Enagás aprueba un dividendo de 47 céntimos por acción, un 18% más que en 2005

El presidente de Enagás, Antonio Llardén, destacó en la Junta que el ejercicio 2006 «ha sido un buen año de resultados económicos y muy importante en términos estratégicos, puesto que la Compañía puso en marcha un nuevo plan de negocio a largo plazo, que hemos actualizado recientemente». En lo referente a las inversiones recientes de Enagás, Llardén explicó que durante el año pasado, el montante de inversión se elevó a los 433 millones de euros, y las aprobadas por el Consejo de Administración superaron los 1.200 millones de euros, con lo que el nivel de actividad durante los próximos años será muy elevado.

La Junta también sirvió a Llardén para destacar que tanto Standard and Poor’s como Moody’s confirmaron la calificación credicitia y la perspectiva de rating de la compañía. El presidente de la empresa gasista señaló que las calificaciones de S&P («AA-» a largo plazo) y Moody’s («A2» a largo plazo) sitúan a Enagás como una de las empresas de mayor fortaleza financiera y seguridad del sector energético en España.

Por lo que respecta al dividendo acordado, Antonio Llardén apuntó que los resultados han permitido otorgar a los accionistas un dividendo bruto total correspondiente al Ejercicio 2006 de 47 céntimos por título, un 18% más que 2005 y más de un 100% superior al de hace cinco años. Llardén recordó a los accionistas presentes, representantes de más del 51% del capital social, que en enero se pagó un dividendo a cuenta de 19 céntimos por título, y en caso de aprobarse la propuesta se distribuirá un dividendo complementario de 28 céntimos. Esto representa remunerar al accionista con un 52% del beneficio neto del ejercicio.

Entorno regulatorio

Llardén no dejó de lado las modificaciones en el marco regulatorio que tuvieron lugar en 2006, que «han afectado a la rentabilidad de nuestros proyectos en regasificación y almacenamiento subterráneo, aunque han contribuido a reducir el riesgo de nuestras inversiones». Antonio Llardén apuntó que en el caso de la regasificación, ese riesgo se reduce al desaparecer la remuneración variable, lo que perjudicaba a Enagás al entrar en funcionamiento nuevas instalaciones de regasificación de otros operadores. Llardén explicó además que el regulador reconocerá las inversiones en almacenamientos subterráneos año a año, desde que comienzan a realizarse, y no cuando entren en operación.

«La actividad de transporte, que representa dos tercios de nuestros activos, mantiene su actual marco de remuneración y, de acuerdo con las manifestaciones del regulador, no existe la intención de modificarlo», añadió Llardén.

Entorno operativo

Por otra parte, el director de Enagás se refirió a datos estadísticos como la aportación del gas natural al consumo total de energía primaria en España en 2006, que superó el 20%, aunque señaló que esta cifra es todavía lejana a los principales países europeos, que basan un 30% de su matriz energética en el consumo del gas.

La demanda, apuntó Llardén, creció por debajo de las previsiones iniciales debido a unas temperaturas más suaves y a una materia prima más cara, lo que ha repercutido especialmente en los consumidores industriales y los cogeneradores. Aun así, el incremento del consumo de gas en España alcanzó un 5,7%, tasa superior «a la media de los países europeos de nuestro entorno».

Llardén destacó que de nuevo en 2006, el principal motor del crecimiento de la demanda de gas natural en España fue la generación de electricidad a partir de gas natural, con 39 centrales de ciclo combinado a finales de año y 14 nuevas incorporaciones a lo largo del ejercicio. Aproximadamente un 24% del total de la electricidad producida en España se generó a partir de gas natural, para lo que fue necesario transportar un 21,1% más que el ejercicio anterior. Este consumo representó un 33,9% sobre el total de la demanda, comparado con el 29,6% del 2005.

El presidente de Enagás señaló que el crecimiento del consumo de gas natural en España se produce al mismo tiempo que un acelerado proceso de liberalización, y que durante 2006 el mercado liberalizado supuso el 86% del total de volumen de gas. «Para atender correctamente el mercado, Enagás ha establecido compromisos de tranporte, regasificación y almacenamiento en los próximos años con 19 empresas comercializadoras», apuntó Llardén, con un número de contratos de acceso de terceros a la red firmados en 2006 de 268, un 15% más que los 234 de 2005.

Actividades en regasificación

Entre otras actividades e inversiones de Enagás, Antonio Llardén se refirió a la regasificación, un área de gran importancia estratégica para el sector, pues casi el 70% del gas natural consumido en España en 2006 llegó en forma de GNL (gas natural licuado). Debido a la importancia del GNL, Enagás está ampliando sus plantas, según apuntó Llardén, con el objetivo de reforzar la estructura de aprovisionamiento de la Penínsla y poder seguir contribuyendo a la seguridad del suministro.

Nuevos proyectos

Por último, el presidente de Enagás señaló la importancia de la futura revisión de la Planificación Obligatoria de redes de transporte de gas y electricidad, que establecerá un horizonte desde el 2011 de la planificación actual hasta 2016. Algo que, según Antoni Llardén, añadiría visibilidad y seguridad en cuanto al proyecto estratégico de Enagás, al calificar como urgente y obligatoria la puesta en marcha de nuevos proyectos de infraestructuras necesarios para el sistema de transporte de gas en España. Llardén destacó las propuestas de nuevos proyectos por importe de unos 2.000 millones de euros que Enagás ha presentado al Ministerio de Industria.

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