La crisis de Venezuela podría llevar pronto al mercado petrolero al déficit al disminuir su producción, según la AIE

Europa Press / EFE.- La Agencia Internacional de la Energía (AIE) asegura que Venezuela continuará siendo “el mayor factor de riesgo entre los principales productores de petróleo” en el futuro, según se desprende del último informe de la organización sobre el mercado de oro negro.

«Dentro de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), el mayor factor de riesgo es, y probablemente seguirá siendo, Venezuela». De hecho, ha asegurado que, si no se da ningún cambio compensatorio por parte de otros productores, “es posible que el país latinoamericano sea el elemento final que incline decisivamente al mercado hacia el déficit”. En los 20 años transcurridos desde que el ex presidente Chávez llegó al poder, la producción de petróleo se ha reducido a menos de la mitad, hasta 1,6 millones de barriles diarios, y la capacidad se estima que se reducirá en casi 700.000 barriles al día más en 2023. En febrero volvió a reducirse su producción en 60.000 barriles, hasta 1,55 millones al día.

«Con Venezuela en crisis, el crecimiento neto de la capacidad total de producción de la OPEP será de solo 750.000 barriles diarios», apuntó la AIE, que calcula esta cifra incluyendo la suposición de que finalmente se reinicie la producción de cerca de 500.000 barriles diarios de la Zona Neutra y un cierto grado de estabilidad en Libia y Nigeria. Por tanto, la AIE, que reúne a los grandes consumidores de energía miembros de la OCDE, calcula que la producción del cártel petrolero se mantendrá estable en el conjunto de 2018.

Mientras que Venezuela cuenta con las reservas de petróleo más grandes del mundo, su producción de crudo ha estado disminuyendo. Así, tras años de fuertes caídas del bombeo, la AIE proyecta que la producción de crudo de Venezuela caerá a 1,38 millones de barriles al día a finales de 2018, lo que representaría el nivel de producción más bajo en aproximadamente 70 años, a excepción de la huelga de 2002.

Por otro lado, la AIE revisó al alza su previsión de crecimiento de la demanda mundial de petróleo en 1,5 millones de barriles diarios, hasta 99,3 millones de barriles en 2018, 100.000 más que su pronóstico anterior. Este incremento se explica por unas previsiones de un mayor consumo entre los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en 240.000 barriles diarios, fundamentalmente por Polonia, Turquía, Japón y Estados Unidos. Por el contrario, corrigieron a la baja sus expectativas sobre la demanda al margen de la OCDE, sobre todo en Pakistán, Rusia y varios países de Oriente Medio, donde se está sustituyendo el petróleo por el gas para la generación eléctrica.

Respecto a la oferta, la AIE calcula que la OPEP bombeó un total de 32,1 millones de barriles diarios en febrero, frente a los 32,17 millones de enero, en especial por la caída de producción en Venezuela. El cártel cumplió con sus compromisos de reducción de la oferta hasta un nivel récord, al situarse en el 147%, para equilibrar el mercado petrolero. Sin la caída de Venezuela, ese porcentaje habría estado en torno al 100%.

Fuera de la OPEP, Estados Unidos lidera el crecimiento de producción, convirtiéndose en el actor dominante del mercado mundial. La AIE estima que la producción de Estados Unidos crecerá en 3,7 millones de barriles diarios, más de la mitad del crecimiento de la capacidad de producción mundial de 6,4 millones de barriles diarios. «Podría ser más alta en 2023 si los precios suben por encima de las suposiciones actuales», asevera.

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