Iberdrola valora la «urgencia» del Gobierno para llevar adelante reformas y confía en la «pronta» recuperación del modelo eléctrico

Durante la presentación de resultados a analistas, el presidente de Iberdrola subrayó que en 2008 ya advirtió de que era «urgente» tomar medidas para avanzar hacia un modelo de economía real y olvidar la «borrachera» económica.

«Creo que este Gobierno está haciendo cosas con una urgencia inusitada y que pocos Ejecutivos han tomado tantas medidas en tan poco tiempo», aseguró, antes de añadir que «no se pueden esperar resultados inmediatos (…) lo peor es el inmovilismo».

«Cuando se toman medidas hay que tener paciencia y confianza», apuntó Sánchez Galán y añadió que si se hubieran tomado antes la situación no sería ahora tan dolorosa.

De forma más concreta, sobre la reformas emprendidas por el Ejecutivo de Mariano Rajoy en el sector eléctrico, la eléctrica aseguró que está convencida de que el Gobierno restaurará «pronto» la estabilidad y la objetividad del modelo eléctrico, con medidas como la reducción del umbral de acceso a la tarifa eléctrica regulada, a la que están acogidos unos 20 millones de hogares y pymes.

Actualmente, se pueden acoger a la tarifa eléctrica de último recurso (la llamada TUR), los usuarios con potencias contratadas inferiores o iguales a los 10 kilovatios, un umbral que, según Iberdrola, debe rebajarse para avanzar en la liberalización del mercado.

La compañía pidió también que el déficit de tarifa, con el que actualmente cargan las cinco grandes eléctricas (Iberdrola, Endesa, Gas Natural Fenosa, HC Energía y E.ON), se reparta entre todos los agentes eléctricos, según la presentación a analistas remitida por a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Además, Iberdrola abogó por detener la construcción de las instalaciones renovables más costosas, en clara alusión a las plantas fotovoltaicas, y que se retribuyan todas las actividades reguladas (transporte, distribución, primas al régimen especial, etc…) en base a criterios «no discriminatorios».

También confió en que el Gobierno acelerará la titulización del déficit eléctrico, del que están pendiente de colocación 7.000 millones de euros, y en que eliminará de la tarifa conceptos que no corresponden con el suministro eléctrico y que actualmente representan el 50% del recibo de la luz.

Según la compañía, este hecho hace que la factura eléctrica residencial en España sea superior a la media europea, a pesar de que los precios del mercado mayorista (pool) y la retribución a la distribución son inferiores en un 10%.

Los directivos de la eléctrica apuntaron a que el segundo paquete de medidas para atajar el déficit de tarifa podrían llegar en el mes de junio y que, a pesar de que las conversaciones con el ministerio de Industria son un «monólogo», desde Iberdrola ya transmitieron sus soluciones para atajar este problema, dijo el nuevo consejero ejecutivo de la compañía, José Luis San Pedro.

El Gobierno aprobó a finales de marzo un primer paquete de medidas para atajar este problema, que incluían, además de incrementos de las tarifas eléctricas, decisiones para reducir costes, entre ellas, un recorte a la distribución.

El negocio internacional sostiene las cuentas hasta marzo

La actividad en el exterior sostuvo las cuentas de la eléctrica durante el primer trimestre del año y compensó el retroceso del negocio sufrido en España, debido a los cambios en la regulación, a la caída de la demanda de electricidad en un 0,9% y a la bajada de su producción, debido a unas peores condiciones de hidraulicidad (por la escasez de lluvias) y viento en este periodo.

La eléctrica cifró en 62 millones de euros el impacto en sus cuentas trimestrales de las recientes medidas de contención de costes del sistema eléctrico aprobadas por el Gobierno, y recogidas en el real decreto ley 13/2012, para atajar el déficit, una cantidad que eleva a 256 millones de euros para el conjunto del año.

En este sentido, Iberdrola señaló que los recortes aprobadas por el Gobierno para corregir los desajustes en el sector eléctrico y gasista «no ayudan a la evolución del valor de las acciones del sector ni al rating del Reino de España», lo que «tendrá como consecuencia unos mayores costes financieros».

Asimismo, también indicó que una sentencia del Tribunal Supremo le aportó 118 millones de euros por menores tributos en el negocio liberalizado, lo que supondrá un impacto para la compañía de 170 millones de euros.

Entre enero y marzo, Iberdrola logró un beneficio neto de 1.022,3 millones, el 0,7% más que en un año antes, mientras que el beneficio neto recurrente de Iberdrola se incrementó un 3,1%, situándose en 933,7 millones de euros. En cuanto a los ingresos de la eléctrica, estos ascendieron a 9.331 millones de euros, un 10% más que en el primer trimestre de 2011.

El resultado bruto de explotación (ebitda) se situó en 2.365,4 millones de euros, el 4,1% más, gracias a que el aportado por la actividad internacional, que creció el 20,4%, hasta los 1.271 millones de euros (gracias al negocio regulado y renovable, que mejoran un 25% y un 17%, respectivamente), y compensó la caída del 10,1% del generado en España, que bajó a 1.094 millones de euros, debido al efecto de las últimas medidas regulatorias y a las malas condiciones climatológicas. Por su parte, el resultado neto operativo (Ebit) aumentó un 1,3%, hasta los 1.623,7 millones de euros.

El ebitda creció en todas las áreas de negocio, con subidas del 8,9% en la actividad regulada, sobre todo por la aportación de la brasileña Elektro, el 2,7% en la liberada y el 2,8% en renovables.

El negocio regulado nacional aportó un Ebitda de 339,1 millones de euros, un 15,1% menos, como consecuencia de los menores ingresos que cayeron un 9% y las mayores tasas e impuestos locales, que crecieron el 18,5%, mientras que el liberalizado se mantuvo en los 540 millones de euros.

En los tres primeros meses del año, Iberdrola produjo 38.145 gigavatios hora (GWh), el 3,1% menos, lastrada por el descenso del 18,4% en España, hasta los 15.333 GWh, donde su producción hidroeléctrica se desplomó el 63,4%, la de los ciclos combinados el 51,2% y la de renovables el 9,4%.

En todo caso, la producción del grupo aumentó en el resto de las regiones. En concreto, registró un incremento del 3,2% en Reino Unido, del 29,2% en Estados Unidos, del 7,7% en Latinoamérica y del 24,3% en el resto del mundo.

Las energías renovables aportaron a la compañía un ebitda de 441,5 millones de euros (el 2,8% más) en el primer trimestre, periodo en el que Iberdrola instaló 345 nuevos megavatios, el 75% de ellos fuera de España.

El presidente de Iberdrola explicó que su compañía tiene previsto reducir sus inversiones para este año dando prioridad a aquellas con «periodos de ejecución más cortos, mayor rentabilidad y mayor seguridad en los retornos».

Además, para mantener su posición financiera, no descartan vender activos no estratégicos, entre los que mencionó el negocio del gas en Estados Unidos.

Sánchez Galán confió en mantener en 2012 un dividendo en línea con la de 2011 y explicó que la compañía mantendrá en sus estatutos la limitación del derecho de voto en el 10% mientras no se resuelva el proceso judicial abierto por Iberdrola contra la ley aprobada por el anterior Gobierno para eliminar este tipo de blindajes.

Iberdrola sostuvo que, en el actual contexto de crisis económica generalizada, la compañía sigue manteniendo una sólida posición financiera. La liquidez se situó, al cierre del trimestre, en 9.696 millones de euros, cantidad suficiente para hacer frente a las necesidades financieras de los próximos 24 meses y los fondos propios ascendieron a 33.558 millones de euros.

La deuda neta ajustada del grupo, sin tener en cuenta los 2.011 millones de euros pendientes de cobro correspondientes al déficit de tarifa, alcanzó los 29.649 millones de euros.

Entre los meses de enero y marzo, se titulizaron 3.300 millones del déficit, de los que 986 millones de euros corresponden a Iberdrola, que espera que el Gobierno retome próximamente el proceso de colocación.

La compañía logró además captar en los mercados 1.800 millones de euros durante los tres primeros meses del ejercicio. De esta forma, la eléctrica confió que al final del ejercicio la deuda del grupo se sitúe por debajo de los 30.000 millones de euros.

Sobre su política de dividendos, Iberdrola aseguró que mantendrá una retribución al accionista con cargo a 2012 «al menos igual» a los 0,326 euros brutos por acción que repartió el pasado año.

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