La Comisión Europea afirma que no será proteccionista con sus biocarburantes frente a las importaciones

La Comisión Europea (CE) afirmó que no será proteccionista con sus biocombustibles, puesto que necesita las importaciones para alcanzar el objetivo obligatorio del uso del 10% de biocarburantes respecto al total del consumo energético para el transporte en 2020.

Varios comisarios de la UE defendieron esta idea, al comienzo de la Conferencia internacional sobre biocarburantes, que reúne en Bruselas a líderes, ministros y expertos de todo el mundo, entre ellos el presidente brasileño Luiz Inácio Lula Da Silva.

El comisario europeo de Energía, Andris Piebalgs, señaló que los Veintisiete no podrán conseguir por sí mismos producir suficiente biocarburante como para alcanzar sus propósitos de forma sostenible.

«Tratar de conseguir autoabastecernos implicaría un incremento inmediato de precios de productos agrícolas y la proliferación de campos de cultivo en lugares donde nunca antes ha habido cosechas, con las consiguientes emisiones de dióxido de carbono de la tierra y las plantas».

En el mismo sentido, el comisario europeo de Comercio, Peter Mandelson, afirmó que «el nacionalismo energético no nos ha servido particularmente bien tampoco en otras áreas de la política energética y los biocombustibles no son distintos», en referencia implícita a la dependencia de la UE del gas y petróleo importado.

Así, la propuesta de directiva que Bruselas presentará a finales de año para dar fundamento jurídico al objetivo del 10 por ciento no tendrá en cuenta la nacionalidad sino el «sostenimiento» de cada biocombustible a la hora de dar incentivos y exenciones fiscales a las empresas, según adelantó Piebalgs.

Tanto el comisario de Energía, como el de Comercio y también la comisaria europea de Asuntos Exteriores, Benita Ferrero-Waldner, coincidieron en destacar que los biocombustibles sólo serán una alternativa a otros recursos energéticos si son sostenibles.

Piebalgs destacó que además de aportar nuevas oportunidades de empleo en el sector agrícola, los biocombustibles deben ante todo ser una arma para luchar contra las emisiones de CO2, el principal culpable del cambio climático.

«La CE está dispuesta a seguir liderando esta lucha, pero necesitamos el apoyo de todos pues el calentamiento ya está aquí y los biocombustibles sólo serán una alternativa para reducir las emisiones de dióxido de carbono si el suministro es seguro y limpio» , señaló Ferrero-Waldner.

La CE presentará a finales en los próximos meses su estrategia para conseguir llegar al 10 por ciento obligatorio de uso de energías renovables en 2020, para su posterior aprobación por el Consejo y Parlamento europeos.

«Esperamos que el Parlamento avale nuestro planteamiento y lo traduzca en propuestas legislativas sólidas», señaló Piebalgs. Afirmó que la Comisión establecerá un objetivo no vinculante de un 4,5% de uso de renovables en 2010, después de que el objetivo de 5,75% previsto para esa fecha en la anterior directiva de 2003 aparezca como inalcanzable según el ritmo presente de crecimiento de la utilización de estos recursos.

Los agricultores piden a la Comisión Europea que rectifique su postura a favor de abrir las fronteras a los biocarburantes.

Los agricultores de la UE, agrupados en el COPA-COGECA, pidieron que la Comisión Europea (CE) y, en concreto, el comisario europeo de Comercio, Peter Mandelson, rectifique su postura a favor de las importaciones de biocarburantes a precios más baratos.

El COPA-COGECA criticó, en un comunicado, las declaraciones de Mandelson, quien durante la Conferencia internacional sobre Biocarburantes, abogó por abrir las fronteras de la UE a los biocombustibles de países terceros «por razones ambientales».

Según el secretario general del COPA-COGECA, Pekka Pesonen: «Mandelson debería verificar lo que dice sobre biocombustibles; apelar a la importación de Estados donde se obtienen a bajos coste, por motivos medioambientales es cerrar los ojos a las realidades económicas de esos países».

Los agricultores de la UE dijeron que la «ventaja internacional» que ofrece la producción de Brasil, líder mundial en biocombustibles, se debe «sólo a los precios bajos de la tierra, que están a ese nivel a causa de la destrucción de bosques tropicales y por la explotación de trabajadores, que llega hasta la esclavitud».

El COPA-COGECA señaló que dentro de la UE la obtención de biocombustibles implica una reducción de las emisiones europeas de CO2 y está sometida a una normas medioambientales «de las más estrictas del mundo».

«Mandelson debe comprender que en la política europea sobre carburantes hay que promover también la independencia energética comunitaria; nadie dice que la UE tenga que cerrar la puerta a las importaciones», según el comunicado.

El COPA-COGECA añadió que la reacción de Mandelson sería más propia de un «ministro de exportaciones de Brasil que del comisario europeo de Comercio«.

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