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La demanda de gas en España cae un 8% en julio

EFE.- La demanda de gas en España se situó en 23.241 gigavatios hora (GWh) en julio, lo que supone un descenso del 8,1% con respecto al mismo mes de 2015, un dato lastrado por el bajo consumo para generación eléctrica. Según datos del operador del sistema Enagás, la demanda convencional, que incluye a particulares y empresas, creció un 2,3%, mientras que la destinada a generación eléctrica se desplomó un 31,1%.

En julio, un total de 28.858 GWh de gas circularon por las instalaciones de Enagás, un 10,1% menos, ya que aunque las salidas por conexiones internacionales repuntaron un 10%, la carga de buques bajó un 79,5%. En los siete primeros meses del año, la demanda nacional de gas bajó un 2,3%, afectada por el descenso en consumo para electricidad, que cae un 18,3%, lo que no ha podido compensar la demanda convencional, que crece un 1,4%. Entre enero y julio, el total de salidas desde las instalaciones de Enagás baja un 5,4%. A finales de julio, el presidente de Enagás, Antonio Llardén, aseguro que la demanda crecerá entre un 1% y un 3% este año, animada por el consumo industrial.

El consumo energético de España subió un 1,7% en 2015, primer alza desde 2010 tras años de caídas

EFE / Europa Press.- El consumo energético de España experimentó un cambio de tendencia y volvió a la senda del crecimiento con 134,4 millones de toneladas de petróleo equivalentes en 2015, lo que supone un repunte del 1,7% con respecto al año anterior, el primer alza desde 2010. Según el informe BP Statistical Review of World Energy 2016, los datos de consumo del pasado ejercicio se encuentran todavía lejos del récord de 158 millones de toneladas equivalentes de petróleo marcado en 2007, antes de la crisis.

Durante la presentación del estudio, el presidente de BP, Luis Aires, destacó que el crecimiento más acentuado lo registró el carbón, con una subida del 23,9% respecto a 2014, como consecuencia de la caída del precio internacional de este combustible, el menor precio del CO2 y la situación climatológica, marcada por la falta de lluvias y la sucesión de anticiclones. El carbón reemplazó la baja aportación de la energía hidráulica, que descendió un 28,8% por ser un año seco, por lo que algunos embalses estuvieron a la mitad de su capacidad durante el pasado ejercicio.

Como consecuencia del uso de este combustible, las emisiones de CO2 se dispararon hasta un 6,8%, muy por encima de la media europea de 1,3%. España fue el segundo país de la Unión Europea que registró mayor crecimiento de sus emisiones, solo por detrás de Portugal (7,6%). A nivel mundial, el primer puesto es para Turkmenistán (18,3%), seguido de Qatar (13%) y Vietnam (11,4%). España se disputa el séptimo puesto de este ránking con Colombia.

Más gas natural que carbón

La modificación en el consumo produjo cambios en la configuración del mix energético de España en el año 2015, que quedó distribuido en petróleo, con un 45% del total, gas natural (18,5%), carbón (10,7%), nuclear (9,6%), hidráulica (4,7%) y renovables (11,5%). Según Aires, el posicionamiento del gas natural por delante del carbón fue debido a «la convergencia en los precios».

En la Unión Europea, el consumo también dio un giro respecto a su tendencia negativa de los últimos años. De esta manera, aumentó un 1,6% en 2015, mientras que en 2014 se redujo un 3,9%, lo que supone su mayor crecimiento desde 2010 y representa el 12,5% del consumo mundial de energía. Este crecimiento se dio por el aumento de las renovables en un 14,9%, del gas natural (4,6%) y del petróleo (1,5%), que compensaron las caídas de la hidroeléctrica en un 9,6%, del carbón en un 1,8% y de la nuclear en un 2,2%. Dentro de las renovables, destaca el crecimiento de la eólica del 23,5%, que representa más de la mitad de las renovables en la generación eléctrica.

Por su parte, la producción de las refinerías europeas creció un 5,8% en 2018, lo que supone el primer incremento desde 2005 y el mayor desde 1986. En cuanto a las importaciones netas de gas natural, aumentaron un 7,4%, gracias al crecimiento del 9,9% de las importaciones rusas por gasoducto. Las emisiones de CO2 derivadas del uso de la energía también crecieron por primera vez desde 2010 y registraron un aumento del 1,3% en 2015.

A nivel mundial, el informe revela un año con una mayor oferta de petróleo derivada de la resiliencia de los recursos no convencionales en Estados Unidos y el incremento de la producción de la OPEP. Asimismo, se produjo una desaceleración del crecimiento del consumo global energético, un cambio en el mix hacia combustibles con menor contenido en carbono y un incremento de las renovables por el abaratamiento de sus costes.

La demanda de gas natural repunta un 5,3% en el primer semestre

Redacción / Agencias.- La demanda de gas natural transportado por Enagás ascendió a 161.353 gigavatios hora (GWh) en el primer semestre, lo que supone un incremento del 5,3% con respecto al mismo periodo del año anterior, aunque retrocedió un 0,7% en junio tras cinco meses al alza, según datos de Enagás. De esa cantidad, 134.847 GWh correspondieron a la demanda convencional nacional en sus consumos doméstico, industrial y para pymes, un 2,1% más que en los seis primeros meses de 2014, y 26.505 GWh, para generación de electricidad, un 25% más.

Los factores que explican este incremento son múltiples: el mayor consumo de electricidad por la recuperación económica, la menor aportación de las centrales hidroeléctricas y la coincidencia de un invierno frío y una primavera calurosa. En junio, la demanda de gas natural se situó en 21.951 GWh, lo que representa un retroceso del 0,7% respecto a junio del 2014, como consecuencia de la caída de la demanda convencional en un 2,3% hasta los 17.492 GWh frente al repunte de las entregas para el sector eléctrico, que subieron un 6,2%, hasta 4.458 GWh. Así ha sido impulsada por las altas temperaturas, que han aumentado el consumo de energía eléctrica por el mayor uso de los aparatos de aire acondicionado, según Enagás.

El consumo llega a máximos

El operador del sistema gasista indicó que durante el mes de junio las temperaturas fueron superiores a las registradas en el mismo mes del 2014 al ser de media de 22,6 grados, 1,1 grados centígrados superior a las de 2014. De hecho, la demanda de gas natural para generación de electricidad en España alcanzó el pasado martes su máximo valor registrado en los dos últimos años, coincidiendo con el nivel más alto del consumo eléctrico en la temporada de verano de los últimos cuatro años por la ola de calor. Además del calor influyó también la menor aportación de la energía eólica, que genera menos electricidad en las situaciones anticiclónicas.

En concreto, la demanda de gas natural para generación eléctrica alcanzó los 329 gigavatios hora (GWh), su nivel más alto desde el 12 de diciembre de 2013, cuando se situó en 362 GWh. Ese mismo martes el consumo de electricidad alcanzó el mayor nivel en verano de los últimos 4 años, con 40.105 megavatios (MW), ante las altas temperaturas y el mayor uso del aire acondicionado, según datos de Red Eléctrica de España (REE). Sin embargo, la demanda máxima diaria del semestre en España fue de 1.352 GWh y tuvo lugar el pasado 6 de febrero. De ese total, la demanda convencional nacional fue de 1.146 GWh y la del sector eléctrico, de 206 GWh.

La OCU alerta de que los coches consumen un 51% más de lo que anuncian

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) advirtió de que el consumo real de los coches es hasta un 51% mayor del que anuncian, una diferencia que supone un gasto extra de 338 euros por cada 10.000 kilómetros. En este sentido, la OCU denuncia que las pruebas que realizan los fabricantes para medir y publicitar el consumo de los coches no responden a la realidad de la conducción habitual y criticó que en todas las marcas «exageran el bajo consumo».

La prueba con la que todas las marcas realizan las pruebas de consumo de carburantes se denominan NEDC, usada desde 1997 para homologar el consumo de combustible y en ella se basan los fabricantes para indicar las cifras de consumo de cada coche. Según explicó la OCU, los resultados de estas pruebas son «pocos realistas y se alejan de la realidad«, y es que «las pruebas simulan la conducción en ciudad y carretera, en unas condiciones óptimas, y se olvidan de la conducción por autopista a gran velocidad que aumenta de forma considerable el consumo».

Por otra parte, el modelo que emplean los fabricantes «está preparado para optimizar el consumo y no se parece en nada al que se conduce en la calle», lo puede significar más de un 7% menos en el consumo. Además las pruebas dan la potestad al fabricante de ajustar hasta un 4% la cifra de consumo obtenida, añade la OCU.

De los 500 coches analizados por OCU en el laboratorio, de media el consumo es de 5,1 litros a los 100 kilómetros, pero, por el contrario, las pruebas reales en autopista a 130 kilómetros por hora arrojan un consumo de 7,7 litros a los 100 kilómetros. «Esto supone un 51% de diferencia entre consumo real y el anunciado», han denunciado. Asimismo, reclamaron que la legislación no permita a los fabricantes probar el consumo en condiciones que los usuarios no puedan reproducir en la vida real.

Según la OCU, «todos los modelos exageran igual, unos lo hacen más que otros, dependiendo, sobre todo, del tipo de motor«. Aunque está prevista la sustitución en la Unión Europea de los test NEDC por otro más realista a partir de 2017, los fabricantes de coches «presionan para retrasar la puesta en marcha del nuevo test WLTC», un retraso que se rechaza desde la OCU.