Cañete ve “mucho más complicado» reducir las emisiones si se desmantelan las centrales nucleares y las térmicas de carbón simultáneamente

Europa Press.- El comisario europeo de Energía y Acción por el Clima, Miguel Arias Cañete, ha defendido, desde la «neutralidad» tecnológica de la Comisión Europea, que hay vehículos diésel actualmente que «contaminan menos y cumplen con la legislación europea». Por otro lado, Arias Cañete califica la situación de España en interconexiones energéticas de «muy crítica” y ha afirmado que «es mucho más complicado reducir altos niveles de emisiones si se desmantela el carbón por una parte y se cierran las nucleares simultáneamente«.

Sobre si considera que España debe prorrogar la vida útil de las centrales nucleares, Cañete ha manifestado que «un gobierno se compromete a bajar a la reducción de emisiones y eso lo tiene que hacer con un mix energético determinado». De este modo, insistió en que «cada Estado tendrá que hacer su composición de lugar» y que respeta «plenamente» las decisiones» que tome cada uno, incluidas las del Gobierno español.

Asimismo, ha remarcado que «lo único» que él hace como comisario europeo es «verificar» que el plan de energía y clima tenga «una lógica interna» que le permita cumplir los objetivos de reducción de emisiones, de desarrollo de renovables, etc. En este sentido, recordó que el Tratado de la Unión Europea establece que el mix energético es «competencia exclusiva» de los Estados y ha apuntado en la Unión Europea hay «todo tipo de situaciones». «Los que van a prorrogar la vida útil de sus centrales, los que van a hacer nuevas centrales nucleares, los que están cerrando centrales nucleares», manifestó.

Arias Cañete ha defendido que, en este contexto, la Comisión Europea se encarga de «garantizar los máximos niveles de seguridad nuclear». «Esa es la competencia de la Comisión: garantizar la gestión de los residuos nucleares y establecer que todos los Estados cumplan sus obligaciones», ha apostillado. «Ese debate existe en la sociedad», ha reconocido el comisario de Acción por el Clima y Energía, para después añadir que, en la actualidad, la Comisión está financiando programas de cierre de centrales nucleares, que son «costosos, muy largos de ejecutar y muy laboriosos».

Situación «muy crítica» de interconexiones

En lo que respecta a las interconexiones, el comisario europeo considera «muy crítica» la situación de España en interconexiones energéticas, por lo que cree que la próxima cumbre de Lisboa en la que participará el Gobierno español, junto a la Unión Europea, Francia y Portugal, debe servir para volver a «impulsar» el proceso. En este sentido, Cañete consideró que de esta cita del viernes debe salir la redacción de unos acuerdos «que den un impulso a los acuerdos de interconexiones».

A este respecto, el comisario indicó que España se encuentra actualmente en el 6% de interconexión, por lo que es necesario el impulso a los proyectos previstos, como los de los Pirineos con Francia, para estar «más cerca» del objetivo del 10%. El comisario subrayó que el principal problema para el desarrollo de las interconexiones energéticas radica en «la resistencia de las autoridades locales», aunque valoró la actual predisposición del Gobierno francés a su impulso.

Modelos diésel y legislación europea

Finalmente, Arias Cañete subrayó que es «erróneo» hablar de diésel «en general» ya que «hay diésel limpio y diésel no tan limpio». Así, insistió en que Bruselas «no induce a ninguna tecnología», aunque sí que señaló que la Comisión Europea establece unos límites para alcanzar los objetivos de descarbonización y que «luego será la innovación la que diga cómo alcanzarlos». Además, el comisario consideró que en el horizonte de 2030 habrá todavía posiblemente entre un 80% y un 60% del parque de vehículos de combustión y que dentro de ellos «habrá de todo». «Creo que vamos a un proceso de descarbonización y electrificación, pero tiene que tener periodos progresivos«, indicó.

No obstante, afirmó que alcanzar los objetivos no se puede «hacer solo» con motores de combustión interna y señaló que la electrificación en la Unión Europea cuenta con «muchos cuellos de botella». A este respecto, indicó que, en su opinión, los fabricantes europeos apuestan por los modelos de combustión interna, frente a países como China que están impulsando el vehículo eléctrico, y advirtió de que el desarrollo de las baterías es «un reto» para Europa.

Además, consideró que se debe impulsar el desarrollo de puntos de recarga, que en España alcanzan los 1.754, cuando serán necesarios más de 200.000 para alcanzar un objetivo del 30% de reducción de emisiones en 2030 y unos 380.000 si el objetivo se situase en el 50%. Asimismo, advirtió del crecimiento en la penetración de los vehículos eléctricos e híbridos enchufables en España, que deberían pasar de los 17.000 en 2017 a más de dos millones para cumplir el objetivo del 30% y a 3,8 millones para alcanzar el 50%.

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