Los gases licuados por canalización subirán el 1,03% a partir del 21 de agosto

Los precios máximos de los gases licuados del petróleo (GLP) por canalización subirán 0,7756 céntimos de euro por kilogramo a partir del próximo 21 de agosto, lo que supone un incremento del 1,03 por ciento respecto al precio actual.

El nuevo precio máximo antes de impuestos, que pasa de 75,6362 a 76,4118 céntimos de euro por kilogramo, supone un aumento de 0,32 euros al mes para un consumidor tipo de 500 kilogramos anuales, el 1,03 por ciento más.

Esta subida es resultado de la aplicación de la fórmula de determinación automática de los precios máximos de venta de este tipo de gases, que tienen en cuenta la evolución del precio de la materia prima, los fletes y los costes de comercialización.

El precio de la materia prima aumentó el 2,37 por ciento, al pasar de 579 a 592,7 dólares por tonelada; los fletes el 1,89 por ciento, hasta los 54 dólares por tonelada, mientras que el dólar se depreció respecto al euro el 2,16 por ciento.

Los precios máximos de los GLP por canalización se determinan mensualmente.

La Cámara Baja de Estados Unidos apuesta por las enegías limpias

La Cámara Baja de EEUU aprobó dos proyectos de ley, que reducen en 16.000 millones de dólares (11.684 millones de euros) los subsidios que recibe la industria petrolera del país y dedica el dinero a incentivar el uso de energías renovables.

La aprobación, en una sesión especial antes de su receso de verano, supone una victoria para los demócratas y especialmente para la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, que se había marcado la medida como una prioridad.

La Cámara aprobó el primer proyecto de ley, para fomentar energías no contaminantes, por 241 votos a favor y 172 en contra. El segundo proyecto, que incluye el recorte de subsidios, pasó por 221 votos a favor y 189 en contra. El paquete legislativo de la Cámara deberá ser armonizado con la versión aprobada por el Senado, tras lo cual llegará como un único texto a la mesa del presidente de EEUU, George W. Bush.

No obstante, la Casa Blanca amenazó el viernes con vetar el documento porque, a su juicio, «reducirá la producción nacional de gas y petróleo, encarecerá la energía y subirá los impuestos», según indicó en un comunicado.

La propuesta es un gran cajón de sastre de 786 páginas que incluye medidas acordadas por diez comités distintos de la Cámara. La acción más controvertida es el recorte de exenciones fiscales, valoradas en unos 16.000 millones de dólares (11.684 millones de euros) que habrían recibido las multinacionales estadounidenses del petróleo en los próximos diez años. Además, obliga a las empresas productoras de electricidad a generar, al menos, un 15 por ciento de la energía de fuentes renovables, y aumenta los requisitos de eficiencia de los electrodomésticos y las bombillas.

También extiende garantías de crédito, desgravaciones fiscales y ayudas directas para la producción de energías «limpias» y el desarrollo del etanol de celulosa, como se conoce al alcohol destilado de paja, madera y otras materias vegetales. Ofrece incentivos para la fabricación de vehículos que usen principalmente etanol como combustible y para la instalación de bombas que distribuyan ese carburante en las gasolineras.

Lo que el paquete legislativo no hace es obligar a las multinacionales automovilísticas a fabricar vehículos que consuman menos. Los proyectos de ley dejan como están las normas mínimas de eficiencia de los vehículos, debido a que los propios demócratas no se pusieron de acuerdo sobre el tema.

En el pleno de la Cámara, el debate se dividió según líneas de partido.

Los republicanos describieron el fin de las exenciones fiscales para las empresas petroleras como una subida de los impuestos típica del gusto de los demócratas por sacarle el dinero al contribuyente y gastarlo con alegría. La propuesta legislativa «reducirá la producción nacional y la inversión», alertó el republicano Phil English, quien añadió que la medida resultará en una subida de los precios para el consumidor.

Su correligionario Wally Herger recalcó que, en lugar de fomentar la independencia energética de Estados Unidos, los proyectos «nos dejan a merced de productores extranjeros impredecibles y a veces inestables».

En cambio, los líderes demócratas defendieron las medidas. «Cualquiera que diga que estamos destruyendo la industria petrolera simplemente no mira a los hechos», replicó Jim McDermott, quien señaló que esas empresas se han ingresado beneficios «obscenos» desde 2004.

McDermott señaló que fomentar las energías alternativas reduce la dependencia de Estados Unidos de suministros externos. «Nuestra adicción al petróleo es lo que hace que nuestros soldados combatan y mueran en Irak«, dijo.

Por su parte, Pelosi destacó que las medidas disminuirán las emisiones de dióxido de carbono de Estados Unidos en 10.400 millones de toneladas hasta 2030. «Este proyecto de ley es esencial para desarrollar fuentes de energía renovables en Estados Unidos«, dijo.

Por su parte, las asociaciones ecologistas celebraron el voto en la Cámara. En un comunicado, Carl Pope, director ejecutivo del Sierra Club, la mayor organización medioambiental estadounidense, calificó la aprobación del paquete como una «gran victoria para las energías limpias».

El petróleo se modera tras tocar un nuevo máximo en una semana de alta volatilidad

Los mercados mundiales del crudo se han mostrado nerviosos esta semana, con una alta volatilidad de los precios que en Nueva York batieron un nuevo récord nominal, mientras la OPEP permanece inmune a las presiones para aumentar su oferta pues considera suficiente el abastecimiento actual.

Las cotizaciones de los crudos de referencia en los mercados de futuros de Londres y Nueva York cerraron a la baja el viernes, en reacción a los decepcionantes datos sobre el empleo en Estados Unidos que hacen temer una retracción de la demanda de energía.

También el pronóstico del meteorólogo estadounidense William Gray, conocido como el «Gurú de los huracanes«, de que la actual temporada de ciclones del Atlántico será menos activa de lo estimado en un principio, contribuyó a aliviar ayer la presión sobre los precios del petróleo. Sin embargo, en un ambiente de nerviosismo e incertidumbre sobre la evolución futura, el valor del «oro negro» tuvo un comportamiento muy volátil en las dos últimas semanas y se mantiene en los umbrales de sus máximos históricos.

En todo el mes de julio, el barril (de 159 litros) que usa como referencia la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), una mezcla de once crudos diversos, se vendió a una media de 71,75 dólares, un 7,4 por ciento más que en junio (66,77 dólares).

Con esta subida alcanzó una nueva cota inédita y pulverizó su anterior récord en su valor mensual, de 68,89 dólares, que había alcanzado justo hace un año, en julio de 2006. En su cotización diaria se moderó hasta los 72,17 dólares, alejándose de su máximo histórico, de 73,67 dólares, al que llegó el pasado día 20. En los mercados de futuros, el crudo Brent, la referencia en Europa, se abarató un 2 por ciento en toda la semana al cerrar el viernes a 74,75 dólares por barril.

El contrato del Petróleo Intermedio de Texas (WTI) para entrega en septiembre, que el miércoles batió el récord histórico de 78,77 dólares, concluyó la semana a la baja, a 75,48 dólares por barril (159 litros), un 2 por ciento inferior al del cierre de la semana anterior.

Según el ministerio de Energía y Petróleo de Venezuela, los principales factores alcistas han sido «la buena demanda por parte de los refinadores estadounidenses aunada a los renovados temores por los suministros para abastecimiento a mediano plazo y los manejos especulativos en los mercados a futuro».

Las autoridades de Estados Unidos, el mayor consumidor mundial de energía, informaron de que las refinerías utilizaron una media de 16,2 millones de barriles diarios de crudo en la semana anterior, el registro semanal más alto desde que los huracanes Katrina y Rita afectaran al sur del país entre agosto y septiembre de 2005.
En consecuencia, descendieron las reservas almacenadas de crudo por tercera semana consecutiva.

Pero como a pesar de ello esas existencias se encuentran en niveles superiores a los de hace un año, los responsables de la OPEP reiteraron que en el mercado no hace falta más crudo y se mostraron reacios a aumentar sus suministros, tras haber decidido reducirlos en 1,7 millones de barriles diarios el pasado invierno boreal.

Mientras, van en aumento las presiones de Occidente sobre los productores para que cambien su postura y decidan incrementar su oferta, y esta semana el secretario de Energía de EEUU, Samuel Bodman, pidió a la OPEP que decida abrir sus grifos en la reunión prevista para el próximo 11 de septiembre en Viena.

«El fortalecimiento de los precios del crudo estuvo sostenido por el declive en 6,5 millones de barriles de los inventarios de crudo, que a su vez ha sido el resultado de una aceleración de la actividad de las refinerías hasta el 93,6 por ciento», señaló la consultora especializada PVM en un análisis difundido el viernes en Viena. Y la reducción de las reservas en las últimas semanas «se debe en parte a los suministros reducidos de la OPEP«, añade.

Los analistas de la consultora estiman que «la expectativa de que los miembros de la OPEP no aumentarán su bombeo antes de la reunión del próximo mes, y rumores de que el grupo podría incluso mantener sin cambios su oferta tras esa cita están impulsando al alza los precios del petróleo». Y advierten de que «los fundamentos del mercado parecen confirmar una demanda de crudo adicional de la OPEP en los próximos meses, especialmente en el último trimestre del año».

Según los cálculos de PVM, la demanda mundial de crudo alcanzará los 86,3 millones de barriles diarios (mbd) en el trimestre actual y subirá hasta los 88 mbd en los últimos tres meses de 2007.

El crudo retrocede al nivel de 76 dólares después de marcar nuevo máximo

El precio del crudo de Texas bajó un 2,2 por ciento y regresó a la zona media de 76 dólares, después de haber marcado un nuevo máximo histórico nada mas anunciarse un fuerte descenso en las reservas almacenadas en Estados Unidos.

El barril de Petróleo Intermedio de Texas (WTI) se elevó a un precio récord de 78,77 dólares en los comienzos de la jornada y superaba así el máximo de 78,40 dólares que alcanzó el 14 de julio del pasado año.

Sin embargo, a medida que avanzaba la sesión predominaban las ventas de contratos y al finalizar la sesión regular en la Bolsa Mercantil de Nueva York, (NYMEX) los contratos para septiembre de petróleo WTI perdían 1,68 dólares, para quedar a 76,53 dólares por barril (159 litros). El descenso en el valor del crudo fue en paralelo a la fuerte inclinación bajista que mostraron los precios de la gasolina y del gasóleo del calefacción, mientras que el gas natural se encarecía.

Los contratos de gasolina para entrega en septiembre bajaron alrededor de 7 centavos y finalizaron a 2,0296 dólares por galón (3,78 litros). Los contratos de gasóleo de calefacción para ese mismo mes recortaron su precio en unos 5 centavos y terminaron a 2,0694 dólares/galón. Los contratos de gas natural para septiembre añadieron 16 centavos a su precio anterior y terminaron a 6,35 dólares por mil pies cúbicos.

Las cifras del Departamento de Energía (DOE) de EEUU que llegaron al mercado tomaron por sorpresa a los operadores, sobre todo aquellas que reflejaban un descenso en las existencias de petróleo mucho mayor al que se preveía.

Las reservas de crudo bajaron por cuarta semana consecutiva, en 6,5 millones de barriles, después de una caída de 3 millones en las tres semanas anteriores. No obstante, el total de crudo en reserva, de 344,5 millones, es un 3,8 por ciento superior al del pasado año. Los expertos preveían una merma de algo más de un millón de barriles en las reservas de petróleo, por lo que la aguda caída desató de inmediato una furiosa ola de compras de contratos.

El descenso en existencias coincidió con un incremento en el volumen de materia prima que utilizaron las refinerías y con un aumento en la producción de gasolina y otros combustibles.

El informe del DOE contenía sin embargo otros datos que mostraban una mejoría significativa en la actividad de las refinerías e incrementos en las reservas de gasolina y destilados, aspectos que el mercado también observa muy de cerca y que en otras ocasiones presionaron a la baja a los precios.

Las reservas de gasolina subieron en 600.000 barriles y el total almacenado se elevó a 204,7 millones, un volumen que es un 2,9 por ciento inferior al del pasado año. Las existencias de productos destilados, que incluye el gasóleo de calefacción y el de automoción, aumentaron en 2,8 millones de barriles, lo que elevó el total a 126,5 millones.

Las refinerías utilizaron alrededor de 16,2 millones de barriles diarios de crudo, 388.000 barriles más que en la anterior. Además, operaron al 93,6 por ciento de capacidad, lo que supone un progreso notable respecto de semanas anteriores y se acerca a los registros habituales en esta época del año.

La mayor actividad en las empresas de refinado favoreció que la producción de gasolina alcanzara una media de 9,4 millones de barriles diarios, el volumen más alto registrado hasta ahora.

El informe del DOE reflejó además que la demanda de gasolina y de otros combustibles se mantiene por encima de los niveles del pasado año. El volumen total de combustibles suministrados al mercado en las últimas cuatro semanas, que los operadores toman como referencia del nivel de demanda, fue de una media de 21 millones de barriles diarios, un 1,9 por ciento más que en el pasado año.

Las cifras específicas de gasolina indicaron que la demanda en ese periodo se situó en una media de 9,7 millones de barriles diarios, un 1,1 por ciento más que en 2006.

El precio del petróleo, al alza

El precio del petróleo de Texas supera los 78 dólares en Nueva York, algo que no había ocurrido desde 2006, entre expectativas de que una mayor actividad en las refinerías mermará las reservas de crudo en Estados Unidos.

Hacia la media sesión en la Bolsa Mercantil de Nueva York (NYMEX), los contratos de Petróleo Intermedio de Texas (WTI) para entrega en septiembre incrementaban su precio en 1,34 dólares y se negociaban a 78,17 dólares.

Los contratos con más próximo vencimiento de este tipo de crudo, que se toma como referencia en EEUU, alcanzaron un precio de 78,40 dólares en la sesión del 14 de julio de 2006, algo que no había sucedido desde que en 1983 comenzaron a negociarse estos contratos a futuro en el mercado neoyorquino. El fuerte repunte en el precio del petróleo coincidía además con una sólida escalada alcista en los valores de la gasolina y del gasóleo de calefacción.

Los contratos de gasolina para entrega en agosto, se negociaban a 2,1550 dólares el galón (3,78 litros), después de sumar alrededor de 7 centavos al precio del lunes. Los contratos de gasóleo de calefacción para entrega en ese mismo mes se situaban en un precio de 2,1028 dólares/galón, alrededor de 4 centavos más que el día anterior.

Por el contrario, los contratos de gas natural para septiembre recortaban en unos 15 centavos su precio, para negociarse a 6,34 dólares por mil pies cúbicos.

El precio del crudo de Texas retomó la inclinación alcista y se aceleraron las compras de contratos al llegarse al ecuador de la sesión, mientras los operadores reajustan posiciones ante la difusión de los datos más recientes de reservas, actividad de las refinerías y acerca de la demanda durante la pasada semana.

Los expertos prevén un descenso en reservas de crudo que podría ser superior al millón de barriles, debido en parte a una mayor actividad en las refinerías.

La última evaluación realizada hasta ahora por el Departamento de Energía (DOE) de EEUU, correspondiente a la semana que concluyó el 20 de julio, reflejó el tercer descenso consecutivo en existencias de petróleo. El volumen total era sin embargo un 5,4 por ciento superior al del pasado año.

La perspectiva era menos favorable en el caso de la gasolina, donde el volumen total de existencias era un 3,6 por ciento inferior al de 2006.

Los expertos prevén que los datos que difundirá el DOE reflejarán un incremento en existencias de gasolina, que podría superar incluso del millón de barriles. También se prevé un incremento en la utilización de capacidad por parte de las refinerías, que podría superar el 92 por ciento.

El precio del crudo de la OPEP sigue estable a un nivel muy elevado al cotizar el lunes a 72,24 dólares por barril, 2 centavos más que la jornada anterior, informó el secretariado de la organización petrolera con sede en Viena.

Así, el valor del barril (de 159 litros) usado como referencia por la OPEP y calculado en base a una mezcla de once calidades de crudo sigue cerca de su máximo histórico de 73,67 dólares, alcanzado el pasado día 20.

El Petróleo sigue en máximos y muy volátil

Los precios internacionales del petróleo siguen en máximos y muy volátiles debido a factores como la posible crisis bursátil por el fin del «boom» inmobiliario en EEUU y las perspectivas de nuevos huracanes y otras catástrofes naturales en varias regiones del planeta.

De hecho, el crudo de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) cerró su semana el jueves a 72,88 dólares por barril (159 litros), cerca del máximo histórico alcanzado el viernes anterior con 73,67 dólares.

Mientras, los crudos de referencia en Estados Unidos y Europa, el Petróleo Intermedio de Texas (WTI) y el Brent, respectivamente, superan ampliamente la marca de los 75 dólares por barril.

En el cierre de la semana, el WTI subió más de dos dólares y finalizó en 77,02 dólares el barril, a un centavo del máximo histórico que había marcado el 14 de julio del pasado año.

El Brent, de referencia en Europa, cerró también al alza en el mercado de futuros de Londres, donde el barril para entrega de septiembre acabó en 76,26 dólares, 1,08 dólares más que al cierre de la jornada anterior.

Y eso que en las reservas almacenadas de gasolina subieron esta semana en Estados Unidos al tiempo que los inventarios de crudo bajaron ante un aumento de los niveles de producción en las refinerías de ese país, el principal consumidor de crudo en el planeta.

También en China, las refinerías oficiales trabajan a plena capacidad, con una producción de 6,8 millones de barriles diarios en junio, un 13,1 por ciento más que en el mismo mes del año 2006.

Según destacan los analistas de la consultora vienesa PVM, incluso la OPEP empieza a reconocer que los precios del petróleo son demasiado elevados, lo que podría frenar el crecimiento de la economía mundial y con ello la demanda energética. «La OPEP parece considerar un precio justo para el crudo entre los 60 y 65 dólares por barril, bastante inferior al precio actual de en torno al 73 dólares», señalaron los analistas en uno de sus recientes boletines informativos.

Pero los expertos de PVM reconocen que «esto no garantiza que el grupo de productores vaya a eliminar sus restricciones de producción en su próxima reunión en Viena en septiembre».

Otro factor a tener en cuenta es el creciente nerviosismo en las bolsas internacionales debido el aparente fin del «boom» inmobiliario en Estados Unidos. Y es que las autoridades estudian la posibilidad de endurecer las condiciones para conceder créditos hipotecarios, lo que ha causado una bajada pronunciada en Wall Street y en otros indicadores internacionales en Asia y Europa.

En cuanto al clima, el analistas Jason Schenker, de la Corporación Wachovia en Charlotte (EEUU), aseguró el jueves en su análisis semanal que «serios huracanes podrían causar fuertes subidas de los precios (del petróleo)». En todo caso, el experto matizó diciendo que «un aumento de los precio junto con el riesgo de una interrupción (del suministro) sería probablemente sólo transitorio».

Un posible foco de inestabilidad en el mercado sigue siendo Nigeria, el principal productor africano de crudo, donde la guerrilla secesionista en el Delta del Niger ha atentado este año repetidamente contra instalaciones petrolíferas internacionales.

Allí el nuevo presidente Umaru Yar’Adua presentó esta semana su primer gabinete, en el que destaca que el flamante Jefe de Estado mantendrá las riendas del sector energético en sus propias manos.

El petróleo sigue su escalada hacia nuevas cotas inéditas

El petróleo ha encadenado una nueva semana de encarecimiento, con el crudo de referencia de la OPEP en un nuevo récord histórico, mientras que el Brent y el WTI, referentes para Europa y EEUU, respectivamente, siguen firmes en el nivel más alto en once meses y amenazan con batir nuevos máximos nominales.

Las evidencias de que los elevados precios del «oro negro» no logran frenar el consumo energético se multiplicaron en los últimos días, con los pronósticos sobre el aumento de la demanda para los próximos meses y en 2008 y los datos de la economía China, que sorprendieron con un vigoroso crecimiento, mayor de lo esperado.

Esta semana, fue el valor del barril referencial de la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo), que se calcula en base a una mezcla de once calidades de crudo, el que experimentó el mayor encarecimiento, pues subió casi dos dólares, de 71,96 a 73,23 dólares, entre jueves y jueves.

Además, alcanzó dos cotas inéditas: de 72,83 dólares el lunes, cuando pulverizó su récord anterior (de 72,67 dólares, del 8 de agosto de 2006), mientras que el jueves superó la barrera de los 73 dólares por primera vez desde que la OPEP, fundada en 1960, introdujo una «cesta» o barril propio, en 1987. Así, con esta escalada, la cotización media del crudo de la OPEP en lo que va de 2007 se sitúa en los 60,85 dólares, con lo que roza al promedio de todo 2006 (61,08) dólares, aunque no lo supera aún.

Mientras, el barril del crudo Brent para entrega en septiembre acabó ayer la sesión del Intercontinental Exchange Futures (ICE) a 77,64 dólares, 0,03 dólares menos que el jueves y 0,07 centavos más que el viernes anterior, con lo que quedó exactamente a un dólar de su récord nominal, de 78,64 dólares, del 7 de agosto de 2006.

Ya a mitad de la semana amenazó con pulverizar esa marca inédita, al venderse puntualmente a 78,40 dólares, un valor que por otra parte es el que marcó hace un año en Nueva York el Petróleo Intermedio de Texas (WTI) como su máximo histórico nominal.

En la Bolsa Mercantil de Nueva York (NYMEX), el WTI superó esta semana los 76 dólares y terminó, en los contratos para agosto que expiraron ayer, a 75,57 dólares el barril (159 litros), mientras que en los contratos para entrega en septiembre, que se tomarán como referencia a partir del lunes, cerró a 75,79 dólares por barril.

La semana se inició con la publicación del informe mensual de la OPEP, donde por primera vez se difunden las previsiones para el año que viene, y si bien la organización predice un crecimiento de la demanda más moderado que el vaticinado por la Agencia Internacional de Energía (AIE), confirma que se mantiene el alto ritmo de consumo.

La OPEP vaticinó el lunes que la demanda mundial de crudo crecerá un 1,49 este año frente a 2006, para aumentar nuevamente, en un 1,56 por ciento en 2008, hasta totalizar una media de 86,94 millones de barriles diarios (mbd). El viernes anterior, la AIE había pronosticado un aumento global del 2,5 por ciento en 2008, hasta los 88,2 mbd, tras un incremento del 1,8 por ciento este año.

Tanto la OPEP como la AIE ven que el motor más importante del crecimiento del consumo energético está en las economías emergentes de Asia, con China a la cabeza, un hecho que se vio confirmado por todo lo alto el jueves, con los nuevos datos sobre la coyuntura en el gigante asiático. Según el Buró Nacional de Estadísticas de China, el PIB de ese país aumentó un 11,9 por ciento en el segundo trimestre de 2007 (la mayor tasa de crecimiento trimestral en doce años), tras subir un 11,1 por ciento del primer trimestre.

La consultora especializada PVM estima que la dependencia de China del petróleo importado fue en 2006 hasta del 48 por ciento y subirá hasta el 57,6 por ciento en 2012.

La vigorosa economía china y su voraz sed de combustible, que ha aumentado rápidamente desde la admisión del país en la Organización Mundial del Comercio (OMC), ha sido y sigue siendo, uno de los factores principales que han encarecido el petróleo -como también otras materias primas- hasta niveles nunca vistos.

Estos datos añadieron tensión a un mercado ya nervioso por la inesperada merma registrada en las reservas almacenadas de crudo y productos derivas en Estados Unidos, que revelan también un alto nivel de consumo, principalmente de gasolina durante el actual verano boreal, y una limitada capacidad de refino.

A ello se agrega todo un abanico de factores alcistas, que van desde el recorte de la oferta pactado por la OPEP el pasado invierno boreal hasta el cierre esta semana de la planta nuclear nipona Kashiwazaki-Kariwa debido a los daños sufridos durante el terremoto que se produjo Japón.

Los conflictos geopolíticos en Oriente Medio, la ola de violencia en Nigeria, los cuellos de botella de las refinerías, el declive de la producción del Mar del Norte y el temor a huracanes en el Golfo de México son ya elementos persistentes que impulsan la escalada de los precios en los mercados petroleros.

El precio del barril de la OPEP bate un récord histórico: 72,83 dólares

El precio del barril de crudo de la OPEP ha batido su récord al subir hasta los 72,83 dólares, 0,34 dólares más que el viernes, informó el secretariado de la organización petrolera en Viena.

Así, el barril (de 159 litros) usado como referencia por la OPEP y calculado en base a una mezcla de once calidades de crudo pulverizó su anterior marca inédita, de 72,67 dólares, que había alcanzado el 8 de agosto de 2006.

La escalada de entonces se había producido por las tensiones geopolíticas en Oriente Próximo, el cierre del pozo de BP Prudhoe Bay (Alaska) y la formación de un huracán en el Golfo de México; y actualmente los analistas ven un abanico semejante de factores que ponen nerviosos a los mercados e impulsan los precios.

Los principales elementos alcistas son ahora la ola de violencia contra la infraestructura petrolera de Nigeria, los pronósticos de que la demanda mundial de crudo seguirá creciendo a buen ritmo en 2008, los cuellos de botella en el sector del refino, con problemas técnicos en diversas refinerías, y el temor a que un huracán golpee al sector en el Golfo de México este verano boreal.

A ello se añade el hecho de que la OPEP mantiene recortada su oferta tras decidir dos rebajas, por un total de 1,7 millones de barriles, que entraron en vigor en noviembre y febrero pasados.

La preocupación de que la oferta pueda ser demasiado ajustada se profundizó tras la publicación del nuevo informe mensual de la OPEP sobre la evolución del mercado, donde se vaticina que la demanda mundial de crudo crecerá el año próximo un 1,5 por ciento, tras un aumento anual de casi el mismo porcentaje en 2007.

Ya en la sesión anterior, los precios del petróleo reaccionaron en los mercados de futuros con fuertes alzas a las previsiones de la Agencia Internacional de Energía (AIE) de que el año próximo el consumo petrolero se acelerará, pues aumentará un 2,5 por ciento frente a 2007, año en el cual a su vez subiría un 1,8 por ciento.

Antes de volver y superar el nivel récord de agosto del año pasado, el precio del barril de la OPEP había bajado hasta situarse a menos de 48 dólares en enero pasado, con lo cual, desde entonces, ha aumentado en un 50 por ciento.

La demanda de los biocombustibles dispara el cultivo de colza

La superficie dedicada al cultivo de colza subió un 13,6% en la UE durante 2007 y acumula un aumento total de un 31,5% en el periodo 2002-2006, impulsado por la demanda de biocombustibles, informó Eurostat, la oficina comunitaria de estadísticas.

La búsqueda de soluciones energéticas alternativas al petróleo supone el crecimiento del uso de biocombustibles como el biodiésel, en cuya producción es esencial la colza, como demuestran los 6,05 millones de hectáreas destinadas a este cultivo.

Entre los países que más superficie destinaron se encuentran Francia, que incrementó un 11% el terreno destinado a este cultivo, llegando a 1,5 millones de hectáreas, mientras Alemania aumentó un 7% y también llegó a 1,5 millones, y Polonia elevó el área un 8% hasta las 600.000 hectáreas cultivadas con colza.

Destaca el caso de Rumanía, que en tan sólo un año ha triplicado su producción de colza y ha pasado de 110.000 hectáreas a 350.000 situándose de esta forma como el quinto mayor productor de Europa.

La reforma de la Organización Común de Mercado (OCM) del azúcar aprobada en 2005 y que propuso unas ayudas a las fábricas de 730 euros por cada tonelada que se deje de producir, en los dos primeros años de aplicación, también se ha visto reflejada en los cultivos de la UE.

De hecho, el área destinada a la remolacha ha bajado un 2,9% este año respecto a 2006 y acumula una caída total del 12,6% desde 2002, lo que supone que en estos momentos hay en los países de la Unión menos de dos millones de hectáreas destinadas a este cultivo. Entre los países que más esfuerzos han realizado en abandonar este cultivo se encuentra España, que redujo su área en un 13% hasta las 76.000 hectáreas destinadas a este cultivo.

En total, el área destinada a este cultivo será de 1,9 millones de hectáreas en 2007, mientras la colza supera ligeramente los 6 millones de hectáreas cultivadas para el mismo periodo. Por otra parte, se espera que la producción de colza en los países de la UE alcance un total de 17,6 millones de toneladas en el 2007, mientras que la producción de la remolacha se situará en 117,8 millones de toneladas, según aproximaciones de Eurostat.

Los precios del crudo avanzan hasta los umbrales de sus récords históricos

Los precios del petróleo escalaron esta semana a nuevos máximos anuales, acortando la distancia que los separa de sus récords históricos e impulsados por las incertidumbres en torno a una oferta que puede resultar muy ajustada ante las previsiones de un fuerte crecimiento de la demanda mundial.

El crudo Brent, el de referencia para Europa, se disparó puntualmente a más de 77 dólares por barril, después de que la Agencia Internacional de Energía (AIE) vaticinase un fuerte incremento de la demanda de crudo para el año próximo.

Finalmente, el barril (de 159 litros) de Brent para entrega en agosto concluyó la sesión en el Intercontinental Exchange Futures (ICE) de Londres a 77,57 dólares, 1,17 dólares más que el jueves.

El viernes anterior, este crudo había cerrado a 75,62 dólares, con lo cual se ha encarecido un 2,57 por ciento en una semana, hasta situarse en los umbrales de su récord nominal histórico, de 78,64 dólares, que alcanzó el 7 de agosto de 2006.

El Petróleo Intermedio de Texas (WTI), referente en Estados Unidos, concluyó en la Bolsa Mercantil de Nueva York (NYMEX) a 73,93 dólares/barril, con un alza de 1,43 dólares frente al jueves.

El barril que usa la OPEP como referencia -una mezcla de once variedades de crudo- se encareció hasta los 71,96 dólares el pasado jueves, desde los 70,22 dólares del jueves anterior, y quedó a menos de un dólar de su máximo histórico (72,67 dólares).

Según los pronósticos de la AIE, los altos precios no están provocando un retroceso en el consumo, sino que por el contrario, tras un crecimiento anual del 1,8% en 2007, la agencia prevé que la demanda global aumentará un 2,5% el próximo año, hasta totalizar los 88,2 millones de barriles diarios (mbd).

Tras publicar por primera vez sus previsiones para 2008, la AIE pidió, una vez más, que la OPEP aumente su bombeo, pero la organización petrolera sigue firme en su postura de mantener sin cambios su producción actual, recortada en 1,7 mbd desde el pasado invierno boreal, y no prevé reunirse antes de septiembre.

Además de esta rebaja de la oferta de la OPEP, la situación en Nigeria se ha mantenido como una de las principales causas del alza esta semana, al intensificarse el ambiente de inseguridad y los ataques a la infraestructura petrolífera del país, el primer exportador africano de crudo. El secuestro de un niño de tres años en la región del delta del río Níger se convirtió en el cuarto de un menor capturado en los últimos meses en esa región, donde varias compañías del sector petrolero han evacuado a sus empleados ante la oleada de violencia.

Preocupan también los recientes atentados contra instalaciones de la estatal Petróleos Mexicanos (Pemex), que han llevado a las autoridades del país a reforzar las medidas de seguridad. Según la consultora PVM, «el temor es que pueda haber nuevos ataques que afecten a las exportaciones del país», uno de los principales abastecedores de Estados Unidos.

Por otro lado, los mercados no parecen haber reaccionado a dos noticias favorables en principio a frenar la escalada del «oro negro»: el aumento de las reservas de gasolina en Estados Unidos y el anuncio de que Irán permitirá al Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) la inspección de un reactor de agua pesada en construcción en la planta de Arak. Este nuevo paso en el contencioso nuclear que enfrenta a Irán con Naciones Unidas puede verse como un avance hacia una solución negociada, pero también como una maniobra más de Teherán para ganar tiempo y evitar nuevas sanciones del Consejo de Seguridad de la ONU.

El incremento de las reservas almacenadas de gasolina no ha logrado tampoco disipar la preocupación por el abastecimiento de ese combustible durante el actual verano boreal, dado que esos inventarios siguen por debajo de los de hace un año, mientras que la demanda supera a la de 2006.

Además, permanece la alerta ante la temporada de huracanes en el Atlántico Norte, puesto que aún están por venir los meses de mayor actividad -agosto y septiembre- y sigue muy vivo el recuerdo de la devastación causada hace dos años por los ciclones «Katrina» y «Rita» en la infraestructura petrolífera de EEUU.

Según los analistas, hay también otros elementos alcistas, como una serie de problemas en refinerías y el debilitamiento del dólar. «Al caer fuertemente el dólar en los meses pasados, los precios de la energía aumentaron», señala el grupo Wachovia en un análisis del mercado, donde atribuye el encarecimiento del crudo a la fuerte demanda de gasolina y a la alta especulación financiera en los mercados de futuros.

Por su parte, el presidente de la Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP), Dominique de Riberolles, y el director general, Álvaro Mazarrasa, coincidieron en destacar que la evolución de los precios depende de factores inciertos. Durante la presentación de la memoria anual de la AOP en Madrid, ambos resaltaron, entre esos factores, la delicada situación en Nigeria e Irán, y la temporada de huracanes en el Golfo de México.

Asimismo, expresaron su esperanza en que la curva de los precios continúe paralela a la de 2006, con un fuerte descenso a partir de agosto, si no aparecen huracanes que afecten al sector.