almacenamiento en alta temperatura, la central puede seguir operando hasta 15 horas en ausencia de radiación solar, lo que le permite generar electricidad ininterrumpidamente y suministrar a la red en función de la demanda, uno de los puntos débiles, tradicionalmente, de las energías renovables. Actualmente operada por Torresol Energy, empresa del grupo Sener, está en funcionamiento desde 2011 y sus resultados han superado las expectativas.

De hecho, su óptimo rendimiento ha motivado que Sener replique esta configuración en el complejo solar NOORo, en Marruecos, el mayor del planeta. Compuesto por tres centrales de energía solar térmica y una fotovoltaica, el macroproyecto está siendo desarrollado por Sener como parte del consorcio constructor llave en mano. Sener participa en las tres primeras fases (NOORo I; NOORo II y NOORo III), toda la parte termosolar del complejo, y NOORo III, de 150 MWe, será una planta de torre central con receptor de sales cinco veces mayor que Gemasolar.

Gemasolar es una instalación emblemática en el sector de las energías renovables. Sus innovaciones son reconocidas repetidamente con premios internacionales, entre ellos los galardones Desertec 2014, The European Energy Awards 2013, que nombró a Sener Empresa de Ingeniería del año por este proyecto, y el Premio al Mérito de la Federación Internacional de Ingenieros Consultores FIDIC, que incluyó esta instalación entre las mejores obras de ingeniería mundiales de los últimos 100 años. Prestigiosas marcas industriales han escogido esta planta como marco para sus campañas internacionales.

En la Cumbre del Clima de París se espera que los 196 Estados que forman parte de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático alcancen un acuerdo vinculante y global para hacer frente al desafío del calentamiento global. Desde el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente subrayaron que «los informes del Panel Intergubernamental de Cambio Climático revelan los efectos del cambio climático, pero señalan también que existen opciones para controlar la situación, para lo que es fundamental que todos los países cambien sus patrones de desarrollo hacia opciones bajas en emisiones«.

España, Francia y Portugal desarrollarán corredores comunes para la movilidad eléctrica e impulso al coche eléctrico

EFE / Europa Press.- España, Francia y Portugal suscribieron un acuerdo para instalar puntos de recarga para los coches eléctricos en los principales corredores de transporte por carretera que conectan los tres países. Se trata de uno de los puntos del acuerdo firmado entre los tres países, partiendo de las conclusiones de un grupo de trabajo con representantes de los tres Estados que ha estudiado las maneras de promover la movilidad en coche eléctrico entre los tres países.

La firma se produce a una semana del arranque en París de la Cumbre de Cambio Climático (COP21), donde se espera alcanzar un acuerdo global que permita al mundo gestionar juntos la transición hacia un desarrollo bajo en carbono. Según la ministra de Agricultura y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, la sostenibilidad del transporte será una de las claves a abordar en los compromisos de reducción de emisiones en tanto que la Unión Europea es responsable del 25% de las emisiones. Por tanto, el corredor hispanolusofrancés de movilidad eléctrica sostenible se configura como un nuevo proyecto de cooperación para hacer frente al «desafío» de lucha contra el cambio climático y será presentado en la COP21.

Tejerina destacó que la COP21 será un «momento histórico en el que tomar decisiones» y también auguró que «será un éxito» porque el acuerdo del clima supondrá una oportunidad para crecer, promoviendo nuevos modelos de desarrollo y consumo. En ese ámbito enmarcó el corredor de movilidad eléctrica hispanolusofrancés, porque la movilidad es fundamental para el desarrollo bajo en carbono pues «en la actualidad no resulta sostenible». Por ello, cree que el sistema del automóvil del siglo XX debe ser repensado y apuesta por el vehículo alternativo , especialmente por el vehículo eléctrico como manera de crecer y mitigar el cambio climático. Sin embargo, actualmente supone menos del 1% de las ventas de coches en España.

La ministra ha elogiado la «experiencia» de los tres países en este sector y precisó que el proyecto del corredor gira en torno a 3 ejes. Estos son una mejor gestión de la demanda, mediante el fomento de un mayor número de usuarios de estos vehículos, la promoción de soluciones innovadoras en el sector a través de la I+D+i y el despliegue de los corredores eléctricos para favorecer la movilidad de larga distancia. En esa línea, el documento plantea el impulso a los puntos de recarga en los principales corredores de movilidad. Los tres países pondrán en común su experiencia para presentar un proyecto a la cofinanciación comunitaria del programa europeo CEF (Connecting Europe Facility).

Asimismo, el embajador de Francia en España, Yves Saint-Geours, ha calificado la iniciativa trilateral de «apasionante» por su contribución al fomento de una energía sostenible y considera que el proyecto, en el que se ha trabajado casi un año es parte del «éxito que seguro va a tener la COP21«. A su juicio, el corredor evidencia la capacidad de elaborar propuestas concretas con la voluntad de los países para hacer frente a los problemas del futuro de la Humanidad. Respecto a la Cumbre del Clima, ha insistido en que el acuerdo que salga de la capital francesa deberá ser global, vinculante y con objetivos que se revisarán día a día.

En cuanto al proyecto, subrayó la importancia de una visión compartida de los tres países de que acelerar la movilidad eléctrica tiene ventajas en la lucha contra el cambio climático y para Europa, ya que consiste en un decálogo de medidas que cada país puede incorporar a su propio sistema energético. Asimismo, ha apuntado que, tras dar solución al problema de la recarga de los vehículos eléctricos para favorecer la movilidad eléctrica de largo recorrido entre estos tres países, el resto de países de la Unión Europea apoyará el proyecto.

Por su parte, el secretario de Infraestructuras, Transportes y Comunicaciones de Portugal, Miguel Pinto, explicó que su país ha sido pionero en Europa en movilidad eléctrica y que compartir este proyecto con España y Francia es una «satisfacción». En este contexto, destacó que la apuesta por la movilidad eléctrica es «cada vez más interesante y sencilla» y, al tiempo, es muy importante para la lucha contra el cambio climático y por motivos de eficiencia energética.

Finalmente, la secretaria general de Industria y de la Pequeña y Mediana Empresa, Begoña Cristeto, aseguró que el Gobierno quiere que España mantenga su liderazgo en el sector  de vehículos de nuevas tecnologías. En este contexto, para favorecer la demanda de este tipo de vehículos, anunció que el próximo Consejo de Ministros aprobará un nuevo Plan Movea, que unificará los planes Pima y los Movele ya existentes, que simplificará el sistema de recarga de estos vehículos, ayudas a los puntos de recarga públicos y también a favorecer y desarrollar infraestructuras.