El Gobierno, incómodo con la decisión de Argelia sobre Repsol y Gas Natural, sigue apostando por una solución negociada

El Gobierno expresó ayer su «malestar» por la decisión de Sonatrach de romper su acuerdo con Repsol YPF y Gas Natural para desarrollar el proyecto gasista de Gassi Touil (Argelia) y recalcó que hará todo lo posible para defender los intereses nacionales, pero apostó por lograr una solución negociada.

El anuncio de Sonatrach afectó hoy a la cotización bursátil de ambas compañías, que registraron pérdidas.

El ministro de Industria, Joan Clos, expresó en Pekín su «preocupación y malestar» por la decisión de la compañía estatal argelina y afirmó que el Ejecutivo hará todo lo que le permita la ley para defender los «intereses nacionales».

El titular de Industria abogó por una solución dialogada al conflicto y anunció que ayudará en la medida de lo posible a que éste se resuelva favorablemente.

Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, aseguró desde Tiflis (Georgia) que el Gobierno hará «todo lo posible para lograr un entendimiento» entre Repsol YPF y Sonatrach, y afirmó que la relación entre Argelia y España es «excelente en todos los niveles».

A este respecto, Moratinos dijo que esta decisión no debe afectar al conjunto de relaciones entre ambos países, y señaló que el buen nivel comercial que existe actualmente entre España y Argelia «jamás se había conocido» y que el nivel político de interlocución es «perfecto».

Por contra, el líder del PP, Mariano Rajoy, que calificó de «ataque» la rescisión del contrato, atribuyó la decisión de Sonatrach a la «pésima» política exterior del Gobierno español, al que acusó de no defender los intereses de España en el extranjero.

Rajoy hizo hincapié en que el caso de Argelia se suma a lo que ya ocurrió con algunas empresas españolas en países como Bolivia, Argentina o Venezuela.

Por su parte, el Grupo Parlamentario Catalán (CiU) pidió la comparecencia urgente en el Congreso del ministro de Industria para explicar la actuación del Gobierno respecto al proyecto de Gassi Touil que, según esta formación, Argelia «ha expropiado ilegalmente» a Repsol y Gas Natural.

El portavoz de Industria de CiU en la Cámara Baja, Josep Sánchez Llibre, acusó a Clos y a su antecesor, el actual presidente de la Generalitat, José Montilla, de «inhibición y dejadez a la hora de defender los intereses de proyectos económicos e industriales españoles en el exterior».

El Gobierno ya había pedido la semana pasada la comparecencia de Clos en el Congreso, aunque por otros motivos.

La UE también mostró su interés por el conflicto, y el comisario de Energía, Andris Piebalgs, habló con las autoridades españolas y con las dos compañías españolas para recabar la mayor información posible, según indicó el portavoz de Energía de la Comisión Europea (CE), Ferrán Tarradellas.

La CE, que expresó su confianza en que las partes «lleguen a un acuerdo razonable», aunque no ha contactado aún con las autoridades argelinas, recordó que, al tratarse de una relación comercial entre empresas, «hay una serie de elementos de índole comercial ante los que es neutra».

El Gobierno argelino ha mantenido silencio sobre la decisión de Sonatrach, mientras que los medios de comunicación locales ignoraron la noticia.

Analistas consultados por EFE creen que Repsol YPF y Gas Natural intentarán llegar a un acuerdo con Sonatrach, en vez de esperar a que se resuelva el procedimiento arbitral al que han decidido acudir las dos empresas españolas, el cual podría prolongarse un año y medio.

Estos analistas consideran que el objetivo final de Sonatrach es renegociar el contrato de Gassi Touil para lograr unas condiciones más favorables.

Además, entienden que esperar al resultado de un procedimiento arbitral no es lo más conveniente en un proyecto a largo plazo como éste.

Ricard Fornesa, presidente de Criteria Caixa Corp, la nueva sociedad «holding» que controla todas las participaciones de La Caixa, entre ellas las de Repsol YPF y Gas Natural, se mostró confiado en que este problema «se reconducirá en el futuro».

La rescisión unilateral del acuerdo por parte de Sonatrach afectó a la cotización en Bolsa de ambas compañías.

Gas Natural lideró las caídas del Ibex-35 con una bajada del 2,02 por ciento, mientras que Repsol YPF se dejó el 0,42 por ciento y Sacyr, máximo accionista de la petrolera, el 0,48 por ciento.

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