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El PSOE señala que el Congreso puede pedir el cese del CSN mientras Castilla y León pide anteponer la técnica

EFE.- La secretaria de Cambio Climático del PSOE, Pilar Lucio, indicó que el Congreso de los Diputados puede instar al cese del presidente y consejeros del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) y demandó explicaciones a su máximo responsable, Fernando Martí, tras la decisión adoptada por este organismo regulador, que informó favorablemente sobre varias actuaciones para la reapertura de la central de Garoña, cuyo propietario, Nuclenor, solicitó una licencia para volver a operar hasta el año 2031.

Precisamente, todos los grupos parlamentarios, salvo el PP, había registrado una carta en el CSN en la que pedían una moratoria al presidente y a los consejeros del regulador en el proceso de evaluación hasta la constitución del nuevo Gobierno. Por ello, la portavoz socialista de energía acusó al CSN de plegarse al Gobierno en funciones al decidir continuar con el proceso de evaluación de la renovación de explotación de la central nuclear de Garoña (Burgos), no escuchando a los grupos parlamentarios cuando «por respeto» debería haber considerado y respetado el contenido de la misiva.

Debe dar explicaciones al Parlamento

«El Gobierno es ejecutor», pero a quien tiene obligación de dar explicaciones es al Parlamento, enfatizó Pilar Lucio, quien recordó el artículo 7 de la Ley de Creación del CSN: «El Congreso de los Diputados, a través de la Comisión competente y por acuerdo de los tres quintos de sus miembros, podrá instar en cualquier momento al Gobierno el cese de Presidente y Consejeros». «Esto debe quedar perfectamente claro», añadió la responsable socialista, que recordó que tanto su grupo como el resto de formaciones que firmaron la mencionada misiva han exigido la comparecencia de Fernando Martí una vez se constituya la Comisión de Industria y Energía en la Cámara Baja.

En su opinión, la decisión del CSN muestra a las claras que las órdenes del Ejecutivo en funciones «se cumplen sin dilación y las peticiones del nuevo legislativo son totalmente ignoradas». «La moratoria es una petición legítima, perfectamente realizable si el presidente así lo quisiera, ya que es él quien decide los puntos del orden del día a incluir en los plenos» del CSN. «El CSN ha vuelto a hacer caso a las exigencias de un gobierno en funciones y ha dado la espalda al Congreso una vez más», insistió.

En caso de prosperar la renovación de la licencia de autorización de Garoña sería la primera vez en la historia del país en que se permitiría a un reactor operar 60 años, en lugar de 40 años, y que dicha licencia tuviera una duración de 17 años, cuando hasta el momento el máximo fue de 10 años. «Pedimos sentido común y un debate sosegado sobre nuestro modelo energético en un proceso de transición, en el cual estamos la gran mayoría de acuerdo, pero en el que el CSN va en la dirección opuesta», concluyó Lucio.

Anteponer conclusiones científicas en Garoña

Por su parte, la vicepresidenta y portavoz de la Junta de Castilla y León, Rosa Valdeón, reclamó anteponer las conclusiones científicas a los planteamientos políticos sobre el futuro de la central nuclear de Garoña y reconoció que, si se garantiza la seguridad de las instalaciones desde el punto de vista científico, el Ejecutivo autonómico estaría «encantadísimo» de que la central nuclear burgalesa pudiera seguir activa, pero insistió en que se trata de una decisión «al margen de la política». «Son muy importantes los puestos de trabajo, pero también que se cumpla lo que diga el CSN», resumió la vicepresidenta, convencida de que deben ser los científicos los que den «garantías» sobre el futuro de Garoña.

«Que el CSN afronte indemnizaciones»

Por otro lado, el diputado general de Álava, Ramiro González (PNV), emplazó a los miembros del CSN a que «paguen cualquier posible indemnización que pudiera derivarse» de la reapertura de Garoña. En este sentido, indicó que la posición del PP «es claramente favorable a la reapertura» de la central burgalesa y que un próximo Gobierno podría denegar la reapertura posteriormente, con lo que los propietarios de la instalación, Nuclenor (Endesa e Iberdrola) podrían reclamar por lo tanto una indemnización. Ante esta posibilidad González invitó públicamente a los miembros del CSN a que paguen esa posible indemnización, ya que «si quieren seguir amparando una decisión del PP, entonces que se hagan responsables personales de sus actos«.

Fuentes forales confirmaron que tanto el Gobierno Vasco como la Diputación de Álava se personarán conjuntamente «de manera inmediata» en el expediente de reapertura de Garoña, para mostrar su «disconformidad con cualquier acto administrativo encaminado a la reapertura de la central». Si pese a los fundados motivos jurídicos no se permitiera la personación de la Diputación, ésta recurrirá, anunció González. El ejecutivo foral y el Gobierno Vasco solicitaron un informe jurídico sobre las posibilidades de actuación legal en el procedimiento de reapertura de la central, «ya que no se ha tenido en consideración la opinión de Álava en ningún momento». Este informe jurídico concluyó que la entidad «tiene que ser parte en dicho procedimiento, ya que tiene un interés directo».

Fernández Vara exige más información al CSN sobre Almaraz y Equo pide su paralización

EFE.- El presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, ha reiterado que ha pedido un informe por escrito al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) sobre los posibles fallos en el sistema de agua de servicios esenciales de la central nuclear de Almaraz para «someterlo a la consideración de expertos».

Vara ha indicado que aunque no duda de los argumentos dados por el Consejo en los que se asegura que «no hay ningún riesgo», ha solicitado un informe por escrito sobre el funcionamiento de la central nuclear para «poder someterlo al conocimiento de la gente que sabe de esto».

El presidente extremeño ha insistido en que «la transparencia tiene que ser máxima» y ha destacado que «no puede haber ninguna duda sobre la información que tiene que haber en relación a los posibles hechos que puedan ocurrir» en la planta de Almaraz. Ha advertido también de que «hay que informar de todas las eventualidades en tiempo y forma» para que «se sepa que no hay trampa ni cartón».

Preguntado sobre el hecho de que el CSN admite que aún no se conoce que ha fallado en el motor del sistema de refrigeración de servicios esenciales de la central nuclear, Vara ha indicado que «se supone que ese fallo no afecta a nada que pueda poner en peligro nada, que está en las cuestiones que pueden considerarse como accesorias».

 

Equo exige al Gobierno central la paralización de la actividad de la CNA

La formación política Equo ha exigido hoy al Gobierno en funciones la paralización de la actividad de la Central Nuclear de Almaraz y ha abogado por cambiar el modelo energético para desechar las fuentes altamente contaminantes en favor de las renovables.

En un comunicado, afirma que la central más antigua que continúa en activo en el país acumula «cada vez más fallos y más frecuentes», y añade que el informe del CSN pone de manifiesto que los problemas de refrigeración «no han tenido una respuesta técnica satisfactoria».

Tras analizar el caso, señala Equo, los inspectores han concluido que no existen «suficientes garantías» de que el sistema de refrigeración pueda funcionar con normalidad porque se han detectado «deformaciones» de las piezas de los motores y las revisiones periódicas se eliminaron hace diecinueve años.

Explica que Almaraz es la única central nuclear en Europa que utiliza un embalse para su refrigeración, además de las torres de refrigeración habituales en el resto, para enfriar sus condensadores.

En este sentido, precisa que la planta tiene un permiso especial para consumir hasta 30 metros cúbicos por segundo de agua procedente del pantano de Valdecañas, «lo que está teniendo un impacto medioambiental», ya que en sus aguas, según afirma, se han encontrado presencia de metales pesados y otros contaminantes, sobre todo tritio.

Equo insiste en la necesidad de un cambio de modelo energético que deseche las energías altamente contaminantes y peligrosas para la salud pública en favor de las energías renovables «que permiten una forma de vida compatible con la conservación del equilibrio natural»

El CSN informa favorablemente de varias actuaciones para la reapertura de Garoña, cuyo informe tendrá listo a partir de julio

Redacción / Agencias.- El pleno del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) apreció favorablemente varias actuaciones en el marco del proceso de evaluación de la renovación de la licencia de la central nuclear de Garoña (Burgos), solicitada por Nuclenor hasta 2031, aunque el informe final sobre la cuestión se prevé para la segunda mitad del año. El informe tiene carácter preceptivo y vinculante; si es negativo obligaría al cierre de la planta y, si es positivo, dejaría la decisión última en manos de Industria.

Según comunicó el CSN, el pleno apreció favorablemente varias modificaciones que recogía la Instrucción Técnica Complementaria (ITC) emitida por el organismo regulador en 2014. Así, acordó informar favorablemente de la revisión de las especificaciones técnicas de funcionamiento que pidió mejorar a Nuclenor para renovar su licencia, así como a la modificación de diseño sobre la independencia y separación física de circuitos y sistemas eléctricos de la división eléctrica B; las mejoras del aislamiento de la contención primaria y la modificación de diseño sobre la protección de equipos relacionados con la seguridad frente a la caída de la cubierta del edificio de turbina tras un incendio.

La decisión se ha adoptado por mayoría de los consejeros del pleno, salvo el de la consejera y exministra de Medio Ambiente Cristina Narbona, que ha votado en contra de todos los puntos a excepción de uno relacionado con la modificación de los requisitos de operación del edificio de almacenamiento de Garoña de material usado en el que se realizan actividades de reacondicionamiento de residuos radiactivos de media y baja actividad. Estas actuaciones estaban previstas en la guía de evaluación por el cuerpo técnico para evaluar y emitir el informe solicitado por el Ministerio de Industria, Energía y Turismo, de cara a que el Gobierno emita o no una autorización para que la planta de Burgos vuelva a producir electricidad.

El titular de Garoña, Nuclenor, pidió al Ministerio autorización para volver a operar hasta marzo de 2031, es decir, hasta que el reactor llegue a los 60 años de operación. Esta circunstancia es inédita en España, de modo que supondría rebasar los 40 años de actividad en un reactor, como ocurrió hasta ahora con las centrales nucleares de José Cabrera (Zorita) y Garoña, que se encuentra en situación de cese de explotación desde 2013. El regulador atómico ha informado de que está previsto que la remisión de ese informe al Ministerio «se produzca durante el segundo semestre del presente año».

Todos los grupos parlamentarios del Congreso, salvo el PP, habían registrado en el CSN una carta para pedir al presidente del organismo regulador, Fernando Martí, una moratoria en el proceso de renovación de la licencia de la central burgalesa. Los representantes de PSOE, Podemos, Ciudadanos, ERC, PNV, EH-Bildu, IU-Unidad Popular y Compromís demandaban en la misiva que se detenga el proceso de evaluación hasta la formación de un nuevo gobierno «al que corresponda la decisión final sobre el informe preceptivo que emita el organismo regulador».

«Otorgar una nueva licencia para que Garoña sea comercialmente explotada hasta 2031, aunque esté sometida a un informe condicionado por el regulador, podría permitir a las compañías propietarias la reclamación de pérdidas por lucro cesante, en caso de que el próximo gobierno decidiera mantener la actual orden ministerial de cese de explotación definitivo, causando graves problemas a la Hacienda Pública», alertan. Según subrayan, se trata de una renovación «inédita» en la historia de la seguridad nuclear de España porque permite una autorización administrativa de 17 años consecutivos, cuando «jamás en España se había dado una renovación de autorización de explotación por más de 10 años».

Por estos motivos, consideran que «es debida» una detallada explicación a la ciudadanía y a sus representantes en el Parlamento de las implicaciones técnicas, económicas y medioambientales que conllevaría esta «inédita renovación«. En este sentido, las formaciones parlamentarias firmantes recuerdan que Garoña está parada desde diciembre de 2012, «por decisión unilateral y voluntaria de su empresa propietaria», a la vez que advierten de que esta situación «no ha supuesto ningún problema» para el suministro eléctrico y «podría seguir en esta situación durante unos meses más».

El CSN garantiza que Almaraz está en situación «segura» por lo que no hará actuaciones adicionales pero sí un seguimiento

Europa Press.- Mientras las organizaciones ecologistas solicitan paralizar cautelarmente la central nuclear de Almaraz (Cáceres) por lo que consideran «problemas endémicos» del sistema de refrigeración, el pleno del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) no considera necesario requerir actuaciones adicionales al titular de la planta después de que un informe interno de los técnicos dirigido al director de seguridad nuclear del regulador atómico cuestionase las «garantías» de la planta tras detectarse un «problema» en el mantenimiento de unas bombas del circuito de refrigeración.

Según el CSN, el pleno del regulador atómico fue informado respecto a la situación por el director técnico de seguridad nuclear, Antonio Munuera, que concluyó que Almaraz «se encuentra en una situación segura». Así, de acuerdo con la información disponible en la actualidad, tras las conclusiones sobre la operabilidad de las bombas y la situación operativa existente, el CSN «no considera necesario requerir actuaciones adicionales» al titular. Sin embargo, añade que se realizará un «seguimiento detallado» de los resultados del plan de actuaciones del titular. Además, se evaluará la información adicional que la planta suministre.

En concreto, la dirección de Seguridad Nuclear explicó que en la actualidad la unidad I de Almaraz está parada por recarga y tiene «operables» las dos bombas del sistema de agua de servicios esenciales, donde los técnicos detectaron un «problema de mantenimiento». Aún así «no presentan ninguna incertidumbre respecto de su operabilidad». En cuanto a la unidad II, señaló que dispone de dos bombas que están operables y que, también está alineada a esta unidad una bomba común que los dos reactores tienen de reserva.

Según esto, la situación descrita se ve «reforzada» por la restricción operativa adicional establecida por el titular, para aplicar acciones «más restrictivas» que las que contemplan sus Especificaciones Técnicas de Funcionamiento (ETF) de modo que en caso de que una de las cinco bombas falle, ambas unidades del reactor se deberán parar de forma segura. Igualmente, indicó que el titular ha realizado las «actuaciones necesarias» para obtener una garantía de «expectativa razonable de operabilidad». «Esa garantía se considera suficiente, aunque está limitada por el hecho de no haber determinado hasta la fecha la causa origen del fallo de motor ocurrido en enero», ha apuntado la dirección técnica de seguridad nuclear.

Según el CSN, el pasado 11 de enero se produjo un fallo del motor de la bomba B del sistema de refrigeración de la unidad I de Almaraz. A consecuencia de esto, el titular procedió a abrir un parte de «condición anómala» para las dos bombas (A y B), de la unidad II de la central nuclear, que en ese momento se encontraba funcionamiento a plena potencia. Ante esa situación, el titular extendió la condición anómala a la bomba común de las dos unidades (la central dispone de un total de cinco bombas de este tipo, dos para cada unidad y una quinta común de reserva y que puede sustituir a cualquiera de las anteriores).

Posteriormente, el día 15 de enero el titular de la central extendió la condición anómala a todas (las cinco bombas del sistema de agua de servicios esenciales) y no identificó la causa del fallo. Por ello, el CSN inició una inspección reactiva, que se realizó el 22 de enero, para identificar y recopilar información adicional sobre este suceso y para descartar que pudiera existir una causa de fallo común en todas las bombas, así como conocer el mantenimiento de los motores de las bombas, cojinetes, así como para determinar la idoneidad de las acciones compensatorias.

Ecologistas piden paralizar cautelarmente Almaraz

Por su parte, las organizaciones Ecologistas en Acción y Greenpeace consideran que los fallos en los sistemas de refrigeración detectados en Almaraz son «endémicos» y se producen desde su puesta en funcionamiento, por lo que piden una «parada cautelar» hasta que se solucione definitivamente. Así, para el portavoz de Ecologistas en Acción, Francisco Castejón, indicó que Almaraz siempre ha tenido problemas con el sistema de aguas esenciales, que sirve para extraer el calor del núcleo y evitar que se funda, como ocurrió en Fukushima. «Lo ideal sería una parada cautelar de la central porque si ocurre un accidente nos encontraríamos con que no hay suficiente agua para extraer el calor del núcleo», ha advertido Castejón.

En la misma línea, la portavoz nuclear de Greenpeace, Raquel Montón, ha señalado que Greenpeace ha evaluado los resultados de las pruebas de resistencia y concluyó que uno de los fallos «más llamativos» es la redundancia de los sistemas de refrigeración que necesita Almaraz y los sistemas de venteo, así como los problemas en el sistema de detección de incendios. A su juicio, los técnicos están «informando de fallos, pero el órgano político del CSN trabaja en la dirección contraria».

Partidos políticos y organizaciones ecologistas lamentan que el CSN no haya atendido su petición de paralizar las decisiones sobre Garoña

Europa Press.- Representantes de varios grupos del Congreso y de las principales organizaciones ecologistas lamentaron que el pleno del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) haya informado favorablemente sobre varias actuaciones para la renovación de la central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos), y «se haya saltado a la torera» así su petición de no seguir con el proceso de evaluación hasta la conformación del nuevo gobierno, tal y como le solicitaron en una misiva todos los grupos parlamentarios, salvo el PP.

La secretaria de Medio Ambiente del PSOE, Pilar Lucio, lamentó que el CSN no tuviera en cuenta la petición de dos tercios del actual arco parlamentario. «Le pedíamos que no hiciera ningún movimiento mientras la nueva mayoría parlamentaria pueda decidir sobre eso. Es un golpe democrático importante», sentenció Lucio, incidiendo en que la primera comparecencia que pedirán en cuanto se constituya la comisión parlamentaria de Energía será la del presidente del CSN, Fernando Martí, tal y como anunciaban en la misiva. «Tenemos que ver de qué manera revocar esta decisión teniendo en cuenta que el CSN es un órgano independiente pero cuyas decisiones las tiene que sufrir el Gobierno», indicó.

En este sentido, el diputado de Podemos y Equo, Juan López de Uralde, fue más allá y advirtió de que, además de la reapertura, se «abre la puerta a una posible reclamación por parte de Nuclenor (propietaria de la planta) por lucro cesante que podría conllevar, de ser aceptada, una indemnización a cargo de las arcas públicas, como ya ocurrió con el caso del Castor». De hecho, recordó que Nuclenor (Endesa e Iberdrola) ya reclamó «lucro cesante» cuando el gobierno de Zapatero decretó el cierre de la central; aunque en aquel caso el Tribunal Supremo dio la razón al ejecutivo.

Según reivindicó, el CSN es un órgano dependiente del Congreso y, a pesar de existir una mayoría parlamentaria que pide el cierre de Garoña, «el CSN hace oídos sordos«. «Esta decisión ratifica que el CSN está al servicio de las presiones de las eléctricas y del gobierno en funciones. El Consejo del CSN se ha burlado de la democracia y de la ciudadanía para favorecer los intereses del oligopolio eléctrico», criticó López de Uralde. Por parte del PNV, su portavoz de Energía, Pedro Azpiazu indicó que no esperaba que ésta fuera la respuesta del CSN, «mucho menos sin una comunicación previa a los firmantes de la carta tratándose del Parlamento».

Ecologistas denuncian «insumisión» del CSN

Por su parte, las organizaciones ecologistas denunciaron la «insumisión» del CSN hacia la voluntad del Parlamento, que le instó de forma extraparlamentaria a paralizar el expediente de renovación de licencia de Garoña. Así, el portavoz nuclear de Ecologistas en Acción, Francisco Castejón, indicó que aprobar las especificaciones técnicas de funcionamiento supone «avanzar hacia un informe favorable» a la vuelta a la producción de electricidad de Garoña que «servirá de coartada» para el próximo Gobierno de cara a autorizar que Garoña opere hasta los 60 años.

En este sentido, ha explicado que si el próximo Gobierno se opone a la continuidad de la central y se encuentra con tantos dictámenes positivos hacia la central se verá presionado y, probablemente, el titular, Nuclenor llevaría al Ejecutivo a los tribunales por su decisión. Por el contrario, si se constituye un gobierno a favor de reabrir Garoña «esto sería la coartada perfecta». Castejón cree que esto podría servir, especialmente a Ciudadanos, que «ha sido equidistante» en este asunto pero que con anterioridad se ha mostrado a favor de reabrir la planta si los técnicos así lo indican. «Este es un elemento que jugaría a favor de un posicionamiento favorable a reiniciar la central», considera.

En la misma línea, la portavoz de la campaña de energía de Greenpeace, Raquel Montón, calificó de «insumisión al Parlamento» lo que ha hecho el CSN, «en contra» de lo que le ha pedido «la inmensa mayoría del Congreso de los Diputados» para que detuviera el proceso de renovación así como la sucesión de autorizaciones parciales. Además, manifestó su sorpresa porque el regulador atómico anuncie la fecha en la que probablemente remitirá el informe final al Ministerio de Industria, Energía y Turismo, algo que ve «imposible» puesto que antes de eso el titular de Garoña, Nuclenor, deberá realizar una serie de pruebas para las que no tiene plazo. «No puede anticipar la fecha de emisión. ¿Qué significa eso?», se cuestiona.

Bildu pide cerrar definitivamente Garoña

Las dos diputadas de Bildu en el Congreso de los Diputados registraron dos iniciativas para pedir la no reapertura de Garoña, su cese definitivo, así como su desmantelamiento y un plan de reindustrialización de la zona para que su cierre «influya lo menos posible en la economía local». Así lo anunció la diputada Onintza Enbeitia, «Establecer el precedente de la prórroga a una central nuclear significa que todas las centrales que vienen después con su fecha de caducidad podrían estar en esta misma fase para poder asumir la reapertura 20 años más. No deberíamos llegar nunca a esa situación», consideró.

El CSN no ve «garantías» en el sistema de refrigeración de Almaraz pero la central dice que solucionó los problemas

Europa Press / EFE.- La central nuclear de Almaraz (Cáceres) reafirmó que las cuatro bombas que forman parte del sistema de refrigeración «se encuentran operando con normalidad», una vez que el problema detectado «está solucionado y solventado» después de que inspectores del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) detectaran un «problema de mantenimiento» en los motores del sistema las bombas de agua del circuito terciario de la central nuclear de Almaraz (Cáceres) que no demostró «suficientes garantías» de que exista una expectativa razonable de operabilidad.

Así consta en un documento del equipo de inspección dirigido al director de seguridad nuclear del CSN, Antonio Munuera, el pasado 28 de enero, con los resultados de una inspección reactiva realizada el 22 de enero en la planta de Cáceres después de detectar dos fallos en las bombas del sistema de agua de servicios esenciales ocurridos el 29 de septiembre de 2015 y el 11 de enero de 2016.

A este respecto, la central nuclear de Almaraz explicó que el sistema consta de cuatro bombas que pueden dar servicio al reactor y que hay una más de repuesto por si alguna de los anteriores fallase. De este modo, asegura que las cuatro bombas que forman parte del sistema de refrigeración está «operando con normalidad» y que adicionalmente está disponible y en línea la quinta bomba que, en caso de necesidad, puede sustituir «de forma inmediata» a cualquiera de las otras cuatro. El titular afirma también que el sistema estuvo operativo «en todo momento» y que siempre estuvo «garantizada» la función esencial del mismo, así como la seguridad de Almaraz.

Tras la inspección, los técnicos habían detectado una falta de mantenimiento en una pieza, las holguras de montaje del anillo corta aceite, ya que según el titular, Almaraz, varias piezas de los motores habían sido sustituidas entre 2012 y 2013, pero no fue así con el «sello corta-aceite como el mangón», que no se cambiaron en las renovaciones de los motores puesto que el fabricante consideró que no era necesario, de modo que cuando se produjeron los dos fallos, estos componentes eran los de origen.

La inspección requirió específicamente información sobre las medidas de holguras del montaje del citado anillo corta-aceite y el titular señaló que en el montaje de los motores «nunca» se realizaba esa comprobación y que esa pieza no se había cambiado nunca porque era la original antes de la renovación de los motores. En definitiva, los técnicos concluyen en su informe tras la inspección que el titular «no ha demostrado suficientes garantías» de que exista una expectativa razonable de operabilidad de dos bombas, así como de la bomba común del sistema.

Las piezas instaladas en los motores de las tres bombas tienen «en el mejor de los casos, una antigüedad superior a 20 años», y la inspección destaca también que no realizar las medidas dimensionales del sello corta aceites durante un tiempo «tan prolongado» denota un «problema de mantenimiento de los motores«. Por último, los inspectores reflejan en el informe dirigido a la dirección de seguridad nuclear del CSN que durante la inspección Almaraz «no mostró la diligencia debida en la obtención, documentación y transmisión de la información relevante para el análisis de las anomalías detectadas».

Almaraz: Problema solucionado y solventado

Por su parte, el titular reiteró que el problema detectado «está solucionado y solventado», según confirmaron fuentes de la planta, que insistió en que «todo está en orden» en la planta, que «continúa funcionando perfectamente», por lo que «no cabe» tomar nuevas medidas en este sistema de refrigeración, porque «los equipos están funcionando con la garantía del fabricante«. «El problema que ha habido está solucionado y solventado», han subrayado en relación con la inspección radiactiva realizada a finales de enero en la que cinco técnicos analizaron el funcionamiento de cuatro bombas del sistema de refrigeración.

En este sentido, el titular añade que desde el inicio de la operación de la central, en 1983 y 1984, se han realizado planes de mantenimiento periódicos, según las prácticas de la industria en cada momento y las recomendaciones de los manuales de los fabricantes de los equipos. Finalmente, defiende que «en todo momento» se ha mantenido «puntualmente informado» al CSN sobre las actuaciones llevadas a cabo tras las incidencias detectadas, así como del plan de acción previsto para garantizar la operabilidad del sistema y la operación segura de Almaraz.

Extremadura pide datos al CSN

Ante la alarma creada, la Junta de Extremadura solicitó al CSN «toda la información» relacionada con posibles fallos en Almaraz. El jefe del Ejecutivo extremeño, Guillermo Fernández Vara, exigió «la máxima transparencia y el máximo rigor, y enterarse por los medios de comunicación dice muy poco de lo que deben ser las relaciones normales entre las instituciones». «Creo que tengo la obligación de trasladar a la sociedad toda la verdad, por esos he pedido información por escrito de lo que haya podido ocurrir», reiteró el presidente extremeño, quien ha agregado que, una vez llegue dicha documentación, la Junta de Extremadura tomará «una decisión u otra».

El CSN retomará este miércoles el análisis de los requisitos impuestos a Nuclenor para operar Garoña hasta 2031

Redacción / Agencias.- El pleno del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) retomará este miércoles 3 de febrero el estudio del cumplimiento de las especificaciones técnicas de funcionamiento mejoradas exigidas a Nuclenor, el titular de la central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos), de cara a la tramitación de su solicitud de reapertura hasta 2031.

El pleno del CSN llevaba en el orden del día del pasado 20 de enero varios puntos relativos a la solicitud de reapertura de Garoña, pero la discusión de estos puntos se aplazó a una próxima reunión. Asimismo, también se aplazaron asuntos respecto al almacén temporal centralizado (ATC) en Villar de Cañas (Cuenca), en conformidad con las reglas del funcionamiento del pleno. Además, el presidente del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), Fernando Martí Scharfausen, no convocó una nueva cita para el 27 de enero, cuando habitualmente el pleno se reúne cada miércoles, y emplazó a los consejeros para 15 días después, el 3 de febrero.

Respecto a Garoña, este miércoles se estudiarán la revisión de las especificaciones técnicas de funcionamiento mejoradas de Garoña y las propuestas relativas a las modificaciones de diseño sobre independencia de sistemas eléctricos, aislamiento de la contención primaria, protección de equipos relacionados con la seguridad frente a la caída de la cubierta del edificio de turbina tras un incendio, y a la ampliación de las condiciones de utilización del edificio de almacenamiento de material usado. En cuanto al ATC, se aplazó la valoración de la Instrucción Técnica sobre la aplicación al ATC de una directiva comunitaria.

Algunos de estos puntos del día corresponden a los requisitos establecidos por el pleno del CSN el 30 de julio de 2014 y tienen que ser verificados en un análisis de resultados de las inspecciones o la implantación de modificaciones de diseño antes de la carga de combustible y cuya apreciación deberá ser favorable. Pese a lo que se decida este miércoles, el proceso hasta que el pleno del CSN acuerde informar favorablemente o en contra de la solicitud formulada por Nuclenor de volver a producir electricidad en Garoña hasta 2031, no acabará aquí, pues aún quedan «al menos un par de meses» en concluir «todo lo que aún está pendiente«, según han explicado a fuentes internas del organismo regulador.

De acuerdo con estas fuentes, el ritmo está siendo más lento de lo que en un principio se preveía, algo que califica de «normal» en estos casos, en los que se requiere información adicional al titular. En este sentido, añadieron que los trámites avanzan a medida que los técnicos van teniendo su trabajo disponible para el pleno. Estas fuentes admiten que el proceso a veces ha sufrido acelerones y que parece que en este momento el debate en el seno del pleno se ha ralentizado.

Garoña está en situación de cese de explotación desde mediados de diciembre de 2012, aunque su permiso para producir electricidad expiró el 6 de julio de 2013 sin que el titular pidiera una renovación de su licencia. Sin embargo, un año después, en mayo de 2014, el consejo de administración de Nuclenor solicitó renovar la autorización de explotación de la central hasta el 2 de marzo de 2031, hasta cumplir los 60 años de operación.

Esta petición se basó en el artículo 28 del Reglamento sobre Instalaciones Nucleares y Radiactivas, modificado mediante Real Decreto 102/2014, del 21 de febrero, para la gestión responsable y segura del combustible nuclear gastado y los residuos radiactivos. La empresa, Nuclenor, considera que un marco temporal de explotación «de estas características es necesario para hacer viable el proyecto y proporcionaría la estabilidad y certidumbre adecuada para acometer las inversiones precisas».

El 30 de julio de 2014, el pleno del CSN aprobó una instrucción técnica con nuevos requisitos para volver a estudiar la petición de renovación de licencia de Garoña y su consiguiente entrada en funcionamiento, entre ellos una completa revisión de la vasija de su reactor. En concreto, se le exigía verificar el estado funcional y la integridad estructural de la vasija del reactor y de sus componentes para descartar defectos como el de la central nuclear belga de Döel.

Los partidos políticos y los ecologistas piden al CSN que no estudie reabrir Garoña en su pleno de este miércoles

Redacción / Agencias.- Representantes de PSOE, Podemos, Compromís, ERC, IU-Unidad Popular y Bildu han mantenido un encuentro este martes en el Congreso de los Diputados con miembros de Greenpeace y de Ecologistas en Acción en el que han pedido al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) que en su pleno de este miércoles no estudie reabrir Garoña (Burgos). A esta reivindicación se sumarían miembros de Democracia y Libertad (DL) y del PNV que, por problemas de agenda, no han podido participar de la reunión.

Así, desde Greenpeace han acudido a la Cámara Baja su presidente Mario Rodríguez, y la responsable de la campaña nuclear, Raquel Montón, así como el representante de Ecologistas en Acción, Paco Castejón. Montón sostiene que actualmente «no es momento de firmar una licencia» para reabrir Garoña en las actuales condiciones en las que se encuentra tanto el Gobierno, en funciones, así como la propia instalación atómica. A su juicio, entre otros puntos dice que es una cuestión de «seguridad nuclear».

«Si un gobierno posterior quisiera cerrarla, le darían herramientas a las empresas, Iberdrola y Endesa, propietarias de Garoña, para solicitar el lucro cesante por esa decisión de cierre y creemos que en este tiempo de descuento no es momento de renovar la licencia», agrega. Sobre el pleno del CSN de este miércoles, Montón espera «que se paralice ese proceso porque la mayor parte de parlamentarios quiere el cierre de Garoña». Desde Ecologistas en Acción, Paco Castejón, advirtió de que un informe favorable del órgano regulador a la reapertura de la central supondría una «presión inadmisible» sobre un Gobierno que quisiera pronunciarse sobre Garoña de forma autónoma. «Creo que es pertinente que el CSN interrumpa sus funciones estas semanas», precisó Castejón.

En diciembre de 2014, PSOE, IU, PNV, Equo, ERC, BNG, Compromís, Amaiur y Nueva Canarias sellaron un pacto para que la instalación atómica de Garoña no reanudase sus operaciones en cuanto cambiaran las mayorías en el Congreso. Actualmente, las formaciones que no quieren la reapertura de la central lograrían la mayoría necesaria para que ésta no pudiera volver a operar. El CSN, máximo responsable en materia de seguridad nuclear, debe elaborar un informe para evaluar si se han cumplido los requisitos necesarios para la reanudación de Garoña. El informe tiene carácter preceptivo y vinculante; si es negativo obligaría al cierre de la planta y, si es positivo, dejaría la decisión última en manos de Industria y el Consejo de Ministros.

Por su parte, la secretaria federal de cambio climático y sostenibilidad del PSOE, Pilar Lucio, explicó que la reunión pretende visualizar la oposición parlamentaria a la reapertura de la nuclear y su apoyo a un plan de sustitución de las nucleares por renovables. Asimismo, recordó que su grupo parlamentario presentó una iniciativa en la Cámara esta legislatura con el objetivo de que no se reabra Garoña. Sobre si el PSOE estaría dispuesto a cambiar las reglas del juego en la elección de consejeros del CSN, Lucio subrayó que se trata de «un compromiso de campaña» y confirmó que su formación estaría a favor de una revisión en profundidad sobre cómo se eligen los consejeros del CSN y otro organismos reguladores.

Mientras, Juan López de Uralde, diputado de Equo y Podemos, ve importante que desde la sociedad civil se inste a los partidos a cumplir lo prometido en ese acuerdo de cerrar de forma definitiva la central. Podemos también presentó en la Cámara una proposición no de ley instando a la no reapertura de Garoña y solicitó al CSN que el proceso se paralice hasta que haya un gobierno. «Un gobierno en funciones debe actuar en asuntos del día a día pero la reapertura de una central para los próximos 17 años no le corresponde», indicó.

Sobre el pleno del órgano regulador de este miércoles, Uralde hace un llamamiento para que no trate la cuestión de Garoña. «Hay 7 puntos que quedaron retrasados e instamos a que no se traten y se espere a que haya un gobierno para no condicionar la reapertura o ver los costes económicos que tendría que el CSN se adelante a lo que pueda decidir un gobierno», ha precisado el diputado. Tanto partidos como grupos ecologistas incidieron en que es la primera vez en la historia del país en la que se daría luz verde a una renovación a una nuclear por un periodo de 17 años, en lugar de las anteriores renovaciones por 10 años.

Podemos exige al CSN que detenga la evaluación de la reapertura de Garoña hasta que haya un nuevo Gobierno

Europa Press / EFE.- Mientras el Gobierno autonómico de Navarra también reclama su cierre, la secretaria de Análisis Político y Social de Podemos y diputada del grupo parlamentario de esta formación, Carolina Bescansa, entregó una carta en el registro del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) para instar a su presidente, Fernando Martí Scharfhausen, a detener el proceso de evaluación de la solicitud de Nuclenor para volver a producir electricidad en la central nuclear de Garoña (Burgos), por lo menos hasta que haya un nuevo Ejecutivo.

Tras entregar la misiva en el registro del organismo, Bescansa se mostró en contra de la reapertura de la instalación e incidió en la necesidad de iniciar una «transición energética» hacia otras fuentes de energía «limpias y renovables». En todo caso, hizo hincapié en que un Gobierno en funciones no debería tomar decisiones cuyo efecto podría revertir en una aprobación de actividad de Garoña para los próximos 15 años. Según indicó, «no es el momento de tomar una decisión» mientras el Ejecutivo sea un Gobierno en funciones «transitorio» y señaló que, en caso de que el Parlamento o el próximo Ejecutivo decida clausurarla, el permiso de reapertura podría dar lugar a reclamaciones por lucro cesante.

«Tenga en cuenta que otorgar una nueva licencia para que Garoña sea comercialmente explotada hasta 2031, aunque esté sometida a un informe condicionado por el regulador, podría permitir a las compañías propietarias la reclamación de pérdidas por lucro cesante, en caso de que el Parlamento o el próximo Gobierno decidiera mantener la actual orden ministerial de cese de explotación definitivo«, reza la misiva firmada por los diputados de Podemos y dirigida al presidente del CSN. Garoña está paralizada desde 2013 por decisión de su propietaria, Nuclenor (participada al 50% por Endesa e Iberdrola), que no renovó la autorización de explotación por motivos de no rentabilidad.

Para Bescansa, más allá de las cuestiones técnicas sobre la viabilidad o no de la reapertura de la instalación, la decisión sobre la vuelta a la actividad de la planta es también cuestión de «voluntad política» y de «un modelo energético de país». «En todo caso, las decisiones sobre energía nuclear no son decisiones aisladas sino que responden a un modelo energético de país y creemos que ya llegó el momento de que se plantee la transición energética de nuestro país, tan necesaria, hacia las energías limpias y renovables», subrayó.

Durante su intervención, Bescansa reiteró hasta 4 veces que Garoña es una instalación «gemela» de la central nuclear de Fukushima, en Japón, que fue destruida por un maremoto en 2009. En este sentido, el texto que han entregado en el CSN pone de relieve que la hipotética renovación de la concesión de actividad de Garoña sería «inédita en la historia de la seguridad nuclear de España» y supondría «autorizar llevar un reactor nuclear hasta los 60 años de vida» cuando «su vida útil de diseño estaba prevista hasta los 40 años«. Asimismo, recuerdan que permitiría «una autorización administrativa de 17 años consecutivos, cuando jamás en España se había dado una renovación de autorización de explotación por más de 10 años«.

Por estos motivos, «es debida una detallada explicación al Parlamento de las implicaciones técnicas, económicas y medioambientales que conllevaría esta inédita renovación», añade el documento. Finalmente, Podemos señala que la paralización de la actividad de la central en 2013 «no ha supuesto ningún problema para el suministro eléctrico«, situación que, a su juicio, podría prolongarse «unos meses más», hasta que se haya formado un Ejecutivo. «En consecuencia, le pedimos que el CSN detenga temporalmente el proceso de evaluación de la autorización de renovación de explotación de Garoña hasta la formación del nuevo Gobierno que deberá tomar la decisión final sobre el informe preceptivo que emita el organismo colegiado que usted preside actualmente», concluye el texto.

Navarra en contra de Garoña

El Gobierno de Navarra, formado por una coalición de nacionalistas vascos y partidos de izquierdas con el apoyo de Podemos, adoptó un acuerdo por el que solicita al Estado que no se reabra la central nuclear de Garoña, así como que se desmantele con seguridad para las personas y el medioambiente. En su acuerdo, el Ejecutivo que presidente Uxue Barkos ha considerado que «cualquier incidencia de esta central puede tener implicaciones directas en amplias zonas de Navarra, sobre todo en la Ribera del Ebro, densamente poblada, y con una actividad agraria muy importante para la economía de la Comunidad Foral».

El CSN pospone su pleno a la próxima semana y el Gobierno vasco asegura que recurriría la reapertura de Garoña

EFE.- Mientras el portavoz del Gobierno vasco, Josu Erkoreka, aseguraba que el Ejecutivo autonómico se mantiene atento ante una posible reapertura de la central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos), advirtiendo de que el País Vasco recurrirá si la planta retoma su actividad, desde el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) se anunciaba que no se celebraría su habitual reunión plenaria de los miércoles por cuestiones «ordinarias» y que quedaba pospuesta para la semana siguiente, según fuentes cercanas al organismo regulador.

De acuerdo con estas fuentes, el cambio de fecha entra dentro de la normalidad y de vez en cuando ocurre, por ejemplo, por problemas de agenda de los propios consejeros. Lo cierto es que la semana pasada, el día 20, hubo pleno del Consejo pero se aplazaron los puntos en los que estaba previsto abordar asuntos relativos a Garoña y al futuro Almacén Temporal Centralizado (ATC) de residuos nucleares de Villar de Cañas (Cuenca). El máximo organismo regulador en materia de seguridad nuclear explicó entonces que el aplazamiento se hizo de conformidad con las reglas del funcionamiento del pleno, «como se hace habitualmente cuando se considera conveniente para la toma de decisiones y de acuerdo con el Estatuto del CSN».

País Vasco presiona al CSN

En este sentido, el portavoz del Gobierno Vasco, Josu Erkoreka, advirtió de que recurrirán si la planta retoma su actividad en un recurso conjunto con la Diputación alavesa. Por otro lado, la plataforma Araba sin Garoña emplazó a los partidos vascos a impulsar en el Congreso la derogación del decreto que posibilita la reapertura de Garoña mediante una iniciativa que podría respaldar la mayoría parlamentaria.Asimismo, propuso a las instituciones vascas que interpongan más recursos.