China acelera el motor de su producción energética

«China construye la mayor línea de transmisión eléctrica del mundo»

China comenzó la construcción de la mayor línea de transmisión eléctrica del mundo, que permitirá a la ciudad de Shanghai, en el este, recibir energía de origen hidráulico generada a 2.000 kilómetros de distancia, en la provincia de Sichuan (suroeste), anunció el diario oficial «Shanghai Daily«.

Se trata de la línea más larga de su tipo en todo el planeta, así como de la mayor en términos de capacidad de transmisión, y estará operativa en 2011.

La línea, que transmitirá corriente directa de alto voltaje, permitirá satisfacer el 20 por ciento de las necesidades energéticas de Shanghai, que recibirá por ella, desde entonces, siete millones de kilovatios y podrá reducir así sus emisiones contaminantes (de las centrales térmicas que aún hoy necesita).

Como otras ciudades chinas, la metrópoli de Shanghai, corazón económico y financiero del país, con 20 millones de habitantes, todavía sufre una escasez de suministro eléctrico, que suele pasarle factura todos los veranos cuando el consumo se dispara por el uso masivo del aire acondicionado.

En los últimos años se ha llegado a racionar la energía y se ha obligado a miles de empresas a detener su actividad durante las horas de mayor consumo del día para desarrollarla por la noche.

Se espera que el pico de mayor demanda eléctrica de la ciudad alcance los 28 millones de kilovatios hacia 2011, mientras para este verano se calcula que la demanda llegará hasta los 21 millones de kilovatios, según la Compañía de Energía Eléctrica de Shanghai. La demanda creció muy rápidamente en los últimos años, y pasó de los 13 millones de kilovatios en 2003 a los 19 millones que se necesitaron el año pasado.

La nueva línea, en la que se invertirán 18.000 millones de yuanes (1.744 millones de euros, 2.310 millones de dólares), y que cruzará el país desde las centrales hidráulicas de Sichuan hasta la metrópoli oriental, será la cuarta línea de suministro eléctrico proveniente del exterior que se conecte a la red local de Shanghai.

Aunque atravesará siete provincias chinas, está diseñada para ofrecer suministro sólo a Shanghai, ya que «nos ayudará mucho a combatir la creciente demanda de energía en los próximos años», explicó un portavoz de la compañía eléctrica shanghainesa, Wang Changxing.

Shanghai puso en funcionamiento nuevos generadores eléctricos en 2005, con capacidad de suministrar tres millones de kilovatios adicionales, con lo que el suministro está garantizado para este año. Sin embargo, el aumento de la demanda podría volver a causar problemas en el futuro, ya que no se podrían construir nuevos generadores térmicos en la ciudad sin violar las leyes medioambientales locales.

«China construye su primer gran petrolero VLCC con tecnología 100% propia»

China comenzó a construir su primer gran petrolero, de tipo VLCC o Malaccamax, con categoría entre las 200.000 y las 315.000 toneladas de peso muerto (con carga) solamente con tecnología china y con derechos de propiedad intelectual nacionales.

El buque, que concretamente tendrá un peso muerto de 297.000 toneladas, está siendo construido por los astilleros shanghaineses de Jiangnan Changxing, que dependen de la Corporación Estatal de Astilleros de China.

El petrolero tendrá 333 metros de eslora, 60 de manga y 29,7 de profundidad, y será entregado a la firma CSC Nanjing Tanker Corporation, uno de los principales transportistas chinos de crudo, que depende del grupo China Changjiang National Shipping Corporation. Para ampliar su flota, CSC Nanjing ha pedido cuatro petroleros de este tipo a los astilleros de Changxing, situados en la isla shanghainesa del mismo nombre, en la desembocadura del río Yangtsé.

«China crea una empresa para adquirir la última tecnología nuclear de Westinghouse»

Asimismo, China abrió una empresa para comprar a la multinacional norteamericana Westinghouse tecnología nuclear de tercera generación, a corto plazo, una vez se firme la compra de cuatro de sus reactores.

Este anuncio coincide con el inicio de la segunda ronda del Diálogo Estratégico Económico entre China y EEUU, que dará comienzo en Washington, en un contexto en el que la adquisición de tecnología estadounidense por parte de Pekín puede ayudar a reducir el enorme déficit comercial de Washington con el país asiático.

El presidente de la nueva firma China State Nuclear Power Technology Co., Wang Binghua, anunció que las conversaciones con Westinghouse Electric Co. están a punto de concluir y que esperan firmar el acuerdo el próximo mes de junio.

Este acuerdo materializará el contrato marco rubricado entre ambas compañías el pasado 1 de marzo mediante el cual Westinghouse venderá a China cuatro reactores de tercera generación de agua presurizada AP 1000, con una capacidad de 1,1 gigavatios cada uno. Dos de estos reactores se instalarán en la central de Sanmen (provincia oriental china de Zhejiang) y los otros dos en la de Haiyang (provincia oriental de Shandong).

Estos cuatro reactores empezarán a construirse en 2009, estarán operativos a partir de 2013 y vendrán a sumarse a los nueve con los que actualmente cuenta China.

Los accionistas de la firma inaugurada son China National Nuclear Corp., China Guangdong Nuclear Power Corp., China Technology Import & Export Corp. y China Power Investment Corp., de la que Wang Binghua ha sido director general.

El suministro de reactores de tercera generación de Westinghouse a China se forjó en diciembre pasado en Pekín, con motivo de la celebración de la primera ronda de diálogo estratégico entre China y EEUU, y con él la firma estadounidense ganó la puja a la francesa Areva.

Washington tuvo que modificar parte de su legislación para permitir esta transferencia de tecnología a Pekín, como parte de un paquete de soluciones para reducir el déficit comercial de EEUU con China, que en 2006 alcanzó el récord de 232.500 millones de dólares.

Aunque no se ha desvelado el valor de la venta de Westinghouse a China, fuentes del sector señalan que ronda los 8.000 millones de dólares y que la firma americana podría tener prioridad para hacerse con los 30 reactores nucleares de tercera generación que China prevé instalar en 13 años. Con este proyecto, el gobierno chino espera que la energía nuclear alcance un 4 por ciento de la producción de energía del país en 2020 desde el 2,3 por ciento actual.

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