La Europa de los 27 debate hoy sobre la separación patrimonial de gas y electricidad

Los gobiernos de la Unión Europea discutirán hoy la separación patrimonial de las redes de gas y electricidad, lo que podría suponer la desmembración de las grandes compañías que mantienen el control sobre todo el proceso, como E.ON o EDF.

No obstante, será un debate meramente orientativo y sin conclusiones que dará inicio al Consejo de Transporte, Telecomunicaciones y Energía que se celebrará en Luxemburgo hasta el viernes, y en el que la jornada de de hoy estará dedicada íntegramente al capítulo energético.

España, representada por el secretario general de Energía, Ignasi Nieto, no mantiene una posición polémica sobre la separación patrimonial, que ya existe «de facto» en este país.

Son Alemania y Francia los miembros del Consejo más opuestos a la disgregación de actividades, ya que defienden los intereses de los antiguos monopolios de E.ON, en el primer caso, y EDF, en el segundo.

Sin embargo, Gran Bretaña lidera el grupo de los favorables a esta posibilidad, que también es la preferida por la Comisión Europea (CE) para aumentar la competencia, garantizar la eficacia de la reglamentación y alentar la inversión en beneficio de los consumidores del mercado interior de gas y electricidad de la UE.

Además, se va a tratar sobre el establecimiento de un mecanismo independiente para que los reguladores nacionales cooperen y adopten decisiones sobre temas transfronterizos importantes.

En este caso España -según fuentes diplomáticas- cree que es bueno que exista un regulador europeo, para dinamizar las inversiones necesarias y evitar problemas como los surgidos en la interconexión con Francia.

No obstante, no se pide que se sustituya a los reguladores nacionales, sino que convivan.

Además de este asunto, los Veintisiete conocerán un informe de la Comisión sobre las relaciones internacionales en energía, en especial con Rusia y la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).

El diálogo con Moscú es clave, debido a la dependencia europea de su mercado energético, como pusieron de manifiesto los acontecimientos ocurridos desde el mes de enero de 2006, con la llamada «crisis del gas«, entre Rusia, Ucrania y Moldavia por el tránsito del gas ruso, y más recientemente con los problemas con Bielorrusia.

Las relaciones se han complicado por la imposibilidad de negociar un nuevo acuerdo de Asociación Estratégica, debido al veto de Polonia hasta que se resuelva el problema de sus exportaciones de carne y vegetales a Rusia.

En este contexto, España defiende que se preste mayor atención a Argelia, como suministrador relevante para los países del sur de Europa, especialmente en cuanto al gas, y que se reconozca esta importancia desarrollando un diálogo privilegiado con la nación norteafricana.

Así, Madrid es partidario de fomentar el diálogo Euromediterráneo, donde existen grandes reservas de petróleo y gas que podrían ofrecer -aseguran- una mayor seguridad de abastecimiento a una UE fuertemente dependiente del exterior.