Lula propone un «pacto global» en materia de biocombustibles

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, culpó hoy a los países ricos del «fracaso» del Protocolo de Kioto, al tiempo que propuso firmar un «pacto global» a favor del uso masivo de biocombustibles para escapar de los altos precios del petróleo.

El presidente defendió además la conquista de la Amazonía y un activo papel internacional de América del Sur. «El Protocolo de Kioto fracasó, fue bonito firmar», dijo Lula en un discurso en Río de Janeiro, durante un foro sobre el futuro de la economía de Brasil.

«Todo el mundo firmó, pero quien tenía que tomar medidas para cumplir el Protocolo no lo refrendó, somos nosotros quienes refrendamos», agregó.Con el uso de etanol de caña de azúcar Brasil redujo en 800 millones de toneladas sus emisiones de CO2, dijo.

«Ofrecemos al mundo la seguridad de que es posible construir un combustible no contaminante y podemos avanzar en etanol de segunda y tercera generación», agregó. Insistió en que los biocombustibles son la salida al problema del calentamiento global.

También argumentó que no hay riesgos de que la producción masiva de etanol y biodiesel perjudiquen el abastecimiento de alimentos, en momentos en que ha subido la demanda y el consumo de comida en grandes naciones emergentes como China, India y el propio Brasil, un fenómeno que «asusta» a algunos.

«A Brasil no (le asusta). Nosotros tenemos tierra fértil, sol, agua, tecnología, fuerza de trabajo, capacidad empresarial y agricultura familiar para responder a ese desafío», sostuvo. «No estamos frente a un riesgo, sino una oportunidad y no pretendemos desperdiciarla. Hablamos de un nuevo mundo en los trópicos», afirmó.

Para Lula, «América del Sur se torna un interlocutor cada vez más indispensable» en la medida en que el mundo necesita «compatibilizar seguridad alimentaria, suministro energético adecuado y preservación del medio ambiente».

Brasil organizará entre el 20 y 21 de noviembre en Sao Paulo un gran evento internacional para debatir sobre alimentos e inflación y «sobre la nueva matriz energética que necesita descontaminar un planeta tan contaminado», señaló. «Estamos convencidos que el mundo puede y debe firmar un pacto global para el uso de fuentes alternativas de energía», dijo. Atribuyó al desequilibrio entre la oferta y la demanda de combustibles fósiles la actual escalada de precios y la inflación internacional.

«Pero ese desequilibrio puede y debe ser superado progresivamente por el uso de biocombustibles y otras fuentes alternativas de energía», afirmó. Calificó de «gracioso» que los países «responsables por el 70 por ciento de la contaminación del planeta ahora estén pendientes de la Amazonía de América del Sur».

La preocupación internacional sobre la conservación de estos ricos ecosistemas ha despertado la urticaria nacionalista entre quienes ven amenazada la soberanía brasileña.»El mundo debe entender que la Amazonía brasileña tiene dueño y que el dueño es el pueblo brasileño y que tenemos conciencia de que es preciso disminuir la deforestación y los incendios, pero también es necesario desarrollar la Amazonía», recalcó.

En esa región viven 25 millones de personas que «quieren tener acceso» a los bienes disponibles en Río de Janeiro y Sao Paulo. «Eso será parte del debate de las próximas dos décadas», afirmó.

La planta de biodiesel de Calahorra exportará el 75% de su producción

La futura planta de biodiesel de Calahorra (La Rioja), que será una de las más grandes de España y que supone una inversión de 70 millones de euros, exportará el 75 por ciento de su producción a Europa, mientras que el resto será destinado al mercado nacional, informó Iniciativas Energéticas.

La planta que comenzará a producir en enero de 2009 a partir, sobre todo, de la soja, estudia otras alternativas, como las algas que se cultiven en España, para así evitar depender del aprovisionamiento de materia prima de otros países.

Según la compañía, las obras cumplen los plazos previstos y estará operativa en enero de 2009 para comenzar a producir unas 250.000 toneladas de biodiesel al año y facturar por valor de unos 200 millones de euros anuales.

La mayor parte del biodiesel se elaborará a partir de aceite de soja procedente de Sudamérica y un 10% será de aceite de palma (procedente de África o Indonesia) o colza (Europa del Este).

El puerto de Bilbao será la plataforma de entrada y salida de la mercancía, que reducirá en un 80% las emisiones de anhídrido carbónico.

La promotora no duda en la rentabilidad de la planta, pero considera que actualmente el biodiesel es un negocio que hay que plantearlo de forma distinta que hace dos años. También cree que el biodiesel no va a resolver el problema del encarecimiento petróleo, por la misma razón que también considera que no altera los precios de las materias primas de los alimentos básicos.

Para combatir este problema, actualmente, en el plano de la alimentación, hay proyectos como la Jatropha, un arbusto del que se produce aceite que sustituiría a la soja, la colza y palma, y cuyo régimen de plantaciones es el de grandes extensiones en Sudamérica, Africa e Indonesia, donde están las actuales plantaciones.

El Foro auspiciado por Abengoa pide una normativa e incentivos para los biocarburantes

La conferencia mundial sobre biocarburantes «World Biofuels 2008», clausurada en Sevilla y que organiza la Fundación Focus-Abengoa, ha pedido en sus conclusiones que se fije una normativa internacional sobre la certificación de los biocarburantes y que se incentive su consumo.

Este foro ha coincidido en «la urgencia de avanzar» en la definición de un sistema de certificación «orientado a su aplicación internacional, capaz de verificar qué biomasa y biocarburantes son cultivados y procesados de forma sostenible», según ha informado un comunicado.

Las conclusiones también consideran «importante» que estos sistemas de certificación «incorporen incentivos» para fomentar el uso de biomasa y biocarburantes «sostenibles».

«World Biofuels 2008» ha constatado que la demanda de biocarburantes crece a tasas superiores al 20 por ciento en los tres mayores mercados mundiales (EEUU, Brasil y la UE), así como «la aprobación de legislaciones y decisiones políticas en EEUU y Europa «que fomentan un mayor uso de los biocarburantes y que deben ampliar el actual mercado mundial».

En este foro se han rechazado «las imputaciones que, de forma injustificada, vienen realizando distintas organizaciones contra los biocarburantes, a los que acusan de ser los causantes de la subida de las materias primas alimentarias, de los episodios de hambre que se han producido en algunos países pobres y de acciones de deforestación y pérdida de biodiversidad».

La Conferencia, tal y como señaló el Panel Intergubernamental del Cambio Climático de Naciones Unidas, ha ratificado la importancia de los biocarburantes como «uno de los pocos instrumentos útiles, fiables y disponibles que pueden sustituir a la gasolina y el gasóleo en el transporte y mitigar la incidencia de los combustibles fósiles en el cambio climático».

Además, se ha puesto de manifiesto la utilidad de los biocarburantes en la mejora de la calidad del aire y su uso creciente como combustible en las nuevas tecnologías menos contaminantes que está desarrollando la industria automovilística.

La séptima Conferencia Mundial sobre Biocarburantes forma parte de las actividades que organiza el Foro Focus-Abengoa sobre energía y cambio climático.

Abengoa Bioenergía es el único productor global de bioetanol con presencia en EEUU, Brasil y la UE, los tres mayores mercados del mundo y en la actualidad dispone de una capacidad de producción instalada de 1.475 millones de litros distribuida en diez plantas que utilizan como materias primas el maíz, trigo, cebada, sorgo y caña de azúcar.

Abengoa niega que los biocarburantes encarezcan alimentos y acusa al lobby petrolero

Javier Salgado, presidente de Abengoa Bioenergía, negó que los biocarburantes sean responsables del aumento del precio de los alimentos y culpó de esta «demagógica» acusación a los grupos de presión de las multinacionales petroleras y del sector de la alimentación.

Salgado, quien presentó la séptima Conferencia Mundial sobre Biocarburantes «World Biofuels 2008», que la Fundación Focus-Abengoa organiza en Sevilla, destacó en conferencia de prensa que sólo el 1 por ciento de los cultivos europeos o españoles se destinan a la producción de biocarburantes, por lo que no se les puede responsabilizar del encarecimiento de los productos alimentarios.

Por el contrario, Salgado citó «estudios independientes» que sostienen que un 65 por ciento del aumento de los precios agrícolas es responsabilidad del incremento de los precios de la energía y que los altos precios del crudo y del gas natural han triplicado el coste de los fertilizantes.

El directivo de Abengoa llamó la atención sobre el hecho de que estas falsas acusaciones contra los biocarburantes se produzcan en unos momentos en los que estos combustibles ya son «competitivos sin incentivos ni ayudas» y más baratos que los derivados del crudo.

Señaló que un litro de E-85 (biocarburante compuesto por un 85 por ciento de etanol y un 15 por ciento de gasolina) cuesta al consumidor un 20 por ciento menos que el de gasolina y subrayó que los biocarburantes reducen entre un 30 y un 85 por ciento las emisiones de gases de efecto invernadero.

Salgado citó el caso de Brasil, país que ha logrado reducir un 50 por ciento su consumo de combustibles fósiles tras dedicar sólo un 3 por ciento de sus cultivos a la producción y donde el 90 por ciento de los vehículos que se matriculan pueden consumir biocarburantes. «Cuando los biocarburantes habían alcanzado visibilidad como un alternativa creíble y fiable para ir desplazando el uso de combustibles fósiles y habíamos conseguido la aceptación política como un instrumento útil para contribuir al desarrollo sostenible nos estamos viendo inmersos en un terremoto social», lamentó.

En su opinión, este «ataque» contra los biocarburantes «encuentra un eco formidable» en los medios de comunicación, «alimentado por los intereses económicos y de dominio del mercado de los operadores petrolíferos y de las industrias de la alimentación». Y ello pese a que los combustibles fósiles han disparado su precio, «en un momento crítico en el que las emisiones de CO2 han avanzado hasta un nivel insoportable».

El presidente de Abengoa Bioenergía opinó que el actual sistema energético «está caducado» y «debe de ser inmediatamente sustituido por soluciones sostenibles» que, además, «no pueden demorarse por más tiempo».

Por ello, urgió al Gobierno español a que trasponga cuanto a antes la directiva europea que defiende que el 10 por ciento de los carburantes sea biocarburante en 2020. «En un mundo con un barril de crudo por encima de 120 dólares hay que buscar soluciones más sostenibles, sobre todo, cuando el sistema energético está arruinando nuestro planeta», apostilló.

La industria europea de los biocarburantes se queja ante Bruselas de las ayudas de los Estados Unidos a este sector

La industria europea de los biocarburantes ha presentado ante la Comisión Europea una protesta formal por las ayudas que Estados Unidos concede a sus productores de biocombustibles y que, a su juicio, crean una competencia «desleal» en el sector.

El objetivo de la Junta Europea del Biocarburante (EBB, por sus siglas en inglés) es que el Ejecutivo comunitario inicie una investigación sobre los subsidios estadounidenses e introduzca «cuanto antes» medidas de compensación sobre las exportaciones, explicó en un comunicado.

Según la denuncia, las ventas de biocombustibles estadounidenses en el exterior se han multiplicado desde 2007 gracias a las ayudas que reciben de Washington y han dificultado el crecimiento de la industrias europea.

Las medidas de apoyo aprobadas en 2004 por el Gobierno federal de EEUU permiten que los combustibles del tipo B99 -que contienen un 99 por ciento de biocarburantes y un 1 por ciento de petróleo- reciban unos 200 euros de ayuda por tonelada, señala la EBB. Además, la asociación critica que este producto se beneficia también de las subvenciones europeas cuando cruza el Atlántico.

La industria comunitaria asegura que la «competencia desleal» del B99 estadounidense ha distorsionado progresivamente los márgenes de los productores europeos, que en muchos casos se han visto obligados a cesar sus actividades.

La EBB denuncia que los subsidios de EEUU no sólo violan las normas de la Organización Mundial de Comercio (OMC), sino que están poniendo en peligro todo el concepto del comercio internacional de biocarburantes y dañando el crecimiento de la producción.

En los últimos meses, Bruselas ya ha mantenido contactos con las autoridades estadounidenses para tratar de resolver la situación del comercio de biocarburantes, considerados uno de los elementos a potenciar en la lucha contra el cambio climátic

La producción mundial de biodiésel y bioetanol aumentó un 29,6% en 2007

Carlos Fernández, jefe del Departamento de Biocarburantes del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), aportó los datos durante su intervención en el III Encuentro europeo sobre biocombustibles sostenibles Biofuel Summit & Expo, que se celebró hasta el pasado 24 de abril en Palacio Municipal de Congresos de Madrid.

La ponencia de Carlos Fernández, Perspectivas de los mercados de biocarburantes, inauguró la segunda jornada del encuentro y en ella dio a conocer los últimos datos de la producción mundial de biocarburantes, que en el pasado 2007 aumentó un 29,6%.

Estados Unidos en bioetanol y Alemania en biodiésel

De la cantidad total producida (47,4 millones de toneladas), 39,5 corresponden a la producción de bioetanol, en la que Estados Unidos se encuentra a la cabeza con 19,5 millones de toneladas, seguido de Brasil con 14,9 millones, la Unión Europea con 1,8 millones y China con 1,27 millones.

La producción total de biodiésel registrada en 2007 fue de 7,9 millones de toneladas, situándose como principal productor Alemania con 2 millones de toneladas, seguido de Estados Unidos con 1,2 millones, Francia con 1,15 millones e Italia con 550.000 toneladas. España, según estos datos, ocupa el séptimo lugar entre los 10 principales productores mundiales de biodiésel, con 200.000 toneladas, un 60% más que en 2006, y está por delante de Reino Unido, Colombia e Indonesia.

Fernández señaló que el mercado de los biocarburantes se presenta «complicado debido a que los costes de producción se han disparado por el incremento del precio de las materias primas, y en el caso concreto del biodiésel, a las prácticas comerciales abusivas».

Como objetivos a corto plazo para el sector, Carlos Fernández ha apostado por crear y consolidar un mercado basado en productos de calidad reconocida y controlada y por facilitar el acceso a los canales de comercialización, en el caso del bioetanol.

Lula afirma que Brasil ganará la «guerra» de los biocombustibles

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, afirmó que su país ganará la «guerra» de los biocombustibles, en un discurso en el que volvió a hacer fuertes críticas a los países ricos.

Al participar en la inauguración de una planta petroquímica de la las brasileñas Braskem y Petrobras en la ciudad de Paulinia, estado de Sao Paulo, Lula dijo que la escasez de alimentos no tiene nada que ver con la producción de los biocombustibles.

«Es una falacia, es una tentativa de mantener a los ricos más ricos y a los pobres más pobres. No es una pelea pequeña y llamo de mediocre, pobre de espíritu y vergonzosa ese tipo de manifestación. Es un debate eminentemente comercial y Brasil no quiere participar de guerra, pero de esa guerra él no huirá y vencerá», apuntó. El jefe de Estado enfatizó: «Yo espero que esa guerra no suceda. Pero, si ellos (los países ricos) quieren hacer la guerra tecnológica, guerra ambiental, guerra comercial, que sepan que Brasil, por más que no le guste de entrar en guerra, no la va a perder».

Brasil lidera la producción mundial de etanol de caña de azúcar, considerado menos caro y más eficiente que el obtenido por Estados Unidos a partir del maíz, materia prima que se ha encarecido en el mercado de alimentos por su uso industrial.

«El mundo tarde o temprano no podrá despreciar el etanol. Alemania lo produce de remolacha, que es mucho más caro, o lo compra de nosotros. Es un debate comercial que no tiene nada de tecnológico», aseveró Lula.

Hace dos días el presidente dijo en Brasilia que hay una campaña internacional contra la agricultura brasileña, movida por países ricos. La intervención de Lula fue interrumpida por una fuga de gas en el recinto, que fue controlada por el personal de seguridad industrial y bomberos.

Lula se refirió también al «desfase» entre el alza del precio internacional del petróleo y el de la gasolina en el mercado brasileño, que no tiene un incremento «proporcional» desde 2005, aunque evitó comentar si habrá una elevación del valor del combustible en el país.
«Un alza en el precio de la gasolina pasa por el Gobierno y hasta ahora no tengo ninguna información al respecto», aseveró.

La defensa del etanol que hizo Lula fue secundada por su principal rival político, el gobernador de Sao Paulo, José Serra, para quien «es un absurdo decir que el etanol tiene culpa de la inflación de los alimentos». La unidad industrial de polipropileno inaugurada, que requirió una inversión de 700 millones de reales (unos 420 millones de dólares), tendrá una capacidad de producción de 350.000 toneladas de resinas «pet» por año.

British Petroleum entra en el millonario negocio brasileño del etanol

El gigante petrolero mundial British Petroleum (BP) se asoció con dos grandes empresas brasileñas para entrar en un negocio de etanol de caña de azúcar que requerirá inversiones por 1.000 millones de dólares, informaron los promotores del proyecto.

BP comprará por 100 millones de reales (unos 60 millones de dólares) el 50 por ciento de la empresa brasileña Tropical BioEnergía, una asociación que hasta hoy estaba compuesta por las brasileñas Santelisa Vale y el Grupo Maeda, según la información.
«Los contratos fueron firmados en un evento en Sao Paulo» entre las dos socias, explicó un representante brasileño del consorcio.

BP, Santelisa y Grupo Maeda invertirán 1.660 millones de reales (unos 1.000 millones de dólares) para terminar una refinería de producción de etanol que ya está en desarrollo y construir una nueva unidad, explicó el portavoz. La firma británica detentará el 50 por ciento de Tropical y sus socios brasileños el 25 por ciento cada uno, y cada socio aportará fondos al proyecto de acuerdo con sus participación accionarial.

La primera unidad de Tropical, empresa constituida en 2006, debe comenzar a moler caña para fabricar etanol en el segundo semestre de este año, mientras que la segunda unidad no tiene una fecha prevista, según la empresa. La nueva planta tendrá capacidad para producir 435 millones de litros de etanol por año en la localidad de Edeia, estado de Goiás (centro).

«Esta inversión es la más grande hecha por una empresa internacional de petróleo en la industria brasileña de etanol», dijo el presidente de la división BP Biofuels, Phil New, en un comunicado de BP divulgado simultáneamente en Londres y en Sao Paulo. «Representa un paso significativo en la estrategia de BP que cree en materias primas sustentables y que no impacten el suministro de alimentos», agregó New, quien estuvo presente en Sao Paulo.

El brasileño Grupo Maeda es uno de los mayores productores mundiales de algodón y Santelisa Vale es el segundo mayor procesador de caña de azúcar de Brasil. «Las refinerías estarán dirigidas a atender la demanda interna con potencial para exportar a mercados de Estados Unidos, Europa y Asia«, explicó Tropical en un comunicado.

Además de producir etanol, Tropical BioEnergía generará electricidad a partir de la quema de bagazo y otros residuos de caña.
La electricidad será usada para atender su propio consumo y cada una de las refinerías además venderá por lo menos 30 megavatios a la red de energía del estado de Goiás, de acuerdo con el proyecto.

La Confederación de Cooperativas Agrarias de España apuestan por el desarrollo planificado y sostenible de los biocarburantes

La Confederación de Cooperativas Agrarias de España (CCAE) ha apostado por el desarrollo planificado y sostenible de los biocarburantes y ha considerado necesario un marco estable para hacer viables los proyectos a medio plazo.

Así lo ha puesto de manifiesto en Madrid Juan Sagarna, del Departamento de Servicios, Calidad e Innovación de CCAE, durante su intervención sobre biocarburantes y producción agraria en el marco de la tercera Exposición y Encuentro Summit de Biocombustibles Sostenibles.

Sagarna ha explicado que para cumplir el escenario que la Unión Europea ha fijado para 2020 en el campo de los biocarburantes, los cultivos energéticos representarán el 15% del total de las tierras arables, del cual un 10% serán cereales con destino a bioetanol y un 3% serán oleaginosas para biodiesel.

Acerca de la situación actual de España, ha señalado que se cuenta con cuatro plantas de bioetanol y 22 plantas de biodiesel que importan el 50% de este tipo carburante.

Ha enumerado como debilidades que nuestro país es deficitario en producciones extensivas, que en el caso del girasol las producciones son bajas, y que no se ha encontrado un cultivo futuro a medio plazo, si bien ha mostrado como oportunidades la certificación de sostenibilidad en el aceite de girasol y los acuerdos contractuales entre las partes.
En este sentido, se ha referido al modelo de contrato tipo acordado el pasado año para la colza y el girasol con destino a la elaboración de biodiesel, contratos que, en su opinión, deben revisarse debido al incremento de los precios.

Asimismo, ha asegurado que la primera generación de biocarburantes es básica para llegar a la segunda generación en buenas condiciones y ha reclamado que se «revitalice» la Mesa de los Biocarburantes, «único foro» donde están representados la Administración y el resto de los agentes de la cadena.

Yvo de Boer cree que hay que cambiar al biocombustible de desechos

El secretario ejecutivo de la Convención de la ONU sobre Cambio Climático, Yvo de Boer, dijo que para superar el «dilema» al que se enfrentan actualmente los biocombustibles es necesario pasar «cuanto antes» a los de segunda generación, fabricados a partir de desechos.

«Estamos ante un dilema. Por una parte (los biocombustibles) son una buena oportunidad para salir de los fósiles y lograr menos emisiones, pero al mismo tiempo la producción de maíz, soja o caña de azúcar para producirlos está desplazando cosechas agrícolas y causando que suban los precios de los alimentos», señaló.

De Boer hizo estas declaraciones en una rueda de prensa durante un foro nacional sobre Cambio Climático e Innovación Científica y Tecnológica que se celebra en Pekín.

«La salida es movernos tan rápido como sea posible a la segunda generación de biocombustibles, descansar en los materiales de desecho y salir de este dilema», explicó. Añadió que aunque hay ya biocombustibles de segunda generación, «parte del problema es que son aún muy caros y hacen falta inversión y desarrollo para abaratarlos».

Nacidos como una de las alternativas «verdes» al petróleo, los biocombustibles han sido acusados este mes por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) de ser culpables de la crisis global desatada por el alza de los precios de los alimentos.

Sin embargo, algunos de los principales productores, como Brasil, han respondido que la responsabilidad de la actual crisis, lejos de ser la bioenergía, es el proteccionismo de los países desarrollados, que «distorsiona» los mercados e impide el desarrollo de las naciones más pobres.

A finales del año pasado, China anunció que fomentará el etanol para reducir su dependencia de los combustibles fósiles, aunque aseguró que dejaría de fabricarlo a partir de cultivos cerealistas, especialmente maíz, como había hecho hasta entonces.