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Los ministros de Energía del G20 estudian cómo aplicar los acuerdos de París

EFE.- Los ministros de Energía del G20 se reúnen a la búsqueda de fórmulas para aplicar los acuerdos alcanzados en la cumbre sobre el cambio climático de París (COP21) de diciembre pasado como principal objetivo. Este encuentro arrancó con una densa capa de contaminación en el cielo de Pekín, ciudad conocida mundialmente por su polución, poco después de que la Agencia Internacional de la Energía (AIE) alertara de que este problema provoca 6,5 millones de muertes prematuras cada año en todo el planeta.

«China ha copado portadas tanto por la magnitud de su problema de contaminación atmosférica como por sus encomiables esfuerzos por resolver esta cuestión», dijo el presidente de la AIE, Fatih Birol, en su discurso en la reunión del G20. Birol aseguró que, para cumplir con los compromisos adquiridos en la COP21, el gigante asiático debe implementar más controles de emisiones contaminantes industriales, mejorar su eficiencia energética y endurecer las normativas.

En este sentido, el viceprimer ministro chino Zhang Gaoli subrayó la importancia de desarrollar un suministro energético de bajas emisiones contaminantes y recalcó el compromiso de su país, mayor emisor de gases de efecto invernadero del mundo, por incrementar el peso de las energías limpias en su cartera energética, en detrimento de los combustibles fósiles. En este apartado China también contempla a la energía nuclear.

El viceprimer ministro avanzó que China controlará el consumo total de energía, invertirá en investigación y desarrollo de tecnologías de este campo y potenciará el uso de redes eléctricas inteligentes. Además, Zhang instó a los miembros del G20 a poner en marcha mecanismos para reforzar la cooperación internacional en energía, con una plataforma para compartir las innovaciones tecnológicas en este campo y mejorar las infraestructuras energéticas y garantizar su seguridad.

Las organizaciones ecologistas piden al futuro Gobierno un Ministerio de Medio Ambiente y cambiar el modelo energético

Europa Press.- Las ONG Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción, Greenpeace, SEO/BirdLife y WWF reclamaron al futuro Gobierno que el medio ambiente esté «en el centro de todas sus políticas desde los primeros 100 días», un Ministerio de Medio Ambiente propio y una Vicepresidencia de Sostenibilidad, tras una campaña en la que el tema ha estado «ausente» y después de una X legislatura «nefasta» en este ámbito, por lo que llaman a avanzar en el cambio de modelo energético con las renovables.

El portavoz de Amigos de la Tierra, Alejandro González, ha lamentado que durante la campaña electoral los cuatro partidos han tenido al medio ambiente «lejos» del debate y esta ausencia supone, en su opinión, «un precedente importante» para la próxima legislatura. Si bien González ha destacado los «pasos parlamentarios» durante la «breve» legislatura undécima, «en contra de las políticas ambientales de los cuatro años anteriores del PP», tales como la petición de derogación del real decreto de autoconsumo. Con ello, espera que se puedan revertir «algunas» de las decisiones «más perjudiciales» para el medio ambiente tomadas en la legislatura anterior.

Para el coordinador estatal de Ecologistas en Acción, Paco Segura, el resultado electoral «no es bueno para el medio ambiente», ya que el ganador, el PP, «no se caracteriza» por defender el medio ambiente. Por ello, le exige «lo mismo que la sociedad» como un cambio de modelo energético, el cierre de las centrales nucleares incluido y acción contra el cambio climático. De este modo, ha advertido de que pueden ser «cuatro años perdidos» para la lucha contra la amenaza contra el cambio climático si el Gobierno «orbita entorno al PP». «Las expectativas no son buenas, aunque nuestras reivindicaciones son las mismas para todos», manifestó.

Mientras, el director ejecutivo de Greenpeace, Mario Rodríguez, está «a la espera de como se conforma el Gobierno» y que, esta vez, el medio ambiente «no pague los platos rotos» sino que esté en la agenda real. De este modo, insta al futuro Ejecutivo que tenga el medio ambiente en sus prioridades, «sobre todo los determinantes primeros cien días» para que mejore la «nefasta» legislatura del PP en lo medioambiental.

Desde SEO/BirdLife, su directora ejecutiva, Asunción Ruiz, ha advertido de que no habrá regeneración ni cambio de modelo si el futuro pacto no tiene un corazón verde y considera que sería una «irresponsabilidad» política y social no tener en cuenta el medio ambiente. Ruiz no sólo ha pedido un Ministerio de Medio Ambiente «propio» sino una Vicepresidencia de Sostenibilidad para que cualquier política, energética, social, económica o de educación esté «impregnada» por el medio ambiente. «Necesitamos una Vicepresidencia para ahorrar incoherencias de Gobierno entre la política ambiental con la energética o la económica», ha insistido.

Del mismo modo, el secretario general de WWF, Juan Carlos del Olmo, pide un Gobierno que de prioridad el medio ambiente y para ello, ve preciso que haya un Ministerio de Medio Ambiente independiente. A su juicio, entre las cuestiones ambientales que deberá gestionar el próximo Ejecutivo de manera más inmediata será la ratificación «rápida» del Acuerdo de París y «ponerse en marcha» para luchar contra el cambio climático y reducir CO2. La receta para hacerlo, según el representante de WWF, pasa por cambiar el modelo energético, «una de las grandes oportunidades»,  ahora que la sociedad, los partidos y la industria está «preparada para ir a una energía 100% renovable».

Ese, precisamente, cree que sería uno de los asuntos en los que la mayor parte de los partidos «ahora que se necesitarán pactos» pueden llegar a mayor acuerdo, así como en generación de empleo y economía verde, para reducir la cifra de cuatro millones de parados. «El desarrollo rural, la energía renovable, los residuos, todo lo que esté relacionado con una economía baja de carbono es una oportunidad laboral», opina. Por último, reclamó que en la actual coyuntura en la Unión Europea, España abogue por defender la legislación europea «a ultranza» y que no se rebaje la exigencia ambiental. «Si el PP dice que mira por España, debe velar porque a largo plazo no se rebaje la normativa ambiental», aseveró.

El 66% de la nueva demanda energética vendrá de países emergentes, según la Agencia Internacional de la Energía

EFE.- Las ciudades de los países emergentes representarán dos tercios, es decir el 66% del aumento de la demanda energética prevista hasta 2050, según un informe de la Agencia Internacional de la Energía (AIE). El estudio Perspectivas de la Tecnología de la Energía 2016, presentado en Enerclub por el responsable de sostenibilidad de la AIE, Kamal Ben Naceur, explica que actualmente las ciudades son responsables de cerca del 70% de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) mundiales.

El encargado del estudio exigió a los gobiernos un mayor apoyo en la creación de ciudades con un consumo energético más eficiente. Acerca del pacto climático de París (COP21), cuyo objetivo es que la temperatura del planeta no aumente en 2 grados centígrados mediante un proceso de descarbonización mundial, Ben Naceur lo calificó de «impulso histórico para la energía limpia».

La mejora de las tecnologías energéticas es vital aunque Ben Naceur reconoció que solo las de vehículos eléctricos y de energía solar y eólica están «avanzando favorablemente». El número de este tipo de vehículos experimentará un gran aumento según las previsiones del informe, hasta alcanzar la cifra de 1.000 millones de coches eléctricos en 2050, lo que supondrá un 40% o 45% del total mundial.

El informe también prevé un descenso del 67% en las emisiones mundiales hasta 2050 si se cumplen los objetivos previstos. Ben Naceur ha destacado que desde el año 2013, los niveles de emisiones mundiales se mantienen estables, y ha señalado también que 2015 fue el primer año en que «las trayectorias de emisiones y crecimiento económico se separaron». La transformación de la economía china al sector servicios y el auge de las renovables son factores influyentes en estos hechos, indicó.

Las empresas vascas de energía ven un futuro favorable para las renovables

EFE.- Las empresas vascos de energía ven un futuro favorable para las renovables después de los acuerdos alcanzados en la cumbre climática de París en diciembre de 2015, puesto que consideran que se reforzó la idea de afrontar las inversiones necesarias para apostar por las energías limpias. El clúster de Energía del País Vasco celebró en el Parque Científico y Tecnológico de Vizcaya su asamblea anual, en la que se nombró a José Javier Arteche, presidente del Grupo Arteche, como nuevo presidente del clúster.

El director general del clúster, José Ignacio Hormaeche, destacó que las empresas renovables valoran los acuerdos de París de forma favorable. «Se interpretan como una señal inequívoca de que los poderes públicos habilitarán en los próximos años los marcos regulatorios y financieros necesarios para hacer posible el gran volumen de inversión requerido para alcanzar el objetivo de que el aumento de la temperatura global no supere los 2ºC», explicó Hormaeche. Entre estas inversiones, la generación renovable tendrá un especial protagonismo y, de forma destacada, la eólica y la solar fotovoltaica.

En opinión de Hormaeche, «la COP21 refuerza la apuesta exterior del sector energético vasco al establecer en sus artículos que los países desarrollados prestarán mayor apoyo a los países en desarrollo a través de la dotación de un Fondo de Adaptación de 100.000 millones de dólares, que permita el acceso universal a la energía sostenible en los países en desarrollo».

Por otro lado, la asamblea presentó las grandes cifras del sector energético vasco. El sector ha mantenido su facturación global en 2015 en términos muy parecidos a 2014, alrededor de los 46.000 millones de euros. Las compañías del sector emplean en Euskadi a 21.000 personas, de las cuales cerca de 2.400 están dedicadas a actividades de I+D+i. Tras varios años críticos, las empresas del sector energético vasco afrontaron un 2015 complejo y no exento de dificultad, «en un contexto de geopolítica de la energía incierto y sometido a variables de difícil evaluación», según afirmó Hormaeche.

«Sobre todo el precio del petróleo ha condicionado un año en el que, si bien se produjo un crecimiento de la inversión global en energía respecto a los años precedentes, la feroz competencia en los mercados internacionales ha obligado al sector a un importante esfuerzo en términos de despliegue comercial y de competitividad en costes», apuntó el director del clúster.

WWF cree que el Brexit perjudica al medio ambiente porque la Unión Europea ha supuesto «multitud de beneficios ambientales»

Europa Press.– WWF España se mostró crítico con la salida del Reino Unido de la Unión Europea porque “lo que menos se necesitan ahora son fronteras” ya que los «enormes» retos ambientales a los que se enfrenta la humanidad y el medio ambiente son globales. El secretario general de WWF España, Juan Carlos del Olmo, subrayó que «está más que demostrado que la Unión Europea ha supuesto multitud de beneficios ambientales para las personas y la naturaleza en Reino Unido y en Europa».

Así, hizo hincapié en que «pese a sus defectos«, gracias a la Unión Europea los europeos respiran un aire menos contaminado y disponen de ríos y playas más limpias, se apoya conservar hábitats y especies amenazadas, se acelera el abandono de los combustibles fósiles y la transición hacia las renovables, y se recortan las emisiones de gases de efecto invernadero.

Por ello, Del Olmo considera que es «importante» que el Gobierno británico se comprometa a mantener los altos estándares ambientales establecidos por la legislación europea. «Ni la crisis ambiental actual ni el cambio climático se detienen en las fronteras, y son retos que necesitan ser abordados con urgencia, tanto fuera como dentro de la Unión Europea», destacó. En este contexto, lamentó también la pérdida del Reino Unido como «defensor de una acción por el clima ambiciosa» dentro de la Unión Europea y pide aumentar los esfuerzos para cumplir la COP21.

La Unión Europea endurecerá la normativa para mejorar la calidad del aire y la eficiencia con una transición energética

Europa Press / Servimedia.- El director general de Medio Ambiente de la Comisión Europea, Daniel Calleja, considera que la mala calidad del aire es «el problema ambiental más serio» que tiene Europa, donde cada año se producen 400.000 muertes prematuras por esa cuestión, por lo que modificará la directiva sobre techos nacionales de emisión de determinados contaminantes atmosféricos. «No somos líderes en este ámbito», admitió.

Calleja recalcó que la Unión Europea pretende modificar la directiva sobre la cantidad máxima de contaminantes que cada país puede emitir con el fin de que «en los próximos años consigamos reducir al 50% las emisiones» para rebajar la cifra de mortalidad. De este modo, señaló que cada punto porcentual de reducción supone evitar muertes. Calleja indicó que Bruselas también trabaja para «reformar completamente el sistema de test de emisiones» de los vehículos después del escándalo iniciado con Volkswagen, en un «paquete de descarbonización del transporte sobre los combustibles». «Estados Unidos tiene una legislación más exigente en calidad del aire que la Unión Europea», precisó.

Por ello, estima que 2015 fue un buen año para el medio ambiente y el desarrollo sostenible porque, entre otros motivos, en Europa se aprobó el paquete de economía circular y se han intensificado los esfuerzos de la Comisión Europea para poner en marcha la Unión Energética en un momento de cambio que pone de manifiesto que se debe ir hacia a una transición hacia un modelo más flexible de energía «accesible para todos». Respecto al cambio climático, dijo que la COP21 «ha enviado una señal a los inversores, las empresas y los reguladores» para transitar hacia una economía baja en carbono y con mayor uso de las energías limpias.

«La transición hacia una economía baja en carbono es una prioridad mundial. Tenemos que poner ya en marcha medidas concretas para cumplir los objetivos», indicó Calleja, que ha explicado las políticas comunitarias en este sentido y los compromisos que se asumen con la firma del Acuerdo del Clima. A su juicio, la transición global hacia una economía baja en carbono es un objetivo «irreversible» por lo que el 20% del presupuesto de la Unión Europea irá destinado a iniciativas relacionadas con el cambio climático. El sector energético necesitará invertir más de 200.000 millones de euros anuales en la Unión Europea.

En este sentido, defendió la necesidad de mejorar las interconexiones eléctricas, de diversificar el aprovisionamiento de energía para un mercado de 300 millones de consumidores que tienen, en su opinión, un «gran poder» para actuar. Uno de los ámbitos en los que hizo hincapié por su potencial de descarbonizador es la eficiencia energética y ha dicho que en Europa hay que renovar 250 millones de edificios, lo que supone un campo para la generación de empleo verde, ya que antes de 2030 la mitad de la energía tiene que ser de origen renovable y hacia 2050 tenemos que ir hacia la descarbonización de la economía.

La ONU ve en el Princesa de Asturias un premio a «todos los países»

EFE / Europa Press.- La secretaria general dela Convención Marco de la ONU para el Cambio Climático (UNFCCC), Christiana Figueres, aseguró que recibir el Princesa de Asturias de Cooperación Internacional es un «reconocimiento» a «todos los países» comprometidos en la lucha contra el calentamiento global; «195 países que se comprometieron finalmente a lograr un modelo de desarrollo universal que reduzca gradualmente las emisiones contaminantes».

Figueres subrayó que «este premio es un reconocimiento a la UNFCCC, pero también a todos los gobiernos, nacionales y subnacionales, y a otros actores no gubernamentales», un premio al trabajo contra el cambio climático que se realiza «desde hace 21 años». A su juicio, el galardón destaca el trabajo de la UNFCCC, que viene «construyendo poco a poco un entendimiento colectivo» para que se reconozca a nivel global que el cambio climático es «uno de los retos más grandes de la humanidad», al que necesariamente hay que «hacerle frente juntos».

La COP21 que destaca el jurado en su fallo es, según Figueres, «el resultado de todos estos esfuerzos» conjuntos a lo largo de más de dos décadas y que deben seguir en los próximos años porque éste es «un proyecto a largo plazo». Ahora se trata, argumentó la costarricense, de «ir cerrando la brecha» entre los esfuerzos comprometidos hasta la fecha por los países y los niveles a los que hay que limitar el incremento de las temperaturas según la ciencia para evitar daños mayores.

Figueres, que apura ya los últimos días al frente de la UNFCCC, consideró un «gran honor» haber podido trabajar «al servicio» de gobiernos y organismos en la lucha contra el calentamiento. La costarricense sustituyó en 2010 al holandés Yvo de Boer en la secretaría general de la UNFCCC y está previsto que le suceda, a partir del primeros de julio, la mexicana Patricia Espinosa, exsecretaria de Exteriores de su país. La UNFCCC surgió en 1992, ante la creciente preocupación en la comunidad internacional por el calentamiento global y con el objetivo de evitar que la acción humana afecte al clima.

«Llamada a la acción inmediata»

Por su parte, la directora de la Oficina Española de Cambio Climático, Valvanera Ulargui, celebró la concesión del premio Princesa de Asturias a la Convención Marco de Cambio Climático de la ONU y al Acuerdo del Clima de París una «llamada a la acción inmediata» contra el cambio climático y la puesta en marcha de los compromisos adquiridos. Además, considera que el fallo del jurado es también «un reconocimiento a la labor de muchos años en la negociación climática» y destacó que se trata de un «éxito de la comunidad internacional y de todos y cada uno de los países».

En este contexto, ha recordado que en París se logró anteponer el bien común ante las prioridades nacionales y cree que el premio supone también un reconocimiento de España al impulso de las políticas que se deberán seguir manteniendo. «Se han adquirido compromisos, ahora hay que implantarlos», sentenció. «Tener este premio en la primera línea es marcar una prioridad e implica un cambio de modelo de desarrollo que tiene un pistoletazo de salida, la implantación del acuerdo», manifestó. Por ello, cree que la concesión del premio es «una llamada a la acción inmediata» que reconoce también el esfuerzo y el trabajo realizado por España con políticas bajas en carbono que «ya están dando resultados» para actuar decididamente en este objetivo.

“Que no sea papel mojado»

Hacer una llamada de atención para que el Acuerdo de París de 2015 contra el Cambio Climático «no se quede en papel mojado» es uno de los objetivos de la concesión del Premio Princesa de Asturias de Cooperación Internacional, como ha explicado la periodista Rosa María Calaf, miembro del jurado. «Se ha reconocido que el acuerdo es importante, y también el trabajo que se ha hecho hasta ahora», insistió Calaf, pero ha admitido que se trata de un conjunto de «buenas intenciones», y que lo fundamental ahora «es que se cumplan». «Quedan muchos flecos, el acuerdo de París es un hito histórico que marca un antes y un después, pero marca una tendencia», ha añadido.

En la misma línea, el acta del jurado destaca la labor realizada «por más de dos décadas de trabajo con el fin de reducir la influencia humana en el aumento de la temperatura en la Tierra». Así, se ha reconocido este pacto «como un hito histórico el Acuerdo alcanzado en París, en el que 195 países se comprometieron finalmente a lograr un modelo de desarrollo universal que reduzca gradualmente las emisiones contaminantes». El jurado ha destacado también «la importancia de este Acuerdo en el contexto de la cooperación internacional, como proyecto de futuro para ayudar a avanzar juntos hacia un modelo más limpio y sostenible».

La Convención de Cambio Climático de la ONU y el Acuerdo de París, Premio Princesa de Asturias de Cooperación 2016

Redacción / Agencias.- La Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y el Acuerdo de París fueron galardonados con el Premio Princesa de Asturias de Cooperación Internacional 2016 «por más de dos décadas de trabajo con el fin de reducir la influencia humana en el aumento de la temperatura en la Tierra«, según hizo público el jurado encargado de su concesión.

La Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático es el acuerdo de la ONU que tiene por objeto principal la estabilización de las emisiones de gases de efecto invernadero de manera que «impida la interferencia perjudicial del ser humano en el sistema climático». En este contexto, la Cumbre de París de 2015 (conocida como COP21), que estuvo presidida por el entonces ministro de Asuntos Exteriores de Francia, Laurent Fabius, logró la firma de un acuerdo histórico en la lucha contra el cambio climático para contener el aumento de la temperatura de la Tierra.

Los países miembros lograron alcanzar un acuerdo histórico por su carácter vinculante y universal, con la participación de China y Estados Unidos. Los pilares fundamentales de este acuerdo establecen la necesidad de «contener el aumento de la temperatura media mundial muy por debajo de 2ºC con respecto a los niveles preindustriales, y proseguir los esfuerzos para limitar ese aumento de la temperatura a 1,5ºC con respecto a los niveles preindustriales». Tiene además efecto jurídicamente vinculante para los países firmantes, que los países desarrollados aumenten el nivel de su apoyo financiero comprometiéndose a movilizar conjuntamente 100.000 millones de dólares anuales hasta 2020 y que el acuerdo sea revisado cada cinco años.

El camino recorrido por las Naciones Unidas hasta la Cumbre de París de 2015 sienta sus orígenes en la Cumbre de la Tierra en Río de Janeiro (1992) en la que se adoptó la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. Se trataba de la primera respuesta internacional contra el desafío climático, que se produjo bajo el consenso de una gran mayoría de países. Estableció entonces un marco de acción con el objetivo de estabilizar la concentración atmosférica de emisión de gases de efecto invernadero y evitar interferencias perjudiciales con el sistema climático.

Desde entonces, las partes del tratado se reúnen anualmente en una conferencia (conocida como COP o Conferencia de las Partes) para controlar y modelar la implementación de dicha respuesta. La primera de esas reuniones tuvo lugar en Berlín, en 1995. En la COP3 de Kyoto (1997) se adoptó, por 180 países, el Protocolo de Kyoto (PK), un proyecto de 15 años de duración considerado como primer paso importante hacia un régimen mundial de reducción y estabilización de las emisiones de gases efecto invernadero, que sentó los cimientos para posteriores acuerdos internacionales sobre el cambio climático.

La COP11 de Montreal (2005) marcó la entrada en vigor del PK, apoyado por 141 Estados firmantes, y sirvió de marco para la primera reunión de las partes del PK. La COP15 de Copenhague (2009) quedó marcada por la expectativa frustrada de que los Estados miembros lograsen un acuerdo para suceder al PK de 1997. Tras este fracaso, en mayo de 2010 la costarricense Christiana Figueres fue nombrada secretaria ejecutiva de la Convención, nombramiento que sirvió de punto de inflexión para iniciar el camino hacia el éxito de la Cumbre de París COP21 con el objetivo de lograr una solución común a los desafíos climáticos.

La COP17 de Durban en 2011 sirvió para marcar la pauta con la aprobación para crear un Fondo Verde para el Clima, que se convirtió en el principal instrumento financiero de la ONU para la lucha contra el cambio climático, promoviendo el desarrollo económico y la reducción de la pobreza. Desde entonces se trabajó para alcanzar un acuerdo global de peso, que llegó el pasado diciembre en la COP21. A mediados de julio la diplomática mexicana Patricia Espinosa sustituirá en el cargo a Christiana Figueres. De los 195 países que aprobaron el acuerdo en la COP21, 171 firmaron dicho documento el pasado 22 de abril, lo que supone el inicio del proceso de ratificación y entrada en vigor del mismo.

El climatólogo Ramanathan augura «una nueva riqueza» en España por la energía solar y lamenta que se grave con impuestos

Europa Press / EFE.- El climatólogo Veerabhadran Ramanathan, profesor de Ciencias Atmosféricas de la Institución Oceanográfica Scripps (Universidad de California, San Diego) y ganador de la VIII del premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento en la categoría de Cambio Climático, vaticina que España podría convertirse en «exportador de energía», en concreto, “la nueva Arabia Saudí en un mundo sin combustibles fósiles” con la energía solar, por lo que cuestiona el actual modelo energético que prima a los combustibles fósiles en detrimento de las renovables.

«La energía solar bien usada es más barata y puede generar una nueva riqueza para España, es su mejor opción. Vuestro país podría convertirse en exportador de energía porque los países que tienen radiación solar son los que van a prosperar. Por eso me siento tan triste al ver que no dais una ventaja impositiva al uso de energía renovable: hay impuestos que no benefician a la energía solar y eso es una equivocación. Lo que hay que hacer es ponerle impuestos a los combustibles fósiles, no a las renovables, ya que es ahí donde tendría que haber una ventaja impositiva, no impuestos», señaló Ramanathan.

Califica de «decisión nefasta para la economía y el progreso de España» su regulación nacional en materia de renovables y acusa al Ejecutivo de «falta de visión» en esta materia. «España está a la cabeza de los países que saldrían beneficiados económicamente de la transición hacia una economía baja en carbono por la cantidad de recurso solar que tiene», argumenta. Miembro de la Academia Nacional de Ciencias estadounidense y de la Academia Científica Pontificia, este experto está considerado el inspirador de la encíclica del Papa Francisco llamando a la acción en cambio climático, Laudato Si, y del discurso del Dalai Lama en esa misma línea.

Ramanathan, galardonado por la Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento por descubrir que hay otros gases y contaminantes, además del CO2, afectados por la actividad humana con un enorme poder para alterar el clima de la Tierra, y sobre los que se puede actuar para combatir el calentamiento global, permitiendo obtener resultados a corto plazo, también ha alertado de que los países del mediterráneo, entre los que se encuentra España, «son muy vulnerables» al cambio climático.

«Cuando la tierra se calienta, se evapora el agua y los recursos hídricos se pierden. La tierra perdería más humedad y si no hay lluvia, se convierte en algo árido y seco. España podría convertirse en un desierto… Todo depende del clima y del ser humano», precisó. En este punto, ha valorado positivamente los resultados obtenidos en la Cumbre de París, celebrada en diciembre, así como el acuerdo alcanzado, que calificó como «documento histórico», al decir «claramente que el cambio climático está teniendo lugar y es causado por la actividad humana, y se convertirá en un problema muy serio si no se hace algo ahora«.

En cualquier caso, el experto ha afirmado que «los compromisos establecidos por los países individualmente son demasiado débiles para lograr un cambio significativo» por lo que «es ahora cuando empieza la mayor parte de trabajo», consistente, a su juicio, en «reducir la curva del cambio climático, que va en ascenso, y lograr que descienda». Para ello, ve «necesario» apostar por el uso de energías renovables en lugar de combustibles fósiles y reducir la emisión de otros gases contaminantes que son nocivos para la atmósfera, como los HFCs o el metano.

Asimismo, Ramanathan ha lamentado que «a la opinión pública le haya llegado la impresión de que el problema es irresoluble y no lo es». «Hay tecnologías disponibles para ello«, ha proseguido, al tiempo que ha hecho un llamamiento a la alianza «entre científicos y medios de comunicación para trabajar juntos y dar información a la gente para que estén al tanto del problema», y lograr así «un cambio de conducta».

En este sentido, el experto considera que los ciudadanos tienen que mandar «un mensaje claro» a sus líderes: «no nos gusta el cambio climático, haced algo», aunque también ha pedido que se lleven a cabo acciones personales como instalar paneles solares (para aquellas personas con mayor poder adquisitivo), evitar el desperdicio de comida y adquirir productos más sostenibles. «Si todo el mundo comprara coches eléctricos y pusiera placas solares, las empresas que se dedican al comercio de combustible fósil, se quedarían fuera del negocio», aseveró.

«Yo no le digo a la gente que vuelva a la Edad de Piedra sino que digo que se usa una tecnología de la época de Edad de Piedra, los combustibles fósiles. En vez de eso, hay que entrar en la Edad Moderna, en las fuentes de energía renovable, como la energía solar, por ejemplo», añadió Ramanathan, quien ha insistido en «cambiar la actitud hacia el otro y hacia la madre naturaleza» ya que, en su opinión, «si ese cambio de actitud llega, todas las demás soluciones vendrán juntas también».

«Tenemos dos opciones para combatir el cambio climático: actuar desde la responsabilidad ética o desde el egoísmo. Desde la ética hemos de entender que nuestra acción ha dañado a otros y compensarles facilitándoles el acceso a la energía limpia; desde el egoísmo tenemos que facilitarla igualmente porque si no recurrirán a los combustibles fósiles y eso nos perjudicará a todos», concluye Ramanathan en relación al esfuerzo contra el cambio climático de los países en desarrollo.

Sánchez Galán (Iberdrola) reclama un precio para el carbono y aplicar el principio de «quien contamina paga»

Redacción / Agencias.- El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, reivindicó en París el principio de «quien contamina, paga», en referencia a la necesidad de cambiar el modelo energético, y abogó por la fijación de un precio para el carbono. En este sentido, Sánchez Galán se mostró partidario no solo de eliminar el apoyo a las tecnologías más contaminantes mediante subsidios como los dirigidos a los combustibles fósiles, sino también de penalizar el consumo de estas fuentes de generación.

Sánchez Galán intervino en el Government Business Dialogue, organizado por la iniciativa Carbon Pricing Leadership Coalition. Al foro asistieron el presidente de Francia, François Hollande, el secretario general de la OCDE, Angel Gurría, así como ministros de numerosos países, entre ellos, la ministra marroquí de Medio Ambiente, Hakima El Haite. «La herramienta más eficiente para alcanzar los objetivos comprometidos es fijar un precio al carbono, que impulsará las fuentes de energía limpias más baratas. Por supuesto, esta fijación de precios no será completamente efectiva a menos que todos los agentes jueguen con las mismas reglas, eliminando los subsidios a los productores más contaminantes«, explicó Galán.

«Debemos alcanzar el nuevo modelo sin que los productos y servicios se encarezcan. Para ello, hay que promover la eficiencia y que los fondos obtenidos por el precio del carbono se dediquen a políticas ambientales, sociales e industriales dirigidas a luchar contra el cambio climático», añadió el presidente de Iberdrola. Tras valorar muy positivamente el resultado de la COP21 celebrada en París, Galán ha puesto de manifiesto la necesidad de implementar ahora el acuerdo alcanzado. En este sentido, felicitó a Francia, que anunció su implementación.

A nivel europeo, el presidente de Iberdrola destacó que «es necesario mantener el liderazgo de Europa y aprovechar esta oportunidad única para invertir en tecnologías bajas en carbono, impulsar la competitividad y generar bienestar y empleo». Para cumplir con los compromisos adquiridos en París, Iberdrola considera fundamental la contribución del sector eléctrico, que representa el 25% de las emisiones globales. En esta línea, Galán recordó que, según estimaciones de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), de todos los sectores económicos el sector eléctrico tendrá que contribuir con el 40% a la reducción total de emisiones prevista para 2050 si se quieren cumplir los objetivos.

En este proceso, será clave la aportación del sector privado. Galán puso como ejemplo a Iberdrola: «Nuestro modelo de negocio demuestra que luchar contra el cambio climático crea valor: en 2001 arrancó nuestra apuesta pionera por las renovables; la compañía ha quintuplicado su tamaño, triplicado sus resultados y mejorado sus dividendos». «Además, incrementó su dividendo social, con mejores condiciones para sus empleados, compras a proveedores locales y miles de millones de euros de contribución fiscal en los sucesivos países», añadió. Por último, recordó el compromiso de reducción de emisiones asumido por Iberdrola: un 50% menos de intensidad de emisiones en 2030 con respecto a sus niveles de 2007 y ser neutra en carbono para 2050.