Sedigás prevé que la supresión de las tarifas reguladas será ordenada y no creará inquietud en los consumidores

La patronal gasista Sedigás espera que la supresión de las tarifas reguladas del gas natural, prevista para el 1 de enero de 2008, se hará de forma ordenada y «sin generar inquietud» en los consumidores, apuntó su presidente, Antoni Peris.

El proyecto de reforma de la Ley del Sector de Hidrocarburos, que actualmente se tramita en el Parlamento, prevé la supresión de las tarifas reguladas aunque quedará una tarifa de último recurso para los clientes con menor consumo, básicamente los usuarios domésticos. El objetivo de esta reforma es adecuar la legislación española a la Directiva europea del gas.

«Se va a hacer de la forma más ordenada y menos compleja posible», dijo Peris en un almuerzo informativo para presentar la próxima Reunión Anual de Sedigás, que se celebrará el jueves y el viernes en Madrid.

Aunque el Gobierno aún no ha determinado el mecanismo por el que se fijarán las tarifas de último recurso, Peris subrayó que éstas tendrá que recoger los precios reales de mercado y no deberán hacer la competencia al mercado liberalizado.

En el mercado eléctrico, la imposibilidad de las comercializadoras para competir con la tarifa regulada originó que buena parte de los consumidores volvieran al mercado regulado.

Peris admitió que lo lógico es que los precios en el mercado liberalizado sean inferiores a la tarifa de último recurso, aunque precisó que esta última será menos volátil y proporcionará un refugio para los consumidores. A partir del próximo 1 de enero, todos los usuarios que consuman más de 3 gigavatios deberán pasar al mercado liberalizado, límite que quedará reducido a 1 gigavatio en 2010.

El resto de los consumidores, unos cien mil, básicamente clientes domésticos, comerciales y pequeñas industrias, podrán elegir entre pasar el mercado liberalizado o acogerse a la tarifa de último recurso. En la actualidad, el 86 por ciento del gas que se consume en España se vende en el mercado liberalizado.

Las industrias y las centrales eléctricas compran el 92 por ciento del gas en el mercado liberalizado, cifra que desciende hasta el 43 por ciento en el caso de los clientes domésticos y comerciales.

Para garantizar la transparencia en el traspaso de los clientes, se creará la Oficina de Cambios de Suministrador, que estará formada por comercializadores de gas natural y electricidad (35 por ciento cada colectivo) y distribuidores de gas y energía eléctricas (con un 15 por ciento cada bloque). Ningún grupo empresarial podrá tener una participación superior al 20 por ciento.

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