Greenpeace reclama a Zapatero que impulse un acuerdo económico «verde» en la Unión Europea
«Al elaborar planes de rescate de la economía, nuestros líderes tienen la oportunidad de desarrollar medidas que estimulen la reducción de las emisiones de CO2 y, al mismo tiempo, crear muchos puestos de trabajo en los sectores de producción limpia«, declaró Sara Pizzinato, responsable de la campaña de Cambio Climático de Greenpeace.
Según Pizzinato, si, por el contrario los líderes europeos, «con sus recetas abogan por un futuro de energía sucia y cara, los problemas actuales nos parecerán pequeños en comparación con la crisis climática a la que tendremos que enfrentarnos».
Para Greenpeace, la Cumbre del Clima de la ONU, que se celebrará en Copenhague (Dinamarca) el próximo mes diciembre, será una oportunidad histórica para que los líderes mundiales sienten las bases para prevenir un cambio climático devastador.
«La UE», sostiene la organización ecologista, «puede liderar este movimiento poniendo en marcha inversiones destinadas a recuperar la economía en los «sectores verdes» y comprometiéndose a ofrecer, al menos, 35.000 millones de euros al año para ayudar a las economías de países en vías de desarrollo a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero; a proteger los bosques tropicales y a adaptarse a los efectos del cambio climático«.
Greenpeace propone que estos 35.000 millones de euros representen la parte que correspondería a la UE de un fondo total de financiación de 110.000 millones de euros que los países industrializados deberían poner a disposición de los países en vías de desarrollo. Parte de esta suma se financiaría con las aportaciones de las industrias contaminantes por sus emisiones de CO2.
Sara Pizzinato señaló que del total de 110.000 millones de euros, 30.000 millones al año se deberían destinar a detener la deforestación a través de un fondo de protección de los «bosques por el clima», 40.000 millones a ayudar a los países en desarrollo a emprender nuevas formas de desarrollo económico basadas en menores emisiones de gases de efecto invernadero y otros 40.000 millones para ayudar a los países más vulnerables a adaptarse al cambio climático.