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El precio de los carburantes de automoción subió un 1,91% en el mes de abril, 1,31 euros más por depósito

Javier Angulo / Agencias.- El precio de la gasolina y del gasóleo prosigue con su escalada después de subir de media un 1,91% en el mes de abril, lo que supone un gasto de 1,31 euros más de media por cada llenado de depósito, según los datos del Boletín Petrolero de la Unión Europea. Para el cálculo de estos datos se tuvo en cuenta las mayores ventas en España de gasóleo que de gasolina, según la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (Cores).

En concreto, el precio medio del litro de gasolina en el mes de abril ha encadenado una nueva subida tras repuntar un 4,68%, para situarse en los 1,331 euros frente a los 1,271 euros de media del mes de marzo. Por su parte, el litro de gasóleo encadena una nueva subida tras repuntar un 1,3%, con un precio de 1,244 euros, frente a los 1,228 euros del mes de marzo. Ambos carburantes entraron a principios de año en una tendencia alcista con la que rompían una espiral a la baja que había llevado a un abaratamiento del 13% de la gasolina y de más del 12% del gasóleo desde los máximos que alcanzaron en octubre.

Con los precios medios de abril, el llenado de un depósito medio de gasolina de 55 litros cuesta 73,21 euros, 3,3 euros más que los 69,91 euros que costaba en el mes de marzo, mientras que en el caso del gasóleo asciende a 68,42 euros, unos 0,88 euros más que en el mes de marzo. La subida en los precios de los carburantes desde principios de año viene acompañada de un incremento en los precios de la cotización del petróleo.

Los carburantes son más baratos en España que en la media de la Unión Europea y la zona euro, donde el precio medio de venta al público del litro de gasolina se sitúa en 1,455 euros y 1,499 euros, respectivamente, mientras que el litro de gasóleo cuesta de media 1,364 euros en la Unión Europea y 1,358 euros en la eurozona. El menor nivel de precios finales con respecto a los países del entorno se debe a que España, pese a las subidas del IVA, a los mayores impuestos y a los gravámenes al biodiésel, cuenta con una menor presión fiscal que la media comunitaria.

El consumo de combustibles de automoción cae un 2,3% en marzo por el diesel

Europa Press.- El consumo de combustibles de automoción alcanzó en marzo los 2,367 millones de toneladas, lo que supone un descenso del 2,3% con respecto al mismo mes del año anterior, debido, principalmente, a la caída en los gasóleos (-3,3%). Por su parte, el consumo de gasolinas de automoción repuntó en el pasado mes de marzo un 2,7% frente al tercer mes de 2018, hasta las 421.000 toneladas.

En el primer trimestre del año, el consumo de combustibles registra un ligero aumento (+0,1%) frente al primer trimestre de 2018, con un repunte del 5,2% en las gasolinas y una caída del 0,9% en los gasóleos. En el acumulado anual presentan crecimientos interanuales todos los grupos de productos, salvo los gasóleos (-1,3%). Así, repuntan el GLP (+2,3%), querosenos (+4,9%) y fuelóleos (+4,7%). En marzo, ascendieron tanto el consumo de querosenos (+6,4%) como de fuelóleos (+3,1%), mientras descendieron el GLP (-18,1%) y los gasóleos (-6,1%).

Mientras, por segundo mes consecutivo, cayó el consumo de gas natural, con un descenso del 0,9% frente a marzo de 2018, situándose en 31.135 gigavatios hora (GWh). El consumo para generación eléctrica presentó un importante incremento (+45,2%). Por su parte, el GNL de consumo directo también aumentó (+8,6%), mientras que el consumo convencional descendió un 6,8%. El consumo del primer trimestre aumenta un 4,7% respecto al trimestre de 2018, con un incremento del destinado a generación eléctrica (+33,3%) y del GNL de consumo directo (+13,5%).

Victoria del PSOE: La hora del Green New Deal de Teresa Ribera y la reforma del mercado eléctrico

Javier Angulo.- El PSOE de Pedro Sánchez ha sido el vencedor de las elecciones generales. Un triunfo holgado, que deja al Gobierno a expensas de pactos, pero que invita a pensar en una formación rápida del Ejecutivo. A nivel energético todo lo que no fuera la continuidad de Teresa Ribera al frente del Ministerio para la Transición Ecológica sería una sorpresa colosal. Por delante 4 años: tiempo para implementar la Green New Deal prometida, la reforma del mercado eléctrico y avanzar en la descarbonización.

El programa electoral del PSOE era muy claro al respecto: eficiencia, renovables y empleo verde deberían ser la base del Green New Deal, un ambicioso pacto social sobre el que cimentar la transición energética. Como avance quedan los 10 meses de Gobierno socialista, en los que Teresa Ribera ya ha puesto en marcha medidas importantes: devolución de competencias energéticas a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), eliminación de los cargos al autoconsumo y regulación para su desarrollo, la Estrategia de lucha contra la pobreza energética, medidas de transición justa para las comarcas mineras (a nivel de empleo y de I+D+i, potenciando la Ciudad de la Energía).

España tendrá por fin una Ley de Cambio Climático y Transición Energética, muy diferente a cuando el expresidente Mariano Rajoy la prometió en plena COP21 en París. A expensas de lo que matice la Comisión Europea, también habrá luz verde para el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima, toda una hoja de ruta para la descarbonización de la economía.

De momento los borradores ya ponen cifras sobre la mesa. El principal objetivo es cumplir las metas comprometidas con Europa para la reducción de emisiones: un 20% de reducción para 2020, un 40% para 2030 y un 90% para 2050. Estos números tienen un reflejo directo sobre el sector eléctrico. El objetivo que se marca el PSOE para 2030 es alcanzar un 35% de energías renovables sobre el consumo de energía primaria, por encima del 32% fijado por la Unión Europea. Esto supondría que las fuentes renovables tuvieran una cuota en el mix eléctrico del 74%. La descarbonización exigiría que en 2050 el país se suministrara con electricidad 100% renovable.

En esta senda mucho tiene que cambiar el panorama para las centrales térmicas de carbón, que todo apunta a que cuando termine la legislatura en 2023 se podrán contar con los dedos de una mano las que quedan abiertas. Igual de importante es el calendario acordado con las compañías eléctricas con fechas que los socialistas recalcan como “máximas” para el cierre de las centrales nucleares.

Formación de precio del pool

El Gobierno lleva meses hablando, especialmente en la figura de secretario de Estado de Energía, sobre una fórmula que traslade al precio de la electricidad “la reducción del coste” que supondrá el crecimiento de las energías renovables en la transición ecológica de la economía. Habrá que ver cómo encaja con la normativa europea esta intervención socialista en el mercado eléctrico. No en vano, también están en discusión en Bruselas las directrices comunitarias para la regulación de estos mercados. Este asunto promete ser uno de los principales caballos de batalla para el Ministerio de Teresa Ribera.

No menos polémico será, cuando se aprueben los futuros Presupuestos, la subida de los impuestos sobre el diesel, punto de partida en la revisión a la fiscalidad energética que plantean los socialistas. Y dentro del sector del transporte, las estaciones de servicio ya habrán empezado a hacer números ante la obligación de instalar puntos de recarga eléctrica que va a exigir el Gobierno para hacer que la movilidad eléctrica deje de ser una anécdota para empezar a ser una realidad.

Tampoco hay que perder de vista la necesidad de acordar la hoja de ruta con su socio de legislatura. Por fortuna para los socialistas, la agenda no difiere en demasía con Ciudadanos o con Unidas Podemos, sus socios potenciales. Los de Albert Rivera preferirían revisar la fiscalidad energética y, por ejemplo, discreparían de la subida de impuestos a los carburantes, por su incidencia directa sobre el bolsillo de los consumidores. Los de Pablo Iglesias exigen una senda más ambiciosa, que estaría más cómoda con lo que exponía el programa electoral de los socialistas de 2015.

En este sentido, desde Unidas Podemos preferirían que las centrales nucleares cerraran antes de llegar a 2025 y las térmicas de carbón antes alcanzar 2026. También adelantarían 10 años, a 2040, la descarbonización completa de la economía. Asimismo, en materia de protección al consumidor doméstico vulnerable, Unidas Podemos lleva años reclamando una reducción del IVA de la factura de la luz y del gas al 10% al tratarse de suministros básicos. Más improbable parece la creación de una eléctrica pública.

Elecciones 28-A: Propuestas para transformar la movilidad hacia la descarbonización

Javier Angulo.- La transición a una movilidad sin emisiones es uno de los mayores retos que presenta la descarbonización de la economía. En este sentido, la apuesta por el coche eléctrico es transversal en los programas de los diferentes partidos políticos, pero no es la única. Precisamente quién lo fía todo a la movilidad eléctrica parece ser el PSOE. El partido gobernante presume en su programa del paquete normativo de Energía y Clima que ha presentado en los últimos meses de legislatura.

Desde el Ministerio para la Transición Ecológica se propone una creciente electrificación del sector del transporte, estableciendo obligaciones de instalación de recarga eléctrica en las estaciones de servicio, uno de los puntos más controvertidos por la inversión que exigiría a corto plazo a los empresarios de gasolineras. Asimismo, el PSOE plantea una Estrategia de Movilidad Sostenible que incentive un transporte menos contaminante en los municipios.

Ni una palabra de los socialistas sobre el diésel y el establecimiento de plazos para prohibir los vehículos de combustión. Unos plazos que sí menciona el programa electoral del PP, para rechazarlos de plano y apostar por la libertad de los ciudadanos para elegir su medio de transporte. A juicio de los populares, “debe ser la evolución tecnológica y las decisiones de los consumidores los marquen el ritmo de sustitución de unas tecnologías por otras”. Por ello los de Pablo Casado centran su apuesta en cambiar la fiscalidad para promover la renovación del parque móvil. Más en concreto, el PP habla de reformar el Impuesto de Circulación para los nuevos vehículos y vincularlo a sus emisiones y su consumo energético.

En cuanto al apoyo a los vehículos alternativos, el PP se compromete a impulsar la movilidad eléctrica con una normativa que incentive el despliegue de una red de puntos de recarga de electricidad y gas para vehículos por todo el territorio nacional. Además, también ofrece recursos para apoyar las inversiones en I+D+i y ampliar las ayudas para la instalación de infraestructuras de recarga y la financiación de estos vehículos. A nivel municipal, también prometen avanzar en la sustitución de los vehículos de transporte público contaminantes por otros de cero emisiones.

Quién sí se ofrece a poner cifras concretas sobre la mesa es Unidas Podemos. Los de Pablo Iglesias quieren elevar hasta el 25% para 2025 la cuota de mercado de los coches eléctricos o los que funcionen con tecnologías alternativas a los combustibles fósiles. Un objetivo extremadamente ambicioso frente al 6,6% de cuota de mercado que alcanzaron estos vehículos en 2018 en conjunto con los híbridos. Y no hay que olvidar que los vehículos que utilizan gas quedarían fuera de los cálculos de Unidas Podemos, que pretende transformar ese hipotético 25% en un 70% en 2030 como paso previo al 100% en 2040 para cumplir con el Horizonte Verde prometido.

Para conseguirlo, Unidas Podemos contempla implementar ayudas a la compra de vehículos alternativos, apartado en el que los híbridos también recibirán apoyo económico:en función del vehículo, cubrirán como mínimo entre el 15% y el 20% del precio de adquisición. Asimismo, apuestan por crear una red inteligente de infraestructuras de recarga diseñada desde la empresa pública de energía que la formación morada pretende crear y que tendría un protagonismo creciente en la gestión de las redes de distribución. Donde sí apuestan por la colaboración entre el sector público y privado es en aunar esfuerzos para desarrollar nuevas tecnologías de baterías, vitales para un sistema eléctrico sustentado cada vez más por energías renovables y para el propio funcionamiento del vehículo eléctrico.

Precisamente una de las apuestas más decididas del programa electoral de Ciudadanos es incrementar el presupuesto de I+D+i para que España sea líder en la industria de las baterías y los vehículos cero emisiones. Asimismo, tres compromisos se reparten el protagonismo en su ambición por una movilidad sin contaminación: incentivar la renovación del parque automovilístico privado por modelos menos contaminantes, impulsar la instalación de infraestructuras de recarga de vehículos eléctricos y conseguir un transporte público renovado que sea 100% sostenible.

Quién presenta una hoja de ruta para la movilidad bastante diferenciada es Vox. Los de Santiago Abascal apuestan por un Plan de ayuda para renovación del parque de vehículos. En este sentido, apuestan por impulsar la renovación de los vehículos de más de 12 años con vehículos menos emisores, incluyendo entre ellos, cualquier tipo de propulsión. Para ello contemplan incentivos diferentes según sus emisiones, no siendo solo para vehículos eléctricos.

Para Vox, la movilidad eléctrica presenta dos interrogantes: por un lado, no ven que pueda ofrecer una alternativa en el segmento de los transportes pesados, por lo que para este tipo de vehículos apuestan por desarrollar modelos y motores más eficientes, así como por el uso del gas natural vehicular; por otro lado, piden actuar con precaución en el despliegue de puntos de recarga ya que el desarrollo de las baterías puede variar considerablemente la inversión que se estima necesaria en redes. Así, el programa de Vox resalta que el desarrollo de los puntos de carga de alta potencia induciría unas elevadas inversiones en las redes de distribución y transporte eléctricas, casi imposible de repercutir

Esto no significa que Vox no contemple medidas para hacer más atractivos para el consumidor los coches eléctricos. Con esta intención los de Santiago Abascal proponen dejar exento del Impuesto sobre la Electricidad la recarga de energía de los vehículos eléctricos en los puntos de recarga. Junto a la propuesta para rebajar durante 5 años el IVA en la compra de vehículos eléctricos del 21% al 10%, desde Vox aseguran que esta exención permitirá reducir los costes asociados al uso de este tipo de vehículos, haciendo “más atractiva” su compra.

El PP propone un pacto de Estado en materia de energías renovables y clarificar el mix energético con más planificación

Europa Press.- El secretario general del PP, Teodoro García-Egea, ha propuesto la necesidad de impulsar un pacto de Estado en materia de energías renovables para que en España no se cambie el modelo «cada 4 años» porque eso no ofrece seguridad jurídica ni al inversor ni al consumidor. Además, ha defendido «clarificar el mix energético» y cuánto se quiere de cada energía.

García Egea ha afirmado que hay que «apostar por las energías renovables» y que «puedan competir en igualdad de condiciones con el resto de energías», sin que ello implique que «deban estar primadas». Por ello, el número dos del PP ha asegurado que «hace falta saber exactamente cuál va a ser el mix energético y no cambiarlo continuamente». A su entender, la mejor política sobre energía renovable a futuro pasa por «clarificar el mix energético».

García Egea ha indicado que la «baja planificación del mix energético ha perjudicado más al consumidor que a las grandes empresas eléctricas porque «en la factura existen unos costes indirectos que están claramente no relacionados con la cuestión eléctrica«. Por eso, ha defendido abrir un debate sobre quién debe pagar esos costes indirectos y que hacen que España no pueda competir con otros países con el precio de la electricidad. «A todo eso habría que darle una pensada y abrir un pacto de Estado en materia energética para que todos esos costes no fueran directamente a la factura eléctrica y pudiéramos aumentar la competitividad de la factura eléctrica», ha manifestado.

A renglón seguido, García-Egea ha recalcado que «claramente es necesario impulsar un pacto de Estado en materia de energías renovables». «Lo que hemos visto durante todo este tiempo es un ejemplo de cómo se recorta a futuro», ha apostillado. Además, ha dicho que el Gobierno socialista no tiene «clara» cuál es la política de electrificación del transporte y ha apostado por impulsar planes de mejora, de forma que el «vector eléctrico sustituya al vector de combustión», lo que hará que los costes fijos del sistema «se repartan entre más consumidores, consiguiendo abaratar la factura eléctrica».

García Egea ha criticado que el Gobierno haya pactado «sin consenso» la composición del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), llegando a un acuerdo con Podemos, un partido que quiere la «desnuclearización en España», y «sin saber cuál va a ser el mix energético». También ha censurado anuncios del Gobierno como acabar con el diesel «en 10 o 15 años» algo que, a su entender, puede llevar a una recesión industrial.

En cuanto al plan Madrid Central que ha impulsado la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, García Egea ha afirmado que «todos» están a favor de reducir la contaminación y de que haya menos tráfico, pero ha criticado «la forma de la izquierda» para llevarlo a cabo, ya que, a su juicio, apuesta por la prohibición en vez de «más libertad, más productividad». En este sentido, ha señalado que la solución pasa por electrificar la economía, mejorar el parque móvil y dar facilidades a aquellos que tienen que moverse en la almendra central para que puedan entrar y salir «sin generar colapsos de tráfico». Además, ha defendido medidas como un plan de renovación de calderas de carbón para reducir la contaminación.

El precio de la gasolina y gasóleo encadena su octava subida consecutiva y acumula un encarecimiento del 8% en 2019

Europa Press.- El precio de la gasolina y del gasóleo ha encadenado su octava subida consecutiva, con lo que acumula hasta un encarecimiento de más del 8% en lo que va de año. En concreto, el precio medio del litro de gasolina se sitúa en 1,257 euros, acumulando un encarecimiento del 6,6% en lo que va de 2019. Por su parte, el litro de gasóleo se situó en los 1,225 euros, su nivel más alto desde noviembre, sumando un encarecimiento del 8,3%.

Ambos carburantes entraron a principios de año en una tendencia alcista, que no parece tener fin y que cortaba con una espiral a la baja que había llevado a un abaratamiento del 13%, en el caso de la gasolina, y de más del 12% para el gasóleo, desde los máximos que alcanzaron en octubre. Con estos precios, el llenado de un depósito medio de gasolina de 55 litros cuesta unos 69,13 euros, 4 euros más que a principios de año, mientras que en el caso del gasóleo asciende a 67 euros, unos 5 euros más que al inicio de 2019.

La caída en los precios de los carburantes en los últimos meses del año pasado vino de la mano de un descenso en el precio de la cotización del petróleo, al igual que ha ocurrido con las subidas. El barril de crudo Brent, referencia en Europa, cotiza en el entorno de los 66,61 dólares, mientras que el Texas americano se intercambia a unos 56,61 dólares.

La gasolina es más barata en España que en la media de la Unión Europea y la zona euro, donde el precio medio de venta al público del litro de gasolina se sitúa en 1,368 euros y 1,406 euros, respectivamente, mientras que el litro de gasóleo cuesta de media 1,346 euros en la Unión Europea y 1,344 euros en la eurozona. El menor nivel de precios finales se debe a que España sigue contando con una menor presión fiscal, en general, que la media comunitaria.

Las emisiones alcanzaron en 2018 la media más alta desde 2014 por la caída en las compras de vehículos diesel

Europa Press.- Las emisiones medias de dióxido de carbono (CO2) aumentaron en 2,4 gramos, hasta alcanzar 120,5 gramos por kilómetro y vehículo en 2018, el nivel más alto de los últimos 4 años, según un estudio realizado por Jato Dynamics, que analizó las emisiones de 23 países europeos. Según este estudio, hay una relación «directa» entre la caída de las matriculaciones de vehículos diésel, un 18% durante 2018, y el aumento de las emisiones medias de dióxido de carbono (CO2) en Europa.

«El aumento de las emisiones de CO2 es algo preocupante para los gobiernos y la mayoría de los fabricantes de vehículos. En lugar de avanzar, la industria está retrocediendo en un momento en el que los objetivos de emisiones se están volviendo más duros», señaló el responsable de comunicación de Jato Dynamics, Felipe Muñoz. El valor total de las emisiones de dióxido de carbono se han reducido paulatinamente desde 2017. Sin embargo, esta tendencia comenzó a desacelerarse en 2016, cuando se pasó de una reducción de las emisiones de 4,1 gramos en 2015 a 1,4 gramos en 2016, al mismo tiempo que comenzaron a disminuir las ventas de los vehículos diésel, del 7% al 1%.

Esta tendencia se confirmó en 2017, cuando se produjo el primer aumento en la media de emisiones de CO2, del 0,3%, y una caída del 8% en la demanda de vehículos diésel. «El efecto positivo de los vehículos diésel en las emisiones se ha desvanecido a medida que su demanda cayó de manera drástica durante 2018. Si esta tendencia continúa y la adopción de tecnologías alternativas no se acelera, la industria tendrá que tomar medidas drásticas para afrontar los objetivos a largo plazo», sentenció Muñoz.

Sin embargo, el estudio también revela que el diésel no ha sido la única causa del aumento de las emisiones de CO2. La llegada de los nuevos todocaminos, que en 2018 suponían el 35% del total de parque de vehículos y cuyas emisiones empeoraron en 1,4 gramos por kilómetro, contribuyó al aumento general de las emisiones de CO2 en Europa.

La ONU y la contaminación

La polución aérea acaba cada año con la vida de 7 millones de personas en todo el mundo, incluidos unos 600.000 niños, según alerta el relator especial sobre Derechos Humanos y Medio Ambiente de Naciones Unidas, David Boyd, que ha definido el fenómeno como una «pandemia». Boyd asegura que hay más de 6.000 millones de personas, de los cuales un tercio son niños, que están respirando con frecuencia aire tan contaminado que su vida está en riesgo. El relator especial de Naciones Unidas ha advertido de que la polución aérea es un fenómeno «asesino» que actúa «de forma callada» y, «a veces», «de modo invisible».

«Esta pandemia todavía recibe una atención inadecuada porque estas muertes no son tan dramáticas como las causadas por otros desastres o epidemias», ha afirmado Boyd, en su intervención ante el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, en Ginebra. «Cada hora, 800 personas están muriendo, muchas tras varios años de sufrimiento, por cáncer, enfermedades respiratorias o del corazón directamente causadas por respirar aire contaminado», ha afirmado el experto de Naciones Unidas. Boyd ha hecho hincapié en que el fracaso a la hora de garantizar un aire limpio supone una violación del derecho fundamental de los ciudadanos a un entorno saludable, un derecho reconocido por 155 países y que debería ser respetado en todo el mundo.

«Las personas no pueden evitar inhalar sustancias contaminantes que están presentes en sus hogares o en sus comunidades», ha afirmado el relator especial. «Los contaminantes aéreos están por todas partes, principalmente causados por la quema de combustibles fósiles para electricidad, transporte y calefacción, así como por actividades industriales y mala gestión de residuos», explicó Boyd. Las mujeres y los niños, que en muchos países menos adinerados pasan la mayor parte del tiempo en casa, se ven desproporcionadamente afectados por la polución aérea en viviendas causada por las cocinas, la calefacción o los sistemas de alumbrado.

Boyd ha identificado los pasos clave que tienen que dar todos los países para acabar con la contaminación aérea: la supervisión de la calidad del aire, la evaluación de las fuentes que contaminan el aire, el impulso a una legislación para proteger la calidad del aire y el desarrollo y la puesta en marcha de planes de acción a nivel local, regional y nacional para la calidad del aire con unos estándares predefinidos. «Hay muchos ejemplos de buenas prácticas, como los programas en India y en Indonesia que han ayudado a miles de millones de familias pobres a cambiarse a sistemas de cocina más limpios, y los países que han tenido éxito al eliminar las plantas eléctricas de carbón», concluyó.

Jorge Lanza (CLH) augura que el petróleo seguirá jugando un papel importante en el mix energético ante la creciente demanda

Europa Press.- La llegada del coche eléctrico y los acuerdos de París «no son un punto final» para la industria del petróleo, que seguirá jugando «un papel importante» en el mix energético puesto que las energías renovables no podrán desarrollarse «lo suficientemente rápido». Así lo considera el consejero delegado del grupo CHL, Jorge Lanza, que apuesta por reducir el consumo mejorando la eficiencia y las herramientas medioambientales.

«Hay una demanda de energía creciente y las energías renovables no pueden abastecerla solas ni desarrollarse lo suficientemente rápido», ha explicado. «La forma más rentable de reducir las emisiones actualmente no es el coche eléctrico, sino un coche de gasolina o diésel más eficiente». En este sentido, Lanza ha explicado que el parque automovilístico mundial, formado por 1.200 millones de coches, está previsto que crezca un 80% hasta 2040. Sin embargo, pese a este aumento de coches, calcula que el consumo global de petróleo no va aumentar, debido a las mejoras en eficiencia y a la llegada del coche eléctrico.

Con estas previsiones, empresas como CLH se concentrarán en la industria petroquímica y en el transporte. «Todos tenemos la cabeza en los coches eléctricos, pero en aviación y navegación la demanda seguirá creciendo», ha indicado. Para Lanza, el problema de las emisiones de CO2 «hay que atacarlo de forma global», además de que hay que mejorar la calidad del aire de las grandes ciudades, donde ha señalado a las calefacciones de gasoil y a los coches diésel antiguos como los «grandes responsables«. La solución, para el CEO de CLH, no pasa por prohibir tecnologías con los motores diésel, sino por incentivar las tecnologías más eficientes y limpias, de acuerdo con el principio de neutralidad tecnológica.

La contaminación ambiental y el diésel están relacionados con diferentes tipos de cánceres y enfermedades, según expertos sanitarios

Europa Press. – La contaminación atmosférica se relaciona con la aparición de cáncer de garganta, de mama o del aparato digestivo, con diabetes tipo 2, ansiedad, demencia, Parkinson y Alzheimer, según asegura el jefe del departamento de Epidemiología y Bioestadística de la Escuela Nacional de Sanidad del Instituto de Salud Carlos III, el doctor Julio Díaz.

De este manera, lo ha confirmado durante una jornada formativa sobre contaminación ambiental y salud organizada por la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), en colaboración con la Asociación de Informadores de la Salud (ANIS) y la Asociación de Periodistas de Información Ambiental (APIA), cuyo objetivo ha sido «dar información científica y contrastada que demuestre el grave problema» que se enfrenta con la contaminación, según el presidente de SEPAR, el doctor Carlos A. Jiménez.

Así, los seis contaminantes más peligrosos para la salud, según los expertos, son el nitrógeno, el ozono, las partículas en suspensión, el dióxido de azufre, el monóxido de carbono y el plomo. 

Si hablamos de las partículas en suspensión, «cuanto más grande la partícula, menos daño porque se queda en los bronquios. Las peores son las de 2,5 micras, que pueden penetrar en la sangre», ha explicado el doctor Díaz, que ha especificado que provienen de los vehículos. En este sentido, hay más en el diésel y son más pequeñas, ha afirmado.

Por otra parte, la coordinadora del Área de Enfermedades Respiratorias Ocupacionales y Medioambientales de SEPAR, la doctora Isabel Urrutia, ha explicado durante la jornada, la importancia del incremento del número de alergias por la contaminación. Así, según la experta «los pólenes tienen ahora más proteínas que son más agresivas, además de que las partículas de diésel transportan el polen».

En cuanto a las dos patologías respiratorias más prevalentes en la población, el asma y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), según Urrutia, la contaminación exacerba los ataques de ambas. En personas que las sufren, los días en los que los índices de contaminación superan los límites establecidos aumentan los ingresos hospitalarios, las consultas médicas y las atenciones en urgencias.

Cabe destacar, por último, en lo referente a la mortalidad, la Organización Mundial de la Salud (OMS) cifra en más de 7 millones las muertes anuales debidas a la contaminación. De hecho, el 92% de la población mundial vive en áreas cuya contaminación supera los límites impuestos por la OMS.

El PP ve en el plan climático de Ribera un futuro con más paro, menos crecimiento y energía más cara

Europa Press.- Mientras la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha asegurado que el Gobierno garantizará que los turismos y vehículos comerciales nuevos que se vendan en 2040 serán 0 emisiones, aunque el Ejecutivo evita hablar de prohibiciones, el PP entiende que el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) elaborado por el Ministerio supone «un paso claro a la ralentización económica, a la futura generación de desempleo y, sin lugar a dudas, a un incremento de la factura eléctrica».

Así lo auguró el portavoz adjunto del PP en el Congreso, Guillermo Mariscal, quien denuncia la ausencia de «negociación» para un plan «que afecta a más de una legislatura y, probablemente, a más de una generación». El dirigente popular cree que el Gobierno es «víctima de la politización de las tecnologías» y que, por ello, plantea «la desaparición» de una energía libre de emisiones, como la nuclear, lo que, a su juicio, «contraviene» lo defendido por la Unión Europea o la Agencia Internacional de la Energía, que «abogan por su mantenimiento como energía de respaldo«.

Asimismo, ha criticado que Ribera anticipe un abaratamiento de la energía y un fortalecimiento de la industria, cuando el Gobierno «ha colaborado activamente a la salida de Alcoa y que ha propiciado un ERE en Ferroatlántica«. «Hemos escuchado ensoñaciones y cantos de sirena. Tenemos una ministra que practica una suerte de realismo mágico, que obvia y olvida los números, las cifras y las propuestas creíbles. Nos encontramos humo», señaló, acusando a Ribera de «lanzar soflamas o propaganda electoral para conseguir votos» en las próximas elecciones.

«Un ejemplo más es lo que ocurre con el diésel. Siguen sin responder qué piensan hacer en 2040, si es cierto que deben de circular los coches diésel o de gasolina, o no. Ha cambiado de opinión ya dos veces«, indicó, subrayando que el comisario europeo de Energía y Acción Climática, Miguel Arias Cañete, «la obligó a rectificar porque en Europa está prohibido prohibir tecnologías».

Ribera evita la palabra “prohibir”

El anteproyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética recoge que el Gobierno adoptará las medidas necesarias, de acuerdo con la normativa europea, para que los turismos y vehículos comerciales ligeros nuevos, excluidos los matriculados como vehículos históricos y destinados a usos no comerciales, reduzcan paulatinamente sus emisiones de modo que «no más tarde de 2040 sean vehículos con emisiones de 0 gramos de dióxido de carbono (CO2) por kilómetro». Así, a partir de esa fecha no se podrán vender vehículos que emitan CO2.

«En el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima, los objetivos de penetración de sistemas de movilidad descarbonizada, y parte electrificada, son importantes para 2030, pero no se incluye ningún tipo de prohibición», ha afirmado Ribera, que reivindicó que el borrador del PNIEC 2021-2030 recoge «palabra por palabra» lo que Arias Cañete propuso al Colegio de Comisarios. «Debemos garantizar que los vehículos ligeros sean 0 gramos de CO2 por kilómetro recorrido en 2040. Es muy difícil imaginar escenarios de descarbonización del sistema energético si no se presenta atención a la movilidad y creo que es importante acompañar a este proceso de transformación», ha defendido la titular para la Transición Ecológica.

Con la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, el Ejecutivo pretende renovar «paulatinamente» el parque automovilístico con modelos de menores emisiones para «culminar» en 2050 con vehículos sin emisiones de CO2, así como definir un sistema de indicadores de impactos y adaptación al cambio climático. El Gobierno lanzará un plan de impulso a la movilidad eléctrica con un importe total de 1.000 millones de euros entre 2021 y 2025, según las cifras recogidas en el borrador del PNIEC, que contempla que el parque español de vehículos eléctricos alcanzará 5 millones de unidades en 2030.

El gas reclama su papel

Por su parte, la Asociación Española del Gas (Sedigas) ha destacado que el gas «es una energía de presente y futuro» que ayuda a conseguir las metas fijadas por el Gobierno en su PNIEC. Sedigas reclama así que el gas renovable «debe tener un papel prominente» en la matriz energética, ya que supone un sumidero de dióxido de carbono (CO2) que sirve para restar emisiones. Por ello, Sedigas valora «positivamente» la inclusión del gas renovable en el plan, por suponer una solución «realista y técnicamente viable» para lograr una mayor eficiencia energética en la edificación.

Por otra parte, el sector gasista sí echa en falta «un gran impulso sobre la movilidad a gas», al considerar que con el gas natural vehicular se pueden reducir las emisiones de óxidos de nitrógeno en un 80% y casi la totalidad de las partículas sólidas y el azufre, además de disminuir los gases de efecto invernadero en un 20%.