Ignacio Sánchez Galán analiza la integración entre Iberdrola y Scottish Power

El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, aseguró hoy que la integración con el grupo escocés Scottish Power facilitará una eventual fusión con otra empresa española, como Unión Fenosa, y que la operación debería ser analizada en Bruselas y no por las autoridades españolas.

Sánchez Galán explicó, en una conferencia de prensa, que la compra de Scottish Power facilitaría una posterior integración con otra empresa española «desde el punto de vista regulatorio y jurídico». Según el presidente de Iberdrola, la actividad de Scottish Power representará el 40 por ciento de la cifra total de negocio del grupo resultante.

La Comisión Europea (CE) se considera competente para analizar una operación de concentración cuando una de las empresas implicadas obtiene al menos un tercio de su facturación fuera de su mercado nacional. Por ello, una eventual fusión entre la nueva Iberdrola y, por ejemplo, Unión Fenosa o Gas Natural debería ser analizada en Bruselas y no en Madrid. Sánchez Galán recalcó que una posible operación de concentración en España tendrá más posibilidades de salir adelante si la analiza la CE que si debe someterse a las autoridades españolas de la Competencia.

El presidente de Iberdrola insistió en que la normativa española ha impedido hasta ahora los movimientos corporativos en el sector energético y preguntó si «en España se quieren grandes grupos energéticos», recalcando que una eventual fusión dependerá de las partes y apuntó que Iberdrola «está abierta» a analizar cualquier posibilidad si crea valor. El presidente de la segunda eléctrica española señaló que el acuerdo alcanzado con Scottish Power no supone descartar definitivamente la compra de activos pactada con Gas Natural, que está supeditada al éxito de la opa lanzada sobre Endesa y subrayó: «Es una posibilidad totalmente abierta. Iberdrola es una empresa que cumple sus compromisos».

Sánchez Galán aseguró que la compra de Scottish Power no deberá someterse a la Comisión Nacional de la Energía (CNE) porque «no afecta para nada a las actividades reguladas» y «no existen precedentes». La operación sí deberá ser analizada por el regulador británico, aunque, según Sánchez Galán, no habrá problemas para que sea autorizada. La compra del grupo escocés «no es una operación defensiva sino estratégica» que «encaja perfectamente» en el actual Plan Estratégico, indicando que el precio ofrecido es «razonable» y recordó que las acciones de Iberdrola, con las que se pagará una parte de la contraprestación, valen hoy un 50 por ciento más que hace un año. Aseguró que la operación crea valor desde el primer momento y que el dividendo previsto se mantendrá en 1,50 euros por acción, también, apuntó que se abordarán desinversiones por un importe de 1.000 millones de euros en los doce meses posteriores al cierre de la operación. La intención de la eléctrica española es culminar la integración con el grupo escocés en un plazo de cinco meses, es decir a finales de abril. Tanto Iberdrola como Scottish Power mantendrán sus nombres y sus respectivas sedes en Bilbao y Glasgow.

La compañía española tiene previsto elaborar un nuevo Plan Estratégico integrado en un plazo de seis meses a contar desde que culmine la integración. El presidente de Iberdrola indicó que los contactos con Scottish Power comenzaron después del verano y que el tono fue siempre «constructivo».

En cuanto a la postura de ACS, principal accionista de la eléctrica, Ignacio Sánchez Galán, dijo que la compra del grupo escocés Scottish Power ha sido siempre «muy positiva», explicó, que ACS ha tenido información puntual sobre la operación y que él mismo ha mantenido contactos con el presidente de la constructora, Florentino Pérez.

El presidente de Iberdrola calificó de «supercordial y superpositiva» su relación con Pérez. «Somos amigos desde hace muchos años», dijo, indicando que la primera llamada de felicitación de esta mañana ha sido de un «importante» accionista de ACS, aunque no precisó cuál, así mismo, explicó que los accionistas de Iberdrola conocían los contactos preliminares con Scottish Power desde mediados de octubre y que recibieron información «con papeles» después de la primera conversación formal.

Los accionistas de Iberdrola verán diluída su participación en la eléctrica en un 21,4 por ciento, ya que la compañía pretende acometer una ampliación de capital por ese porcentaje para pagar una parte del precio de compra de Scottish Power.

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