Vade retro

Vade retro. El domingo pasado, el diario El País, recogía un artículo de Jesús Mota (Un exceso de más de 2.500 millones) que despachaba lo que se puede calificar de programa electoral oculto de los sectores más intervencionistas y nostálgicos apostados en las inmediaciones del Ministerio de Industria. Un completo ‘Plan Ponds en 7 días’ para acabar con el déficit tarifario y hacerlo fácil (vía contabilidad creativa, de forma que nadie se entere de lo que ha pasado en términos de elevación de costes de la energía en toda Europa, y, en paralelo, se avance en la inseguridad jurídica y la incertidumbre regulatoria del sector energético. Críticar la idoneidad de los CTC’s y (pero resucitarlos por la vía de su post-liquidación a las eléctricas, tras su extición completa en el BOE), identificar nuevas fuentes para reducir los ingresos de las empresas eléctricas como la detracción (extracción como recoge el propio artículo) de los derechos de emisión gratuitos (aquí y en toda la Unión Europea), ridiculizar el mercado eléctrico (uno de los más abiertos del entorno europeo con un comportamiento completamente homologable, con un análisis serio y relacionado con la demanda y la evolución de las materias primas), decidir que las centrales nucleares están amortizadas (¿no se está hablando de alargar su vida útil? o es que alguien no ha entendido nada) o elucubrar sobre la creación de impuestos extraordinarios a las tecnologías como la hidráulica que permiten contener los precios del mercado eléctrico. Lo que hay que preguntarse es por la capacidad de influencia del intervencionismo hard core en esta nueva Administración de cara a la inquitentante listas de propuestas de este plan y su tridente. Vade retro.

Comienza la era Sebastián. La transformación del Ministerio de Industria ha comenzado con el desembarco de los hombres de Miguel Sebastián en plan trolebus al frente de este departamento ministerial. David Taguas, Carlos Ocaña Orbis, Blázquez, el propio Pedro Marín. Primera lectura: un exhibición de poderío indisimulada hasta el momento y un cuestionamiento sobre como va sobrevivir ese nivelazo (acostumbrado al salvoconducto de la Oficina Económica del Presidente), en su constriñimiento de los asuntos del ramo. El mito se alimenta. Segunda lectura. Algo que tiene visiblemente molesto al sector catalanista, proveniente de las dos adminsitaciones anteriores de Montilla y Clos, fuertemente descontento con los Ministerios recogidos en el reparto de carteras: Defensa y Trabajo. Incluso imaginan un desagravio a Ignasi Nieto, quien podría entrar en la órbita de Red Eléctrica de España y así alimentar más el mito.

Pedro Marín sufre su primer asedio ante los medios a cuenta de la energía nuclear. El nuevo Secretario General de Energía sufrió la primera embestida de los medios de comunicación, preguntado por la energía nuclear en medio del oportuno asunto del escape de las partículas radiactivas de la central de Ascó. Marín, afirmó que todavía no estar preparados para hacer declaraciones sobre este tema y señaló que este incidente ‘no tiene que perjudicar el desarrollo de la energía nuclear en España’. Lo que si parece claro es que el sector energético tiene bastantes patatas calientes y que no será una legislatura tranquila, más bien anticipa una fuerte incomodidad para los nuevos responsables energéticos ante los retos y problemas heredados

La CNE sustituye a Angel Sáez Carrasco (ex McKinsey) con celeridad. Tal y como ya anticipamos era un proceso que iba a ser rápido En poco más de dos semanas, la CNE ha sustitudo al Subdirector de Documentación, Formación y Publicaciones que recientemente acaba de abandonar la Comisión Nacional de Energía. El jueves se santificó en el Consejo. En medio de este ‘proceso de selección’ incluso ha tenido lugar el vaje a México de la amplía expedición del regulador español (inclusive del responsable de la Dirección de Relaciones Externas, Rafael Durbán). Todo un récord. Para que luego digan que el organismo no es ágil en sus decisiones.

El crudo suaviza su tendencia alcista

La tendencia al alza de los precios del crudo se atemperó al final de la semana en los mercados de Londres y Nueva York, tras un repunte del dólar frente al euro que contribuyó a suavizar el coste del barril.

La recuperación de la moneda estadounidense, que comenzó el martes a ganar fuerza frente a otras monedas, encarece la inversión en materias primas que, como el crudo se negocian con el «billete verde» y, a su vez, fomenta el ánimo de retirada de beneficios de los inversores.

También ayudó a detener el aumento de los precios el dato sobre reservas de petróleo, facilitado el miércoles por el Departamento de Energía de EEUU, que anunció que los inventarios aumentaron en 2,4 millones de barriles la semana pasada y se situaron en 316,1 millones.
Con ese aumento del 0,8 por ciento, las reservas de crudo se encuentran dentro de la media para esta época del año. Los expertos habían pronosticado un aumento de solo dos millones de barriles.

Sin embargo, los mercados seguían también atentos a los posibles efectos de la huelga prevista en una refinería de Escocia, que podría obligar a cerrar el oleoducto Fortis, de la petrolera Shell, y por la que fluyen cada día unos 700.000 barriles de petróleo.

Pero la noticia más desalentadora fue la confirmación de que la Organización de Países Productores de Petróelo (OPEP) no aumentará su producción, pese a la reiterada petición de los estados consumidores para que abra más los grifos. Ese parecer, que había sido ya manifestado por varios de los socios del cartel petrolero, fue ratificado el lunes por Rafael Ramírez, ministro del ramo de Venezuela.

Desde Roma, donde se celebró el XI Foro Internacional de la Energía, Ramírez negó que sea necesario elevar el ritmo de producción ni tomar ninguna decisión antes de la próxima asamblea ministerial de la OPEP, prevista para septiembre.

Desde el grupo con sede en Viena, se considera que los altos precios del crudo no tienen nada que ver con problemas de abastecimientos y responsabiliza, entre otros factores, a la especulación por la actual situación del mercado. Así las cosas, la semana comenzó registrando nuevos récords, como los 114,86 dólares de máximo que registró el lunes el barril Brent, de referencia en Europa, en el International Exchange Futures de Londres.

Las tendencia alcista se mantuvo, y el jueves hubo cotizaciones puntuales de 116,75 dólares, pero comenzó a suavizarse al final de la semana, que cerró con un precio de 116,34 dólares por barril, dos dólares menos que en la sesión anterior.

Por su parte, el Petróleo Intermedio de Texas (WTI), referente en EEUU, tocó el martes un techo histórico de 119,37 dólares por barril, para empezar desde ahí un descenso en las cotizaciones y cerrar el viernes a 118,52 dólares por barril, 2,46 dólares más que el jueves, frente a los 116,69 dólares del viernes de la semana pasada.

Paralelamente, el barril de la OPEP, que se calcula en función de 13 tipos distintos de crudo (uno por país miembro), detuvo el jueves su escalada tras haber acumulado ocho récords consecutivos, y se cotizó a 110,63 dólares por barril.

Repsol se hace más atractiva en los mercados

REPSOL es el valor que mayor número de recomendaciones positivas acapara dentro del mercado nacional por parte de los analistas. El hecho del hallazgo en Brasil de una bolsa importante de petróleo, en el marco de un consorcio empresarial que explote este campo, puede dar nuevos brios a la compañía. Por otra parte, el aumento de los precios del crudo, también se refleja en el comportamiento de las petroleras y en el caso de Repsol, resulta que dentro del IBEX 35, Repsol es el título que más gana con estas subidas, pese a estar centrada en actividades downstream principalmente.

Por otra parte, otro indicador es el aumento de participación del fondo Fidelity, que ha elevado hasta el 1,07% su presencia en el capital de la petrolera hispano argentina, según consta en la CNMV. Fidelity se hizo antes del 16 de abril con 1,13 millones de títulos por unos 29 millones de euros a los precios de mercado.

Plan Estragético y aumento de reservas

En lo que se refiere a su plan estratégico, Repsol prevé invertir 32.800 millones de euros entre 2008 y 2012, y multiplicará su beneficio neto en el periodo. El beneficio bruto de explotación (Ebitda) se multiplicará por 1,8, y el beneficio operativo será 2,1 veces superior. Junto a esto, la petrolera elevará un 40% el dividendo registrado en 2006, hasta un euro por acción. De las inversiones, 17.500 millones irán destinados a las actividades actuales, 14.100 millones a proyectos clave de crecimiento y 1.200 millones a futuros proyectos. Por áreas, la de exploración y producción atraerá un tercio de las inversiones, 10.300 millones, que incluirán el negocio de gas natural licuado. El negocio de refino y marketing recibirá otro tercio (10.500 millones), y la actividad corporativa 500 millones. Además, de estas áreas estratégicas, el grupo destinará otros 7.800 millones a YPF y 3.700 millones a Gas Natural, en la que controla un 31%.

Otro de los objetivos consiste en mejorar el nivel de reservas de la compañía. En total, en los próximos cinco años la petrolera habrá añadido 400 millones de barriles a sus reservas. Para ello, destinará 575 millones a gastos de exploración, optimizará en un tercio el almacenamiento de estos recursos y reducirá los riesgos geológicos de sus estudios de yacimientos. Por otro lado, Repsol hará desinversiones en activos de bajo rendimiento y confiará parte de su crecimiento a su participación en sociedades conjuntas”.

Proyectos rentables

Repsol ha marcado tres áreas greográficas y diez proyectos clave hasta 2012. El 70% de la inversión irá dedicada a estas tres regiones, que son las del Norte de Africa, el Norte de Iberoamérica y las aguas profundas de Brasil y el Golfo de México. La tasa de rentabilidad de los diez proyectos clave del grupo alcanzará en 2012 el 15%. Seis de los grandes proyectos corresponden a a actividad de exploración y producción.

– Brasil: Carioca que atraerá 500 millones, comenzará en 2012 y consiste en una ‘joint venture’ en la que Repsol participa con un 25% junto con Petrobras y Group. En tres meses se podrían conocer el tamaño de este yacimiento, que podría estar entre los tres mayores del mundo. El director de la Agencia Nacional de Petróleo, Haroldo Lima, calculó que podría tener hasta 33.000 millones de barriles equivalentes de petróleo y gas natural.

– México: En el Golfo de México Repsol trabaja en el proyecto de Shenzi y Ghengis Khan, al que dedicará 700 millones y al que atribuye unas reservas de hasta 190 millones de barriles.

– Libia, dedicará 100 millones al desarrollo de los bloques de exploración adjudicados en el país. Esta actividad, en la que la compañía participa en sociedades conjuntas, entrará en fase de producción en 2008.

– Reggane, en Argelia, en el que la compañía espera obtener una producción de 9.400 millones de barriles o equivalentes de gas, además de añadir hasta 145 millones de barriles a sus reservas. La petrolera invertirá 450 millones y dispone de un 33,7% en este proyecto, frente al 25% Sonatrach, el 22,5% de RWE y el 18,7% de Edison.

– Perú: Bloque 39, al que se dedicarán 350 millones y que comenzará a funcionar a finales de 2011. Por último, dedicará 575 millones a un sexto proyecto conjunto de exploración a nivel internacional.

– Perú, Canadá y el gas licuado. En cuanto a gas natural licuado (GNL), la compañía dedicará 400 millones a su planta de Perú y otros 300 millones a otro proyecto, el de la planta de Canaport, situada en Canadá.

– Los tres últimos proyectos corresponden a la actividad de refino y marketing y se desarrollarán en la Península Ibérica. El primero consiste en el aumento de la capacidad de refino en la planta de Bilbao, al que dedicará 700 millones.

Recomendaciones y análisis

– Merrill Lynch recomienda comprar tras fijar su precio objetivo en 30 euros por acción, e incluye a Repsol YPF en su lista de valores del sector petrolero. También ve probable que se produzca la venta de una parte de su filial argentina YPF, añadiendo que el grupo también estaría considerando desprenderse de su paquete del 30,8% en Gas Natural, lo que le permitirá concentrarse en su negocio estratégico de downstream en la Península Ibérica y de exploración y producción internacional.

– HSBC eleva su recomendación desde infraponderar hasta sobreponderar, con un precio objetivo de 25 euros por acción.

– Dresdner Kleinwort ha elevado su recomendación desde mantener a comprar.

– Deutsche Bank ha mejorado su recomendación de vender a mantener por motivos de valoración, con un precio objetivo actual de 22 euros. El banco mantiene sus previsiones sin cambios para 2008 y 2009.

– Lehman Brothers ha mejorado su consejo sobre Repsol YPF de igual ponderación a sobreponderar, tras el efecto en bolsa de la entrada de Sacyr Vallerhomoso (una bajada del 35%). Fija un precio objetivo de 27,50 a 26,50 euros con motivo de los menores precios del gas natural.

– Cheuvreux aumenta su recomendación a la petrolera desde infraponderar a sobreponderar

– Goldman Sachs eleva su consejo sobre las acciones de Repsol a comprar ante las perspectivas de salida a bolsa de una participación del 20% de la argentina YPF o incluso la venta de su participación en Gas Natural SDG. Fija además su precio objetivo en 27 euros por acción e incluye el valor en su lista de favoritos.

– UBS mejora su recomendación para las acciones de la petrolera desde “neutral” a “comprar” con un precio objetivo de 27,5 euros y destaca la orietnación de negocio del plan estratégico hacia el downstream (refino y marketing).

A vueltas con la energía nuclear

Un fenómeno que hay que seguir con atención es la vuelta a la esfera pública tras las elecciones de la cuestión relativa a la energía nuclear. Sobre todo, una vez pasado el tiempo de los discursos y las soflamas, llega el tiempo de gestionar y abordar el escenario energético presente y futuro. La campaña electoral, sirvió para hacer un gesto antinuclear al PSOE (afirmó en el programa electoral, que no se prolongaría la vida de las centrales y que irían cerrando conforme se extiguiera su vida útil: blanco y en botella), a tratar de hacer traslucida la posición del Partido Popular. Después del 9M llegó el tiempo de hacer declaraciones ambiguas. El Presidente del Gobierno en el transcurso de su sesión de investidura afirmó que se propone que la economía española «se aleje progresivamente del carbono» y «de la energía dependiente del petróleo», aunque «no se acerque a la nuclear».

Por ello, hay que tener en cuenta lo que se denomina calendario político en esta ejecutoria. Difícilmente un gobierno puede abordar cuestiones de envergadura en la fase final de su legislatura, por lo tanto hay que correr y establecer prioridades y actuaciones en el primer tercio. Ese es el caso de la energía nuclear, o de las tarifas eléctricas que seguramente todavía va a dar lugar ríos de tinta (tinta china, incluso) en este primer comienzo de legislatura.

La cuestión de la energía nuclear tiene ese cariz. Y, es peculiar, como cada vez que se abre el debate (o se aprecia la necesidad de abrir el debate), comienzan a aparecer incidentes (presentes o retrasados) que cobran fuerza, informaciones espurias de existencia de particulas radiactivas (que nunca superan los límites legales, pero se difunden con fruición) o maletines con material radiactivo que se pierden (¿se acuerdan de él?), cuestiones que impiden un enfoque “sano” de la situación.

En tiempos del Ministro Montilla, se creó una mesa de estudio, cuyos resultados sobre fueron escamoteados en medio de la vorágine regulatoria, el cambio de ministro por elevación a la Generalitat y las operaciones corporativas en el sector energético. Por otra parte, uno de los documentos en los que estaba trabajando el Ministerio de Industria a final de la anterior legislatura, era la Prospectiva 2030 (trabajo concienzudamente retirado de la circulación inmediatamente a las elecciones, porque lógicamente, tendría que reabrir, el problema político de la cuadratura del círculo:conseguir una energía diversificada, poco contaminante, para una demanda creciente, que fuera barata (evitar trasladar las tarifas a los ciudadanos, el aumento de las renovables y la reducción de la dependencia energética exterior. Todo ello volvería a apuntar nuevamente a la energía nuclear, como elemento a tener en cuenta en el mix de generación futuro, aunque no se sepa como. Parece, por tanto, que siempre que aparece un momento razonable para abordar esta cuestión, empiezan misteriosamente a aflorar los sucedidos para abortar este debate, sobre todo porque los términos de estos debates son bastante maníqueos: un todo o nada, poco justificable.

Del mismo modo, cobran cada vez más fuerzas las posiciones que abogan por reabrir el debate nuclear. Desde la Comision Europea, los organismos internacionales. Hoy Gerardo Díaz Ferrán, presidente de la CEOE es quien vuelve a poner el tema encima de la mesa (con anterioridad yo lo habían puesto encima de la mesa, las Cámars de Comercio). Por otra parte, recientemente, ha sido nombrada la nueva presidenta del Foro Nuclear, Teresa Domínguez que sustituye a Eduardo González al frente de esta asociación que integra a a las instalaciones nucleares y la nueva presidenta, debe reconocer estas corrientes para participar en la apertura del debate sobre esta energía.

Por otra parte, la posición en las ‘familias del Partido Socialista no es homogenea’ y de la rocosa expresión explicita en el programa electoral parece que está sumido en un cierto debate que no se sabe si es de ideas o de personas. Por ejemplo, las ultimas declaraciones de Felipe González (bajo su mandato se firmó la denominada moratoria nuclear) piedra de toque, decir que no se puede ser anti nuclear y comprar nuclear de Francia. Es una obviedad, además de un fariseismo. Pero una obviedad que circula de boca en boca y que pasa a ser pronunciada por un Ex Presidente del Gobierno del prestigio de Felipe González, actual Presidente del Comité de Expertos para la Renovación de la UE. Por otra parte, la salida del gobierno de Cristina Narbona, una de las personas más influyentes del entorno del presidente y con una posición más contraria a esta tecnología, parece que ha despertado las alarmas en el lobby antinuclear.

Son tiempos de debate nuclear y de que se propicie desde las instancias públicas una apertura del debate sobre la energía nuclear, sin apriorismos, sin terrores y sin dogmáticos.

Las familias ideológicas de la energía esperan a Miguel Sebastián

La llegada de Miguel Sebastián al organismo ha sido recibida por el sector por un llamamiento a la ‘valentía’ para afrontar la extenuación regulatoria y tarifaria actual y el papel de árbitro en la sombra del funcionamiento del sector eléctrico que ha cobrado Red Eléctrica de España, ante la carencia de ‘institucionalismo eficiente’ en el sector. Un verdadero abrazo del oso.

Sebastián se encuentra también con una confrontación ideológica en torno al sector eléctrico. Confrontación que en otros sectores como el del gas y el petróleo han sido superadas ya hace tiempo. En términos maniqueos esta confrontación se puede clasificar en partidarios del mercado y detractores. Esos serían sus dos frentes principales. En cualquier país occidental avanzado y con el grado de liberalización que llevamos ya recorrido, esto sería una clasificación pintoresca, pero hay que reconocer que haberla ‘hayla’.

Confrontación en la que podemos definir tres familias por sus propias afinidades intelectuales. Una primera, con un perfil fuertemente intervencionista y de gran resonancia a través de Red Eléctrica de España. Se trata de una minoría creativa, partidaria del ‘intervencionismo hard-core’, que aún mide la cuota de mercado como en el año 1997 y que alienta una posición antagónica frente a las empresas de las actividades de regulación. Intervencionismo que se ha venido plasmando en los propios cambios que se introdujeron en la Ley 17/2007 que reformaba el sector eléctrico o en pretensiones de volver a un marco de precios basado en costes de generación autodeclarados y crecientes (una reverberación del antiguo Marco Legal Estable).

La segunda, a la que se le podría calificar de la línea planificadora, cuyas metodologías se basan en la utilización de métodos matemáticos y de optimización, para determinar dónde se desarrollan las nuevas centrales de generación, cuáles son los métodos más eficientes para el trazado de las redes y ubicación de los activos, etc… Sus mayores detractores, señalan que estos mecanismos tienen difícil su adaptación a la realidad, evolución de la oferta y la demanda, y más en el caso de un país como el nuestro con crecimiento económico muy elevado con respecto a la Unión Europea, lo que trastorna los principios de estabilidad y de predicción que precisan estos métodos. Adicionalmente, la necesidad de gestionar las posiciones contrarias ciudadanas al desarrollo de las infraestructuras energéticas y, tercera, su carencia de visión de mercado y de funcionamiento se traduce en la fijación de cuotas de mercado, más que en el análisis de los comportamientos competitivos.

La tercera, son los partidarios de avanzar en el desarrollo del mercado, que además han denunciado la involución de la primera liberalización realizada, con sus primeras y vigorosas acciones de zapa. Si no fuera por la ocupación que han realizado los sectores más intervencionistas y el programa de liberalización que establece la Unión Europea, parecería que sería razonable que este fuera “el modelo”, pero la actuación regulatoria de la última legislatura ha estado fuertemente contestada en este ámbito, por lo que algunos denominan fuertes veleidades y otros, directamente involución..

En todo caso, los datos confrontan que el desarrollo del mercado eléctrico en nuestro país ha conseguido unas capacidad de inversión mucho mayor a las actividades liberalizadas que a las actividades sujetas al yugo de la planificación, que han tenido tres problemas principales: la primera una planificación insuficiente. La segunda es tratar de ser una planificación unilateral. Y, la tercera, por conformación de los hechos es que una planificación que no se cumple, para eso es planificación.

Luego hay variaciones y mixturas que integran planificadores e intervencionistas y también liberales de mercado e intervencionistas (los que creen en el mercado pero procuran participar activamente en el control de las empresas o en las operaciones corporativas). Un día jugaremos a rellenar la lista de nombres de cada familia ideológica y sus especies. Lo importante es como Miguel Sebastián y Pedro Marín navegan entre ellas, cuál es su modelo y si volvemos a la ortodoxia de mercado, a la estabilidad regulatoria y a creer en la inversión de los agentes privados en un contexto de avance hacia la liberalización. Por el bien de todos.

El precio del crudo marca nuevos máximos por temor a un recorte en el abastecimiento

Los precios del petróleo mantuvieron esta semana su tendencia alcista, superando cotas de 114 y 116 dólares por barril en los mercados de Londres y Nueva York, ante los temores a un recorte en el abastecimiento por problemas logísticos y de seguridad en distintas zonas de extracción y distribución.

La noticia de los ataques a un oleoducto de la petrolera Shell en Nigeria avivó los temores a una reducción del suministro de crudo, sobre todo porque el petróleo que se extrae en el Delta del Níger tiene bajo contenido de azufre y lo hace muy apreciado por las refinerías. Además, el cierre de algunos puertos en México por el temporal, problemas en un sistema de trasvase de crudo en EEUU, el anuncio de huelga en una refinería del Mar del Norte y signos de que merma la producción en Rusia, avivaron la inquietud de los operadores.

Este miedo al recorte de suministros se une a la debilidad de la moneda estadounidense ante el euro y otras divisas, pese a que el billete verde recuperó algo de terreno en el mercado bursátil neoyorquino, donde por 1 euro se pagaban 1,5809 dólares.

Aparte de estas causas, el secretario general de la OPEP, el libio Abdalá Salem El-Badri, se refirió a la especulación financiera como el «principal factor» detrás de la actual volatilidad y escalada de los precios del «oro negro». En declaraciones, El-Badri reclamó medidas de control contra la especulación y se refirió a la creciente participación de los fondos de cobertura («hedge funds») y de los bancos de inversiones, en los mercados del crudo.

La semana estuvo marcada por la ruptura de las cotas históricas en los precios del «oro negro»

El Petróleo Intermedio de Texas (WTI), de referencia en EEUU, llegó a registrar un máximo de 116,82 dólares por barril en la Bolsa Mercantil de Nueva York, aunque finalmente cerró a 116,69 dólares, con lo que se estableció un nuevo récord. Esta nueva cotización supone un encarecimiento de 6,55 dólares, o un 6 por ciento, respecto a los niveles del pasado viernes.

Ya el jueves, el precio del barril WTI rompió por primera vez la barrera de los 115 dólares, en el comercio electrónico previo a la apertura del mercado neoyorquino, mientras que el día anterior el valor de cierre fue de 114,93 dólares, también un récord de cotización.

Respecto al crudo Brent, referente para Europa,la jornada en el Intercontinental Exchange de Londres cerró con un precio de 113,92 dólares/barril, fijando un nuevo máximo durante una sesión muy volátil y en la que la fluctuación fue desde los 110,62 dólares por barril de mínima hasta el máximo intradía de 114,22. Con el precio de cierre, el barril de Brent subía 5,17 dólares respecto a las cifras del pasado viernes.

También el crudo de OPEP, una mezcla de trece calidades de crudo -una por cada país miembro-, participó en esta carrera alcista y batió el jueves el récord de 107,63 dólares/barril, aumentando así su valor el 3,7 por ciento en siete días.

Esta escalada en la cotización del crudo se contagió a los combustibles, con la gasolina y el gasóleo que se negociaron también a precios récord

Los contratos de gasolina para mayo finalizaron a un precio máximo histórico de 2,9893 dólares el galón (3,78 litros), después de añadir tres centavos y tocar durante la sesión de ayer un máximo de 2,9934 dólares.

El gasóleo de calefacción para mayo terminó la semana a 3,2923 dólares/galón, tras añadir casi tres centavos al precio del jueves.

Los contratos de gas natural para ese mismo mes se encarecieron 20 centavos y concluyeron a 10,58 dólares por mil pies cúbicos.

Cada día tiene su afán

Parece que el afán ha estado detrás de la designación de Sebastián al frente de la cartera de Industria. Como los grandes trascendentalistas y religiosos hablaban de afán para hablar de los objetivos del hombre, una predestinación así ha estado detrás de este nombramiento. Por eso, tras los primeros momentos de estupor y de ese proceso vertiginoso de nombramiento de los ministros, juramento/promesa de su cargo, elección de equipo, entre otras liturgias, ahora se van conociendo más detalles, sobre el alcance de la designación personal de Miguel Sebastián y de las circunstancias que lo rodearon.

Parece confirmarse que se trata de una decisión personal, directa del propio Presidente y que, por el propio decurso de los acontecimientos, parece miliméticamente preparada desde el mismo momento en que comenzó el proceso de quinielas para la conformación del gobierno. Por eso, toda la parafernalia de orquestar una ceremonia interesada de las filtraciones que se venían produciendo en torno a otros nombres, entre ellos el del propio David Vegara, hombre muy cercano al Vicepresidente Solbes. Varios globos sondas que atribuían la cartera de Ciencia e Innovación al ex Director de la Oficina Económica del Presidente, son considerados a la vista de los hechos posteriores como un ejercicio consciente de despiste, desvelado en el ultimo momento, toda vez que también esta nueva cartera ha ido ido a parar a personas de su círculo.

También se ha podido saber que, en Economía de esta designación no tenía noticia alguna, lo que fue una sorpresa que corrió como la pólvora. Todo apunta a una estrategia dirigida desde el centro de mando para obtener el objetivo prioritario que era el conseguir a toda costa el acomodo de Sebastián en el puesto de Ministro, sin que ninguna operación pudiera ‘quemar’ al candidato. Había dos cosas que no encajaban en la versión ‘naif’ que era colocar a Miguel Sebastián al frente de un Ministerio de Innovación: la primera, el reducido ámbito competencial que recibiría el nuevo y flamante Ministro. La segunda, el ejercicio de cobertura y defensa a ultranza que había realizado el propio presidente desde el fracaso de Madrid, era desmedido para un resultado tan modesto. En suma, una ingenuidad.

Por otra parte, Sebastián no goza de buena reputación dentro del propio partido y en la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE, en la medida que ha sido responsable de varios momentos difíciles de explicar al partido. Desde la campaña electoral y el resultado en el Ayuntamiento de Madrid, hasta el comportamiento conocido en las operaciones corporativas en su etapa en Moncloa, habían hecho mucho daño en su relación con el Ferraz. Eso y el hecho de provenir directamente desde la cúpula, el hecho de ser designado, impuesto, es algo que siempre provoca recelos importantes (que se lo digan si no a Manuel Pizarro). Pero, también es cierto, que el Presidente relativiza la función del partido de forma instrumental en su ejecutoria desde que es inquilino en La Moncloa, y ahora más, una vez conseguida la reelección. También relativiza, el papel de Solbes en la campaña y en la economía, creador del ‘frame’ de la confianza.

Por su parte, las empresas, digieren cada una a su manera al nuevo inquilino. Un nerviosismo que se tradujo en palabras de elogio al nuevo Ministro (mal llamado ex Asesor económico del Presidente, porque nunca ha sido ex). Por su parte, Florentino Pérez no acude a su toma de posesión. Los responsables de las empresas energéticas están todos presentes. Nadie puede estar tranquilo en su fuero interno.

A Miguel Sebastián, todo el mundo le considera capaz de componer en torno a sus trazos, cualquier complejo trasiego en la composición de la estructura empresarial y financiera de nuestro país. Y, el riesgo que todos los medios apuntan es ése, que esa puede ser su mayor dedicación y afán (cada día es un afán). Y, parece que la propia conformación del Ministerio hará que sea el propio Sebastián el que se implique más en los asuntos relacionados con las empresas de los sectores que son objeto de este Ministerio, pongámonos en el caso de la energía.

Lo que está visto es que Zapatero se ha desligado completamente de ataduras y del partido, una vez ‘utilizado instrumentalmente’ para un nuevo tipo de cesarismo en la Moncloa (y ya van tres, en formatos diferentes)’ e ‘inutilizado operativamente como partido’, al ser definido como una máquina de ganar elecciones y organizar mitines. A este presidente fuertemente táctico, ya se le llama en la prensa en su segunda legislatura, el Zapatero afianzado, frente al antiguo «Bambi».

Cada Presidente tiene su afán. Cuidado con el gobierno de los afanes.

La rabiosa actualidad

La realidad informativa tritura con mucha facilidad los hechos de cada día. El nombramiento de Pedro Marín despeja una incógnita que razonablemente debía existir en la complejidad del sistema de nombramientos desatado a raíz del cambio de gobierno, aunque sea bajo la égida del mismo partido en el gobierno.

Con independencia de los temas de fondo y las discusiones ideológicas existentes hoy (que las hay) en la conformación del sector energético (y que iremos abordando con mayor profundidad la semana que viene), hay tres temas abiertos que conforman asuntos urgentes en la mesa del Secretario General de Energía saliente.

En primer lugar, la negociación con el sector fotovoltaico del nuevo decreto que desgaje del R.D.661/2007 el tratamiento regulatorio de esta energía y su retribución. Recordemos que la publicación de este Real Decreto (sustituto del añorado R.D. 434/2004), no hizo sino destapar con muy poco de tiempo desde su promulgación su provisionalidad regulatoria. Un mecanismo retributivo que ha desatado una cierta fiebre en este sector, combinada con la desaceleración del ladrillo, ha devenido en una transferencia de recursos de unos sectores a otros. En conjunto, la imprevisión y la ausencia de memorias económicas han provocado una situación insólita de indefinición regulatoria . Las negociaciones, como todos los procesos negociadores seguidos en este último año, habían pasado por fases de tirón y por fases de retroceso, con aplazamientos y reuniones más relacionados con el calendario político (incluido elecciones) que con la sucesión de pasos en un proceso de negociación saludable. El hecho es que septiembre está ahí (finaliza el período ampliado de incorporación al marco retributivo inicial) y parece que por debajo estaba el objetivo de ganar tiempo incluyendo un período de vacío entre septiembre y diciembre de 2008.

En segundo lugar, la normativa sobre biocombustibles que también quedó aparcada tras el informe de la Comisión Nacional de Energía y que resultó muy crítico con las pretensiones de la SGE. La regulación de los biocombustibles que había propuesto el Ministerio de Industria a través de la Secretaria General de Energía, marcaba objetivos obligatorios diferenciados para el bioetanol y biodiesel, y penalizaciones para los comercializadores más altas para el primer caso (bioetanol) que para el segundo (biodiesel), en el caso de incumplimiento en objetivos de comercialización. Con dos puntualizaciones, el parque de vehículos español es fundamentalmente diésel y segundo, la capacidad de refino en materia de gasolinas en nuestro país es excedentaria. Todos ellos, aspectos cuestionados por el regulador independiente en su dictamen (formulando una propuesta alternativa) y que no han sido despejados. Mientras han comenzado a arreciar los cuestionamientos sobre los biocombustibles en Europa tanto en el plano económico como medioambiental.

Finalmente, la primera transición a un esquema de tarifas liberalizado, el aplicable a las tarifas de alta tensión de las empresas se le presenta al nuevo equipo con toda su virulencia y urgencia (fundamentalmente originado por la falta de convicción seguida hasta el momento en determinar el ajuste tarifario a la realidad del coste de la energía). Si hoy, las tarifas que tuvieran las empresas fueran aditivas (es decir recogieran todos los costes generación, distribución, transporte), la transición al nuevo modelo sería fácil, limpia e incluso eficiente, porque a través de mecanismos competitivos se podría reducir su coste para los consumidores, en este caso empresas. Es decir, estarían preparados. Pero, como no lo son, (existe un dumping particular en el consumo energético y subvenciones entre distintos tipos de consumidores según las tarifas) y se ha tratado hasta el momento de postergar la aplicación de las tarifas liberalizadas, nos encontramos con la necesidad de articular un proceso de cambio rápido y que va a ser costoso, además de prefigurar una teórica amenaza de corte de suministro, tras un período transitorio. Del mismo modo, los propios agentes y cuanto más son presas de esta situación por su situación tarifaria, más sensibilizados están de las posibles consecuencias en el coste de su energía. Por ello, ya ha comenzado una guerra mediática basada en la generación de pánico sobre las consecuencias de la aplicación de las tarifas a las empresas y el impacto sobre la competitividad artificial obtenida de los costes irreales. Todo ello, se ha dejado pasar y estamos a dos meses vista de que comience la función.

Empezamos bien.

Miguel Sebastián ante su nueva responsabilidad

La esperada crisis o remodelación del gobierno, ha dejado una imagen clara, nítida, la de Miguel Sebastián nombrado ministro de Industria, Comercio y Turismo. Sólo ha tenido una pequeña erosión en los territorios que administraba su predecesor Joan Clos, el de la Innovación que, casualmente, va a ser gestionado por otro Ministerio, este de nueva creación, que dirigirá Cristina Garmendía, también directamente relacionada con el propio Miguel Sebastián.

Lo que está claro es que Miguel Sebastián irrumpe en el gobierno con mucho poder. Nombrado Ministro de Industria, Comercio y Turismo (uno de esos ministerios que tiene como principal rémora sus titulares y la carencia trágica de una política clara). Ha nombrado dos Ministras y ha aprovechado los “talentos” que tenía derivados de su relación directa y constante con el Presidente del Gobierno (en los periódicos del domingo se confirma que recibe más de tres llamadas diarias, tiene un teléfono dedicado a ello –eso, hasta el momento, sin ser Ministro, ni responsable de la Oficina Económica-. Sebastián no tiene un perfil gestor, es un hombre reconocido por sus nivel como economista, experto en macroeconomía, y sus relaciones en determinados ámbitos empresariales, presentes y pasadas, lo que acarrea fuertes suspicacias sobre sus formas.

También es cierto que su trayectoria pública no ha estado exenta de polémica hasta el momento. Por un lado, su salida de la Oficina Económica del Gobierno, estuvo precedida de que se traslucieran sus movimientos en la operación que dio lugar al cambio de propiedad de Endesa. Por otra parte, el primer intento fallido de ataque al BBVA, desde Sacyr Vallehermoso, ya dejó entrever su partipación como ‘mano invisible’ en las operaciones corporativas a las empresas españolas, quizá su aspecto más oscuro. Del mismo modo, su primera participación activa en la política como candidato al Ayuntamiento de Madrid, fue fallida, además de arrojar sobre su imagen pública nuevas sombras y dudas que certidumbres. Sólo una relación como la que mantiene con el Presidente (le defiende a capa y espada) justificaría una evolución tan sorprendente.

“Tengo ganas de trabajar en equipo con el resto de miembros del gobierno”, han sido sus primeras declaraciones. Algo que es positivo, en la medida que su paso por la Oficina (y post Oficina) ha estado marcado por acción solitaria y su capacidad de influencia directa sobre el Presidente. De hecho, la publicación por parte de varios medios de comunicación de su viaje a París, para entrevistarse con un colaborador de Sarkozy no es nada tranquilizador.

De todas formas, en estos momentos en los que comienza su andadura, sería razonable reconocer un voto de confianza, hacia el nuevo Ministro y su futura actividad. Sebastián seguramente ha reflexionado sobre su actividad pasada y debe haber adquirido la necesaria consciencia y responsabilidad institucional que supone el ejercicio del cargo público de este calibre. Este papel es, claramente, diferente y requiere otra forma de actuación. Por otra parte, que frente a posibles excesos, debe intervenir la Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos Económicos ejerciendo su papel y evitando varios de los bochornos de la anterior legislatura.

Por su parte, Zapatero, en la configuración de todo el gobierno (y en estas áreas económicas especialmente) ha dominado el ‘derrape’, reflejando que no tiene ataduras, ni con los nacionalistas, ni con el partido, ni con los responsables de mejorar su imagen de cara a su reelección y de remontar las encuestas. José Antonio Alonso fuera del Gobierno, Jesús Caldera, ex ministro de Trabajo, fuera del Gobierno, Miguel Sebastián, entra reforzado y Pedro Solbes, confinado en sus territorios de Vicepresidente del Gobierno y Ministro de Economía, pero envuelto en un cierto celofán basado en la prosodia oficialista que se difunde en las versiones complacientes de los medios más afines. Solbes, en todo caso, tiene que desprenderse de un perfil de ‘salvador beatífico’ de las trapisondas, ejercer y reafirmarse en su papel de coordinador de la acción económica y empresarial de todo el gobierno.

Esperemos que, ante una coyuntura en la que se requieren nuevos gestores, los recién nombrados y el propio presidente, adquieran la responsabilidad que el momento exige. Que Sebastián rompa la trayectoria que trae el Ministerio de Industria con sus responsables. Es el momento de la política y de la gestión. No de monopolys.

La energía merece una Secretaria de Estado

El nombramiento de Miguel Sebastián como Ministro de Industria, Comercio y Turismo y su toma de posesión ayer, acapararon la actualidad informativa del sector energético ayer. En ese sentido, el acto de traspaso de la cartera ministerial tuvo lugar concitando a los principales resposnables de las empresas energéticas españolas, como no podía ser menos.

Del mismo modo, ayer se conocían los primeros nombramientos de la nueva estructura del Ministerio, que contará con tres Secretarías de Estado, Telecomunicaciones, Turismo y Comercio. Al frente de la de Turismo, Joan Mesquida, hasta el momento, Director General de la Policía y la Guardía Civil, sobre el cuál ya se venía cocinando en medios informativos su salida del departamento que dirige Pérez Rubalcaba.

El hecho, es que el conocimiento de lo que será esta estructura vuelve a dejar la energía en el rango de Secretaria General, por debajo de lo que en la escala de la administración española sería una Secretaria de Estado. Probablemente esto es consecuencia de muchas cosas, desde equilibrios políticos a la propia actuación pretérita de la misma, pero no es menos cierto que la situación de nuestro país en materia de dependencia energética, los compromisos futuros del sector en materia de energías renovables, inversión en generación y redes, etc…, requerirían un mayor respaldo y capacidad política, que fuera coherente con el momento coyuntural y estructural del sector.

Además, la situación que hereda Miguel Sebastián requiere una fuerte dosis gestora, capacidad política de consenso, coordinación con las políticas económicas, adecuación al marco europeo en materia de mercados energéticos. Todo ello, en el escenario que supone una reestructuración del sector en ciernes, la acumulación (ya muy peligrosa) del déficit tarifario (y sus dificultades de financiación), el retraso en el proceso de liberalización de las tarifas (cuyo primer escollo son las tarifas empresariales de alta tensión) definen un perfil y un ‘status’, que por motivos de coyuntura y estructura debería tener mayor altura.

Por eso, resulta paradójico que la concurrencia en el trapaso de la cartera en el Ministerio de Industria proceda principalmente del sector energético (importante sector empresarial, primeros protagonistas), mientras que el papel del regulador principal se mantiene como secundario.

Continuará.