San Kilowatio

Si retrocedemos al pasado en la máquina del tiempo podemos encontrar esa época reciente en la que cada gremio tenía su patrón, un santo del santoral que tenía, a la vez, su festividad (su víspera y su octava). Pueden encontrar ejemplos de este tipo en San José (patrón de los carpinteros), san Isidro (patrón de los labradores y del municipio de Madrid), la Virgen del Socorro, patrona de los seguros o Santo Tomás de Aquino, relacionado con las profesiones que tienen que ver con la difusión del saber (el mundo académico). Entre las ocurrencias más inusuales o exóticas, cabe señalar que la patrona de los informáticos es Santa Tecla. Pues bien, creemos haber identificado que ayer fue la festividad de San Kilowatio.

En este sentido, si ayer hubieran efectuado una llamada a la Comisión Nacional de Energía para recoger el análisis de alcance referido a lo que se había conocido sobre la resolución del déficit tarifario, pudieron comprobar cómo no era día laborable en este organismo (entre cuyas funciones también está la gestión de determinados servicios y “ventanillas de atención”) y hubieran sido atendidos por sus servicios de seguridad. Al parecer, según pudimos saber con posterioridad, se trata de un acuerdo del convenio de este organismo, al que también se sumaron directivos y consejeros, es decir, todos aquellos a los que no afectan las condiciones laborales pactadas. Que no son de Convenio, como se dice en lenguaje sindical.

Y la pregunta es, por tanto: en los tiempos de la conciliación de la vida personal y laboral, ¿no hay mecanismos flexibles, más eficaces y eficientes para garantizar el cumplimiento de una jornada anual pactada, que echa el cierre a un organismo oficial un día en que el país entero está funcionando?

Si además, unimos este “sucedido” recién ocurrido, anacrónico incluso desde la perspectiva de la negociación colectiva de cualquier empresa (¿se imaginan Vds. una empresa que no preste servicios un día y cierre al público?), con el déficit tarifario de cuerpo presente, encontramos cómo los calendarios del Consejo de Administración se ciñen al almanaque de los festivos de las Comunidades Autónomas (comprueben abril y las notas de prensa), podemos identificar esa tendencia al absentismo regulatorio en otra de sus distintas variantes. O bien, cómo impactan las relaciones internacionales del organismo en su acción cotidiana o en la ubicación de las convocatorias de su Consejo.

Al mismo tiempo, y dentro del apartado dedicado a las “vacaciones regulatorias”, pueden comprobar el ínterin en que se mueve la renovación de los consejeros de la Comisión Nacional de Energía, que ya cuenta con casi un año de prolongación sobre el período de vigencia de su nombramiento. Por ejemplo, imagínense un árbitro de fútbol que pitase un alargamiento del juego de un partido con una indicación de que la prolongación es de 3 minutos y la cosa sigue, sine die.

Pero existe otro ausentismo adicional, realmente más grave, que es la carencia de capacidad y ascendencia sobre las principales cuestiones abiertas en el sector energético en la actualidad, una ausencia de valor en su acción, como incluso ha sido ejemplo paradigmático el mecanismo para la resolución del déficit tarifario. En suma, la pérdida de relevancia, prestigio, legitimidad y referencia institucional de cara al papel que un regulador independiente tiene que tener.

Como ven, también hay absentismo regulatorio en sus diversas formas: bajas temporales o incentivadas regulatorias, expedientes de regulación evanescente (ERE), puentes regulatorios, años sabáticos regulatorios, jolgorios regulatorios o festejos regulatorios. Instauremos San Kilowatio o San Octano. El cierre de ayer como metáfora de ese mirar para otro lado.

Spain is different.

El precio del crudo toca su mayor nivel en un mes por cauteloso optimismo

Entre las noticias negativas para el mercado del petróleo destacó la bancarrota del constructor estadounidense de automóviles Chrysler, que tratará de salir del atolladero económico por medio de una alianza con la italiana Fiat.

Por el contrario, el ritmo de destrucción de empleo en EEUU parece decrecer y el índice de confianza de los consumidores, al mejor nivel desde septiembre pasado, parece ofrecer un atisbo sobre el inicio de la ansiada salida de la crisis.

El precio del barril de Brent, de referencia en Europa, subió un 4 por ciento el viernes, hasta los 52,85 dólares, arrastrado por esos datos positivos, que hicieron olvidar que la economía estadounidense se contrajo más de un 6 por ciento en el primer trimestre de 2009.

La Reserva Federal de EEUU manifestó el miércoles pasado, el mismo día en el que se difundieron los datos del PIB, que el panorama económico ha mejorado de forma modesta desde marzo y que el ritmo de la contracción «parece ser algo más lento».

El barril de crudo tipo Texas, de referencia en EEUU, cerró el viernes en 53,20 dólares tras sumar 2,08 dólares respecto al día anterior y acumuló una ganancia del 3,2 por ciento frente a la semana pasada.

Tampoco empañaron el ambiente de optimismo los datos sobre las reservas de petróleo en EEUU, que volvieron a aumentar en las últimas semanas ante la reducción de la demanda y alcanzaron un nivel inédito desde 1990.

Los operadores también están teniendo en cuenta que se aproxima la temporada de verano en la que aumentan los desplazamientos por carretera en el hemisferio norte, y por tanto, sube la demanda petrolera.

Otro de los asuntos que ha puesto nervioso a los mercados ha sido el posible efecto de la gripe AH1N1 en la economía, ya que podría aumentar el efecto de la crisis y presionar a la baja el consumo de crudo.

La consultora de energía JBC asegura que la «histeria por la gripe» ha tenido sólo un impacto marginal en el precio del petróleo, aunque sí que ha afectado al valor del carburante de los aviones.

«El factor del miedo no debe de ser minusvalorado, ya que nos encontramos en un mercado que está impulsado por expectativas financieras y no por los fundamentos físicos del petróleo», advierten los expertos de JBC.

Dentro de la OPEP se han vuelto a reiterar las exigencias de un precio del crudo que permita a los países productores mantener el nivel de inversiones para responder en el futuro a una demanda creciente.

El ministro iraquí de Petróleo, Husein Shahrastani, aseguró que el precio del barril de petróleo debe llegar a los 70 dólares para que alcance una «tarifa aceptable» para impulsar las inversiones.

Irak no se encuentra sujeto al sistema de cuotas de la OPEP, pero es un socio importante dentro del grupo, como demuestra que su subsuelo posea la tercera mayor reserva de petróleo del grupo tras Arabia Saudí e Irán.

La OPEP acordó reducir 4,2 millones de barriles diarios de sus cuotas de producción desde el pasado septiembre, alrededor de un 15 por ciento del total de su producción.

Semejante medida estaba destinada a atajar la caída de los precios del crudo, que han perdido un 60 por ciento desde los máximos del pasado julio, en los que tocaron los 147 dólares.

La medida parece haber tenido éxito al constatar los mercados que el grupo la está aplicando con disciplina y los países miembros están recortando el bombeo para ajustarse a los nuevos límites.

El precio del crudo toca su mayor nivel en un mes por cauteloso optimismo

Entre las noticias negativas para el mercado del petróleo destacó la bancarrota del constructor estadounidense de automóviles Chrysler, que tratará de salir del atolladero económico por medio de una alianza con la italiana Fiat.

Por el contrario, el ritmo de destrucción de empleo en EEUU parece decrecer y el índice de confianza de los consumidores, al mejor nivel desde septiembre pasado, parece ofrecer un atisbo sobre el inicio de la ansiada salida de la crisis.

El precio del barril de Brent, de referencia en Europa, subió un 4 por ciento el viernes, hasta los 52,85 dólares, arrastrado por esos datos positivos, que hicieron olvidar que la economía estadounidense se contrajo más de un 6 por ciento en el primer trimestre de 2009.

La Reserva Federal de EEUU manifestó el miércoles pasado, el mismo día en el que se difundieron los datos del PIB, que el panorama económico ha mejorado de forma modesta desde marzo y que el ritmo de la contracción «parece ser algo más lento».

El barril de crudo tipo Texas, de referencia en EEUU, cerró el viernes en 53,20 dólares tras sumar 2,08 dólares respecto al día anterior y acumuló una ganancia del 3,2 por ciento frente a la semana pasada.

Tampoco empañaron el ambiente de optimismo los datos sobre las reservas de petróleo en EEUU, que volvieron a aumentar en las últimas semanas ante la reducción de la demanda y alcanzaron un nivel inédito desde 1990.

Los operadores también están teniendo en cuenta que se aproxima la temporada de verano en la que aumentan los desplazamientos por carretera en el hemisferio norte, y por tanto, sube la demanda petrolera.

Otro de los asuntos que ha puesto nervioso a los mercados ha sido el posible efecto de la gripe AH1N1 en la economía, ya que podría aumentar el efecto de la crisis y presionar a la baja el consumo de crudo.

La consultora de energía JBC asegura que la «histeria por la gripe» ha tenido sólo un impacto marginal en el precio del petróleo, aunque sí que ha afectado al valor del carburante de los aviones.

«El factor del miedo no debe de ser minusvalorado, ya que nos encontramos en un mercado que está impulsado por expectativas financieras y no por los fundamentos físicos del petróleo», advierten los expertos de JBC.

Dentro de la OPEP se han vuelto a reiterar las exigencias de un precio del crudo que permita a los países productores mantener el nivel de inversiones para responder en el futuro a una demanda creciente.

El ministro iraquí de Petróleo, Husein Shahrastani, aseguró que el precio del barril de petróleo debe llegar a los 70 dólares para que alcance una «tarifa aceptable» para impulsar las inversiones.

Irak no se encuentra sujeto al sistema de cuotas de la OPEP, pero es un socio importante dentro del grupo, como demuestra que su subsuelo posea la tercera mayor reserva de petróleo del grupo tras Arabia Saudí e Irán.

La OPEP acordó reducir 4,2 millones de barriles diarios de sus cuotas de producción desde el pasado septiembre, alrededor de un 15 por ciento del total de su producción.

Semejante medida estaba destinada a atajar la caída de los precios del crudo, que han perdido un 60 por ciento desde los máximos del pasado julio, en los que tocaron los 147 dólares.

La medida parece haber tenido éxito al constatar los mercados que el grupo la está aplicando con disciplina y los países miembros están recortando el bombeo para ajustarse a los nuevos límites.

La visita de Sarkozy y la interconexión eléctrica España-Francia

«Il existe au milieu du temps, la possibilité d´une île/ Entrée en dépendance entière / Je sais le tremblement de l´être / L´hésitation à disparaître», canta Carla Bruni.

Es evidente la existencia de signos de hermanamiento con el país galo y con el actual Presidente de la República, Nicolas Sarkozy. Así, con motivo de la visita del presidente francés, el Paseo de la Castellana se ha vestido de gala, ha cambiado las banderas, se han estrenado gallardetes e, incluso, se ha emitido una edición de ‘pines’ a modo de escarapelas, con las banderas de los dos países cruzadas. Por su parte, nuestro presidente del gobierno no oculta su admiración (y en algunas cosas su “benchmarking” de las cosas que hace Sarko), la querencia por el golpe de efecto que, en los tiempos que corren, despierta más suspicacias que adhesiones y que inunda su acción política. Y, Sarkozy, por su parte, maneja con Zapatero tanto el favor (cesión del asiento en el G 20, colaboración indubitada en la lucha contra ETA) como el desdén, de vez en cuando, para animar la controversia en más de una y de dos ocasiones sobre la base de la ambigüedad en las declaraciones o en sus posiciones, que provocan malestar en la Moncloa, amago de conflicto diplomático “ma non tropo”, incluido el reciente episodio a cuenta de la inteligencia de nuestro presidente.

Por otra pare, el hecho es que muchos países han configurado una diplomacia denominada económica, basada en los intereses nacionales, de sus sectores económicos y de sus empresas. No estamos en la relación entre Sarkozy y Zapatero, por lo menos en la simetría de sus comportamientos, en una de esas correlaciones, porque aunque sea uno de los momentos en que las relaciones hispano-galas pasan por un momento dulce, lo cierto es que el país vecino prefiere aún mantener a raya los intereses de las pujantes y agresivas empresas españolas. Parece que, de nuestro lado, más que los intereses económicos han estado en la mesa otros, de corte más político como es la búsqueda de un hueco en la esfera internacional de nuestro país o la consecutividad de la necesaria acción contra ETA, cuestiones que parecen ser conseguidas a cambio de otras cuestiones, justiprecios que entran en el terreno de la especulación y del delirio político.

Tanto es así, que el domingo pasado Enric Juliana, subdirector y cronista político de ‘La Vanguardia’ en Madrid, narraba cómo Francia controla los corredores de transporte que decidirán la España del futuro y, así, el vigor del desarrollo del eje ferroviario atlántico (Algeciras-Sevilla-Madrid-Vitoria-Hendaya-Burdeos-París), frente a la pereza en la articulación del eje mediterráneo (Málaga-Murcia-Valencia-Barcelona-Montpellier-Lyón-París) y menos el desarrollo de una red asociada de mercancías, junto a la alta velocidad. Este cronista, quizá el que con mayor agudeza percibe los mapas, señala en este estado de cosas, pereza francesa, inconcrección española y olvidos en el diseño de las infraestructuras de las administraciones de nuestros gobiernos, desde Felipe González hasta Aznar.

En el caso de la energía, Sarkozy, que sí sigue una agenda diplomática de intereses económicos, no se ha andado con rodeos en la construcción de nuevas centrales en el norte de África, en la perseverancia en conseguir las interconexiones gasistas o el apoyo a su potente industria nuclear, por ejemplo. A cambio, cabría recoger el “negocio” realizado con la interconexión eléctrica, cuestión largamente reclamada por la Administración española y cerrado deprisa y corriendo en la última cumbre hispano-francesa antes de la finalización de la primer legislatura de Zapatero. La historia oficial incorpora, en ocasiones, unas omisiones que podían poner en evidencia.

Una interconexión que, una vez conocidos los detalles de la misma, parece que es una solución, pero no tanto. Es más bien un parche o una mejora. La nueva conexión permitirá una capacidad de interconexión del 10% de la demanda punta. Mejor que lo que había sí es, pero su configuración, parcialmente soterrada y en corriente continua, no permite resolver los problemas de suministro de Gerona, impide la importación-exportación de energía, aumenta los requerimientos técnicos de los parques eólicos españoles (y el crecimiento de esta industria), empeora las condiciones de calidad y seguridad que hubieran tenido de ser alternas y mantiene, en la medida de lo posible, la configuración de “isla eléctrica” de la Península Ibérica, pese a que se está configurando uno de los mercados regionales de la energía en Europa. Todo ello, tras haberse generado un caldo gordo de intereses hacia esta interconexión que puede ser incluso objeto de otro análisis separado, al modo de las cerezas.

Pero después de celebrar con albricias y fanfarrias este acuerdo, resulta que hoy todavía tampoco se ha puesto en marcha esta infraestructura, precaria, disminuida para la necesidad de nuestro país y tantas veces demorada. Implicando al ex comisario Mario Monti para intentar conseguir una cierta velocidad en el proceso, o no, da igual. Evidentemente, el resultado proviene de la renuencia francesa a establecer mejores interconexiones, combinada con la ineficiente diplomacia española (hay importantes monedas de cambio estratégicas), así como los intereses y comportamientos de la empresa encargada de su construcción, en este caso Red Eléctrica de España. ¿Servirá entonces la visita de Sarkozy para poner en marcha este proyecto de una vez? ¿Cómo puede ser cierto que esta infraestructura siga en este estado de cosas? ¿De quién es la responsabilidad de la construcción de la misma y sus retrasos?

Esperemos que esto suceda, que haya una reclamación en serio sobre esta cuestión y, como dice Juliana, se produzca “antes de que el glamour convierta en tul ilusión la razón de Estado”.

La visita de Sarkozy y la interconexión eléctrica España-Francia

«Il existe au milieu du temps, la possibilité d´une île/ Entrée en dépendance entière / Je sais le tremblement de l´être / L´hésitation à disparaître», canta Carla Bruni.

Es evidente la existencia de signos de hermanamiento con el país galo y con el actual Presidente de la República, Nicolas Sarkozy. Así, con motivo de la visita del presidente francés, el Paseo de la Castellana se ha vestido de gala, ha cambiado las banderas, se han estrenado gallardetes e, incluso, se ha emitido una edición de ‘pines’ a modo de escarapelas, con las banderas de los dos países cruzadas. Por su parte, nuestro presidente del gobierno no oculta su admiración (y en algunas cosas su “benchmarking” de las cosas que hace Sarko), la querencia por el golpe de efecto que, en los tiempos que corren, despierta más suspicacias que adhesiones y que inunda su acción política. Y, Sarkozy, por su parte, maneja con Zapatero tanto el favor (cesión del asiento en el G 20, colaboración indubitada en la lucha contra ETA) como el desdén, de vez en cuando, para animar la controversia en más de una y de dos ocasiones sobre la base de la ambigüedad en las declaraciones o en sus posiciones, que provocan malestar en la Moncloa, amago de conflicto diplomático “ma non tropo”, incluido el reciente episodio a cuenta de la inteligencia de nuestro presidente.

Por otra pare, el hecho es que muchos países han configurado una diplomacia denominada económica, basada en los intereses nacionales, de sus sectores económicos y de sus empresas. No estamos en la relación entre Sarkozy y Zapatero, por lo menos en la simetría de sus comportamientos, en una de esas correlaciones, porque aunque sea uno de los momentos en que las relaciones hispano-galas pasan por un momento dulce, lo cierto es que el país vecino prefiere aún mantener a raya los intereses de las pujantes y agresivas empresas españolas. Parece que, de nuestro lado, más que los intereses económicos han estado en la mesa otros, de corte más político como es la búsqueda de un hueco en la esfera internacional de nuestro país o la consecutividad de la necesaria acción contra ETA, cuestiones que parecen ser conseguidas a cambio de otras cuestiones, justiprecios que entran en el terreno de la especulación y del delirio político.

Tanto es así, que el domingo pasado Enric Juliana, subdirector y cronista político de ‘La Vanguardia’ en Madrid, narraba cómo Francia controla los corredores de transporte que decidirán la España del futuro y, así, el vigor del desarrollo del eje ferroviario atlántico (Algeciras-Sevilla-Madrid-Vitoria-Hendaya-Burdeos-París), frente a la pereza en la articulación del eje mediterráneo (Málaga-Murcia-Valencia-Barcelona-Montpellier-Lyón-París) y menos el desarrollo de una red asociada de mercancías, junto a la alta velocidad. Este cronista, quizá el que con mayor agudeza percibe los mapas, señala en este estado de cosas, pereza francesa, inconcrección española y olvidos en el diseño de las infraestructuras de las administraciones de nuestros gobiernos, desde Felipe González hasta Aznar.

En el caso de la energía, Sarkozy, que sí sigue una agenda diplomática de intereses económicos, no se ha andado con rodeos en la construcción de nuevas centrales en el norte de África, en la perseverancia en conseguir las interconexiones gasistas o el apoyo a su potente industria nuclear, por ejemplo. A cambio, cabría recoger el “negocio” realizado con la interconexión eléctrica, cuestión largamente reclamada por la Administración española y cerrado deprisa y corriendo en la última cumbre hispano-francesa antes de la finalización de la primer legislatura de Zapatero. La historia oficial incorpora, en ocasiones, unas omisiones que podían poner en evidencia.

Una interconexión que, una vez conocidos los detalles de la misma, parece que es una solución, pero no tanto. Es más bien un parche o una mejora. La nueva conexión permitirá una capacidad de interconexión del 10% de la demanda punta. Mejor que lo que había sí es, pero su configuración, parcialmente soterrada y en corriente continua, no permite resolver los problemas de suministro de Gerona, impide la importación-exportación de energía, aumenta los requerimientos técnicos de los parques eólicos españoles (y el crecimiento de esta industria), empeora las condiciones de calidad y seguridad que hubieran tenido de ser alternas y mantiene, en la medida de lo posible, la configuración de “isla eléctrica” de la Península Ibérica, pese a que se está configurando uno de los mercados regionales de la energía en Europa. Todo ello, tras haberse generado un caldo gordo de intereses hacia esta interconexión que puede ser incluso objeto de otro análisis separado, al modo de las cerezas.

Pero después de celebrar con albricias y fanfarrias este acuerdo, resulta que hoy todavía tampoco se ha puesto en marcha esta infraestructura, precaria, disminuida para la necesidad de nuestro país y tantas veces demorada. Implicando al ex comisario Mario Monti para intentar conseguir una cierta velocidad en el proceso, o no, da igual. Evidentemente, el resultado proviene de la renuencia francesa a establecer mejores interconexiones, combinada con la ineficiente diplomacia española (hay importantes monedas de cambio estratégicas), así como los intereses y comportamientos de la empresa encargada de su construcción, en este caso Red Eléctrica de España. ¿Servirá entonces la visita de Sarkozy para poner en marcha este proyecto de una vez? ¿Cómo puede ser cierto que esta infraestructura siga en este estado de cosas? ¿De quién es la responsabilidad de la construcción de la misma y sus retrasos?

Esperemos que esto suceda, que haya una reclamación en serio sobre esta cuestión y, como dice Juliana, se produzca “antes de que el glamour convierta en tul ilusión la razón de Estado”.

El precio del crudo se estabiliza ante la incertidumbre del futuro económico

Las cotizaciones empezaron la semana a la baja ante las malas noticias del Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre la duración de la crisis económica.

El director del FMI, Dominique Strauss-Kahn, anunció el lunes que el pronóstico de la evolución de la economía es aún peor que el hecho hace unos meses y que la recuperación deberá esperar hasta el primer semestre de 2010. Esa demoledora sentencia provocó que los crudos internacionales sufrieran importantes pérdidas.

Así, el barril de Brent, de referencia en Europa, cerró el lunes a 44,8 dólares en el Intercontinental Exchange Futures de Londres, un 6,5 por ciento por debajo del precio que había marcado el viernes anterior. Por su parte, la Bolsa Mercantil de Nueva York vio como el Petróleo Intermedio de Texas se desplomaba un 11 por ciento, hasta los 44,8 dólares/barril.

– A partir de este mal comienzo de semana, las cotizaciones de los dos crudos siguieron sendas distintas.

El crudo europeo siguió a la baja martes y miércoles, ante los nuevos datos sobre las pérdidas de la banca estadounidense y la constatación de que siguen aumentando las reservas de crudo en EEUU. Y es que este último indicador, que refleja la tendencia del consumo de crudo, señaló que las reservas crecieron la semana pasada hasta 370,6 millones de barriles, por encima de la media en esta época del año. Este volumen es un 17,2 por ciento superior al de hace un año.

Sin embargo, ni siquiera este dato, que refuerza las informaciones sobre el descenso de demanda de crudo debido a la crisis económica, logró hacer mella en el crudo Texas estadounidense. Tras el desplome del lunes, el crudo de referencia en Estados Unidos inició una carrera de ascensos, impulsada, en principio, por la devaluación del dólar frente a otras monedas.

Un dólar débil suele animar la inversión en materias primas que, como en el caso del petróleo y del oro, se negocian en dólares en los mercados internacionales. Además, los mercados petrolero recibieron con entusiasmo las subidas generalizadas que el viernes experimentaron las bolsas de valores, que reaccionaron al alza a los datos económicos, mejores de lo esperado, de compañías como American Express o Ford.

Esos ascensos bursátiles se interpretaron como una señal de recuperación económica y, en consecuencia, de la demanda de crudo y sus derivados.

Así, el barril de Brent europeo logró compensar en parte las pérdidas acumuladas durante la semana y cerró el viernes a 51,67 dólares. Esa marca supone, sin embargo, una pérdida del 3,1 por ciento respecto a las cotizaciones de hace siete días.

Por su parte, el Texas marcó a su cierre semanal un repunte del 2,4 por ciento respecto a su precio del viernes anterior, tras establecer un precio de 51,55 dólares por barril.

El precio del crudo se estabiliza ante la incertidumbre del futuro económico

Las cotizaciones empezaron la semana a la baja ante las malas noticias del Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre la duración de la crisis económica.

El director del FMI, Dominique Strauss-Kahn, anunció el lunes que el pronóstico de la evolución de la economía es aún peor que el hecho hace unos meses y que la recuperación deberá esperar hasta el primer semestre de 2010. Esa demoledora sentencia provocó que los crudos internacionales sufrieran importantes pérdidas.

Así, el barril de Brent, de referencia en Europa, cerró el lunes a 44,8 dólares en el Intercontinental Exchange Futures de Londres, un 6,5 por ciento por debajo del precio que había marcado el viernes anterior. Por su parte, la Bolsa Mercantil de Nueva York vio como el Petróleo Intermedio de Texas se desplomaba un 11 por ciento, hasta los 44,8 dólares/barril.

– A partir de este mal comienzo de semana, las cotizaciones de los dos crudos siguieron sendas distintas.

El crudo europeo siguió a la baja martes y miércoles, ante los nuevos datos sobre las pérdidas de la banca estadounidense y la constatación de que siguen aumentando las reservas de crudo en EEUU. Y es que este último indicador, que refleja la tendencia del consumo de crudo, señaló que las reservas crecieron la semana pasada hasta 370,6 millones de barriles, por encima de la media en esta época del año. Este volumen es un 17,2 por ciento superior al de hace un año.

Sin embargo, ni siquiera este dato, que refuerza las informaciones sobre el descenso de demanda de crudo debido a la crisis económica, logró hacer mella en el crudo Texas estadounidense. Tras el desplome del lunes, el crudo de referencia en Estados Unidos inició una carrera de ascensos, impulsada, en principio, por la devaluación del dólar frente a otras monedas.

Un dólar débil suele animar la inversión en materias primas que, como en el caso del petróleo y del oro, se negocian en dólares en los mercados internacionales. Además, los mercados petrolero recibieron con entusiasmo las subidas generalizadas que el viernes experimentaron las bolsas de valores, que reaccionaron al alza a los datos económicos, mejores de lo esperado, de compañías como American Express o Ford.

Esos ascensos bursátiles se interpretaron como una señal de recuperación económica y, en consecuencia, de la demanda de crudo y sus derivados.

Así, el barril de Brent europeo logró compensar en parte las pérdidas acumuladas durante la semana y cerró el viernes a 51,67 dólares. Esa marca supone, sin embargo, una pérdida del 3,1 por ciento respecto a las cotizaciones de hace siete días.

Por su parte, el Texas marcó a su cierre semanal un repunte del 2,4 por ciento respecto a su precio del viernes anterior, tras establecer un precio de 51,55 dólares por barril.

¿Saldrá hoy?

Parece que, tras varias especulaciones e intentos derivados de las filtraciones, la resolución del acuerdo para la eliminación del déficit tarifario sería casi inminente y su publicación en el Boletín Oficial del Estado podría ser anunciada hoy mismo o, como máximo, dentro de una semana. Al parecer se estaría trabajando a marchas forzadas en la redacción del Real Decreto Ley para su publicación en el BOE, de forma que se comunicaría tras el Consejo de Ministros de este viernes o del de la semana que viene y se publicaría seguidamente.

Según las fuentes a las que ha tenido acceso Energía Diario, tras la reunión mantenida la semana pasada por el Ministro de Industria con los presidentes de las empresas, Sebastián habría dado por cerrado el acuerdo, una vez flexibilizadas las posiciones del Ministerio de Economía tras el cambio operado por la crisis de gobierno y situando su contenido final, directamente, en la esfera del Palacio de la Moncloa.

En todo caso, al cierre de la reunión del pasado viernes seguía quedando todavía cierto misterio sobre cuándo y cómo se haría efectivo, aunque tras los acontecimientos de esta semana en el sector se cuenta con una mayor certidumbre de que estaría más cerca el desenlace. Así, las fuentes contactadas por este medio, no se vieron en ningún caso sorprendidas por las noticias publicadas ayer por el diario Cinco Días, en referencia al acuerdo entre Industria y las eléctricas, sino que concretaron más los acontecimientos ocurridos en estos días siguientes.

Al parecer esta semana se habría producido una nueva reunión con las empresas tras la toma de posesión de Pedro Marín como Secretario de Estado. Según las fuentes a las que ha tenido acceso Energía Diario, uno de los aspectos novedosos ha sido el papel de la nueva compañía resultante de la fusión de Gas Natural y Unión Fenosa en la absorción de determinadas partidas contempladas en el acuerdo (los descuentos de la tarifa). Por otra parte, como se ha recogido en los medios de comunicación, al parecer, en el marco de la negociación, la nueva compañía se habría replanteado alguno de los compromisos ya aceptados en su momento por Unión Fenosa.

El acuerdo contempla el aval del Estado a la deuda pendiente de titulizar y que determinados componentes de la tarifa pasen a los presupuestos. Por su parte las eléctricas absorberían la bonificación de la tarifa de último recurso a las rentas más bajas y la internalización del pago de los residuos nucleares. Aspectos que quedaban pendientes de resolución eran la propia definición y alcance de la tarifa social, los montantes globales finalmente reconocidos en la quita final y la detracción de los derechos de emisión, cuyo proceso jurídico sigue tanto en los tribunales españoles como europeos.

En todo caso, esto no quiere decir que los responsables de las empresas energéticas conozcan de forma concreta el contenido final de la materialización de este Real Decreto Ley y es posible que haya alguna sorpresa final, lo que se refleja en la alerta con la que se reciben todas las noticias relacionadas con este acuerdo. Por otra parte, se desconoce el papel que el entorno de la Moncloa pueda tener en esta fase final del acuerdo, dado que ya en otros momentos de la negociación entre Industria y las eléctricas habría influido, motivando alguno de los frenazos que ha sufrido la misma.

Por otro lado, las cifras concretas del acuerdo final son el secreto mejor guardado y seguramente no se conocerán hasta su publicación en el BOE, aunque se barajaba una cifra, en lo que se refiere a descuentos a absorber por las eléctricas, de 700 millones de euros, pendiente todavía de que se conozca su distribución final. Otro de los aspectos que ha complicado el proceso de acuerdo es el tratamiento a los consumidores de las tarifas industriales (G4), cuya gestión por distribuidoras tuvo reacciones contrarias de varias empresas.

Por tanto, la pregunta es, ¿saldrá hoy? Pues parece que nueva e inexplicablemente no saldrá hoy en un nuevo ejercicio de ducha escocesa.

¿Saldrá hoy?

Parece que, tras varias especulaciones e intentos derivados de las filtraciones, la resolución del acuerdo para la eliminación del déficit tarifario sería casi inminente y su publicación en el Boletín Oficial del Estado podría ser anunciada hoy mismo o, como máximo, dentro de una semana. Al parecer se estaría trabajando a marchas forzadas en la redacción del Real Decreto Ley para su publicación en el BOE, de forma que se comunicaría tras el Consejo de Ministros de este viernes o del de la semana que viene y se publicaría seguidamente.

Según las fuentes a las que ha tenido acceso Energía Diario, tras la reunión mantenida la semana pasada por el Ministro de Industria con los presidentes de las empresas, Sebastián habría dado por cerrado el acuerdo, una vez flexibilizadas las posiciones del Ministerio de Economía tras el cambio operado por la crisis de gobierno y situando su contenido final, directamente, en la esfera del Palacio de la Moncloa.

En todo caso, al cierre de la reunión del pasado viernes seguía quedando todavía cierto misterio sobre cuándo y cómo se haría efectivo, aunque tras los acontecimientos de esta semana en el sector se cuenta con una mayor certidumbre de que estaría más cerca el desenlace. Así, las fuentes contactadas por este medio, no se vieron en ningún caso sorprendidas por las noticias publicadas ayer por el diario Cinco Días, en referencia al acuerdo entre Industria y las eléctricas, sino que concretaron más los acontecimientos ocurridos en estos días siguientes.

Al parecer esta semana se habría producido una nueva reunión con las empresas tras la toma de posesión de Pedro Marín como Secretario de Estado. Según las fuentes a las que ha tenido acceso Energía Diario, uno de los aspectos novedosos ha sido el papel de la nueva compañía resultante de la fusión de Gas Natural y Unión Fenosa en la absorción de determinadas partidas contempladas en el acuerdo (los descuentos de la tarifa). Por otra parte, como se ha recogido en los medios de comunicación, al parecer, en el marco de la negociación, la nueva compañía se habría replanteado alguno de los compromisos ya aceptados en su momento por Unión Fenosa.

El acuerdo contempla el aval del Estado a la deuda pendiente de titulizar y que determinados componentes de la tarifa pasen a los presupuestos. Por su parte las eléctricas absorberían la bonificación de la tarifa de último recurso a las rentas más bajas y la internalización del pago de los residuos nucleares. Aspectos que quedaban pendientes de resolución eran la propia definición y alcance de la tarifa social, los montantes globales finalmente reconocidos en la quita final y la detracción de los derechos de emisión, cuyo proceso jurídico sigue tanto en los tribunales españoles como europeos.

En todo caso, esto no quiere decir que los responsables de las empresas energéticas conozcan de forma concreta el contenido final de la materialización de este Real Decreto Ley y es posible que haya alguna sorpresa final, lo que se refleja en la alerta con la que se reciben todas las noticias relacionadas con este acuerdo. Por otra parte, se desconoce el papel que el entorno de la Moncloa pueda tener en esta fase final del acuerdo, dado que ya en otros momentos de la negociación entre Industria y las eléctricas habría influido, motivando alguno de los frenazos que ha sufrido la misma.

Por otro lado, las cifras concretas del acuerdo final son el secreto mejor guardado y seguramente no se conocerán hasta su publicación en el BOE, aunque se barajaba una cifra, en lo que se refiere a descuentos a absorber por las eléctricas, de 700 millones de euros, pendiente todavía de que se conozca su distribución final. Otro de los aspectos que ha complicado el proceso de acuerdo es el tratamiento a los consumidores de las tarifas industriales (G4), cuya gestión por distribuidoras tuvo reacciones contrarias de varias empresas.

Por tanto, la pregunta es, ¿saldrá hoy? Pues parece que nueva e inexplicablemente no saldrá hoy en un nuevo ejercicio de ducha escocesa.

La solar fotovoltaica, en suspenso

En algún momento habría que reflexionar sobre la evolución de las noticias en torno al sector de la energía solar fotovoltaica, desde la aprobación del Real Decreto 1578/2008, escisión imperiosa del R.D. 661/2007, cuyo tratamiento regulatorio desembocó en un crecimiento bastante incontrolado del sector y sus expectativas (razonables a partir de las actuaciones del entonces regulador).

Desde el momento en que se aprueba este Real Decreto, este sector ha generado un torrente de información, en muchos casos no beneficiosa por las consecuencias derivadas del mismo. En primer lugar, la famosa presunción de culpabilidad de la ‘redada’ de la CNE contra las instalaciones acusadas de ‘fraude’ por su incorporación en los registros sin que estuvieran vertiendo energía en el sistema (unas por unas razones y por unos responsables y otras por otras razones y otros responsables, pero metidas en el mismo saco). El hecho es que hoy sabemos poco de las conclusiones de la investigación y de la clasificación o taxonomía de las faltas (si las hubiera y sus consecuencias), para identificar el volumen real de las mismas (y, eso, sin contar el derecho de recurso y el intento de aplicar interpretaciones legislativas a lagunas legales precedentes).

Con posterioridad a este Real Decreto, uno de los mecanismos que venía asociado para ordenar la evolución del sector eran las convocatorias para la adjudicación de proyectos que establecía esta norma. Esto genera, por una parte, una importante expectación y al mismo tiempo por el volumen reducido del cupo total para 2009 (500 MW) y, por otra parte, su demora (por distintos motivos y razones, que son cosas diferentes) están agravando la situación de un sector que se ha visto obligado a un ajuste en seco.

Unido a esto, los representantes del sector vienen señalando que el Ministerio de Industria está aplicando ‘un recorte en las primas para las instalaciones fotovoltaicas en suelo superior’ al máximo trimestral del 2,5% debido a que la norma establece unos máximos de potencia a instalar trimestrales para las instalaciones en suelo y en techo. Cuando en una convocatoria las peticiones superan el 75% del cupo, se aplica una rebaja progresiva de las primas. El descuento tiene un tope del 2,5% trimestral y del 10% en el año.

En este caso y, al haberse superado con creces en la primera convocatoria el cupo trimestral de suelo, Industria ha seguido aplicando la rebaja hasta alcanzar el 4%. Además, ha sumado una potencia adicional por el trasvase de potencia de tejado a suelo que podría recortar hasta el 8% las primas.

El mejor reflejo de todas estas cuestiones y de algunas más que están en ciernes y que analizaremos en próximos días se cristaliza en los procesos de financiación asociados, consecuencia de la identificación de riesgos que dificultan estas operaciones, en un momento además de menor fluidez crediticia. Por tanto, parece lógico reclamar la necesidad de consciencia y conciencia de estabilidad regulatoria para este sector y su futuro, y que todas estas incertidumbres se vayan resolviendo con sentido común y comprendiendo los mecanismos financieros y su articulación con la iniciativa empresarial. Sobre todo por gestionar eficaz y racionalmente la realidad del gestor, para evitar nuevos vaivenes maniqueos