La OPEP cierra 2007 ampliada y fortalecida, pese a la división por el dólar

Ampliada de once a trece países miembros, la OPEP cierra un nuevo año de fortalecimiento debido a la escalada del precio del petróleo, pero dividida entre los tradicionalistas y los que quieren abrir la puerta al divorcio del crudo y el dólar.

A partir de 2008, Angola y Ecuador se unen a la política de ajustes de la oferta conjunta del «oro negro» de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).

En su última reunión, el 5 de diciembre en Abu Dhabi, la OPEP fijó cuotas de producción para ambos países, de 1,9 millones de barriles diarios (mbd) para Angola, y de 520.000 bd para Ecuador. Angola entró en la OPEP el 1 de enero de 2007, en lo que fue la primera ampliación de la organización en más de tres décadas, y Ecuador se reincorporó el 20 de octubre, tras 15 años de ausencia.

Así las cosas, este año ha sido el último de la llamada «OPEP-10«, el grupo de países participantes en los repartos de mercado de la organización, pues ya a partir de la próxima reunión, el 1 de febrero de 2008 en Viena, será sustituida por la «OPEP-12«, que suma hoy una cuota oficial de producción de 29,67 mbd. En ella se incluye el bombeo oficial de todos los miembros del cártel, salvo Irak.

La «OPEP-10» inició 2007 recortando su producción para apuntalar los precios de esa materia prima, que estaban entonces a la baja, aunque acababan de encadenar el quinto año consecutivo de fuertes alzas, y según advirtió en Abu Dhabi el ministro venezolano, Rafael Ramírez, es probable que en la primera reunión de 2008 se plantee también una limitación de la oferta de la «OPEP-12«.

El barril (de 159 litros) que utiliza como referencia se vendió en todo enero de 2007 a una media de 50,79 dólares, por debajo del promedio de todo 2006, que fue de 61,08 dólares.

El 1 de febrero, entró en vigor la reducción de la oferta en 500.000 barriles diarios pactada por la OPEP en diciembre, que se sumó al recorte de 1,7 millones de barriles diarios (mbd) vigente desde noviembre de 2006. En marzo, la organización que controla cerca del 40 por ciento de la producción mundial de crudo decidió mantener hasta septiembre la limitación de su oferta.

Desoyó de esta manera la petición de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) de incrementar los suministros, una política que contribuyó a la escalada paulatina de los precios, impulsados además por el fuerte consumo en China e India, así como por factores climáticos, geopolíticos y financieros.

Cuando la OPEP optó finalmente por abrir sus espitas y dar marcha atrás con los recortes del bombeo, fue el mercado el que hizo caso omiso de esta decisión: al día siguiente, el valor de crudo de Texas (WTI), el de referencia en EEUU, superó por primera vez la barrera de los 80 dólares. Y no ha vuelto desde entonces a cotizar por debajo de esa cifra, sino que ha fluctuado entre la misma y los 99 dólares en las últimas semanas, amenazando con romper la barrera de los 100 dólares.

De forma paralela han subido los demás crudos de referencia, como el Brent, la referencia para Europa, y el barril de la OPEP -calculado en base a una mezcla de doce calidades de crudo-, que batió el récord de 91,91 dólares el 21 de noviembre pasado. En lo que va de diciembre, su valor medio es de 85,05 dólares, un 34,26 por ciento más que en enero de este año.

Pero la OPEP se ha desentendido de esta última escalada y cerró su última reunión sin el aumento de la oferta que esperaban los mercados, advirtiendo de que los precios actuales están determinados por factores ajenos a su control, en especial por una febril actividad especulativa en los mercados financieros. Unos días antes, el 17 y el 18 de noviembre en Riad, los jefes de Estado de los trece países miembros, reunidos en la tercera cumbre de la historia de la OPEP -fundada en 1960 por cinco países-, expresaron su preocupación por el debilitamiento del dólar frente al euro y otras divisas, que merma el valor de sus ingresos, ya que el crudo cotiza en el billete verde.

Esta tradicional relación entre el «oro negro» y la moneda estadounidense fue puesta en entredicho por Irán y Venezuela, que pidieron en la cumbre estudiar la posibilidad de establecer una canasta de divisas para cotizar el petróleo. También Ecuador se sumó a esas voces y su presidente, Rafael Correa, insistió en que esta materia prima debía «transarse» en una «moneda dura». Pero Arabia Saudí, el mayor exportador mundial de crudo y por eso líder natural de la OPEP, así como sus aliados del Golfo Pérsico, se negaron a dar luz verde a tal propuesta y lograron finalmente imponerse en la cumbre.

Venezuela ha anunciado que seguirá planteando la cuestión en el seno de la organización, que pese a las diversas posturas al respecto, se muestra unida para defender el uso «limpio» del petróleo, frente a las crecientes políticas ecologistas destinadas a reducir la dependencia del mundo de los hidrocarburos.

Una política energética a salto de mata

En marzo del año 2006 el Gobierno a propuesta del ministerio de Industria aprobó un RDL 3/2006 en el que se regulaban los recortes a la retribución de generación para cubrir el déficit tarifario.El fundamento de estos recortes estaba en la deducción de los derechos de emisión gratuitos que la empresas generadoras de electricidad habían recibido.Estos derechos reconocidos en el PNA (plan nacional de asignaciones) se aplican a cualquier sistema de central de generación (hidraulica,gas,fuel,carbón,nuclear) menos las de fuentes renovables.

El Congreso, con carácter de urgencia, ratificó el citado RDL.Como consecuencia de este hecho el Ministerio de Industria debía haber emitido sendas Ordenes Ministeriales con las que se regulaban el cálculo de los beneficios de las empresas eléctricas correspondientes al año 2006.Los beneficios se ven afectados por la reducción de ingresos de los recursos que constituyen el déficit tarifario es decir la aportación que se efectúa a las empresas para cubrir los costes de generación que no hace la tarifa eléctrica.

Las Ordenes ministeriales se deberían haber emitido antes de finalizar el año 2006, en lógica con las actuaciones del Gobierno y las disposiciones del RDL 3/2006.Se han emitido en noviembre 2007. Lo cual pone de manifiesto la irresponsabilidad de la actuación administrativa y la dudosa urgencia del RDL y su forma de urgir la tramitación y convalidación por las Cortes ya que sus decisiones introducen una clara incertidumbre económica en el sector eléctrico.

El viernes 7 de diciembre el Ministerio de Industria consigue aprobar en el Consejo de Ministros un nuevo RDL 11/2007 que continúa la línea normativa propuesta y desarrollada en el RDL 3/2006.Como particularidad hace extensible las medidas de recorte al periodo 2007-2012, periodo que comprende el 2º Plan Nacional de Asignaciones de derechos de emisión.De nuevo las empresas eléctricas verán deducidos durante cada uno de los próximos cuatro años los ingresos por generación al serles retraídos los derechos de emisión asignados en función de la capacidad de generación instalada.

Este hecho es clave porque los derechos de emisión se asignan para ayudar a las empresas contaminantes a reducir sus emisiones en generación eléctrica y transformar las centrales convencionales más contaminantes (fuel y carbón) con tecnologías que permiten generar electricidad con igual o mayor potencia pero con menores emisiones.

El Gobierno basa sus actuaciones en que las empresas emisoras han recibido gratuitamente unos derechos de emisión, que tienen un valor en el mercado (20€ Tm/CO2) de modo que al incorporarlos a la cuenta de explotación han hecho subir los precios en el mercado eléctrico.El argumento no es cierto dicho así.El argumento cierto es que las empresas con centrales contaminantes (carbón y fuel en particular) han visto que podían seguir produciendo y como consecuencia de las asignaciones recibidas ingresan más y ganan más.Pero tampoco han invertido en tecnologías y sistemas menos contaminantes o emisores porque el Gobierno por su parte ha favorecido en este cuatrienio la generación con carbón.
El Gobierno continúa argumentando que el comportamiento de los agentes es el de trasladar el valor de esos derechos de emisión a los precios finales y que el consumidor no puede sufrir un aumento de precio por algo que el Estado cede gratuitamente en aplicación del Protocolo de Kyoto, por ello el RDL 11/2007 viene a paliar ese efecto.

El argumento es serio y a tener en cuenta, pero el Gobierno no dice que esta extensión como coste del valor de los derechos de emisión, se efectúa en las gasolinas y gasóleos, en el acero, en los materiales de construcción, en el cemento, en el papel, en los productos químicos, etc., y no aplica la misma política de recortes que beneficiaría ciertamente al consumidor.

Pero el Gobierno tampoco dice que este mismo año con la entrada en vigor de las tarifas del cuarto trimestre se ha producido la suspensión de la “garantía de potencia” a las empresas eléctricas, cuya retribución está incluida en la tarifa, pero que a pesar de no pagarse a las empresas no se ha deducido de los costes al consumidor. El Gobierno sigue cobrando un servicio que no retribuye y que hay que mantener, no beneficia al consumidor y lo aplica suponemos a la reducción del déficit tarifario. Pero no lo ha dicho.

Las influencias de esta medidas en la política energética y en la política y medidas sobre el cambio climático exigen otras formas de actuación del Ministerio de Industria y del Gobierno. Desde la aprobación del RDL 3/2006 el Gobierno ha tenido un año para desarrollar una medidas que afectan a la reducción de emisiones en un sector de los más contaminantes y a la transformación de los sistemas de generación. Lo ha podido hacer por ley, aprovechando la transposición de las Directivas de Gas y Electricidad.

Pero lo ha hecho de tapadillo al elegir el método ya consolidado del RDL, en un viernes de puente, por procedimiento de urgencia en su aprobación y tramitación y legislando para la próxima legislatura. No ha sido visto por la Comisión Delegada. Se ha eludido el control y refrendo parlamentario en su tramitación, hurtando el debate político. No hay posibilidad de alegaciones o enmiendas. No hay criterios contrastados de agentes económicos y sociales. No hay informe del órgano regulador de la Comisión Nacional de la Energía. Se opta por esperar al último minuto para tramitarlo primero por sorpresa y después convalidarlo con carácter de urgencia, eludiendo el necesario debate parlamentario.

La urgencia o la emergencia no están justificadas ya que ni el coste de la energía en el Estado es superior al de la U.E. y tampoco se incrementa por encima de los precios de los combustibles y del petróleo. Otra razón es que el déficit tarifario sea insoportable e ingobernable para la gestión de los actuales responsables del Ministerio que en cuatro años han frivolizado el coste de la energía con la adopción de una tarifa eléctrica política y deficitaria, dejando los problemas para los consumidores del futuro. Las verdaderas razones que tiene el Gobierno para actuar de esta manera, en lugar de arreglar el desaguisado que anuncia con los derechos de emisión, es esconder el objetivo real de buscar una solución al déficit tarifario que no signifique una subida necesaria y responsablemente importante para los consumidores en época electoral.

Para este fin, la solución que ha elegido el Gobierno es la menos coherente con las proclamaciones que sobre una política energética acorde con la atención al cambio climático, la mejora de la seguridad de suministro y desarrollo de las energías renovables realiza y reitera tanto el Presidente como otros miembros del Gobierno.

Al detraer el valor de los derechos de emisión a todas las empresas, penaliza a los que han invertido en fuentes menos contaminantes (hidráulica, nuclear y gas) y favorece a las que continúan generando con elevado número de emisiones de CO2.Es decir otorga derechos para reducir plantas altamente emisoras, invertir en menos contaminantes y sin embargo se le reclaman y retiran mayores recursos a quien tiene un mix de generación con menores emisiones.Quien contamina cobra, quien no contamina paga.

La consecuencia real de este nuevo RDL es una triple penalización: de las energías no emisoras (agua y nuclear); del cambio tecnológico aportado por los ciclos combinados y de las posiciones inversoras en renovación del parque de generación.

Pero también de una incentivación de la producción con las centrales más emisoras de CO2 y otros gases contaminantes.No podemos creer que el Gobierno es consciente de que viene enviando desde 2006 mensajes al mercado para no invertir en nuevas centrales hidroeléctricas, ni en ciclos combinados porque está incentivando de hecho, con decisiones políticas, la producción en centrales de carbón o fuel. Lo que resulta ser una incoherencia con el proclamado liderazgo español en el desarrollo de energías limpias puesto de manifiesto por el presidente del Gobierno en la ONU y ante el Parlamento Europeo.

Finalmente este RDL 11/2007 es una reiteración de las actuaciones improcedentes a las que nos tiene habituado el Ministerio de Industria en temas de política energética. En clara confrontación con el Órgano Regulador, obsesionado con domesticar al Sector Eléctrico, amenazador con los inversores en energías renovables y sus financiadores, e ineficaz para alentar el ahorro y la eficiencia entre los consumidores, se decide por la intervención en el sistema de regulación energético en contra del modelo de Sector Energético consensuado en las Cortes Generales con la Ley 54/1997.La derivada es una clara inestabilidad regulatoria,un intervencionismo en las rentas de las empresas y una perdida significativa de credibilidad y confianza entre las instituciones económicas y sociales como lo demuestra la no participación de la mayoría de las entidades financieras en la subasta para financiar ex ante el déficit financiero estimado.

La legislatura termina con un Sector Energético en conflicto permanente con la administración, con incertidumbres en las relaciones con nuestro suministrador básico de gas como es Argelia, sin mejorar las interconexiones de electricidad y gas con Europa, con amenaza real de limitar el desarrollo de energías renovables en primas y en instalaciones, con un déficit de tarifa transmitido a futuros consumidores que supera los 10.000 mill. de €. y que el Gobierno no sabe cómo se pagará y quién lo pagará.

Así no estábamos en 2004.Todo ello merece un debate parlamentario sereno y riguroso y no una convalidación urgente y formalista con la que se termina dando luz verde a las actuaciones del Gobierno que no son comunicadas, consultadas, ni controladas y por tanto no pueden ser compartidas ni apoyadas.

La CNE debate el modelo regulador de los biocarburantes

El Consejo de Administración de la Comisión Nacional de Energía aplazó el jueves pasado la solución a la propuesta de regulación que prepara el Ministerio de Industria para fomentar el consumo de los biocarburantes. Previsiblemente en esta semana, el órgano que preside Maite Costa tendrá que emitir finalmente su dictamen, superando y completando el debate que quedo abierto a finales de la semana pasada. Lo que parece evidente es que la cuestión ha suscitado debate en el seno de este organismo y, que no se sabe bien, a ciencia cierta, cuál será la posición final de este organismo.

En este sentido, la clave de las regulaciones en materia de biocarburantes estriba en las distintas fórmulas utilizadas por parte de la Administración para promover su uso y las diferencias en cuanto al tratamiento del bioetanol y el biodiésel. El hecho de diferenciar su tratamiento en el cómputo de los porcentajes para el cumplimiento de la cobertura de niveles de consumo de biocombustibles se puede considerar el elemento diferencial de las políticas que siguen los distintos países de las Unión Europea.

En primer lugar, y como fórmula más extendida en la Unión Europea figura que el cómputo del consumo de los biocarburantes sea indiferenciado, es decir que dé igual si para cumplir el objetivo éste se realiza gracias al consumo de biodiesel o del bioetanol. Otra alternativa, empleada por Francia, y que ya ha anunciado que va a ser cambiada, es la de diferenciar y establecer niveles diferentes para el bioetanol y para el biodiésel. La tercera vía, empleada por Alemania y los Países Bajos, es la de fijar un nivel mínimo en cada uno de estos dos tipos de biocombustibles y permitir llegar al objetivo, una vez garantizados los mínimos, a través del consumo de bioetanol o biodiésel indistintamente. Esta línea es la que parece que la Comisión Europea parece apoyar como línea de futuro.

En todo caso, son variables de entorno para la fijación de estos objetivos, la conformación de la industria de refino de cada país, así como el nivel de ‘dieselización’ que tiene el parque automovilístico. Recordemos que la formula que ha enviado el Ministerio de Industria, a través de la Secretaría General de Energía, a la Comisión, sigue el criterio de diferenciar los niveles de bioetanol y de biodiesel, estableciendo fórmulas de penalización para los puntos de servicio que no logren estos objetivos, cuyos costes son dobles en el caso de no cumplir los objetivos de bioetanol.

Desde varias instancias, estiman poco justificables la diferenciación en el consumo de los biocombustibles a la hora del cumplimiento de los objetivos en nuestro país. En primer lugar, por el déficit de refino de diesel, frente a la gasolina, consecuencia del segundo elemento, la dieselización creciente de nuestro parque. Por otra parte, los recientes estudios publicados por la OCDE ponen en tela de juicio la eficiencia energética de determinados tipos de biocarburantes de primera generación en función de cómo ser realiza su producción, dado que la utilización de determinadas materias primas y el transporte de las mismas en sí, hacen muy costosa su producción y poco eficiente energéticamente en lo que se refiere a efectos de la reducción de emisiones de carbono. En el caso del bioetanol, estos informes solo salvan la producción en Brasil a partir de la caña de azúcar, dado que a partir de otros cultivos, su consumo, incluso de agua, los hace poco eficientes, e incluso pueden afectar a los precios de las materias primas y los alimentos.

Tendremos que esperar a las conclusiones de la Comisión Nacional de Energía para valorar la configuración final de la propuesta que sobre esta regulación hace la CNE.

El crudo resiste en torno a los 92 dólares ante la incertidumbre política y económica

Los precios del petróleo concluyeron la semana en torno a los 92 dólares por barril en los mercados de futuros de Londres y Nueva York, en un ambiente de incertidumbre con diferentes pronósticos sobre la demanda de hidrocarburos.

Las cotizaciones petroleras experimentaron una gran volatilidad, con fuertes reacciones al cuarto descenso consecutivo de los tipos de interés fijado por la Reserva Federal de EEUU el martes y al acuerdo de esa entidad y otros bancos centrales de coordinar medidas para afrontar la crisis global de liquidez, anunciada el miércoles.

Estas noticias influyeron también en el valor del dólar estadounidense frente al euro y otras divisas, que cuando se debilita tiende a fortalecer la cotización del «oro negro», y si se aprecia debería facilitar el abaratamiento de esa materia prima.

Tras iniciar la semana a la baja, cayendo a menos de 87 dólares/barril el crudo de Texas (WTI), la referencia para Estados Unidos, y el barril de Brent -referente en Europa– hasta los 88 dólares, ambos subieron casi 2 dólares el martes y más de 4 dólares el miércoles, antes de retroceder de forma moderada. Y es que el jueves, al mercado petrolero volvieron las dudas de que el acuerdo anunciado por la Reserva Federal de EEUU, el Banco Central Europeo (BCE) y las entidades emisoras de Inglaterra, Canadá y Japón logren su objetivo de solucionar el problema de liquidez en el sector bancario, según destacó la consultora especializada PVM.

En consecuencia los precios perdieron más de la mitad de lo ganado el miércoles, y terminaron finalmente con tendencias mixtas en Londres (al alza) y en Nueva York (a la baja), a 92,69 y 91,27 dólares el barril de Brent y WTI, respectivamente (ambos en sus contratos para entrega en enero).

Así, el crudo de Texas se encareció un 3,4 por ciento frente al valor del cierre de la semana precedente (88,28 dólares), al tiempo que la subida semanal del Brent fue del 2,7 por ciento.

Mientras, la cotización del barril de crudo usado como referencia por la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) avanzó un 4,6 por ciento -de 84,48 a 88,35 dólares- en siete días.

La incertidumbre sobre cómo evolucionará la economía mundial ante el impacto de la crisis crediticia y de la vivienda en Estados Unidos se refleja también en las cautelosas correcciones de los pronósticos sobre el crecimiento de la demanda energética.

La Agencia Internacional de la Energía (AIE) y la OPEP publicaron el mismo día sus nuevas previsiones para 2007 y 2008.

Según la AIE, el mundo requerirá en 2008 una media de 87,8 millones de barriles diarios (mbd), mientras la OPEP calcula que el consumo será menor en 700.000 bd, pues lo cifra en 87,1 mbd.

Esta diferencia justifica la diferencia prácticamente constante entre la AIE, defensora de los intereses energéticos de las naciones industrializadas, y la OPEP, en cuanto a las necesidades de más crudo: la primera insiste en pedir a la segunda un aumento de los suministros, y ésta afirma que el mercado está bien abastecido.

En consecuencia, los trece países miembros de la OPEP cerraron 2007 con la decisión, adoptada el pasado día 5 en Abu Dhabi, de no modificar por el momento su actual cuota de producción. En su informe, la organización cifra, en base a «fuentes secundarias», en 31,45 mbd su producción total en noviembre, y relaciona la decisión de Abu Dhabi al hecho de que en los mercados no hubo cambios fundamentales que justificaran los últimos abruptos movimientos de los precios, que en cambio atribuye a la especulación financiera.

«Sin embargo, a la luz de la considerable incertidumbre sobre el crecimiento de la demanda en los próximos trimestres, la conferencia acordó volver a reunirse el 1 de febrero (en Viena) para revisar la situación» del mercado nuevamente, se recuerda en el documento.

La OPEP cuenta con que «la mejora en la situación geopolítica y los pronósticos de ralentización de la economía» deberían aliviar la presión sobre los precios del petróleo. Sin nombrarlo expresamente, los expertos del grupo aluden así a una aparente distensión en torno al conflicto por el polémico programa nuclear de Irán y a la mejora de las exportaciones de crudo de Irak, dos países fundadores de esta organización que hoy controla más del 40 por ciento de la producción mundial de crudo.

Tiempo de augurios e incertidumbres

La caída de la Bolsa de las eléctricas sacude el mundo financiero. Peor que una mala noticia es una incertidumbre, y más una incertidumbre con mala noticia. Consenso entre los analistas financieros sobre el riesgo regulatorio y la falta de seguridad jurídica en nuestro país y la preocupación derivada de la misma para el sector energético. Todas las eléctricas sufren castigos muy pronunciados en bolsa, desde la decisión de la publicación del Decreto Ley para la detracción de derechos de emisión entre 2008 y 20012. Informes muy duros empiezan a ser distribuidos en los círculos especializados por las empresas de análisis y bancos de negocios. En paralelo, se produce la salida a bolsa de Iberdrola Renovables y los valores de los operadores de red y transporte de gas y electricidad Enagás y Red Eléctrica, suben como la espuma, también consecuencia de las decisiones regulatorias en ciernes. Lo que está claro es que el mundo financiero alrededor de la energía está muy muy movido y todo ello en un año de montaña rusa, dada la afición a sentir poder utilizando la regulación.

La CNE pide que se elimine el límite de 1.200 MW en la fotovoltaica y se mantenga su modelo retributivo. Las energías renovables también están sujetas a la variación continuada de su marco retributivo estando a merced de la actualización de los cálculos del déficit tarifario o de los impactos de las regulaciones que se envían sin memorias económicas que la soporten y van ‘sorprendiendo por su resultado’. Si recordamos todo lo que rodeó en su momento el R.D. 661/2007 la fotovoltaica evolucionó notablemente con respecto al modelo anterior. Y, poco duró la alegría en el sector, cuando en verano, mediante corrección de errores se redujo el plazo para la sujeción al sistema retributivo que preveía este Real Decreto. Como no era sostenible un cambio por un procedimiento tan atrabiliario, se volvió a restablecer el plazo inicial, pero a cambio, se comenzó a elaborar una retribución sustitutiva para el sector fotovoltaico que desató las alarmas del sector. Vuelven los viejos fantasmas: inseguridad jurídica, inestabilidad regulatoria. Ayer la CNE solicitó al Ministerio de Industria estabilidad en el sector fotovoltaico, el último afectado por el rigodón y movimiento pendular de impulso a estas tecnologías y de terror al diseño de un marco estable y predecible para el sector (para este y los demás). Las negociaciones han sufrido fuertes parones, reveses, retrasos y los envites a los que estamos acostumbrados. La noticia del Consejo de Administración de la CNE no debe ser muy del agrado del Secretario General de Energía, evidentemente.

La tarifa eléctrica del 2007 se apaga. Los datos del IPC (una elevación del 4,1%) confirman como la tarifa eléctrica estática de 2007 ha disminuido en términos reales, al haber subido la inflación prevista. Hay que tener en cuenta que entre el mes de octubre y noviembre, la subida del precio de la energía en el mercado mayorista de electricidad ha sido del 30%. El efecto del déficit predictivo y favorable dada la climatología del año metereológico anterior desaparece y empiezan a subir los precios, aunque nos seguimos situando en la banda más baja de toda Europa. Las soluciones: no hacer ajustes, no afrontar la realidad, como en aquellos años de la ‘contabilidad creativa’: utilizar el BOE por sorpresa, erosionar los ingresos de las eléctricas y a la par que se suben los ingresos del transportista único. Todos los demás seguirán recibiendo señales de precios basadas en el dispendio con respecto a los ciudadanos europeos. ¿Para cuando, que se acabe tanta indolencia, el fin de las tarifas políticas y del uso político de las mismas?.

Biocarburantes, subida de la retribución de REE, apagón de Barcelona, distribución eléctrica. A la CNE se le acumula el trabajo. Fin de año lleno de temas abiertos en el sector energético. Desde la nueva regulación de los biocarburantes, la retribución del transporte de electricidad (la anunciada subida de la retribución para Red Eléctrica), las consecuencias regulatorias del apagón de Barcelona (que casualidad, que sigan pendientes y a la vez se tramite la subida de los ingresos del transportista y monopolista único, Red Eléctrica), así como el modelo retribución de la distribución, tantas veces postergado y tan fuertemente criticado. Sin contar, con las investigaciones por la indisponibilidad que dio lugar al apagón de los grandes consumidores con contratos de interrumpibilidad y otros flecos. Y el tema, más intrigante, es que van a decir sobre las tarifas del 2008, después del informe que emitieron los servicios técnicos. Tiempo de vértigo regulatorio, total para que luego se regule por Decreto Ley. ¿Para eso son el Lope de Vega de la regulación energética?

¿Quién paga todo esto?

La crónica de las declaraciones de Ignasi Nieto (vean ustedes que se está haciendo un habitual del medio y de los medios) en uno de los dos actos que tuvo hace dos días, uno en la Comisión Nacional de Energía y otro organizado por AEGE, no tuvieron desperdicio. En Prensa Hidráulica, hemos querido seleccionar los mejores pasajes de estas declaraciones, con la referencia cercana del artículo que publicó Miguel Angel Aguilar en el diario El País el martes de la semana pasada, a cuenta de la rebaja de impuestos prometida por todos los partidos políticos (o eliminación de figuras tributarias concretas) en conjunción con el aumento de prestaciones o beneficios sociales (chekes bebé, guarderías, dependencia, etc…) y cuyo título era ¿Quién paga todo esto?, dado que a este excelente articulista, todo esto no le cuadra aunque estemos en precampaña.

La primera de las declaraciones, la del titular seleccionado por la periodista, es que Industria no ‘entrullará’ a la Unión Europea por la sentencia de E.ON. Definitivamente, y afortunadamente para la Comisión Europea, parece ser que nuestro Ministerio de Industria y la Secretaria General de Energía le perdonan la vida. Lo que pasa es que parece lo contrario a la vista de los hechos, que quien había sido reconminado por la Unión Europea era el Ministerio de Industria y las Autoridades Españolas. Curiosas afirmaciones, debe ser que la precampaña electoral de partido y de personas, que no solo se defiende, sino que decide no atacar. Una nueva forma de estilo beligerante. Respirarán aliviados en Bruselas, por tanto con tanta magnanimidad. Porque tras modificar la legislación unos minutos antes de que E.ON presentara su oferta para que la CNE interviniese en el proceso, desestabilizar el sistema de retribución de las eléctricas con las casaciones de oferta y tratar a la alemana enseñándole el camino de salida, parece que no han tenido suficiente. Eso, más los informes de la Comisión Europea sobre las tarifas, el mercado liberalizado, las ayudas de estado a través de la retribución de los grandes consumidores. Helenio Herrera, ex entrenador del Barça: La mejor defensa es un buen ataque.

Del mismo modo, también al ataque, Nieto defendió las tarifas taxidérmicas que ha preparado Industria. En este año, no van a compensar ni la inflación real y el que viene, afirma, permitirá compensar en parte el déficit tarifario. El juego está en utilizar técnicas de sublimación de la materia viva con ellas. Jibarizar los ingresos de las empresas eléctricas por decreto, esto es eliminar garantía de potencia, detraer derechos de emisión gratuitos (¿?), obligando a la vez a las eléctricas un ‘pooling’ obligatorio para compensar y penalizar a las tecnologías no emisoras o utilizar como piedra de Damocles la retribución de la distribución. Teniendo en cuenta la previsible evolución que adelantan los mercados de la electricidad, está claro que es una de las intenciones de este Secretario General de Energía para cuadrar el círculo. En paralelo, aumentar las retribuciones de Red Eléctrica de España, operador de sistema, monopolista en transporte y que entre el resto de las empresas le adelanten la ‘pasta’ el ultimo trimestre, para tenerla en la caja y hacer ‘cositas’ corporativas. Finalmente, disecar la tarifa, momificarla para que permanezca no estable, inalterable, como una extremidad incorrupta, mientras sube el petróleo, los costes, la demanda eléctrica, etc… y todo el mundo vive ajeno a la realidad (como con Franco, por cierto).

Pero además, y en referencia al déficit tarifario, afirmó que los consumidores ‘no pagarán los déficits de ejercicios anteriores’. Dos cuestiones. Primero, qué son años anteriores, en qué período un cargo de la Administración se desdice, se apea de lo que han hecho sus predecesores que son del mismo partido (el volumen principal del déficit es de esta legislatura). Realmente, el déficit que no pagan, es el del año en que lo generan, que es el que les tocaría. En segundo lugar, si no lo pagan los consumidores, lo pagarán los contribuyentes. ¿Los abolirá por el BOE? ¿Es que no lo están pagando, incluso con intereses? ¿Se irán al IRPF y no pagarán los consumidores, sino los contribuyentes? Con el único déficit que está contento el actual Secretario General de Energía es con el de este año, gracias a las coyunturas por todos conocidas: condiciones meterológicas favorables, hidraulicidad y bajo coste de los derechos de emisión (probablemente una cosa, consecuencia de la otra).

El hecho es que para hacer una tarifa, asumible por los consumidores, como demagógicamente afirma la versión oficial en tiempo de elecciones (en realidad tiene que ser asumible por el político o secretario general de turno), se hacen verdaderas perrerías con los intersticios de la tarifa y con los costes a las empresas. Por eso se sostiene una amenaza de control de rentas sobre las empresas o sobre las renovables, en lugar de crear un marco claro para el desarrollo del partido.

Es, por tanto, una lucha desigual, la de la racionalidad económica y el mercado, la estabilidad sectorial, la seguridad jurídica, con la de la demagogia y la falta de capacidad política, las soluciones fáciles y la aplicación del Boletín Oficial del Estado, combinado con el interés espurio de subir la retribución a REE, por otro tipo de afinidades. De hecho, también se recogía de forma generalizada en los medios ayer, el patente castigo al sector energético (periódicamente se produce) en Bolsa a cuenta de decisiones regulatorias, siendo la comidilla de todos los círculos financieros, analistas y expertos de media Europa. Vean como Endesa, con sus nuevos propietarios también responden a semejantes actuaciones.Que nos cargamos la seguridad jurídica, los mercados financieros, la inversión y las empresas, que más da. Que se introduce riesgo de apagones por una ‘pifia regulatoria’ que más da. Solución: se utiliza a los medios para ‘invertir el mensaje’ y culpabilizar a las empresas. O también se vira el contenido del mensaje, como con lo de la Unión Europea y E.ON. El extremo es cuando ya nos parecen normales estos comportamientos por ser partidistas.

Si a los consumidores se les dice desde instancias públicas que no van a pagar las deudas los déficit pasados, pero las están pagando en realidad (con sus intereses y todo). Si se encarece notablemente la financiación del déficit este año, que queda en el alero. Si se elimina el incentivo a la disponiblidad y hay riesgo de apagones por ello. Si cuando una empresa en su condición adquirida de monopolista único tiene incidencias, averías y apagones, se le pretende subir y adelantarle su retribución. Si nos caza la Comisión Europea con ayudas de estado a través de los grandes consumidores y con un Plan Nacional de Asignaciones pensado para los contaminadores. Si el sector de las renovables está siempre pendiente de las decisiones regulatorias y los mercados financieros también. Si se detraen los derechos de emisión gratuitos sin estar previsto y la bolsa castiga duramente un sector por decisiones regulatorias. Si se judicializa un sector clave, embarrándo el terreno de juego. La pregunta es ¿Quién paga todo esto?. Aunque sea con su responsabilidad.

Del leninismo y los derechos de emisión

Primero, lo jurídico. El Real Decreto Ley para detracción de los derechos de emisión pasará seguramente a la esfera jurídica, como un paso más hacia la inseguridad y la inestabilidad regulatoria que preside el sector de la energía. En primer lugar, porque todavía queda la necesidad de ‘refrendo’ en el Parlamento de esta medida (el trapicheo de finales de los presupuestos generales del estado puede conseguir cualquier cosa, al igual que puede echarlo para atrás, si triunfa la racionalidad). En segundo lugar, porque incluso refrendado, por la vía que sea, existen vías jurídicas hasta llegar al Tribunal Constitucional y la Comisión Europea (y, lo que es más claro, jurisprudencia a tal efecto para echar para atrás una medida jurídica que no justifica su urgencia, dado que es para el período ostensiblemente largo, el 2008-2012, con unos precios de la energía actualmente más bajos que en Europa y, cuyo problema principal realmente, es que no se ha sabido trasladar debidamente en tiempo y forma a los consumidores).

¿Giro al centro o viraje hacia el leninismo energético?. El sábado el diario El País, publicaba las consignas para el giro al centro del Partido Socialista Obrero Español. Serenidad, tranquilidad, estabilidad. En lo político, en lo económico, en lo social. Menos en la energía, como han podido comprobar. La solución empleada por Industria para atajar el déficit tarifario y el crecimiento de la tarifa fruto de que están creciendo los precios de la electricidad en el mercado de generación, parece que va por lo que se puede denominar como leninismo energético. Lo contrario a la estabilidad y la seguridad jurídica. Intervencionismo sin tapujos, ni cortapisas. La solución estaba en contar con buenos gestores, con peso político, responsabilidad, conocimiento y respeto en el sector. No en utilizar el Boletín Oficial del Estado contra las empresas e intervenir directamente en el mercado. Por tanto, la solución que adopta la actual Administración energética s un mercado sin mercado, o mejor dicho vaciar un mercado, intervenirlo, ponerle muchas excepciones, fortalecer a un planificador central y absoluto, que ordene a las empresas que tienen que hacer, cuando, cómo y a qué precio. Ocurrencias como las casaciones de ofertas, la detracción de derechos de emisión, la eliminación de la garantía de potencia o cosas así. En consecuencia, contamos hoy ya con uno de los mercados eléctricos más intervenidos del mundo, habiendo sido uno de los países que más liberalizó en su momento. O sea, el leninismo, practicado y promovido por unos cuantos que gozan de su poder de influencia en esta Administración (así se les denomina en las esferas sectoriales). Lo que está claro es que este Gobierno resiste todo, una Ministra de Fomento, cuasi recusada y un Secretario General de Energía, alineado contra el conjunto del sector. Es el salvoconducto del final de la legislatura. Barra libre, por tanto.

Tengan miedo, mucho miedo. La detracción de derechos de emisión en el sector eléctrico parece que ha puesto en cuestión la semántica de las palabras. Lo de la asignación ’gratuita’ de derechos. Hay que tener en cuenta que los derechos de emisión se distribuyen entre las instalaciones de nueve sectores de actividad señalados por una Directiva Europea y la mayor parte de ellos, están bajo el halo magnético del Ministerio de Industria. Son sectores a los que se les asigna por parte del Ministerio de Medio Ambiente ‘derechos gratuitos de emisión’ de un gas efecto invernadero que es el carbono en su Plan Nacional de Asignaciones (PNA): la cerámica, el cemento, el refino de petróleo, por ejemplo. ¿Quiere decirse que se les va a descontar a los españoles los derechos de emisión del precio de las gasolinas (ahora que están subiendo los carburantes de manera acelerada por el precio del petróleo), o que se va a descontar el precio de los derechos de emisión correspondientes al cemento y a los azulejos en las viviendas y en la obra civil (ahora que empieza a desinflarse la construcción y el mercado inmobiliario)?. Los españoles tienen derecho a gasolinas más baratas por el procedimiento que sea y a que los pisos cuesten menos. ¿A que no se le había ocurrido esto a la Ministra de la Vivienda? Parecen pintorescos, pero es lo mismo que lo que ha articulado el Secretario General de Energía con este Decretazo. Nadie ha señalado hasta el momento en el carácter discriminatorio de la medida, con otros sectores, pero es otro frente abierto a partir de un nuevo territorio abierto: concurso de ideas felices para bajar el coste de la energía o de lo que sea.

De la inseguridad jurídica y sus consecuencias. La publicación por vía acelerada del decretazo de la detracción de derechos de emisión del sector eléctrico también debe encender muchas alarmas. Seguramente más de uno se puede poner en cuestión cuales son las formas mediante las cuáles se actúa en un sector como el energético en nuestro país. Por ejemplo, los nuevos accionistas italianos de Endesa, Enel, que ven como les invitan a venir a un país, donde en menos de dos meses, se retira la garantía la potencia y se detraen los derechos de emisión asignados gratuitamente. ¿Quién se animará a invertir en el sector energético en España?. No sabemos si se arreglará el déficit tarifario, pero lo que está claro es que hay que esperar a tiempos mejores para invertir.

La crónica del decretazo La crónica oficial del decretazo de detracción de derechos no tiene desperdicio. El sábado por la mañana el rotativo económico madrileño Cinco Días publicaba una crónica en la que se podían percibir muchos matices. En primer lugar, volvemos a las explicaciones psicologistas, casi de diván, como lo de : el Ministerio de Industria sufría de un “temor” (sic) regulatorio y por ello el “Consejo de Ministros” lo dejó resuelto con la aprobación de este “Real Decreto Ley”. ¿Industria se desentiende de esta medida y culpa a todo el gabinete Zapatero de la misma? ¿Era consciente el Ministerio de Economía? . Y habla también de ‘las ocultas intenciones de Industria’, por las que el Ministerio anticipaba un nuevo conflicto con las eléctricas, dado que las mismas también que desconocían la medida. ¿Hay pruebas mayores de cómo no se debe hacer algo en un sector de la economía? Consecuencia: parece que en los medios se conoce de antemano hasta las reacciones de los agentes económicos contadas en tercera persona. No se trata tanto de que exista una información anticipada, sino de cómo parece que desde fuentes oficiales se ha querido jactarse en público de haber metido este gol por la escuadra a las empresas.

Vivir para ver.

California vive una nueva «fiebre del oro» con la energía solar

Es limpia, renovable y, al parecer, un buen negocio: la energía solar se ha convertido en la inversión de moda en California, un estado que se está situando a la cabeza mundial en producción de energías alternativas.

Según un estudio publicado esta semana, las firmas de capital-riesgo de EEUU invirtieron 2.604 millones de dólares en energías limpias en los primeros nueve meses de 2007, todo un récord histórico y casi mil millones más que en todo el 2006.

Este estudio de la consultora estadounidense Thomson Financial y la Asociación Nacional de firmas de Capital-Riesgo (NVCA) añade que el grueso de estas inversiones -casi 665 millones de dólares- fue para productoras de energía solar y que California fue el estado que más inversiones acaparó en EEUU.

«Los inversores tienen grandes oportunidades para remodelar el mercado energético mundial porque los gobiernos, los consumidores y las empresas están demandando innovación en este campo», afirmó Mark Heesen, presidente de la NVCA, en un comunicado.

California, un estado tradicionalmente muy concienciado con el medio ambiente y pionero en políticas ecológicas, se ha convertido en un importante productor mundial de energía solar con numerosas plantas instaladas sobre todo en el sur de la región. En el desierto de Mojave, una de las regiones de EEUU con mejores condiciones para la producción de energía solar, se proyecta la construcción 34 nuevas plantas que, de recibir el visto bueno de las autoridades, producirían electricidad para 18 millones de hogares.

Mientras, decenas de empresas, principalmente en Silicon Valley, están investigando e invirtiendo en tecnología puntera para la producción de energías alternativas.

Este es el caso de Google, una compañía no relacionada con el sector energético pero ya conocida por su interés en campos poco o nada relacionados con las búsquedas en Internet. Google anunció la pasada semana que el próximo año invertirá «decenas de miles de dólares en proyectos de investigación y desarrollo relacionados con las energías renovables». El objetivo, según Google, es lograr que producir un gigavatio con energías renovables sea más barato que hacerlo con carbón, lo que según Vinod Khosla, co-fundador de Sun Microsystems y veterano inversor del sector tecnológico, «se alcanzará en cinco años».

Sin embargo, algunos expertos del sector como el propio Khosla, temen que California pueda perder su liderazgo en el área de energías limpias por las crecientes trabas administrativas y la falta de apoyo federal. En una reciente conferencia sobre energías alternativas celebrada en San Francisco, Khosla alertó de que algunas empresas de su cartera están sopesando trasladarse a otras regiones de EEUU donde sea posible abrir plantas más rápidamente.

Por su parte, la organización independiente Next 10, afirmó en su último estudio que California necesita más apoyo del gobierno federal para mantener su liderazgo y hacer frente a los retos del futuro.
«El gobierno de EEUU podría dar mucho más apoyo a la innovación verde», afirma el estudio, que asegura que California es un «líder mundial al abordar el calentamiento global».

La misma opinión comparte Nancy Hartsoch, responsable de Marketing del fabricante estadounidense de sistemas concentradores de energía fotovoltaica SolFocus. «El gobierno federal tiene que ser más activo en su apoyo a las energías renovables», dijo Hartsoch. «Se está invirtiendo, pero no al nivel necesario teniendo en cuenta la amenaza del calentamiento global».

SolFocus adquirió el pasado agosto al fabricante español de sistemas de seguimiento solar Inspira y está expandiendo sus actividades en Europa. «Europa aún es líder en la producción de energías renovables y España en particular es un líder en energía solar. Podemos adquirir mucha experiencia del mercado europeo», afirmó Hartsoch.

Un golpe de estado hecho con el BOE

El Real Decreto Ley es una herramienta legislativa para casos de urgencia en los que es imposible seguir un proceso regulatorio normalizado. Recordemos que la reforma laboral que hizo el Partido Popular se realizó por Real Decreto Ley, que le costó el puesto al entonces ministro Juan Carlos Aparicio, fue impugnada y, posteriormente, anulada por el Tribunal Constitucional al haber utilizado esta formula jurídica, al comprobar que no había motivos de urgencia derivados de una emergencia que justificasen tal reforma (lo que quiere decir que no se puede hacer una trapisonda legal, saltándose a la torera el ordenamiento político y las instituciones).

La utilización de esta herramienta legislativa en el ámbito de la energía ha sido muy habitual hasta el momento, regulando cosas por esta vía que luego tardaban años en ponerse en vigor o en desarrollar. Lo que pasa es que todavía no se había publicado la sentencia del Tribunal Constitucional en el caso anterior y parecería que un gobernante, debería ser más leído y prudente, a la vez que respetuoso con las instituciones del Estado, para no caer en semejante desprecio e incuria a las instituciones.

En una sociedad democrática regular cuestiones que no tienen carácter de urgencia derivadas de una emergencia manifiesta (las indemnizaciones que se derivan de una catástrofe, por ejemplo) al margen del Parlamento, de las instituciones públicas, del debate público y órganos reguladores es asimilable a un golpe de Estado, una especie de ‘chavismo’ (intervención + autoridad) con BOE en la mano, una subversión o perversión de la legalidad vigente.

Golpe de estado, significa que se trata de una norma que no está refrendada por los representantes de la soberanía popular (el Parlamento) y se hurta el debate político a sus representantes legítimos, sin alegaciones, sin agentes económicos intervinientes, sin nadie. Aquí la emergencia no está justificada en ningún punto: ni el coste de la energía en España en el mercado mayorista está por encima de la Unión Europea y tampoco crece por encima de lo que crecen los combustibles y el petróleo Otra cosa es que sea insoportable para los actuales ‘responsables de la política energética’ que en cuatro años no han hecho otra cosa que pastorear el coste de la energía y meter el problema debajo de las alfombras. ¿Para que gestionar si está el BOE? ¿Cómo ha podido pasar este ataque al mercado eléctrico por la Comisión Delegada para Asuntos Económicos? ¿Se ha hecho así, por la puerta de atrás, para saltarse también al Ministerio de Economía y a Solbes? ¿Cómo se ha pervertido el Plan Nacional de Asignaciones y al Ministerio de Medio Ambiente? ¿Para qué tal pantomima?.

Por lo visto, todo Secretario General de Energía que se precie tiene que hacer un Decreto Ley para seguir con la tradición y a Nieto se le acababa el tiempo. Nieto, en su particular ‘tour de force’ con las eléctricas ha ido más allá, ha metido por debajo de la puerta una bomba, en pleno puente de la Constitución, para intervenir el mercado eléctrico y sus precios de forma permanente, reducir el déficit tarifario por vía de la artimaña y distribuirlo conforme a intereses políticos para cuatro años en adelante (como ven, una urgencia derivada de una emergencia, claro). Con esta actuación culmina el asedio al mercado eléctrico y el sabotaje a la política medioambiental (¿para qué reparten los derechos de emisión en un segundo Plan Nacional de Asignaciones?), porque conviene más ‘esparcir’ el coste de los derechos de emisión, que gestionar el cambio hacia un modelo de generación más limpio, de forma que lo que se consigue es que pague más el que menos contamina (es decir que se le penalice). Por tanto, el que contamina cobra y cobra de los demás, que no lo hacen. Esa es la moraleja de este Real Decreto que acaba con el mensaje de ‘ser líderes en el cambio climático’. Con Rifkin delante, que barbaridad, que falta de decoro.

Tendremos que esperar a leer el texto completo de este Real Decreto, para ver la totalidad de cuestiones regulatorias que introduce, dada la capacidad del actual Secretario General de Energía para regular el gas cuando habla de mercado eléctrico, por vía de disposiciones, excepciones o cualquier otra forma alambicada que pueda incorporar en su articulado. Podrá fijar desde mecanismos para establecer la casación de ofertas como en el 3/2006 o cualquier otro tipo de atentado al mercado y de nuevo intervencionismo. Este es un paso que además, conllevará un nuevo elemento de judicialización del sector energético y de inseguridad jurídica, que alcanzará incluso fuera de las fronteras, algo insano desde todo punto de vista y en cualquier sector, además de ser conocidos por nuestra opereta en la Unión Europea.

Por otra parte, el Real Decreto Ley debe ser convalidado en el Parlamento y el Partido Socialista Obrero Español no puede, en virtud de la correlación de fuerzas parlamentarias, aprobarlo por sí solo. ¿Qué harán los grupos parlamentarios Izquierda Unida, y sobre todo, Convergencia i Unió (CiU) y Partido Naciolista Vasco (PNV) en este caso, dos grupos de tradición liberal en lo económico para aprobar este sabotaje al mercado? ¿Qué recibirán a cambio en las negociaciones finales del presupuesto? ¿Les asegurarán una plaza en la Comisión Nacional de Energía (CNE), ahora que toca renovación? ¿Asistiremos al vergonzante espectáculo del trapicheo parlamentario?.

Tengan cuidado estas Navidades y en Reyes, en cualquier puente o festividad. Un decreto ley les estará esperando. Gestionen en lugar de intervenir. Franco en verano inauguraba pantanos.

Una retribución a la medida

El proceso de modificación de la retribución de Red Eléctrica de España ha comenzado y, a falta de conocer más detalles del mismo, parece que tiene escandalizado a la mayor parte de los expertos, a las empresas. Y, la razón es que el diseño que ha enviado la Secretaria General de Energía a la CNE es calificado de ‘una pasada’ (la ‘tarifa goleada’) según las fuentes a las que ha tenido acceso Energía Diario y sobre todo, además, porque muchos estiman que las actividades de Red Eléctricas están ya, ‘retribuidas en exceso’. Prueba de ello, es el efecto en bolsa de su anuncio, con fuertes elevaciones en la acción del operador de transporte y monopolista único de transporte y operador de sistema.

A partir de este momento, en Energía Diario iremos analizando el contenido de esta propuesta y lo que va a suponer para los ingresos de Red Eléctrica, y al mismo tiempo, para el conjunto de la tarifa eléctrica, que pagan todos los consumidores la elevación de los ingresos y beneficios de la compañía que preside el ex Ministro, Luis Atienza.

Las crónicas oficiales ya se han apresurado a ofrecer como cifra mágica, la módica del 7,71 % de retribución de activos, a cuarenta años. Y estas mismas crónicas ya incorporan el victimismo del operador de sistema: todas las empresas acusan a Industria de trato de favor, “cuando en realidad se aplicará una fórmula muy semejante a la de Enagás”, aunque con un referente a la deuda pública mayor, obviamente. Todo ello, regado por la adjetivación ‘retribución semejante a la Europea’, ‘creciente enfrentamiento con las eléctricas’ para matizar las críticas, ‘modernización de la retribución’, que sería neutral. Estos días conoceremos los efectos finales de la retribución de REE.

Pero la mecánica, es mucho más intricada. Hasta el momento Red Eléctrica de España viene percibiendo sus ingresos por sus inversiones por lo que se denominan ‘costes reconocidos’. Método utilizado en el todo un clásico ‘Marco Legal Estable’. Es decir justificando costes ante el regulador. En este caso y según los expertos consultados, los activos de Red Eléctrica incorporados hasta uno de enero, sujetos hasta el momento a esta modalidad, mantendrían su forma de retribución hasta el momento, aunque aumentaría notablemente el valor sobre el que se calcula hasta en determinados activos, en un 30 por ciento. Lo que lleva aparejado directamente que aumente su retribución.

Para los nuevos activos, se aplicará lo que se denominan costes estándares, es decir la fijación de costes de referencia para cada tipo de activo, y a partir de los mismos se calcularía la retribución, en una clasificación muy prolija que alcanza hasta las reactancias. La retribución para determinados nuevos activos comparativamente crece hasta el 150 % en las inversiones y un 6,5 % en la operación.

Y, finalmente, la siguiente novedad, diseñada por financieros es que el sistema eléctrico se lo paga todo a Red Eléctrica en nueve meses. Es decir se lo anticipa el sistema eléctrico al transportista único En definitiva, una retribución a la medida de Red Eléctrica, en la que para cada activo y cada momento, se elige el mejor. Para eso, está negociada al más alto nivel desde la Secretaria General de Energía y el Presidente de Red Eléctrica. Incluso hay interpretaciones en las que destacan que el Secretario General de Energía, no ha mostrado su dureza habitual en esta ‘negociación’ en la que la defensa de los costes del sistema eléctrico, no ha sido su ‘prioridad’ como en otros conflictos sectoriales vividos o abiertos desde su nombramiento.

Difícilmente se podrá convencer a nadie de que el sistema es ‘neutro’ tras esta tranquilizadora campaña y tras esta reacción en la bolsa. Lo que quiere decir es que con los precios de la energía para el año que viene anticipando fuertes subidas (entre octubre y noviembre han crecido un 30 por ciento) y la tarifa en el IPC, está claro, vienen los recortes.

Tacita a tacita, vamos, ¡a por Enagás!. ¿Quién paga la fiesta? El consumidor o el déficit. ¿Quién lo sabe?