Manuel Pulgar-Vidal, director internacional de cambio climático de WWF, considera que la lucha climática solo será posible con apoyo ciudadano

Europa Press.- El director internacional de cambio climático de WWF, Manuel Pulgar-Vidal, exministro de Medio Ambiente de Perú y hombre clave en las negociaciones que condujeron al Acuerdo del Clima de París, ha advertido de que la lucha contra el cambio climático solo será posible si los ciudadanos son «capaces de asumir y apoyar» la acción y ha vinculado este problema a los objetivos de la Agenda 2030 para frenar la pobreza y favorecer la equidad social.

Pulgar-Vidal ha expuesto la relación entre clima y lucha contra el hambre, la pobreza, la desigualdad y el desarrollo sostenible. Pulgar-Vidal ha advertido de que no se puede alcanzar los objetivos de la Agenda 2030 sin ser capaces de afrontar las consecuencias del cambio climático y ha añadido que esto debe hacerse en base al concepto de la transición justa que pasa por «planificar las consecuencias» positivas y negativas de la transformación que se busca.

Así, considera necesario planificar las consecuencias negativas de lograr una economía descarbonizada sin combustibles fósiles, sin dejar de pensar que hay «mucha gente involucrada», tanto en su extracción como en su uso para distintos fines. «Todavía somos muy dependientes de los objetos que usan estas fuentes de energía y a su vez hay otras regiones que son altamente dependientes de la extracción de estos recursos», comentó. Por tanto, Pulgar-Vidal insiste en la necesidad de buscar fuentes de empleo alternativas a las personas que dependen de los combustibles fósiles. «Hay que lograr que los salarios de estas personas no se vean perjudicados y, al mismo tiempo, transitar hacia energías limpias», manifestó.

Al respecto de la transición justa, puso de ejemplo la «lección» dada por la crisis de los chalecos amarillos en Francia que se originó por el incremento de precios de los combustibles en el marco de las decisiones climáticas del Gobierno de Francia, y que generó un encarecimiento que la población «no estuvo dispuesta a soportar». «Una acción climática que es definitivamente deseada tiene que considerar ese tipo de respuestas», subrayó el exministro peruano, que opina así que no se puede perder el apoyo ciudadano porque la acción climática «es posible solo si los ciudadanos son capaces de asumir y apoyar ese tipo de acción«.

Pulgar-Vidal ha explicado asimismo las reticencias al cambio por parte de distintos países, sobre todo por los más dependientes de los combustibles fósiles, que requieren que el cambio sea más gradual, o bien, de los países productores, que no desean que su economía quede afectada de forma rápida. Si bien, ha advertido de que a pesar de la dependencia económica de actividades no sostenibles como el carbón o el petróleo, «no cambiar a tiempo puede generar mayores perjuicios económicos«. Por otro lado, se ha referido también a la competencia entre países por no perder competitividad por lo que celebra la existencia de coaliciones, como la Unión Europea, al anunciar su compromiso de alcanzar una economía neutra en emisiones en 2050.

Retrasos con la eficiencia energética

Otro de los pilares de la acción para el negociador climático es el sector privado, los mercados y los inversores a los que pide que se fijen metas sectoriales basadas en la ciencia para poder cambiar conductas. Si bien, ha celebrado la «gran acción climática» del sector de la energía, lamenta por el contrario el retraso y la falta de avances de lo relativo a la eficiencia energética, que «representa el 32% de la solución y que «no avanza tan rápido» como las energías limpias.

Por otro lado, sobre el mix energético ideal cree que en España, como cada país, debe responder a su realidad sobre los porcentajes de acceso a la energía, su nivel de dependencia de una u otra fuente o su capacidad para transitar hacia una economía descarbonizada en 2050. En concreto, ha recordado que la mayor fuente de emisiones contaminantes en España es el transporte, que representa en torno al 25% y su receta, en este caso, es fomentar la electrificación del transporte algo que considera que «no se está desarrollando aún de la manera necesaria».

En segundo lugar, opina que España debe modificar su generación eléctrica, que es la segunda fuente de emisiones de CO2 y, en tercer lugar, debería favorecer las ciudades sostenibles y la eficiencia energética. En cuanto al mix energético, explicó que las principales resistencias ante la energía nuclear, «que no tiene que ver con lo climático», se deben a sus condiciones de seguridad. Si bien, asegura que de lo que se trata es de «buscar una reducción real de emisiones», es decir intervenir en aquellas fuentes de emisiones y «no buscar otras alternativas» que desvíen del objetivo. «Hay que concentrarse en reducir realmente las emisiones», apostilló.

Finalmente, el exministro de medio ambiente de Perú ha calificado de «interesante» el caso del presidente estadounidense, Donald Trump, quien anunció su salida del Acuerdo de París sabiendo que no podrá solicitarlo hasta 2019 y, mientras tanto, en las negociaciones internacionales Estados Unidos «no ha mostrado obstrucciones» en el proceso sino que, al contrario, ha mostrado colaboración para permitir avances. «Espero y confío en que Trump no se vaya del Acuerdo de París. Creo que perjudicaría a sus propios ciudadanos pero si se materializase, estoy seguro que más pronto que tarde, Estados Unidos volvería a la negociación climática. Nadie sabe qué puede ocurrir», ha concluido.

Greenpeace y Ecologistas en Acción celebran el aumento del 49% en los Presupuestos para cambio climático pero lo consideran insuficiente

Europa Press.- Greenpeace observa «ciertos brotes verdes» en el Proyecto de Ley de Presupuestos Generales para 2019, que reconoce como «tímidos avances», ya que celebra el aumento de un 49% de las partidas para cambio climático, aunque lamenta el descenso de un 7% en las partidas ambientales. Por su parte, Ecologistas en Acción también lo celebra, pero considera que los incrementos en cambio climático «quedan muy lejos ante la magnitud de los retos» que España debe afrontar.

El director ejecutivo de Greenpeace España, Mario Rodríguez, ha señalado que el cambio climático y las políticas ambientales deben estar «al mismo nivel de importancia» que otros temas sociales como las pensiones. También ha confesado que la ONG empieza a impacientarse al no ver, pese a «ciertos brotes verdes», que el Gobierno de Pedro Sánchez esté apostando, de verdad, por la transición ecológica. «El avance no es acorde con la dimensión del reto del cambio climático y, por mucho que el Ministerio para la Transición Ecológica quiera esta transformación, sin el apoyo del presidente del Gobierno, no es posible. Pedro Sánchez debe pasar de las palabras a los hechos», critica.

Rodríguez pide así unos Presupuestos que estén orientados al reto y ha mostrado su preocupación por el nuevo retroceso en las políticas ambientales. No obstante ve como una buena señal el aumento en el presupuesto para la Oficina Española de Cambio Climático y la nueva fiscalidad ambiental, que reclama, sin embargo, que esta recaudación se revierta en cuestiones ambientales. En definitiva, la ONG reclama una «revisión seria» para adaptar los «ciertos brotes verdes» en los Presupuestos a la lucha contra el cambio climático. Para la ONG es necesaria y urgente la ley de Cambio climático y Transición Energética que pueda obligar a que se concrete en los Presupuestos una apuesta real por la transición ecológica.

Transición justa y fiscalidad ecológica

Greenpeace ve «algunos gestos para el optimismo», en especial en abordar la transición justa, pero pide una profunda reflexión tras comprobar que el interés que ha manifestado el Gobierno por frenar el cambio climático y la creación de un Ministerio para la Transición Ecológica no se ven reflejados totalmente en los Presupuestos. Por su parte, la coordinadora del análisis de Presupuestos de Greenpeace, Alicia Cantero, ha destacado que la fiscalidad ambiental es una de las «vías imprescindibles para garantizar la transición ecológica de nuestra economía y la generación de empleo estable y de calidad». «Animamos al Gobierno a asumir su responsabilidad para integrar eficazmente la fiscalidad ambiental en las políticas estatales, favoreciendo una transición más justa y más sostenible«, concluye.

Por su parte, desde Ecologistas en Acción aplauden la reducción de los subsidios al diésel: «Este combustible ha estado bonificado durante años, lo que ha llevado a que el 60% de nuestra flota de coches sean diésel, los vehículos más contaminantes». «Esto provoca grandes problemas de salud e incluso económicos. La subida del impuesto del diésel supondrá un aumento de 670 millones de euros en recaudación», añade. Por otro lado, considera «un craso error«, si lo que se busca es la descarbonización del transporte o la reducción de la contaminación, que el Ministerio de Industria pretenda aprobar el plan MOVEA, que financiará automóviles de gas.

Greenpeace exige elevar la ambición climática en 2019 para establecer 2040 como año para lograr emisiones netas cero

Europa Press.- Greenpeace destaca como retos para 2019 elevar la ambición climática de la Unión Europea hasta establecer 2040 como año de emisiones netas cero, manteniendo a España entre los países que reclaman asumir mayores compromisos. También demanda establecer, dentro del Plan Nacional integrado de Energía y Clima, un calendario para el abandono de todas las energías sucias y su sustitución por energías renovables con participación de la ciudadanía.

Asimismo, pide incluir en la Ley de Cambio Climático y Transición Energética el objetivo de acercar todo lo posible el sistema eléctrico al 100% renovable en 2030 y alcanzarlo en la demanda de energía final total para lograr las emisiones netas 0 en 2040. En 2019, Greenpeace también demanda más compromisos y actuaciones de las ciudades españolas para ser más sostenibles fomentando una movilidad sostenible.

El encarecimiento de los derechos de emisión de CO2 ha disparado el precio de la luz un 9% en 2018

Europa Press.- El encarecimiento de los derechos de emisión de CO2, con su impacto en el mercado mayorista de la electricidad, el conocido como pool, ha disparado el precio de la luz un 9% en 2018. Según los analistas del Grupo ASE, sin el impacto del CO2, el precio de la luz, en lugar de rondar los 57 euros por megavatio hora (MWh) de media en el año sería de unos 52 euros por MWh, unos 5 euros por MWh más barato.

El gas marca el pool

Así, el Grupo ASE señala que el encarecimiento de los derechos de emisión de CO2 ha elevado los costes de producción de electricidad vía carbón y gas, lo que tiene un efecto directo sobre el precio de la luz porque el precio del pool, que cuenta con un sistema de fijación de precios marginalista, está indexado a las ofertas de casación del gas. En la actualidad, sólo cuando la energía eólica logra un volumen importante, como ocurrió en noviembre, es capaz de neutralizar este efecto.

De esta manera, Grupo ASE estima que, por este sobrecoste extra de la electricidad debido al efecto del encarecimiento del CO2, una empresa mediana, como podría ser una fábrica de cartón, que consumiera 5 gigavatios (GW) de electricidad al año, habrá abonado este años 25.000 euros brutos más, solo por el encarecimiento del pool directamente asociado al coste del CO2.

Europa propone objetivos de reducción de emisiones para los camiones mientras Cañete ve clave la movilidad para lograr la descarbonización

Europa Press.- Los ministros de Medio Ambiente de la Unión Europea han alcanzado un acuerdo para establecer un objetivo de reducción de emisiones contaminantes para vehículos pesados (camiones y autobuses) del 30% en 2030, con un objetivo intermedio en 2025 del 15%, en comparación con 2019. Asimismo, el comisario de Energía y Acción por el Clima, Miguel Arias Cañete, considera que «la clave» para alcanzar los objetivos energéticos y climáticos a 2050 reside «en la transición hacia la movilidad con bajas emisiones«.

Arias Cañete cree que el reto de la movilidad sostenible es «un problema global que comparte un número creciente de países y ciudades en el mundo». Así, señala que la propuesta de un nuevo reglamento que fije nuevas normas sobre emisiones CO2 en coches y furgonetas más allá de 2020, en fase de negociación con el Parlamento Europeo y el Consejo, «necesitará de un importante incremento en vehículos de emisiones bajas o nulas». No obstante, advierte de que, más allá de la legislación, se necesitan medidas que «permitan la proliferación de vehículos eléctrico o de otro tipo de cero emisiones», así como la disponibilidad de infraestructuras para la recarga y de almacenaje/baterías a «precios competitivos».

Respecto a la nuclear, el comisario afirma que la Comisión Europea es consciente del papel que juega en el mix energético, así como su potencial contribución para alcanzar los objetivos de descarbonización en aquellos países que deseen usarla como fuente de generación. Sin embargo, Cañete insiste en que cualquier decisión de utilizar o no energía nuclear y en qué medida «depende de cada Estado miembro».

«En cualquier caso, toda decisión de extender la vida útil de una central nuclear deberá basarse en el cumplimiento de las normas más estrictas de seguridad, la gestión de residuos y la no proliferación, como la diversificación del suministro de combustible nuclear, y siempre aplicando el marco legal reforzado en materia de seguridad nuclear, protección contra la radiación y gestión del combustible gastado y residuos radiactivos que la Unión Europea ha adoptado desde que se produjo el accidente de la central de Fukushima», subraya. Además, el comisario destaca que el objetivo a largo plazo es «alcanzar la neutralidad climática en la segunda mitad del siglo».

Objetivos para camiones y autobuses

«A partir de 2025, los camiones y autobuses nuevos emitirán un 15% menos de dióxido de carbono (CO2). Y a partir de 2030, un 30% menos. Es parte de nuestros esfuerzos para descarbonizar el sector de transportes por carretera y un paso importante hacia el logro de los objetivos», señaló la ministra de Sostenibilidad y Turismo de Austria, Elisabeth Köstinger. Además, Köstinger, que calificó el acuerdo como «otro hito para una mayor protección climática», destacó que las normas, que serán revisadas en 2022, significan que entre 2020 y 2030 se emitirán 54 millones de toneladas de CO2 menos, lo que corresponde al total anual de emisiones de CO2 de Suecia.

La posición de los Veintiocho, por tanto, está en línea con la propuesta presentada por la Comisión Europea a mediados de mayo, pero es menos ambiciosa que la pactada por el pleno del Parlamento Europeo en noviembre. En concreto, los eurodiputados abogaban por establecer un recorte de las emisiones de gases de efecto invernadero de este tipo de vehículos del 35% en 2030, mientras que situaban la meta intermedia para 2025 en el 20%. Es decir, 5 puntos porcentuales más en cada caso. Ambas instituciones comunitarias con poderes legislativos deberán negociar ahora los objetivos definitivos.

Por otro lado, el acuerdo recoge una penalización económica para aquellos fabricantes que no cumplan con los objetivos de reducción de emisiones de CO2, así como un sistema de incentivos a través de supercréditos, con los que los vehículos de bajas y de cero emisiones contarán como más de una unidad a la hora de hacer la media de emisiones de CO2 de las flotas de los fabricantes. Los supercréditos estarán sujetos a límites predefinidos para evitar un debilitamiento de los objetivos ambientales. En comparación con la propuesta inicial de la Comisión, el Consejo ha decidido excluir a los autobuses de este sistema de incentivos.

ERC solicita a Teresa Ribera que explique en el Congreso los acuerdos conseguidos en la Cumbre del Clima COP24

Europa Press. – Esquerra Republicana (ERC) ha solicitado en el Congreso la comparecencia de la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, en la comisión del ramo para informar de los acuerdos conseguidos en la Cumbre del Clima (COP24) celebrada a lo largo del pasado mes de diciembre en Katowice (Polonia).

La formación de izquierdas no tiene «demasiada buena impresión» de lo ocurrido en este encuentro internacional, según explica el diputado Joan Capdevila, quien ha formado parte de la delegación del Congreso que ha viajado a la ciudad polaca.

Para el diputado Capdevila, la cumbre ha finalizado con acuerdos que «no van más allá de ratificar los acuerdos» de París (COP21) y continuar avanzando «casi de inercia» en los objetivos de reducción de emisiones contaminantes, sin nuevas exigencias, a pesar de la gravedad del momento actual.

 

Más implicación y compromiso global

Según Capdevila, ¨la situación climática requiere un compromiso global de mucha más implicación de la que sale de Katowice, como siempre manteniendo la tónica de un acuerdo de mínimos ‘in extremis» para evitar la palabra fracaso».

Para el diputado, la situación climática en el mundo es «de emergencia», y no parece que haya interés en entenderlo así. «Es como si en pleno incendio de un edificio se convocara reunión de la junta de vecinos y algunos ni asistieran», finalizó Capdevila.

Ribera reconoce que la cumbre del clima COP24 no logró incorporar objetivos «más ambiciosos» para cumplir el Acuerdo de París

Europa Press.- La ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha admitido que el paquete reglamentario para la aplicación concreta del Acuerdo de París contra el cambio climático acordado en la cumbre de Katowice (Polonia) no ha logrado incorporar objetivos «más ambiciosos».

Ribera ha reconocido que «no ha sido posible» avanzar en los mecanismos de los mercados de carbono sobre la base de un sistema común de Naciones Unidas además de que ahora no se han incorporado metas «más ambiciosas». No obstante, la ministra subrayó que el mensaje político es «muy positivo«, ya que supone la voluntad de seguir trabajando «de manera cooperativa» para dar respuesta a los «grandes retos globales» en un momento en el que la comunidad internacional «encuentra grandes dificultades» para avanzar en la agenda multilateral y cuando algunos líderes políticos «presumen de su falta de confianza y de su voluntad de ruptura» con respecto a la comunidad internacional.

Ribera ha destacado que lo más importante de este paquete reglamentario, el «corazón» del acuerdo, es que sienta las bases de cómo reportar y utilizar los sistemas de transparencia como herramienta fundamental para ganar confianza en la actuación en materia climática. Entre el resto de medidas que la ministra ha subrayado se encuentran la manera en la que poder anticipar y hacer un seguimiento de la financiación; cuáles son las obligaciones que se asumen en materia de adaptación; de qué manera reflejar en las contribuciones nacionales un incremento de la ambición en materia de mitigación. Ribera encabezó la delegación española, elegida como facilitadora de unas negociaciones en las que estuvieron inmersos cerca de 200 países.

El presidente de la COP24 y secretario de Estado del Ministerio de Medio Ambiente polaco, Michal Kurtyka, ha destacado que el acuerdo es consecuencia de 3 años de trabajo y 200 países sentados en una misma sala, «una tarea que no ha sido fácil», hasta lograr un acuerdo «tan concreto y técnico». «En estas circunstancias cada paso adelante es un gran logro», ha apostillado Kurtyka. Este pacto «es un frágil equilibrio. Tenemos que ceder para ganar. Tenemos que ser valientes para mirar al futuro y dar un nuevo paso para la Humanidad», argumentó. Además, ha destacado que este acuerdo tendrá resultados «positivos» para el mundo.

El acuerdo fue el resultado de dos semanas de intensas negociaciones para pactar una normativa que desarrolle en detalle el acuerdo global que se alcanzó en la capital gala en 2015 con el que se pretende limitar el aumento de la temperatura global a menos de 2 grados centígrados y que entrará en vigor en 2020. El resultado es un ‘libro de reglas’ de 156 páginas que especifica los criterios para que cada país informe de los progresos en los compromisos de recorte de las emisiones de gases efecto invernadero.

El texto ha sido ya criticado por algunos países y grupos ecologistas que consideran que no es lo suficientemente ambicioso. «La mayoría de la normativa para el Acuerdo de París ha sido creada, algo que debemos agradecer, pero el hecho de que haya países que hayan sido incluidos a rastras y gritando demuestra que no se han concienciado de la urgente necesidad», ha argumentado Mohamed Adow, portavoz de Christian Aid.

El Ayuntamiento de Madrid anuncia la instalación en 2019 de una red pública de 20 puntos de recarga rápida para coches eléctricos en espacios privados

Europa Press. – La delegada de Medio Ambiente y Movilidad, Inés Sabanés, ha anunciado la instalación en 2019 de una red pública de 20 puntos de recarga rápida para coches eléctricos con la novedad de que estarán en espacios privados, como centros comerciales o estaciones de servicio.

El proyecto ha sido presentado en un desayuno informativo por la alcadesa de Madrid, Manuela Carmena. Según la edil, se trata de una «experiencia pionera en colaboración público-privada para el desarrollo de infraestructuras de recarga eléctrica de acceso público en 2019 de 20 puntos de recarga eléctrica adquirida por el Ayuntamiento».

En este sentido, a su vez, Inés Sabanés, ha explicado que la finalidad es crear una red general en la ciudad que «apueste por los cambios y los vehículos de tecnología eléctrica».

España mejora algo sus políticas contra el cambio climático pero sigue teniendo un rendimiento bajo, según el índice CCPI 2019

Europa Press.– España ha subido del puesto 38 al puesto 36 en la clasificación del Índice de Actuación frente al Cambio Climático 2019 (CCPI), gracias especialmente al nuevo impulso en la ambición climática y las energías renovables, con las políticas y legislación introducidas después del cambio de gobierno, según ha apuntado SEO/BirdLife.

Sin embargo, la organización advierte de que los últimos datos disponibles a nivel estatal indican que, a finales de 2017, las emisiones «seguían la preocupante tendencia al alza de los últimos años». «Felicitamos al nuevo Gobierno por las iniciativas de los últimos meses que han hecho que España suba ligeramente en la clasificación este año, pero para seguir esta tendencia y convertirse en un auténtico líder climático se tiene que avanzar con decisión en varios frentes, en competencias de casi todo el Gobierno y de las autonomías y municipios», ha señalado el responsable de Cambio Climático de SEO/BirdLife, David Howell.

Para SEO/BirdLife, los deberes «clave» en el 2019 son aprobar una Ley de Cambio Climático y Transición Energética ambiciosa, junto con un Plan Nacional Integral de Energía y Clima; aprobar una Estrategia de Transición Justa y una Estrategia a Largo Plazo para reducir las emisiones a neto cero para mediados de siglo; y avanzar en la eficiencia energética de los edificios, el transporte de emisiones cero y la economía circular.

En este sentido, la directora ejecutiva de SEO/BirdLife, Asunción Ruiz, ha destacado que los deberes «son claros», tanto para el Gobierno como para todas las fuerzas políticas; las comunidades autónomas y municipios; los sectores económicos; y la sociedad civil. «Si España apuesta fuerte por la transición energética y la descarbonización, y si lo hace de forma justa y de acuerdo con principios de buena gobernanza y transición justa y ecológica, empezará a contestar a las preocupaciones principales de la sociedad española«, ha defendido la experta, al tiempo que ha instado al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, «a tomar la iniciativa».

El Índice de Actuación frente al Cambio Climático 2019 (CCPI), realizado por Germanwatch y el Instituto New Climate junto con la Red de Acción Climática (CAN), refleja que, después de 3 años consecutivos de emisiones de dióxido de carbono estables, estas han vuelto a aumentar. Además, muestra que «sólo unos pocos países» han comenzado a implementar estrategias para limitar el calentamiento global por debajo de 2 o incluso 1,5ºC. El CCPI señala que, aunque se ha producido un crecimiento continuo de la energía renovable, especialmente en los países que antes tenían una baja puntuación, hay una «falta de voluntad política» en la mayoría de los gobiernos para eliminar los combustibles fósiles a la velocidad necesaria.

No aparece la voluntad política

En base a los desarrollos tecnoeconómicos de los últimos años, según ha señalado el coautor del CCPI en Germanwatch, Jan Burck, el retraso en la implementación de soluciones con bajas emisiones de carbono «difícilmente puede justificarse». «Si bien la cumbre del G20 ha demostrado un fuerte apoyo de 19 países al Acuerdo de París, la voluntad política de esos gobiernos para su implementación nacional aún no se refleja», ha criticado.

Por su parte, el profesor y coautor del Instituto NewClimate, Niklas Höhne, ha destacado que, antes de París, el mundo se dirigía a 4-5 grados centígrados de calentamiento global. «Ahora todavía estamos en un camino a más de 3 grados, lo que representa una perspectiva catastrófica. Eso a pesar de que los costes de la electricidad producida por la energía eólica y solar se han reducido en casi un tercio desde entonces, para que todos los países puedan aumentar el ritmo de instalación«, ha precisado.

En este sentido, el coeditor del CCPI, Stephan Singer, de Climate Action Network, ha subrayado que la brecha entre los niveles de emisión actuales y lo que se necesita para encaminar al mundo a una ruta por debajo de 2ºC o incluso 1,5ºC, «se está ampliando». «También estamos viendo una brecha creciente en el liderazgo en un momento en que los países deben fortalecer el régimen climático. Es muy importante que la Unión Europea mejore su compromiso climático actual para mostrar liderazgo», ha apuntado Singer.

Con clasificaciones buenas en emisiones y energías renovables, Suecia lidera el ranking, seguido por Marruecos, que aumentó significativamente su participación en la capacidad de energía renovable y tiene un ambicioso objetivo climático nacional. India avanza gracias a las renovables, niveles comparativamente bajos de emisiones per cápita y un objetivo de mitigación relativamente ambicioso para 2030. Por el contrario, Alemania vuelve a caer, desde el 22 al 27 (sus emisiones no disminuyen desde 2009), y obtiene una calificación media con respecto a la energía renovable y la política climática; y China sube al 33 por la tendencia descendente de emisiones de 2014 a 2016, con un exitoso plan de apoyo a la energía renovable, aunque comenzaron a aumentar de nuevo recientemente.

En el grupo de países con muy bajo rendimiento en ambición climática aparecen casi la mitad de los países del G20: Japón, Turquía, Rusia, Canadá, Australia, Corea, Estados Unidos y Arabia Saudí. Los expertos de Estados Unidos han calificado como «muy baja» la política climática de la Administración Trump, aunque resaltan algunas señales positivas debido a la acción climática en varios estados y ciudades, debido al impulso que los demócratas prometen con su nueva mayoría en la Cámara de Representantes.

Reducir las emisiones de CO2 y usar más las energías renovables, principales soluciones de los españoles contra el cambio climático

Europa Press.- Ocho de cada diez españoles (83,4%) consideran que existe el cambio climático y un 93% cree que la acción de los seres humanos, la industria, los coches y los gases están influyendo en este fenómeno. De ahí, que las principales medidas que los españoles sugieren contra esta situación son la reducción de emisiones invernadero y el uso de energías renovables.

Así se recoge en el barómetro del CIS, que incluye una serie de preguntas sobre el cambio climático y la percepción que tienen los españoles sobre diferentes aspectos. Los resultados muestran que dos de cada tres españoles considera que las inundaciones y fenómenos que se registraron en los últimos años son consecuencia del cambio climático, pero una mayoría (el 62,7%) cree que aun «se puede parar y dar marcha atrás». Asimismo, un 88% piensa que hay que modificar conductas, mientras que sólo un 4,1% no lo ve de esta manera.

Entre las medidas que los españoles creen que se deberían fomentar en la lucha contra el cambio climático destaca la reducción de emisiones, que defiende un 62% de los encuestados, seguido del uso de energías renovables (42,5%). La sustitución de coches que usan gasolina y gasoil por vehículos eléctricos e híbridos es, con un 23,2%, la tercera medida preferida de los españoles, antes de gestionar adecuadamente los residuos (21,6%). Poner impuestos a las industrias contaminantes o cambiar las calefacciones que usan combustibles fósiles son otras medidas que más apoyo reciben.

En cuanto a la labor de los partidos en esta materia, el 88% cree que le dedican poca o ninguna atención, siendo los partidos de izquierdas los que «más están haciendo por ocuparse del tema». Así lo piensa el 33,3% de los encuestados, frente al 2,8% que cree que son los de derechas quienes más se preocupan, y el 2,4% que respondió que son los partidos de centro. Aún así, el 31,9% cree que no hay «ninguno» que esté haciendo algo contra el cambio climático.

Por partidos, Podemos es el mejor valorado, pues lo marcaron un 9,8% de los encuestados. Le sigue con el 6,9% el PSOE, un 3,6% Los Verdes, un 2% el PP, un 1,5% PACMA, un 1,3% Ciudadanos, un 1,2% IU y con un 1% Equo. Aún así, el porcentaje más alto de esta respuesta, un 15,3% es «Ninguno«. Para la mayoría de los españoles, los partidos deberían dar mucha (36,9%) o bastante (44.6%) importancia a este tema en sus programas electorales. Sin embargo, la mitad de los encuestados (50,9%) reconocen que poco o nada les influye esta materia a la hora de votar a una formación.