Las subastas del servicio de interrumpibilidad del sistema eléctrico arrancan este lunes con Alcoa en vilo

EFE.- Las subastas de interrumpibilidad, que proporcionan compensaciones económicas a las grandes empresas consumidoras de energía por estar dispuestas a desconectarse del sistema eléctrico en caso de que se lo requiera el operador del mercado Red Eléctrica de España, empezarán este lunes y concluirán previsiblemente el próximo viernes. Por su parte, el comité de empresa de Alcoa en Avilés considera que es «insuficiente» que Red Eléctrica sólo vaya a ofertar 8 paquetes de 90 MW en la subasta de interrumpibilidad.

En las subastas se ofrecerán entre 293 y 407 bloques de 5 y 90 megavatios (MW), lo que sitúa la potencia total ofertada entre 2.060 y 3.140 megavatios. El sistema de interrumpibilidad es una herramienta útil para el sistema eléctrico, ya que le permite liberar potencia en situaciones en las que la demanda de electricidad supera a la producción. Desde 2014, la interrumpibilidad se reparte mediante subastas en las que los distintos lotes se adjudican a las compañías que presentan las pujas más competitivas. Este proceso está gestionado por Red Eléctrica (REE) y supervisado por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).

Los dos tipos de bloques de potencia ofertados por el Ministerio de Industria son de 5 megavatios (MW) y de 90 MW. Se ofrecerán entre 7 y 13 lotes de 90 MW y entre 286 y 394 bloques de 5 MW, por lo que la potencia total que se prevé ofertar oscilará entre 2.060 MW y 3.140 MW. Las pujas se llevan a cabo mediante un sistema informatizado de subastas de precio descendente, similar al de una lonja de pescado.

El precio inicial de los lotes de 5 MW ascenderá a 200.000 euros, y el de los de 90 MW será de 340.000 euros. A partir de esas cifras, la puja irá descendiendo en escalones de 1.000 euros hasta que alguna compañía se decida a comprar al precio marcado. El plazo de presentación de solicitudes finalizó el 12 de agosto, y el operador del sistema REE ya habilitó para acudir a la subasta a las empresas que cumplían los requisitos.

No obstante, la Asociación Española de Fabricantes de Pasta, Papel y Cartón (Aspapel) alertó el jueves de que varias fábricas del sector no habían conseguido la autorización para participar en las pujas al estar inmersas en procesos administrativos no resueltos e impugnados por las mismas. La patronal del papel Aspapel avisó que este hecho «puede afectar gravemente» al futuro y la viabilidad de estas fábricas.

El año pasado, primero en el que se establecía este sistema, las subastas suscitaron un fuerte debate, ya que algunas industrias que tradicionalmente habían percibido estas retribuciones no entraron en la primera subasta, por lo que amenazaron con cerrar sus plantas. Fue el caso de Alcoa que, tras la primera fase del proceso, anunció despidos colectivos en sus factorías de Avilés y La Coruña, aunque finalmente rectificó al obtener la interrumpibilidad en una subasta extraordinaria celebrada en diciembre. Además, el Supremo admitió a trámite en febrero el recurso interpuesto por Acerinox Europa contra la orden ministerial que regula la interrumpibilidad.

Desde Alcoa temen la interrumpibilidad

El comité de empresa de Alcoa en Avilés considera «insuficiente» que Red Eléctrica sólo vaya a ofertar 8 paquetes de 90 MW en la subasta de bonificación por interrumpibilidad y temen que un resultado negativo ponga en peligro la continuidad de la planta asturiana. Los representantes sindicales indicaron que, a falta de saber con exactitud cuántos serán los pujantes en la subasta, consideran «insuficiente» el número de paquetes ofertados, ya que «se podían haber sacado hasta 13, como publicó el pasado día 4 el Boletín Oficial del Estado (BOE)», puntualizaron.

A su juicio, esta decisión «deja de manifiesto una clara falta de política industrial por parte de Industria y una clara intención de desmantelamiento del tejido industrial en España, haciendo competir a la industria electrointensiva entre sí cuando nada tienen que ver los sectores ni el impacto energético de cada una». Además, subrayaron que esta postura «deja clara la apuesta del Gobierno para favorecer a las empresas energéticas de España en detrimento de las industriales».

«Alcoa apuesta por San Ciprián»

«Exigimos a Alcoa que permita competir libremente a la planta de Avilés en la subasta de 90 MW, como un centro de trabajo, y no haga estrategia de grupo y mucho menos toleraremos que nos utilice como escuderos de los intereses de otras plantas del grupo», recalcaron. En este sentido indicaron que «con la estrategia de salvaguardar la planta de San Ciprián (Lugo), está lastrando el futuro de la de Avilés». «Seguiremos reclamando un cambio del modelo energético y una apuesta clara por la industria y el mantenimiento del empleo y haremos las movilizaciones que sean necesarias para reivindicarlo», recalcaron.

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