La petrolera británica BP y General Electric se unen para reducir emisiones en la obtención de hidrógeno

La petrolera británica BP y el grupo industrial estadounidense General Electric (GE) se han aliado para desarrollar y utilizar tecnologías que reduzcan las emisiones contaminantes en la obtención de hidrógeno para su uso posterior en generación eléctrica, informó en Madrid la petrolera.

BP tiene previsto construir, con tecnología de General Electric, cinco plantas para generar energía eléctrica a partir del hidrógeno.

La generación de electricidad con hidrógeno es limpia pero para obtener este combustible es necesario utilizar como materias primas el carbón o el coke del petróleo, que generan emisiones contaminantes. Aunque el hidrógeno es el elemento más común en el universo, no existe en estado puro en la Tierra y debe extraerse del gas natural o del agua mediante electrólisis.

El acuerdo entre BP y GE permitirá el desarrollo de la tecnología de generación de energía eléctrica a base de hidrógeno sin emitir gases contaminantes. Además, se combina con la tecnología de captura y almacenamiento de dióxido de carbono, que evita hasta en un 90 por ciento las emisiones a la atmósfera y todo ello con una capacidad de distribución a nivel industrial.

Lewis Gillies, consejero delegado de Hydrogen Energy, la nueva «joint venture» (sociedad de riesgo compartida) creada por BP y la empresa minera anglo-australiana Rio Tinto, explicó, en nota de prensa, que este proyecto «ofrece una posibilidad real para ayudar a la demanda mundial creciente de energía limitando nuestro impacto en el medio ambiente».

Por su parte, el consejero delegado de GE Energy, John Krenicki, destacó la importancia de la alianza, que demostrará que «nuestras compañías pueden producir energía a partir del dióxido de carbono con aplicaciones comerciales de una manera eficiente, fiable y económica».

Se calcula que cada central de hidrógeno generará unos 500 megavatios de electricidad, suficiente para suministrar energía a unos 325.000 hogares y almacenará alrededor de cuatro toneladas de dióxido de carbono al año, el equivalente a la retirada de la circulación de 615.000 vehículos.

Canadá presenta un nuevo plan para la reducción de emisiones que no cumplirá Kioto

El Gobierno canadiense reveló su segundo plan para atajar el continuado aumento de las emisiones de gases que producen el efecto invernadero y afirmó que sólo alcanzará los objetivos de Kioto hacia el 2020-2025.

El Protocolo de Kioto, que Canadá ratificó en el 2002, estipula que para el 2012 el país debería reducir sus emisiones un 6 por ciento por debajo de las que tenía en 1990. El ministro canadiense de Medio Ambiente, John Baird, reconoció que Canadá no cumplirá el objetivo, pero aseguró que el nuevo plan presentado «es un plan real, un plan que podemos alcanzar».

Desde su llegada al poder en enero del 2006, el Gobierno del primer ministro conservador Stephen Harper se ha negado a cumplir los objetivos de Kioto por entender que provocaría una grave recesión económica. Harper se ha mostrado partidario de aproximarse al planteamiento de Estados Unidos y Australia, los dos principales países que se han negado a ratificar Kioto.

El plan presentado por Baird estipula que para el 2010 Canadá reducirá las emisiones industriales un 18 por ciento, tomando como base las emisiones del 2006. Para el 2015 la reducción debería ser del 26 por ciento.

«Nuestro plan alcanza un equilibrio entre la perfección que algunos medioambientalistas podrían buscar y el ‘statu quo’ que algunos en la industria pretenden proteger» dijo Baird durante la presentación del plan en Toronto.
Baird dijo que el Gobierno «forzará» al sector industrial a reducir sus emisiones. Para el 2020, las emisiones totales del país, incluidas las industriales, se reducirán un 20 por ciento con respecto a las del 2006. Baird señaló que estas reducciones tendrán un elevado coste para los consumidores.

El ministro canadiense calculó el coste en varios miles de millones de dólares al año hasta el 2020 -por la subida de los precios de coches, electrodomésticos, electricidad y combustible- hasta un máximo de 7.200 millones de dólares en el «peor» año del plan. Calificó de «reales» y «asumibles» las subidas de los precios. Según Baird, el plan sólo supondrá una caída del Producto Interior Bruto (PIB) del 0,5 por ciento y el aumento del precio de la gasolina un 6 por ciento.

Este es el segundo plan presentado por el Gobierno de Harper desde que llegó al poder. El generalizado rechazo a su primer planteamiento provocó la dimisión de la anterior ministra de Medio Ambiente, Rona Ambrose. Las encuestas señalan que los canadienses consideran el medio ambiente y el cambio climático como una de sus principales preocupaciones.

Berlín endurece las reglas para la compra-venta de emisiones y apuesta por el carbón

El gobierno alemán aprobó un nueva regulación que endurecerá las reglas para la compra-venta de emisiones de CO2, a la vez que ratificó el propósito de apostar por nuevas explotaciones mineras, para poder sujetarse al cierre progresivo de las plantas atómicas.

De acuerdo con el plan presentado por el ministro de Medio Ambiente, el socialdemócrata Sigmar Gabriel, el volumen anual de emisiones para el periodo de 2008 a 2012 no podrá superar los 453 millones de toneladas de CO2. Ello supone un cómputo anual de 57 millones de toneladas menos que en el anterior periodo -2005 hasta 2007-, destacó Gabriel, y responde al objetivo marcado de lograr, hasta 2012, reducir en un 21 por ciento las emisiones respecto al nivel de 1990.

Gabriel defendió, asimismo, el plan de mantener el actual sistema mixto de suministro energético, que combina el gas, la minería y la energía atómica, así como las renovables, con el argumento de que hoy por hoy no se puede renunciar al carbón. «Si nos sujetamos al plan de abandono de la energía nuclear, y desde el Partido Socialdemócrata así lo vamos a defender, no es realista imaginarse que se pueda renunciar al carbón, puesto que la alternativa, el gas, es demasiado cara», dijo el ministro.

Gabriel recordó que el objetivo de la UE es lograr que para el 2020 un 20 por ciento del suministro proceda de las renovables y enfatizó que Alemania no sólo está preparada para lograrlo, sino que encima podría superarse ese porcentaje, hasta el 23 o 26 por ciento. «Pero aún así, quedará un 73 o más por ciento a cubrir. Y eso no puede depender del gas», indicó Gabriel, que rechazó así las críticas de los Verdes al fomento de esa fuente de energía.

El ministro argumentó que las nuevas explotaciones mineras, con tecnología moderna y plazos de funcionamiento adecuados, no ponen en peligro el objetivo de reducción de las emisiones de CO2. Reafirmó que su Partido Socialdemócrata (SPD) «defiende y defenderá» el calendario de cierre de las plantas nucleares, de acuerdo al pacto suscrito por el anterior gobierno roji-verde con la industria energética. «Cuestionar la minería, ahora, es apuntalar los argumentos de quienes hablan de replantearse el cierre de las nucleares. Lo que nosotros no vamos a hacer», dijo Gabriel.

El pacto de coalición entre el SPD y la Unión Cristianodemócrata Alemania y la Unión Socialcristiana de Baviera (CDU/CSU) prevé el mantenimiento de ese calendario, aspecto que fue aceptado a regañadientes por las filas conservadoras de la canciller Angela Merkel.

Aizpiri liga el futuro del carbón a la captura y almacenamiento del CO2

El secretario general para la Prevención de la Contaminación y del Cambio Climático, Arturo Gonzalo Aizpiri, ligó el futuro de la industria del carbón a la captura y almacenamiento de las emisiones de CO2.

Aizpiri hizo estas declaraciones antes de dar una conferencia en Oviedo en la que explicó el Plan Nacional de Asignación de Emisiones (PNA) 2008-2012 de gases de efecto invernadero que aprobó el año pasado el Gobierno central para adecuar los gases que se emiten en España al Protocolo de Kioto. Indicó que este documento «ha respetado escrupulosamente el Plan del Carbón y ha tenido en cuenta los esfuerzos de la empresa eléctricas que han hecho inversiones de desulfuración y desnitrificación en sus plantas». Apuntó que, «visto a más largo plazo y con carácter global, el carbón tiene futuro como fuente de energía si se consigue reducir de forma drástica sus emisiones» y subrayó que, para ello, «hay que apostar» por la captura y almacenamiento del CO2 por medio de «innovaciones tecnológicas»

Esta técnica permitirá separar el CO2 de los gases de combustión de las plantas de carbón y almacenarlo en formaciones geológicas, para asegurar la integridad ambiental a largo plazo, precisó.

Aizpiri aseguró que el Gobierno «va a cumplir sus compromisos con el Protocolo de Kioto, no sólo ética sino también jurídicamente, pero sin poner en riesgo la competitividad y el empleo de la industria nacional». Agregó que está «demostrado» que las asignaciones que se han realizado hasta ahora «han sido suficientes» y resaltó que el nuevo plan «va a proteger la competitividad de la industria».

El alto cargo ministerial apuntó que el esfuerzo que conlleva la adecuación al Protocolo de Kioto es «alcanzable» por las empresas y abogó por que éstas «apuesten por la innovación y el desarrollo tecnológico». Reconoció que este plan es «un esfuerzo importante para el sector eléctrico que tiene capacidad tecnológica para reducir sus emisiones y mecanismos para trasladar este esfuerzo a los costes sin temer la competencia internacional, que sí sería una amenaza para otros sectores que tienen que competir».

Abogó por el ahorro y la eficiencia que significa, a su juicio, «protegerse de un escenario de altos precios internacionales de la energía». «Las industrias que están dentro del comercio de emisiones representan el 45 por ciento del Inventario Nacional de Emisiones«, indicó Aizpiri.

Durao Barroso aboga por reducir un 30% la emisión de gases contaminantes

El presidente de la Comisión Europea (CE), José Manuel Durao Barroso, apeló hoy a que los países de la Unión Europea (UE) se comprometan a reducir la emisión de los gases de efecto invernadero en un 30 por ciento para el año 2020. «Resulta imperioso que la UE encabece las negociaciones con el objetivo de que los grandes emisores de gases CO2 (dióxido de carbono) suscriban un acuerdo multilateral, colocando encima de la mesa un compromiso autónomo e indicando que iremos más lejos que los otros países», argumentó.

Durante su intervención en el seminario «Estrategia Europea para la Energía: Oportunidades y Desafíos«, el presidente de la CE dijo que los países de la UE se deben comprometer a reducir, «por lo menos, en el 20 por ciento las emisiones de gases causantes del llamado efecto invernadero (calentamiento global de la Tierra), tomando como referencia los indicadores de 1990″.

«Europa debe asumir el liderato del mundo en esta nueva revolución industrial: la transición de una sociedad de bajo índice de dióxido de carbono a otra basada en el conocimiento», señaló. Para ese efecto, agregó, la CE alentará la construcción de doce centrales eléctricas a base de carbón limpio y que en 2020 todas las nuevas centrales que usan carbón estén equipadas con dispositivos para almacenar las emisiones de dióxido de carbono.

Durao Barroso dijo que al mismo tiempo se debe trabajar para adaptar progresivamente las centrales de carbón ya existentes. Señaló que la Estrategia Europea para la Energía representa «una nueva revolución industrial» y que sus propuestas serán consideradas en el Consejo Europeo a principios de marzo. Según Barroso, el apagón del pasado 4 de noviembre, que dejó sin energía a diez millones de consumidores en Europa, muestra «la profunda interdependencia entre los sistemas energéticos de los estados miembros».

Abogó por un mercado interno de energía abierto a la iniciativa privada y plenamente integrado, considerando que éste es «un elemento fundamental» para que se pueda llevar a cabo la Estrategia Europea de la Energía. «Un mercado interno eficiente, abierto y equilibrado atraerá a múltiples inversores y suministradores de energía para beneficio de los consumidores europeos, proporcionando economía de escala y niveles de seguridad que, de forma aislada, ningún mercado nacional puede garantizar», dijo Barroso.

José Luis Díaz, Presidente AEEE dice «es imposible» reducir 30% emisiones CO2 en UE para 2030

El presidente de la Asociación Española para la Economía Energética y de la Fundación Repsol-YPF, José Luis Díaz, ha manifestado que «es imposible» que la Unión Europea reduzca un 30 por ciento sus emisiones de CO2 para 2030, por mucho que «se esfuerce».

Según aseguró José Luis Díaz tras la inauguración del II Congreso de la AEEE, que se celebra en Oviedo, en 2030 «las emisiones de CO2 van a aumentar», ya que la aportación de carbón, petróleo y gas al consumo energético se habrá reducido en un 5 por ciento frente al 80 por ciento actual, pero «en cifras absolutas, será un 30 por ciento mayor que la actual por el crecimiento del consumo».

Según José Luis Díaz, la «única posibilidad» de reducir emisiones es «el secuestro CO2 de los gases de combustión y el almacenamiento subterráneo», una tecnología que «está poco madura» aún.

El presidente de AEEE criticó que «el esfuerzo en I+D siga siendo desgraciadamente muy pequeño en España» y que se destine «mucho más dinero a subvencionar energías no competitivas» que a la investigación para que «las energías limpias lo sean en el plazo más breve posible». También manifestó ser «absolutamente partidario» de la energía nuclear porque «produce emisiones cero de CO2» y produce en España unos 60.000 gigavatios al año, «el doble» de energía que la hidroeléctrica.

Consideró que «el problema de residuos» es «un mal menor» si realmente «el problema de la humanidad son las emisiones de CO2» y que «deben intensificarse» las investigaciones para «encontrar una solución» a los residuos radiactivos.

«No se debe renunciar a la energía nuclear, aunque comprendo que no es popular», aseguró José Luis Díaz, que indicó que «en el mundo desarrollado», sin incluir a los países del este, «no ha habido ni un sólo accidente nuclear que haya producido vidas humanas», frente «al gran número de muertos que produce el carbón».

Iberdrola logra la calificación del proyecto de desarrollo limpio en México

La Autoridad Nacional Designada sobre Cambio Climático, organismo dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, ha aprobado la calificación como Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL) del parque eólico que desarrolla Iberdrola en La Ventosa, situado en el Estado de Oxaca (México).

El parque eólico, de 102 megavatios de potencia, ha obtenido la acreditación como MDL por un periodo de 21 años a partir del 1 de enero de 2008, informó hoy la empresa.

El proyecto, que evitará la emisión de 205.900 toneladas anuales de CO2, también ha recibido la autorización de la autoridad mexicana en materia de cambio climático y se encuentra en fase de validación, proceso que concluirá antes de que acabe el año. Posteriormente, el proyecto de La Ventosa debe registrarse ante la Convención Marco de Naciones Unidas para el Cambio Climático.

Los MDL son uno de los mecanismos flexibles previstos en Kioto y permiten compensar el exceso de emisiones contaminantes de las empresas mediante iniciativas de mejora medioambiental en los países en vías de desarrollo.

El PNA baja ligeramente los derechos al sector eléctrico respecto al borrador inicial

El definitivo Plan Nacional de Asignación (PNA) 2008-2012, aprobado hoy por el Consejo de Ministros, reduce ligeramente los derechos de emisión concedidos al sector eléctrico y aumenta los otorgados al resto de los sectores industriales.

El sector eléctrico ha recibido finalmente 54,05 millones de toneladas anuales, frente a los 54,69 millones contemplados en el borrador del plan, que se presentó el pasado mes de julio.

En el anterior plan, vigente entre 2005 y 2007, el sector eléctrico había conseguido 85,4 millones de toneladas al año.

Al iniciarse la tramitación del nuevo plan, la mayor parte del sector eléctrico había reclamado 81 millones de toneladas.

Por el contrario, los sectores industriales contarán con 73,64 millones de toneladas al año, cifra que supera los 72,8 millones asignados en el borrador.

Entre 2005 y 2007, los sectores industriales habían recibido 70,34 millones de toneladas anuales.

Dentro del sector industrial, la actividad de refino de petróleo contará con 16,13 millones de toneladas, ligeramente por encima de lo que establecía el borrador (15,89 millones) y de lo asignado en el plan anterior (15,25 millones).

El sector siderúrgico recibirá finalmente 12,19 millones de toneladas anuales, también por encima de lo contemplado en el borrador (11,79 millones) y de lo otorgado entre 2005 y 2007 (11,23 millones).

El sector cementero dispondrá de 29,015 millones de toneladas, la misma cantidad que en el borrador y más que en el plan anterior (27,53 millones).

Los derechos asignados el sector papelero se sitúan en 5,47 millones de toneladas, igual que en el borrador y más que en el plan vigente (5,29 millones).

Por último, el sector de azulejos y baldosas contará con 1,42 millones de toneladas, más que en el borrador (1,36 millones) y que en el periodo 2005-2007 (875.000 toneladas).

La cifra final para el conjunto de los sectores afectados no varía respecto al borrador, ya que queda en 152,67 millones de toneladas anuales.

No obstante, este volumen de derechos supone una reducción del 16 por ciento respecto al Plan 2005-2007, que repartió 182,17 millones de toneladas al año.