Vida imperial en la ciudad esmeralda

Es el momento de hacer un balance gestor de la energía en esta legislatura recién finalizada y también de sus postulantes a la permanencia y continuidad. Estos días previos a la configuración del nuevo gobierno es un espacio temporal propicio para ello, sin perder la perspectiva de la situación compleja y endemoniada en que acabó el período de sesiones con la aprobación del Real Decreto Ley por el Parlamento de detracción de derechos de emisión, consumando la política de hechos consumados y tierra quemada de esta Administración. Hoy podemos hablar de un sector en llamas.

A cuenta de ello, y a modo metafórico (pero menos), recientemente se ha publicado un libro, el primer relato novelado sobre la postguerra de Irak y la gestión realizada por los responsables designados por George Bush. El libro se titula ‘Vida imperial en la ciudad esmeralda” y está escrito por un periodista norteamericano, Rajiv Chandrasekaran. El libro contiene una crónica de la ‘gestión’ de la Autoridad Provisional de la Coalición (APC), que gobernó el país entre abril de 2003 y junio de 2004.

El libro narra como, un grupo, en general bastante bisoño, adolescente casi, e inexperto, dirigidos por Paul Bremer, seleccionados por el Pentágono según un criterio ideológico de la Administración ‘neocon ‘de Bush, aislados en la «zona verde», un recinto seguro y absolutamente ajeno al exterior, se pusieron al frente del país, con la arrogancia y el sentimiento de ‘empoderamiento’ corriendo por sus venas. Por sólo enumerar ejemplos de sus fechorías, que recogen en la portada y en las glosas del libro, aprobaron unas cien medidas que en su mayoría no se implantaron. En el plano económico, y con una situación de ruina, se pretendía una receta ‘a la occidental’: privatizar, eliminar aranceles, bajar los impuestos y fomentar la inversión extranjera. Resulta que les costó descubrir que era ilegal vender los bienes del país y que sólo aventureros sin escrúpulos invertirían en un país sin seguridad. Otro ejempo, como al no tener información sobre la situación financiera de las empresas iraquíes, tiraron por la calle de en medio y pusieron todo a cero: quienes tenían deudas fueron condonadas de facto y quien tenía millones ahorrados e invertidos, los perdieron. En consecuencia, las peores empresas revivieron y quebraron las mejores. Más: con el fin de “fomentar la iniciativa privada” dejaron que los conductores de autobús robaran los vehículos de forma que se destruyó el sistema de transportes.

Las primeras medidas sanitarias en los hospitales (sin medicamentos, sin agua potable, sin material) fue lanzar una campaña contra el tabaquismo y cobrar por las consultas. En lo que se refiere al tráfico, el libro narra como pasaron un año para redactar un nuevo código de circulación, que no se aplicó nunca y que incluía multas a los peatones que se desplazaran por la noche sin chaleco reflectante.

El encargado de volver a poner en marcha el sistema universitario cuando precisaba el dinero para adquirir las infraestructuras educativas, mesas y pizarras, descubrió que el dinero había sido ya gastado en las universidades estadounidenses. Por ello, el Departamento de Agricultura Tropical de la Universidad de Hawai percibió una fortuna para asesorar a la Universidad de Mosul, destruida en una ciudad con un clima extremo.

¡Cuántas similitudes entre lo que se cuenta en este libro y lo que ha pasado en la regulación del sector energético español en el ultimo año y medio!. Se ha triturado la seguridad jurídica a partir de la forma en que se ha regulado y desregulado de forma irresponsable sin informes, ni memorias económicas y quebrando los marcos que aseguraban estabilidad. Se modifica la regulación de energías renovables, incluso con intentonas a través de los mecanismos de corrección de errores en el BOE. Se siguen arbitrando las subastas de energía primaria para mitigar el poder de mercado de las dos principales eléctricas sin que se sepa cual es el modelo de mercado objetivo. En el sector es público el trato displicente en la relación y negociación con la adminsitración energética actual.

Se han detraído los derechos de emisión del carbono para reducir la tarifa vía Real Decreto Ley con nocturnidad y alevosía, y lo que es peor, con una utilización torticera del Parlamento. Cuando se detraen estos derechos, se hace a pachas, sin ningún sentido desde el punto de vista de política medioambiental. No existe capacidad política para resolver el grave problema del déficit tarifario y de la insuficiencia de tarifa, acentuada, agravada y escondida debajo de las alformbras durante catorce años encadenados. Un grupo, una minoría creativa, intervencionista e influyente, está infiltrado para erosionar el funcionamiento de los mecanismos del mercado y de la liberalización realizada. Se arbitran y se idean mecanismos para ir retrocediendo en el mercado hacia el Antiguo Régimen, el marco legal estable: modificación, intervención y precios por tecnologías Se ha organizado, fruto de las presiones políticas y de esa minoria creativa, un nuevo monopolio de transporte generado problemas en el suministro de las ciudades y de relación con las distribuidoras.

Se ha regateado durante varios meses la desaparición de la retribución de la garantía de potencia con el riesgo cierto de apagones (incluso con un apagón de interrumpibles). Hemos tenido el más grave apagón que se recuerda de la historia y las relaciones políticas y vinculaciones peligrosas, impiden un trato abierto y público de las responsabilidades y consecuencias de los mismos. En las negociacioneos con Argelia, nuestras empresas no saben si ha habido contraprestación a cuenta del castigo al sector gasista español: Gas Natural han tenido que recurrir. Hemos recibido fuertes varapalos y críticas por su acción regulatoria desde la Comisión Europea. Con respecto a la línea de MAT, crea conflicto tanto con Francia y con Girona. Se ha criticado con dureza hasta desde la propia Administración española por la Agencia de Evaluación y Calidad. Se han deteriorado las condiciones para la financiación del déficit tarifario, resultando fallidas las subastas realizadas para su financiación.

El empoderamiento del responsable de energía ha pasado, además de por estar enfrentado al sector, llevar al límite de la paciencia a todo aquel que sigue una negociación, o asustar a los propios diputados socialistae en el Senado, por escarnizar a la Comisión Nacional de Energía, de forma que cuando sus dictámenes no eran coincidentes con los intereses del Ministerio de Industria se modifican levemente y se envían al BOE. Todo el mundo reconoce la influencia del actual TSO de electricidad, Red Eléctrica, tiene en el Ministerio, hasta el punto de perfilar (se, a sí misma, quermoes decir) todo el mecanismo de retribución. La actuación regulatoria deja a las empresas españolas a los pies de los caballos, para que se compren en forma de saldos por empresas públicas exteriores. En los mercados financieros internacionales se cuestiona esta política en todos los ‘papers’.

Ese es el balance de este período, que tiene muchas similitudes al del mandato de Paul Bremen en Irak. Incluso casi hasta su duración. En ese contexto, el Secretario General de Energía, llegado a Madrid, puede tener la tentación de sentir el ejercicio del poder como elixir que envena las acciones. Con un perfil fuertemente ideológico, político y basandose en sus apoyos, está muy satisfecho de su labor como y, por ello, se autopostula por la continuidad, de forma que hace semipúblico que prolonga su mandato para esta legislatura.

Los miembros de este gobierno norteamericano en Irak fueron considerados héroes. ¿Les suena?. Piensen lo que hacen.

La Agencia de Evaluación y Calidad del Ministerio de Administraciones Públicas le da un ‘repaso’ a la regulación energética y al Ministerio de Industria

En un informe elaborado por el organismo encargado de supervisar el desarrollo del Plan Nacional de Reformas (PNR), repasa la efectividad de las políticas en materia de seguridad energética y evidencia lo que han sido las señas de actuación de la última administración energética. Se viene a unir a las críticas que, desde distintos sectores se vienen realizando, a la actuación del Ministerio de Industria que han caracterizado la actuación de la Secretaria General de Energía.

El informe, que está datado en noviembre de 2007, y evalúa la evolución del Plan Nacional de Reformas en varios aspectos, no se ha hecho público hasta ahora y analiza hasta cuestiones de detalle la situación de la energía, la incapacidad del Ministerio de Industria para gestionar el mismo

Estas son sus principales críticas:

– La planificación energética actual no posibilita el análisis y el debate sobre cuestiones estratégicas clave, como la elección de tecnologías y la planificación global del sistema en un horizonte temporal acorde con el tiempo de maduración de las estructuras.

– El Ministerio de Industria, Comercio y Turismo no cuenta con la capacidad operativa suficiente para efectuar, contestar supervisar plenamente los trabajos de planificación que realizan los gestores técnicos de los sistemas gasista y eléctrico. Como consecuencia de esta debilidad, parte de la responsabilidad política de la planificación se desplaza de hecho a las sociedadades anónimas Enagas y Red Eléctrica de España (REE).

-Se producen importantes retrasos en el desarrollo de las infraestructuras de red, debido a los largos procesos de tramitación administrativa, la actuación descoordinado entre los distintos ámbitos del gobierno y la oposición social a la instalación de líneas eléctricas.

– Existe margen de mejora en la supervisión, el mantenimiento y la puesta al día de las instalaciones de la red de transporte y señala el modelo sostenido insuficiente de retribución de la distribución, lo que incide en la baja inversión en este tipo de instalaciones.

– Existencia de incertidumbre regulatoria por los frecuentes cambios normativos y retrasos en las reformas legislativas

Por otra parte, estas son sus principales recomendaciones.

-Completar la planificación energética con una estrategia a largo plazo (20-25 años), que sea consensuado tanto política como territorialmente.

– El Ministerio de Industria, Turismo y Comercio debe fortalecer técnicamente su función planificadora con los medios materiales y humanos que permitan desarrollar estas responsabilidades.

– Los precios de la energía y la consolidación de los deben enviar señales a los oferentes y demandantes.

– Enagás y REE deben contar con mecanismos de rendición de cuentas equiparables a sus responsabilidades sociales y políticas.

– Estudiar las formas de agilizar mayor medida los procedimientos administrativos, instituir mecanismos adecuados de coordinación con las Comunidades Autónomas que impliquen un compromiso de las autoridades locales y buscar una mayor concienciación ciudadana sobre la necesidad de las líneas eléctricas.

– Mantener un buen nivel de transparencia sobre las cuestiones topológicas de mallado de la red de transporte.

– Impulsar la supervisión de la actuación de Red Eléctrica de España desde la CNE, en línea con las competencias que establece la reforma de la Ley de del Sector Eléctrico.

– Reformar el sistema de retribución de la distribución, para introducir incentivos para la inversión.

– Una regulación que consolide iniciativas liberalizadoras y la apertura de los mercados debe contar con un marco regulador que ofrezca estabilidad en los patrones de conducta, los incentivos y señales de precios y tener presente los costes que en términos de riesgos regulatorio puedan tener las medidas que vayan a ser adoptadas.

El informe por ello, pone blanco sobre negro, cuestiones que denuncian numeros expertos. Por ejemplo, en el ámbito de la interrelación entre Administraciones y el propio Gobierno, señalan los problemas de coordinación entre las Comunidades Autónomas y el Ministerio de Medio Ambiente en la puesta en marcha de determinadas infraestructuras que requieren trámites medioambientales fuertemente y que en esta legislatura han sido fuertementes demorados.

En el ámbito de la liberalización y la tarifa, la Agencia de Evaluación también se desliga de otras posiciones más regresivas e intervencionistas que abogan por la vuelta al esquema de los costes medios reconocidos según tecnologías (marco legal estable).

No es momento de audacias

El tiempo que no es ningún tonto es el que está jugando en torno al culebrón de preliminares alrededor de la siguiente fase de reestructuración del sector energético español: es decir, en torno a lo que pueda pasar con Iberdrola, Gas Natural o Unión Fenosa, junto al resto de actores de la representación, hoy EDF, E.ON o ACS. En los ultimos días estamos asistiendo a numerosas variaciones sobre esta cuestión. En muchos momentos, hubieramos hablado de ‘globos sonda’, ese tipo de noticias que lo que tratan es anticipar su posible resultado o desinchar alternativas. El ultimo caso, lo tuvimos ayer con lo aparecido en el diario parisino ‘Les Echos’ y posteriormente desmentido con rapidez por Iberdrola.

Pero el hecho, es que este ‘largo impasse’, ha provocado varias consecuencias, tan importante que supone que hayan variado completamente las coordenadas, e incluso la escala de medida. La primera conscuencia, es que cada uno ha podido organizar sus defensas y ataques, con sus respectivas guardias pretorianas, sus despachos de abogados, sus estrategias jurídicas, sus alianzas estratégicas y sus aliados finacnieros. Y es que estos dos meses han sido larguísimos para los planes iniciales. Del ‘fru-fru’ de la euforia de la caída de las Bolsas que desenmascaró los primeros escarceos a ahora, hay un cambio completo de escenario, inclusive la agudización de la crísis de crédito que hace mucho más complejo una operación de estas características en estos momentos.

En este momento, ya casi ha salido del argumentario informativo el carácter público de la francesa EDF y su privilegiada relación con el estado francés (algo impensable con esta Administración y las energéticas españolas, cuyo objetivo, de facto, es jibarizar los operadores españoles). En segundo lugar, al gobierno se le ha enconado un doble espacio impreciso pero bastante efectivo: en primer lugar, el posicionamiento territorial, nada desdeñable en el caso de Iberdrola, con la fuerte presencia de varias Cajas de Ahorros y la relación con las Comunidades Autónomas.

En tercer lugar, se ha evidenciado que la política de ‘tierra quemada’ a la hora de entregar las empresas energéticas a empresas europeas públicas, con aquiesciencia, la facilidad para secuestrarse en los compromisos o con indolencia del gobierno (para no alimentar la teoría conspirativa) con liquidez obtenida de entornos regulatorios favorables, ha sido evidenciada a todos los niveles en toda su candidez. El hecho, es que no ha dejado de estar presente en los argumentos informativos de toda la campaña electoral y ha movilizado a sectores económicos preocupados por lo que podría ser una actuación irreflexiva. Al mismo tiempo, los posicionamientos del propio Pedro Solbes han dejado poco espacio para que el Gobierno pueda desmarcarse de una posición tan razonable como la de señalar con el dedo las fuertes asimetrías en el mercado europeo. En todo caso, la alternativa EDF y ACS sobre Iberdrola es una sóla de las posibles, lo que quiere decir es que se ha superado el marco de referencia con todas las alternativas, como diría Lakoff.

Entre tanto, los acontecimientos políticos se han sucedido: unas elecciones generales con un resultado como una navaja barbera, el gobierno en proceso de reorganización, la necesaria redefinición de papeles en la administración económica y energética española que tiene que pasar por la coordinación desde el Ministerio de Economía, evitando los ‘electrones sueltos’, como la Oficina Económica, en sus tiempos más virulentos. Y, ¡la crisis!, la desaceleración o lo que sea, que si ha puesto a los españoles muy atentos a todo lo que pase en el ámbito económico. ¡Para hacer tonterías!

En medio de todos estos acontecimientos, se interpone la propia renovación de la Comisión Nacional de Energía, afectando fundamentalmente y, en principio, a los consejeros designados por el Partido Popular. Lo que se une a la ofensiva de la Unión Europea contra la nueva redacción de los poderes de este organismo en la ‘nueva función 14’, articulada inoportunamente (u oportunamente, según se mire) una vez que se iba a conocer la oferta de E.ON por Endesa, evidenciada en la sentencia contra las condiciones que la CNE ha puesto en estas operaciones. Pero esa renovación, en principio puede ir a más. Incluso, la propia redefinición o reorganización del organismo y sus funciones que han apuntado algunos medios, pueden ponerse en cuarentena si se lanza una operación así. Lo que evidentemente beneficiaria colateralmente, a todos los señalados con el dedo de la renovación o la reestructuración del regulador independiente, que podrían acabar pidiendo la hora, o pidiendo la OPA en sus fueros internos.

Lo que si podemos apostar es que la próxima operación corporativa en el sector energético, no va a tener los niveles de improvisación que asistimos en el largo culebrón de Endesa que, como saben, comenzó con la OPA fallida de Gas Natural. En primer lugar, por las propias empresas: se cuidarán muy mucho de caer en el error de considerar que la aquiesciencia política en los mercados financieros lo es todo, por el efecto vertiginoso que puede traer. En segundo lugar, por el propio gobierno, que ha tenido que ganar en experiencia y aprender de los errores, evitando ejercicios de ‘aprendiz de brujo’ y consecuencias políticas incalculables pasadas.

No quiere decir que esté todo atado y bien atado. Ya no, es conveniente volver al manual y al carril. Por eso si que no es tiempo de audacias.

El precio del barril de petróleo retrocede más de 10 dólares

El precio del barril de petróleo retrocedió más de 10 dólares esta semana, gracias a una recuperación de la divisa estadounidense, el aumento del nivel de los inventarios en Estados Unidos y el temor a que una recesión en ese país frene la demanda de combustibles.

Ya el pasado lunes, la cotización del «oro negro» reinvertió su fuerte tendencia alcista y se alejó de los altos récords históricos de la semana precedente, cuando el barril del crudo de Texas (WTI) superó los 111 dólares por primera vez en su historia.

El pesimismo cundió en una jornada de pérdidas en los mercados financieros por la crisis crediticia y los precios del petróleo mostraron una gran volatilidad. En la Bolsa Mercantil de Nueva York (NYMEX), el WTI llegó el jueves a venderse a menos de 100 dólares, algo que no se había visto en dos semanas. Los contratos para entrega en mayo de ese crudo de alta calidad terminaron finalmente la sesión a 101,84 dólares por barril, con una caída de 8,37 dólares/barril -un 7,6 por ciento-, respecto al cierre del viernes anterior.

De forma paralela, el barril del crudo Brent, la referencia para Europa, concluyó a 100,38 dólares en el International Exchange Futures (ICE) de Londres, donde una semana antes había quedado a 107,55 dólares.

«Los temores a un estancamiento de la economía de EEUU pesaron esta semana», así como los datos que revelan una retracción del consumo de gasolina y otros productos, menor que el de hace un año, explica la asesora JBC en un análisis en Viena.

El total de combustibles y productos derivados del crudo consumidos en EEUU en las últimas cuatro semanas fue de una media de 20,3 millones de barriles diarios (mbd), el 3,2 por ciento menos que en el mismo periodo del pasado año. Según los analistas, este dato es una clara señal de que los problemas económicos en EEUU, la debilidad del dólar y los altos precios de la energía han comenzado a mermar la demanda. No obstante, se calcula que el menor consumo estadounidense podría ser compensado por la creciente demanda de economías emergentes como China, India y Oriente Medio, siempre y cuando no se vean contagiados por la crisis de la primera potencia mundial.

Junto a la menor demanda, las autoridades estadounidenses informaron de un nuevo aumento de las reservas almacenadas de crudo y derivados, y JBC estima que esos inventarios continuarán subiendo en las próximas semanas, gracias a que la OPEP no ha recortado sus suministros a pesar del descenso del consumo mundial que habitualmente se produce en el segundo trimestre del año.

Por otro lado, el abaratamiento del crudo coincidió con un fortalecimiento del dólar frente al euro y otras divisas, propiciado a su vez por la decisión de la Reserva Federal de rebajar los tipos de interés. El recorte de 75 puntos básicos en los tipos de interés en EEUU, que aprobó la Reserva Federal el martes, fue menor de lo que esperaban los economistas y ha dejado un margen para que el dólar recupere vigor ante el euro y otras divisas. El euro, que el lunes había superado por primera vez la barrera de 1,59 dólares, se moderó en los días siguientes y el viernes se cambiaba por 1,54 dólares

Las causas del encarecimiento del petróleo, en paralelo a otras materias primas es cuestión de debate para los expertos, que ven que se han convertido en un valor refugio para los inversores ante un panorama económico lleno de incertidumbres. «El petróleo se ha convertido en el «nuevo oro», un bien financiero que los inversores buscan como refugio de la inflación y de un dólar débil», aseguró esta semana en un informe Daniel Yergin, presidente del prestigioso Cambridge Energy Research Associates (CERA).

Para Yergin, ganador de un Pulitzer por el que es considerado por muchos el mejor libro sobre la historia del petróleo, «The Prize. The Epic Quest for Oil, Money and Power«, la debilidad del dólar es igual de importante para explicar el alto valor del petróleo que el aumento de la demanda en los países en desarrollo.

«Muchos elementos similares que han llevado el petróleo desde los 70 dólares el pasado verano a los más de 100 dólares hoy estaban también presentes en 1980: alta inflación, la fiebre de los mercados por invertir en materias primas -el mayor precio el oro se produjo en 1980- y las tensiones entre EEUU e Irán«, evalúa el experto.

Otros analistas señalan, por el contrario, que las fuertes oscilaciones en la última semana en las materias primas demuestran que los precios están «inflados» por los mercados y temen que se produzca una fuerte corrección.

¿Un gobierno con nuevas energías?

Las especulaciones en torno al cambio de estructura en el nuevo gobierno correspondiente a la segunda legislatura del Presidente José Luis Rodríguez Zapatero han introducido un aliciente mayor a lo que será la composición del Ejecutivo, que en otras ocasiones, dónde esta cuestión era simplemente un problema de nombres, e incluso de barones concretos y de influencias. Al parecer se trataría de conformar un nuevo ejecutivo, en el que, a partir de unidades, módulos, que conformarían una estructura estable y futura de organización de la Administración (agricultura, industria, energía, telecomunicaciones, medio ambiente, educación, etc…), pudieran estar adscritos a una u otra cartera, o departamento ministerial en función de la organización del gobierno que decida el jefe del Ejecutivo. Es algo que se ha ido produciendo de forma tendencial con el tiempo y que es semejante a la estructura de Secretarías de Estado y Secretarias Generales, pero más perfilada, si cabe. Al parecer, como resultado, podría darse un Consejo de Ministros más reducido con la existencia de varias Vicepresidencias o Superministros, que buscarían una mayor coordinación en la acción del gobierno y tendría un carácter más político. En todo caso, esta reforma debería servir para configurar gabinetes con mayor capacidad política

Por ejemplo, en ese sentido, tendría lugar la configuración de una Vicepresidencia en materia de sostenibilidad que podría aglutinar distintos de esos módulos: en materia de medio ambiente, cambio climático, etc… Evidentemente, la conformación de un gobierno de estas características tendrá un número importante de modificaciones, reclamaciones y transacciones todavía hasta que vea la luz, tal y como se ha prometido a mediados de abril como máximo. Al parecer quien ha participado muy activamente en la definición de este modelo de reorganización es la actual titular de Administraciones Públicas, Elena Salgado.

Todavía es pronto para conocer el resultado final de tal operación, pero es importante para conocer cual es el resultado y la adscripción de la energía en el próximo ejecutivo. Sobre todo, habida cuenta del balance de este ultimo año y medio, en el que todo el mundo ha señalado la importancia capital de la energía en un país como el nuestro, con una muy fuerte dependencia energética exterior, y a la par, estábamos asistiendo a una gestión fuertemente controvertida y criticada en manos del tándem Clos-Nieto.

En esa clave es en la que hay que tener en cuenta también los papeles del PSC, clave para esta segunda victoria electoral y del fuertemente emergente Partido Socialista de Euskadi. Algo que vuelve a complicar los grados de libertad del Presidente en la conformación del Gobierno. Más si tiene que conciliar afinidades electivas (como la propia de Miguel Sebastián) o el más importante y efectivo respaldo de los pesos pesados del partido durante la campaña y, sobre todo, la tranquilidad al electorado y a los mercados que ha aportado Pedro Solbes en materia de política económica y empresarial.

Por otra parte, parece que hasta el momento parece que había una convicción respecto a la vinculación de la energía al PSC (de hecho, tanto el Ministro de Industria, el Secretario General de Energía y la Presidenta de la Comisión Nacional de Energía, proceden de Cataluña). Y, en las que se podría encuadrar las palabras del pasado domingo de José Montilla, reclamando más poder transversal en el nuevo gobierno, frente al número de carteras ministeriales resultante. Con independencia de eso, parece descontado que Clos no figura en ninguna de las ‘quinielas’. En paralelo, aparece David Vegara o Carme Chacón, que seguramente recibirá un ascenso desde el Ministerio de Vivienda.

Por otra parte, y en este escenario, el Secretario General de Energía actual, Ignasi Nieto, parece que se ha trabajado el respaldo del Partido Socialista Catalán, pese a su desaparición física en cuestiones como el apagón del pasado verano en Barcelona (con una vinculación letal con Red Eléctrica de España y su presidente, que le desactiva unicamente en este campo, paradójicamente), su polémica actuación en el caso de la interconexión con Francia (cuestionada por colectivos ciudadanos y también por la administración francesa) o la política seguida por este Ministerio de Industria con Gas Natural que le ha llevado a que quede fuera del Medgaz (y presente un recurso contra el propio Ministerio) y con capacidad ilimitada de comercialización de gas. Todo ello, sin contar su colocación en el disparadero con la primera OPA de Endesa (algo previo a la actuación de Nieto). Lo que si está claro es que desde el punto de vista de los intereses energéticos de Catalunya, todo esto no configura un buen expediente, más bien todo lo contrario. En fin, el mundo catalán, y más concretamente el de la energía, se puede ver abocado a elegir, a la luz de este balance, si prefiere honra sin barcos, o barcos sin honra (sobre todo si la honra es ésta), es decir, si prefiere carteras ministeriales y posiciones altas en al Administración energética, o una actuación más racional.

Sobre todo, porque el otro elemento que cambia, más importante que toda la tramoya interna del ejecutivo, es el entorno. La necesidad de abordar reformas y problemas, muchos inducidos y agudizados en la última etapa: tarifa y déficit tarifario, la conformación de la generación en el futuro, la política exterior energética, la configuración de la órganos reguladores. Todo ello requiere superar los déficit gestores de la anterior legislatura y efectuar una coordinación en el plano económico, cada vez más ineludible, por su actual carencia trágica.

Esperemos un gobierno con nuevas energías. Veremos.

El crudo prosigue su imparable escalada

El precio del barril de petróleo ha proseguido su escalada imparable esta semana, y, pulverizando récord tras récord, se ha afianzado ampliamente en cifras de tres dígitos, mientras la OPEP insiste en que esta espectacular carrera alcista nada tiene que ver con una oferta escasa.

El Petróleo Intermedio de Texas (WTI), referencia en EEUU, llegó a venderse puntualmente por encima de los 111 dólares/barril el jueves, pero experimentó un ligero descenso el viernes y concluyó la sesión en la Bolsa Mercantil de Nueva York (NYMEX) a 110,21 dólares/barril. Así, subió en 5,06 dólares (un 4,8 por ciento) respecto al valor del cierre de la semana anterior de 105,15 dólares.

Paralelamente, en el Intercontinental Exchange Futures (ICE) de Londres, el Brent batió un nuevo récord llegando temporalmente el viernes a los 108,02 dólares, y terminó la sesión a 107,55 dólares, 5,17 dólares más que al término de la semana precedente.

La sostenida tendencia al alza que ha experimentado el crudo en los últimos cinco años se ha acelerado notablemente desde comienzos de 2008, con un fuerte incremento que en el caso del WTI es de 25 dólares por barril, o un 29 por ciento. Ante esta situación, tanto la Agencia Internacional de la Energía (AIE) como el Gobierno de EEUU expresaron su preocupación y criticaron la política petrolera de la OPEP.

La AIE, que el martes revisó a la baja, en 80.000 barriles diarios respecto a su informe del mes pasado, la demanda mundial de este año y la dejó en una media de 87,5 millones de barriles diarios (mbd), un 2% más que en 2007, acusó a la OPEP de «abonar la especulación». A su juicio, el hecho de que la OPEP no haya convocado ninguna reunión previa a la de septiembre próximo para revisar su producción da la impresión de que no hay margen para responder a una demanda eventualmente más fuerte o eventuales retrasos de aprovisionamiento.

El mismo día, cuando el barril del WTI superó los 109 dólares, la Casa Blanca advirtió de que el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, no puede prometer que logrará aliviar la situación. Los altos precios del petróleo no se resolverán «de la noche a la mañana» y Bush no puede prometer otra cosa, afirmó la portavoz de la Casa Blanca, Dana Perino.

Bush ha criticado duramente a la OPEP por su decisión, la semana pasada, de no aumentar la producción, y su vicepresidente, Dick Cheney, ha anunciado que tratará este tema la semana próxima con el el rey Abdalá de Arabia Saudí, el mayor exportador mundial de crudo y por eso líder natural de la organización petrolera.
Pero el ministro saudí de Exteriores, el príncipe Saud Al Faisal, insistió el jueves en que el encarecimiento del «oro negro» no está relacionado a la oferta, sino a las especulaciones financieras. «Las actuales turbulencias en los mercados de petróleo se deben en gran parte a la especulación y no tienen nada que ver con los fundamentos del mercado, que son estables», dijo Al Faisal en Dakar.

La OPEP reforzó también esta postura al asegurar, en su informe mensual sobre el mercado petrolero, que el nivel actual de su oferta supera al volumen medio de los barriles que el mundo requerirá este año de sus trece países miembros. Según sus cálculos, la producción de la organización fue en febrero de 32,09 mmb, mientras que la llamada «demanda de la OPEP» sería en 2008 de 31,7 mbd. Los expertos del grupo destacan el «saludable» nivel de los inventarios de crudo y productos derivados en las principales naciones consumidoras.

En su informe, la organización habla de un «dualismo» en el mercado, donde la imparable escalada de los precios da la impresión de que la oferta es muy ajustada, mientras las cifras sobre los suministros, las reservas y la demanda sugieren lo contrario. El documento reconoce que en las últimas cinco semanas, el barril del crudo referencial de la OPEP subió un 22 por ciento, hasta los 102,39 dólares, pero insiste en atribuir este encarecimiento a la especulación impulsada por el debilitamiento del dólar. «Este fuerte aumento de los precios ha coincidido con un declive continuado del valor del dólar estadounidense, que cayó un 4,6 por ciento frente al euro» en el mismo período, se recuerda.

El billete verde cayó a mínimos históricos frente al euro, que llegó a venderse el jueves a más de 1,56 dólares. Además de abaratar al petróleo en otras monedas, la debilidad del dólar afecta al crudo al usarse como sustitución de activos en las carteras de inversiones, lo que resulta indirectamente en una mayor compra de «contratos-papel de petróleo», un fenómeno que puede observarse también en la evolución de los precios de otras materias primas, recordaron los expertos de la OPEP.

Como un pavo en Navidad

La verdad es que la política de comunicación de Maite Costa al frente de la Comisión Nacional de Energía no deja de sorprender. El martes publicaba el diario ‘El Mundo’ (y que no ha sido rectificada en ningún momento) que la señora presidenta, para mejorar la imagen del organismo que preside quería que los principales Presidentes y Consejeros Delegados de las empresas energéticas españolas asistiesen a las conferencias que, con tanta frecuencia, organiza.

Que se filtre o se llegue a publicar una idea de estas características a un periódico de difusión nacional, quiere decir muchas cosas. En primer lugar, si de quien parte la filtración es de la propia CNE, su significado directo es preocupante: quiere decir que no existe el debido pudor que tiene que tener un responsable de un órgano regulador o que está en situación de deriva, fruto de una cierta ansiedad (en la misma medida que empiezan a haber insinuaciones, incluso en el mismo medio en días anteriores, sobre cambios en el organismo a cuenta de la inminente renovación del mismo).

En segundo lugar, y como segunda posible hipótesis, si la filtración parte de alguno de los recipendiarios del requerimiento o sus cercanos, quiere decir lo contrario de lo que expresa en su semántica. Es decir, que tras la entrevista metafísica que mantuvo con el diario Expansión, la pendiente del tobogán de pérdida de toma de consideración dentro del sector de Costa es alarmante. Si, además, esta información proviniera de cercanos al propio Partido Socialista, querría decir que la cabeza de Maite Costa al frente del organismo huele a pólvora una vez más (de hecho, en ámbitos parlamentarios y de partido ya se ha pedido en más de una ocasión su salida).

Se dice que alguien está ‘como un pavo en Navidad’, cuando se teme que su fin esté cerca y, su actuación lo evidencia. Sobre todo en un momento como este en que empieza la recolocación de fichas y es difícil mantener la verticalidad. Es por ello, por lo que estos comportamientos estrafalarios en el ámbito comunicacional del organismo y de la propia Maite Costa empiezan a resultar sospechosos. Del mismo modo, cabe trazar ante tal situación dos posibles visiones: que ella esté encantada de haberse conocido y de aparecer con ‘su entrevista’ en Expansión y, también incluso de lanzar este toque de arrebato en El Mundo. O, lo contrario, que piense que está siendo, sometida al cenizo, saboteada por todo el mundo y taladrada por las filtraciones. En todo caso, seguro que no es ajena a las especulaciones sobre los posibles cambios en el organismo que puedan afectar a la propia persona de Maite Costa.

En todo caso, hay que valorar también como figura literaria en que medida el todo se representa por una parte. Es decir, cuánto de la imagen pública de la Comisión Nacional de Energía, se debe al comportamiento de su Presidenta y de cada uno de sus consejeros, por separado. En esto, su protagonista, quien dirige las riendas, quien tiene en sus manos la política de comunicación por tener a su disposición la estructura operativa del organismo, tiene una responsabilidad mayor, como es obvio. Ello puede hacer confundir también: la respetabilidad y reputación del organismo con la de sus regentes, pudiendo haber combinaciones en función de sus comportamientos y trayectorias respectivas: mala y mala, global y personal/profesional.

No sé cuantos de ustedes pueden pensar que Ignacio Sánchez Galán, José Manuel Entrecanales, Carlos Pérez Bricio, Antonio Brufau pueden estar en disposición de la presidenta de la CNE para acudir, disciplinadamente, a las convocatorias que con tanta frecuencia realiza y en las que por cierto, brillan por su ausencia las empresas, estando presente sobre todo la minoría creativa de la que procede Costa: los sectores académicos, que sin duda son de interés pero no pueden ser los únicos o los predominantes en este sector.

Otra reflexión: la respetabilidad de un órgano regulador independiente no está en todo lo que es accesorio y oropeles, por más que se hayan relajado criterios fruto del superávit presupuestario: en los viajes, en las comidas, en las publicaciones, en los ágapes, en la representación, en la pompa y la circunstancia. Realmente, está en su forma de proceder, en su rigor, ganando respetabilidad cuando lo es en realidad, superando las presiones políticas y el abrazo del oso del regulador principal. En cambio, ahora toca aumentar la respetabilidad del organismo regulador independiente a base de llenar las conferencias de señores que dirigen empresas, que se coloquen en primera fila, en sus asientos reservados y con su perfil mejor, se sometan a los fotógrafos. Una forma de pedir la legitimación pasiva de los regulados. Para eso, si que está bien llamar a los Presidentes de las empresas: para hacer bulto. Aquí hay tomate.

Nuevos apagones e incidentes en la red de transporte de Barcelona

Según las informaciones a las que ha tenido acceso Energía Diario, durante la semana pasada se estuvieron produciendo incidentes y nuevos apagones en la red de transporte de Barcelona, concretamente en la línea que une Collblanch y Badalona. Las averías, al parecer, se sitúan principalmente en la subestación de Urgell y han afectado de forma no muy severa al suministro de electricidad de la Ciudad Condal. Esta línea fue en la que se produjeron los incidentes que condujeron al grave apagón del pasado verano, en la conjunción de acontecimientos que tuvieron lugar desde la caída de un cable en la estación de Collblanch y el incendio en la estación de Maragall y que acabaron con más de 300.000 barceloneses afectados en su suministro.

La Comisión Nacional de Energía estudiará hoy dentro de la reunión que los jueves mantiene el Consejo de Administración de este organismo, las primeras informaciones que han remitido las empresas Red Eléctrica de España y Fecsa Endesa al respecto.

A esto hay que añadir el moderado retraso en la puesta en funcionamiento de la nueva estación de Maragall, reconstruida tras el incendio, cuyas previsiones iniciales situaban su puesta en funcionamiento en el mes de febrero, después se amplió al mes de marzo y que, definitivamente, según las informaciones que se han ido difundiendo estos últimos días confirman que estará operativa conectada con tres líneas diferentes en el mes de abril.

Mover ficha

La subida en Bolsa de las energéticas españolas tras las elecciones generales requiere un análisis específico. Por un lado, los analistas señalan las expectativas de que el nuevo Ejecutivo sea favorable a seguir con las operaciones corporativas en el sector, favoreciendo la integración o configuración de empresas más grandes que las actuales. Las configuraciones barajadas por los confidenciales, los medios de comunicación escritos, especializados y los mentideros, podrían determinar todo el arco del número de combinaciones posibles de un número concreto de elementos (empresas) tomados en paquetes de dos o de tres compañías, incluso.

Por otra parte, está el trasfondo del interés de EDF y ACS en una operación de adquisición de Iberdrola por un procedimiento semejante al de Acciona y Enel sobre Endesa. Muchas similitudes. Una empresa pública de país europeo aliada con una empresa española y unos acuerdos que incluyen el troceamiento futuro de la compañía. Una única diferencia sobre esta primera operación, la ubicación de un ‘caballo de Troya’ en Iberdrola: en este caso ACS, con derechos políticos ampliados gracias a la CNE, sobre lo que hubiera sido lo normal de seguir aplicando la Comisión Nacional de Energía sus criterios previos, hasta que ACS se puso por delante. Otra similitud, el procedimiento de adquisición por la vía de lanzar una OPA, una vez que a través de operaciones en el mercado se logra ‘secar’ la liquidez del valor. Es decir, una película sin emoción a partir de sacar ventaja y aparcar paquetes accionariales.

En este caso, parece que las espadas habían estado en alto durante toda la campaña electoral, lo que a juicio de muchos analistas era el preludio (o la continuidad) de las hostilidades, llegaría una vez finalizadas las elecciones generales. En varios confidenciales, se anuncia un precio incluso de lo que sería la OPA de EDF y, en otros, se recoge el plácet para el lanzamiento de una integración entre Gas Natural e Iberdrola.

En todo caso, la campaña electoral ha servido para poner en evidencia algo ya conocido: que con la culminación de una operación entre EDF y ACS, significaría liquidar las empresas energéticas españolas, como empresas eficientes y que operan en un mercado liberalizado (y lleno de minas por la propia política oficial de la Secretaria General de Energía, lo que en defintiiva las deteriora en su valor), en manos de empresas públicas y monopolios, con ratios de eficiencia menores y con tesorería formada a base de proteccionismo. Todo ello, en ocasiones con la aquiesciencia del Ejecutivo, con posicionamientos que impidieron operaciones entre empresas españolas (recordemos los casos de Gas Natural e Iberdrola, y la operación de Endesa e Iberdrola, durante la administración del Partido Popular) o por mera indolencia. El gobierno tiene un aprieto porque no hay plan B para sustituir a Iberdrola en la españolidad energética ganada con su propio proyecto empresarial, tras la entrega de Endesa.

Por eso, el Gobierno una vez terminadas las elecciones y con la mayor rapidez tiene que expresar(se) en lo que se refiere a esta operación en ciernes. Debe llevar la iniciativa, antes de que suceda lo que en el caso de Endesa, que todo el mundo supo como comenzó y nadie sabía como iba a terminar. Debe tener un pronunciamiento expreso, más allá de insinuaciones sobre la titularidad pública de EDF (Zapatero, ayer, lo que ya es un avance, eso sí) y del Solbes, como Ministro de Economía, durante toda la campaña. En primer lugar, porque pueden estar ya actuando esos operadores financieros, con sus ordenadores y pantallas, consolidando posiciones de cara a la batalla final. Por ello, no se puede esperar al calendario para la nueva configuración del Gobierno, y también para evitar otra situación tormentosa y de deriva como la que asistimos en el caso de Endesa, nada edificante para nuestra Administración, con costes muy severos en términos de credibilidad interna y exterior.

Por ello, el Gobierno en funciones debe mover ficha, cada minuto cuenta, con visión estratégica de sector, con visión de estado, antes de que pierda la jugada, el control de la situación y traslade su posición en torno a su posición en torno defenestrar la primera eléctrica que nos queda con relevancia internacional.

Para gobernar mejor.

Hoy empieza todo

Una lectura incorrecta de los resultados de las elecciones de ayer es que no ha cambiado nada dado que la diferencia en número de escaños es la misma. Nada es igual, ni será igual, que hace cuatro años, y todos los grupos parlamentarios resultantes deberían leer en alguna medida las señales de cambio que van quedándose como reguero. Sobre todo para que no encontrarse al final de la legislatura con una situación casi agónica para los dos partidos, tal y como se ha ido desarrollando la campaña electoral.

Por ejemplo, en el ámbito de la energía, la situación no es semejante a la de hace cuatro años. Tenemos en ciernes una posible operación de EDF y ACS con Iberdrola, sobre la que el gobierno entrante, probablemente no puede esperar y debe empezar a actuar desde hoy mismo. No puede esperar siquiera al proceso de constitución del Parlamento y formación del nuevo gobierno. El mismo Presidente del Gobierno anticipaba una posible acción de EDF con mucha prontitud en la entrevista que realizaba al diario El País. El problema es que hace cuatro años, había otra empresa energética importante de titularidad española, en este caso Endesa. Hoy ya no, en el caso de que cambiase la titularidad de Iberdrola según lo anunciado ya no quedaría una empresa energética española internacional competitiva en el entorno de las principales mundiales y europeas. El escenario las fichas han cambiado.

También hay que decir que hay otro escenario económico: una desaceleración económica a nivel internacional que, en la escala local, pone el acento en el bajo componente gestor y en la ausencia de medidas económicas de la primera legislatura de Rodríguez Zapatero. Esperemos que dentro de la alusión a la corrección de errores de estos últimos cuatro años se encuentre precisamente la componente gestora y económica fue muy débil fruto de una coyuntura de bonanza económica que actuó como una adormidera. Hay que saber gobernar en tiempos que exigen fajarse en serio. (y eso no supone sólo preparar baterías de subsidios: supone reformar). Del mismo modo, esperamos que se sepa leer los errores gestores, estratégicos y políticos en el sector energético, para que se aborden con mayor frescura.

De las elecciones sale Pedro Solbes en el área económica con mayor respaldo para afrontar esta nueva legislatura: es una noticia positiva. Sobre todo porque Zapatero ha tenido también que abandonar para ganar estas elecciones la alquimia de las medidas macroeconómicas mágicas y ha tenido que acudir al oficio de los ‘popes’ del partido. Y, eso lo debe aprender, pese a su capacidad para dar esquinazo siempre que consigue algo. Por ello, y aunque, como es lógico, debe cumplir la promesa electoral de los 400 euros para todos los contribuyentes, ¿dónde se ha quedado esta propuesta del asesor económico del Presidente al final de la campaña?. Lo que ha sido decisivo, desde el primer debate Solbes y Pizarro, es la confianza, la seguridad y la experiencia de Solbes frente a los experimentos. Ahora hay que hacerlo realidad.

Ese respaldo que obtiene Solbes debe implicar mayor coordinación a todos los niveles con la política del gobierno y del resto de departamentos ministeriales y sus sucursales. Esperemos también que sepa administrar este crédito político para evitar el marasmo de estos cuatro años. Es preciso, por lo visto en el sector energético, que se recobre la ‘centralidad’ de la Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos Económicos, evitando actuaciones como la del actual Secretario General de Energía. Y, también por lo que ha afectado en el ámbito corporativo, reajustar la posición de la Oficina como sacristía de operaciones empresariales y suplantadora de las funciones que debe residier en el Gabinete en sus departamentos correspondientes.

En el ámbito energético, en concreto, muchos problemas de fondo: el déficit tarifario galopante, el deterioro debido a las medidas regulatorias del mercado eléctrico, la articulación de unos órganos reguladores independientes y respetados, la promoción el papel de Red Eléctrica de España como juez y parte y regulador en la sombra, la conformación de la política exterior energética solvente, la definición de una prospectiva futura energética creíble, restaurar principios básicos de estabilidad jurídica y regulatoria, unos precios del petróleo por las nubes, la política medioambiental de la energía del ‘cumplo y miento’, el señalamiento a nivel internacional en los mercados financieros del riesgo regulatorio español y la fuerte judicialización a la que se ha llegado en el sector que fruto de esta política de tierra quemada. Se necesita, por ello, capacidad y experiencia, seriedad y coordinación en la energía con las áreas económicas del gobierno, para abordar un futuro que no es sencillo y, probablemente, el incendiario no puede ser (o no debería ser) el bombero.

Nada es igual que hace cuatro años. Ni siquiera la mayoría parlamentaria aunque tenga dieciséis escaños de diferencia con el principal partido de la oposición es semejante. Hoy empieza todo, otra vez y, esperemos, que todos, hayan entendido el mensaje y que la reflexión vaya en serio.