La Fundación Renovables celebra la petición del Congreso de prohibir el fracking y pide el cierre de nucleares y carbón

Europa Press.- La Fundación Renovables aplaudió la iniciativa parlamentaria aprobada por el Congreso, en la Comisión de Industria, Energía y Turismo, por la que insta al Gobierno a prohibir la técnica de la fracturación hidráulica, el fracking, uno de los procedimientos de extracción de combustibles fósiles que considera de las «más peligrosas».

Asimismo, la Fundación Renovables insta a los grupos parlamentarios a «dar urgentemente nuevos pasos» para acordar el cierre «de forma progresiva pero urgente» de centrales de carbón y nucleares, según indicó el presidente de la entidad, Domingo Jiménez Beltrán. Para la Fundación Renovables, las centrales nucleares son «insostenibles» y «muy peligrosas» y considera que este cierre debe producirse en el momento en que finalice la licencia de operación de la que disponen en la actualidad; la última expira en 2024.

En cuanto a las térmicas de carbón, considera que debería concretarse un plan de cierre progresivo en 2016, y que en todo caso se debería producir antes de 2025, para alcanzar así un escenario energético eficiente y 100% renovable en 2050. Además del cierre de las centrales de carbón y nucleares, la Fundación Renovables también pide el fin del uso de todos los combustibles fósiles y el abandono de la minería, que debe ir acompañado de planes de «transición justa», tal y como expone la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

“Negativas consecuencias medioambientales” del fracking

Con respecto al gas, la Fundación Renovables reitera su utilización exclusivamente en el periodo transitorio hacia un escenario 100% basado en energías renovables, «con un cometido de favorecer la gestionabilidad del sistema en ese lapso de tiempo y nunca con la consideración de combustible directo«. Con respecto al fracking, la Fundación también insta al Congreso a prohibir la importación de gas natural procedente de esta técnica, ya que, según la entidad, las emisiones de metano lo hacen equivalente a apostar por el carbón. Además, considera un «completo sinsentido» que se permitan nuevas prospecciones para extracción de combustibles fósiles, así como la explotación de yacimientos, por las «negativas consecuencias» medioambientales que producen las energías no renovables.

Según recuerda la Fundación, el fracking es una técnica de fracturación hidráulica que consiste en romper la roca del subsuelo de esquisto y liberar el gas y el petróleo en ellas retenido. Este proceso implica la producción de enormes cantidades de aguas residuales, fuertemente cargadas de productos químicos tóxicos, de las que la industria se deshace mediante su inyección subterránea. “Esto ha provocado el incremento de la sismicidad inducida en los terrenos donde se practica el fracking, un hecho reconocido por el Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS)”, concluye.

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