Greenpeace cree que el paquete de medidas de la UE para frenar el cambio climático se queda corto

La organización ecologista Greenpeace ha emitido un comunicado en el que valora positivamente el Paquete de Medidas sobre Energía y Cambio Climático presentado por la Comisión Europea. Y, aunque apoya el compromiso político para aumentar el uso de energía renovable, Greenpeace cree que España debería hacer un mayor esfuerzo y asumir un objetivo de al menos un 30%, frente al objetivo europeo del 20%.

Según Mahi Sideridou, directora de la Unidad Política de Energía y Clima de Greenpeace en la UE, “el paquete de medidas tiene un inconveniente fundamental, que es que la reducción pretendida de las emisiones no llega al 30%, exigiendo a los países y a la industria menos esfuerzo del necesario a favor del clima, ya que el objetivo del 20% para 2020 no es suficiente”. Y menos, si se compara con el acuerdo de Bali, en el que se estableció que los países desarrollados deberían reducir sus emisiones entre un 25 y un 40% para esa fecha.

La organización ve positivo que ese porcentaje pueda ser revisado al alza, mediante el mecanismo automático en las propuestas de la Comisión para incrementar el objetivo tan pronto como se lleve a cabo un acuerdo internacional sobre el clima.

En opinión de la plataforma ecologista, “el cumplimiento del objetivo europeo del 20% de renovables será un paso crucial para conseguir un futuro energético seguro y limpio, y dejar atrás tecnologías obsoletas como la nuclear y el carbón. Además es una oportunidad para España para liderar un desarrollo sostenible», ha declarado José Luis García Ortega, responsable de la campaña de energía de Greenpeace.

Por lo que respecta a los biocombustibles, la organización ha mostrado su preocupación por el impacto social y ambiental que podrían provocar, ya que, según Greenpeace, los estándares de la Comisión no pueden garantizar adecuadamente la sostenibilidad que pretenden proteger. El Responsable de Energías Renovables de Greenpeace para la Unión Europea, Frauke Thies, apunta que “el objetivo del 10% de biocarburantes en el sector del transporte es un error; la biomasa es más eficiente cuando se utiliza en electricidad y calefacción que como combustible para automóviles de alto consumo de energía»

Greenpeace también ve con buenos ojos que se reduzca la cantidad de créditos gratuitos de emisiones y que se establezcan las mismas reglas para todos los sectores industriales, sin que importe dónde se localicen.

En referencia a la flexibilidad de la propuesta, pues permite a los gobiernos y las industrias realizar proyectos fuera de Europa para compensar sus emisiones, la organización ecologista discrepa porque cree que cualquier proyecto exterior debería ser adicional a una reducción del 30% de las emisiones dentro de la Unión Europea.

Tampoco está de acuerdo con la captura y almacenamiento de carbono, pues en palabras de Greenpeace, “es una tecnología todavía sin probar, cara y potencialmente peligrosa que no debería servir como excusa para continuar construyendo centrales térmicas de carbón”.

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