El precio del crudo continúa su escalada y supera los 105 dólares por barril

El precio del petróleo ha encadenado una nueva semana de escalada de valores récords y quedó a más de 105 dólares/barril en Nueva York, impulsado por el debilitamiento del dólar, la decisión de la OPEP de no aumentar su oferta de crudo y las fuertes tensiones políticas en América Latina.

Sobre todo, una gran actividad especulativa en los mercados de futuros ha apoyado la tendencia, paralela a la depreciación del dólar frente al euro y otras divisas, que empuja a los inversores a refugiar su capital en el «oro negro» y otras materias primas. El viernes, el billete verde cayó hasta un cambio de más de 1,54 dólares por un euro.

Por si fuera poco, el miércoles se supo que los inventarios de crudo en Estados Unidos habían bajado en 3,1 millones de barriles, cuando se esperaba un aumento de más de 2 millones de barriles. Esta sorpresa atizó aún más el ánimo comprador desatado ya por el anuncio de la OPEP, ese mismo día, de que no elevará su producción conjunta (32 millones de barriles diarios), contrariamente a lo que le había sugerido Washington.

Durante la semana los precios mostraron una gran volatilidad: el barril del crudo de Texas (WTI), la referencia para EEUU, batió el lunes un récord de mas de 103 dólares y cayó a menos de 100 dólares el martes, se disparó en 5 dólares el miércoles hasta un nuevo máximo histórico, que pulverizó con otro récord el jueves. Así continúo hasta venderse puntualmente a 106,54 dólares, una cota inédita desde que en 1983 comenzaron a negociarse estos contratos en la Bolsa Mercantil de Nueva York (NYMEX), si bien terminó finalmente se moderó hasta cerrar a 105,15 dólares. Con ello, subió un 3,25 por ciento frente al viernes precedente.

Los factores alcistas se impusieron a presiones a la baja como la noticia de que la economía de EEUU perdió 63.000 puestos de trabajo en febrero, la mayor pérdida neta de empleos en cinco años. La Casa Blanca reconoció que este «será un trimestre difícil», ante los crecientes indicios de recesión económica, que por otro lado deberían reducir el consumo energético y abaratar el crudo.

El martes, el presidente estadounidense, George W. Bush, advirtió a la OPEP de que cometería un «error» si no hace algo para bajar los precios y contribuir así a aliviar las presiones inflacionistas en los mercados de sus principales clientes. Pero al día siguiente, el grupo petrolero no sólo hizo caso omiso a la advertencia, sino que devolvió la pelota a Washington. «Lo que está sucediendo en el mercado del petróleo es debido a la mala gestión de la economía estadounidense», dijo Chakib Jelil, presidente de turno de la OPEP y ministro de Energía de Argelia.

Los altos precios se deben a «lo que está sucediendo en EEUU: la crisis financiera, la devaluación del dólar y las especulaciones en el mercado del petróleo», añadió Jelil en una rueda de prensa en Viena, tras concluir la 148 conferencia ministerial del grupo.

Si bien las voces de los ministros de los trece países miembros fueron unísonas al afirmar que el mercado no necesitaba más crudo, al menos uno de ellos, Venezuela, reconoció que el resultado de la reunión ha contribuido al alza de precios. «Esta semana los nuevos máximos históricos» fueron «estimulados por la intensa actividad especulativa en los mercados a futuro», señalaba el ministerio venezolano de Petróleo en un comunicado.

La nota atribuye esa actividad a «la continua debilidad del dólar estadounidense y la escalada de las tensiones geopolíticas en el Medio Oriente y América Latina«, así como a la decisión de la OPEP «de mantener sin cambio su política de producción».

El crudo Brent, de referencia en Europa, también batió un nuevo récord histórico, de 103,98 dólares/barril, antes de cerrar la sesión en el International Exchange Futures (ICE) a 102,38 dólares por barril, 23 centavos menos que la jornada anterior, pero 2,28 dólares más que la semana precedente.

El barril referencial de la OPEP subió un 3,6 por ciento, hasta una media de 98,46 dólares, el valor más alto en su historia.

Amor ‘fou’

Dentro de la tradición de la cinematografía francesa uno de los argumentos recurrentes es el del amor ‘fou’ (amor loco en su tradición literal), que se caracteriza por ser una relación fatal o imposible que trae la perdición a los involucrados en el romance. Un ejemplo de ello es la película del director francés ya desparecido Louis Malle, Herida, en la que un diplomático se enamora de la novia de su hijo, lo que trae la desgracia familiar, inclusive la muerte accidental de su propio hijo. En esa clave tormentosa es en la que trataremos en la picana de hoy varios acontecimientos de la realidad de esta semana del sector energético.

Joan Clos, el afrancesado. El titular de las declaraciones de Clos al diario La Razón no tienen desperdicio: ‘Nos gustan la formas de EDF’. El primer análisis es términos de personas físicas o jurídicas, cargos o instituciones a quienes le gusta las formas de EDF, dado que utiliza la primera persona del plural, lo que se dice un plural mayestático. ¿A Joan Clos y a Ignasi Nieto (poco parisino en este caso)? ¿incluimos a David Taguas? ¿Al Ministerio de Industria y a la Oficina Económica del Presidente?. La segunda pregunta es a qué formas se refiere Clos: ¿a su capacidad ensayada de ponerse al servicio del Gobierno por su perfil publico? ¿A su perfil de empresa pública? ¿a adquirir vía intermediarios acciones de Iberdrola para ir asegurándose el asalto posterior? ¿a que actúe en colaboración con un grupo español con ACS? ¿a que las relaciones sean de buen rollito y amistosas?. Evidentemente Clos, por coherencia con la posición de Economía, debería también mantener una posición minimamente decorosa, debería cuidar sus titulares. Clos siempre ha tenido un perfil de divine gauche, el más afrancesado del actual Gabinete Zapatero, es el Ministro que, no por méritos propios, ha tenido que lidiar (de aquella manera, dado que lo principal venía de la Oficina) con E.ON, Enel y EDF a la vez, tres primeros espadas europeos, y en cada ocasión el comportamiento ha sido diferente. Dos son públicas, una privada. Adivinen quien ha salido peor parado.

Nieto y Atienza hacen una exhibición de fuerza con el decreto de retribución del transporte de electricidad. Industria aprueba el decreto de retribución de la actividad de transporte de electricidad y obvia todas las recomendaciones que le transmitió en su informe crítico la CNE. Así, por ejemplo, el hecho de que el sistema eléctrico haya adelantado a septiembre los ingresos de Red Eléctrica de España (lo que le otorga mayor liquidez al ‘cobrar antes). En conjunto el objetivo de Red Eléctrica era conseguir aumentos en su retribución, en tiempos de déficit tarifario y con la tarifa, en lugar de ‘aditiva’ (que agrega todos los costes), adocenada (que los amasa y transforma en intereses). Hay que tener en cuenta que además de la cuestión de la determinación de los valores (la única que ha aceptado el Ministerio de Industria), la CNE pedía una revisión completa de la metodología empleada en estas propuesta normativas y que volviesen a pasar por el regulador independiente. Algo a lo que no estaba dispuesto Nieto por varios motivos: primero, por la influencia que Luis Atienza tiene en este último año y medio en el Ministerio. En segundo lugar, por un ejercicio de demostración de poder, tras la derrota infligida por la CNE en las tarifas de transporte de gas y de electricidad. Y, tercero, para conformar la imagen de hombre duro que sabe por un lado imponer sus criterios cuando “procede” (casos relacionados con REE) o expropiar a las empresas para reducir la tarifa (detracción de derechos de emisión). Nieto sigue en campaña para permanecer en la Secretaria General, pidiendo ser Ministro, dibujándose como ‘hombre necesario’. ¿Sabe Solbes de las artes de Nieto, por otro lado lugar común hoy en todo el sector energético? Es otra relación fatal que debería concluir cuanto antes.

La CNE cambia la nota de prensa sobre el dictamen en que el consejo de la CNE mantiene los derechos políticos de ACS en Iberdrola. Incluye un nuevo párrafo (extraído del dictamen) que se diferencia de la nota que fue distribuida el pasado 28 de febrero y colgada inicialmente por el organismo. El texto nuevo, ‘aditivo’, esto sí, afirma tras las dos desestimaciones a Iberdrola lo siguiente: “En relación a estos dos últimos puntos, esta CNE considera necesario dejar constancia explícita de que las presentes resoluciones se ciñen a lo contemplado en el ejercicio de la función 14 y del artículo 34 del RDL 6/2000 y no presuponen pronunciamiento alguno sobre la cuestión de fondo que subyace. Las leyes que limitan la libertad de circulación de capitales de determinadas empresas eléctricas comunitarias; la falta de armonización de la regulación o diseño de los mercados y la ausencia de una política común de seguridad en el abastecimiento energético, son todas cuestiones que preocupan a la CNE en el contexto europeo y español”. ¿Se trata de una forma de dar una mínima cobertura (mediante la confusión entre la ley Rato y la limitación de los derechos políticos de una persona en dos empresas operadores principales de un mercado simultáneamente) a la posición de su Presidenta referida a su no pronunciamiento en la prensa sobre sus pronunciamientos y los de su consejo respecto de los derechos de ACS en Iberdrola, bastante explícitos y claros, por otra parte?

Poligamia empresarial en Unión Fenosa e Iberdrola. La CNE mantiene los derechos políticos de ACS en Iberdrola, de forma que el grupo que preside Florentino Pérez puede participar en decisiones estratégicas y designar. consejeros en las dos compañías. Sigue siendo una interpretación libre del art. 34 del R.D 6/2000. Si ha habido el follón que ha habido con la familia en esta legislatura, ¿se pueden imaginar lo que puede ser legalizar la poligamia? (con amante incluida).

Solbes dando respetabilidad al Gobierno en sus posicionamientos. Y al partido, a la campaña en lo económico (aquello de los 400 euros de Sebastián pasó a mejor vida) y a una posición razonable que evite la voladura del sector energético español, siendo uno de los más eficientes y liberalizados de Europa.

Todos son amores y relaciones fatales en este previo elecciones, la locura regulatoria y de las operaciones corporativas en este sector energético. Amor loco, casi adolescente.

Maite Costa en su laberinto

Puede que sea el momento de hacer buena la expresión esa de ‘la observación modifica el hecho observado’, en referencia a como cualquier ente, persona, empresa o institución si percibe que es objeto de observación modifica su comportamiento. Es decir, como la visibilidad y atención tienen efectos ‘sugestionadores’ sobre el destinatario de esa mirada.

Así, en el diario Expansión bajo un titular en el que figura la expresión ‘La CNE evita pronunciarse’, aparece (además de una foto de la entrevista que realizó Maite Costa para este periódico sin gafas y en la que hablaba de Shakespeare), como la Presidentade la Comisión Nacional de Energía eludía pronunciarse sobre la limitación de los derechos políticos de ACS en Iberdrola.

“Paradójicamente” en la misma página aparecen las declaraciones de Pedro Solbes en las que confirma una posición muy crítica con la operación anunciada de la empresa EDF sobre Iberdrola y en el que califica de pertinente la denuncia de la española contra el estado francés. Así las cosas, Solbes está saliendo a cuerpo limpio en esta cuestión, ofreciendo una posición muy razonable: el campo de juego europeo en materia energética en Europa no es simétrico y que sería ‘hacer un pan como unas tortas’ que los grupos estatales extranjeros se queden con empresas privadas españolas eficientes.

Lo que es una verdadera lástima es que el Consejo de Administración de la Comisión Nacional de Energía, ya se había pronunciado hace una semana sobre la cuestión de los derechos políticos de ACS en Iberdrola, con una decisión en la que claramente se desestimaba las dos cuestiones que solicitaba Iberdrola: la suspensión de los derechos políticos de ACS por encima del 3 % que fueron otorgados por este organismo y por el Ministerio de Industria hace un año (haciendo la primera interpretación libre y novedosa en lo que había sido doctrina del organismo, del R.D. 6/2000 que limita la presencia de un accionista en dos operadores dominantes en un mercado), así como la autorización para que la compañía que preside Florentino Pérez pudiera adquirir hasta un porcentaje que le obligase a lanzar una OPA.

La nota de prensa del organismo publicada el pasado 28 de febrero sobre los Acuerdos de su Consejo de Administración es clara y dice así:

– “(e) Desestimar la pretensión de Iberdrola, S.A., por el que solicita, en relación con la Resolución de la CNE de fecha 15 de febrero de 2007 sobre autorización para el ejercicio de derechos de voto (artículo 34 Real Decreto-Ley 6/2000), la adopción de medidas provisionales de suspensión de los derechos de voto de ACS en IBERDROLA por encima del 3%.

– (f) Desestimar la pretensión de Iberdrola, S.A. de revocación de la Resolución de la CNE de 30 de noviembre de 2006, de autorización a ACS para incrementar su participación en el capital social en IBERDROLA hasta un porcentaje que no le obligase a lanzar una OPA según la legislación vigente en aquel momento (función 14ª).”

La votación según ha podido conocer Energía Diario fue de 8 votos en contra de la solicitud de Iberdrola, frente a un solo voto favorable. Y, en esos ocho votos, en esa mayoría está el de la propia Presidenta del organismo regulador independiente. Las expresiones que se contienen en este escrito no dan lugar a duda, como se puede ver.

Cabe ahora preguntarse, si en este remilgo repentino de la Presidenta de la Comisión Nacional de Energía, influye la propia postura del Vicepresidente Primero del Gobierno, cada vez con mayor relevancia en la escena política, fruto de su papel capital en tranquilizar el escenario económico electoral y aceptar una prolongación de su legislatura sin las distorsiones económicas de estos cuatro años de Oficinas y aviones de papel por encima de la Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos Económicos (incluidos los del conspicuo Ignasi Nieto, Secretario General de Energía).

Esta diferencia, este viraje entre lo que dice Maite Costa y lo que pasó hace una semana, puede llegar a pensar que la Presidenta se pueda sentir observada en mayor medida que hace tiempo, y que por ello, que modifique su actitud de hace una semana: la naturaleza del objeto observado. Servidora.

La OPEP opta por dejar sin cambios el nivel de su oferta de crudo

La OPEP decidió dejar sin cambios el nivel de su oferta de crudo, desoyendo las peticiones de un mayor suministro para abaratar el petróleo, y afirmó que los altos precios nada tienen que ver con su política.

La 148 conferencia ministerial de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) concluyó con la confirmación de que la cuota oficial de producción del grupo se mantiene sin cambios, en 29,67 millones de barriles diarios (mbd). Con Irak, el único de los trece miembros del grupo cuyo bombeo está excluido de esa cuota, la oferta de la OPEP ronda los 32 mbd, cerca del 40 por ciento de la producción mundial de crudo.

Además de optar por no variar ese volumen, la organización dedicó esta reunión a otros temas, entre ellos el conflicto de Venezuela con la petrolera estadounidense ExxonMobil o el proyecto ecológico ecuatoriano «Yasuní-ITT«. También la seria crisis entre Ecuador y Colombia planeó en los encuentros de los ministros, aunque no se planteó en el plenario.

Pero para los mercados petroleros la reunión estuvo marcada sobre todo por la imparable escalada de los precios del petróleo hasta los nuevos récords batidos el lunes, liderados por el crudo de Texas (WTI), que rozó puntualmente los 104 dólares por barril. Luego retrocedieron a menos de 100 dólares el martes, cuando el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, despertó cierta expectativa de un aumento de la oferta al declarar que consideraba un error que la OPEP no hiciera nada para abaratar el crudo.

Tras conocerse el resultado de la reunión, el barril de WTI recuperaba rápidamente nuevamente terreno perdido al venderse a 102,36 dólares/barril, casi un 3 por ciento más que el valor del cierre en la Bolsa Mercantil de Nueva York (NYMEX).

Las cotizaciones petroleras subieron cerca del 70 por ciento en el último año y el ministro venezolano de Petróleo, Rafael Ramírez, consideró que «la situación ha cambiado mucho» desde la época, entre 2000 y 2003, en que la OPEP defendía una horquilla de fluctuación de entre 22 y 28 dólares para el barril de su crudo referencial.

La OPEP rechazó de plano ser inculpada por la fuerte subida de los precios, que achacó a factores fuera de su control, como la depreciación del dólar, la especulación en los mercados de futuros, conflictos geopolíticos y problemas en el sector de refino.

El presidente de turno de la organización y ministro argelino de Energía, Chakib Jelil, aseguró que el encarecimiento del «oro negro» no se debe a una estrechez de la oferta, sino a la «mala gestión» de la economía estadounidense. Los altos precios se deben a «lo que está sucediendo en EEUU: la crisis financiera, la devaluación del dólar y las especulaciones en el mercado del petróleo», declaró Jelil en rueda de prensa.

Jelil había advertido ya de que su país, lejos de pensar en aumentar la oferta, estaría a favor incluso de reducir los suministros ante el temor de una fuerte caída de la demanda en los próximos meses, una postura defendida también por Irán y Venezuela.

Ante la incertidumbre sobre el impacto que pueda tener en los próximos meses una recesión en EEUU, la organización advirtió de que mantendrá una «vigilancia constante» y podría convocar una reunión extraordinaria «en cualquier momento».

La próxima reunión ordinaria se ha convocado para el próximo 9 de septiembre en Viena, pero ya el XI Foro Internacional de Energía, del 20 y el 22 del próximo mes en Roma, permitirá que los ministros de la OPEP se reúnan de nuevo, si bien informalmente.

«Sin duda, en Roma seguiremos analizando la situación de los mercados, que por ahora no están absolutamente claros», dijo el ministro ecuatoriano de Petróleo, Galo Chiriboga.

Por otro lado, Venezuela consiguió que sus socios le manifestaran apoyo en el litigio que mantiene contra el gigante petrolero ExxonMobil, después de que ésta lograra la congelación provisional de activos de la petrolera estatal venezolana por valor de 12.300 millones de dólares, en un pleito relacionado con la nacionalización en 2007 de un proyecto del grupo en el país latinoamericano.

También se expresó el apoyo al proyecto ecuatoriano «Yasuní-ITT«, una iniciativa ecológica para no explotar cerca de mil millones de barriles del subsuelo de la Amazonía a cambio de fondos internacionales que financien la protección medioambiental y el desarrollo social del país andino.

La niña de sus ojos

Los dos debates que han mantenido los actuales candidatos del Partido Socialista Obrero Español, José Luis Rodríguez Zapatero y del Partido Popular, Mariano Rajoy han puesto de manifiesto cuán de puntillas han pasado por la cuestión de la energía y también por el medio ambiente.

Como novedad, anoche, Rodríguez Zapatero se refirió a las energías renovables como un vector de futuro y de innovación, algo que no había aparecido en el primer debate, en la medida que este segundo tendría que ser el debate de las iniciativas de futuro (de aquella manera como se pudo ver). Una tendencia, la de las energías renovables, una ola que era preciso coger, pese al comportamiento en el ámbito regulatorio de la acción de gobierno de estos cuatro años, ( y especialmente el ultimo año y medio), caracterizado por la precariedad legal y la inseguridad jurídica. Desde la abolición del R.D. 434/2004, la aprobación del 661/2007 y los sucedidos posteriores a cuenta de las modificaciones en torno a la retribución de la energía fotovoltaica, aún en fase de negociación (o de renegociación, o lo que sea), unido a la poca calidad regulatoria de lo formulado (se atisba que lo promulgado en el ultimo año no puede tener una gran perdurabilidad).

Por otra parte, el candidato del Partido Socialista Obrero Español anoche volvió a referirse a las emisiones de CO2, atribuyéndose como propio la reducción del año 2006 (cuyo buen resultado se debe fundamentalmente a factores exógenos a la política medioambiental: meteorología, utilización de tecnologías nucleares de manera más intensiva en generación, etc…). Además, anticipó que en el año 2007 estas emisiones se iban a ‘moderar’, pese a todos los informes adelantados al respecto y a la realidad vigente: cuando no se ha producido un cambio en el mix de tecnologías de generación, lo que hace complicado que se reduzcan las emisiones.

Dentro de ese disenso entre lo programático y lo hecho en estos cuatro años, tampoco se hizo referencia al contenido del Plan Nacional de Asignaciones, que otorga la proporción de derechos mayor existente entre carbón y gas de toda Europa, en una proporción de tres a uno. Cuestión que ha sido criticada duramente por la propia Unión Europea hasta el punto de considerar que incluyen ayudas de estado. ¿Será esta una de las causas de que no progresemos más en la reducción de emisiones de gases efecto invernadero, pese a las sonrisas beatíficas de la ministra del ramo y de toda la demagogia asociada para ciudadanos bienpensantes?.

Y, aunque es comprensible que no pudieran entrar a debatir en un grado de profundidad como éste, teniendo en cuenta el peso que en las emisiones de carbono tiene la energía, la forma de reducción de los derechos a las instalaciones para minorar la tarifa eléctrica (a pachas entre todas las instalaciones, sean emisoras o no), es otro elemento que fruto de la política de intervencionismo y de rentas en el sector eléctrico, no puede contribuir al cambio en el mix de generación limpia, sino más bien al contrario.

Ninguna referencia (ni ninguna réplica por parte del candidato popular al respecto a todas estas cuestiones). Ninguna otra porque, en primer lugar, y fruto de los vaivenes del resto de cuestiones de la agenda política, les llevó a abstenerse en la cuestión de la detracción de los derechos de carbono a las eléctricas y en convertir a Red Eléctrica de España en un monopolio de facto. Por su parte, Rajoy hizo referencia a Endesa, espetándole de rondón la capacidad conspirativa de la Oficina Económica bajo cuerda en esta cuestión.

Cuatro cosas positivas, sobre todo ahora que parece que las cosas se decantan a la vista de los resultados, el candidato del Partido Socialista, parece que hizo autocrítica (señalando su voluntad de corregir lo que no se ha hecho bien , rememorando aquella expresión de Felipe González (‘He aprendido el mensaje’). En este sentido se le pueden apuntar añadidos a su programa: la extinción de la oficina económica como sacristía de las operaciones empresariales, el retorno, toda vez que el propio Pedro Solbes está siendo especialmente importante en la credibilidad del PSOE, a la ortodoxia del Ministerio de Economía y la sustitución del actual equipo energético (pese a que en los círculos especializados el actual Secretario General de Energía se postule para su continuidad, incluso para una cartera ministerial o elevar de rango a Secretaria de Estado ). La segunda, la apelación al europeísmo (en un momento en que nuestro país vive horas bajas en su perfil europeo, fruto del enfrentamiento con las autoridades comunitarias en materia de liberalización del sector energético y del comportamiento con E.ON durante la OPA). En tercer lugar, encontrar la necesidad para potenciar el mercado energético liberalizado como fuente de inversión y de seguridad jurídica (en lugar de hacer permanentes cuestionamientos o intervencionismos apriorísticos). Finalmente, sería razonable una vuelta a la racionalidad en la operación latente con Iberdrola por parte del pseudomonopolio público francés de EDF, para evitar alimentar sectores no liberalizados e ineficientes de otros países por no tener una visión empresarial propia del sector energético.

Mientras, Rajoy, sigue con la niña de sus ojos.

El petróleo cierra la semana con máximos históricos a la espera de la reunión de la OPEP

El precio del petróleo se apuntó durante la semana nuevos máximos históricos, a la espera de una decisión de los ministros de Energía de la OPEP, que se reúnen la semana próxima en Viena, mientras que el dólar sigue desplomándose frente al euro.

El Petróleo Intermedio de Texas (WTI), referente para EEUU, se situó el viernes en 101,84 dólares por barril, mientras que el Brent europeo también finalizó la semana por encima de los cien dólares al cotizar al final de la sesión a 100,10 dólares por barril.

El WTI había alcanzado el jueves pasado un nuevo récord histórico, con 102,59 dólares por barril, mientras que el Brent hacía lo propio con 100,90 dólares.

Por su parte, el petróleo de la OPEP, cuyo precio se calcula en base a una cesta de 12 tipos de crudos, alcanzó el miércoles pasado un máximo histórico con 95,20 dólares.

Los inversores temen que la OPEP mantenga o incluso reduzca la producción actual, una opción que se va diluyendo a medida que los precios del crudo aumentan.

El secretario ejecutivo de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), Nodou Tanaka, dijo esta semana en Viena que está «preocupado» por los altos precios y agregó que «ciertamente no son buenos para el crecimiento económico». Por eso, la AIE -que defiende los intereses energéticos de 26 naciones industrializadas y altamente consumidoras de energía- espera que los ministros de la OPEP no decidan un recorte de sus suministros en la reunión del próximo miércoles en Viena.

En su última conferencia, el 1 de febrero, la OPEP decidió mantener al menos hasta marzo la cuota de producción conjunta, de 29,67 millones de barriles diarios (mbd). Ya entonces varios ministros advirtieron de una posible rebaja de la oferta en marzo, ante la perspectiva de que una recesión económica en EEUU reduzca el consumo petrolero. Esos temores coinciden con el inicio del segundo trimestre del año, que habitualmente es el de menor consumo energético, tras el final del invierno boreal.

Por su parte, el presidente de la Reserva Federal de EEUU, Ben Bernanke, dijo el jueves que el aumento de la inflación le está complicando el trabajo, justo un día después de insinuar que volverá a bajar en marzo los tipos de interés, que actualmente se encuentran en el 3 por ciento.

Las expectativas de nuevas bajadas de los tipos de interés para tratar de reactivar la economía contribuyen a debilitar el dólar frente a otras monedas, como ocurrió esta semana, cuando el billete verde cayó a un histórico cambio de más de 1,52 dólares por euro. La bajada del dólar también tiene un impacto en los precios de las materias primas, que se comercializan en dólares, ya que hacen que sean más atractivas para inversores en otras divisas.

Por otra parte, los operadores tampoco pierden de vista conflictos geopolíticos y catástrofes naturales en zonas sensibles para la industria del petróleo como lo son Irak, Nigeria o Ecuador. La retirada turca del norte de Irak el viernes promete tranquilizar el ambiente cerca de los grandes yacimientos petrolíferos en el Kurdistán iraquí.

Mientras, en Nigeria continúan ataques a instalaciones petroleras y en Ecuador se cortaron los suministros de al menos 300.000 barriles diarios de crudo por las fuertes inundaciones en la zona.

Los poderes de ACS y la CNE

La Comisión Nacional de Energía revisó ayer en el marco del artículo. 34 del R.D. 6/2000 nuevamente, la doble presencia de una empresa, en este caso ACS, en otras dos (en este caso Unión Fenosa e Iberdrola). El artículo 34 del R.D. 6/2000 que limita los derechos políticos al 3% de aquellas empresas que están presentes en dos operadores principales en el mercado y les hace elegir en cual de las dos quiere ejercerlos plenamente y en cual los ejercen con estas limitaciones. En principio, este artículo es claro y poco interpretable: prohíbe el ejercicio de los derechos de voto por encima de ese exceso del 3% e impide la designación de consejeros en los órganos de administración de las dos sociedades simultáneamente. El objetivo de estas restricciones es evitar comportamientos anticompetitivos y concertaciones derivados del control empresarial de dos operadores, haciendo nula la estructura empresarial y de competencia existente en un mercado por la vía de la coordinación de estrategias. Es decir, convierte las participaciones en el segundo operador, prácticamente, en inversiones financieras. Cabe, por tanto, preguntarse por la capacidad de un órgano regulador para matizar tanto la aplicación de un Real Decreto-Ley, de forma que su aplicación sea contraria a su sentido y filosofía.

La primera vez que se suscitó esta cuestión en el caso de ACS e Iberdrola fue cuando la primera alcanzó una participación del 12 % en Iberdrola, de lo cual hace prácticamente un año. En este caso, la Comisión Nacional de Energía cambió, contra el pronóstico que la seguridad jurídica señalaba, su proceder anterior, permitiendo ejercer derechos en el consejo por encima del 3%, y definiendo una lista de cuestiones cerrada en la que esos derechos no se podrían ejercer cuando hubiese reuniones en el Consejo y en la Junta, permitiendo intervenir y ejercer sus ‘poderes’ en el resto. Hasta el momento el organismo que preside Maite Costa había hecho justo lo contrario, fijar una lista de cuestiones en las que podía decidir (fundamentalmente aprobación de cuentas, aplicación de resultados y aprobación del informe de gestión), dejando vedada cualquier otra no recogida en las expresamente autorizada. En el caso ACS e Iberdrola hizo precisamente su primera y sonora excepción. De forma que, a través de fijar una lista de cuestiones en las que no podía ejercer esos derechos, permitía utilizarlos en todas las demás. El hecho es que con este ‘formato de decisión’ del órgano regulador independiente, ACS, Florentino Pérez, puede nombrar en virtud de la decisión del órgano independiente consejeros en Iberdrola y en Unión Fenosa (algo que subvierte las propias prohibiciones del artículo 34 del R.D. 6/2000 y lo que es peor su sentido).

Ahora se produce un cambio sustancial de escenario: hay una operación abierta y reconocida (aunque en situación de ‘pies quietos’ hasta después del 9 de marzo) por la francesa EDF y ACS para la toma del control de Iberdrola. Parece que lo que se aduce es que no existe tal cambio de escenario (lo que puede llevar a confirmar la tesis de que existía ya una hoja de ruta hace un año y de cómo forzar las interpretaciones legales para llevarlas a cabo). Incluso se malicia que hay un acuerdo tácito entre los dos grandes partidos, con intervención de prebostes importantes para llevarlo a cabo, sacándolo de la confrontación electoral, sea cual sea el resultado para que la operación se culmine a posteriori.

Según lo que se ha podido conocer ayer, y a la espera de conocer el contenido del informe completo de los servicios del organismo, parece que la situación se reproduce, con respecto a hace un año. La CNE sigue suavizando en el caso de ACS sus posturas anteriores con respecto a otras operaciones semejantes y mantiene un cierto con respecto a los operadores.

De hecho, si un día se culminara la operación de EDF y ACS sobre Iberdrola, habría que dar cuenta del procedimiento del ‘Caballo de Troya’ empleado en esta situación (variación sobre el procedimiento empleado en la operación Enel y Acciona sobre Endesa), de su tolerancia y de la participación más o menos directa, más o menos de perfil de cada órgano y cada administración, en la liquidación de las dos principales eléctricas españolas a manos de empresas públicas foráneas.

¿Mercado eléctrico o intervención a todo trapo?

La fiebre de lo ‘políticamente correcto’ ha logrado que la formulación escrita de los programas electorales sea lo suficiente ambigua, como para justificar una cosa y la contraria. Los programas electorales, bajo esta formulación pueden ser así tan interpretables, como los propios manuscritos del Mar Muerto.

Y, esta fórmula interpretativa es la que permite mantener en una indefinición programática la visión del funcionamiento del mercado eléctrico desde el punto de vista político. Por tanto, caídas las ideologías, los contenidos y propuestas que se contienen en estos documentos son fuertemente laxos en lo que se refiere a una visión y conformación de los mercados, en este caso el eléctrico. De forma que se eviten aquellos términos que más puedan sonar a ‘empresa’ o a ‘mercado’ en un ejercicio de otra época de considerar nefando o de satanizar lo que proviene de la iniciativa empresarial privada. Un atavismo que no logramos superar como país, y que además se retroalimenta a través de la mala regulación.

En este sentido, por ejemplo, hay que ver el caudal de matices que se introduce en los programas electorales cuando se habla de competencia. Cuando se quiere cercenar algo se le ponen adjetivos, apellidos, matices, concreciones que reducen el alcance de lo que debe pretender su sentido global. Por ejemplo, cuando se dice la expresión ‘sana competencia’, se apunta por contraposición a ‘insana competencia’, ofreciendo una visión desde una atalaya superior de lo que es el bien y el mal, o una visión controladora de lo que sería la intervención bien administrada.

Si atendemos al ‘manual ideológico’, parece que sería razonable, que existiera una defensa del mercado más intensa por parte del Partido Popular, incluso por ser quien realizó la segunda fase de la liberalización del sector eléctrico en el año 1997. Pero, luego en la ejecutoria política y parlamentaria, llega el momento en que puede mas considerar que el precio de la energía es intervenible, oponiéndose a las subidas de tarifas, y apoya la conformación de Red Eléctrica de España como un monopolio de transporte y regulador bis y se apoya por la vía de la abstención el Real Decreto de detracción de derechos de emisión en el sector eléctrico.

Eso no quiere decir que no existan visiones ideologizadas, interventoras en el sentido intervencionista de mercado que circulan, unas de una forma más transparente (lo que siempre es de agradecer por situar el debate en términos no eufemísticos) y otras de una forma más emboscada en la actuación regulatoria y los formatos de los programas políticos. En el sentido contrario, el Partido Socialista Obrero Español, esconde varias corrientes ideológicas en su interior que decantan su equilibrio político en la expresión final del programa.

«Marco normativo estable», en el Programa del PSOE

En términos de corrientes ideológicas, la primera la que ha predominado en esta última legislatura y que ha ido deteriorando el funcionamiento del mercado, en un intento de justificar nuevas intervenciones sucesivas, así como hacer partícipe de la ordenación y regulación del sistema a Red Eléctrica de España. Puede ser que en esa línea, haya incluso algún desliz freudiano, como nombrar en la página 188 del programa electoral la expresión “marco normativo estable”, que nos puede traer a la memoria el ‘Marco Legal Estable, figura del Antiguo Régimen. En el fondo un lugar común donde justificar la intervención a todo trapo. Qué tiempos aquellos.

O también cuando en este mismo programa se hace referencia a las compañías que se dedican al transporte y gestión técnica del sistema, y se enuncia en esa misma página la expresión “el fortalecimiento de los mecanismos de coordinación”, debe ponernos sobre aviso, si eso de los mecanismos de coordinación y el fortalecimiento es lo que se ha hecho de configurar aún más un TSO (modelo en franca retirada frente a la posición europea de tender al modelo ISO, que separan el operador de sistema del operador de transporte y se limita la influencia regulatoria de estos agentes). Esperemos que la configuración (ya mítica de la figura de Solbes ponga racionalidad en todo esto y al final tengamos una solución presentable de futuro, frente a las querencias y pulsiones bolcheviques.

En suma, aunque a primera vista el dilema hamletiano de intervención y mercado no aparece de forma evidente en los programas electorales, los propios complejos antimercado y antiempresa del imaginario colectivo se trasladan en forma de prejuicios en la acción política. Porque, probablemente, todavía faltan otros veinte años de funcionamiento del mercado y de sus instituciones, integrar la visión empresarial y financiera en los tiempos de la globalización de mercados y capitales y darnos cuenta que la fuerte inversión que se ha producido en España en los ultimos años proviene de ser pioneros en el desarrollo de mercado eléctrico.

En esta posición, tendremos que encomendarnos a la Comisión Europea para evitar los excesos y el riesgo de involución. Que lo hay.

El Brent hace historia al superar por primera vez los 100 dólares

El precio del crudo Brent, de referencia en Europa, marcó un hito histórico al rebasar por primera vez la barrera de los 100 dólares, impulsado por el temor a la falta de suministro y la aparente reticencia de la OPEP a incrementar su producción.

El barril de Brent para entrega en el mes de abril llegó a pagarse a 100,53 dólares, un hito sin precedentes desde que el mercado de futuros de Londres, el Intercontinental Exchange Futures (ICE), empezó a funcionar en 1988.

Tras tocar ese pico, el petróleo del Mar del Norte se moderó y su precio osciló -centavo de dólar arriba, centavo de dólar abajo- entre los 99,50 y los 98,90 dólares, después de haber cerrado la jornada anterior a 99,47 dólares.

La escalada del Brent se produce de forma paralela a la del Petróleo Intermedio de Texas (WTI), de referencia en Estados Unidos, que ha pulverizado marcas al superar, por primera vez, los 102 dólares.

El principal desencadenante del encarecimiento del «oro negro» parece ser la «continua escasez» de esa materia prima en el mercado, explicó el experto Leo Drolas, del londinense Centro de Estudios de Energía Global (Centre for Global Energy Studies, CGES). «La causa verdadera y esencial es que hay escasez en el mercado a nivel mundial. Empezamos el año con reservas bajas y nada ha cambiado realmente», afirmó Drolas.

La falta de crudo contrasta con la notable demanda de EEUU (primer consumidor energético del mundo) y otras potencias como China y Japón, cuyos inventarios han disminuido como consecuencia del frío en el Lejano Oriente. Esa situación se complica por la aparente reticencia de la Organización de Países Productores de Petróleo (OPEP), que bombea el 40 por ciento del crudo mundial, a aumentar su producción en la reunión que celebrará el próximo 5 de marzo en Viena. «No ha habido ningún movimiento o declaración de grandes productores, especialmente Arabia Saudí, que indique que quieren poner más petróleo en el mercado. Parece que no van a hacer nada. Por tanto, los precios siguen altos», señaló Drolas.

Otro factor que impulsa los precios al alza es el debilitamiento del dólar frente al euro, que se cotiza a más de 1,5 dólares, el nivel más alto desde la introducción de la divisa europea en 1999. La caída del «billete verde» hace que se abaraten materias primas como el petróleo o el oro -que se comercian en la moneda estadounidense- para inversores que manejan divisas más fuertes, lo que acaba por estimular la demanda de crudo. De esa manera, los inversores buscan «refugio» para su dinero en la materias primas, que ven como apuestas más seguras en momentos de incertidumbre financiera y económica.

El retroceso del dólar -lastrado por la alicaída economía estadounidense- ha contribuido, pues, a la escalada del «oro negro», si bien no se trata de un «factor fundamental», comentó la analista Costanza Jacazio, de la firma Barclays Capital. Leo Drolas también comparte esa opinión, pues la decadencia de la moneda norteamericana «es algo que viene ocurriendo desde hace tiempo».

Además, algunas circunstancias geopolíticas están espoleando los precios del petróleo, como los disturbios en Nigeria (primer productor africano) y la disputa entre Venezuela y la petrolera estadounidense Exxon Mobil. La incursión del Ejército turco en el norte de Irak para combatir a la guerrilla del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) también contribuye a la tendencia alcista del «oro negro», pues en esa zona existen pozos petrolíferos.

Con este panorama y mientras la OPEP no se decida a bombear más crudo, Leo Drolas no dudó en vaticinar que «en el futuro se darán precios más altos en el mercado».

Teoría de la contradicción y los derechos de emisión

La campaña electoral prosigue. Los debates se suceden y la retórica electoral se va instalando, avanzando como una termite devorada de todo lo que toca. Desde el punto de vista de lo que se denomina ‘agenda política’, uno de los temas que forma parte del discurso es el ‘medio ambiente’. Parece no obstante que no ha llegado a tener ese carácter de protagonista que adquiere el terrorismo o la economía, pero también sirve para azuzar la controversia electoral desde las posiciones de cada una de las formaciones políticas. Por otra parte, estos tiempos de comunicación política, también sirven para dotar del suficiente carácter de relativismo a los programas, pese a esa fórmula retórica de programa, programa y programa utilizada por algún líder político en nuestro país.

Tradicionalmente, e incluso ideológicamente, parece que quien se desenvuelve mejor en el discurso medioambiental es el Partido Socialista Obrero Español (PSOE). Sus propias afinidades políticas con los grupos y formaciones ecologistas definen una ‘sensibilidad especial’ con todas estas cuestiones. Las encuestas que identifican valores con los partidos políticos actuales, señalan la correspondencia sociológica entre educación, medioambiente, sanidad, con el PSOE y, por el contrario, la economía, la seguridad o el orden público, con el Partido Popular. Luego viene la actuación política, la realidad y la capacidad política en un caso y en otro. Esa vinculación entre el medioambiente y la política es mucho más intensa con Izquierda Unida, en su propia condición de coalición de partidos, dónde hay formaciones netamente ecologistas.

Por ello, la cuestión de los derechos de emisión, dentro de la política medioambiental, leída con atención y globalidad en el discurso político no deja indiferente y de asomar resquicios entre el discurso y la actuación política. Entre la realidad y la controversia partidista. El resultado es que todas las versiones tienen parte de razón en su formulación teórica o en su diagnóstico, pero en su traslación práctica es dónde las cosas hacen agua, por los más inescrutables caminos.

Así, por ejemplo, con una situación como la existente de clara superación de los objetivos de emisiones de nuestro país deja evidente el fracaso de doce años de política medioambiental (además, con una moderación de las emisiones de carbono en el año 2006 con motivo de unas condiciones metereológicas favorablesy de más generación nuclear, la interpretación en clave política no deja ver el bosque). En condiciones más o menos comparables, siguen aumentando las emisiones de carbono y el déficit de las mismas. Y, eso cualquiera que sea el discurso político que lo ampare.

En medio de todo ello, parece que los errores se van sucediendo. Desde la primera negociación de objetivos de derechos de emisión (cuyos términos resultantes eran anormalmente bajos para nuestro país), hasta la definición de los Planes Nacionales de Asignaciones (cuyo objetivo no es la reducción de emisiones, contra lo que podría parecer, sino que nada cambie para que todo permanezca igual). La introducción de inseguridad jurídica en el sector renovable, consecuencia de las actuaciones regulatorias recientes.

Otra cuestión es la detracción de derechos de emisión de la tarifa eléctrica, de forma igualitaria para todas las instalaciones, emisoras o no. Esta fórmula, cuando es explicada por sus promotores (la actual administración) o por sus defensores, recuerda más a una justificación de la teoría de las rentas (repartir el impacto de la contaminación entre empresas contaminantes y no contaminantes, por su presunto efecto en los precios de las ), que de una política medioambiental. Justificación que también sirve para atribuir el triple de derechos en el Plan Nacional de Asignaciones a las tecnologías del carbón frente a las tecnologías de ciclo combinado (gas), que se de cuenta la Comisión Europea y sospeche de la existencia de ayudas del estado y que todos los países.

En todo caso, se trata de una solución patria se trata de vestir una decisión habitual ya en el sector eléctrico (el que concentra gran parte de los derechos de emisión por su actividad): la articulación de mecanismos de regulación económica (con la coartada de los derechos de emisión), para incidir en otro problema más agudo: la incapacidad política de ajustar la tarifa eléctrica a los costes reales y su reducción o erosión. Por ello, las posibilidades de incorporación a la política medioambiental de la acción contra los gases efecto invernadero son pervertidas por su utilización en la práctica. Pero entre otras contradicciones, también se manifiesta la del principal partido de la oposición que reconoce por un lado que esta detracción, es un mecanismo erróneo, pero, por otro, se abstiene en la votación en el Congreso, junto con otras formaciones políticas (justificando, en parte una medida tomada por la vía excepcional del Real Decreto Ley)

En casi todos los grandes epígrafes de los programas electorales sería sano la existencia de un pacto de Estado. Y, en el caso del cambio climático, seguro que también, partiendo de las evidencias en materia de cambio climático y de la necesidad de generar una verdadera política de reducción de emisiones. Aunque sólo sea para que gobierne quien gobierne, lo haga con políticas que se correspondan con los discursos políticos.

Por lo menos, para no encontrarnos a un presidente jactándose de reducir incidentalmente las emisiones en 2006 (gracias a la climatología y a las nucleares que tiene previsto cerrar) y a Rajoy esperando que no le miente a la familia fuente de su inspiración medioambiental. Todo lo demás es retórica, apretones de mano con Al Gore, primos y melancolía.