Industria prevé convocar nueva potencia eólica y de biomasa tras el verano

Redacción / Agencias.- El secretario de Estado de Energía, Alberto Nadal, indicó que el Gobierno pondrá en marcha «después del verano» un concurso de nueva potencia renovable, de 200 megavatios (MW) en biomasa y de 500 MW en eólica, la primera convocatoria desde la moratoria a la concesión de ayudas a nuevas plantas renovables aprobada a principios de 2013. Esta convocatoria, anunciada en abril, supondrá la instalación de nuevas centrales de biomasa y la repotenciación de parques eólicos, dirigida especialmente a las instalaciones más antiguas que disponen de las mejores ubicaciones.

«Vamos a hacer un esfuerzo para mejorar el peso de la biomasa, dado su impacto desde el punto de vista del empleo y de la protección de los bosques; por otro lado hay muchos parques eólicos muy buenos en números de horas pero que producen con máquinas muy antiguas», apuntó Nadal, quien sostuvo que «hay que ajustar la penetración a la reducción de costes». En este sentido, aclaró que desde Industria no se lanzarán «como locos» a la producción de renovables, para «no volver a cometer los errores de 2007 y 2008″, en referencia a lo que denominó como «burbuja renovable», que condujo según Nadal a que «seguimos teniendo más del 70% de potencia instalada de termosolar en el mundo«.

Avances de la solar fotovoltaica

Así, señaló que la nueva tecnología se corresponderá con los avances tecnológicos y, concretamente, «si como parece la fotovoltaica es muy prometedora en reducción de costes, España está llamada a ser una potencia de producción de energía solar», aunque «a su tiempo», matizó Nadal, cuando se produzca un «reemplazo natural«. En ese sentido, apuntó que las renovables supusieron en 2014 alrededor del 17,5% de la energía final bruta en España, cuando en 2011 era del 15,1%. «No han hecho más que incrementar su peso», subrayó. En el futuro, «la penetración de renovables seguirá subiendo», aunque habrá que ajustar este crecimiento «a la reducción de costes», insistió el secretario de Estado.

Para que las renovables puedan penetrar y los sistemas sean eficientes, España necesita «dejar de ser una isla energética en Europa», afirmó el secretario de Estado. La intermitencia de estas energías «solo se puede compensar con una interconexión europea para importar y exportar según la necesidad». En esta línea, manifestó que «solo se conseguirá el objetivo final si esto se convierte en una cuestión de Estado, apoyada por los gobiernos, sean del color que sean, en los próximos 10 años».

En cuanto a la energía nuclear, consideró que «está bien como está», ya que «tiene que seguir aportando al mix, puesto que «no produce CO2» y es «lo que más abarata el precio del mercado con diferencia«. Nadal destacó que durante la legislatura desde el Ministerio han trabajado para «estabilizar» el sistema energético, de forma que, a pesar de «fuertes controversias» la realidad muestra que «desde muchos puntos de vista estamos en el camino adecuado».

«La política tiene un coste»

«Sacrificar la política energética a un único objetivo es un error garrafal», apuntó, porque «nunca hay que olvidar que todo eso tiene un coste» y que «la política energética debe ponerse al servicio de la creación de empleo y la competitividad de las empresas«. Además, Nadal señaló que los consumos energéticos en España, tanto de hidrocarburos como de electricidad, han comenzado a repuntar, aunque en menor medida que la actividad económica, gracias a las medidas de eficiencia energética puestas en marcha por hogares y empresas durante la crisis. «La energía pierde peso en el PIB», apuntó, algo «positivo», dado que España importa la mayor parte de la energía que consume.

En este contexto, Nadal aseguró que se está produciendo un cambio hacia un modelo económico «mucho menos dependiente del consumo energético». En este sentido, el responsable de Energía ha resaltado el cambio en el comportamiento de los consumidores, «mucho más conscientes de la importancia del ahorro», lo que ha supuesto la creación de una «buena conciencia» en el sector energético.

En cuanto al consumo y producción de hidrocarburos, Nadal resaltó la dependencia que España mantiene respecto a esta energía, si bien ha añadido que el país es competitivo en la producción de productos finales. De esta manera, la alta dependencia del transporte de este combustible hace necesario «que algo de ese transporte se vaya desplazando hacia la electricidad«, indicó. Así, Nadal destaca que «el resultado final es positivo», aunque habrá que continuar con la modernización del sistema de generación y de consumo, «pero con precaución».

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