Alemania, Países Bajos y Luxemburgo presionan a Bélgica para que cierre la central nuclear de Tihange

Europa Press / EFE.– Unos 90 distritos de Alemania, Países Bajos y Luxemburgo han amenazado con recurrir a la justicia para forzar a Bélgica a cerrar el reactor nuclear de Tihange 2 por los riesgos elevados para sus regiones en caso de accidente nuclear. Entre el 40% y el 60% de la provincia de Limburgo dejaría de ser habitable en caso de un incidente y el 10% de Aix-la-Chapelle (Aachen) se vería afectado, según alerta un grupo de expertos del Instituto de Ciencias de Seguridad y Riesgo (ISR).

Electrabel, que explota la central nuclear belga, reivindica la «gran cultura de seguridad» de la compañía. «Incluso las irregularidades más pequeñas dan lugar a la parada de una central», asegura la portavoz de la compañía, Geetha Keyaert. Los reactores nucleares de Doel 3 y Tihange 2 en Bélgica han sido cerrados en varias ocasiones por las dudas sobre su seguridad. En este sentido, en diciembre de 2015, tras 21 meses desconectada por problemas de seguridad, Tihange 2 reanudó su actividad.

Eso sí, el Gobierno belga ha dado marcha atrás en su idea inicial de distribuir en 2017 pastillas de yodo a todos los ciudadanos como prevención ante un accidente nuclear en un radio de 100 kilómetros de las centrales nucleares, tal y como anunció en abril la ministra de Sanidad, Maggie De Block, que aceptó distribuir a 100 kilómetros a la redonda de las centrales nucleares belgas estas pastillas, que actúan sobre la tiroides saturándola para evitar que absorban el yodo radiactivo que liberaría un escape nuclear. En la práctica, la medida suponía proporcionar yodo a todos los habitantes belgas.

Sin embargo, el ministro del Interior, el nacionalista flamenco Jan Jambon, señaló ahora en sus planes de política general que los comprimidos solo se distribuirán entre «los grupos prioritarios». El político hace referencia a los argumentos presupuestarios para limitar la «campaña de predistribución» de las pastillas a las escuelas y otros lugares específicos en todo el país, precisó el periódico belga. También se mantiene en vigor el reparto del yodo en todos los hogares situados a 20 kilómetros a la redonda de una central nuclear.

El diputado ecologista Jean-Marc Nollet calificó de «escandalosa» la limitación en el reparto de yodo y añadió que el Ejecutivo belga antepone la «rentabilidad» de Electrabel, encargada de gestionar las centrales del país, a la «seguridad elemental» de los ciudadanos. «Es profundamente ingenuo imaginar que, en caso de catástrofe, cada belga podrá llegar a un centro de distribución de pastillas regional o provincial. No puedo aceptar que, para hacer ganar algunos millones a Electrabel, sacrifiquemos de ese modo la protección de la población», declaró Nollet.

0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *