Arias Cañete destaca el «firme compromiso» de la Comisión con la interconexión de la Península Ibérica

Servimedia.- El comisario europeo de acción por el Clima y Energía, Miguel Arias Cañete, sostiene que la Comisión Europea (CE) mantiene un «firme compromiso» para lograr una mejor interconexión de la Península Ibérica, tanto para la electricidad como para el gas. Así lo señala Arias Cañete en una entrevista del último número de la revista ‘Gas Actual’, editada por la Asociación Española del Gas (Sedigás), en la que subraya que la seguridad de abastecimiento requiere un mercado interior de la energía interconectado.

Arias Cañete indicó que en la primera cumbre de interconexiones energéticas entre Francia, España y Portugal, celebrada el pasado mes de marzo, todos los gobiernos coincidieron en la necesidad de completar el eje de gas del oeste a través del proyecto Midcat. Esto implicaría el desarrollo de la tercera interconexión Portugal-España y el aumento de la capacidad de tránsito a través de Francia.

Respecto a la financiación que destinará la UE a mejorar las interconexiones energéticas, Arias Cañete indicó que en el marco del Instrumento de Interconexión para Europa (CEF), que abarca tres sectores (transporte, energía y telecomunicaciones), la energía representa 5.350 millones de euros de un total de unos 30.000 millones de euros.  No obstante, apuntó que la financiación CEF puede movilizar otros fondos a través de la utilización de instrumentos financieros, como los bonos de proyectos. Además, el Fondo Europeo de Inversión Estratégica (EFSI) se convertirá «probablemente» en una herramienta de financiación «importante».

Cumbre de París

En cuanto a los planteamientos de la CE sobre explotación de hidrocarburos y ‘shale gas’, el comisario europeo explicó que cada Estado miembro tiene el derecho y la responsabilidad de decidir si permite la exploración o producción de gas en su territorio. Por último, sobre la cumbre del clima en París, Arias Cañete consideró que el encuentro será un «momento clave» para definir unos objetivos a nivel global, y defendió que su cumplimiento no supondrá un «sacrificio económico».

En este sentido, indicó que las emisiones de gas de efecto invernadero de la UE cayeron un 19% entre 1990 y 2013, mientras que su PIB creció en un 45%. «Ahora las emisiones y el crecimiento económico evolucionan independientemente y la economía no se ve resentida por la ambición en materia de cambio climático», añadió.