La CNMC plantea el cierre definitivo de entre 2.000 y 3.000 MW de ciclos combinados

EFE / Europa Press.- La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) cree que «cabría considerar» el cierre definitivo de entre 2.000 y 3.000 megavatios (MW) de ciclos combinados de gas natural antes de 2017 debido a la pérdida de rentabilidad por su bajo uso. En un informe de la CNMC sobre la planificación de la red de transporte eléctrico 2015-2020, el regulador plantea estos cierres ante el hecho de que la normativa que permitiría la hibernación o cierre temporal de estas centrales «está pendiente de aprobación«.

El organismo regulador, que expresa su malestar por no haber tenido noticias del borrador hasta que el Gobierno anunció su contenido en el BOE, recuerda que estas plantas funcionan actualmente menos de 1.000 horas anuales, cuando en 2008 superaban las 4.000 horas, por lo que algunas solicitaron ya el cierre definitivo, aunque de momento sólo se concedió el cierre de uno de Iberdrola en Castellón. Tras realizar un estudio, la CNMC concluye que «16 centrales de ciclo combinado no consiguen cubrir sus costes fijos de operación y mantenimiento» y que 10 de estas plantas dejarán de cobrar pagos por capacidad antes de 2020, por lo que sus propietarios podrían solicitar la hibernación o el cierre.

La propuesta del Ministerio de Industria prevé, al igual que en los primeros borradores, la hibernación de unos 6.000 MW de ciclo combinado, que permanecerían suspendidos de actividad hasta que repuntase la demanda. Sin embargo, el Gobierno ha retrasado esta normativa y ya avanzó que no la aprobará en esta legislatura, lo que implica que las centrales han permanecido abiertas en el periodo de menor demanda y actualmente, cuando ya empieza a repuntar el consumo, siguen sin saber cuándo ni en qué condiciones podrán hibernarse.

La CNMC también advierte de que, de acuerdo a las previsiones de demanda del operador del sistema Red Eléctrica, no podrían hibernarse 6.000 MW sin afectar a los ratios de calidad de suministro. En cambio, con las previsiones de demanda de la CNMC, a la baja respecto a las que está manejando el Ministerio de Industria, no solo sería posible hibernar 6.000 MW sin afectar a los índices de cobertura, sino incluso entre 2.000 y 3.000 MW adicionales. El informe del regulador también prevé que la potencia punta necesaria en 2020 será inferior a la esperada por Industria. Si el Gobierno espera que sea de entre 47.000 y 49.000 MW, la CNMC la cifra entre 44.000 MW y 45.300 MW.

Por otra parte, la propuesta prevé un incremento de plantas renovables, sobre todo a partir de 2017, que permitirían cumplir los objetivos europeos. En concreto, el borrador prevé instalar entre 4.500 y 6.500 MW eólicos, casi 1.400 MW solares fotovoltaicos, 200 MW solares termoeléctricos y casi 300 MW de otras tecnologías. Adicionalmente, la propuesta prevé «una senda de recuperación rápida y sostenida» de la participación de los biocarburantes en gasolinas y gasóleos para alcanzar el objetivo europeo de un 10% del transporte renovable en 2020.

La CNMC hace las cuentas del Gobierno respecto a lo que supondría la retirada de los 6.000 MW de ciclos combinados de gas. «Es decir», señala la CNMC, «se prevé grosso modo sustituir 6.000 MW de ciclos combinados por 6.000 MW de eólica, y añadir además aproximadamente 2.000 MW de otras renovables, de los cuales 1.500 MW serían solares». El organismo presidido por José María Marín Quemada, que duda de que se pueda desarrollar más potencia termosolar sin ayudas elevadas, considera además que el aumento de la demanda previsto por Industria y los porcentajes de renovables sobre energía final conducen a «objetivos extraordinariamente exigentes en términos absolutos» en lo referido al desarrollo de tecnologías verdes.

Asimismo, la CNMC considera que el desarrollo del autoconsumo es «imprescindible» para que España cumpla los «exigentes» objetivos de renovables de la Unión Europea. «La consolidación de un escenario de alta penetración de renovables con una importante contribución del autoconsumo parece imprescindible para alcanzar los objetivos de potencia de generación eléctrica y, por ende, los derivados de los compromisos medioambientales adquiridos», afirma la CNMC, que ve «necesario concretar» el desarrollo de la normativa al respecto.

Sobre el carbón, del que Industria prevé el cierre de 861 MW hasta 2020 y el mantenimiento de una potencia de 10.270 MW, la CNMC destaca que, en la actualidad, las centrales participan en el mix eléctrico en la misma proporción a cómo lo hacían cuando estaba en vigor el anterior decreto de incentivos, a pesar de que aún no se han aprobado las ayudas. Esta circunstancia responde a que las centrales de carbón «poseen unos costes de generación más competitivos que las centrales de ciclo combinado», lo que permite, a juicio del regulador, «su funcionamiento sin necesidad de ningún mecanismo que incentive su programación«.

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