Incredulidad en el sector energético ante la creación del mercado único

Con el fin de analizar la elevada situación de dependencia energética de los Estados miembros de la Unión Europea, el Consejo Económico y Social (CES) organizó en su sede madrileña la jornada ‘El marco de la política energética de la Unión Europea’.

La idea de crear una política energética común en la UE pasa por enfrentarse a la resolución y conjunción de tres puntos tan importantes, como manidos y reiterados. Estos son la seguridad en el suministro energético, la competitividad y la sostenibilidad medioambiental.

Pese a que normas como la elección de las fuentes de suministro, las condiciones de la explotación de los recursos naturales o la estructura general de abastecimiento son competencia exclusiva de cada Estado miembro de la UE, lo cierto es que la solución de este marco político tendrá que pasar por una actuación supranacional, que supondrá una elevada inversión a corto plazo, siendo los resultados visibles a muy largo plazo.

El acto de inauguración corrió a cargo del Ministro de Industria, Turismo y Comercio, Miguel Sebastián, que fue presentado por Marcos Peña, Presidente del CES. Tras resaltar el brillante papel desempeñado por España en los últimos años a la cabeza de la liberalización del mundo energético en la UE, Sebastián afirmó que será necesario tomar una serie de medidas en los próximos años. Entre ellas destacó ‘la separación efectiva entre transporte y actividades energéticas; la creación de un mecanismo unitario; aumentar las competencias y la seguridad del suministro; mejorar el sistema eléctrico transfronterizo; y aumentar la inversión de seguridad y transporte y la información al consumidor’.

Ante el paro del sector del transporte, el ministro aseguró que el Gobierno es ‘optimista’ sobre la resolución del conflicto con los transportistas, puesto que ‘es sensible ante este problema, aunque la situación tiene difícil salida’, puntualizó, tras remitir el asunto a lo que acuerde la comisión interministerial encargada de negociar con los transportistas. Asimismo, Sebastián apostó por buscar una respuesta al encarecimiento del petróleo basada en el ahorro energético a corto plazo y en las energías renovables y otras fuentes alternativas a los combustibles fósiles a medio y largo plazo.

La mesa de debate sobre ‘Aprovisionamiento de energías primarias y redes de transporte’ convocó a Mariano Marzo, catedrático de recursos energéticos de la Universidad de Barcelona, el cual sostuvo que ‘el reto del mercado energético es encontrar energía abundante, barata y limpia para todos’ que sólo se conseguirá ‘si se integra la política energética con las políticas económicas, ambientales, de seguridad, asuntos exteriores y de I+D, en un pacto de Estado y de Estados’.

Por su parte, Luis Atienza, presidente de Red Eléctrica de España (REE) consideró que el consumo de la energía eléctrica en España ‘va a seguir creciendo más que el del resto de las energías’ en los próximos años y destacó que, ‘desde el año 2000, la demanda eléctrica ha aumentado un 34 %, creando una sociedad electrodependiente’. Aunque advirtió de ‘una notable desaceleración del crecimiento del consumo eléctrico’ en los próximos años.

Atienza auguró que, ‘en 2016, se producirá una caída en términos relativos de la hidráulica, con mayor importancia de los ciclos combinados y de las renovables, que aumentarán un 18 % la producción de 2007, hasta alcanzar los 39.680 MW’.
En cuanto al debate sobre ‘La Liberalización de Mercados’, Alfonso González Finat, consejero principal de la Dirección General de Energía y Transportes de la Comisión Europea, apuntó que los principales problemas para establecer un Mercado interior de Energía son ‘la falta de integración de mercado, así como la falta de transparencia y la falta de acceso al almacenamiento de gas, el funcionamiento de los mercados minoristas y las diferencias entre los poderes y las competencias que regulan la energía nacional’. Para ello propuso la separación efectiva de las redes, una mayor transparencia, cooperación de los operadores de redes, la creación de reguladores nacionales y de una agencia de regulación comunitaria, entre otras medidas.

El presidente de UNESA, Pedro Rivero, denunció la falta de una política europea en materia energética y apuntó que la creación del mercado único se está encontrando ‘con más dificultades de las esperadas’. Rivero señaló que ‘la Comisión Europea marca los pasos que se deben seguir, aunque más tarde son los países los que se encargan de rebajarlas o rechazarlas’, lo que genera desequilibrios y favorece el aislamiento y el intervencionismo. Concluyó diciendo que ‘no tenemos una política europea ni se la espera a corto plazo. Es muy posible que se quede en buenas voluntades durante mucho tiempo’.

La encargada de cerrar el debate sobre la liberalización fue Maite Costa, presidenta de la Comisión Nacional de la Energía (CNE), que se refirió al alza del petróleo y a su influencia en los mercados energéticos. En su opinión, ‘la demanda de crudo de países como India y China constituye un elemento nuevo que obliga al desarrollo de nuevos sistemas financieros que compensen la aversión en riesgo y reduzcan la incertidumbre de un mercado siempre al alza’. También aludió a la interconexión, básica para lograr un mercado único europeo. ‘No se puede alcanzar un mercado único si no se puede trasladar el producto, es decir, sin interconexión’.

Para Costa, la separación de las actividades reguladas (transporte y distribución) constituye una herramienta esencial para asegurar que su desarrollo no interfiera en las expuestas a la competencia (generación y comercialización), distorsionando y poniendo en peligro estos mercados.

La jornada convocada por el CES continuó con una disertación sobre ‘Sostenibilidad: cambio climático e I+D+i’ que contó con la participación de Juan Antonio Rubio, director general de CIEMAT, Jaume Margarit, director de Energías Renovables del IDAE y de Alicia Montalvo, directora general de la Oficina Española de Cambio Climático.

La clausura corrió a cargo de los máximos responsables de CEOE, UGT, CCOO y CEPYME, que coincidieron en señalar que la energía nuclear es imprescindible para el mix energético español y ‘una fuente con la que hay contar’ para el futuro’.

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