Fijar precios altos para el carbono dispararía la desinversión en combustibles fósiles y la reducción de emisiones de CO2

Europa Press.- La fijación de precios sustancialmente altos para el carbono impulsaría significativamente la reducción de emisiones de CO2, al disparar así la desinversión en combustibles fósiles, según un equipo de economistas próximos al sector energético. Según expertos, se temía que se produjese una paradoja verde tras los acuerdos de París, pues con la anticipación de fuertes políticas de reducción de CO2, los propietarios de combustibles fósiles podrían acelerar su extracción de recursos para maximizar las ganancias, aumentado así las emisiones de CO2.

Sin embargo, y al mismo tiempo, otro efecto acarrearía que los inversores podrían dejar de invertir su dinero en plantas generadoras de carbono, ya que pueden esperar que sus activos se estanquen. El estudio elaborado por estos economistas, que por primera vez investiga ambos efectos de manera conjunta, revela que esta desinversión sí podría superar esta paradoja verde pero sólo si se anunciaran de manera creíble precios altos del carbono.

«Las fuertes políticas climáticas futuras pueden reducir las emisiones incluso antes de que entren en vigor si se anuncian de manera creíble», afirma el autor principal, Nico Bauer, del Instituto Potsdam de Investigación del Impacto Climático (PIK), en Alemania. Si bien el Acuerdo de París es débil en ambiciones políticas a corto plazo, con cerca de 200 países que se comprometen a limitar el aumento de la temperatura a menos de 2 grados centígrados en comparación con los niveles preindustriales, se requerirán políticas climáticas fuertes en el futuro para reducir las emisiones a largo plazo.

«Encontramos que 10 años antes de que se introduzcan realmente las políticas de fijación de precios del carbono, los inversores comienzan a sacar su dinero del sector energético del carbón. Rehúyen invertir en centrales eléctricas alimentadas con combustibles fósiles ya que se dan cuenta de que la vida útil de estas plantas se verá reducida por la política climática futura. Descubrimos que esta desinversión reduce las emisiones entre un 5% y un 20%, dependiendo de la fortaleza de la política climática, ya en el tiempo anterior a la implementación de la política climática», explica Bauer.

El carbón es particularmente susceptible a los precios del carbono. «Agregar un precio del carbono de 20 dólares estadounidenses por tonelada de CO2 duplica el coste del uso del carbón», destaca Christophe McGlade, del University College London (UCL), en Reino Unido, y la Agencia Internacional de la Energía (IEA). «Los inversores del sector energético ven que las plantas de carbón no serán competitivas con los precios del carbono y, por lo tanto, cambiarán sus carteras hacia fuentes de electricidad con bajas emisiones de carbono«, apunta.

Mejor adoptar medidas cuanto antes

Según indica McGlade, el petróleo es «mucho menos sensible a los precios del carbono». «Aunque descubrimos que el efecto paradoja verde puede surgir en los mercados petroleros, con los principales propietarios de recursos petroleros impulsando la producción por temor a que sus recursos se queden encallados, es probable que sea mucho más pequeño que el efecto de desinversión que reduce el uso de carbón», añade.

Comúnmente, se emplean simulaciones informáticas de la dinámica futura de los mercados de energía para investigar los efectos económicos de las políticas. «Realizamos nuestras simulaciones con una variedad de niveles de precios de CO2, alcanzando constantemente entre 25 y 300 dólares estadounidenses por tonelada de CO2 para 2050, con un escenario medio que alcanza los 100 dólares estadounidenses. Estos impuestos se introdujeron con una serie de demoras diferentes para representar varios grados de rigor y credibilidad de la política climática y ver cómo reaccionan los mercados de combustibles fósiles en anticipación de tales políticas climáticas», relata Jérôme Hilaire de PIK.

Este experto subraya que esto sirve para darse cuenta de las incertidumbres, pero el efecto de desinversión prevalece sobre el efecto paradoja verde en casi todos los casos fiscales investigados, independientemente de la demora en la implementación y, por lo tanto, disminuye las emisiones globales. Sólo si el precio del CO2 comienza muy tarde, por ejemplo, antes de 2050 a un nivel muy bajo, la anticipación de las fuerzas del mercado conduce a un aumento en las emisiones de CO2 en lugar de una disminución».

«Nuestros resultados dependen de algunas suposiciones cruciales: que los responsables políticos pueden comprometerse a introducir políticas climáticas sólidas en varios años en el futuro, que el precio del carbono es uniforme en todas las regiones, que los inversionistas creen que los responsables políticos harán lo que dicen que harán; que los inversores son astutos en la adaptación de sus estrategias de inversión en consecuencia», apunta Paul Ekins, de UCL, también perteneciente al Panel de Alto Nivel de la Comisión de Descarbonización de la Unión Europea.

Si se introdujeran diferentes regulaciones de precios de CO2 a distintos precios en varios países, aunque algunas instalaciones de producción intensivas en emisiones se moverían de lugares de alta regulación a aquellos con estándares bajos, este efecto es limitado. «Los esquemas de fijación de precios de emisiones de CO2 están emergiendo en China, la Unión Europea se encuentra actualmente en el proceso de arreglar su esquema comercial, y los precios del CO2 están vigentes en Reino Unido, Chile, Canadá e, incluso, en California», señala Ekins.

El experto concluye que el Acuerdo de París emitió una fuerte señal de que los responsables políticos toman en serio el cambio climático y están listos y dispuestos a cumplir con las reducciones de emisiones necesarias. «Al anticipar la implementación de políticas para enfrentar el cambio climático, las fuerzas del mercado probablemente reducirán las emisiones, ayudándonos en el primer paso para lograr reducciones de emisiones profundas, siempre y cuando las señales de política sean fuertes, claras y creíbles», indicó Ekins.

José Manuel Moreno, científico del IPCC: «Hay que reducir drásticamente el uso de combustibles fósiles y apostar por las renovables”

Europa Press.- El científico español José Manuel Moreno, miembro del Panel Intergubernamental de Cambio Climático de la ONU (IPCC), asegura que el récord histórico de temperatura registrado en 2017 en España «es un reflejo de lo que está por venir» si no se detiene el cambio climático.

A su juicio, España, junto con el resto de países europeos, debe liderar el cambio para frenar el calentamiento global y «predicar con el ejemplo», pues según Moreno, la «tarea pendiente» que tiene el país es la reducción de los combustibles fósiles. «No hemos desacoplado nuestro desarrollo económico del uso de los combustibles fósiles», afirma el profesor de la Universidad de Castilla-La Mancha, que lo considera algo «lesivo para la mayor parte de la ciudadanía».

«Europa ha demostrado en los últimos 20 años que puede reducir sus emisiones netas de carbono y seguir desarrollándose», afirma Moreno, que también pone de ejemplo a Estados Unidos cuando el presidente Obama ocupó la Casa Blanca, lo cual demuestra que «no hay nada que resulte imposible». Pero para el experto se necesita «voluntad política» que consista en la distribución de los recursos, de modo que se garantice que quien vaya a verse afectado por estas reducciones sea «compensado». «No queda más remedio que disminuir las emisiones y eso significa reducir drásticamente el uso de combustibles fósiles y poner el énfasis en las energías renovables, no queda otra alternativa», resume.

Además, Moreno considera «imprescindible» que la transición energética hacia las energías renovables se realice a corto plazo porque «el tiempo apremia». Moreno sostiene que al ritmo actual de emisiones, de aquí a 2030 el mundo habrá emitido gases «de sobra» como para «abandonar la agenda» acordada en París, en la que se estableció como objetivo que la temperatura media del planeta no aumente más de 2ºC para 2100. Precisamente, Moreno alerta de que para finales de siglo, el mundo podría calentarse hasta 3 grados más. «Cabe esperar sucesivos récords conforme vaya pasando el tiempo si no detenemos el calentamiento», indica.

Moreno califica de «buena noticia» la Ley de Cambio Climático que está preparando el Gobierno, pero aún falta «concreción, plazos y compromisos». A su juicio, debe «establecer una senda de reducción de emisiones clara y compatible, al menos, con los objetivos de París», debe acoger «unos compromisos de transformación energética hacia el predominio de las energías renovables» y debe concretar «un programa de adaptación real para el cambio climático». «Vamos a sufrir las consecuencias, esa ley tiene que prever que van a ocurrir cosas y habrá que estar preparado», sostiene.

Aunque Moreno piensa que «revertir» el cambio climático y sus consecuencias «sería un proceso que llevaría mucho tiempo», señala que «algunas cosas no se van a poder revertir ya», por lo que «no hay otra solución» que pararlo, y «cuanto antes mejor». «Nadie pensó que nos íbamos a encontrar así, a pesar de que los científicos ya lo anticiparon», concluye.

Nadal asevera que el carbón ha evitado un aumento medio del 26% del precio mayorista de la luz desde 2015

Europa Press.- El ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital, Álvaro Nadal, ha asegurado que la eliminación de la oferta de las centrales de carbón del mix energético español habría supuesto un incremento medio del 26% en el mercado mayorista de la electricidad en los últimos tres años. Nadal señaló que estos datos del operador del mercado eléctrico, Omie, confirman que es «para pensarse si es tan fácil retirar todo el carbón».

Asimismo, añadió que sin la energía nuclear los precios de la electricidad habrían aumentado un 25% en ese periodo, por lo que pidió analizar la «viabilidad económica» en los pasos que se den en la transición energética. Por ello, Nadal subrayó que ante la necesidad de otras tecnologías para cubrir la demanda, ya que las renovables «no son capaces de generar las 24 horas», el debate estará entre el gas y la nuclear, energía que el Gobierno defiende que se debe «mantener durante esta década«.

Derechos de emisión de CO2

Asimismo, defendió el papel del carbón dentro del mix energético para cubrir las puntas de consumo ya que «es más barato que el gas». No obstante, consideró que a 2030 esta situación puede cambiar ante la evolución que pueden tener ambas fuentes y el sobrecoste que puede suponer para el carbón el pago de los derechos de emisión de CO2. De esta manera, Nadal aseguró que en este debate «sobra ideología y falta reflexión» y pidió considerar que la decisión entre elegir un camino u otro para alcanzar la reducción de emisiones representa «diferentes» costes.

«En energía no existe ninguna medida absolutamente perfecta y necesitamos saber, en un análisis de coste y beneficio, cómo llegar a una economía cada vez más descarbonizada. Pero esto no es un salto, es una transición, ya que tiene distintos costes sobre el conjunto de la economía», apuntó al respecto. Así, pidió «un debate profundo y honesto» respecto al camino a seguir en la transición energética y subrayó que, además, existe una variable “desconocida”, que es «cuál va a ser el grado de avance tecnológico».

Por su parte, el vicepresidente y consejero delegado de Cepsa, Pedro Miró, destacó que el objetivo del informe Cepsa Energy Outlook 2030 es que la empresa «intervenga» en el debate sobre cómo afrontar la actual transición energética en la que está inmerso el mundo y contar con «su propia visión del mundo de la energía» para llevar a cabo un plan estratégico que «generará valor a la compañía«. Para ello, Miró señaló que esta visión realizada por Cepsa tiene en cuenta a un mundo que es «cada vez más fragmentado».

La sequía eleva las emisiones de CO2 de la electricidad un 6,67% por el mayor peso de carbón y gas

Europa Press.- Las emisiones de dióxido de carbono (CO2) procedentes de la generación eléctrica entre enero y octubre de 2017 han aumentado un 6,67% respecto al mismo periodo de 2016, ya que a consecuencia de la sequía la energía hidráulica cayó casi a la mitad hasta el 30 de octubre, según datos de Red Eléctrica de España.

En concreto, la energía hidráulica, que no emite CO2, disminuyó un 49,3% desde enero hasta octubre y un 50,7% durante el mes de octubre respecto a octubre de 2016, al tiempo que cayó un 44,6% acumulado entre octubre de 2016 y 2017, es decir, en los últimos 365 días, a consecuencia de la falta de agua. Esta demanda se ha visto compensada por la energía producida con carbón o con ciclo combinado, que en los últimos 365 días crecieron un 24% y un 39,5% respectivamente.

En lo que va de año, la electricidad ha generado 60.053.357 toneladas de CO2, lo que supone un 6,67% más que en el mismo periodo de 2016. Del total de estas emisiones, el 57%, 34.234.604 toneladas de CO2 fueron emitidas por el carbón y otras 16.534.593 toneladas de CO2 se debieron a los ciclos combinados de gas. Aunque la energía procedente de carbón disminuyó un 8,5% en octubre de 2017 respecto al mismo mes del año pasado, acumula un crecimiento de enero a octubre del 31,5%. Asimismo, la energía producida con ciclo combinado, que en el mes de octubre subió un 18,8% respecto al mismo mes del año pasado, acumula un aumento del 38,7% en lo que va de año.

Nuclear, ciclo combinado y carbón

Precisamente, la energía eólica también sufrió un retroceso en lo que va de año a consecuencia de la ausencia de viento, ya que ha disminuido un 7,3%. Sin embargo, si se compara octubre de este año con el de 2016, la eólica creció un 31%. A lo largo del mes la energía nuclear volvió a ser la principal fuente de generación en España, con el 21,5% del total de la electricidad generada. A esta le siguieron el ciclo combinado, con un 19,6%, y el carbón con un 19,5% del total.

La solar fotovoltaica creció un 14,6% en octubre de 2017 respecto al mismo mes del 2016 y la solar térmica un 48,6%, aunque el crecimiento acumulado del año es más moderado, del 2,8% para la primera y un 4,5% para la segunda. Las renovables aportaron el 26,4% de la producción peninsular de electricidad. En cuanto a las emisiones, el 47,6% de la generación peninsular fue libre de CO2, lo que supone un 2,6% menos que en octubre del año pasado.

En cuanto a la reserva hidráulica para generación, Red Eléctrica explica que en octubre se situaba en el 27,7%, lo que supone casi 13,5 puntos porcentuales menos que el nivel del año pasado y en la misma situación respecto al mes anterior. Así, estima que en términos hidroeléctricos el mes de octubre «ha sido un mes seco respecto a la media histórica para este mes». En general, igual que ocurrió en septiembre, en octubre la falta de agua se compensó con carbón, ciclo combinado y carbón, que son más caras y más emisoras de CO2.

España redujo su intensidad energética un 5,8% en 2016, por encima de la media mundial, que lo hizo un 2,6%

Europa Press.- España redujo su intensidad energética en 2016 un 5,8%, una cifra superior a la media mundial, que se sitúa en un 2,6%, aunque esta reducción de emisiones está lejos de la tasa anual del 6,3% necesaria para poder cumplir el objetivo de limitar el calentamiento global por debajo de 2 grados centígrados recogido en París.

Según el informe Low Carbon Economy Index: Is Paris Possible? elaborado por PwC, la cifra, aunque insuficiente, sitúa a España por detrás de Reino Unido, que redujo su intensidad en carbono un 7,7% en 2016 y China, cuya reducción fue del 6,5%, siendo ambos países los únicos que superaron el año pasado la tasa de descarbonización necesaria. El estudio valora que la economía mundial ha logrado reducir la intensidad de sus emisiones de carbono un 2,6% en 2016 y destaca que la economía española es una de las que más ha reducido su intensidad energética.

Tanto en 2016, con un 5,8%, como en lo que va de siglo, un 2,4%, la tasa de reducción de emisiones está «por encima del promedio mundial», que fue del 2,6% y el 1,4% respectivamente. En términos absolutos, España también se encuentra entre los países «menos carbonizados», a consecuencia del aumento de las energías renovables en el mix energético nacional; PwC apunta que la economía española deberá centrar sus esfuerzos en conseguir una tasa de reducción anual media del 3,2%.

Por otro lado, la media de los países del G7 es de -2,9%, mientras el crecimiento del producto interior bruto de estas economías fue del 3,1% a nivel mundial y del 1,5% entre los países del G7.La socia responsable de Sostenibilidad y Cambio Climático en PwC, María Luz Castilla, considera que las empresas deben prepararse para abordar los riesgos físicos y de transición (regulatorios, de mercado, tecnológicos) hacia una economía baja en carbono. «Pero también deben ser capaces de identificar las oportunidades que se derivan de esta revolución», ha aconsejado.

Reino Unido obtiene una media de reducción del carbono del 6% desde 2000, casi tres veces mayor que la media mundial, con los planes de cierre de centrales de carbón para 2025, lo que provocó una caída del consumo del carbón del 52%. En el caso de China, el mayor consumidor de energía y carbón del mundo, su reducción en el consumo de carbón del 1,4% se debe a las nuevas políticas energéticas y medioambientales. Además, China instaló más capacidad de energía renovable en 2016, superando incluso a Estados Unidos.

Por detrás de Reino Unido y China, los países que más han reducido su intensidad en carbón son México (-4,6%); Australia y Brasil (-3,8%); Estados Unidos (-4,6%); Japón (-2,4%); Canadá (-2,1%); Rusia (-1,7%) y la media de la Unión Europea también fue de -1,7%. A la cola del índice se encuentran Indonesia, Argentina, Turquía y el sur de África, donde el crecimiento de las emisiones superó al de su PIB.

La sequía dispara las emisiones de CO2 procedentes de la generación de electricidad en 2017 un 28,13% respecto a 2016

Europa Press.- Las emisiones de dióxido de carbono (CO2) procedentes de la generación eléctrica entre enero y septiembre de 2017 aumentaron un 28,13% respecto al mismo periodo de 2016, ya que la sequía ha provocado que la energía hidráulica cayera casi a la mitad hasta el 30 de septiembre, según datos de Red Eléctrica de España (REE).

Concretamente, la energía hidráulica disminuyó un 49,5% hasta septiembre y cayó un 29,1% durante el noveno mes de 2017 por la falta de agua, por lo que la demanda eléctrica en España se ha compensado con energía generada a partir del carbón y de los ciclos combinados de gas, que son energías más caras y también más emisoras de CO2.

Así, en lo que va de año se han emitido en el conjunto de España 52.990.411 toneladas de CO2 debidas a la electricidad, de las que 30.318.938 toneladas de CO2 se debieron a la generación por carbón y 10.069.124 toneladas de CO2 al gas (ciclo combinado). Estas cifras, suponen un 28,13% más que en el mismo periodo del año pasado (41.354.702 toneladas). El año pasado el carbón en el mismo periodo emitió 21.960.124 toneladas de CO2, es decir, un 27,52% menos, y el ciclo combinado, 8.614.516 toneladas de CO2, un 14,45% menos que este año.

Según datos de Red Eléctrica de España, por el contrario, la energía generada con carbón ha crecido un 39,5% en este año y, en la misma línea ascendente se sitúa el ciclo combinado, que ha aumentado un 42,6%, al mismo tiempo que la energía eólica disminuyó un 9,8% en lo que va de año, aunque repuntó un 4,7% en el mes de septiembre. En total, desde septiembre de 2016 a septiembre de 2017, la hidráulica ha generado un 42,6% menos de electricidad y la eólica ha perdido también un 12% en el mismo periodo. Asimismo, se genera un 25% más de energía con carbón que hace un año y un 44% más de ciclo combinado.

Importante descenso de las renovables

Los datos apuntan que en el último mes disminuyó un 5,9% la generación renovable para suplir la demanda eléctrica, pero si se compara con los datos de hace un año, la electricidad procedente de energías renovables se redujo en un 22,9%. Así, las emisiones de CO2 asociadas a la generación eléctrica alcanzaron 7.089.179 toneladas en julio; 6.038.501 toneladas en agosto y 5.720.637 toneladas de CO2 durante septiembre a nivel nacional. De estas, el carbón supuso más de la mitad de las emisiones de CO2 en julio, 4.098.000 toneladas de CO2; entorno a la mitad en agosto, 3.079.792 toneladas y 2.919.485 toneladas de CO2 por carbón correspondieron al mes de septiembre.

Según fuentes de Red Eléctrica, la falta de energía hidráulica por la sequía y de eólica, que disminuyó por la falta de viento, se está compensando con carbón y gas, mientras la nuclear permanece constante. En los datos, según subraya, tiene importancia Canarias, que fundamentalmente depende de combustibles fósiles, al no tener interconexión eléctrica. Así, en septiembre, las centrales nucleares, que no emiten CO2, aportaron el 24,9% de la generación y se convirtió en la fuente de energía con mayor peso en la producción eléctrica.

En segundo y tercer puesto se situaron el ciclo combinado, con el 17,2%, y el carbón, con el 14,9% respectivamente. En su conjunto, las renovables contribuyeron a la demanda eléctrica con un 29,8% del total y, debido a la disminución de la generación hidráulica junto con el aumento del ciclo combinado, volvieron a producir un descenso de la energía renovable del 0,5% respecto al 2016.

Si bien, del total de la energía generada, el 54,4% en septiembre fue libre de CO2 (renovables + nuclear). En la actualidad, a finales del mes de septiembre las reservas hidráulicas se situaron en un 29,2%, casi 17 puntos por debajo que en septiembre de 2016 y 3,4 puntos menos que en el mes de agosto. Según admite Red Eléctrica, en términos hidroeléctricos, el mes de septiembre fue seco respecto a la media histórica de este mes. En cuanto a la producción eólica peninsular en septiembre, llegó a 2.793 gigavatios hora, lo que supone un 4,7% más frente al mismo mes de hace un año.

Finalmente, el precio final de la demanda en la Península en septiembre fue de 56,36 euros por megavatio hora, lo que significa un aumento del 3% respecto al mes anterior y un 10,3% más frente a septiembre de 2016. Sin embargo, la demanda fue un 3% menor en este mes. Este dato también tendría relación con la sequía y la eólica, ya que la demanda se está abasteciendo con carbón y gas que España adquiere en el exterior, lo que provoca un aumento del precio.

La caída de la producción hidráulica en un 50% por la sequía dispara las emisiones de CO2 en un 36%

Europa Press.- La caída de más del 50% en la producción hidroeléctrica debido a la sequía en los primeros ocho meses de 2017 en España respecto al mismo periodo de 2016, está siendo compensada por la producción de energía a partir de combustibles fósiles, lo que ha disparado las emisiones de dióxido de carbono (CO2) en un 36,4% en lo que va de año respecto al mismo periodo de 2016, según datos de Red Eléctrica de España.

En los primeros ocho meses de este año, las emisiones alcanzan las 47.317.002 toneladas de CO2 asociadas a la generación, frente a las 34.672.158 toneladas de CO2 del mismo período de 2016. Al mismo tiempo, la energía producida a partir de carbón durante este periodo ha aumentado un 57,9% respecto a 2016 y la de ciclo combinado (principalmente gas), un 43,1%. La producción de energía hidráulica ha sido de 15.635 gigawatios por hora, un 50,8% menos que durante el mismo periodo del año anterior, según el boletín mensual de REE, en el que la empresa explica que las reservas hídricas se han situado a finales de este mes en el 32,1%, 20 puntos porcentuales por debajo del nivel de 2016.

Por su parte, el portavoz de la Asociación de Grandes Presas y Embalses, José Polimont, ha señalado que la sequía «es, sin ninguna duda», la que provoca esta situación y que su «consecuencia directa es el aumento de los precios de la energía» porque la hidroeléctrica «es la más barata«. «Quien se va a ver más afectado es el bolsillo de los consumidores», ha pronosticado. Junto a este descenso, se encuentra también la caída de la producción mediante energía eólica, que en lo que va de año, acumula 31.765 gigawatios por hora, un 11% menos que durante el año anterior.

Con estas cifras, en los primeros 8 meses del año se han perdido miles de gigawatios de producción libres de emisiones de dióxido de carbono con respecto al 2016, en un mix energético en el que la energía nuclear es la tecnología que más genera, con un acumulado de 37.929 gigawatios por hora, la misma cifra que el año anterior.

La caída en el peso de las hidroeléctricas y las eólicas fue compensada, en parte, con carbón y ciclo combinado. Así, entre enero y agosto de 2017 se han producido 27.020 gigawatios por hora con carbón, lo que supone un 57,9% más que el año anterior, mientras que durante este mismo periodo, el ciclo combinado ha sido el responsable de 19.321 gigawatios por hora, un 43,1% más que durante los primero ocho meses de 2016.

Banco Santander reafirma su compromiso con la preservación medioambiental mientras las fábricas de L’Oréal son neutras en emisiones de CO2

Europa Press.- Como parte del compromiso de sostenibilidad mundial del grupo de cara a 2020, las dos plantas de L’Oréal en España son neutras en emisiones de CO2 y cumplen con el compromiso de reducir el 60% sus emisiones en el mundo. Por su parte, Banco Santander reafirma su compromiso con la preservación medioambiental en lo que se refiere a su impacto directo, derivado del uso de recursos naturales en su operativa, e indirecto, a través de su actividad bancaria y financiera.

Así, el banco indica que desarrolla productos y servicios financieros con un valor medioambiental añadido. En este sentido, en 2016 participó en la financiación de nuevos proyectos de energías renovables, como plantas fotovoltaicas o parques eólicos cuya potencia total instalada ascenderá a 7.082 megavatios. Asimismo, explica que firma líneas de financiación con entidades multilaterales. Es el caso de la línea de 50 millones de euros que acaba de desarrollar en España con el BEI (Banco Europeo de Inversiones), cuyo objeto es financiar en 2017 proyectos que mejoren la eficiencia energética en el sector hotelero, como la instalación de equipos más eficientes y la sustitución de calderas, del sistema de iluminación convencional por iluminación LED, etc.

Otros productos de valor añadido social o medioambiental se dirigen a individuos y pymes, e incluyen, por ejemplo, ofertas de renting de vehículos de bajas emisiones. En el marco de sus políticas de sostenibilidad, el banco subraya que estudia los riesgos sociales y ambientales de sus operaciones de financiación más allá de los criterios recogidos por los Principios de Ecuador. El banco añade que mejoró en 2016 los procesos relativos a la financiación en sectores tan sensibles como energía y Soft Commodities, formando además a los empleados implicados en la aplicación de estas políticas sectoriales.

Por último, en reducción de la huella ambiental, explica que mide los principales consumos, residuos y emisiones de las instalaciones que ocupan sus empleados y ha fijado objetivos para su reducción en el marco de su plan trianual (2016-2018) de eficiencia energética, que recoge la implantación de más de 200 medidas en 10 países donde se encuentra presente, así como en sus Centros de Procesos de Datos (CPD). El objetivo es reducir en un 9% las emisiones de CO2, para lo que tiene prevista la compra de electricidad verde y la selección de proveedores de electricidad según su mix energético. Se pretende asimismo disminuir en un 9% el consumo eléctrico de los edificios del banco.

El plan incluye campañas de concienciación y sensibilización medioambiental entre los empleados del Banco Santander, y medidas para minimizar el consumo de energía (electricidad y gas natural). Por otro lado, en 2016 dedicó 209 millones de euros a inversión social, de los que 157 millones se destinaron al apoyo a la educación superior (1.200 acuerdos con instituciones académicas), y 52 millones a programas de apoyo a la comunidad, que beneficiaron a 1,7 millones de personas.

L’Oréal España: neutras en emisiones

La fábrica internacional de jugo de lacas de uñas ubicada en Alcalá de Henares (Madrid) ha pasado a ser neutra en emisiones de CO2, sumándose al compromiso marcado para el 2020 de reducir el 60% de emisiones en el mundo.Además, el suministro de electricidad de la sede de L’Oréal en España proviene ya de fuentes 100% renovables, según anunciaron.»Convertirnos en neutros en emisiones refuerza el compromiso de L’Oréal de cara al 2020 y reafirma el trabajo continuo por reducir el impacto ambiental de nuestra producción», aseguró el director de la factoría, Francisco Ambrona.

La fábrica de Alcalá de Henares, junto a la de Burgos, es un referente por sus avances realizados en materia de sostenibilidad. Esta última logró ser neutra en emisiones de CO2 en abril de 2015 gracias a la instalación de una central de trigeneración por biomasa que suministra a la planta toda su energía térmica y parte de la eléctrica.Además, tanto la fábrica de Burgos como la de Alcalá cuentan también con un 0% de producción de residuos enviados al vertedero. En total 16 fábricas del Grupo L’Oréal son libres en emisiones de carbono, de un total de 44.

La biomasa evitó 3,68 millones de toneladas de CO2 en 2016, equivalente a las emisiones de 2,45 millones de coches

Europa Press.- La biomasa evitó la emisión de 3,68 millones de toneladas de dióxido de carbono en 2016, el equivalente a lo que contaminan anualmente 2,45 millones de vehículos, según datos del Observatorio de la Biomasa, de la Asociación Española de Valorización Energética de la Biomasa (AVEBIOM).

En total, a finales de 2016 había casi 200.000 equipos de biomasa en funcionamiento en España, con una potencia instalada de 8.297 MW. La utilización de biomasa como fuente de energía térmica evitó en 2016 la emisión de 3,68 millones de toneladas de CO2 en España. En total, a finales de 2016 funcionaban en España 198.887 equipos de biomasa de alto rendimiento, 38.851 más que en 2016, un 24% más, según el Observatorio de Biomasa.

En concreto, durante 2016 se instalaron en España 35.815 estufas de pellet, un 22% más que el año anterior, lo que supone un nuevo récord de ventas. La potencia media de las estufas comercializadas ha sido de 11,3kW. Sin embargo, el número de calderas instaladas el año pasado fue menor que en 2015: las de menos de 50 kW, un 16% por debajo, mientras que las de 50 kW o más (instalaciones industriales y colectivas) registraron un descenso del 15%.

El presidente de AVEBIOM, Javier Díaz, señaló que los datos ponen de manifiesto que la sociedad española «aún necesita mucha más información». «Lo que ofrece la biomasa es bueno para los usuarios y muy positivo para los intereses generales del país», considera. Si bien, los datos apuntan a un cambio de tendencia, impulsado «muy probablemente» por el fuerte incremento del precio del gasóleo de calefacción, que en inverno llegó a costar hasta un 50% más con respecto al año anterior».

Unesid cree que la reforma del comercio de emisiones representa «un importante sobrecoste» y pide recibir compensaciones de las eléctricas

Europa Press.- La Unión de Empresas Siderúrgicas (Unesid) asegura que la reforma del Comercio de Emisiones Europeo (ETSEU) tal como está diseñada representa «un importante sobrecoste incluso para la mejor de las mejores siderúrgicas europeas». Además, pide que los países apliquen una compensación completa por los beneficios que obtienen las compañías eléctricas al facturar un CO2 en todos los kilovatios (kW) eléctricos, que solo se emite parcialmente.

El director general de Unesid, Andrés Barceló, respalda así la iniciativa de la patronal europea (Eurofer), y considera esta reforma «algo conceptualmente inadmisible y claramente en contra de lo acordado por los primeros ministros de la Unión Europea en octubre de 2014». Eurofer pedía a todos los gobiernos de la Unión Europea que garanticen la existencia de un sector comunitario «sostenible y globalmente competitivo» y advertía sobre los efectos negativos que podría tener una reforma del sistema europeo de comercio de emisiones que no proteja los intereses de la industria.

Para Unesid, la propuesta comunitaria actual supone favorecer la producción en terceros países, «con aceros que generan más emisiones de CO2 y con nula innovación, a la vez, que propicia la reducción de actividad industrial y de puestos de trabajo en Europa y en España, que apenas está saliendo de una crisis que ha durado ya una década». Asimismo, el dirigente de Unesid considera que la carencia de CO2 en el sector siderúrgico, «es un hecho desde el presente año 2017». De esta manera, Barceló subraya que el sector ha consumido ya los excedentes de CO2, que se acumularon como fruto de la crisis y la reducción de actividad aparejada.

Además, pide que los países apliquen una compensación completa por los beneficios que obtienen las compañías eléctricas al facturar un CO2 en todos los kilovatios (kW) eléctricos, que solo se emite parcialmente, siendo esta posibilidad opcional para cada Estado. Barceló recalca la importancia de esta petición ya que en España el acero se produce en gran medida reciclando residuos férricos, «un proceso intensivo en electricidad».