La CNMC discrepa de Red Eléctrica y aconseja no invertir en el mallado de la red de transporte de energía

EFE / Servimedia.- La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) advierte de que no se debe seguir invirtiendo en el mallado de la red y de que habría que redistribuir el reparto de las inversiones en la red de transporte para evitar sobrecostes al sistema y considera que debe modificarse la previsión de la evolución demanda eléctrica para los próximos años. Según cálculos del organismo, la demanda eléctrica aumentará una media del 1,7% hasta 2020.

Así lo señala el regulador en su informe sobre la Propuesta de Planificación de la red de transporte de energía eléctrica 2015-2020, en el que recoge una serie de modificaciones que deberían incluirse en el documento que servirán de referencia para el sector eléctrico nacional en los próximos seis años. Entre otros aspectos, la CNMC revisa las previsiones de la demanda, la planificación de la red de transporte o la necesidad de actualizar el documento de planificación al menos cada tres años para, en consecuencia, alcanzar eficiencias económicas y ambientales.

En concreto, sobre la previsión de la demanda de electricidad, la CNMC estima que aumentará de media un 1,7% entre 2015 y 2020, con un crecimiento más moderado en 2015 y 2016, acorde con la recuperación económica y otros factores de eficiencia. Mientras, en el periodo 2017-2020, la tasa de crecimiento rozará el 2%. Por el contrario, la propuesta de Industria señala un crecimiento medio de la demanda de electricidad del 2,3% entre 2013 y 2020. Por lo que respecta a la prospectiva de demanda energética, la CNMC considera que se debería actualizar la previsión de la evolución económica y la de los precios energéticos.

De la misma manera, apunta que la previsión de precio mayorista de la electricidad en 45 euros el megavatio hora (MWh) hasta 2020 contemplado por Industria es «coherente» con la cotización actual, pero que «sería conveniente que el análisis coste-beneficio contemplara diferentes hipótesis de precios», para adaptar las inversiones. En cuanto a gestión de la demanda, la propuesta prevé que los diferentes mecanismos, incluidos los contadores inteligentes, permitan rebajar en 1.500 megavatios (MW) la demanda punta, el momento del día de mayor consumo.Además, estima que en 2020 el parque de vehículos eléctricos habrá alcanzado las 500.000 unidades, lo que supondrá que suba la demanda en 1,5 teravatios hora (TWh).

En cuanto a la calidad del servicio en la planificación de la red de transporte, la Comisión «coincide con el Operador del Sistema (Red Eléctrica) en los problemas que ha detectado». Sin embargo, la CNMC considera que algunas soluciones apuntadas «no cumplen el principio del mínimo coste para el sistema», tal como se exige en la Ley del Sector Eléctrico. De esta forma, cree que «continuar invirtiendo en el mallado de la red, provoca un sobrecoste para el sistema eléctrico, que podría evitarse», y discrepa de la propuesta de cerrar subestaciones construidas, «medida que implica onerosas inversiones en la red de transporte y de distribución».

El Ministerio de Industria prevé que la inversión en la red de transporte eléctrico entre 2015 y 2020 se sitúe en 4.411 millones de euros, según este informe. El conjunto de inversiones prevista se sitúa, de acuerdo a este documento, en 4.541 millones, de los que se deducen 130 millones correspondientes a la estimación de ayudas europeas para contribuir a una economía baja en carbón. La mayor partida de estas inversiones, 1.300 millones, se dedicará a mejorar el mallado, el refuerzo de la red, mientras que 980 millones serán para seguridad de suministro, 971 millones para interconexiones y 706 millones para apoyo a la distribución.

Por áreas geográficas, 2.793 millones corresponderán a la Península, 885 millones a Canarias y 245 millones a Baleares, a los que se añaden 383 millones para conexiones entre islas en Baleares, 129 millones para la conexión entre Ceuta y la Península y 106 millones para las conexiones entre islas en Canarias. Más de la mitad de las inversiones previstas, 2.619 millones, corresponden a actuaciones que ya están en marcha, mientras que el resto obedecen a necesidades identificadas por seguridad de suministro, solicitudes de conexión o redes necesarias para el ferrocarril de alta velocidad, entre otros.

Por otra parte, el organismo presidido por José María Marín Quemada considera que la propuesta de planificación debería haber incluido una memoria económica justificativa, que contemple la metodología europea y la valoración económica de otros criterios que se emplearon para su elaboración. Asimismo, discrepa en la planificación de las infraestructuras eléctricas que se construirán hasta 2020 y su estimación económica al considerar que debería replantearse el reparto previsto de la inversión entre las actuaciones por mallado de la red de transporte (80%) y las otras actuaciones asociadas a la demanda o a la generación (20%).

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