Se acabó el lenguaje florentino

La comparecencia del Consejero Delegado de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán para presentar los resultados de la compañía en 2007 ha sido muy clarificadora. Sánchez Galán fue muy contundente en sus apreciaciones sobre EDF y sobre ACS, tanto que desde la eléctrica que preside Florentino Pérez se arbitró una reacción pública casi inmediata el mismo jueves. De hecho parece ser que es una cuestión que está presente en todos los círculos privados y públicos de Madrid y en las recepciones dónde se dan cita empresarios y políticos. El choque de trenes está servido y ahora ya parece que se va a producir no en el ‘saloon’, sino en la calle principal del poblado del far west como en las películas de Sergio Leone.

Por tanto, se acabaron las insinuaciones, el lenguaje más o menos indirecto y que todo circule a través del rumor y los confidenciales. En un momento tan concreto como la presentación de resultados, Sánchez Galán habló sin pelos en la lengua y con un tono inusual en las empresas españolas. Cabe decir que, contra todos aquellos que querían trasladar el combate a más allá de las elecciones, para evitar que perturbe el desarrollo de las mismas, que ya hay declaración oficial de guerra, lo que en lenguaje militar se denomina casus belli. Se acabó el lenguaje ‘florentino’ en la entente que hay abierta.

Sánchez Galán avisó (menos frontalmente, pero igual de claro) también al gobierno con su política indeterminada e interpretable de campeones empresariales, diciendo que Iberdrola el ya es un campeón, que compite en los mercados internacionales (de hecho cada vez cobra más fuerza en sus resultados sus negocios exteriores y baja en nuestro país). Avisó a EDF anunciando que no era bienvenida ni por los accionistas (en referencia a las propias declaraciones de su presidente que afirmaba que no iría donde no fueran bienvenidos) ni por los sindicatos y anunció a ACS que irá a los tribunales (aunque fuese accionista, eso si de dos eléctricas a la vez) si esta operación interrumpía la operación de compra de Energy East.

El hecho es que el telón de fondo que nos concierne, el asunto de la operación de EDF y ACS para cambiar la propiedad de Iberdrola no ha dejado de estar fuertemente activo desde que se destapó a raíz de la fuerte crisis bursátil, desatada por la adquisición de un 3% de Iberdrola por un banco francés, lo que adelantó las primeras escaramuzas del asalto a Iberdrola, ahora parece que postergadas para después del 9 de marzo. Desde entonces el tema sigue cada día mas encendido y la presentación de resultados ha significado echar gasolina en el incendio.

Por otra parte, también se refirió a la condición de empresa pública de EDF, en un movimiento de crítica creciente hacia la política de la Comisión Europea de que no exista discriminación en el tratamiento de las empresas públicas en las operaciones sobre empresas privadas. Criterio que cada vez se hace más insostenible, toda vez que estas empresas públicas, tienen discriminación positiva (para ellas) en sus países de origen y de sus respectivos gobiernos: son monopolios o pseudomonopolios, con comportamientos monopolísticas y políticas protectoras por parte de sus respectivos gobiernos (en materia tarifaria, de liberalización , etc…). Consecuentemente estamos ante una guerra desigual. Y la posición de nuestro gobierno, no ha sido precisamente evidenciar y reclamar esto ni ante la Unión Europea, ni ante gobiernos ‘amigos’ como el italiano, al haber quedado maniatado por la operación de Endesa, además de coincidir con cierta visión retroprogresiva de las empresas públicas y de una relación que se puede calificar de florentina entre los dos gobiernos.

Lo que en todo caso, será difícil de justificar es que fruto de todo este proceso, dejen de existir empresas españolas de relevancia en el sector energético, como existen en la banca o en las telecomunicaciones, donde han entrado otros operadores extranjeros (con libertad) y al mismo han competido con nuestras empresas. Hoy podemos decir que la banca en España o en las telecomunicaciones tenemos muy buenos operadores propios y que aquí además se juega una Champion League. Por eso, es razonable reconocer el esfuerzo realizado por Iberdrola en su modelo de crecimiento, proyecto empresarial y de internacionalización.

(También Pedro Solbes fue en el primer debate menos florentino que estos cuatro años, en los que han pasado por encima de su cabeza la mayor parte de los aviones de papel de sus compañeros de pupitre de esta legislatura además de la famosa Oficina . Esperemos, que si renueva, esté más atento.)

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