La UE pide diversificar el suministro de gas para evitar crisis en el futuro

«No nos gustaría volver a pasar por la misma situación», afirmó el ministro checo de Energía, Martin Riman, quien añadió que la presidencia de la UE -que ejerce la República Checa este semestre- apoyará todos los pasos que sean necesarios para impedir que la crisis se repita.

Para prevenir perturbaciones graves del suministro energético y lograr un mercado de la energía de la UE bien integrado hay que reforzar las infraestructuras comunitarias, aseguraron los Veintisiete en un texto de conclusiones.

En este sentido, coincidieron con una propuesta de la Comisión Europea del pasado noviembre al considerar prioritaria la creación de un «corredor sur» del gas, en el que se agruparán varios gasoductos como Nabucco para llevar el gas del Caspio a Europa a través de Turquía.

Asimismo, los ministros respaldaron el desarrollo de técnicas de gas licuado para facilitar la acumulación de reservas, la interconexión eficaz de la región del Báltico y las de gas y electricidad en la Europa central y sudoriental.

Se mostraron a favor, además, de potenciar las plantas eólicas del mar del Norte y establecer un anillo energético mediterráneo que aproveche el potencial de la energía solar y del viento en el norte de África.

Los países consideraron esencial detectar y eliminar las barreras existentes a la inversión a través de medidas como la generalización de procedimientos de planificación y consulta o la designación de coordinadores europeos.

Desde el punto de vista de las Relaciones Exteriores, los titulares de Energía incidieron en la necesidad de que los estados miembros mantengan una «imagen coherente» y hablen con una sola voz en sus contactos con los países suministradores y de tránsito y logren reforzar sus relaciones energéticas con terceros países (Rusia, países del Este y del corredor sur).

Facilitar la entrada de Ucrania y Moldavia en el Tratado de la Comunidad de la Energía es otro de los objetivos.

También habría que aumentar la transparencia y fomentar el intercambio de información entre la Comisión y los países de la UE sin por ello dejar de proteger la información comercialmente delicada.

El Consejo reafirma la necesidad de desarrollar mecanismos adecuados de respuesta a las crisis y reconoce que conviene revisar la normativa sobre reservas de petróleo y adecuarla a las normas de la Agencia Internacional de la Energía (AIE).

Los países piden «mejorar urgentemente (…) los instrumentos para garantizar la seguridad de suministro de gas», para lo que sugieren definir mejor el indicador de «perturbación grave del suministro» y diseñar planes de emergencia para poder dar la respuesta adecuada en caso de crisis.

En relación al «uso óptimo» de los recursos propios de la UE, los ministros consideran que deben tenerse en cuenta las energías renovables, los combustibles fósiles y, en los países que opten por ella, la energía nuclear.

Entre las prioridades a largo plazo, figuran el desarrollo de sistemas energéticos eficientes y con bajas emisiones de carbono, el establecimiento de tecnologías y proyectos de captura y almacenamiento de carbono y el impulso a vehículos eléctricos y de hidrógeno y de otros combustibles alternativos a fin de reducir la dependencia del petróleo.

Para lograr todo lo expuesto, los ministros invitan al Ejecutivo comunitario a que defina las actuaciones necesarias y los recursos financieros adecuados, así como a que presente un nuevo instrumento para la seguridad y las infraestructuras energéticas de la UE.

También insta a la CE a elaborar una iniciativa de financiación como proyecto conjunto con el Banco Europeo de Inversiones para movilizar fondos a gran escala destinados a la inversión en el ámbito energético.

El texto de conclusiones aprobado por el Consejo de ministros de Energía se basa en una comunicación que la CE presentó el pasado mes de noviembre y englobaba más de veinte medidas destinadas a llevar a cabo lo que se conoce como la segunda revisión estratégica del sector de la energía.