Biocombustibles: posible burbuja, advierte Accenture

El sector de los biocarburantes podría estar enfrentándose a un ciclo similar al de la burbuja de las puntocom a principios de esta década si las previsiones de Accenture son ciertas. La consultora considera que el mercado de biocarburantes tiene paredes, y así lo manifiesta en un informe. La consultora explica que se experimentará un boom inicial, que irá seguido de un descenso de la actividad “a medida que se haga evidente hasta qué punto es complicado aumentar de un modo práctico la dimensión de este mercado”.

Ese ‘pinchazo’ no implica que el mercado de biocarburantes vaya a ser un fracaso. Los productores de bioetanol y biodiésel se convertirán en los próximos cinco años en “auténticos líderes exportadores del sector energético, mientras el mercado global de suministro de biocombustibles adquiere fuerza. Sin embargo, al final sólo quedarán los jugadores más estables”. El informe señala que las compañías que sepan adaptarse a las diversas normativas locales y a las diferentes realidades –tecnologías de segunda generación, automóviles híbridos, aumento del consumo energético de China e India– serán las que lideren el sector en 2012.

Las claves del éxito estarán, según la consultora, en factores como la capacidad de equilibrar, de forma sostenida, el suministro de carga de alimentación con todo lo relacionado con el almacenamiento y el transporte, reduciendo los costes y aumentando la producción de carga de alimentación, las consideraciones legales a favor de la agricultura en casi todos los países, y las normativas que fomenten el uso de biocombustibles para reducir las emisiones de CO2.

La necesidad de los Gobiernos de una mayor seguridad energética, canalizada a través de la diversificación de sus fuentes de energía, y el aumento de la producción doméstica, es otra de las claves para el crecimiento del sector.

Según el informe, cada país se mueve a un ritmo distinto y toma un camino hacia la creación de un mercado de suministro global. En cuanto a los proveedores –agricultores, negocios agrícolas, petroleras independientes, petroleras nacionales y productores independientes de biocombustibles-, cuentan con diferentes estrategias para asegurarse ventajas competitivas.

Según el informe de Accenture, la mayor de las incertidumbres es la que constituye el propio reto tecnológico. La tecnología seguirá mejorando los aspectos económicos del desarrollo de los biocarburantes, pero por el momento ni se conoce la tecnología que tendrá un mayor impacto ni la dimensión final del sector.

El análisis comparativo de las distintas cargas de alimentación sitúa en primer lugar a la caña de azúcar, con una mayor cuota de mercado en la producción de bioetanol. En el caso del biodiésel, todavía no existe una carga de alimentación dominante de entre todas las que se obtiene (soja, colza, jatrofa, aceite de coco o de palmera), aunque la soja y la jatrofa podrían restarle protagonismo al aceite de palma por la insostenibilidad de su utilización masiva.

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