Fabricantes, eléctricas y minoristas promoverán el uso de bombillas más eficientes

Las asociaciones europeas que agrupan a las compañías eléctricas (Eurelectric), al comercio minorista (EuroCommerce) y a los fabricantes de bombillas (ELCF) firmaron un acuerdo para promover el uso de lámparas eficientes en la Unión Europea (UE).

Las asociaciones se comprometieron con este documento a fomentar la distribución y la venta de lámparas compactas fluorescentes, las llamadas bombillas de bajo consumo, en sustitución de las tradicionales lámparas incandescentes.

Las tres federaciones pretenden que los consumidores tengan más información y más facilidades para adquirir bombillas eficientes, cuya penetración en el mercado europeo es «relativamente baja» pese a que las encuestas señalan que los ciudadanos están muy dispuestos a invertir en tecnologías de este tipo. «Los consumidores deben saber que las bombillas eficientes consumen hasta cinco veces menos energía y pueden durar hasta quince veces más que las convencionales», explicó el secretario general de ELCF, Gerald Strickland.

Junto a la información, otra de las prioridades de los firmantes es reducir el precio final de las bombillas de bajo consumo, que está actualmente muy por encima del de las incandescentes.

El comisario europeo de Energía, Andris Piebalgs, destacó en un discurso antes de la firma la importancia del acuerdo firmado por los tres sectores y recordó que la mejora de la eficiencia energética en campos como el de la iluminación debe tener una gran contribución en los esfuerzos europeos para luchar contra el cambio climático y reducir su dependencia energética de otros países.

En este sentido, el presidente de Eurelectric y consejero delegado de Endesa, Rafael Miranda, aseguró en su intervención que es «necesario» concienciar a los consumidores de la importancia de ahorrar energía e impulsar una «cultura de la eficiencia energética».

Miranda recordó que la iluminación representa «casi el 20 por ciento del consumo de energía en la UE» por lo que puede desempeñar un «papel fundamental» para cumplir los objetivos de reducción de emisiones de CO2 aprobados por los Veintisiete.

La firma del acuerdo se efectuó en el marco de la Semana Europea de la Energía Sostenible, que reúne en Bruselas a más de cien ciudades y regiones, a seis países y a representantes de la industria y de diversas organizaciones para promover el debate sobre fuentes renovables, eficiencia energética, transporte limpio y combustibles alternativos.

Este evento tiene lugar pocos días después de que la Comisión Europea diese a conocer sus propuestas para hacer frente al cambio climático durante los próximos años, con las que pretende que en 2020 se hayan reducido un 20 por ciento las emisiones de CO2 respecto a 1990 y que las fuentes renovables representen un 20 por ciento del consumo total de energía.

En declaraciones, Miranda aseguró que la industria eléctrica está «poniendo los medios» para poder cumplir con esas metas, que considera alcanzables. En el caso de España, que tendrá que duplicar el uso de las energías renovables según los planes de Bruselas, el consejero delegado de Endesa destacó el «compromiso» del Gobierno y de toda la industria para lograr ese objetivo. «Habrá que hacer un esfuerzo importante» -aseguró- «pero afortunadamente España tiene un potencial muy importante en el campo de las energías renovables».

La Unión Europea trabaja sobre las posibles alternativas a la separación patrimonial de las redes energéticas

La Comisión Europea y los países de la UE «están trabajando» sobre posibles alternativas a la separación patrimonial de las redes energéticas propuesta por Bruselas, según confirmó el ministro esloveno de Economía, Andrej Vizjak.

En una comparecencia ante la prensa, Vizjak explicó que aunque todavía no hay ninguna propuesta formal, los Veintisiete están intercambiando ideas y la próxima semana podrían examinar el asunto en profundidad.

Un grupo de siete países liderado por Francia y Alemania se opone a la separación patrimonial de las redes de transmisión de energía, que la CE propuso dentro de su reforma de los mercados del gas y de la electricidad, y que en la práctica supondría la desmembración de los grandes grupos energéticos europeos.

Bruselas incluyó en su propuesta una alternativa a la separación patrimonial, que permitiría a las empresas mantener la propiedad de las redes pero con una gestión independiente y supervisada por un regulador. Este modelo, conocido como sistema de operador independiente (ISO) tampoco es aceptado por París y Berlín, que tienen previsto presentar una «tercera vía».

El comisario europeo de Energía, Andris Piebalgs, señaló en su comparecencia junto a Vizjak que no conoce por el momento la propuesta, pero explicó que los países están «trabajando duramente» en ella. Piebalgs aseguró que la CE analizará las alternativas de los Estados miembros, pero recordó que éstas deberán «garantizar» que tienen el mismo resultado práctico que la separación patrimonial, que sigue siendo la opción preferida por el Ejecutivo comunitario.

El comisario y el ministro esloveno explicaron que si se logra un acuerdo entre los países y el Parlamento Europeo en la primera lectura del dossier, la reforma podría aprobarse en junio de este año.

Respecto al paquete sobre energía y cambio climático presentado la pasada semana por la CE, Vizjak destacó que existe un «amplio consenso» sobre sus objetivos y anunció que los gobiernos podrían celebrar un primer debate sobre el asunto durante la próxima cumbre de jefes de Estado y de Gobierno.

Piebalgs aseguró por su parte que la primera reacción de los países ha sido «positiva» y confió en que el dossier pueda aprobarse antes del fin de este año.

APPA valora positivamente la propuesta de la Comisión Europea sobre las energías renovables

La Asociación de Productores de Energías Renovables (APPA) ha valorado positivamente el paquete de medidas sobre el cambio climático adoptado por la Comisión Europea, y especialmente las referidas a los objetivos de alcanzar en 2020 una cuota del 20% en el consumo energético de energías renovables y un 10% en el uso de biocombustibles en el transporte.

El presidente de la Asociación, José María González Vélez, cree que la propuesta de la Comisión es el primer paso para un “espléndido” futuro de las renovables en Europa y en España, y ha destacado la posición ventajosa con que cuenta España en el sector. En opinión de Vélez, “los objetivos de la Comisión pueden suponer una gran oportunidad de negocio para las empresas españolas del sector de energías renovables”.

APPA también valora positivamente la actuación del Gobierno español en materia de fomento de energías renovables, e indica que “conjuntamente con el alemán, el esloveno y el letón, ha liderado el apoyo a los sistemas de primas instaurados en la mayoría de los países europeos, que se han mostrado como esenciales y los más eficaces en el desarrollo de las energías limpias en Europa”.

Greenpeace cree que el paquete de medidas de la UE para frenar el cambio climático se queda corto

La organización ecologista Greenpeace ha emitido un comunicado en el que valora positivamente el Paquete de Medidas sobre Energía y Cambio Climático presentado por la Comisión Europea. Y, aunque apoya el compromiso político para aumentar el uso de energía renovable, Greenpeace cree que España debería hacer un mayor esfuerzo y asumir un objetivo de al menos un 30%, frente al objetivo europeo del 20%.

Según Mahi Sideridou, directora de la Unidad Política de Energía y Clima de Greenpeace en la UE, “el paquete de medidas tiene un inconveniente fundamental, que es que la reducción pretendida de las emisiones no llega al 30%, exigiendo a los países y a la industria menos esfuerzo del necesario a favor del clima, ya que el objetivo del 20% para 2020 no es suficiente”. Y menos, si se compara con el acuerdo de Bali, en el que se estableció que los países desarrollados deberían reducir sus emisiones entre un 25 y un 40% para esa fecha.

La organización ve positivo que ese porcentaje pueda ser revisado al alza, mediante el mecanismo automático en las propuestas de la Comisión para incrementar el objetivo tan pronto como se lleve a cabo un acuerdo internacional sobre el clima.

En opinión de la plataforma ecologista, “el cumplimiento del objetivo europeo del 20% de renovables será un paso crucial para conseguir un futuro energético seguro y limpio, y dejar atrás tecnologías obsoletas como la nuclear y el carbón. Además es una oportunidad para España para liderar un desarrollo sostenible», ha declarado José Luis García Ortega, responsable de la campaña de energía de Greenpeace.

Por lo que respecta a los biocombustibles, la organización ha mostrado su preocupación por el impacto social y ambiental que podrían provocar, ya que, según Greenpeace, los estándares de la Comisión no pueden garantizar adecuadamente la sostenibilidad que pretenden proteger. El Responsable de Energías Renovables de Greenpeace para la Unión Europea, Frauke Thies, apunta que “el objetivo del 10% de biocarburantes en el sector del transporte es un error; la biomasa es más eficiente cuando se utiliza en electricidad y calefacción que como combustible para automóviles de alto consumo de energía»

Greenpeace también ve con buenos ojos que se reduzca la cantidad de créditos gratuitos de emisiones y que se establezcan las mismas reglas para todos los sectores industriales, sin que importe dónde se localicen.

En referencia a la flexibilidad de la propuesta, pues permite a los gobiernos y las industrias realizar proyectos fuera de Europa para compensar sus emisiones, la organización ecologista discrepa porque cree que cualquier proyecto exterior debería ser adicional a una reducción del 30% de las emisiones dentro de la Unión Europea.

Tampoco está de acuerdo con la captura y almacenamiento de carbono, pues en palabras de Greenpeace, “es una tecnología todavía sin probar, cara y potencialmente peligrosa que no debería servir como excusa para continuar construyendo centrales térmicas de carbón”.

Iberdrola considera que la propuesta de la Comisión fomenta la internalización de los costes ambientales

Iberdrola, la primera eléctrica por capitalización bursátil, considera muy positiva la propuesta de la Comisión Europea para combatir el cambio climático, ya que supone un impulso para las renovables y fomenta la internalización de los costes ambientales de las energías más contaminantes.

La eléctrica indica que todas las medidas propuestas «van en la dirección correcta», porque perfeccionan el sistema europeo de comercio de emisiones y establecen objetivos exigentes por países para elevar el peso de las renovables en el consumo de energía final.

Asimismo, Iberdrola aplaude que el paquete europeo respete los sistemas de fomento de las renovables como el español, que prima económicamente la producción eléctrica mediante estas tecnologías, al tiempo que establece un modelo complementario de comercio de garantías de origen al que los países pueden sumarse de forma voluntaria.

La CE quiere que en 2020 la Unión Europea cubra el 20 por ciento de su consumo total de energía con fuentes renovables.

Para lograr este objetivo España deberá elevar su producción eléctrica mediante renovables del 20 por ciento actual al 42 por ciento, lo que exigirá incrementar las centrales renovables (eólicas, solares, biomasa, etc).

Para Iberdrola el nuevo paquete de medidas sobre energías limpias da señales adecuadas para promover el cambio tecnológico en el sector eléctrico.

La propuesta de nueva directiva europea de renovables satisface al sector eólico español

El sector eólico ha recibido con agrado la propuesta de la nueva directiva europea de promoción de energías renovables, que ayer presentó en Bruselas la Comisión Europea.

El pasado marzo, cuando se aprobaron una serie de objetivos en la Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno, para que en 2020 las renovables supongan en Europa el 20% de la energía primaria, ya trajo alegrías al sector eólico, y desde la Asociación Empresarial Eólica comparan este momento con el conocimiento de la noticia de este miércoles.

La AEE destaca que la propuesta salvaguarde los sistemas de apoyo de cada país, que en el caso de España es el de apoyo al precio. También ha resaltado la importancia que tienen los objetivos vinculantes de la nueva propuesta para la seguridad, abriendo la oportunidad de desarrollar esta tecnología «dentro de una senda definida, vinculante y estable en todo el entorno de la UE». Además, entiende que «se da una señal clara de incentivo a la industria para mantener e incrementar la confianza de los inversores sin incurrir en riesgos regulatorios», tal como había solicitado el sector eólico a escala europea.

La Asociación Empresarial Eólica, que ha trabajado codo con codo con la Asociación Europea de Energía Eólica para lograr un borrador en la dirección adecuada, considera que las cuatro premisas fundamentales que planteó se han cumplido. Se trata de las siguientes:

– Cada Estado debe conservar su capacidad en la definición de sus propios mecanismos de apoyo

– La Directiva debe evitar la armonización de mecanismos de apoyo y eludir medidas que de hecho se superpongan al normal funcionamiento de los mismos

– Debe promover la estabilidad, certidumbre y perdurabilidad de los mecanismos de apoyo adoptados por los Estados miembros

– Su modificación no debe implicar que la transposición al derecho interno represente cambios sustanciales en la regulación interna que afecte a derechos adquiridos

La Asociación Empresarial Eólica ha reiterado la disposición del sector de contribuir de manera significativa a la consecución de estos objetivos aportando en el año 2020 un parque generación de 40.000MW eólicos en tierra y entre 2.500 MW y 5.000 MW marinos.

La industria de las energías renovables espera que el plan de la Comisión Europea ayude reducir las emisiones e impulsar el sector

La industria de las energías renovables acogió con satisfacción las propuestas de la Comisión Europea para luchar contra el cambio climático, pues contribuirán a reducir las emisiones contaminantes y a consolidar el sector de las energías limpias.

El Consejo Europeo de la Energía Renovable consideró «coherente» el paquete legislativo planteado por Bruselas y subrayó que contiene todos los elementos para alcanzar el objetivo de rebajar las emisiones de CO2 un 20 por ciento para 2020.

Este organismo pidió a los Estados miembros y al Parlamento Europeo que aporten mejoras a las iniciativas de la Comisión y las aprueben este año, «porque el tiempo se acaba».

Consideró, entre otras cosas, que habría que incorporar un mecanismo para obligar a los Estados miembros a que cumplan sus objetivos intermedios.

También la Asociación Europea de Energía Eólica consideró que la estrategia planteada por Bruselas facilitará la expansión de esta fuente de energía en los Veintisiete.

Esta organización valoró especialmente que se deje a los Estados miembros mantener el control de sus políticas de energía renovable y que las transferencias transfronterizas de títulos de energía renovable sólo pueda hacerse una vez que el país haya alcanzado sus objetivos, pues así se fomentarán las inversiones.

A juicio de los representantes de las compañías eólicas, con estas iniciativas la Comisión ha dado «una respuesta clara a la inminente crisis energética y climática».

La industria fotovoltaica se sumó a los parabienes al ejecutivo comunitario por el impulso a la industria de energías renovables, aunque también solicitó aclaraciones adicionales.

La patronal europea de las empresas dedicadas a la energía solar mostró especial satisfacción por el establecimiento de objetivos intermedios para la expansión de las energías limpias y que se facilite el intercambio de títulos de energías renovables una vez alcanzados esos umbrales intermedios.

Echó de menos, no obstante, sanciones en caso de no cumplimiento de esos objetivos y una regulación más clara sobre las posibilidades de transferencia entre países.

El nuevo paquete de medidas de la UE para luchar contra el cambio climático elimina los topes nacionales de emisiones y fija un límite único para toda la UE

La Comisión Europea ha decidido mantener como principio la necesidad de tener en cuenta la gran diferencia de riqueza entre los 27 miembros de la Unión Europea a la hora de fijar algunos de los puntos más significativos de su paquete de medidas en la lucha contra el cambio climático. Por ello, a los estados más pobres se les permitirá que sigan creciendo en sectores como el transporte.

Por lo que respecta a los derechos de emisiones, la Comisión Europea ha establecido que no serán gratuitos a partir de ahora, sino que se entregarán por subasta. En estas subastas, que no serán discriminatorias, se tendrá en cuenta a los países más necesitados de desarrollo, y por tanto de emisiones de CO2.

Otra novedad es que el 20% de los beneficios obtenidos mediante las subastas de derechos de emisión se destinarán a proyectos de lucha contra el cambio climático.

España satisfecha nuevo reparto esfuerzos UE

El Gobierno español se mostró satisfecho por la nueva propuesta europea de reparto de los esfuerzos que los Estados miembros de la UE deberán realizar para fomentar las energías renovables y combatir el cambio climático.

De acuerdo con esa propuesta, en los sectores «difusos» (como el de la construcción o el transporte) España deberá reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero un 10 por ciento en el año 2020 con respecto a los niveles de 2005, la misma reducción que acometerá en su conjunto la Unión Europea.

Además, España deberá conseguir que las energías renovables aporten el 20 por ciento de la energía final consumida en el año 2020 (en 2005 ese porcentaje era del 8 por ciento), y cumplir el objetivo general de usar un 10 por ciento de biocombustibles en el transporte.

Los ministros de Industria y de Medio Ambiente, Joan Clos y Cristina Narbona, comparecieron ante la prensa en la sede de la Oficina del Parlamento Europeo en Madrid para analizar la propuesta, presentada en Bruselas por el presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, y por los comisarios de Energía y de Medio Ambiente.

Narbona y Clos coincidieron al valorar que la UE haya tenido en cuenta los criterios «de equidad» defendidos por España a la hora de repartir los esfuerzos y aseguraron que las empresas españolas no estarán «discriminadas» respecto a las de otros países al fijar los techos de emisión de gases de efecto invernadero.

El titular de Industria señaló que las posiciones defendidas por España durante la elaboración de la futura directiva están «bien representadas» y destacó que los objetivos propuestos en la propuesta elaborada por Bruselas están en línea con lo que el Gobierno esperaba.

Asimismo, valoró que el establecimiento de mecanismos para el conjunto de la UE evitará «distorsiones» para empresas que están radicadas en un espacio económico.

Clos reconoció que alcanzar el objetivo de energías renovables (20 por ciento del consumo en 2020) supondrá para España un esfuerzo «muy importante» que tendrán que asumir entre el sector de producción eléctrica, los denominados usos térmicos (por ejemplo las calefacciones) y los biocarburantes.

La generación de electricidad mediante fuentes renovables deberá pasar del 20 por ciento que representa actualmente hasta el 42 por ciento, los usos térmicos menos contaminantes del 3 al 6 por ciento y los biocarburantes tendrán que alcanzar el 10 por ciento del consumo total, frente al 0,6 por ciento que suponen ahora, explicó.

El ministro se mostró especialmente satisfecho por el hecho de que Bruselas haya optado por permitir a cada país elegir su modelo de fomento de las energías renovables, tal como pedían España y Alemania, que cuentan con sistemas de complemento de las tarifas mediante primas.

Adicionalmente, se implantará un mecanismo para que el Estado que lo desee pueda vender certificados de renovables a socios con más dificultades para producir este tipo de tecnologías.

La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, aseguró que la propuesta europea demuestra el papel «de liderazgo mundial» de la UE en la lucha contra el cambio climático, y celebró que la iniciativa refleje las aportaciones españolas.

Narbona reconoció que algunos de los objetivos fijados por la UE son ambiciosos, pero aseguró que España tiene capacidad para afrontarlos y que se articularán los recursos económicos necesarios para cumplirlos.

La ministra explicó que para coordinar las actuaciones políticas que se deben implementar para cumplir los objetivos de la Comisión Europea se reunirá la Comisión Interministerial de Cambio Climático y el Consejo Nacional del Clima.

La propuesta europea plantea incorporar a la directiva europea que regula los derechos de emisión a todos los sectores industriales, entre ellos al químico y al del aluminio, y extender los límites de emisión a otros gases de efecto invernadero además del dióxido de carbono.

Entre éstos, la propuesta cita la necesidad de limitar las emisiones de óxido nitroso (los fertilizantes) y de los perfluorocarburos (aluminio).

La propuesta propone además involucrar al sector de la aviación, y en el caso de los biocombustibles plantea que se prohíba utilizar materias primas procedentes de bosques vírgenes, de praderas o de áreas protegidas, y que se prohíba también convertir humedales o zonas de selvicultura en zonas para producir ese tipo de combustibles.

Penalización

En el sector de los biocombustibles, la propuesta de la Comisión contempla actuaciones claras para evitar que se obtengan de fuentes no sostenibles medioambiental o socialmente. Por ello, aquellos biocombustibles que no cuenten con un certificado de garantía de origen se encontrarán con todas las dificultades posibles. Por ejemplo, no se incluirán como biocombustibles en el cómputo de un porcentaje nacional de uso de biocarburantes, ni tampoco se beneficiarán de las exenciones fiscales que se aplican a los biocarburantes.

Mejora de los accesos de las energías renovables a la red

En lo referente a las energías renovables conectadas a la red, la nueva directiva establece mejoras en el acceso de estas energías a la red, puesto que en el pasado se han conocido obstáculos para ello en algunos Estados miembros.

La Comisión Europea asegura que los planes sobre la energía renovable no dañarán los sistemas de promoción del sector

La Comisión Europea asegura que las propuestas que tiene previsto presentar el próximo miércoles en materia de energía renovable no perjudicarán los sistemas de promoción del sector existentes en la actualidad, por ejemplo en España y Alemania.

«Hagamos lo que hagamos, no se pondrán en peligro los sistemas de promoción que funcionan», indicó el portavoz comunitario de Energía, Ferrán Tarradellas, preguntado por la carta conjunta que los gobiernos de ambos países, los mayores productores de energía eólica y solar en Europa, han dirigido a la Comisión.

La misiva alertaba de que los planes de la CE, en particular la idea de crear un sistema de comercio de títulos de energías renovables, podrían poner en peligro el esquema público actual de fomento de esos sectores.

El portavoz recordó que Bruselas defiende que para la promoción de las energías renovables es necesario que exista un sistema que permita la flexibilidad, algo que pretende garantizar la propuesta que se presentará el miércoles.

Por su parte el portavoz comunitario Johannes Laitenberger insistió en que Bruselas «no va a cuestionar lo que funciona» y que lo que se va a hacer es buscar la vía de poder avanzar para promover el uso de las energías renovables. La misma fuente insistió en que el paquete que Bruselas presentará el miércoles será «equilibrado» y en que la UE no ve ninguna contradicción entre los objetivos de lucha contra el cambio climático y el objetivo de mantener la competitividad de las empresas europeas.

El portavoz señaló que el estatus actual «no es sostenible» e incidió en que es necesario progresar, precisamente para salvaguardar el empleo en Europa.

La Comisión Europea descarta que el gasoducto ruso a través de Bulgaria ponga en peligro el proyecto Nabucco

La Comisión Europea (CE) descartó que la construcción del gasoducto conocido como «South Stream«, que transportará gas entre Rusia y la UE, ponga en peligro el proyecto Nabucco, con el que Bruselas quiere diversificar sus fuentes energéticas y reducir su dependencia de Moscú.

Rusia dio el pasado viernes un paso importante para el futuro del «South Stream«, al firmar con Bulgaria un acuerdo para que el gasoducto, impulsado por la empresa rusa Gazprom y la italiana ENI, pase por suelo búlgaro.

El desarrollo de esta infraestructura, que cruzará el fondo del Mar Negro, ha sido considerado en muchas ocasiones como una amenaza para el proyecto Nabucco, gasoducto que cuenta con el respaldo de la Unión Europea para transportar gas del Mar Caspio a los Veintisiete.

El portavoz comunitario de Energía, Ferran Tarradellas, aseguró en una rueda de prensa que ambos proyectos son «complementarios» y que la construcción del «South Stream» no pone en peligro la del Nabucco.

Tarradellas insistió en que la CE «no se opone» al proyecto ruso, pero considera prioritario el Nabucco como una forma de «diversificar las fuentes de energía» e importar gas «de otros lugares».

Según los planes actuales, el gasoducto respaldado por la CE tendría 3.400 kilómetros de longitud, y atravesaría Turquía, Bulgaria, Rumanía, Hungría y Austria para transportar hasta 31.000 millones de metros cúbicos de gas al año.

Rusia es el principal suministrador de gas de la UE y su capacidad para exportar combustible se podría ampliar en unos 30.000 millones de metros cúbicos de gas al año con la construcción del «South Stream«.