Entradas

El Plan de Energía y Clima de España es el mejor valorado de la UE por la European Climate Foundation

Redacción.– Las economías con 0 emisiones netas no se producirán por casualidad, asegura la European Climate Foundation: “se requerirá un enfoque y una planificación dedicados, con una mirada clara al objetivo final”. En este sentido, esta organización ha destacado el trabajo realizado para España por el Ministerio para la Transición Ecológica, un plan que obtiene 52,4 puntos sobre los 100 máximos.

A juicio de la European Climate Foundation, los Planes Nacionales de Energía y Clima (PNIEC) representan una oportunidad para que los Estados miembros de la Unión Europea puedan trazar sus próximos pasos en el camino hacia un futuro seguro para el clima y ​​para cosechar los beneficios económicos y sociales que vienen aparejados. Los PNIEC claros y sólidos pueden servir como reclamos para grandes y pequeños inversores e involucrar a las partes interesadas en su desarrollo, además de indicar donde se necesitarán esfuerzos adicionales. Sin embargo, los proyectos de PNIEC presentados por los Gobiernos tienen una gran necesidad de mejora.

Estos son los resultados de un nuevo informe encargado por la European Climate Foundation y realizado por Ecologic Institute y Climact. Forma parte de la serie Net-Zero 2050, una iniciativa de la European Climate Foundation con contribuciones de un consorcio de expertos y organizaciones. Este informe evalúa todos los proyectos de PNIEC presentados a la Comisión Europea y los califica de acuerdo con 3 variables: el nivel de ambición, el nivel de detalle de las políticas y medidas descritas así como la calidad e inclusividad de su proceso de redacción.

Según el ranking, España es el país que obtiene mayor puntuación con 52,4 puntos sobre 100. El PNIEC elaborado por el Ministerio para la Transición Ecológica es el más ambicioso de la Unión Europea. La ambición de los planes representa 45 puntos como máximo y España es el país que más puntuación obtiene, con 21,1 puntos, gracias a su hoja de ruta para alcanzar la descarbonización en 2050 y sus objetivos de 2030 de energías renovables, aunque sus objetivos de reducción de emisiones de gases invernadero para 2030 no parece coherente con el objetivo a largo plazo. Donde España obtiene un 0 rotundo es en la ambición de sus objetivos de eficiencia energética para 2030.

En cuanto al nivel de detalle de sus políticas, España ocupa el segundo lugar tras Grecia como país con mejor PNIEC en este sentido y logra 30,7 puntos sobre los 45 máximos. En este apartado se valora la concreción con la que el Ministerio para la Transición Ecológica aborda la consecución de los objetivos de eficiencia energética, energías renovables y reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. Aprueba también las medidas de corte financiero y de apoyo a las inversiones mientras que aún tiene que mejorar España a la hora de acabar con las subvenciones a los combustibles fósiles y en sus planes para disminuir el uso de carbón.

Donde España no ha obtenido una buena puntuación es en la calidad e inclusividad de su proceso de redacción. En este apartado España ha estado por debajo de la media comunitaria y apenas ha obtenido un 0,6 sobre 10. Nuestro país amerita un suspenso al no tener en cuenta la participación de los agentes llamados a estar involucrados en la implementación del PNIEC, entregar el documento con retraso y con la ausencia de algunos apartados importantes como la cooperación regional.

Tras el liderazgo de España, el segundo PNIEC mejor valorado es el de Francia, con un 47%. A estos dos países les siguen Grecia (44%) y Suecia (43%). El plan climático de Eslovenia es el último con un 3%, con Eslovaquia (12%) y Alemania (12%) por delante. La puntuación media para el bloque de la Unión Europea es del 29%.

Esta evaluación encuentra que, si bien los proyectos de planes climáticos nacionales indican que los países están tomando medidas hacia la acción climática para 2030, todavía no cumplen con las ambiciones establecidas por los legisladores de la Unión Europea y el Acuerdo de París. Los problemas recurrentes incluyen planes limitados para la eliminación de los subsidios al carbón y los combustibles fósiles, pocas indicaciones sobre las inversiones necesarias, demasiado uso de biomasa insostenible, consulta pública inadecuada y falta de esfuerzos explícitos para desechar los planes de la meta de 2050. Así, el informe identifica varias buenas prácticas en los planes preliminares que los responsables políticos nacionales y de la Unión Europea pueden inspirar y replicar.

La Comisión Europa y China lanzan en Pekín una plataforma de cooperación para acelerar la transición a una energía limpia

Redacción.- La Comisión Europea ha establecido una plataforma de cooperación energética UE-China como una herramienta práctica para apoyar y poner en práctica el Diálogo sobre la Energía y cumplir los objetivos específicos de la cooperación energética bilateral con China. El gigante asiático produce y usa más energía que cualquier otro país. Los desarrollos energéticos en China, por lo tanto, tienen un gran impacto en los mercados energéticos mundiales, así como en la cantidad de gases efecto invernadero emitidos a la atmósfera.

La Unión Europea y China comparten intereses y objetivos comunes para la transición hacia una energía limpia y son responsables conjuntamente de un tercio del consumo de energía final del mundo. La cooperación energética de Bruselas con China se centra, por lo tanto, en apoyar la transición de energía limpia en ambas partes, un requisito previo para implementar con éxito el Acuerdo de París y proporcionar a sus ciudadanos una energía limpia, sostenible y asequible.

Desde 1994, los funcionarios de la Unión Europea y de China se han reunido en un diálogo anual para cooperar en cuestiones energéticas. El trabajo del Diálogo a menudo forma parte de la Cumbre anual UE-China, como el último Diálogo sobre Energía celebrado este año entre el comisario Miguel Arias Cañete y el administrador Zhang Jianhua. Se han identificado cuatro áreas prioritarias para cooperar con el objetivo de avanzar en la transición hacia una energía limpia. Estas prioridades las constituyen la eficiencia energética, las energías renovables, el diseño y transformación del sistema energético y el papel de los actores innovadores.

Plataforma para la cooperación energética

La plataforma está financiada por el Instrumento de Asociación de la Unión Europea, diseñado para promover los intereses estratégicos de la Unión y abordar los desafíos globales, y está dirigido conjuntamente por la Dirección General de Energía de la Comisión y la Administración Nacional de Energía de China. Reunirá a una amplia gama de actores energéticos en China y la Unión Europea: autoridades públicas relevantes, asociaciones energéticas, industria y empresas energéticas, así como institutos de investigación de energía y grupos de reflexión líderes. Al final se realizará un análisis exhaustivo de los beneficios y desafíos en las cuatro áreas prioritarias.

La plataforma también creará oportunidades para el intercambio político y de políticas, así como nuevas perspectivas comerciales para empresas innovadoras en el sector energético. La implementación de la Plataforma fue aprobada por los líderes de la Unión Europea y China, los presidentes Juncker y Tusk y el primer ministro Li, en la Declaración de la Cumbre UE-China, el pasado abril.

Actualmente, más de la mitad de los ciudadanos chinos viven en áreas urbanas y este número está aumentando. A través de la Asociación UE-China para la Urbanización, la Unión Europea trabaja con China para promover ciudades limpias, sostenibles y energéticamente eficientes. La asociación abarca foros, viajes de estudio y actividades de formación. Si bien la asociación abarca muchos sectores económicos y sociales, la Dirección General de Energía actúa como coordinador general de la Unión Europea. En materia de energía, la Alianza trabaja en temas como la promoción de edificios energéticamente eficientes, la investigación de tecnologías energéticas y la búsqueda de formas de integrar las energías renovables en las áreas urbanas.

El precio de los carburantes de automoción subió un 1,91% en el mes de abril, 1,31 euros más por depósito

Javier Angulo / Agencias.- El precio de la gasolina y del gasóleo prosigue con su escalada después de subir de media un 1,91% en el mes de abril, lo que supone un gasto de 1,31 euros más de media por cada llenado de depósito, según los datos del Boletín Petrolero de la Unión Europea. Para el cálculo de estos datos se tuvo en cuenta las mayores ventas en España de gasóleo que de gasolina, según la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (Cores).

En concreto, el precio medio del litro de gasolina en el mes de abril ha encadenado una nueva subida tras repuntar un 4,68%, para situarse en los 1,331 euros frente a los 1,271 euros de media del mes de marzo. Por su parte, el litro de gasóleo encadena una nueva subida tras repuntar un 1,3%, con un precio de 1,244 euros, frente a los 1,228 euros del mes de marzo. Ambos carburantes entraron a principios de año en una tendencia alcista con la que rompían una espiral a la baja que había llevado a un abaratamiento del 13% de la gasolina y de más del 12% del gasóleo desde los máximos que alcanzaron en octubre.

Con los precios medios de abril, el llenado de un depósito medio de gasolina de 55 litros cuesta 73,21 euros, 3,3 euros más que los 69,91 euros que costaba en el mes de marzo, mientras que en el caso del gasóleo asciende a 68,42 euros, unos 0,88 euros más que en el mes de marzo. La subida en los precios de los carburantes desde principios de año viene acompañada de un incremento en los precios de la cotización del petróleo.

Los carburantes son más baratos en España que en la media de la Unión Europea y la zona euro, donde el precio medio de venta al público del litro de gasolina se sitúa en 1,455 euros y 1,499 euros, respectivamente, mientras que el litro de gasóleo cuesta de media 1,364 euros en la Unión Europea y 1,358 euros en la eurozona. El menor nivel de precios finales con respecto a los países del entorno se debe a que España, pese a las subidas del IVA, a los mayores impuestos y a los gravámenes al biodiésel, cuenta con una menor presión fiscal que la media comunitaria.

La Eurocámara advierte de que la Unión Europea tiene que elevar su ambición para poder eliminar las emisiones en 2050

Europa Press.- El pleno del Parlamento Europeo ha apoyado el objetivo de la Comisión Europea para conseguir eliminar en 2050 las emisiones de gases pero advirtió de que para conseguirlo es necesario elevar la ambición y revisar la meta de recortar un 40% las emisiones en 2030.

Los eurodiputados han aprobado con 369 votos a favor, 116 en contra y 40 abstenciones una resolución no vinculante en la que defienden que la Unión Europea «debe enviar el mensaje claro de que está preparada para revisar su contribución al Acuerdo de París». La Eurocámara ha apoyado, además, las protestas a favor de una mayor ambición en las políticas climáticas globales, especialmente las manifestaciones y las huelgas estudiantiles que se han expandido últimamente. En este sentido, los eurodiputados han reclamado a los gobiernos locales, regionales y nacionales del bloque comunitario, así como a las instituciones europeas, que hagan todo lo posible para conseguir que el calentamiento global se limite, como mucho, a los 1,5ºC.

El texto, por otro lado, remarca que la transición hacia una economía sin emisiones netas de gases de efecto invernadero podía crear 2,1 millones de puestos de empleo en 2050 si se gestiona adecuadamente. Para ello, proponen crear un «fondo para una transición justa» que apoye a las regiones más afectadas por la descarbonización. En la misma línea, los eurodiputados han señalado que la estrategia a largo plazo de la Unión Europea debe priorizar la reducción directa de emisiones y fortalecer los «sumideros de carbono» como los bosques por encima de nuevas tecnologías de eliminación de carbón que, a su juicio, todavía deben desarrollarse a gran escala y supondrían «riesgos significativos» para los ecosistemas, la biodiversidad y la seguridad alimentaria.

El Parlamento Europeo ha subrayado que la transición ecológica presenta «importantes oportunidades» para invertir en innovación industrial con el objetivo de impulsar el crecimiento, la competitividad y el empleo de la economía circular y la bioeconomía. En consecuencia, han pedido que el 35% de los fondos del programa europeo para la investigación y el desarrollo, conocido como Horizonte Europa, se destine a proyectos que ayuden a cumplir los objetivos climáticos.

Ribera quiere seguir de ministra

Por su parte, la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ve necesario «romper» la inercia muy fuerte de miedo al cambio porque es preciso salir de la zona de confort y tomar conciencia de que no hay tiempo suficiente y hay que luchar contra el cambio climático porque las cosas no cambian por «milagro«. «Trabajar por el clima es trabajar por la mejora de la sociedad y eso es lo que están reclamando los jóvenes. Si queremos un futuro, habrá que trabajar por la estabilidad y la seguridad del clima», ha destacado la ministra.

En lo que le respecta de esa tarea como ministra, cree que se ha «estrellado contra el tiempo» a la hora de lograr una Ley de Cambio Climático y Transición Ecológica porque «8 meses son una legislatura muy corta». Sin embargo, Ribera ha defendido que ha logrado «muchísimas cosas» en estos meses como definir un marco estratégico diferente. «El trasatlántico ha empezado a girar», ha apuntado Ribera, que se ha referido a los cambios en el peso de las renovables, la estrategia para prever la salida «digna» de trabajadores y comarcas dedicadas a los sistemas tradicionales de energías fósiles o la anticipación del cierre de las plantas para no dejar a nadie «con una mano delante y una mano detrás».

El proceso en su opinión debe hacerse avanzando en muchos frentes «a la vez» como la política fiscal o el régimen energético. Por otro lado, en relación sobre su futuro político, ha admitido que a ella le «encanta» su trabajo al frente del Ministerio y le parece «fundamental» la apuesta fuerte de la agenda del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

Iniciativas de los ciudadanos europeos piden a Bruselas subir el precio del combustible fósil y gravar el queroseno en aviación

Europa Press.- La Comisión Europea registrará varias Iniciativas Ciudadanas, entre ellas 2 que le piden subir el precio de los combustibles fósiles para combatir el cambio climático e imponer un impuesto al queroseno del sector de la aviación. El Ejecutivo comunitario sólo analizará el fondo de las peticiones una vez que sus organizadores las respalden con el millón de firmas necesarias de ciudadanos de al menos 7 países diferentes, para lo que tendrán un año de plazo.

La primera iniciativa persigue la introducción de «un aumento constante del precio de los combustibles fósiles» para reducir la contaminación y su «restitución equitativa cada mes a los ciudadanos en forma de dividendo». Los organizadores alegan que científicos y economistas están de acuerdo en que «funciona gravar de forma creciente la contaminación y redistribuir los beneficios». La segunda iniciativa ciudadana pide «poner fin a la exoneración fiscal al carburante de la aviación en Europa». Los organizadores denuncian que el sector aéreo se beneficia de ventajas fiscales pese a ser «uno de las mayores fuentes de emisiones de gas efecto invernadero» y donde más rápido crecen.

Bruselas apremia a España y otros países a enviar sus planes de control de la contaminación atmosférica

Europa Press.- La Comisión Europea ha pedido a España y otros 14 países de la Unión Europea que entreguen sus programas nacionales de control de la contaminación atmosférica, que las capitales debían haber remitido a las autoridades europeas como muy tarde el pasado 1 de abril, según explicaron fuentes comunitarias.

Además de España, el Ejecutivo comunitario todavía no tiene los programas de Francia, Alemania, Polonia, Bulgaria, Chipre, República Checa, Grecia, Hungría, Lituania, Malta, Rumanía, Eslovaquia, Eslovenia y Luxemburgo. Sí que los han entregado, por contra, Austria, Irlanda, Países Bajos, Croacia, Letonia, Portugal, Dinamarca, Italia, Suecia, Bélgica, Reino Unido, Estonia y Finlandia. En cualquier caso, sólo estos últimos tres países cumplieron el compromiso de enviar sus documentos antes del 1 de abril, según consta en el directorio de la Comisión Europea.

De hecho, el Ejecutivo comunitario es el encargado de examinar la coherencia de los programas nacionales con las normas europeas, incluida la trayectoria de reducción de emisiones desde 2020 a 2030. Los Estados miembros tendrán que actualizar sus programas nacionales como mínimo cada 4 años. En ellos, los países deben valorar en qué medida las fuentes de emisiones nacionales pueden tener un impacto sobre la calidad del aire en su territorio y en el de Estados miembros vecinos, además de valorar la necesidad de reducir dichas emisiones para cumplir los objetivos de calidad del aire.

Los programas de cada socio comunitario también tienen que priorizar las medidas de reducción de las emisiones de carbono al adoptar medidas para cumplir sus compromisos nacionales de reducción de las partículas finas y garantizar la coherencia con otros planes y programas pertinentes establecidos en virtud de requisitos indicados en la legislación nacional o comunitaria. La asociación europea de organizaciones medioambientales European Environmental Bureau (EEB) ha tildado de «sorprendente» el retraso de los países «en algo así de importante». «Cada día de retraso en atajar la contaminación atmosférica significa que más gente sufre las consecuencias en su salud», ha advertido la responsable de Calidad del Aire de EEB, Margherita Tolotto.

Victoria del PSOE: La hora del Green New Deal de Teresa Ribera y la reforma del mercado eléctrico

Javier Angulo.- El PSOE de Pedro Sánchez ha sido el vencedor de las elecciones generales. Un triunfo holgado, que deja al Gobierno a expensas de pactos, pero que invita a pensar en una formación rápida del Ejecutivo. A nivel energético todo lo que no fuera la continuidad de Teresa Ribera al frente del Ministerio para la Transición Ecológica sería una sorpresa colosal. Por delante 4 años: tiempo para implementar la Green New Deal prometida, la reforma del mercado eléctrico y avanzar en la descarbonización.

El programa electoral del PSOE era muy claro al respecto: eficiencia, renovables y empleo verde deberían ser la base del Green New Deal, un ambicioso pacto social sobre el que cimentar la transición energética. Como avance quedan los 10 meses de Gobierno socialista, en los que Teresa Ribera ya ha puesto en marcha medidas importantes: devolución de competencias energéticas a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), eliminación de los cargos al autoconsumo y regulación para su desarrollo, la Estrategia de lucha contra la pobreza energética, medidas de transición justa para las comarcas mineras (a nivel de empleo y de I+D+i, potenciando la Ciudad de la Energía).

España tendrá por fin una Ley de Cambio Climático y Transición Energética, muy diferente a cuando el expresidente Mariano Rajoy la prometió en plena COP21 en París. A expensas de lo que matice la Comisión Europea, también habrá luz verde para el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima, toda una hoja de ruta para la descarbonización de la economía.

De momento los borradores ya ponen cifras sobre la mesa. El principal objetivo es cumplir las metas comprometidas con Europa para la reducción de emisiones: un 20% de reducción para 2020, un 40% para 2030 y un 90% para 2050. Estos números tienen un reflejo directo sobre el sector eléctrico. El objetivo que se marca el PSOE para 2030 es alcanzar un 35% de energías renovables sobre el consumo de energía primaria, por encima del 32% fijado por la Unión Europea. Esto supondría que las fuentes renovables tuvieran una cuota en el mix eléctrico del 74%. La descarbonización exigiría que en 2050 el país se suministrara con electricidad 100% renovable.

En esta senda mucho tiene que cambiar el panorama para las centrales térmicas de carbón, que todo apunta a que cuando termine la legislatura en 2023 se podrán contar con los dedos de una mano las que quedan abiertas. Igual de importante es el calendario acordado con las compañías eléctricas con fechas que los socialistas recalcan como “máximas” para el cierre de las centrales nucleares.

Formación de precio del pool

El Gobierno lleva meses hablando, especialmente en la figura de secretario de Estado de Energía, sobre una fórmula que traslade al precio de la electricidad “la reducción del coste” que supondrá el crecimiento de las energías renovables en la transición ecológica de la economía. Habrá que ver cómo encaja con la normativa europea esta intervención socialista en el mercado eléctrico. No en vano, también están en discusión en Bruselas las directrices comunitarias para la regulación de estos mercados. Este asunto promete ser uno de los principales caballos de batalla para el Ministerio de Teresa Ribera.

No menos polémico será, cuando se aprueben los futuros Presupuestos, la subida de los impuestos sobre el diesel, punto de partida en la revisión a la fiscalidad energética que plantean los socialistas. Y dentro del sector del transporte, las estaciones de servicio ya habrán empezado a hacer números ante la obligación de instalar puntos de recarga eléctrica que va a exigir el Gobierno para hacer que la movilidad eléctrica deje de ser una anécdota para empezar a ser una realidad.

Tampoco hay que perder de vista la necesidad de acordar la hoja de ruta con su socio de legislatura. Por fortuna para los socialistas, la agenda no difiere en demasía con Ciudadanos o con Unidas Podemos, sus socios potenciales. Los de Albert Rivera preferirían revisar la fiscalidad energética y, por ejemplo, discreparían de la subida de impuestos a los carburantes, por su incidencia directa sobre el bolsillo de los consumidores. Los de Pablo Iglesias exigen una senda más ambiciosa, que estaría más cómoda con lo que exponía el programa electoral de los socialistas de 2015.

En este sentido, desde Unidas Podemos preferirían que las centrales nucleares cerraran antes de llegar a 2025 y las térmicas de carbón antes alcanzar 2026. También adelantarían 10 años, a 2040, la descarbonización completa de la economía. Asimismo, en materia de protección al consumidor doméstico vulnerable, Unidas Podemos lleva años reclamando una reducción del IVA de la factura de la luz y del gas al 10% al tratarse de suministros básicos. Más improbable parece la creación de una eléctrica pública.

Bruselas fija los criterios para identificar los biocombustibles que generan más emisiones de CO2 por sus efectos sobre el territorio

Europa Press.- La Comisión Europea ha publicado los criterios para identificar los biocombustibles con alto riesgo de ILUC, aquellos con riesgo de generar más emisiones de dióxido de carbono (CO2) como consecuencia de un cambio en el uso de la tierra que antes se utilizaba para la producción de alimentos o pastos. Este cambio en el uso de la tierra puede provocar un aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero.

Bruselas estaba obligada a publicar este documento tras la aprobación de la nueva directiva de energías renovables, que establece el objetivo de que el 32% del consumo energético de la Unión Europea en 2030 provenga de renovables. La nueva directiva sobre energías renovables fija una reducción progresiva, hasta 2030, de dichos biocombustibles. También establece que los Estados miembros podrán utilizar importar los biocombustibles con alto riesgo de ILUC, pero no podrán contabilizarlos en los objetivos de utilización de energías renovables.

En concreto, el acto delegado del Ejecutivo comunitario establece 2 criterios acumulativos para identificar las materias primas que se utilizan como biocombustible y que generan un incremento de las emisiones de gases de efecto invernadero. Así, una materia prima será considerada como tal si su producción global se ha incrementado anualmente en más de un 1% y 100.000 hectáreas desde 2008 y si más del 10% de dicha expansión ha tenido lugar en áreas con un elevado stock de carbono.

Bruselas adopta las nuevas etiquetas de eficiencia energética de electrodomésticos, que vuelven al sistema A-G y estarán operativas en 2021

Europa Press.- La Comisión Europea ratificó las nuevas etiquetas de eficiencia energética para electrodomésticos, que serán visibles en las tiendas físicas y digitales a partir del 1 de marzo de 2021 y que introducen una escala única (de la A a la G) que reemplaza la actual clasificación para los productos más eficientes (A+, A++ y A+++).

La reforma, pactada en 2017 por las instituciones europeas, tiene el objetivo de conseguir que los consumidores europeos tengan una información más clara y comprensible, de forma que facilite la toma de decisiones al adquirir los aparatos. En concreto, las nuevas etiquetas energéticas europeas se utilizarán para electrodomésticos como lavadoras, lavavajillas, frigoríficos, lámparas y productos electrónicos como monitores de televisión, pero también a las máquinas de venta directa que refrigeran, por ejemplo, productos alimenticios. Bruselas ha destacado que la introducción de las primeras etiquetas energéticas de la Unión Europea ha impulsado el desarrollo de productos cada vez más eficientes, pero también ha resultado en un sistema de etiquetado» demasiado complejo».

El nuevo sistema elimina las escalas intermedias en la parte superior de la clasificación (A+, A++, A+++) y recupera un sistema más simple que irá desde la letra A hasta la G. La Comisión Europea considera que esta simplificación facilitará la comprensión por parte de los consumidores. Según Bruselas, el 85% de los ciudadanos se fija en las etiquetas de eficiencia energética para comprar electrodomésticos, pero las categorías actuales del etiquetado resultan «confusas» y ocultan las diferencias reales en eficiencia. Además, estima que entre el 10% y el 25% de los productos no cumplen con los requisitos de etiquetado y eficiencia energética. En parte se debe al «escaso» control por parte de las autoridades nacionales.

Las importaciones a la Unión Europea de GNL estadounidense crecen un 180% desde julio y representan el 12% del total

Europa Press.- Las importaciones de gas natural licuado (GNL) a la Unión Europea procedentes de Estados Unidos crecieron un 181% desde julio de 2018, cuando Bruselas y Washington pactaron un documento para relanzar sus conversaciones comerciales trasmeses marcados por el desafío que supusieron los aranceles al acero y aluminio aprobados por el presidente estadounidense Donald Trump.

Según cálculos de la Comisión Europea, las importaciones de GNL procedentes de Estados Unidos al bloque comunitario aumentaron un 181% desde entonces, hasta alcanzar los 7.900 millones de metros cúbicos. Esta cantidad representa un 12% del total de las importaciones de gas natural licuado en los últimos 6 meses. Sólo en enero, las importaciones de GNL alcanzaron los 1.300 millones de metros cúbicos, una cifra que contrasta con los 102 millones de metros cúbicos registrados en enero de 2018. En febrero, por su parte, se importaron a la Unión Europea 600 millones de metros cúbicos de GNL desde Estados Unidos.

El aumento de las compras de gas natural licuado a Estados Unidos por parte de la Unión Europea es uno de los puntos pactados por el jefe del Ejecutivo comunitario, Jean-Claude Juncker, y el presidente norteamericano, Donald Trump, en su reunión de julio en la Casa Blanca en la que pusieron fin a meses de conflicto después de que Washington impusiera aranceles adicionales a las importaciones de acero y aluminio.

«La Unión Europea está preparada para facilitar más importaciones de GNL desde Estados Unidos si las condiciones de mercado son las correctas y los precios son competitivos. Esto permitirá a los exportadores estadounidenses diversificar más sus mercados europeos mientras contribuyen a los objetivos de la Unión Europea en términos de seguridad de suministro», destacó la Comisión Europea. Sin embargo, Bruselas recuerda que Washington debe simplificar la legislación que obliga a obtener una autorización previa para exportar GNL a Europa en grandes cantidades. El primer foro de alto nivel sobre energía entre la Unión Europea y Estados Unidos tendrá lugar el 2 de mayo en Bruselas.